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4) Clasificación y evaluación
La primera parte de este capítulo trata sobre la forma en que se clasifican diversos tipos de
conducta desadaptada. La clasificación de un problema clínico depende de ciertos factores,
como su conjunto particular de características y su severidad. La segunda parte del capítulo
revisa las herramientas y las técnicas (por ejemplo, entrevistas y pruebas) que se utilizan para
obtener la información clínica necesaria
El diagnóstico es un paso importante en el proceso de identificación y clasificación de una
condición clínica. Un diagnóstico correcto es útil, no sólo como una forma de clasificar una
condición,
sino también como base de un tratamiento eficaz. El diagnóstico
equivocado de Robert Bjorklund llevó a la estigmatización y a una
terapia inadecuada. El diagnóstico correcto, trastorno del estado de
ánimo bipolar, llevó al tratamiento que le permitió a Bjorklund
participar completamente en la vida de la comunidad y promover
su educación. Cuando se le dio el tratamiento adecuado, la depresión de Pete Harnisch mejoró.
El diagnóstico correcto orientó el
tratamiento que también hizo maravillas con su pitcheo.
El hecho de que en ocasiones se realicen diagnósticos equivocados no niega el valor del
proceso. Al hacer un diagnóstico, el clínico trata de contestar la siguiente pregunta: ¿Cuál es el
problema
del paciente? Todos pueden apreciar el significado personal de esta
pregunta porque todos han tenido la experiencia de ir al médico para encontrar la causa del
conjunto de síntomas que experimentan.
Cuando el médico indica cuál es el problema y receta con seguridad
una medicina para eliminarlo, los pacientes suspiran con alivio.
En este capítulo se estudia el proceso de diagnóstico aplicado
a los problemas conductuales, cognitivos y emocionales. El capítulo tiene dos partes: un
examen del sistema de diagnóstico psiquiátrico actual, y un examen de los tipos de
información y
procedimientos utilizados para hacer un diagnóstico.
Se comenzará con el sistema de diagnóstico utilizado para clasificar las condiciones clínicas. Los
sistemas de diagnóstico son de particular valor porque representan intentos para organizar lo
que una
gran cantidad de trabajadores clínicos saben acerca de los diferentes
tipos de problemas con los que tratan. La clasificación de los problemas personales se basa en
la evaluación de lo que dicen los pacientes
y su conducta. Se toman en cuenta tanto las condiciones de vida actuales como las experiencias
del pasado. Sin embargo, la clasificación
no es simplemente un ejercicio intelectual. Tiene efectos de gran alcance en las vidas de las
personas que muestran conducta desadaptada, y también en las actividades de los
trabajadores clínicos.
Los trabajadores clínicos valoran el diagnóstico y la clasificación porque, con frecuencia, el
aislamiento de un conjunto diferenciado de características que define los problemas de una
persona pone en claro el camino del tratamiento.
La clasificación es necesaria en todas las ramas del conocimiento. En
el área de la personalidad y la conducta anormal, la clasificación se
basa en la evaluación de lo que dicen los pacientes y la forma en que
se comportan; también toma en cuenta los eventos que han experimentado tanto en el
presente como en el pasado. En la psicología anormal,
la clasificación del trastorno de una persona se conoce como diagnóstico. El diagnóstico sitúa el
trastorno de la persona dentro de un sistema o conjunto de trastornos ya existente.
Ventajas y desventajas de la clasificación Un sistema de
clasificación ideal para la conducta anormal debería agrupar las conductas que tienen causas
similares. Debido a que no hay suficiente conocimiento sobre las causas de muchos trastornos
en el área de la psicología anormal, la clasificación aún es descriptiva. Un sistema de
clasificación descriptivo es importante para la comunicación con respecto del tratamiento, en
la investigación y para propósitos estadísticos, aún cuando no se enfoca en la causa del
trastorno. Si los agrupamientos en un sistema son incorrectos debido al conocimiento
incompleto, se les dificulta a los investigadores detectar las verdaderas
relaciones entre los trastornos. La importancia otorgada a la clasificación puede generar el
etiquetamiento del paciente y puede dar como
resultado la estigmatización.
Vulnerabilidad, resiliencia y afrontamiento Al clasificar
a los individuos es importante tener en cuenta los desencadenantes
del estrés que experimentan, así como su vulnerabilidad, resiliencia y
habilidades de afrontamiento.
El enfoque multiaxial Un sistema de clasificación multiaxial está diseñado no para proporcionar
una simple etiqueta, sino para resumir
la información sobre varios aspectos de los antecedentes y la conducta
de la persona. El sistema de diagnóstico utilizado para la mayoría de los
propósitos en los Estados Unidos, el Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM), utiliza un sistema multiaxial.
DSM-IV-TR La versión actual del DSM, el DSM-IV-TR, tiene cinco ejes: El eje I, trastornos
primarios, excepto aquéllos que se incluyen
en el eje II; eje II, trastornos de la personalidad y retraso mental; eje
III, condiciones médicas relevantes; eje IV, problemas psicosociales y
ambientales; y eje V, una evaluación global del funcionamiento psicológico, social y
ocupacional, en la actualidad y en el año anterior.
Las principales categorías de diagnóstico El eje I incluye grupos de trastornos del desarrollo,
trastornos cognitivos graves,
trastornos mentales por una condición médica, trastornos por uso de
sustancias, esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, trastornos del
estado de ánimo, trastornos por ansiedad, trastornos somatoformes,
trastornos facticios, trastornos disociativos, trastornos sexuales, trastornos de la alimentación,
trastornos del sueño, trastornos del control de
los impulsos que no se clasifican en ninguna otro apartado, trastornos
adaptativos y factores psicológicos que afectan el estado físico. El eje
II incluye trastornos de la personalidad y retraso mental.
Evaluación del enfoque multiaxial del DSM El enfoque
del DSM-IV-TR implica utilizar criterios de diagnóstico descriptivos
altamente específicos para cada categoría. Este enfoque aumenta la
confiabilidad de los diagnósticos entre los clínicos. El DSM-IV-TR es
más completo que las ediciones anteriores e incluye muchos más trastornos y subdivisiones de
diferentes trastornos; se requiere más investigación para saber si se justifican estas
clasificaciones adicionales.
Investigación sobre la clasificación Son importantes tanto la confiabilidad (consistencia) y la
validez o adecuación de los sistemas de clasificación. El sistema utilizado al igual que las
características del clínico afectan la confiabilidad de la clasificación. Para el
diagnóstico y los planes de tratamiento se deben tomar en cuenta factores sociales, culturales,
étnicos y raciales. Aunque el DSM-IV-TR
trata hasta cierto punto con variaciones culturales, se debe prestar mayor atención a estos
factores. Además, se debe investigar la identidad
étnica del paciente.
Evaluación: la base de la clasificación
Ya que ningún instrumento de evaluación por sí solo es perfecto, se
han desarrollado diferentes formas para caracterizar a los individuos.
Los métodos principales incluyen las entrevistas, pruebas de inteligencia, pruebas
neuropsicológicas, evaluación conductual y de la personalidad, así como enfoques más
especializados.
La entrevista Las entrevistas diagnósticas (en ocasiones llamadas entrevistas de evaluación) se
usan para recopilar información y
evaluar la conducta. El clínico trata de determinar la razón por la cual
el paciente buscó ayuda, su estado ánimo y su visión sobre la vida, los
antecedentes del problema y cómo funciona el en la actualidad. La entrevista terapéutica se
dirige a modificar la conducta y actitudes desadaptadas. Las características personales del
entrevistador así como las
del paciente determinan cómo procederá la entrevista. Es importante
que el clínico tenga sensibilidad cultural, por ejemplo, en relación con
las creencias culturales del paciente y a los factores étnicos/raciales.
Éstos pueden afectar tanto la respuesta del paciente como el diagnóstico del clínico y las
recomendaciones de tratamiento. En el examen
del estado mental, el clínico evalúa el contenido del pensamiento del
paciente, el estado de ánimo, la percepción, el juicio y el insight. En algunas circunstancias, un
formato de entrevista estructurada como el
Plan de entrevista diagnóstica (DIS) o entrevista clínica estructurada para el DSM (SCID) es útil
para aumentar la equivalencia a través
de entrevistas, y para ayudar a asegurar que se recopilen los mismos tipos de información
acerca de cada paciente.
5) Estrés, afrontamiento y conducta desadaptada
En este capítulo analizaremos lo que sucede a las personas cuando se deben enfrentar a
eventos indeseables
y que implican retos. Algunas personas muestran resiliencia bajo estrés; otras parecen muy
vulnerables al
estrés o los abruma. Cómo afronta una persona las influencias estresantes ya sea que se
desarrolle o no una
condición clínica relacionada al estrés. Se describen
tres condiciones y su tratamiento.
Estrés y afrontamiento
La manera en cómo las personas afrontan el estrés depende de su vulnerabilidad y resiliencia.
La vulnerabilidad aumenta la probabilidad de
una respuesta desadaptada al estrés; la resiliencia la disminuye. Tener un
concepto de sí mismo positivo, gozar de nuevas experiencias y tener
buenas relaciones interpersonales contribuye a la resiliencia.
Habilidades de afrontamiento Las habilidades de afrontamiento se refieren a la capacidad de
una persona para manejar diferentes tipos de situaciones. Las personas que afrontan de
manera eficaz
usualmente tienen una variedad de técnicas a su disposición y pueden
escoger la más apropiada para la situación. También aprenden a dirigir sus pensamientos
hacia la solución de problemas y pueden evitar la
distracción causada por el miedo y la preocupación.
El proceso de afrontamiento El afrontamiento es un proceso que incluye la adquisición de
información pertinente, consideración de alternativas, decisión del curso de acción y la
conducta. Niveles altos de activación emocional muchas veces interfieren con la
eficacia del proceso de afrontamiento.
Apoyo social El apoyo social, el sentimiento de que somos importantes para otras personas,
que nos valoran y que nos aman puede
ayudar a que la gente sea menos vulnerable al estrés. La seguridad de
contar con apoyo social también alienta a las personas a desarrollar
nuevas maneras de afrontamiento durante periodos que no son muy
estresantes. Muchos investigadores han demostrado la relación
entre la disponibilidad de apoyo social y la salud tanto psicológica
como física.
Situaciones desencadenantes del estrés
y transiciones en la vida
El estrés puede tener efectos indeseables en la conducta, el pensamiento y el funcionamiento
corporal. Diferentes personas reaccionan a los
desencadenantes del estrés de distintas maneras, de modo que la correlación entre los
desencadenantes particulares y sus efectos en los diversos síntomas corporales frecuentemente
es baja. Para las personas
es especialmente difícil manejar varios desencadenantes de estrés que
ocurren casi al mismo tiempo. Además, los efectos acumulativos de
estos estresores en un periodo prolongado también pueden tener un
efecto negativo en la salud mental y física de la persona. A menudo se
emplean cuestionarios para evaluar qué eventos ha experimentado una
persona en el pasado reciente, y la manera en que los percibió y reaccionó ante ellos.
Situaciones desencadenantes de estrés El estrés puede
surgir ya sea de situaciones específicas o de transiciones del desarrollo.
Los eventos estresantes varían en muchas dimensiones: duración, severidad, predecibilidad,
grado de pérdida de control, confianza en sí
mismo y aparición repentina del estrés. Los accidentes, los desastres naturales y las guerras
pueden provocar altos niveles de estrés y generar
un trastorno. El estrés también puede ser resultado de una crisis personal, como ser víctima de
una violación o sufrir una pérdida.
Transiciones en la vida Las transiciones en la vida, como asistir a la universidad, obtener un
trabajo, tener un bebé y cambiar de domicilio también pueden ser estresantes. La adolescencia
es una época
de estrés particular como consecuencia de cambios físicos, cambios de
rol y cambios en las relaciones entre padres e hijos.
Reacciones clínicas ante el estrés
Los trastornos que parecen relacionarse más con el estrés son los trastornos adaptativos,
trastornos por estrés agudo y trastornos disociativos.
Trastorno adaptativo Un trastorno adaptativo es una reacción al estrés reciente y por lo
regular desaparece cuando el nivel de
estrés disminuye. Los síntomas comunes de este tipo de trastorno son
depresión, ansiedad, conducta desorganizada o imprudente, problemas
de sueño, deterioro en el desempeño y retraimiento social.
Los síntomas comienzan dentro de las primeras
cuatro semanas después del trauma y pueden durar de dos días a cuatro semanas.
Trastornos disociativos Las alteraciones temporales repentinas
de la conciencia que borran experiencias dolorosas son características de los trastornos
disociativos. En este grupo se incluyen cuatro
condiciones: amnesia disociativa, fuga disociativa, trastorno de la personalidad disociativa y
despersonalización. La amnesia disociativa implica
pérdidas de memoria extensas, pero selectivas, que no tienen ninguna causa orgánica
conocida. Este trastorno se asocia reiteradamente
con un estrés abrumador. En una fuga disociativa, la persona pierde su
identidad, abandona su hogar y establece una nueva vida en un lugar
distante. Por lo general, la fuga termina de manera repentina cuando
la persona “despierta” en forma súbita sin recordar los eventos ocurridos durante la fuga. A
menudo el trastorno de identidad disociativo
parece estar relacionado con experiencias traumáticas de la niñez. En
este trastorno, la persona asume personalidades alternas, las cuales pueden o no tener
conciencia unas de otras. La despersonalización implica un estado parecido al de soñar, en el
que la persona tiene una sensación de que está separado tanto de sí misma como de la
realidad.
Este estado puede ser persistente o recurrente; además, con frecuencia
es difícil identificar la fuente del estrés.
Tratamiento de problemas relacionados
con el estrés
Se emplean diversas estrategias, ya sea solas o en combinación, para tratar los trastornos
relacionados con el estrés.
Terapia de apoyo En la terapia de apoyo, el terapeuta ofrece
aceptación y adopta una actitud no crítica para dar al paciente la oportunidad de relajarse lo
suficiente como para participar en la solución
de problemas.
Fármacos Los fármacos y sedantes actúan en el sistema nervioso para permitir que la persona
sienta una reducción temporal del estrés. Con frecuencia, el tratamiento se combina con
psicoterapia.
Entrenamiento en relajación El entrenamiento en relajación es una estrategia estructurada
para reducir la tensión, la cual ayuda a disminuir sentimientos de estrés para que la persona se
pueda enfocar en la solución de problemas.
Desensibilización sistemática La desensibilización sistemática es un proceso diseñado para
eliminar el miedo en situaciones específicas por medio de la combinación de técnicas de
relajación e imaginación de los estímulos que se asocian con la ansiedad.
Modificación cognitiva La modificación cognitiva es el proceso de aprender a pensar o analizar
las situaciones que provocan ansiedad de manera distinta.
Intervención social La intervención social no sólo implica el
tratamiento del individuo con el problema, sino que también incluye
a otras personas de su contexto social (generalmente los miembros de
su familia).
Retos en el tratamiento de problemas relacionados con
el estrés El tratamiento apropiado de los problemas relacionados
con el estrés requiere de planes cuidadosos basados en evaluaciones objetivas de los métodos
terapéuticos. A menudo, las combinaciones de
enfoques de tratamiento son útiles (por ejemplo, psicoterapia y medicamentos). El estrés es
muy personal y las reacciones a él dependen de
la constitución psicológica y física del individuo. Estudiar la resiliencia de las personas y su
ingenio para vencer los retos puede mejorar el
entendimiento y el tratamiento de los trastornos relacionados con estrés.
Panorama cambiante de la conducta sexual La historia muestra que las opiniones sobre la
sexualidad algunas veces han sido permisivas y otras restrictivas. Algunos individuos como
Freud y Ellis tuvieron gran influencia en las opiniones sobre la sexualidad. Estudios sobre la
conducta sexual La mayoría de la información sobre las prácticas sexuales proviene de estudios
de investigación. Como se sabe que los patrones de las prácticas sexuales han cambiado con el
tiempo, se requieren frecuentes estudios que se enfoquen en muestras representativas de la
población. Homosexualidad: un ejemplo del panorama cambiante del comportamiento sexual
La conducta homosexual se refiere al comportamiento sexual con miembros del mismo sexo.
Los estudios indican que para las personas no es inusual tener por lo menos alguna experiencia
de conducta homosexual en su vida. Los individuos que prefieren la actividad sexual con
miembros de su mismo sexo por largos periodos son conocidos como homosexuales. El término
gay se utiliza con frecuencia para referirse a esta conducta porque tiene asociaciones menos
negativas. Muchas personas que se dicen gay adoptan esta etiqueta autoimpuesta en la
adolescencia. Bisexualidad: una variante sexual poco estudiada La conducta bisexual es una
orientación en la cual la pareja preferida es algunas veces del mismo sexo y otras del otro. Los
patrones de la bisexualidad incluyen ya sea un cambio de una relación prolongada de cierto
tipo a otra, o los dos tipos de relaciones de manera simultánea. Orígenes de la orientación
sexual Es probable que la orientación sexual sea el resultado de muchos factores
determinantes, en los que intervienen los factores psicosociales y biológicos. Disfunción sexual
Se le llama disfunción sexual a la discapacidad persistente del interés o respuesta sexual. La
disfunción sexual está con frecuencia asociada con la ansiedad por el desempeño o las
inhibiciones culturales. Tipos de disfunción sexual Los problemas sexuales pueden ocurrir en
cualquiera de las cuatro etapas de la respuesta sexual: el deseo, la excitación, el orgasmo y la
resolución. La disfunción eréctil se refiere a la incapacidad del hombre para mantener una
erección hasta que se complete el coito. Las mujeres pueden padecer problemas de excitación
sexual inhibida que tiene como resultado la incapacidad de mantener una respuesta de
lubricación y dilatación. Un problema que a menudo presentan las mujeres es su frecuente
incapacidad para alcanzar el orgasmo.