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Dia mundial para la

prevención del suicidio


• LIC. FABIANA VARGAS
• Psicóloga Nivel Inicial

Septiembre amarillo
Porque Amarillo?

• El color amarillo es usado para presentar este mes por causa de Dale
y Darlene Emme, matrimonio que inicio el programa de prevención
contra el suicidio.
Cinta amarilla

Después que su hijo de 17 años, Mike Emme se suicido dentro de un


Mustang amarillo, en 1994 estados unidos.
MITOS SOBRE EL SUICIDIO
1. Las personas que hablan sobre el suicidio solo buscan atención
Mito: las personas que verbalizan su intención de suicidarse lo hacen solo
para llamar la atención. No lo harán y no es necesario que los tomen en
serio.

Realidad: siempre hay que tomar en serio a aquellas personas que


manifiestan que quieren terminar con sus vidas.
Hablar sobre el suicidio podría ser su forma de pedir ayuda. Cuando las
personas tienen tendencias suicidas, generalmente se sienten solas y
necesitan apoyo emocional. El acceso a la ayuda adecuada en el momento
adecuado puede prevenir el suicidio. En caso de conocer a alguien que
pueda estar pasándolo mal, es esencial comunicarse con él, iniciar una
conversación, escuchar con la mente abierta y preguntar qué podemos
hacer para ayudar; todo esto puede marcar la diferencia en la vida de
alguien.
Solo determinadas personas mueren por suicidio
Mito: solo las personas con problemas de salud mental mueren por suicidio.

Realidad: no todas las personas que viven con problemas de salud mental son
suicidas, y no todas las personas que mueren por suicidio tienen problemas de
salud mental.
El suicidio puede afectar a cualquiera. Hay una serie de factores de riesgo, como sufrir
violencia o abuso, que son determinantes más amplios de la salud mental. Las tasas de
suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables (por ej., refugiados, colectivos
minoritarios, personas LGBTI o personas encarceladas). El comportamiento suicida es
indicativo de una abrumadora sensación de angustia y no necesariamente de un problema de
salud mental. Las personas pueden estar lidiando con problema de salud mental o pueden
estar bajo una presión extrema y no cuentan con habilidades de afrontamiento saludables o
un sistema de apoyo sólido. Tener un problema de salud mental no conduce
automáticamente a un comportamiento suicida. El suicidio puede ser una consecuencia de las
experiencias de la vida: falta de comprensión, exposición al estigma, dolor, acercamiento
destructivo a uno mismo, soledad y falta de acceso a la atención de salud mental.
3. El suicidio es una elección personal
Mito: El suicidio es una elección personal, no
tenemos que intervenir. Las personas suicidas
quieren morir.

Realidad: La mayoría de las personas con


conducta suicida en realidad no quieren morir.
La mayoría de las personas con conducta suicida en
realidad no quieren morir: no quieren vivir la
vida que tienen. Por eso es tan importante hablar
de otras opciones en el momento adecuado. El
acceso al apoyo en el momento oportuno puede
prevenir el suicidio.
 4-Hablar sobre el suicidio puede animar a las
personas a acabar con sus vidas
Mito: Hablar sobre el suicidio puede alentar a las
personas a terminar con sus vidas.

Realidad: Preguntar a las personas si están pensando


en suicidarse no les da ideas sobre el suicidio.
Debido al estigma generalizado, las personas que
piensan en el suicidio no saben con quién hablar al
respecto. Hablar abiertamente sobre cómo se sienten
puede facilitar disipar algo de la tensión que está
causando sus sentimientos suicidas. También puede
ayudarles a reconsiderar su decisión y descubrir otras
opciones además del suicidio.
5. El riesgo de suicidio termina cuando las personas
suicidas se sienten mejor
Mito: El riesgo de suicidio se acaba cuando mejora el estado
de ánimo de una persona en crisis.

Realidad: A veces, las personas con tendencias suicidas se


sienten mejor porque han decidido suicidarse y pueden sentir
una sensación de alivio porque el dolor pronto desaparecerá.
Cuando hay una aparente mejoría repentina en el estado
mental de una persona después de una crisis o un período
depresivo, existe el riesgo de que la persona haya tomado la
firme decisión de suicidarse. Una mejora repentina y visible
puede significar alegría genuina, el alivio que siente la
persona que finalmente ha tomado la decisión de terminar
con su vida y se siente mejor debido a esta decisión.
6. El suicidio no se puede prevenir
Mito: no se puede prevenir el suicidio porque es
impredecible.
Realidad: el suicidio se puede prevenir.

Las medidas incluyen abordar los problemas que


conducen a los intentos de suicidio (estigma, falta
de acceso a los servicios, falta de información sobre
salud mental, falta de apoyo entre iguales,
condiciones adversas durante la infancia), reducir el
acceso a los medios de suicidio (es decir, armas,
ciertos medicamentos), informes de los medios de
comunicación e intervenciones escolares.
7. La medicación es el mejor tratamiento
para el suicidio
Mito: la medicación es el mejor tratamiento para
el suicidio.

Realidad: los medicamentos, como los


antidepresivos, no reducen las tendencias
suicidas.
En cambio, los gobiernos deberían centrarse en
implementar estrategias preventivas eficaces
para mejorar los determinantes de la salud
mental y abordar el suicidio.
8. La hospitalización involuntaria reduce el riesgo
de suicidio
Mito: La hospitalización involuntaria reduce el riesgo de
suicidio.
Realidad: Las personas que son obligadas a ser
hospitalizadas tienen más probabilidades de intentar
suicidarse después de ser dadas de alta.
Un estudio publicado en 2019 sugiere que la práctica
común de la hospitalización forzada por problemas de
salud mental podría hacer más daño que bien. Las
personas que se sintieron obligadas a ser hospitalizadas
contra su voluntad tenían más probabilidades de intentar
suicidarse tras ser dadas de alta del hospital. Esto fue
cierto incluso después de controlar otros factores que
podrían influir en el suicidio (Jordan y McNiel, 2019).
Los efectos sobre la salud mental de la
pandemia por coronavirus 2019 (COVID-19)
podrían ser profundos y hay indicios de que
las tasas de suicidio aumentarán, si bien esto
no es inevitable. Es probable que el
suicidio se convierta en una
preocupación más apremiante a medida
que la pandemia se propaga y tiene
efectos a más largo plazo en la población
general, la economía y los grupos
vulnerables. Prevenir el suicidio, por lo
tanto, necesita una consideración urgente.
sobre los servicios de salud mental:
mayores cargas de trabajo y la necesidad de
encontrar nuevas formas de trabajar, como la
atención psicológica a distancia a través de las
tecnologías de la información y comunicación
(TIC). Estas nuevas prácticas de trabajo deben
implementarse más ampliamente, pero
teniendo en cuenta las posibles implicaciones
en relación con la privacidad y que no todos los
pacientes se sentirán cómodos con tales
interacciones online.
No existe una única causa o motivo que explique
por qué las personas se suicidan, ni tampoco un perfil
característico de la persona que comete suicidio. Más
bien, se trata de un fenómeno complejo que es
resultado de una convergencia de factores de riesgo
genéticos, psicológicos, sociales y culturales y de
otros factores de riesgo, a veces combinados con
experiencias de trauma y pérdida. De esta forma, no
existe un grupo de riesgo, sino que el suicidio puede
afectar a personas de cualquier edad, raza y
condición, lo que plantea serios retos de cara al
abordaje de este problema, así como un enfoque
multinivel y una acción conjunta de todas las partes
implicadas.
 la importancia de considerar el abordaje del
suicidio como un asunto prioritario en estos
momentos de crisis sanitaria y económica
mundial. Según ha señalado en su comunicado,
las experiencias anteriores en otras pandemias y
algunos estudios recientes sugieren que la
pandemia de COVID-19 puede dar lugar a un
aumento del comportamiento suicida debido
al desarrollo o la exacerbación de factores de
riesgo comúnmente asociados a este problema,
como la mala salud mental, el aislamiento social,
el confinamiento, el duelo, la soledad, la
desesperanza, la ira no resuelta, el estigma, el
desempleo, la tensión financiera, la violencia
doméstica y el consumo excesivo de alcohol.
OBJETIVOS DE LA PREVENCION DEL
SUICIDIO

 Evitar en la medida de la posible aparición de la desesperanza, deseos de morir e


ideas suicidas.

 Evitar que las ideas suicidas se concreten en conductas.

 Reducir la aparición de crisis suicidas.

 Reducir los factores de riesgo asociados a la conducta suicida.

 Tratar adecuadamente los trastornos psiquiátricos y las crisis mentales


desencadenantes.

 Ganar tiempo para una reevaluación cognitiva bajo una oferta optima ante la
situación.
EN CONCLUSION
 El suicidio es un problema complejo, para el cual no existe una sola
causa ni una sola razón.

 Es difícil explicar porque algunas personas deciden cometer suicidio,


mientras otras en una situación similar o incluso peor, ni lo hacen.
No obstante, la mayoría de los suicidios pueden prevenirse.

 En la medida y en lo posible, el mejor enfoque de prevención del


suicidio lo constituye un trabajo interinstitucional e intersectorial,
en estrecha colaboración con las organizaciones comunitarias.

 Evaluar el impacto de las intervenciones.


“ LO QUE NO DECIMOS SE NOS ACUMULA EN
EL CUERPO, SE CONVIERTE EN INSOMNIO, EN
NUDOS EN LA GARGANTA, EN NOSTALGIAS,
EN ERROR, EN DUDA, EN TRISTEZA. LO QUE
NO DECIMOS NO SE MUERE, LO QUE NO
DECIMOS NOS MATA”

¡MUCHAS GRACIAS¡

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