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Existe una serie de pautas que todo padre puede aplicar desde que su
hijo es pequeño con objeto el prevenir conductas agresivas infantiles, así como
también preparan al menor para que reaccione ante determinadas situaciones,
por ejemplo, cuando otro niño les pega.
Los padres no deberán inculcar en sus hijos conductas agresivas, se debe
concientizar a los menores que las mismas causan daño a las personas
involucradas.
Nunca aconsejes a tu hijo a responder a la violencia con más violencia, no
enseñes la ley del Taleón o del más fuerte.
Cuando tu hijo es el que golpeó a su compañerito, accidental o
intencionadamente, es necesario enseñarle a asumir el error y disculparse, el
aprendizaje es muy importante desde temprana edad.
Dale las diversas salidas que puede tener ante el conflicto con su
amiguito e incluso pueden aplicar la técnica del roll-play.
Promueve la comunicación verbal. No llegar a los golpes. Ayuda a tu hijo
a poner límites y hacerse respetar hablando aún cuando esté ofuscado.
Ante una pelea, separa a los niños de inmediato con firmeza y
determinación, pero sin brusquedad, evitando gritos e insultos.
Impulsa la asertividad como modo de reaccionar ante una agresión. Esta
alternativa implica defender los derechos de manera clara, firme y
segura sin agredir al otro.