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Fecha: 20 de marzo de 2023.

Estudiante: Español Rivas, Viviana Del Carmen


C.I: V-27.287.042
Asignación sobre los aspectos culturales y religiosos de las Relaciones
Internacionales.

Para entrar en contexto, es necesario trasladarnos a Ruanda en el año


1994, país que lamentablemente conocería una de las mayores masacres
perpetradas por la humanidad, esto como resultado de un conflicto étnico entre
la población Tutsi y la población Hutu, y que dejaría como resultado
aproximadamente 800.000 muertos. Posteriormente este conflicto se conocería
como el genocidio de Ruanda.

Si bien la población Tutsi y la Hutu no guardan diferencias tan abismales en


sus rasgos culturales, el inicio de las discrepancias puede atribuirse a la
influencia europea y al dominio colonial ejercido por Bélgica, puesto que, la
interacción de estos pueblos con una civilización distinta a la suya (occidental)
por medio del colonialismo, incrementó la conciencia sobre una civilización
ajena, en función de una imitación cultural, que daría lugar a la sustitución de
normas sociales autóctonas por otras que sólo aceptaban la dominación de un
grupo de la población sobre otros grupos.

No obstante, lo que en realidad abrió una brecha de intolerancia entre las


dos etnias fue otorgarles privilegios y consideraciones a unos sobre los otros,
ya que unos (tutsis) menos numerosos, dedicados sobre todo a la ganadería,
se les veía como superiores y ocupaban cargos administrativos y políticos y, a
otros (hutus) más numerosos, dedicados a la agricultura se les calificaba de
inferiores, la inequidad se instauró, y el estado tomó medidas que
acrecentarían aún más las desigualdades, como el uso de un carnet de
identidad que los diferenciaba, generando una hostilidad étnica que a su vez
desarrolló una estratificación dentro de la sociedad.

Consecuentemente el conflicto fue tomando otras dimensiones, la


radicalización y la popularización de los discursos de odio transmitidos por los
medios de comunicación locales, fueron preparando el terreno para el
enfrentamiento.
Dentro del film, apreciamos dos tutsis, una hutu moderada (en igual medida
perseguida) y una voluntaria estadounidense en representación de los diversos
orígenes y/o culturas de los que habla Huntington. Por un lado, vemos a la
civilización occidental eludiendo problemas de los que son, en parte,
responsables y velando por sus intereses, lo que evidentemente hace que
aumenten las tensiones interétnicas.

Por otro lado, tenemos a la hutu que representa una población poco
considerada, y nos permite entender el poco conocimiento con respecto a la
lectura y a la escritura.

Y, finalmente, tenemos a las dos tutsis, en igual medidas maltratadas, pero


con posibilidades distintas a la anterior y, sobre todo, vemos la participación del
tema religioso dentro de todo esto. Una de ellas es monja, y en relación a esto,
es menester acotar que, aunque la iglesia no apoyó abiertamente la masacre,
tuvo un papel fundamental en el fomento de las políticas étnicas, ya que
muchos miembros eclesiásticos y lugares de culto fueron crucialmente activos
en la difusión de la ideología etnonacionalista entre la población ruandesa, la
cual era en su mayoría cristiana.

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