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ESTUDIO DE LA ICONOLOGÍA

Erwin Panosfsky
Ensayo

Para conocer un poco sobre el estudio de la iconografía debemos de saber que las
obras de arte tienen diferentes modos de ser comprendidas; miramos y la analizamos para
darnos a nosotros mismos una idea de lo que se trata la obra, de hecho, este análisis no se
tenía en la época renacentista, clásica o en la época barroca ya que estas pinturas eran
entendidas dentro de una estructura reconocible.
Hay diferentes maneras de leer una pintura; este planteamiento lo introdujo en la
Historia del Arte Erwin Panosfsky sobre el concepto de la iconografía el cual se refiere al
estudio del contenido temático o significado y forma de las obras.
Con esto quiero decir que los elementos explícitos en una obra de arte están ahí
como una forma de comunicación, no nos están contando acerca de una técnica pictórica, ni
sobre la calidad de la pintura, ni la estética, por el contrario, nos está hablando sobre el
contenido de la obra que esta implícita y que lleva mensajes religiosos o morales.
En este análisis vemos que ningún elemento de una obra artística está ahí de una
manera aleatoria. Lo que propone la iconografía es una lectura de imágenes muy
específicas relacionadas con una especie de clave que se adquiere al leer el contexto de las
imágenes ahí presentes.
Lo que planteó Erwin Panofsky fue una especie de lectura para una mejor
comprensión iconográfica y que posteriormente trasciende a la parte iconológica del arte.
Por lo tanto, lo dividió en tres niveles de percepción en cuanto personajes e imágenes los
cuales nos van a ayudar a comprender el tema específico del que habla la obra hasta su
comprehensión definitiva:
1. Plantea en identificar los elementos tal como los vemos, según su forma. A esta
descripción la llamó pre-iconográfica la cual consiste en reconocer objetos con su
significado natural, como por ejemplo una nube, un árbol, rio, perro, personas, etc., incluso
situaciones como en el caso de la obra de la Ultima Cena de Leonardo Da Vinci donde se
hace una descripción de 13 personas alrededor de una mesa y que están comiendo pan y
vino, se ve un paisaje al fondo donde se ve que es de día, los personajes están vestidos con
ropas de telas muy anchas, usan sandalias y todos tienen cabello largo. Esta forma de
describir lo que vemos Erwin Panofski lo denominó significado fáctico y expresivo que
fácilmente reconocemos por nuestra experiencia práctica, lo que aprehendemos en nuestra
cotidianidad.
2. El segundo concepto consiste en identificar los objetos y las acciones de acuerdo
con nuestro desarrollo cultural, a nuestra sensibilidad y que además ha sido aplicado de una
manera consciente a la acción practica transmitida por la obra. Este significado Panofski lo
llamó intrínseco o contenido el cual actúa como un enlace que sustenta y explica lo que esta
manifestado en la obra en cuanto a elementos o formas, es decir, nos está hablando de la
Iconografía, método que identifica imágenes, historias y alegorías. Y para seguir en este
caso con el ejemplo del primer nivel, podemos decir que el personaje que está en el centro
de la mesa es Jesús y los otros hombres son los apóstoles. Como cultura occidental,
reconocemos esta escena no como una cena cualquiera sino como la Ultima Cena, obra de
Leonardo Da Vinci. De esta manera estamos haciendo un análisis iconográfico correcto en
el sentido más estricto, porque estamos identificando correctamente los motivos
(elementos).

3. Este último nivel de estudio iconográfico, pasamos al análisis iconológico cuyo


significado esta intrínseco, es decir, los elementos subyacentes (elementos que permanecen
ocultos en la obra) que revelan el punto geográfico de un lugar, una época o determinada
clase social, una creencia religiosa o filosófica. También se analiza su estado de
conservación, para quien lo hizo, motivos de su realización, porque se eligió determinada
temática, etc.

Y siguiendo el ejemplo de la Ultima Cena, podemos decir que es una obra de


Leonardo da Vinci, pintada entre 1495 y 1498 en el periodo del Renacimiento. Es
un freso que mide 4,6 m x 8,8 m y está ubicado en el refectorio del Convento de
Santa María delle Grazie en Milán. En efecto, aquí nos estamos ocupando de la obra
de arte en general, interpretando sus rasgos de composición e iconográficos como
características principales. Así mismo también estaríamos hablando de valores
simbólicos de la obra cuando lo vemos como un documento sobre la personalidad
de Leonardo da Vinci o de la época del Alto Renacimiento Italiano, o de una cultura
religiosa en particular, es decir, como “algo diferente” en la obra, es lo que se
denomina, según Panofsky, como iconografía en el sentido más profundo, y se
refiere a un método de interpretación que está como síntesis más que como análisis.

Por otra parte, si hablamos de la Iconografía del Renacimiento en particular, en este


caso lo podemos ver con un resurgir de la antigüedad clásica.
Es quizá por esta razón que al ver una obra de arte se puede crear algo de confusión
al reconocer ciertos elementos que no tienen la intención iconográfica e iconológicamente
hablando, sean válidos para un correcto análisis.
La Edad Media a pesar de que reconocía los valores visuales del arte clásico, no
usaban los elementos clásicos para representar temas clásicos.
Hércules llevando el jabalí de Erimanto. Alegoría de la Salvación.
Relieve romano siglo III D.C. Relieve siglo Xlll.

Estas dos imágenes ubicadas en la fachada de San Marcos en Venecia poseen


motivos (elementos) que son muy parecidos y que al verlos suponemos que el escultor
medieval copio la obra clásica para hacer una réplica. Lo que hizo el artista fue reemplazar
algunos motivos del relieve romano del siglo III para cambiar la historia. Es decir, cambio
la piel del leon por el ropaje de ondulado, al rey asustado por un dragón y al jabalí por un
ciervo, cambiando la historia original por una alegoría a la salvación.
En los siglos XII y XIII, de acuerdo con este ejemplo ya había casos similares en el
arte italiano y francés, ya que se apropiaban de motivos clásicos para transformar temas
paganos en temas cristianos. Lo que realmente estaba sucediendo es que adoptaron la
estructura visual pero no se preocuparon por la parte iconológica. Este aspecto de conocer
el análisis iconológico es muy importante para realizar una obra de arte realmente valida,
porque de lo contrario estaríamos hablando de lo que se conoce como símbolos falsos. Con
esto quiero decir que solo un experto en iconología podría darle los valores específicos,
pero si no están presentes en el contexto intelectual antes de realizar la obra, no podríamos
considerarla una estructura iconológica valida. Esto nos lleva a pensar que la iconología
propone que, para interpretar correctamente un mensaje, debemos estar familiarizados con
los elementos o códigos de una cultura determinada.
Hablando de otro ejemplo, está la obra de El Rapto de Europa. Detalle de un
manuscrito y El Rapto de Europa de Alberto Durero, 1945.

El Rapto de Europa. Manuscrito El Rapto de Europa. Alberto Durero. 1495

En la imagen del manuscrito (Ovide Moralisé del siglo XIV), se puede apreciar
personajes con pocas emociones pasionales: Europa esta vestida con un atuendo típico de la
edad media tardía, un toro pequeño, el cual la transporta, se ve inofensivo y mas bien
parece que estuviera dando un paseo, en la parte derecha de la obra se ven mujeres vestidas
de igual manera se ven muy tranquilas casi que disfrutando como espectadoras. La obra no
transmite angustia ni llanto, ni temor porque quizá no era capaz o no estaba interesado en
comunicar emociones diferentes. Al contrario de la obra de Alberto Durero, enfatiza mucha
emoción en sus personajes; no es una obra adulterada ni comparativa, sino una
representación de versos paganos de Ovidio reproducidos en dos estrofas de Angelo
Poliziano: “podéis ver a Júpiter transformado en un hermoso toro por el poder del amor. Se
aleja precipitadamente con su dulce, aterrorizada carga, su hermoso cabello de oro flotando
en el viento, que agita sus ropajes. Con una mano esta asida al cuerno del toro y con la otra
al lomo. Alza los pies como asustada del mar y así encogida con miedo y dolor, pide ayuda
en vano. Porque sus dulces compañeras han quedado en la florecida orilla, todas gritando
“Europa vuelve”. Por toda la orilla resuena “Europa vuelve” y el toro mira alrededor y besa
sus pies”
Esta es una obra que recobra vida a la descripción de estos versos en cuando a la
forma como Durero transmite estas emociones con la posición encogida de Europa, su
cabello en movimiento, su vestido a su vez plegado mostrando su figura corporal, la
expresión de sus manos, el movimiento corporal del toro, básicamente su cabeza, y en la
orilla sus compañeras donde claramente se ve lamentos por su captura.
Lo que se muestra con esta comparación es la reintegración de elementos y
acontecimientos clásicos característicos del Renacimiento italiano en contraste con los
sucesos clásicos de la Edad Media, un suceso que no solamente habla de lo humanístico
sino también de lo humano.

Para finalizar podemos decir que muchos pintores recurren a la iconología como
método de expresión, generalmente no es reconocida o aceptada porque requiere del
conocimiento estructural, simbólico, del concepto que esta oculto en la pintura y de los
elementos específicos que lo conforman.
En la década de los 50 muchos artistas encontraron que el análisis iconológico
estaba propenso a caer en muchos errores. Esto explica el hecho que cuando encontramos
elementos en una pintura y hacemos una lectura de imágenes que no son reales y que no
coinciden con la intención del artista lo que comúnmente sucede es que son percibidos por
lo que el espectador quiere ver y no por el mensaje que el artista quiso mostrar.

Bibliografía
Panofsky, E. (1972). Estudios sobre iconologia. En Estudios sobre iconologia (págs. 13-
45). Madrid: Alianza Editorial.

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