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Misiones - Argentina
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo intentamos sistematizar el enfoque del Proyecto Integrado Pro-Huerta y
algunas de las prácticas llevadas a cabo durante la intervención realizada desde el mismo en el
ámbito de la EEA Montecarlo durante el año 2009. Esta descripción es realizada poniendo el énfasis
en recuperar la forma en que el Proyecto Pro – Huerta incorpora los principios de agroecología en sus
prácticas cotidianas, lo que fue posible en gran medida gracias a la lectura de los materiales
facilitados en el cursado del seminario de Tecnología y Sustentabilidad dictado por el Dr. Eduardo
Francisco Caporal. Se incorporan también una serie de reflexiones elaboradas a partir del análisis
crítico de la intervención y el aporte teórico de algunos autores consultados.
La intencionalidad de este trabajo es enriquecer la práctica cotidiana a partir de la reflexión del
enfoque, la metodología de trabajo, la propuesta técnica y los resultados obtenidos durante el periodo
contemplado.
Este trabajo es una reflexión inicial abierta al aporte de diferentes actores, huerteros involucrados,
promotores de terreno, técnicos del proyecto y otros que trabajan en la temática y les interese
incorporar sus conocimientos y críticas.
MARCO TEÓRICO
Entre los conceptos de Agroecología expuestos por los diferentes autores se a recurrido a aquel que
de manera explícita reconoce la necesidad de construcción del abordaje mediante la diversidad de
aportes, y que define la agroecología como “… una ciencia que presenta una serie de principios y
metodologías para estudiar, analizar, dirigir, desarrollar y validar sistemas de producción de
base ecológica (agroecosistema), más no es una práctica agrícola o un sistema de producción.
Es un nuevo abordaje que integra los conocimientos científicos (agronómicos, veterinarios,
zootécnicos, ecológicos, sociales, económicos y antropológicos) y los conocimientos
populares para la comprensión, validación e implementación de sistemas agrícolas con vista a
la sustentabilidad”. …La agroecología es la ciencia que nortea los sistemas orgánicos de
producción. La agricultura orgánica es la aplicación práctica de los conocimientos generados
1
por la agroecología” . Este concepto nos permitirá analizar tanto el enfoque del Proyecto como la
propuesta técnica, mientras que la metodología de trabajo será analizada a partir del concepto de
extensión rural agroecológica que es entendida “…como un proceso de intervención de carácter
educativo y transformador, basado en metodologías de investigación-acción participante que
permitan el desarrollo de una práctica social mediante la cual los sujetos buscan la
1
HENZ Filmar Paulo, Flavia Aparecida DE ALCANTARA y Francisco VILELA RESENDE (2007) “Producción Orgánica de
Hortalizas”. Editores Técnicos: EMBRAPA Información Tecnológica. Brasilia.. Pág. 18.
construcción y sistematización de conocimientos que los lleve a incidir conscientemente
sobre la realidad, con el objeto de alcanzar un modelo de desarrollo socialmente equitativo y
ambientalmente sostenible adoptando los principios teóricos de la Agroecología como criterio
para el desarrollo y selección de las soluciones más adecuadas y compatibles con las
condiciones específicas de cada agroecosistema y del sistema cultural de las personas
implicadas en su manejo”2.
2
CAPORAL Francisco Roberto (1998) “Hacia la extensión rural del futuro: los caminos posibles en Río Grande Do Sul”. Tesis
doctoral, ISEC. capítulo VIII. Pág. 18.
Objetivo específicos:
Beneficiarios:
La población objetivo del proyecto es la población con Necesidades Básicas Insatisfechas, la
podemos caracterizar como sigue:
* Grupos familiares urbanos y rurales.
* Niños que asisten a instituciones escolares situadas en áreas críticas, urbanas o rurales, que
cuenten con comedor o cuyos docentes consideren a la huerta como herramienta pedagógica.
* Niños, embarazadas y ancianos que están contenidos en alguna institución.
* Comunidades aborígenes, ferias francas, organizaciones y otros proyectos que requieran la
intervención del Pro – Huerta..
Estrategia de intervención:
El área de trabajo del proyecto, en la EEA Montecarlo, se corresponde con los departamentos de
Candelaria, San Ignacio, Libertador General San Martín, Montecarlo, Eldorado, Puerto Iguazú y
General Manuel Belgrano.
Las estrategias de intervención planteadas para alcanzar los objetivos definidos por el proyecto, se
pueden sintetizar en:
∗ Intervención a nivel grupal
∗ Abordaje integral
∗ Formación permanente de los diferentes actores
∗ Trabajo en red con otras instituciones
Dentro del marco del proyecto contamos con una serie de componentes entre los que mencionamos
los fundamentales:
1. Promoción del Proyecto
2. Provisión de insumos
3. Capacitación de agentes multiplicadores y beneficiarios
4. Asistencia técnica
5. Planificación, seguimiento y evaluación de las actividades
El Enfoque y la metodología que se plantea:
Desde sus inicios el Proyecto Integrado Pro – Huerta planteó la producción orgánica como el
camino por donde andar durante sus años de trabajo, rescatando especialmente los conceptos y
prácticas de: protección y manejo de suelo, cercos vivos, asociación, rotación, abonos compuestos y
abonos verdes, control biológico de plagas, aprovechamiento integral de la producción, relación
sistémica entre la huerta, la granja y quinta familiar, entre otros conceptos.
Metodológicamente se trató siempre de partir de diagnósticos de la realidad de las familias
involucradas, teniendo en cuenta no sólo sus limitaciones y problemas sino especialmente los
recursos locales, las experiencias y los conocimientos de las familias. En los diferentes espacios de
formación se utilizan técnicas participativas para promover el sentido de pertenencia al grupo y
facilitar los aportes de los integrantes en el proceso de construcción del conocimiento.
Más allá de que los objetivos del proyecto son relativamente específicos, de carácter no sólo
productivo sino también social, se trató de ir canalizando otras demandas de los grupos que tienen
que ver con la elaboración y el financiamiento de proyectos productivos, diferentes tareas de gestión
como: la mejora en los caminos, el equipamiento y la atención de los puestos de salud, el acceso a la
educación de adultos, la inclusión en planes sociales, el mejoramiento de las viviendas y otros
aspectos que demuestran un abordaje más integral que se puede lograr en la medida en que el
grupo y los técnicos se sientan comprometidos con la comunidad.
Para visualizar desde las prácticas concretas lo que planteamos anteriormente vamos a puntualizar y
describir brevemente los diferentes componentes que se propone implementar: la huerta orgánica, la
cría casera de aves y la quinta familiar.
Como puede apreciarse en el cuadro anterior los destinatarios de las reuniones de capacitación han
sido, en su gran mayoría, los beneficiarios directos, quienes han demandado diferentes temáticas,
como: huerta orgánica, siembra y asociación, preparación de suelo, media sombra y riego, cultivo de
la frutilla, abonera y lombricultura entre otros temas.
Sin embargo cuando las instancias de capacitación tienen un componente inminentemente práctico
(no sólo teórico), las llamamos jornadas. Presentamos a continuación un cuadro en el que se
plantean las actividades de este tipo que se llegaron a concretar:
En cuanto a las temáticas abordadas durante las jornadas podemos ver que las más demandadas
fueron huerta orgánica y preparación de suelo, lo que denota que hay aún muchas dificultades en la
realización de huertas, como también movilidad en cuanto a la conformación de los grupos de
beneficiarios, ya que son generalmente los nuevos integrantes los que solicitan estas temáticas y se
da entonces también la posibilidad de retomar temas y hacer hincapié en técnicas poco adoptadas.
Otras temáticas como la siembra y asociación, el control de plagas, media sombra y riego surgen
básicamente como respuesta a problemas que observan tanto los promotores de terreno como los
técnicos durante el seguimiento de las huertas. Puntualmente cuando se trata el tema del control de
plagas la asistencia de los huerteros en promedio es el más alto, ya que se buscan soluciones
sencillas a los complejos problemas de todo el sistema productivo, es entonces el momento en el que
se empiezan a retomar cada una de las acciones preventivas que debemos tener el cuenta para
lograr un equilibrio en la huerta, para recién luego realizar un monitoreo y un control muy puntual con
productos poco nocivos.
En cuanto a las huertas logradas durante el año 2009 podemos decir que:
1. En la temporada Otoño - Invierno: Se lograron 14.560 huertas, alcanzando una población de
65.932 personas en 38 localidades, de este total 14.425 son huertas familiares, 107 escolares y 28
comunitarias. Para lograr este objetivo se hizo entrega de 14.250 kits de semillas y 32 bolsones a
granel durante los meses de Marzo y Abril y se realizó un esfuerzo importante por parte de los
huerteros, promotores de terreno y técnicos. La producción de las mismas ha sido muy buena,
especialmente en los meses de Junio, Julio, Agosto y Septiembre.
2. En la temporda Primavera – Verano: durante esta campaña se realizaron 14.884 huertas,
alcanzando una población de 72.342 personas y la producción de las mismas ha sido mejor que la de
los veranos anteriores gracias a las permanentes precipitaciones. De este total 14.784 son familiares,
92 escolares y 8 comunitarias, y desde el proyecto se aportaron 15.750 kits de semillas y 32 bolsones
a granel, capacitaciones, asistencia técnica individual y seguimiento a un número importante de estas
familias.
La cría casera de aves: este componente del sistema apunta a complementar la alimentación con el
aporte de proteínas al consumir periódicamente huevos y carne, producidos por el pequeño plantel de
gallinas ponedoras y camperos que facilita el Pro-Huerta, como así también mejorar la cría de aves
que las familias vienen realizando con la incorporación de material genético y técnicas de manejo.
Para contar con una buena producción es necesario trabajar permanentemente en la selección de las
aves, su alimentación, instalaciones adecuadas y cuidados sanitarios.
La cría de aves es una práctica que las familias de escasos recursos realizan históricamente por lo
que está más incorporada que la realización de la huerta. Por ello se parte de las instalaciones con
las que cuenta la familia y en los casos en que la cría se realiza en forma rústica se plantea la
construcción de un gallinero con recursos económicos o reciclados que se obtienen en la zona.
Conociendo la realidad de las familias y recuperando los conocimientos con que cuentan se van
construyendo las diversas prácticas para mejorar la productividad de la granja, esta recuperación se
da durante las instancias de capacitación que mencionamos en el siguiente cuadro:
En el gráfico anterior vemos que se realizó un número similar de reuniones y jornadas, esto se debe a
que cuando se planifica una capacitación en aves se plantean dos instancias: primero una reunión
que es introductoria, en la que se trabaja con maquetas de gallineros, modelos de comederos y
bebederos, se construye la caja de cría, se comparte información técnica y experiencias entre los
participantes. Después de unas semanas se realiza una jornada con este grupo en el que se trabaja
directamente en el gallinero, haciendo una limpieza y desinfección, como así revisando todo el
manejo que se esta dando al plantel de aves.
En estas actividades de capacitación se trata también en forma consciente de comprender y mejorar
la reciprocidad entre los diferentes componentes del sistema, reconociendo que en la huerta se
producirá parte de la alimentación de las aves y que el estiércol de éstas será utilizado como un
elemento más del abono compuesto necesario para la producción de verduras y frutales.
En cuanto a este componente podemos decir que durante el periodo de ejecución que estamos
teniendo en cuenta se observó una mejoría en la asignación de recursos financieros para la entrega
de aves. De esta manera se financió y acompañó la realización de 1.350 granjas familiares,
beneficiando a 6.075 personas, con la entrega de un kit compuesto por 4 camperos y 6 ponedoras
por grupo familiar, y algunos pequeños emprendimientos recibieron una cantidad mayor (20 a 30
pollitos bb) ya que se dedican a la producción de huevos o carne para la venta barrial o en las ferias
francas. La totalidad de los pollitos bb fueron financiados con fondos directos del presupuesto de
coordinación nacional y fueron traídos desde la Experimental de Las Breñas, Chaco, y desde el mes
de Agosto también se trajeron aves desde la Experimental del Colorado, Formosa.
La quinta familiar: las familias que viven en zonas suburbanas o rurales cuentan también con
espacio para realizar una pequeña quinta en la que implantan diversos frutales: los cítricos,
mamones, vid, durazneros, ciruelos, perales, ananás, quinotos y nísperos son los más comunes, pero
también encontramos guayabas, higos, mangos, chirimoya, manzanos y algunos frutales nativos. Las
familias acceden a estos plantines de diferentes formas, como la autoproducción, el intercambio, la
compra en viveros de la zona y una parte mínima es facilitada por el Pro-Huerta. Más allá de que
desde el proyecto se realice una asistencia mínima de plantines, la idea es trabajar con el
componente reforzando la importancia de contar con plantas de buena calidad, realizar las podas de
formación y fructificación, un manejo sanitario mínimo y abonados periódicos, para lograr de esta
forma una mejor producción.
Se promueve también que los árboles frutales estén consociados con abonos verdes o cultivos como
maíz, batata, zapallo, mandioca, porotos, entre otros; ya sea para garantizar la cobertura del suelo
como para reutilizar parte del material orgánico que se genera en estos cultivos en la preparación de
abono compuesto o mantillo que después será utilizado en la huerta.
Las instancias de capacitación en frutales suelen ser instancias inminentemente prácticas, en las que
el grupo de huerteros con el acompañamiento del técnico realizan experiencias de podas de
formación, poda de fructificación, raleo de frutas, preparados de remedios caseros, trampas para
insectos, abonados, etc. Estas tienen lugar en la misma quinta de algún miembro del grupo y en ellas
se rescatan también las experiencias y prácticas que habitualmente realizan con sus plantas de
frutales
Con el presupuesto recibido de frutales se logró diversificar las quintas de los beneficiarios y/o iniciar
nuevas en los terrenos de las familias que contaban con una superficie adecuada para la instalación
del monte frutal. Durante el 2009 se priorizó la compra de los siguientes plantines: 350 duraznos, 350
ciruelas, 1.450 naranja ombligo, 1.450 mandarina murcot y 1.450 limón eureka.
Además se gestionaron fondos especiales para la compra de plantines de frutales nativos, gracias a
los cuales fue posible hacer entrega de un total de 5.173 plantines de nativas, entre cuyas especies
podemos mencionar: 1.339 pitanga, 342 pacurí, 350 yamboró, 660 ingá, 889 araticú, 45 yacaratiá,
335 ivaporoity, 474 yabuticaba, 739 maní de árbol.
Las mismas fueron implantadas tanto en espacios públicos: reservas, parques, veredas,
comunidades aborígenes y escuelas, como en espacios privados: chacras de productores, en
cercanía de las experiencias de recuperación de vertientes, en las márgenes de arroyos y en el patio
de los huerteros.
En términos generales los frutales tienen una muy buena aceptación, aunque la dedicación al cuidado
de las plantas es mínimo después de que las mismas hayan superado la etapa del primer año, en
este sentido hay mucho acompañamiento aún por realizar y prácticas que reaprender. Como parte de
este proceso se han realizado las siguientes actividades de capacitación:
Estas actividades tienen una importante demanda, se realizan en la cocina de alguna de las familias
del grupo, se co-financian con los participantes, ya que los mismos aportan los insumos que producen
(verduras, huevos, carne de aves, frutas, etc) y desde el Pro-Huerta se aporta otros insumos como
aceite, harina, queso, azúcar, francos, tapas, etc.
En las mismas se abordan diferentes temas como la importancia de una alimentación completa, las
necesidades nutricionales en las diferentes etapas de la vida, los cuidados en la higiene durante la
preparación de los alimentos, se realizan las prácticas de platos con verduras, conservas (dulces,
mermeladas, pickles, escabeches) aprovechando toda la producción y los excedentes.
Después de esta jornada se hace entrega de la sistematización de los conceptos teóricos
compartidos y las recetas de los platos elaborados, varias de las cuales fueron aportados por los
mismos participantes.
En la realización de estas jornadas solemos contar con la colaboración de una nutricionista, con las
promotoras de terreno que fueron capacitadas como multiplicadoras en esta temática, con
instituciones del medio que tienen experiencia con respecto a la manipulación de alimentos (como el
Instituto Superior Agro Industrial, el instituto Línea Cuchilla, etc.). Es también muy importante el clima
de trabajo, la participación y la contención que se dan durante la realización de las mismas, lo que
muchas veces motiva a los participantes en realizar mejores huertas.
Otras alternativas productivas que se demandan: los pequeños productores, que reciben
asistencia desde el proyecto solicitan también capacitación, asistencia técnica y seguimiento en otros
cultivos que no solo apuntan al autoconsumo, sino también constituyen una estrategia para la
obtención de un ingreso económico. Si vemos el siguiente cuadro podremos apreciar que el cultivo de
la cebolla (morada) es una de las jornadas más demandadas, ya que durante los últimos años son
varios los productores que se dedicaron a cultivar una superficie de hasta una hectárea de cebolla, lo
cual si la producción “sale bien” constituye un importante complemento de la renta agrícola.
El cuidado de los recursos naturales: la caída de los índices de producción ocasionada por la
pérdida de la fertilidad de los suelos y la crisis hídrica en algunos periodos del año fueron los motivos
por los cuales se comenzaron a demandar estas temáticas en los últimos tres años. Sumado a ello
algunos técnicos del Pro – Huerta comenzaron a formarse en estos temas y organizaron actividades
de sensibilización para que estas problemáticas tengan un lugar en las actividades de extensión.
En el siguiente cuadro vemos que los grupos de beneficiarios comienzan a demandar la realización
de protecciones de vertientes, que en su mayor parte son gestionadas, construidas y aprovechadas
en forma agrupada.
Asimismo las instituciones del medio como la Subsecretaría de la Agricultura Familiar, las
Municipalidades, algunos proyectos PROFEDER y el mismo Pro – Huerta, comienzan a priorizar
fondos para financiar insumos, realizar actividades de capacitación y seguimientos en experiencias de
este tipo.
Instancias de capacitación de los técnicos: el equipo conformado por 23 técnicos que cumplen
funciones en diferentes zonas de la provincia solicitó también capacitaciones a principios del año y
que se fueron desarrollando en diferentes momentos, entre ellas podemos mencionar:
TEMAS N° Modalidad
Técnicos
Huerta agroecológica 1 Jornada 11
Cría de conejos 1 Curso 11
Protección de vertientes 1 Curso 11
Encuentro Red Sial 1 Seminar. 8
TOTAL 4 41
Como vemos los cursos de capacitación para técnicos que se realizaron este año fueron varios, en
ellos participaron la mayoría de los técnicos de la provincia, pero en el cuadro anterior solo se han
consignado los que pertenecen a esta experimental. Entre las actividades podemos mencionar el
curso de protección de vertientes, realizado el primer módulo el 6 de Marzo en San Alberto Puerto y
el segundo módulo en Ruíz de Montoya el 9 de Junio, ambos estaban a cargo de los técnico Germán
Acosta y Javier Selser y tuvieron una gran convocatoria, debido al interés en la temática como
también por el importante déficit hídrico durante los primeros meses del año.
Otro curso que se realizó durante el año fue el de cría de conejos, en la experimental de Paraná el
28 y 29 de Abril y se caracterizó por su buena organización y practicidad.
También se realizó un curso sobre huerta agroecológica en el predio de un beneficiario de la
localidad de Posadas, el 5 de Noviembre y fue coordinado por el Ing. Milton Roses, en el que se pudo
ver la producción de abonos, la producción de verduras y diferentes frutales que se realizan con
prácticas orgánicas.
Asimismo los técnicos individualmente han participado de capacitaciones más puntuales como un
curso de cría de yateí, un taller de sistematización, un seminario de Tecnología y Sustentabilidad.
La red de trabajo: en el ámbito de la Experimental Montecarlo la atención de las 14.884 familias que
integran el Proyecto Integrado Pro-Huerta, no podría realizarse únicamente con la asistencia de los
trece técnicos (contratados por Fundación Argeninta o personal de planta del INTA) afectados a esta
actividad, por lo que se cuenta con la colaboración de 494 promotores de terreno, de los cuales 413
son promotores barriales, 45 institucionales y 36 promotores docentes. Varios de estos promotores
trabajan en forma voluntaria hace quince años, o sea desde el inicio de la intervención del Proyecto
en la provincia y a lo largo de los años han accedido a varias instancias de capacitación, intercambios
de experiencias, exposiciones y otras actividades llevadas a cabo.
El aporte que realizan los diferentes promotores es muy importante tanto en la distribución de
insumos, el registro de beneficiarios, la convocatoria a las actividades de capacitación, la gestión de
recursos, el seguimiento, y algunos de ellos llevan adelante también capacitaciones especialmente
las de nutrición, cocina, panificados, conservas y huerta.
Los promotores voluntarios que forman parte de alguna institución son importantes nexos que facilitan
el trabajo articulado con la amplia red comprometida con el trabajo del Pro – Huerta entre las que
podemos mencionar: las ferias francas, las casas del colono, los puestos de salud (o CAPS), las
escuelas EFAs y agrotécnicas, las comunidades aborígenes, las casas de la mujer, las
municipalidades, los asilos, los hogares de niños y las cooperativas de pequeños productores, entre
otras instituciones. Este tipo de articulaciones son importantes en la medida en que se acuerdan
trabajos conjuntos, se organiza la intervención en una zona en la que varias tienen responsabilidades,
se optimizan los recursos y se logra un trabajo más integral.
Algunas reflexiones:
Más allá de que desde el inicio del Pro – Huerta se haya promovido un enfoque agroecológico y una
metodología de extensión acorde a dicho enfoque, no debemos dejar de insistir y reforzar diferentes
aspectos, entre los que podemos mencionar:
El sentido de la extensión: el sentido de la extensión rural y no rural que se realiza desde el Pro –
Huerta debe estar en discusión permanente, lo que le permitirá ir mejorando su papel en el proceso
educativo y en el desarrollo de las comunidades. Los principios que deben permear el abordaje
participativo son el respeto a las especificidades locales, la flexibilidad y la creatividad, lo que
permitirá ir revisando los conceptos, la metodología de trabajo y diseñar estrategias diferentes para
atender la amplia población del proyecto. El Pro - Huerta seguirá tomando diferentes elementos de
las corrientes de la agricultura orgánica que le permita reveer sus aportes teóricos y sus prácticas,
priorizando tecnologías más adecuadas a los sistemas de producción familiares.
Una de las funciones más importantes de los técnicos es promover, en forma conjunta con las
familias, la capacidad de investigar, identificar y tornar disponible un conjunto de opciones técnicas
compatibles con las necesidades de los beneficiarios y las condiciones ambientales de la zona. Ya
que “la naturaleza del conocimiento campesino tiene un fuerte componente experimental que
no solo deriva de la observación de los recursos naturales, sino también del aprendizaje
3
empírico de la experimentación” . Esta metodología de investigación-acción, tantas veces
mencionada en los informes institucionales, no es una práctica que se realice en forma consciente y
para la que se cuente con herramientas técnicas específicas. La motivación de la creatividad, los
ensayos y experiencias innovadoras de las familias y de los mismos técnicos deben ocupar un
espacio en sus prácticas cotidianas, construida a partir de la confianza mutua y el respeto de los
saberes de los diferentes actores.
La definición compartida del tipo de intervención: el equipo de técnicos del proyecto, como
también cada equipo técnico local que interviene en un determinado territorio, debe en algún
momento revisar críticamente el tipo de intervención que se está realizando desde el proyecto y en
cada zona. Esta es una discusión que puede tener lugar en el espacio de elaboración del POA (Plan
3
SEVILLA GUZMÁN Eduardo, Graciela TOMAN y Manuel GONZALEZ DE MOLINA: “Los marcos conceptuales de la
agroecología”. S/D. Pág. 233
Operativo Anual) que comenzó a realizarse en cada Agencia de Extensión a partir de Noviembre de
2008. En este sentido, el análisis de la intervención desde lo metodológico, visualizando sus
fortalezas y sus debilidades, como así también acordando hacia donde tendemos con la misma a
mediano y largo plazo, es una discusión pendiente que nos permitirá mejorar la complementación de
los diferentes proyectos y capacidades de los integrantes de cada equipo, clarificar el por qué de la
articulación interinstitucional, la necesidad de abordar lo organizativo (los grupos, cooperativas,
comisiones, organizaciones, redes, etc.), aportar a la equidad social (priorizando la agricultura
familiar) y promover modelos más sustentables. Como bien lo dice Francisco Roberto Caporal “las
estrategias de desarrollo, de una extensión rural agroecológica no pueden orientarse
simplemente por la acumulación de metas de crecimiento económico, de producción y
productividad, sino que deben asumir una orientación pluridimensional que incluya: los
deseos y necesidades de cambio de las condiciones económicas, pero que al mismo tiempo
lleve a condiciones de seguridad alimentaria, a mejores niveles de educación, de salud y de
bienestar, al tiempo que introducen una mayor equidad social y sostenibilidad ambiental a los
sistemas agrícolas”4
El grupo y las familias: una de las debilidades del proyecto es la relación entre la cantidad de
familias involucradas y los técnicos disponibles para el acompañamiento. Un número tan importante
de familias (14.884 familias) por más que estén organizadas en unos 494 grupos y se cuente con el
trabajo voluntario de los promotores de terreno, tanto en la zona rural como suburbana, no es posible
de ser atendido desde el tipo de intervención que se pretende realizar. Es decir, realizar un abordaje
integral partiendo de la realidad de las familias, recuperando sus saberes y prácticas, trabajando la
consolidación de los grupos, su autonomía de gestión y control, acompañando los procesos
productivos, la comercialización (en algunos casos) y facilitando el acceso a información, obliga
necesariamente a cada equipo técnico a priorizar algunos grupos por zona para lograr un trabajo más
focalizado y brindar sólo una atención básica a una importante cantidad de grupos. En este sentido,
nos debemos la reflexión grupal de los criterios para elegir los grupos, considerando que la realidad
social de los mismos es similar en muchos aspectos, pero no así cuando tenemos en cuenta otras
cuestiones como el dinamismo de su promotor, la capacidad de organización y gestión del propio
grupo o las condiciones productivas de las familias (disponibilidad de por lo menos un terreno
adecuado), entre otros criterios. Pero aún cuando se realicen estas focalizaciones, no debería
perderse de vista que es prioridad “el apoyo al desarrollo de estrategias de poder de los actores
locales que les permita ir construyendo alternativas propias (bajo su control) concretas y
viables para una vida mejor, más igualitaria y solidaria”5
4
CAPORAL Francisco Roberto (1998) “Hacia la extensión rural del futuro: los caminos posibles en Río Grande Do Sul”. Tesis
doctoral, ISEC. capítulo VIII. Pág. 12
5
G THORNTON Ricardo y Gustavo CIMADEVILLA (editores) (2008) “Grises de la Extensión, la comunicación y el desarrollo”.
Ediciones INTA. Buenos Aires. Pág. 41
6
CAPORAL Roberto. Op. Cit. Pág. 29
La planificación: actualmente se cuenta con una planificación que realiza cada uno de los técnicos
sintetizando la intervención que se realizará en la zona durante el año. La misma contiene una
descripción del área a intervenir y un breve diagnóstico del estado actual del proyecto en la zona, los
objetivos, las estrategias de trabajo, el plan de actividades (entrega de insumos, capacitaciones,
carga de base de datos, seguimiento, etc.), la articulación interinstitucional y otros aspectos que el
técnico desee agregar. En cuanto a la misma no debemos dejar de insistir en que sea el producto de
un proceso previo en el que se haya trabajado con el grupo de promotores, como así también con los
grupos focalizados a los que se realiza un acompañamiento más continuo y refleje de mínima: 1) las
sugerencias realizadas en las evaluaciones. 2) las demandas de capacitación.
Otra sugerencia en las planificaciones es que en el seguimiento se debe explicitar la metodología,
definir criterios, acordar los grupos y dentro de cada grupo las familias que serán consideradas para
esta tarea en las distintas etapas, para no reiterar las visitas a algunos beneficiarios, mientras que
otros quedan al margen de esta actividad. De igual manera, sería importante la definición de algunas
metas con la intención de acordar y acotar grupalmente las expectativas con respecto al proyecto.
La lógica general de la planificación debe aplicarse a las diferentes tareas contempladas en el plan de
trabajo, por ejemplo en cada instancia de capacitación han de discutirse los objetivos de la misma, los
contenidos, las dinámicas y técnicas utilizadas y la evaluación de la actividad, todo esto realizando un
esfuerzo especial en facilitar la participación, construir conocimientos y aportar conceptos
comprensibles.
El sistema de información: el Proyecto Integrado Pro-Huerta cuenta con una base de datos de la
población beneficiaria que se actualiza cada seis meses (en cada temporada o campaña) que
contiene una serie de informaciones, como ser: apellido y nombre del titular, DNI, si reside en zona
rural o urbana, la superficie de la huerta, la composición de su grupo familiar por rango de edades, la
ocupación actual y la firma del mismo. La actualización permanente de esta base de datos es una
actividad que demanda un tiempo ineludible y muchas veces es considerada una carga adicional
teniendo en cuenta las múltiples demandas cotidianas. No obstante, vemos necesario que esta
información de la población a la que se llega, aunque sea mínima, sea debidamente valorada ya que
ningún otro proyecto institucional cuenta con una base similar. Asimismo, debe ser mejor
aprovechada para la elaboración de informes, proyectos, intervenciones con otras instituciones y
otros proyectos, constituyéndose de esta forma en un capital para la gestión de otros procesos.
El equipo de técnicos y los equipos locales: el equipo provincial (conformado por 23 técnicos)
cuenta con una dinámica de reuniones anuales, que no superan las tres, en las que se analizan
diferentes temas referidos al funcionamiento general del proyecto y algunas demandas o situaciones
puntuales que van surgiendo. Además existen otras instancias de interacción como son las
actividades de capacitación, que suelen realizarse en función de las demandas que los mismos
técnicos plantean.
Ambas instancias son importantes, tanto las reuniones como las capacitaciones, pero para mejorar
las mismas vemos como necesario: 1) realizar un registro de cada una de ellas (acta de reunión o
informe de la actividad de capacitación) para que cada uno de los técnicos pueda revisar los
acuerdos realizados. Además, estos registros serían importantes porque en ellos se podría recuperar
el abordaje metodológico de la temática desarrollada, y a partir de esto se podría revisar, introducir
modificaciones y realizar adaptaciones para otras actividades de formación. 2) promover la
participación activa de la mayoría de técnicos ya que actualmente está centralizada en sólo de cinco
de ellos.
Además de este equipo provincial del Pro – Huerta cada técnico está también involucrado en el
equipo local con el que comparte un territorio común de trabajo y en otros equipos que llevan
adelante otros proyectos institucionales. En estos espacios creemos que plantear la discusión
respecto al enfoque agroecológico o por lo menos respecto a algunas prácticas agrícolas
ambientalmente más amigables debe marcar nuestra intervención. Esta discusión evitará la
permanente disociación generada por planteos técnicos contrapuestos por miembros de la misma
institución que dificultan la adopción de varias de las prácticas propuestas desde el Pro – Huerta y
que son también compartidas y difundidas por varios técnicos del INTA. En cuanto al aporte que
realizan los técnicos del proyecto a otros proyectos institucionales se observa una escasa
reciprocidad, ya que son contadas las veces que los técnicos y profesionales involucrados en estos
proyectos realizan sus aportes a la intervención específica del Pro–Huerta.
Los medios de comunicación y el trabajo en redes: el uso de los medios de comunicación locales,
ya sean las radios o los canales de televisión que tienen una muy buena llegada tanto en el sector
rural como periurbano, es una estrategia que no se emplea adecuadamente para llegar a la población
del proyecto a la que no se acompaña en forma más sistemática. La emisión de micros radiales y
cortos televisivos en los que según el momento del año se transmitan las prácticas a realizar y las
técnicas recomendadas, realizados con el aporte de huerteros, productores, promotores de terreno,
técnicos y referentes de otras instituciones, puede ser una importante instancia de aprendizaje tanto
para quienes produzcan estos materiales, como para quienes sean los receptores de los mismos.
En cuanto a la dimensión sociopolítica de la agroecología podemos ver que “en este proceso juega
un papel central el establecimiento de redes entre las unidades productivas para generar
sistemas de intercambio de las distintas formas de conocimiento tecnológico en ellas
producidas. De igual forma, estas redes han de extenderse hasta los procesos de circulación
estableciendo así, mercados alternativos en los que aparezca un comercio justo y solidario
como consecuencia de las alianzas establecidas entre productores consumidores”7. Para
fortalecer estas redes, los medios de comunicación juegan un rol estratégico, al permitir el contacto
entre los diferentes actores involucrados en los procesos sociales. Es por ello que consideramos
necesario replantear el papel otorgado a los medios de comunicación locales en el trabajo de
intervención.
A modo de cierre: Los planteos realizados en el presente trabajo, y otros tantos que seguramente
quedaron pendientes para ser considerados en otras discusiones, pretenden aportar a una extensión
rural más comprometida con la realidad de los agricultores familiares, realizada con un enfoque
agroecológico, a la que el Proyecto Integrado Pro – Huerta ha realizado un aporte durante estos
quince años de trabajo en diferentes rincones de la provincia.
BIBLIOGRAFIA:
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