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Basilea II 

es el segundo de los Acuerdos de Basilea. Dichos acuerdos consisten en


recomendaciones sobre la legislación y regulación bancaria y son emitidos por el Comité de
supervisión bancaria de Basilea. El propósito de Basilea II, publicado inicialmente en junio
de 2004, es la creación de un estándar internacional que sirva de referencia a los
reguladores bancarios, con objeto de establecer los requerimientos de capital necesarios
para asegurar la protección de las entidades frente a los riesgos financieros y operativos.

.2. Los tres Pilares de Basilea II


Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos. El primero
hace referencia a las exigencias de capital, concretamente a
la determinación del ratio mínimo de capital, el segundo pilar
recoge los aspectos clave del proceso de supervisión de la
adecuación del capital que mantienen las entidades y el ter-
cer pilar promueve una mayor disciplina de mercado median-
te un incremento en la transparencia informativa de las enti-
dades bancarias
.2. Los tres Pilares de Basilea II
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos. El primero
hace referencia a las exigencias de capital, concretamente a
la determinación del ratio mínimo de capital, el segundo pilar
recoge los aspectos clave del proceso de supervisión de la
adecuación del capital que mantienen las entidades y el ter-
cer pilar promueve una mayor disciplina de mercado median-
te un incremento en la transparencia informativa de las enti-
dades bancarias
Los tres Pilares que establece Basilea II
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.
Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea
II se estructura en torno a tres pilares básicos.

1. Requerimientos cuantitativos: medida de activos, pasivos, provisiones, capital, etc.


Todas las entidades bancarias deben tener una provisión técnica mínima con respecto su
exposición crediticia, es decir, que deben disponer de un capital mínimo en caja. Por este
motivo, según sus características específicas, cada entidad debe someterse a un proceso de
estandarización de datos y procesos para  ofrecer garantías frente a la exposición al riesgo
operacional, crediticio y de mercado.
El cálculo correcto del nivel de riesgo viene determinado por variables precisas que
dependen de un ecosistema de datos que en muchas ocasiones están dispersos y que pueden
verse alterados en cualquier momento. El día a día de la actividad bancaria puede hacer que
esos datos se dupliquen, sean inconsistentes, inválidos, incompletos o incluso inexistentes.
Para poder hacer el cálculo, es necesario tener controlados los datos y los procesos de los
que dependen. La información errónea o incompleta supone una dificultad para el
modelado y el análisis de riesgos.
El incumplimiento de estos preceptos supone la aplicación de sanciones y medidas
coercitivas así como el incremento del coeficiente de caja.

2. Proceso de supervisión y revisión cualitativa


La jurisdicción de cada país mantiene un sistema de vigilancia para garantizar que sus
bancos cumplen las reglas y requisitos pertinentes a la utilización de las opciones, incluidos
cualesquiera descuentos, límites y restricciones asociados. Este proceso incluye requisitos
de información sobre los tipos de datos sus relaciones/dependencias, el modo y frecuencia
en la que esta información debe ser facilitada y la forma en que se utilizarán los datos.
Esos países establecen el modo en el que se vigilará la correcta aplicación de las reglas y
requerimientos pertinentes por parte de los bancos. Esto podrá llevarse a cabo mediante
análisis a distancia de la información recabada, entrevistas de naturaleza prudencial con los
bancos y exámenes in situ conforme sea necesario.
Los supervisores cuentan con herramientas procesales y facultades para evaluar el
cumplimiento de requisitos específicos. Entre éstas, cuentan con facultades generales para
imponer a los bancos la presentación de informes y el acceso a sus datos. En caso de que
éstos incumplan los requerimientos que les son aplicables pueden instar la emisión de
directivas a los bancos, la limitación de actividades financieras, la imposición de sanciones
financieras, el aumento del capital del Segundo Pilar, etc

3. Transparencia: reporte y publicación


Se establecen recomendaciones en cuanto a la necesidad de que las entidades faciliten
información clara sobre su perfil de riesgo, así como sobre las actividades y controles
utilizados para mitigar los riesgos asumidos. Es una guía sobre la información que los
bancos deben publicar con el fin de dar mayor transparencia a la estructura y suficiencia del
capital, y la exposición al riesgo de la institución.
Los datos usados en esos informes han de ser ciertos, es decir, que una vez la información
es pública, los datos deben ser justificables y consistentes.

https://blog.powerdata.es/el-valor-de-la-gestion-de-datos/los-3-pilares-de-los-acuerdos-
de-basilea-ii

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