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EL ADJETIVO

Un error muy común es pensar que los adjetivos son palabras que indican cualidades de las cosas,
seres, lugares. El problema de esa idea es ser tan categóricos, pues, los adjetivos son
determinantes del sustantivo, le aportan más información a la idea que expresan, pero no siempre
indican cualidad.

OTROS TRES COMERCIANTES GENOVESES LLEGARON AYER A NUESTRO BARRIO FABRIL.

Observen que el enunciado anterior presenta dos sustantivos: comerciantes y barrio. El primero
está determinado por las palabras otros / tres / genoveses y el segundo por las palabras nuestro /
fabril

Comúnmente se asocia la idea del adjetivo calificativo, el que marca una cualidad o característica
del sustantivo, con la pregunta ¿cómo?

Pregunta Respuestas
¿Cómo son los tres comerciantes genoveses? Otros
¿Cómo son otros comerciantes genoveses? Tres
¿Cómo son otros tres comerciantes? Genoveses
¿Cómo es el barrio fabril? Nuestro
¿Cómo es nuestro barrio? Fabril

Excepto la palaba fabril, los demás adjetivos no admiten la pregunta basada en ¿cómo? para
identificarlos.

OTROS es un adjetivo pronominal indefinido, pues no me precisa cuántos más vinieron hasta el
momento. (¿Qué tres comerciantes genoveses llegaron? > otros)

TRES es un adjetivo numeral cardinal puesto que indica la cantidad. (¿Cuántos comerciantes
llegaron? > tres)

GENOVESES es un adjetivo gentilicio puesto que indica el lugar de origen o procedencia de los
comerciantes. (¿De qué nacionalidad son los comerciantes que llegaron? > genoveses)

NUESTRO es un adjetivo pronominal posesivo porque expresa la idea de pertenencia de quien está
expresándose y la de los vecinos del enunciador. (¿De quién es el barrio fabril? > nuestro)

FABRIL es un adjetivo descriptivo calificativo puesto que la palabra expresa que es un barrio en
donde predominan las fábricas. (¿Cómo es nuestro barrio? > fabril)

El caso anterior nos pone en atención con respecto a los adjetivos. Debemos recordar que no
existen únicamente los calificativos, sino que hay más variedades. Recuperamos a continuación la
categorización semántica que se presentó en el cuadro de Categoría semántica
a) Descriptivos: ofrecen características (¿Cómo?)

a.1) Calificativos: características accidentales, modificables.

a.2) Epítetos: características propias, inmodificables.

b) No descriptivos: no ofrecen características (¿Cómo?)

b.1) Posesivos: denotan pertenencia (mi - tu - su ...)

b.2) Demostrativos: denotan ubicación del hablante (este - ese - aquel ...)

b.3) Indefinidos: denotan generalización, imprecisión (varios - algún - cierta ...)

b.4) Gentilicios: denotan procedencia (londinense - americano - japonés ...)

b.5)Numerales: denotan una cifra

b.5.1) Numerales cardinales: expresan cantidad (dos - veinte ...)

b.5.2) Numerales ordinales: expresan la ubicación

(segundo - vigésimo ...)

b.5.3) Numerales partitivos: expresan la fracción

(medio - veinteava ...)

b.5.4) Numerales múltiplos: expresan la cantidad de veces que se repite algo

(doble - veintuplo ...)

b.5.5) Numerales distributivas: expresan repartición

(cada - ambos - sendos)

Sin embargo, es cierto que los adjetivos descriptivos, sean calificativos o epítetos se los usa con
bastante regularidad pues son de suma utilidad para expresar matices sobre los conceptos a los
que se aplican. Observemos el siguiente ejemplo:

_Usted está buscando una hoja veteada, ¿verdad? Aquí tiene una.

_Sí, pero no tan veteada.

_Esta es la más veteada de las que tengo.


_¡Ah!, pero yo estoy necesitando una hoja menos veteada que esa.

Observen que la palabra veteada reúne las condiciones de ser adjetivo calificativo: tiene un
referente sustantivo, comparte con él los accidentes de género y número y admite la pregunta
¿cómo es la hoja que busca? > veteada.

Sin embargo, habrán notado que la cualidad no está presentada con la misma intensidad en cada
uno de los casos.

*En la primera oración entendemos que se busca una hoja con líneas a modo de venas, esto es lo
que significa veteado.

*En la segunda oración se plantea que esa cualidad está en demasía.

*En la tercera oración se presenta la cualidad máxima en ese objeto, pero no se descarta que
puedan existir otras hojas que superen en la cantidad de vetas a la que tiene la persona que está
ofreciendo la hoja.

*En la cuarta oración se busca que la cualidad esté presente, pero en menor grado de intensidad.

El adjetivo que es calificativo o epíteto puede estar presentado con diferentes grados de
intensidad o de matices. Esto es un recurso del idioma conocido como GRADOS DE SIGNIFICACIÓN
DEL ADJETIVO.

Se reconocen tres grados de significación:

*GRADO POSITIVO, NEUTRO O CERO: se conoce con este nombre al uso del adjetivo calificativo o
epíteto, tal como aparece en el diccionario.

Un libro interesante.

*GRADO COMPARATIVO: se conoce con este nombre a la forma usada cuando se quiere
establecer una relación entre dos elementos a partir de una cualidad.

El libro como la película son interesantes.

En este caso se comparó dos objetos: libro y película. En ellos se encontró un aspecto coincidente:
el interés que despiertan.

Sin embargo, la cualidad puede ser comparada desde tres formas diferentes: en igualdad de
condiciones, en superioridad de condiciones a favor de un elemento o en disminución de
condiciones con respecto a un elemento. A partir de esto, podremos distinguir:
a) Grado comparativo de igualdad: la cualidad que se presenta se comparte de la
misma manera entre un elemento y otro.
Se construye con TAN + ADJETIVO + COMO

El libro es tan interesante como la película.

b) Grado comparativo de superioridad: la cualidad que se presenta está en mayor


proporción en el primer elemento que en el segundo.
Se construye con MÁS + ADJETIVO + QUE

El libro es más interesante que la película.

c) Grado comparativo de inferioridad: la cualidad que se presenta está en menor


proporción en el primer elemento que en el segundo.
Se construye con MENOS + ADJETIVO + QUE

El libro es menos interesante que la película.

*GRADO SUPERLATIVO: se conoce con este nombre a la forma que indica la cualidad en su
punto más alto. La cualidad puede darse en su punto máximo en la totalidad o en un grupo. Por
eso, se distinguen dos clases de grados superlativos:

a) Grado superlativo absoluto: la cualidad está expresada en su punto máximo en


forma general o total. Se puede construir de tres formas:

*Agregándole al sustantivo la terminación –ísimo/a o en algunos casos –érrimo/a

El libro y la película son interesantísimos.


*Colocando delante del adjetivo en forma neutra los adverbios MUY,
DEMASIADO, EXCESIVAMENTE y formas equivalentes.

El libro y la película son muy interesantes /demasiado


interesantes/ excesivamente interesantes.
*Colocando un prefijo (re-; super-; archi-; requeté- …) al adjetivo.

El libro y la película son re-interesantes /super-interesantes…


b) Grado superlativo relativo: la cualidad está expresada en su punto máximo o mínimo
dentro de un grupo. Se pueden distinguir dos formas:

a) Grado superlativo relativo de grado sumo: la cualidad está presentada en su punto


máximo dentro de un grupo o se deja entrever que esa cualidad alcanzó su punto máximo hasta
ahora. Se forma con EL MÁS / LA MÁS

El libro y la película son los más interesantes de los que conozco

El libro y la película son los más interesantes (asumimos que


hasta el momento)
b) Grado superlativo relativo de grado ínfimo: la cualidad está presentada en su punto
mínimo dentro de un grupo o se deja entrever que esa cualidad alcanzó su punto mínimo hasta
ahora. Se forma con EL MENOS / LA MENOS

El libro y la película son los menos interesantes de los que


conozco.

El libro y la película son los menos interesantes (asumimos que


hasta el momento)

Identificar los adjetivos descriptivos en el siguiente texto y determinar en qué grado de


significación han sido utilizados.

“La resurrección de la rosa” (Rubén Darío)

Amiga Pasajera: voy a contarle un cuento. Un hombre tenía una rosa; era una rosa que le había
brotado del corazón. ¡Imagínese usted si la vería como un tesoro, si la cuidaría con afecto, si sería
para él adorable y valiosa la tierna y querida flor! ¡Prodigios de Dios! La rosa era también un
pájaro; parlaba dulcemente, y, a veces, su perfume era tan inefable y conmovedor como si fuera
la emanación más mágica y dulce de una estrella que tuviera aroma.

Un día, el ángel Azrael pasó por la casa del hombre feliz, y fijó sus pupilas en la flor. La pobrecita
tembló, y comenzó a padecer y a estar triste, porque el ángel Azrael es el pálido e implacable
mensajero de la muerte. La flor desfalleciente, ya casi sin aliento y sin vida, llenó de angustia al
que en ella miraba su dicha. El hombre se volvió hacia el buen Dios, y le dijo:
–Señor: ¿Para qué me quieres quitar la flor que nos diste?

Y brilló en sus ojos una lágrima.

Conmoviose el tan bondadoso Padre, por virtud de la lágrima paternal, y dijo estas palabras:

–Azrael, deja vivir esa rosa. Toma, si quieres, cualquiera de las de mi jardín azul.

La rosa ha recobrado el encanto de la vida. Y ese día, un astrónomo exclamó, desde su


observatorio:

_ ¡Qué magnífico! Se ha producido un prodigio quizás único e irrepetible.

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