1. Un mapa conceptual sobre la estructura del lavado de activos utilizada por
los infractores con el fin de cometer ilícitos sin ser descubiertos, en ese mismo mapa representar cuáles son los controles establecidos por la entidades responsables para contrarrestar el delito y cuáles son los pasos de reconocimiento e identificación del cliente. Para mayor facilidad en la elaboración de la evidencia se recomienda descargar la herramienta CmapTools, para elaborar mapas conceptuales, también puede usar otra herramienta de su preferencia.
2. Elaborar un ensayo argumentativo de tres cuartillas, a partir del análisis de
los siguientes temas: Mecanismos de control contra el lavado de activos. Recomendaciones para el uso de los perfiles financieros para la detección de operaciones inusuales.
Mecanismos para prevenir el Lavado de Activos
Resolución UIF 30-E/2017
Con fecha 16 de junio de 2017, la Unidad de Información Financiera (UIF) dictó
la Resolución 30-E/2017 derogando la Resolución 121/2011 relativa a la Prevención del Lavado de Activos y Financiación de Terrorismo (LA/FT).
Objeto
Además de identificar y evaluar sus riesgos, las entidades deberán establecer
mecanismos para su mitigación y constituir un Comité de Prevención de LA/FT en apoyo al Oficial de Cumplimiento.
La norma exige la definición de un plan de capacitación anual con el fin de
instruir al personal de la entidad en lo que a las normas y procedimientos del Sistema de Prevención LA/FT se refiere. Contempla además la aprobación de un Código de Conducta destinado a asegurar el adecuado funcionamiento del Sistema, la elaboración de un Manual de Prevención de LA/FT y la revisión del Sistema a cabo en dos niveles: externo e interno.
El órgano La Resolución 30-E/2017 mantiene el espíritu de la Resolución que
deroga: prevenir el Lavado de Activos y Financiación de Terrorismo (LA/FT), pero moderniza los criterios para la gestión de riesgos LA/FT y los requisitos mínimos que las entidades obligadas deben cumplir para gestionar procedimientos y controles. Sujetos obligados
La Resolución no introduce modificaciones respecto a los sujetos obligados. De
esta manera, es necesario estar a lo previsto por el Art. 20 de la Ley 25.246.
Sistema de Prevención de LA/FT
El texto establece la obligatoriedad de las entidades de implementar un
Sistema de Prevención de LA/FT elaborado por el Oficial de Cumplimiento y aprobado por su órgano de administración.
Así, las entidades deben desarrollar una metodología de identificación y
evaluación interna de riesgos plasmada en un informe técnico que debe ser remitido a la UIF antes del 30 de abril de cada año. En esta autoevaluación se tendrán en cuenta diversos factores de riesgos de LA/FT, tales como: clientes, productos y/o servicios, canales de distribución y zona geográfica.
El órgano de administración o la máxima autoridad de la entidad, será
responsable de este Sistema de Prevención.
Política de identificación y conocimiento del cliente
En el Capítulo III de la Resolución se establece que las entidades deberán
contar con políticas y procedimientos que les permita tener un conocimiento de los clientes, verificar la información proporcionada por estos y realizar un monitoreo de sus operaciones. Estas etapas, denominadas por la norma como de “debida diligencia”, deberán realizarse en función de los perfiles de riesgo asignados a cada cliente. Es decir, los procedimientos se aplicarán según las calificaciones de riesgo de LA/FT, que serán como mínimo 3 niveles: alto, medio y bajo. A cada uno de estos niveles corresponderán unas medidas de debida diligencia determinadas que, en todo momento, deberán mantenerse actualizadas con una periodicidad mínima de 5 años y específicamente, de 1 y 2 años para aquellos clientes calificados con Riesgo Alto y Medio, respectivamente.
Monitoreo transaccional y régimen informativo
Una de las novedades con respecto a la Resolución de 2011 es la realización
de un monitoreo transaccional. Esto es, se requiere la creación de un perfil transaccional prospectivo de los clientes, basado en el análisis de riesgo de la entidad y que permita la detección de operaciones inusuales y sospechosas.
Otro aspecto relevante es el establecimiento de un régimen informativo en
virtud del cual las entidades están obligadas a reportar sistemáticamente y por vía telemática tres tipos de reportes: el reporte de transacciones en efectivo de alto monto*, el referido a transferencias internacionales y un reporte sistemático anual en relación a su propia entidad.
Adicionalmente, la norma exige reportar a la UIF las operaciones
sospechosas**, siempre y cuando existan motivos fundados para catalogarlas como tal, además de regular unos criterios específicos a tener en cuenta respecto a transferencias electrónicas y depósitos en efectivo.
Por último, se prevén las sanciones por incumplimiento de las exigencias de la
misma contenidas en el Art. 23 de la Ley 25.246, siendo todas ellas multas pecuniarias en función del valor de los bienes objeto de delito.
* Transacciones realizadas en moneda local o extranjera que involucren
entrega o recibo de dinero en efectivo por un valor igual o superior a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000).
* Aquellas operaciones tentadas o realizadas que ocasionan sospecha de
LA/FT, o que habiéndose identificado previamente como inusuales, luego del análisis y evaluación realizados por el Sujeto Obligado, no permitan justificar la inusualidad.
Recomendaciones para el uso de los perfiles financieros para la
detección de operaciones inusuales
Calidad de la información: el principal reto para generar el perfil es contar con
información completa y de calidad. Es bien sabido que los clientes no están dispuestos a entregar información por varias razones, entre ellas el temor de que la información sea utilizada con fines tributarios o para ilícitos. Por esta razón, se requiere tener filtros y validadores para asegurar que la información esté completa y sea verdadera. Además, hay que motivar al cliente para que entregue la información.
Actualización de la información: el perfil financiero del cliente es cambiante,
por lo tanto hay que actualizar la información, al menos anualmente, para asegurarse de que el nivel de ingresos y egresos, así como la información patrimonial, estén acordes con la realidad. Los cambios de empleo, actividad económica y domicilio, por mencionar solamente algunos, pueden modificar el perfil y en consecuencia las transacciones que antes eran normales, con los nuevos datos serían inusuales. Cruce de bases de datos y verificación: el cliente puede estar mintiendo al momento de entregar la información con el único objetivo de no ser detectado. Para estos efectos, las entidades financieras han desarrollado sistemas que les permiten validar la información, cotejarla con los documentos suministrados y, mejor todavía, con bases de datos como las de los burós de crédito y los registros de comercio. También existen servicios privados de información relevante como los directorios telefónicos y los análisis de industria.
Creación de perfiles por medio de herramientas de minería de datos: como
lo hemos mencionado, en nuestra opinión la herramienta más apropiada para crear los perfiles de los clientes son los árboles de clasificación. Aplicando alguna de las técnicas de árboles se puede segmentar el mercado de clientes (agrupar los clientes) y así definir segmentos que se componen por individuos con características similares. Cada uno de esos grupos tendrá un comportamiento similar que se describirá en forma de perfil. Emplear la segmentación con fines predictivos: el interés de estas técnicas debe ir más allá de la descripción y llegar a predecir el comportamiento de cualquier cliente. La idea que está detrás de este concepto es que si estudiamos nuestras bases de datos podemos encontrar características socioeconómicas y demográficas de nuestros clientes que serán buenos predicadores de su frecuencia y capacidad de transacción.
Crear un margen de tolerancia para las señales de alerta: pese al sustento
técnico de estos métodos predictivos, es importante entender las limitaciones del modelo y determinar una desviación permitida entre el comportamiento esperado y el observado. Todos los clientes pueden desviarse de la conducta esperada, lo importante es determinar aquellos que se desvían en forma importante. Se sobreentiende que una desviación de un peso no debería generar una alerta, lo difícil es encontrar el valor del margen de tolerancia y justificarlo. Para estos efectos, recomendamos que se realicen unas pruebas y se ISSN 1794-3108 53 Alberto Lozano Vila El perfil financiero: una estrategia para detectar el lavado de activos calibre el sistema con información real según la capacidad de análisis de la entidad y el riesgo que conllevan las operaciones.
Emplear un sistema de ranking de alertas: muy unido al punto anterior, se
recomienda que las alertas se califiquen con algún sistema de scoring para definir las que deben ser analizadas en forma prioritaria. Este concepto puede sustentarse en diferentes principios como pueden ser la distancia de la operación real con la operación considerada normal, el riesgo que conlleva y la probabilidad de ser una operación de lavado de activos.
Documentar todo el proceso: esto permite generar conocimiento y tener
suficientes elementos de juicio para realizar modificaciones al modelo. También permite realizar auditorías y verificaciones sobre la labor realizada.
Retroalimentar el sistema: los resultados del sistema tanto en lo relacionado
con autoridades como analistas internos deben ser comunicados a quienes diseñaron y administran el modelo para que se realicen los ajustes necesarios con fundamento en su efectividad.
Definición de las hipótesis y los riesgos identificados: el modelo de
detección no puede ser completamente abstracto y teórico, debe basarse en hechos concretos que se conocen y están relacionados con el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Por ejemplo, es bien sabido que el lavado de activos se sirve de empresas fachada para mover sus recursos. No debería existir un modelo que detecte lavado de activos en general, deben trabajarse todos los métodos de lavado conocidos en forma separada. De esta forma, el sistema arrojará información suficiente para determinar las hipótesis que deben ser tenidas en cuenta en cada análisis. Según el ejemplo antes mencionado, el sistema no arrojaría como resultado que se está frente a la hipótesis de una operación de lavado, más bien arrojaría como resultado que estamos frente a la hipótesis de una operación de lavado mediante empresa de fachada.