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Ruanda es un pequeño país africano, ubicado en el corazón de áfrica.

Limita al norte con Uganda,


al este con Tanzania, al sur con Burundi y al oeste con la república del Congo.

Este país sufrió hace 25 años, uno de los genocidios más atroces que ha conocido nunca la
humanidad.

Entre 800.000 mil fueron asesinados en masa a manos de otros ruandeses, la ejecución del
genocidio duro 100 días.

Las heridas del pueblo ruandés a pesar de que ya asaron 25 años siguen abiertas. A pesar de los
enormes esfuerzos de reconciliación, juicio y reparación por parte de todo el pueblo ruandés.

¿Pero cómo se llegó a esos 100 días de infierno?

Los hechos que acabaron desembocando una atrocidad así empieza muchos años atrás.

Los hutus y los tutsis son dos grupos sociales que habitan en Ruanda y que son centrales en
cualquier explicación del genocidio.

En Ruanda vive una sola comunidad, la nación banyarwanda, que por tradición se divide en tres
castas:

la de los propietarios de los rebaños, los tutsis-el 14% de la población, la de los agricultores, los
hutus- el 85% de la población – y la de los lacayos y sirvientes, los TWA-el 1%.

Con los TWA no hay discusión se dedican a casar y a recolectar, ellos poblaron la zona antes que
ninguno de los otros dos.

¿Pero qué es lo que diferencia a estos dos?

Hay unos que dicen que son etnias diferentes y otros que de ninguna manera esto es cierto.

En un lado estaban los que decían que las diferencias no existían o que era simplemente una
diferencia económica, una diferencia entre clases entre pobres y ricos, o una división de trabajos
entre agricultores y pastores.

En el otro lado estaban los que sostenían que la diferencia era socio biológica: según ellos, hutus y
tutsis eran dos pueblos distintos con historias distintas. Es decir, hay quienes argumentan que los
hutus y tutsis sin son etnias diferentes con su origen, sus rasgos y su genética diferenciadas.

Y otros afirman que no, que son una misma comunidad en las que hay diferencias económicas y a
estas diferencias se les ha puesto nombre hutus y tutsis.

En esta distención los tutsis eran la minoría privilegiada, ya que poseían los rebaños de ganado y
esto en Ruanda, significa privilegio y poder. Por lo que eran también los que reinaban.

Durante siglos Ruanda fue reino donde gobernaba un monarca llamado MWAMI, de la casta tutsis.

Gobernaba rodeado por un grupo reducido de aristócratas y nobleza de sangre.

Todos ellos formaban la casta dominante, los tutsis.


Por el contrario, los hutus, mucho más numerosos, eran una casta de agricultores que dependían
de ellos.

Entre los tutsis y los hutus había una relación feudal, el tutsi era el señor el hutu el vasallo.

Los two la supermemoria en el eslabón más bajo de esa sociedad.

Pero, aunque la diferencia es social había estado desde hacía siglos en Ruanda, la distinción étnica
y racial no se hizo fuerte hasta muchos años después cuando llegaron los europeos.

Los colonizadores europeos importaron las herramientas típicas de la colonización, llevaron ciertas
armas y algunos administradores, pero también trajeron calibradores para medir la capacidad
craneal, y determinar las diferencias entre hutus y tutsis.

También tenían lo que llamaban un índice nasal, con el que median el tamaño y la forma de la
nariz para fijar cual era la raza superior y cual la inferior. Estos eran los fundamentos básicos en
Ruanda.

Los misioneros belgas y los lideres tutsis colaboraron para establecer las nociones de la
aristocracia de los tutsis, a los hutus se les negó la participación en el gobierno, la educación
superior y se les sometió a trabajos forzados.

La división étnica se hizo institucional.

Cada ruandés tenía una tarjeta identificativa que contenía el nombre y el origen étnico.

Las tarjetas eran como carnés de identidad del apartheid, eran una herramienta de control social,
el aparato del estado colonial, el mecanismo de opresión los hutus.

Influidos por sus teorías raciales, los colonos alemanes y belgas transforman esos dos grupos en
dos razas diferenciadas, creando así en los ruandeses una conciencia racial hasta entonces
inexistente.

Los colonizadores no crearon a los hutus y a los tutsis, pero dieron a esa división social un carácter
racial.

Esto acentuó muchísimo la segregación entre hutus y tutsi, no solo porque doto la división de
carácter racial, sino porque reforzó la dominación de los tutsis sobre los hutus.

Con eso fue calando entre los hutus que los tutsis era una etnia foránea que, con el apoyo de una
gente que venía de todavía más lejos los europeos, les estaba oprimiendo.

Pasaron décadas con este sistema de segregación institucionalizado. Hasta que llegaron los años
50s y con ellos, la ola de movimientos anticoloniales-independentistas en áfrica.

Cerca de Ruanda había dos grandes voces de este movimiento: la de PATRICE LUMUMBA en el
Congo y la de JULIUS NYERERE en Tanzania, por lo que esas ideas pronto penetraron también en
Ruanda. Y quienes los abrazaron con más entusiasmo fueron los tutsis.

Bélgica es una metrópolis a la que aquel movimiento emancipador cogió por sorpresa… hasta
entonces, los belgas habían gobernado Ruanda atreves de los tutsis, les daban apoyo y se
aprovechaban de sus servicios.
Pero los tutsis son la capa social más ambiciosa e instruida entre los banyarwandas, y son ellos
quien reclaman la independencia. Además, la quieren ya.

Entonces, Bruselas cambia de repente de táctica: abandona a los tutsi y da apoyo a los hutus, más
dóciles y pactistas.

Envalentonados y espoleados, los hutus se disponen a luchar.

Y ahí estalla la revolución ruandesa en el año 1959. Esa revolución cambia completamente las
tornas en Ruanda, y lo hace con violencia.

Una multitud de campesinos una turba de hutus armados con machetes, azadas y lanzas, se
abalanzo contra sus amos y señores los tutsis.

Empezó una gran carnicería que hacía mucho no se había producido en áfrica.

Los campesinos quemaban las granjas de sus amos, y a ellos les cortaban el cuello o les reventaban
el cráneo. Ruanda se empapo de sangre, se incendió.

Los hutus, oprimidos durante años, ahora tenían el poder. Y los tutsis privilegiados desde hacía
siglos, eran perseguidos y asesinados. Esa revolución había dividido a los banyarwandas en dos
grupos aún más polarizados.

Cuando Ruanda gano su independencia en 1962, el primer gobierno que se formo fue hutu.

Y por eso un buen número de refugiados tutsis, unos 300.000, huyeron a países vecinos. Habían
pasado de tenerlo todo a no tener prácticamente nada, y por eso muchos de ellos decidieron
contraatacar.

En los años siguiente a la revolución hubo varias incursiones en Ruanda de estos refugiados tutsis,
atacaban villas cercanas a las fronteras y se retiraban.

Y el gobierno hutu respondía a cada una de estas entradas con nuevas masacres de tutsis.

Estos incidentes se fueron repitiendo sin parar a lo largo de los años 60s.

En Ruanda hay muchísimos pueblos y aldeas de población mixta, por lo que, a cada matanza, la
convivencia se hacía más insostenible.

El país gemelo de Ruanda su vecino del sur: BURUNDI. Sus caminos no se separaron hasta el año
1959: en Ruanda venció la revolución de los hutus y sus líderes tomaron el timón del estado,
mientras que Burundi los tutsis conservaron y fortalecieron su soberanía, agrandaron el ejército e
instauraron una especie de dictadura militar feudal.

Pero las comunicaciones entre ambos países siguieron funcionando y cada masacre de tutsis
perpetrada en Ruanda por hutus tenía como respuesta una nueva masacre de hutus perpetrada
en Burundi por los tutsis, y viceversa.

Esta realidad llevo a discusiones al gobierno hutu de Ruanda, que se veía incapaz de defender a los
hutus de Burundi.
Una división en el gobierno que un general del ejército ruandés aprovecho para dar un golpe de
estado y tomar el poder por la fuerza.

Por tanto, quien había presidido Ruanda desde su independencia, un hutu de tendencia
moderada, periodista de profesión (GREGOIRE KAYIBANDA). Era reemplazado por hutu de
tendencia mucho más extrema, militar de profesión (JUVENAL HABYARIMANA).

Este impuso en Ruanda una dictadura de partido único.

Pertenecía al clan akazu, un clan hutu que representaba el ala más radical y ultranacionalista de
los hutus. Este clan también es conocido como la Roseau Zero o red cero, por su objetivo de una
Ruanda con cero tutsis.

Con JUVENAL HABYARIMANA en el poder pasaron dos cosas:

(primero) que él y su clan se fue apoderando de todos los recursos y bienes de Ruanda.

(segundo) que estableció una nueva línea: esto ya no iba de hutus contra tutsis, sino que iba de
poder contra oposición, de dictadura contra democracia.

HABYARIMANA y su clan gobernaron desde 1973 que dieron el golpe de estado hasta 1990,
cuando alguien entro a Ruanda.

Esto eran el frente patriótico ruandés de ahora en adelante FPR, un grupo militar formado por
miles de esos tutsis que habían huido del país cuando los hutus tomaron el poder en la revolución.

El frente ruandés entro en Ruanda desde su vecino del norte, Uganda, donde habían ayudado al
presidente a hacerse con el poder. Por lo que tenían muy buena formación militar y toda la
simpatía y el apoyo de todo el gobierno ugandés.

Entonces el 30 de septiembre de 1990, los hombres del FPR desaparecieron de los cuarteles de
Uganda y entraron en territorio de Ruanda.

Emprendían esa especie de reconquista que durante tantos años habían soñado y ahí empezaba la
guerra civil de Ruanda.

Ese 30 de septiembre el pánico se apodero de HABYARIMANA y su clan, el ejército oficial era débil
y no aguantaría mucho frente a un FPR bien instruido, mejor armado y con la moral por las nubes.

Solo 150 km separan a Kigali la capital ruandesa, de la frontera con Uganda, por lo que el FPR
podría presentarse ahí en uno o dos días.

Entonces, cuando las columnas del FPR estaban ya llegando a la capital de Ruanda, aparecieron los
franceses. Era un pequeño grupo de combatientes, pero suficiente para detenerlo todo.

El motivo de este apoyo francés requiere otro pequeño paréntesis: básicamente la entrada del FPR
en territorio de Ruanda fue visto por los franceses como una agresión a algo que ellos aprecian
mucho: la FRANCOPHONIE. Esa idea de que Francia no es solo un país de Europa, sino una
comunidad internacional que abarca todas las regiones de habla y cultura francesa.

Ruanda es parte de esas FRANCOPHONIE. Uganda en cambio de dónde venían el FPR, forma parte
de su rival la ANGLOPHONIE, la misma idea, pero de los ingleses. Por lo que la entrada de un grupo
armado de un territorio anglófono a uno francófono fue visto como una agresión y por tanto, al
orgullo de la nación francesa.

Los guerrilleros del FPR querían luchar contra HABYARIMANA. Pero preferían no enzarzarse en una
guerra contra Francia: no tenían ninguna posibilidad en ganarla, entonces interrumpieron la
ofensiva hacia la capital, pero se quedaron en Ruanda y ocuparon indefinidamente los territorios
del noroeste.

La guerra se detuvo, pero la tensión era mayor que nunca: no hay nada peor que un estado
indefinido que no es ni guerra ni paz.

Porque los que habían iniciado el combate con la esperanza de conseguir la victoria y consumir sus
frutos, y este sueño no se había realizado.

Y entre los atacados, los ánimos eran todavía más bajos: habían subsistido, pero habían visto muy
cerca el fantasma de la debacle y se había dado cuenta de que, algún día, su dominación podría
terminar. Querían pues salvarse como fuera.

Y este es el momento en que el gobierno hutu tiene miedo. Medo real. Y pocas cosas hay peores
que un estado con miedo.

El gobierno ruandés estaba integrado por el sector más fundamentalista de los hutus, y dentro de
él estaba el clan akazu, la facción aún más radical y ultra dentro del sector más fundamentalista de
los hutus.

AGATHE es la mujer de JUVENAL HABYARIMANA y la figura central en el clan akazu. Dentro del
sector dirigente de Ruanda surgen controversias entre los partidarios del compromiso y la
formación de un gobierno de coalición nacional, y el clan akazu sectario y déspota, encabezado
por AGATHE y sus hermanos.

La parte del gobierno que quiere pactar y desescalar la tensión consigue firmar, en 1993, los
acuerdos de arusha: las partes enfrentadas se comprometen al cese de hostilidades, retorno de
refugiados, elecciones en un plazo determinado y formar un gobierno de transición mixto.

Una solución que no gusta nada al clan akazu, que no se detiene.

El bando akazu tenía unos ideólogos intelectuales, científicos y profesores de los departamentos
de historia y filosofía de la universidad ruandesa de butare. Fueron ellos los que formularon una
ideología que justificaba el genocidio y lo presentaba como única solución, como única opción de
supervivencia.

MUGESIRA (uno de los profesores):

El año 1959 Cometimos un error fatal cuando dejamos huir a los tutsis. Deberíamos haber actuado
para borrarlos de faz de la tierra.

El profesor considera que ahora es el último momento para correr.

HABYARIMANA está en medio sin saber muy bien que hacer, como paralizado. Por una parte,
firma los acuerdos, pero después los ridiculiza y desacredita en público. Y entonces llego el día.
Ese día en que el avión se estrelló por el impacto de dos misiles, que todavía hoy no se sabe quién
los lanzo. En ese avión viajaba HABYARIMANA que muere en el acto. Los informes y sospechas
señalaron inmediatamente a ambos bandos por un lado se decía que habían sido hombres del FPR
tutsis para hacerse con la presidencia de Ruanda.

Por otro que los autores habían sido los propios hutus extremistas, el clan akazu, para poder
justificar y llevar acabo su ansiada solución final.

Pero sin importar quien había sido, los hechos se precipitaron, la muerte de HABYARIMANA
detonaron el polvorín en que el hacía meses se había convertido Ruanda.

La emisora de Ruanda mille collines, dirigida por otro de los miembros del clan akazu, empezó a
lanzar mensajes, consignas y canciones de odio contra los tutsis.

En una sociedad en buena medida analfabeta, estos mensajes difundidos por radio tomaron un
papel crucial. Miles de personas armadas con palos y machetes empezaron a perseguir y a matar a
otros miles de personas sin palos ni machetes.

Las tarjetas de identidad y el censo étnico instaurado por los belgas también fueron herramientas
importantísimas.

Solo empezar el genocidio las fuerzas francesas se retiraron, las de la ONU también dejaron vía
libre para que se ejecutara la masacre.

AGATHE mujer del difunto HABYARIMANA y centro del clan akazu, fue evacuada y puesta a salvo
por los franceses junto con otros miembros de su círculo más íntimo.

Las calles de Ruanda se incendiaron y el genocidio se perpetro, se mataron muchísimos tutsis,


pero también hutus que se oponían a la dictadura y twas.

Después de eso el gobierno hutu ya no existía y el FPR liderado por PAUL KAGAME el actual
presidente de Ruanda tomo el poder.

Cientos de miles de hutus huyeron a los países vecinos por miedo a una represalia de misma
magnitud, con la carga de la masacre en sus manos y sobre sus espaldas. Muchos de ellos fueron
al este del congó, y todavía hoy no han vuelto a Ruanda. Siguen en guerrillas o en grupos armados
con miedo de volver a su país y contribuyendo a una guerra la del Congo de la que nadie ve el
final.

El nuevo presidente de Ruanda aprovecho la excusa de los hutus refugiados para entrar en el este
del congo y saquear durante muchos años las riquezas de este país. Y el resultado es que Ruanda
hoy es un estado autoritario con falsa apariencia de democracia con quien nadie se mete por su
buena amistad con EE.UU.

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