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Según la OMS (2016) más de 800.

000 personas se suicidan cada año y el 75%


de ellas en países de ingresos medios y bajos. Muchas más intentan hacerlo
provocando una gran tragedia que afecta en primer lugar a los familiares
generando en ellos efectos duraderos, así como a sus comunidades y países.
Siguiendo a la OMS (World Health Organization, WHO, 2014) existen mitos,
creencias que están muy arraigados en nuestra sociedad y que pueden
dificultar la lucha para la prevención del suicidio y aumentar la concienciación
en la sociedad que permita una atención suficiente como merece el problema.
Mitos del suicidio:
 Solo las personas con trastornos mentales se suicidan: No todas las
personas con un trastorno mental se quitan la vida, muchas de ellas no
pasan por la etapa de depresión o alteración en su estado emocional.
 La mayoría de los suicidios suceden
repentinamente, sin advertencia previa:
Este mito es totalmente falso, la persona que
entra en un estado de animo o sentimiento de
soledad, tristeza y desinterés de su vida
muestran cambios en su conducta, o lo
advierten de forma mental, tenemos que
saber reconocer las advertencias que
muestran.
 Hablar del suicidio es una mala idea y
puede interpretarse como estímulo: Hablar
abiertamente pueda dar a otras personas
tiempo para reflexionar sobre su decisión
buscando prevenir la acción suicida.
 Quienes hablan de suicidio, no tienen la intención de cometerlo:
Esto es completamente falso, las personas que tienen la oportunidad de
expresarlo están buscando pedir ayuda o apoyo para salir adelante.
 Mito, el que lo dice no lo hace: Criterio equivocado, ya que conduce a
minimizar las amenazas suicidas, que pueden considerarse
erróneamente como chantajes, manipulaciones, alardes, etc.
Prevención del suicidio:
 Los enfoques psicológicos o psicosociales juegan un papel muy
importante, ya que la comunicación y las relaciones
interpersonales forman parte central de la prevención, y estas son
herramientas esencialmente psicológicas.
 Sensibilizar a la población a cerca de que el tema no es un tabú,
sino una forma de buscar alternativas o salida para no tomar una
decisión errónea.
 Acérquese a las personas que lo necesitan y anímelas a hablar a
su manera y a su ritmo.
 No dejar de lado las advertencias por más mínimas que parezcan.
 No callar las acciones de una persona con estos pensamientos, sin
buscar ayuda de algún superior o cercano.
Referencias bibliográficas
 Anseán, A. (2014). “Suicidios: Las Muertes Invisibles. Propuesta para
una Estrategia de Prevención del Suicidio en el SNS”, en Anseán, A.
(ed.) Suicidios: manual de prevención, intervención y postvención de la
conducta suicida, pp. 27-34.
http://www.injuve.es/sites/default/files/adjuntos/
2019/06/3.el_suicidio_en_la_adolescencia_un_problema_de_salud_publ
ica_que_se_puede_y_debe_prevenir.pdf
 Barrero, P., & Sergio, A. (2005). Los mitos sobre el suicidio. La
importancia de conocerlos. Revista colombiana de psiquiatria, 34(3),
386–394. http://www.scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0034-74502005000300005

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