Es un procedimiento armónico, ordenado a la composición de los conflictos suscitados
entre las autoridades y las personas individuales y colectivas por violación, desconocimiento e incertidumbre de las normas fundamentales. No es más que un proceso judicial de jerarquía constitucional, por medio del cual se protege o se restaura el imperio de los derechos que pudieran o han sido vulnerados por un acto arbitrario de autoridad en el ejercicio de su cargo, contra las garantías otorgadas por la Constitución y las demás leyes del ordenamiento jurídico. El amparo para el jurista José Gabriel Larios Ochaita: “Es un medio de protección constitucional o de tutela de los derechos fundamentales, es un medio que busca asegurar el efectivo goce de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y las leyes y los protege de toda violación, restricción o amenaza, legal o arbitraria por parte de los órganos estatales, exceptuando la libertad física”. Por lo que, se puede hacer énfasis en que el amparo es un derecho humano. Los derechos humanos son las potestades reconocidas por el ordenamiento jurídico como inherentes a la dignidad humana, todas de protección estatal que facultan a reclamar y obtener medidas concretas de protección. El derecho de amparo, vendría a ser el poder jurídico de obtener jurisdiccionalmente del Estado mediante medidas concretas, la protección de los derechos reconocidos por la Constitución y las leyes. Asimismo, es uno de los medios jurídicos que garantizan el irrestricto respeto de los derechos inherentes al ser humano, a la libertad de su ejercicio y las normas fundamentales que rigen la vida del ser humano en la República de Guatemala, a fin de asegurar el régimen de derecho (primer considerando de la Ley de Amparo), es decir, que es el instrumento mediante el cual el Estado, incitado por el ejercicio del derecho de amparo actúa en la protección jurisdiccional de los derechos humanos y dicta las medidas concretas de tutela correspondientes. La regulación legal se encuentra en el Artículo 256, de la Constitución Política de la República de Guatemala y en la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, Decreto 1-86, Titulo ll, Capitulo l, Artículo 8.