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LA PERIODIZACIÓN DE LA HISTORIA

(Resumen Historia I)

La periodización como herramienta propone dividir la Historia de la humanidad en distintos


periodos que posean rasgos comunes entre sí, lo suficientemente importantes para hacerlos
cualitativamente distintos a otros. Esto nos da lugar a amplios márgenes temporales que también
son llamados Edades.

La periodización clásica

En la actualidad existe un consenso sobre los distintos periodos de la Historia de la Civilización


Occidental, que tiene su origen en los términos acuñados por Cristóbal Celarius (1638-1707),
historiador alemán y profesor de retórica e histórica en la Universidad de Halle. La primera vez que
surgió esta periodización fue en su obra Historia Antigua, editado en 1685.

La periodización de Celarius tiene en cuenta como hechos más relevantes el mundo clásico greco
romano y el Renacimiento. Por tanto, Celarius acuñó los nombres de Edades Antigua, Media y
Moderna. Según él, la Historia Antigua llegaba hasta el emperador romano Constantino (324 d.C.),
y la Historia Moderna empezaba con la caída de Constantinopla en 1453 y persistía en la propia
época de Celarius. El periodo entre las dos fechas fue llamado Edad Media.

Posteriormente, Johann Christoph Gatterer, también historiador alemán, adopta esa división
tripartita en su obra. Pero además realiza una serie de modificaciones, situando el final de la Edad
Antigua en el año 476 (año de la caída de Roma) y el inicio de la Edad Moderna en 1492
(descubrimiento de América) o 1517 (el inicio de la reforma luterana). A partir de entonces, esta
división de la Historia en tres periodos se generalizó, gracias también a que era un modelo que
sustituía a la tradicional concepción de la Historia definida por la Iglesia Católica.

Críticas a la periodización clásica de la Historia

La primera crítica se centra en una cuestión cronológica. Aunque la división temporal de la Historia
facilita su estudio, crea la sensación de que el devenir histórico se ha desarrollado con líneas de
ruptura. A pesar de que ciertas fechas tuvieron su significado y se puede hablar de una fecha
relevante en la Historia, durante esos momentos no se produjeron grandes rupturas dentro de la

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sociedad que les hiciera ver a ellos mismos que entraban en una nueva época histórica. Añadido a
esto, existen historiadores que proponen fechas diferentes, como pudiera ser la invención de la
imprenta (1450) o incluso el nacimiento del Islam.

En segundo lugar, es demasiado eurocéntrica al tener como eje central la civilización europea y
occidental. Así, deja de lado a otros lugares del mundo como el Extremo Oriente o América. En
algunas regiones no se puede hablar de paso de Edad Antigua a Edad Media, o de pasos a Edad
Moderna. Este eurocentrismo genera grandes controversias en la actualidad y por ello se puede
decir que es una periodización de la civilización occidental.

En tercer lugar, existe una problemática respecto la Edad Media. Esta denominación nació como
resultado de poner un nombre entre la Edad Antigua y la Edad Moderna. Esta designación revela
una nomenclatura realizada de un modo subjetivo, lo que provoca que en numerosas ocasiones este
periodo sea visto de forma despectiva y con no pocos prejuicios. Asimismo, también hay otros
debates en torno al concepto de contemporaneidad y su periodo de inicio, que puede variar desde la
fecha de la Revolución Francesa (1789) o la finalización de la Primera Guerra Mundial (1918),
según qué historiadores o según países.

Consenso. Ventajas de la periodización clásica de la Historia

A pesar de todas las críticas recibidas, la importancia de esa periodización histórica se deriva en que
nos permite ordenar y clasificar sociedades concretas y facilita el estudio de forma particular y
general. De ahí que se mantenga el consenso, aun habiendo de forma paralela numerosas críticas a
la periodización realizada y la propuesta de nuevos parámetros de diferenciación.

Según este modelo, la periodización será la siguiente:

1. Prehistoria. Es el periodo de tiempo desde la aparición de los primeros homínidos hasta el inicio
de la escritura. A su vez, se divide en:

*Paleolítico. También llamada Antigua Edad de Piedra, y que se suele dividir también en
Paleolítico inferior, medio y superior. Ligado a los periodos más antiguos de la humanidad y antes
de la llegada de la agricultura.

*Mesolítico/Epipaleolítico. Es un periodo de transición entre el paleolítico y el neolítico.

*Neolítico. Es la Nueva Edad de Piedra, ligada al nacimiento de la agricultura en Oriente Próximo.

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*Edad de los metales: calcolítico, edad del bronce, edad del hierro. Es el periodo de tiempo en el
que se descubren los metales y se van formando sociedades más complejas que las anteriores. Son
periodos de tiempo que en algunos espacios pueden coexistir con periodos históricos.

2. Historia. Es el periodo de tiempo en el que aparece la escritura y los primeros estados. Suele
empezar en el siglo IV A.C. en Oriente Próximo con la aparición de la escritura en Mesopotamia y
perdura hasta la actualidad. A su vez se divide en los siguientes periodos:

*Edad Antigua. Es el periodo que marca desde los inicios de la escritura (s. IV-III a.C) hasta el fin
del Imperio Romano de Occidente (476 d.C). En este periodo surgirán las grandes civilizaciones
como la persa, la griega y la romana.

*Edad Media. Es el periodo que abarca desde la caída de Roma (476 d.C) hasta la caída del Imperio
Romano de Oriente (1453), aunque en ocasiones también se utiliza como fecha final el
descubrimiento de América en 1492. Dentro de la Edad Media también se suele dividir en Alta,
Plena y Baja Edad Media.

*Edad Moderna. Es el periodo que abarca desde el final de la Edad Media hasta el inicio la Edad
Contemporánea. La fecha del final de la Edad Moderna se suele dar en la Revolución Francesa
(1789), en los inicios de la Revolución Industrial (S. XVII-XIX), o incluso en el final de la Primera
Guerra Mundial (1914). Aunque de forma general la fecha dada será la de la Revolución Francesa
(1789).

*Edad Contemporánea. Es el periodo de tiempo que abarca desde el final de la Edad Moderna hasta
el presente. En ocasiones, muchos historiadores dan a los últimos años la denominación de historia
del mundo actual ya que aún no se tiene un periodo de tiempo necesario para realizar un análisis
historiográfico de los hechos acontecidos.

MATERIALISMO HISTÓRICO: LA PERIODIZACIÓN MARXISTA DE LA HISTORIA

La alternativa a la división tradicional es la marxista, basada en el método de estudio llamado


materialismo histórico. Karl Marx fue el primero que intentó clasificar los periodos históricos
basándose en sus características económicas y sociales (que denomina estructura) en lugar de sus
características políticas o ideológicas (que denomina superestructura). Para ello utilizó su concepto

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de modo de producción, definido por el tipo de relaciones sociales y técnicas de producción que se
establecen entre las distintas clases sociales definidas por sus intereses económicos.

Según esta periodización, la Historia se divide en modos de producción, los cuales pueden
convivir en el tiempo y en distintas partes del mundo; lo que permite una Historia no eurocéntrica.
Pero lejos de establecer unos modos de producción inmutables, en el marxismo se ha discutido
cuáles son y cómo se suceden, e incluso si todas las sociedades han de pasar por todos ellos.

Según este modelo, la periodización será la siguiente:

° Modo de producción comunitario primitivo. El individuo se encuentra unido al medio de


producción directo, que es la naturaleza. Esta unión se da de forma natural e involuntaria lo que
condiciona al individuo a vivir atado a la tierra sin ser consciente de ello. Pues es el único medio
que conoce para producir. La propiedad es totalmente comunitaria y el trabajo, beneficios y
productos son compartidos por la comunidad misma.

° Modo de producción asiático. Se caracteriza por ser el paso de la sociedad primitiva a una más
estructurada donde aparece el Estado como administrador de la propiedad comunal y donde se
inicia a estratificar la sociedad de manera que una cúpula minoritaria toma el poder para dirigir a un
conjunto de comunidades con fines comunes, pero también para controlar el excedente de la
producción. Este excedente de producción se recibe o se da en forma de tributo y en ocasiones en
forma de trabajo directo.

° Modo de producción esclavista. Se caracteriza por centrar su fuerza de trabajo en personas


privadas de su libertad, obligadas a trabajar de forma directa la tierra o los medios que permiten la
subsistencia de una sociedad, sin ser parte directa de los beneficios o que exista una relación con la
sociedad que forma el Estado. Generalmente, se toma como ejemplo el esclavismo griego o romano
con base en la explotación de personas no pertenecientes a sus sociedades. Aquí la guerra pasa a ser
la principal actividad económica que aportará mano de obra, herramientas y nuevos productos.

° Modo de producción feudal. Se caracteriza porque los individuos, aunque con derechos sobre las
tierras y cierto grado de independencia, trabajan para un señor feudal quien administra todo el
territorio. Entonces, se los separa de la producción de sus bienes al estar sometidos a procesos de
servidumbre y vasallaje forzados. Lo obtenido de la producción tampoco es administrado de forma
directa por los productores, sino por su señor.

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° Modo de producción capitalista. Constituye el punto máximo de enajenación entre el individuo y
los medios de producción. Este modo se caracteriza por la aparición del capital que sustituye lo
central, que en los modos anteriores es la fuerza productiva. El capital, al ser el centro de la
producción en este modo, condiciona el trabajo del individuo al pago de un salario único sin tener
beneficio directo de la producción. Al producto se añade un valor de producción para un mercado
específico, lo que representa generación de riqueza únicamente para el dueño de los medios de
producción y no para la fuerza productiva.

Por tanto, el materialismo histórico afirma que la producción de bienes materiales, el sistema de
producción concreto, es lo que condiciona toda la Historia de la humanidad, que es concebida por
Marx como un proceso de maduración de la especie humana para producir medios con los que
satisfacer las necesidades.

Pero Marx afirma que la dialéctica es el motor de la Historia, concibe la Historia animada por la
presencia de la contradicción en el seno de la realidad, es decir, de la materia, de lo económico. Por
consiguiente, las contradicciones históricas son las que tienen lugar en el nivel de la estructura
económica: en las relaciones entre los propietarios de los medios de producción y las fuerzas
productivas. Estas contradicciones se manifiestan en la lucha de clases. Las contradicciones entre
las fuerzas productivas y los propietarios de los medios de producción son contradicciones entre
seres humanos que protagonizan esas relaciones. Las contradicciones a nivel humano son
producidas por la distinta posición de unos con otros en el proceso productivo.

La supresión de esos contrarios sólo se puede dar a través de la lucha, porque la dialéctica implica
supresión de unos de los contrarios. Con esa lucha de clases se avanza hacia la sociedad sin clases,
sin explotadores ni explotados, bajo la forma del modo de producción comunista.

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