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CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA

SALA JURISDICCIONAL DISCIPLINARIA

Bogotá, D. C., junio siete de dos mil dieciocho


Magistrada Ponente: MARÍA LOURDES HERNÁNDEZ MINDIOLA
Radicación No. 410011102000201000468 02
Aprobado según Acta No. 050 de la fecha.
Ref. Abogado en consulta.

ASUNTO A DECIDIR

Resuelve esta Sala Jurisdiccional Disciplinaria Superior, el grado jurisdiccional


de consulta de la sentencia proferida por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria
Seccional Huila, de fecha septiembre 30 de 20151, mediante la cual sancionó
al abogado CÉSAR AUGUSTO ARGOTE BOLAÑOS, con SUSPENSIÓN EN
EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN POR EL TÉRMINO DE SEIS MESES,
como responsable de la falta establecida en el numeral 4º del artículo 35 de la
Ley 1123 de 2007, agravada por lo dispuesto en el numeral 6 del literal c del
artículo 45 ibídem.

SITUACIÓN FÁCTICA Y ANTECEDENTES PROCESALES

La presente actuación tiene origen, en queja presentada por Gustavo Achury


Muñoz en septiembre 15 de 20102, mediante la cual solicitó investigar
disciplinariamente al abogado CÉSAR AUGUSTO ARGOTE BOLAÑOS,

1
M.P. Teresa Elena Muñoz de Castro en sala Dual con la Magistrada Floralba Poveda Villalba.
2
Folios 2 - 3 c. o.
alegando que le endosó títulos valores para que iniciara proceso de ejecución
contra Alirio Archury Perdomo y Ortencia Quintero por trecientos mil pesos
($300.000) y un millón doscientos mil pesos ($1`200.000), respectivamente,
motivo por el cual el profesional interpuso demanda ejecutiva en julio 24 de
2008 la cual correspondió al Juzgado Tercero Civil Municipal de Pitalito,
radicado No. 2008-00293.

Informó el quejoso que el Juzgado reconoció personería jurídica al investigado


y mediante auto de agosto 13 de 2008 libró mandamiento de pago; sin
embargo, ARGOTE BOLAÑOS consiguió que en septiembre 21 de 2009 los
demandados le cancelaran la deuda, motivo por el cual en esa misma fecha
solicitó la terminación del proceso por pago total de la obligación, la cual fue
resuelta de manera favorable por proveído de septiembre primero de la misma
anualidad, empero el investigado nunca le entregó los dineros que le
correspondían.

Se anexó al plenario, copias de la demanda ejecutiva incoada por el


investigado en favor del quejoso, las dos letras de cambio endosadas al
profesional y proveídos proferidos dentro del proceso ejecutivo radicado No.
2008-002933.

Acreditación de la condición de disciplinable y apertura del proceso


disciplinario.

Se allegó certificado4expedido por la Unidad de Registro Nacional de


Abogados y Auxiliares de la Justicia de CÉSAR AUGUSTO ARGOTE
BOLAÑOS, identificado con cédula de ciudadanía N° 12.240.160, portador de

3
Fl. 23 c. o.
4
Certificación de condición de abogado visto en folio 12 del c. o. de 1ª Inst.
tarjeta profesional de abogado N° 117.382 del Consejo Superior de la
Judicatura, la cual se encontraba vigente.

Mediante auto de septiembre 22 de 20105, se ordenó apertura de proceso


disciplinario, señalándose diciembre 9 de 2010 para llevar a cabo audiencia
de pruebas y calificación provisional, la cual no se surtió por inasistencia del
investigado.

Audiencia de Pruebas y Calificación Provisional.- Luego de la


incomparecencia del investigado6, se le emplazó, declaró persona ausente y
designó defensor de oficio7.

En septiembre 26 de 20128, se adelantó la audiencia de que trata el artículo


105 de la Ley 1123 de 2007, a la cual compareció el investigado y su defensor
de oficio; Se corrió traslado del escrito de queja y se escuchó versión libre,
motivo por el cual afirmó que intervino como apoderado del quejoso en el
proceso ejecutivo radicado No. 2008-00293, el cual tuvo como finalidad el
cobro de letras de cambio que ascendian a las sumas de trecientos mil pesos
($300.000) y un millón doscientos mil pesos ($1`200.000), respectivamente.

Precisó que existió un acuerdo con el quejoso, mediante el cual se determinó


que a él le correspondía el total de los dineros que resultaren del trámite judicial
mencionado con anterioridad, pues al cliente le entregaría una fotocopiadora
de marca “Sharp”, lo cual no quedó estipulado por escrito, empero precisó que
tal acuerdo data de 3 días antes que se verificara el pago de la obligacion

5
Folio 23 c. o.
6
Folios 29 c. o.
7
Folios 32, 33, 37, 47, 50, 52 y 64 c. o.
8
Acta vista a folios 72 – 74 y Cd No. 1 c. o.
dentro del proceso encomendado por un total de un millón ochocientos mil
pesos ($1`800.000).

Solicitó como pruebas el testimonio del deudor Edgar Alberto Bolaños Ortega,
la ampliación de queja y de oficio se requirió al Juzgado Tercero Civil Municipal
de Pitalito, para que certificara sobre el estado y actuaciones del proceso
ejecutivo radicado No. 2008-00293, es de resaltar que todas fueron
decretadas; así mismo se ordenó actualizar los antecedentes disciplinarios del
investigado.

En enero 20 de 20149, se continuó la audiencia y asistieron el investigado y su


defensor de oficio; acto seguido, se corrió traslado del oficio No. 1491 de
diciembre 7 de 201210, mediante el cual el Juzgado Tercero Civil de Pitalito,
certificó el trámite impartido al proceso ejecutivo radicado No. 2008-00293 y
allegó algunas copias del mismo.

Calificación Provisional.- Seguidamente, la Magistratura de Instancia


procedió a formular cargos contra el abogado CÉSAR AUGUSTO ARGOTE
BOLAÑOS, por la presunta comision de la falta establecida en el numeral 4
del artículo 35 de la Ley 1123 de 2007, por el desconocimiento al deber
profesional establecido en el numeral 8 ibídem, a título de dolo.

Coligió la Sala a quo que del acervo probatorio allegado al plenario, se


evidenció el compromiso profesional adquirido por investigado, pues el
quejoso le endosó dos letras de cambio para ejecutarlas, por lo tanto, él
interpuso demanda ejecutiva, la cual le correspondió al Juzgado Tercero Civil
municipal de Pitalito, radicado No. 2008-00293, despacho que admitió y libró

9
Acta vista folios 99 – 101 y Cd No. 2 c. o.
10
Folios 71 – 86 c. o.
mandamiento de pago; sin embargo, posteriormente ARGOTE BOLAÑOS
solicitó la terminación del proceso por pago total de la obligacion a lo que
accedió el juez de conocimiento, omitiendo entregar a su cliente el dinero
recaudado dentro del asunto encomendado.

Como pruebas para practicarse en audiencia de juzgamiento, a solicitud del


disciplinado se insistió en los testimonios de Edgar Alberto Bolaños Cerquera
y la ampliación de queja; se ordenó escuchar la declaracion de Alirio Achuri
Perdomo y Gloria Patricia Castro, personas que conocieron de los hechos
materia de investigación. Por último, se solicitó al Juzgado Tercero Civil
Municipal de Pitalito, especificara si existía dentro del proceso ejecutivo
radicado No. 2008-00293 consignaciones en el proceso o si se autorizó el pago
en depositos judiciales, señalandose a quien fueron entregados.

Audiencia de Juzgamiento.- Luego de la incomparecencia del disciplinado y


su defensor de oficio11, en septiembre 30 de 201312 se llevó a cabo la diligencia
de que trata el artículo 106 de la Ley 1123 de 2007, a la cual asistieron
ARGOTE BOLAÑOS y su el defensor de oficio.

Se puso en conocimiento el oficio No. 0964 de julio 17 de 201313, mediante el


cual el Juzgado Tercero Civil Municipal de Pitalito, informó que dentro del
proceso ejecutivo No. 2008-00293, no exisitó deposito judicial alguno.

Se escuchó la declaración del señor Edgar Alberto Bolaños Ortega, quien


adujo ser el tio del investigado, con quien tiene negocio de venta de artículos
en cuero; refirió conocer al quejoso en la Asociacion de Caballistas, quien es

11
Folio 133 c. o.
12
Acta vista a folio 141 y Cd No. 3 c. o.
13
Folio 132 c. o.
comerciante y prestamista, recordándolo toda vez que hace unos tres años
acudió a la casa de su sobrino, hoy disciplinado, a recoger una fotocopiadora,
dejando de realizarse un comprobante del negocio y tampoco se mencionó
cifra alguna.

Para escuchar el testimonio de Alirio Achuri Perdomo y la ampliación de queja,


se comisionó al Juzgado Segundo Civil del Circuito de Pitalito, quien en
diligencia de junio 4 de 2013 recepcionó ambos testimonios, los cuales obran
a folios 116 y siguientes del cuaderno principal del expediente y de los cuales
se corrió traslado en dicha audiencia.

En marzo 27 de 201414, se realizó la segunda sesión de audiencia de


juzgamiento, a la cual asistió el defensor de oficio del disciplinado; se escuchó
la declaración rendida por Gloria Patricia Castro Valencia15, quien adujo
ser compañera permanente del quejoso, motivo por el cual tiene conocimiento
que se entregaron dos letras de cambio al disciplinado para que cobrara lo
adeudado a unos de sus familiares y logró que cancelara, pero no entregó el
dinero obtenido en virtud del asunto encargado, por lo tanto, concurrieron en
varias oportunidades a la oficina de ARGOTE BOLAÑOS para que entregara
los dineros, sin obtener resultado alguno.

Se escuchó al defensor de oficio en alegatos de conclusión, quien afirmó


que estaba plenamente demostrado que su prohijado recibió dinero producto
de los títulos judiciales que le fueron encomendados, sin que a la fecha hubiere
procedido a cancelarle a su cliente, motivo por el cual no contaba con
elementos materiales para demostrar o desvirtuar la no realización de la

14
Acta vista a folios 167 y Cd No. 4 c. o.
15
Folios 157 c. o.
conducta. Por lo tanto, solicitó dar aplicación a la sanción menos gravosa a su
prohijado.

Sentencia Nulitada- La Sala a quo procedió a proferir sentencia en mayo 29


de 201416, imponiendo al disciplinado sanción de suspensión en el ejercicio de
la profesión por el término de seis (6) meses por la comisión de la falta contra
la honradez, establecida en el numeral 4 del artículo 35 de la Ley 1123 de
2007; no obstante, esta Superioridad mediante providencia de marzo 4 de
201517, declaró la nulidad de las diligencias disciplinarias desde la audiencia
de juzgamiento de marzo 27 de 2014, toda vez que el defensor de oficio
designado omitió realizar los respectivos alegatos de conclusión en favor de
su defendido, vulnerándose con ello la defensa técnica de ARGOTE
BOLAÑOS.

Audiencia de Juzgamiento.- Por lo anterior, en junio 3 de 201518 se surtió


nuevamente la diligencia de juzgamiento, a la cual asistió el defensor de oficio
designado, a quien se le otorgó la palabra para que rindiera sus alegatos de
conclusión, momento en el cual solicitó no sancionar a su defendido, toda vez
que de acuerdo al testimonio rendido por Edgar Alberto Bolaños Ortega,
estaba demostrado que el quejoso acudió en compañía de su compañera
permanente a la residencia del disciplinado a recoger la fotocopiadora por la
cual se intercambió las sumas resultante en el proceso ejecutivo
encomendado.

16
Folios 171 – 183 c. o.
17
Folios 4 – 17 c. a.
18
Acta vista a folio 204 y Cd No. 5
Lo anterior, a su juicio, permitía que se tuviere acreditada la existencia de un
acuerdo verbal entre el quejoso y el disciplinado, dejando de configurarse falta
contra la honradez; motivo por el cual debía absolverse a su prohijado.

DECISIÓN DE PRIMERA INSTANCIA

Mediante sentencia de septiembre 30 de 201519, la Sala Jurisdiccional


Disciplinaria Seccional Huila, sancionó al abogado CÉSAR AUGUSTO
ARGOTE BOLAÑOS, con SUSPENSIÓN EN EL EJERCICIO DE LA
PROFESIÓN POR EL TÉRMINO DE SEIS (6) MESES, como responsable de
la falta establecida en el numeral 4 del artículo 35 de la Ley 1123 de 2007,
agravada por lo dispuesto en el numeral 6 del literal c del artículo 45 ibídem.

Coligió la Sala a quo que estaba demostrado que al disciplinado se le


endosaron en procuración dos titulos valores por parte del quejoso,
procediendo a promover proceso ejecutivo ante el Juzgado Tercero Civil
Municipal de Pitalito, radicado No. 2008-00293, demanda que se admitió y se
libró el respectivo mandamiento de pago.

El disciplinado llegó a un acuerdo con la parte demandada, lo que conllevó a


que se le entregaran emolumentos dinerarios, razón por la cual en agosto 25
de 2009 solicitó la terminación del referido asunto por pago total de la
obligación, la cual fue resuelta de manera favorable por proveído adiado
septiembre 1º de la misma anualidad y pese a recibir lo adeudado, no entregó
a su cliente la parte que le correspondía.

19
Folios 207 - 218 c. o.
Así las cosas, se encontró plenamente acreditada la materialidad de la falta
establecida en el numeral 4 del artículo 35 del Estatuto Deontológico del
Abogado, pues el profesional del derecho omitió entregar a la menor brevedad
posible los dineros obtenidos en virtud de la gestión encomendada.

La falta le fue endilgada a título de dolo, por cuanto pudiendo obrar de otra
manera y contando con la capacidad para comprender tan irregular hecho,
incurrió voluntariamente en la conducta reprochada sin razón, haciéndose
acreedor de sanción disciplinaria, pues no concurre en su favor causal que lo
exonere de su comportamiento.

De la Sanción.- Consideró el a quo que se cumplían con los criterios generales


determinados para imponer sanción disciplinaria, descritos en el artículo 45 de
la Ley 1123 de 2007, toda vez que para el asunto sub examine, la conducta
tiene trascendencia social, debido a que el disciplinado como profesional del
derecho, cuenta con la obligación de ejercer su profesión observando las
exigencias éticas contenidas en el Estatuto Deontológico del Abogado,
defraudando con su conducta cualidades inherentes a su oficio y por las que
se debe distinguir en el plano social como un defensor de los valores éticos.

El comportamiento desplegado por el disciplinado ocasionó un evidente


perjuicio al patrimonio de su cliente, por el hecho de no entregar a la menor
brevedad posible los dineros obtenidos en virtud de la gestión encargada.

De igual forma, se tuvo en cuenta la modalidad de la conducta y se agravó la


sancion al existir antecedentes disciplinarios, tal como lo establece el numeral
6 del literal c) del artículo 45 de la Ley 1123 de 2007.
De tal forma, fue sancionado con SUSPENSIÓN EN EL EJERCICIO DE LA
PROFESIÓN POR EL TÉRMINO DE SEIS (6) MESES, al considerarla una
sanción justa, proporcional y razonable de cara a los hechos causados.

DE LA CONSULTA

Notificada por edicto la decisión adoptada por el Seccional de Instancia, ni el


disciplinado ni su defensor de oficio presentaron recurso de alzada, razón por
la cual al tenor de lo preceptuado en el parágrafo 1° del artículo 112 de la Ley
270 de 1996, el expediente fue remitido en consulta ante esta Superioridad. 20

CONSIDERACIONES DE LA SALA

Competencia. La Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la


Judicatura, al tenor de lo previsto en el numeral 4º del artículo 112 de la Ley
270 de 1996 -Estatutaria de Administración de Justicia-, es competente para
“Conocer de los recursos de apelación y de hecho, así como de la consulta,
en los procesos disciplinarios de que conocen en primera instancia las Salas
Jurisdiccionales Disciplinarias de los Consejos Seccionales de la Judicatura.”,
en concordancia con el numeral 1º del artículo 59 de la Ley 1123 de 2007 -
Código Disciplinario del Abogado-.

Facultad legal que se mantiene incólume para esta Superioridad, a pesar de


la entrada en vigencia del Acto Legislativo No. 2 del primero (1º) de julio de
2015, mediante el cual se creó el nuevo órgano rector disciplinable; pues en
razón a lo establecido en el parágrafo transitorio 1º del artículo 19 del referido
acto legislativo, que dispuso: “(…) Los actuales Magistrados de la Sala

20
Fls. 214 y siguientes c. o. 1ª inst.
Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, ejercerán
sus funciones hasta el día que se posesionen los miembros de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial”, transitoriedad que fue avalada por la Corte
Constitucional mediante Auto 278 del 9 de julio de 2015 proferido por la H.
Corte Constitucional, que dispuso “6. De acuerdo con las medidas transitorias
previstas en el Acto Legislativo 002 de 2015, cabe entender que, hasta tanto
los miembros de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial no se posesionen,
los Magistrados de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de
la Judicatura deben continuar en el ejercicio de sus funciones. Ello significa
que, actualmente, la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de
la Judicatura conserva sus competencias, es decir, se encuentra plenamente
habilitada para ejercer, no sólo la función jurisdiccional disciplinaria, sino
también, para dirimir los conflictos de competencia que surjan entre las
distintas jurisdicciones y para conocer de acciones de tutela.”; razón por la cual
esta Sala entrará a decidir lo que en derecho corresponda.

Grado Jurisdiccional de consulta. Sobre el relieve que tiene este grado


jurisdiccional especialmente en la protección de las garantías fundamentales
de las personas sujetas a una investigación judicial o administrativa, pertinente
es tener en cuenta lo siguiente:

“La consulta, a diferencia del recurso de apelación, es una institución procesal


en virtud de la cual el superior jerárquico del juez que ha dictado un
providencia, en ejercicio de la competencia funcional de que está dotado, se
encuentra habilitado para revisar o examinar oficiosamente, esto es, sin que
medie petición o instancia de parte, la decisión adoptada en primera instancia,
y de este modo corregir o enmendar los errores jurídicos de que ésta
adolezca, con miras a lograr la certeza jurídica y el juzgamiento justo. La
competencia funcional del superior que conoce de la consulta es automática,
porque no requiere para que pueda conocer de la revisión del asunto de una
petición o de un acto procesal de la parte en cuyo favor ha sido instituida.

La consulta opera por ministerio de la ley y, por consiguiente, la providencia


respectiva no queda ejecutoriada sin que previamente se surta aquélla.
Por lo tanto, suple la inactividad de la parte en cuyo favor ha sido instituida
cuando no se interpone por ésta el recurso de apelación, aunque en materia
laboral el estatuto procesal respectivo la hace obligatoria tratándose de
entidades públicas”.21
(…)

“La consulta se consagra en los estatutos procesales en favor o interés de una


de las partes. No se señalan en la Constitución los criterios que el legislador
debe tener en cuenta para regularla; sin embargo, ello no quiere decir que
esté habilitado para dictar una reglamentación arbitraria, es decir, utilizando
una discrecionalidad sin límites, pues los derroteros que debe observar el
legislador para desarrollar la institución emanan, como ya se dijo,
precisamente de la observancia y desarrollo de los principios, valores y
derechos consagrados en la Constitución.
(…)

El interés de la sociedad en que se investiguen ciertos delitos que por su


gravedad afectan bienes jurídicos prevalentes y se impongan las condignas
sanciones a los infractores de la ley penal, e igualmente el respeto a la
legalidad sustancial y a los derechos y garantías constitucionales de los
procesados.”22

21
Corte Constitucional, Sentencia No. C-153/95, expediente D-719. Magistrado Ponente: Antonio Barrera Carbonell.
Santafé de Bogotá, D.C., 5 de abril de 1995.
22
Ibídem
Bajo las anteriores argumentaciones jurídicas, no le es permitido al Ad quem
hacer más gravosa la situación del sentenciado, limitándose a verificar la
legalidad tanto de la actuación procesal como la decisión impartida por el Juez
de Instancia.

Asunto a resolver.- Atendiendo a los fines del grado jurisdiccional de


consulta, en este caso sometido a examen de la Sala Jurisdiccional
Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, no se evidencia
actuaciones irregulares que afecten la legalidad de lo actuado ni de la
sentencia, el trámite se adelantó con asistencia de los sujetos procesales
según lo previsto en la ley procedimental, se cumplieron los principios de
publicidad y contradicción, se corrieron los traslados, se notificaron las
providencias correspondientes, se practicaron las pruebas solicitadas en la
forma prevista, se garantizaron los derechos de defensa, de contradicción y la
oportunidad de interponer recursos para acceder a la doble instancia, por lo
que procede la Sala a resolver el grado jurisdiccional de consulta de la
sentencia proferida en septiembre 30 de 2015, mediante la cual la Sala
Jurisdiccional Disciplinaria Seccional Huila, sancionó al abogado CÉSAR
AUGUSTO ARGOTE BOLAÑOS, con SUSPENSIÓN EN EL EJERCICIO DE
LA PROFESIÓN POR EL TÉRMINO DE SEIS (6) MESES, como responsable
de la falta establecida en el numeral 4 del artículo 35 de la Ley 1123 de 2007.
Descripción de la falta disciplinaria.- El disciplinado fue encontrado
responsable de la comisión de la falta a la honradez, establecida en el numeral
4 del artículo 35 de la Ley 1123 de 2007, la cual determina, lo siguiente:

“ARTÍCULO 35. Constituyen faltas a la honradez del abogado:


4. No entregar a quien corresponda y a la menor brevedad posible
dineros, bienes o documentos recibidos en virtud de la gestión
profesional, o demorar la comunicación de este recibo.
(…)”

De cara a la conducta descrita por el legislador y a efectos de resolver el


problema jurídico planteado en el sub examine, referido a la responsabilidad
disciplinaria del inculpado en falta contra honradez, cuyo contenido normativo
se transcribió anteriormente, la Sala parte del presupuesto de que el ejercicio
de la abogacía a diferencia de otras profesiones, admite la exigencia de mayor
rigor en cuanto al comportamiento del profesional en todos los órdenes, en
atención a la trascendente función social realizada por los togados como
depositarios de la confianza de sus clientes y como defensores del derecho y
la justicia, tal como lo expresó la Corte Constitucional en la sentencia C-658
de 1996 .

Necesario mencionar que el control disciplinario que por mandato de la


Constitución esta jurisdicción ejerce sobre la conducta profesional de los
abogados, tiene como objetivo primordial el cumplimiento efectivo de su
principal misión, de defender los intereses de la colectividad y de los
particulares, mediante el ejercicio responsable, serio, honesto, cuidadoso y
diligente de la profesión.

Esa misión se concreta en la observancia de los deberes que atañen al ejercicio


de la abogacía como garantía de que efectivamente los profesionales del
derecho conserven la dignidad y el decoro profesional; colaboren lealmente en
la recta y cumplida administración de justicia; observen mesura, seriedad y
respeto con los funcionarios y con todas las personas que intervengan en los
asuntos de su profesión; obren con absoluta lealtad y honradez con sus
clientes y colegas; guarden el secreto profesional, y atiendan con celosa
diligencia sus encargos profesionales. En la medida en que esos deberes sean
cumplidos, la abogacía colaborará efectivamente en la conservación y
perfeccionamiento del orden jurídico del país y en la realización de la justicia
material, cumpliendo así su función social.

Caso en concreto.- De conformidad con el acervo probatorio recolectado a lo


largo de la presente investigación disciplinaria, está plenamente acreditado
que Gustavo Achuri Muñoz, acá quejoso, le endosó en procuración al
disciplinado dos títulos valores pagaderos por Alirio Achuri Perdomo y Ortencia
Quintero por las sumas de trecientos mil pesos ($300.000) y un millón
doscientos mil pesos ($1`200.000), respectivamente23; tal y como lo
demuestran los folios 6 y 7 el cuaderno principal de primera instancia, motivo
por el cual el profesional del derecho promovió demanda ejecutiva singular en
junio 25 de 200824, correspondiendo su conocimiento al Juzgado Tercero Civil
Municipal de Pitalito y tramitada bajo el radicado No. 2008-00293.

Así las cosas, el Despacho de conocimiento le reconoció personería jurídica y


mediante auto de agosto 13 de 2008 libró mandamiento de pago 25, sin
embargo, ARGOTE BOLAÑOS presentó sustitución de demanda26, la cual fua
aceptada mediante proveído de septiembre 15 misma anualidad.27

Posteriormente, el disciplinado mediante memorial adiado agosto 25 de 2009,


solicitó la terminación del proceso ejecutivo por pago total de la obligación 28,

23
Folios 6 y 7 c. o.
24
Folios 4 - 5 y 8 – 9 c. o.
25
Folios 10 c. o.
26
Folios 11 – 12 c. o.
27
Folios 13 – 15 c. o.
28
Folio 16 c. o.
la cual fue atendida de manera favorable por proveído de septiembre 1º de
2009.29

De esta manera, resulta evidente para esta Colegiatura que el disciplinado


obtuvo el reconocimiento del dinero adeudado al quejoso y ello se demuestra
no solo de las pruebas referenciadas con anterioridad, sino también por el
propio dicho del disciplinado en su versión libre, quien aceptó recibir el total
adeudado por los demandados de su cliente, los cuales no devolvió por
considerar que le correspondían, en tanto a Achury Muñoz le entregó en parte
de pago una fotocopiadora.

De manera que, se advierte que el profesional del derecho no hizo entrega a


la menor brevedad posible de los dineros obtenidos en virtud de la gestión
encomendada, los cuales recaudo desde agosto 25 de 2009, tal como lo adujo
el quejoso bajo juramento y el propio disciplinado; por lo tanto, de manera
objetiva se materializó la falta a la honradez, pues a ARGOTE BOLAÑOS le
asistía la obligacion de entregar a su cliente la suma de dinero obtenida en el
asunto encargado, lo cual no se advierte que hubiere ocurrido del acervo
probatorio recolectado.

Lo anterior sin emerger alguna causal exonerativa de responsabilidad


disciplinaria, pues si bien ARGOTE BOLAÑOS, al igual que lo hizo su
defensor, afirmaron que el dinero no debió ser devuelto al quejoso, en tanto
por el pago de lo que le correspondía se le entregó una fotocopiadora, dicha
situación no queda sino en mera argumentación, pues lo cierto es que al
plenario, tal y como lo resaltó el a quo, no se allegó copia del supuesto acuerdo
suscrito entre disciplinario y quejoso, en el cual Achury Muñoz aceptara recibir

29
Folio 17 c. o.
por parte de pago tal elemento; tampoco se advierte que se hubiere allegado
factura de compra del supuesto elemento entregado al quejoso, ni mucho
menos recibo a satisfacción suscrito por su parte por tal cesión.

Si bien Edgar Alberto Bolaños Ortega, tío de ARGOTE BOLAÑOS, afirmó que
el quejoso asistió a la casa del disciplinado y recogió una fotocopiadora, no
entregó mayores detalles de dicho evento ni logró precisar si tal entrega se
había realizado por el acuerdo que en repetidas ocasiones mencionó el
abogado.
Nótese que el testigo de manera ambigua relató lo sucedido con la tan
mencionada fotocopiadora, pero, se itera, no fue concreto ni logró precisar las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en que la entrega de ese elemento se
materializó a favor del quejoso y lo más importante no precisó si obedecía a la
deuda que sostenía el disciplinado con su cliente.

Contrario sensu, de conformidad con el dicho de la compañera permanente


del quejoso, está demostrado que al enterarse Achury Muñoz que ya se había
cancelado lo adeudado y que las sumas correspondientes fueron entregadas
a su apoderado, acudió en distintas oportunidades a su residencia con la
finalidad que entregara lo que le correspondía de las resultas de la actuación
por él iniciada, empero ello nunca ocurrió, pues ARGOTE BOLAÑOS
simplemente no volvió a comunicarse con el quejoso, argumentos que guardan
total coherencia con lo dispuesto bajo juramento por Achury Muñoz tanto en
su escrito de queja como en la ampliación que bajo juramento realizare, en la
cual textualmente manifestó:

“(…) Este señor Cesar Augusto Argote me haga la cancelación de los dineros
que no me ha dado, porque esta es la fecha desde el dos mil nueve que se me
quedó con la plata, que la Justicia lo requiera por eso. (…) yo saqué todas las
copias de que se le canceló el dinero y él dio por terminado el proceso y él se
quedó con el dinero, no me hizo la cancelación a mí. En reiteradas ocasiones
fue a la oficina de él para que me arreglara mi plata y con miles de mentiras y
que no tenía que lo esperara y hasta la fecha no me ha devuelto mi plata,
también le hizo lo mismo a mi suegra (…)”30 (SIC).

De la Antijuridicidad. En este punto debemos tener presente primero que el


derecho disciplinario en general tiene como finalidad dirigir y encauzar la
conducta de sus destinatarios específicos vinculados por las relaciones
especiales de sujeción-en este caso los abogados litigantes- en un marco de
parámetros éticos que aseguren la función social que cumplen dentro de un
Estado social y democrático de derecho.

El Legislador en el artículo 4 de la Ley 1123 de 2007 de manera expresa


consagró el anterior precepto ordenando lo siguiente: “Un abogado incurrirá en
una falta disciplinaria cuando con su conducta afecte, sin justificación, alguno
de los deberes consagrados en el presente código”. Justamente en esto
consiste el ilícito disciplinario, en la vulneración de los deberes que por virtud del
marco de sujeción según la naturaleza de la actividad desarrollada-profesión del
derecho-, tengan la obligación-relación de sujeción- de respetar, acatar y
preservar según lo normado.

Concluyéndose de lo anterior que esa infracción del deber sea de tal naturaleza
que vulnere la función social de colaborar con las autoridades en la
conservación y perfeccionamiento del orden jurídico, en la realización de una
recta y cumplida administración de justicia, y aquí, por supuesto, se incluyen los
derechos de la sociedad y de los particulares, de allí que estos supuestos fuesen

30
Fls. 118-129 c. o.
todos recogidos en los comportamiento que en marco de descripciones legales
consagra el artículo 28 ibídem; “Deberes Profesionales del Abogado”,
precisamente debido a que los profesionales del derecho también están
obligados a cumplir la función social antes descrita.

Esta naturaleza de la actividad de los profesionales del derecho la enmarcamos


también en el artículo 19 ibídem, “Son destinatarios de este código los abogados
en ejercicio de su profesión que cumplan con la misión de asesorar, patrocinar
y asistir a las personas naturales y jurídicas tanto de derecho privado como de
derecho público, en la ordenación y desenvolvimiento de sus relaciones
jurídicas…”

Es así como en el sub examine, la falta atribuida al disciplinado, implicó el


desconocimiento del deber de honradez consagrado en el artículo 28 numeral
8 de la Ley 1123 de 2007, al ser evidente que ARGOTE BOLAÑOS no
devolvió a la menor brevedad posible a su cliente Achuri Muñoz el total que le
correspondía de los dineros que logró recuperar y que se pretendían ejecutar
en el proceso iniciado en favor del quejoso.

Lo anterior, como ya se estudió, sin emerger causal justificativa alguna en favor


del disciplinado.

De la Culpabilidad.- Es claro que de manera dolosa el disciplinado incurrió en


falta contra la honradez, pues consciente y voluntariamente se sustrajo de la
obligación de entregar a su cliente los dineros recibidos en el asunto
encomendado, sin que a la fecha, se insiste, haya procedido a entregarlos,
incursionando en actuar antiético que merece reproche disciplinario.
La anterior imputación dolosa proviene de aquella conducta que cuenta con
un ingrediente subjetivo o elemento anímico a partir del conocimiento que el
disciplinado tenía de su actuar antijurídico contra los deberes éticos del
abogado. De igual manera, es claro que en el presente asunto conocía los
hechos y de allí provino su voluntad de abstenerse de entregar los dineros a
la menor brevedad posible a su cliente.

Analizadas las pruebas en conjunto, conforme a las reglas de la sana crítica,


se concluye que se encuentran reunidos los requisitos para confirmar la
sentencia consultada, conforme a las previsiones el artículo 97 de la ley 1123
de 2007, en razón a que existe certeza de la existencia de la falta y de la
responsabilidad del disciplinable.

Dosificación de la Sanción.- Por último, se observa que la sanción de


SUSPENSIÓN DE SEIS (6) MESES DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN se
ajusta a los principios establecidos en el artículo 13 de la Ley 1123 de 2007,
es decir, es razonada, necesaria y proporcionada, y está conforme a los
criterios de graduación de que trata el artículo 45 ibídem, tales como la
trascendencia social de la conducta, la modalidad, circunstancias y el perjuicio
causado.

Así las cosas, para las faltas endilgadas a los abogados disciplinados,
consagra el artículo 40 del Estatuto Deontológico cuatro tipos de sanción,
partiendo de la censura como la más leve, pasando por la de suspensión y
culminando con la exclusión como la de mayor gravedad, las cuales se podrán
imponer de manera autónoma o concurrente con la multa.

De igual manera, la sanción antes referida e impuesta, cumple con el principio


de proporcionalidad en la medida de que corresponde a la gravedad del
comportamiento sancionado, pues sin justificación alguna, el disciplinado dejó
de entregar los dineros obtenidos en virtud de la gestión profesional
encomendada; además se tuvo que el disciplinado fue sancionado
disciplinariamente dentro de los 5 años anteriores a la comisión de la conducta
que se investiga31, por lo tanto, se dio aplicación al criterio de agravación
establecido en el numeral 6 del literal c) del artículo 45 de la ley 1123 de 2007.

Igualmente, se cumple con el principio de razonabilidad, referido este a la


idoneidad o adecuación al fin de la pena, la cual justifica la sanción disciplinaria
de suspensión en el ejercicio de la profesión impuesta al disciplinado,
debiéndose atender lo expuesto por la Corte Constitucional, cuando dijo: “la
razonabilidad hace relación a que un juicio, raciocinio o idea esté conforme
con la prudencia, la justicia o la equidad que rigen para el caso concreto. Es
decir, cuando se justifica una acción o expresión de una idea, juicio o raciocinio
por su conveniencia o necesidad”32.

Así pues, es enfática esta Sala en reiterar que este tipo de conductas afecta
de manera grave a los profesionales del derecho que escogen como medio de
subsistencia el ejercicio de la abogacía de forma independiente, que deben
ser individuos de sanas convicciones éticas que entiendan cabalmente cuáles
son los fines primordiales de la justicia; también se afecta gravemente la
credibilidad frente a la sociedad, teniendo en cuenta que justamente es el
medio humano por el que se accede a la justicia, en busca de la verdad real y
material, por lo que ha de propenderse entonces, porque la profesión de
abogado se caracterice por un amplio sentido moral y ético, inspirado en
principios y valores que se basen no solo en la ley positiva, sino en la ley moral,
conciencia subjetiva del profesional del derecho.

31
Folios 205 c. o.
32
Sentencia C-530 de 1993, M.g. ponente doctor ALEJANDRO MARTÍNEZ CABALLERO.
En ese orden de ideas, es claro para esta Superioridad, que se deberá
confirmar la sanción impuesta al disciplinado, máxime por cumplir con los
criterios establecidos en la Ley 1123 de 2007; además, actuaciones de los
profesionales del derecho como las que aquí se sancionan, al afectar uno de
los más importantes deberes establecidos en el Estatuto Deontológico del
Abogado como lo es la honradez, merece un reproche mayor, pues las
obligaciones de más trascendencia de un abogado son para con sus clientes,
a quienes les debe total lealtad. Sanciones como las que aquí se confirman,
son necesarias para que tales postulados dejen de ser inobservados y se
pueda así recuperar la dignidad y el buen nombre de la profesión de abogado.

Así las cosas, la sentencia consultada habrá de ser confirmada.

RESUELVE

PRIMERO.- CONFIRMAR la Sentencia proferida en septiembre 30 de 2015,


mediante la cual la Sala Jurisdiccional Disciplinaria Seccional Huila, sancionó
al abogado CÉSAR AUGUSTO ARGOTE BOLAÑOS, con SUSPENSIÓN EN
EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN POR EL TÉRMINO DE SEIS (6) MESES,
como responsable de la falta establecida en el numeral 4 del artículo 35 de la
Ley 1123 de 2007, agravada por lo dispuesto en el numeral 6 del literal c del
artículo 45 ibídem, conforme a las razones expuestas en las consideraciones
de esta sentencia.

SEGUNDO.- ANÓTESE la sanción en el Registro Nacional de Abogados, data


a partir de la cual empezará a regir, para cuyo efecto se comunicará lo aquí
resuelto a la oficina encargada de dicho registro, enviándole copia de esta
sentencia con constancia de su ejecutoria.
TERCERO.- Por la Secretaría Judicial de esta Sala, líbrense las
comunicaciones de ley que fueren pertinentes y devuélvase la actuación al
Consejo Seccional de origen, para lo de su cargo.

CUARTO.- DEVUÉLVASE el expediente al Consejo Seccional de origen para


lo de su competencia.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

PEDRO ALONSO SANABRIA BUITRAGO FIDALGO JAVIER ESTUPIÑÁN CARVAJAL


Presidente Vicepresidente

MAGDA VICTORIA ACOSTA WALTEROS JULIA EMMA GARZÓN DE GÓMEZ


Magistrada Magistrada

MARÍA LOURDES HERNÁNDEZ MINDIOLA CAMILO MONTOYA REYES


Magistrada Magistrado
YIRA LUCÍA OLARTE ÁVILA
Secretaria Judicial

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