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Imagen 1: 

  Amaru moviendo las manos mientras habla.

“Estimado estudiante, tu proyecto de vida, es un plan fundamental que


planteas con el fin cumplir tus metas o propósitos. Es de gran importancia
organizar y definir esos propósitos que te darán calidad de vida. Alcanzando
tus metas a corto, mediano y largo plazo, con seguridad te conlleva a tu
realización personal”. Tu proyecto de vida proporciona la razón, dirección y
sentido a tu presente y futuro, direccionando cada actividad que realizas en
pro de tu bienestar y proyectos a alcanzar. Recuerda que somos seres
integrales, donde fluyen nuestras metas espirituales, profesionales,
personales y sociales. Vamos a construir el proyecto de vida.

Para organizar tu proyecto de vida y conseguir las metas trazadas


es necesario conocer cuál es tu punto de partida, entender cuáles
son tus fortalezas, tus posibilidades y debilidades, para con base
a ellas, trazar y visibilizar los objetivos a lograr. Es así que en
cuanto menos sesgados estén nuestros pensamientos, de nuestra
verdadera realidad, mayor será la probabilidad de conseguir lo
que pensamos y proyectamos.
Nuestros planes de acción empiezan con la organización y la
visualización de las metas que queremos alcanzar, por ello es
recomendable trazar una ruta, que tome el control de nuestras
decisiones y acciones con base a las siguientes preguntas: ¿Qué
quiero? ¿Cómo lo haré? ¿En qué tiempo? ¿Qué alcance tendrá?
El último paso para darle cumplimiento a nuestros sueños y metas
es empezar a actuar, lo que significa caminar en pro de la
realización de dichas actividades propuestas y darle el dinamismo
que cada una de ellas requiera.
Finalmente, será un camino de aprendizajes y experiencias
vividas, que darán fruto de acuerdo con la constancia que pongas
en cada una de ellas.
Tu plan de acción lo contruyes solamente desde tus gustos,
prioridades, necesidades e intereses. Nadie decide hacerlo por ti.
Tus metas y sueños son personales. Tú defines hasta dónde
quieres llegar.
La autodisciplina se define como el control de la propia fuerza de
voluntad para cumplir cosas que generalmente se ven como
deseables. Así mismo, es la habilidad para realizar una tarea en
concreto. Sea cual sea tu estado emocional, es la habilidad para
ponerte en acción pese a las circunstancias.

La autodirección es una característica de la persona reflexiva-


creativa que destaca el aspecto de su proyección y realización
personal y social; el propósito de la autodirección es: formar
personas preparadas para enfrentar los cambios y reaccionar
frente a lo inesperado, con sensibilidad para valorar el pasado,
vivir el presente y proyectar el futuro.
La autonomía personal es la posibilidad de pensar la realidad con
criterio propio, sacar conclusiones de los acontecimientos
personales y externos. Independencia de criterio y decisión, que
supone un desarrollo reflexivo, una madurez personal y una
postura autocrítica.
La autorregulación se refiere a cómo una persona ejerce control
sobre sus propias respuestas para perseguir metas y vivir de
acuerdo con normas. Estas respuestas incluyen pensamientos,
emociones, impulsos, actuaciones y otros comportamientos. Las
normas incluyen ideales, criterios morales, objetivos de actuación
y las expectativas de otras personas

La autorrealización busca que cada persona desarrolle al máximo


sus potencialidades, habilidades, capacidades y talentos, con el
propósito de hacer, tener y ser lo que siempre ha querido,
teniendo como referencia las posibilidades internas
(potencialidades y debilidades personales) y las condiciones
externas (sociales, económicas, entre otras).
Entre las decisiones cruciales que habrás de tomar están el
casarte, vivir en unión libre o mantenerte soltero; tener hijos o no
tenerlos; estudiar tal o cual programa o aprender un oficio;
dedicarte a la casa o salir a trabajar, etc. En otras palabras, los
planes, las metas y las elecciones que tomas van dando forma a
tu vida.
La asertividad significa que te respetas a ti mismo y que estás
dispuesto a expresarte, a no dejarte dominar, a pedir lo que te
corresponde y hacer valer tus derechos. También significa que
eres consciente de los derechos de los demás y los respetas.

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