Está en la página 1de 22

UNIVERSIDAD INTERAMERICANA

PARA EL DESARROLLO

EQUIPO 03:
 Diana Rubi Rosales Gómez - ID: 634194
 Jesica Jazmín Gutiérrez Hernández – ID: 605654
 Rubén Obed Martínez Juárez – ID: 301522
 Eduardo Becerra Sánchez - ID: 648606

CARRERA:
Lic. en Derecho
8º cuatrimestre

MATERIA:
Responsabilidad Social

DOCENTE:
Lic. Carolina Verónica León Lozada

SESIÓN 03
Pre-proyecto

Aguascalientes, Ags., a 18 de abril del 2023


INTRODUCCION

Al cursar esta materia, como estudiantes del derecho, hemos podido darnos
cuenta de que el tema de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) resulta de
importancia dentro de esta carrera, ya que si bien no va tan de la mano, al final de
cuentas es importante dominar y conocer este tipo de temas, ya que en algún futuro
nos permitirá accesar a alguna empresa, y como abogados tenemos un amplio
mercado laboral, ya sea en la simple constitución de la misma empresa, así como
temas de defensa en muchas otras cuestiones.

La Responsabilidad Social también llamada Responsabilidad Social Corporativa


(RSC), es la forma de conducir los negocios de las empresas y organizaciones que se
caracteriza por tener en cuenta los impactos que todos los aspectos de sus actividades
generan sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales,
medioambiente y sobre la sociedad en general. Implica el cumplimiento obligatorio de
la legislación nacional e internacional en el ámbito social, laboral, medioambiental y de
Derechos Humanos, así como cualquier otra acción voluntaria que la entidad quiera
emprender para mejorar la calidad de vida de sus empleados, las comunidades en las
que opera y de la sociedad en su conjunto.

La implementación de la gestión de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)


se está extendiendo progresivamente en las empresas y organizaciones como
consecuencia de las diferentes presiones que reciben del entorno social, así como de
la propia conciencia empresarial.

En el contexto en el que se mueven todas las entidades del siglo XXI, la RSC es
una necesidad derivada del cambio de valores en la ciudadanía, que ha generado
nuevas dinámicas empresariales y nuevos roles. Por un lado, un papel más activista en
los consumidores, que exigen mucho más que localidad en los productos que
consumen: esperan que la empresa cuide el medio ambiente, que respete los derechos
humanos y que sea transparente. Por otro lado, las grandes empresas y
organizaciones exigen a sus proveedores contar con un mínimo de información social y
medioambiental e incrementar los controles sobre estas últimas para asegurarse que
cumplen con los principios de la RSC.
INDICE
Contenido
INTRODUCCION.............................................................................................................................2
INDICE..............................................................................................................................................3
Nombre y logo de la empresa....................................................................................................4
MISIÓN...............................................................................................................................................5
VISIÓN................................................................................................................................................5
VALORES.............................................................................................................................................5
ORGANIGRAMA GENERAL DE LA EMPRESA.......................................................................................6
CODIGO DE ETICA...............................................................................................................................7
Nombre y logo de la empresa

Al realizar un minucioso análisis como equipo, decidimos escoger una empresa ya existente y
sobre todo, orgullosamente aguascalentense, con el objetivo de plasmar a ciencia cierta y sin
invenciones personales, la manera tan exitosa en la que esta empresa ha ido evolucionando a lo
largo de los años.

El nombre de nuestra empresa es: “FRIGORIZADOS LA HUERTA S.A. DE C.V.”

LOGO:

MISIÓN
Somos un grupo: agroindustrial familiar, social y ecológicamente responsable, que
asume el compromiso de producir, procesar y distribuir alimentos sanos, prácticos
y nutritivos de calidad mundial.
VISIÓN
Ser una empresa mexicana capaz de trascender por la fortaleza de sus valores
fundacionales de manera institucional con responsabilidad social y ecológica.
De comercialización global de alimentos, con nuestras marcas reconocidas por la
inocuidad y calidad de sus productos.
Competitiva por su capital humano y la combinación entre tecnología,
investigación y desarrollo en procesos y productos.
Sana financieramente con capacidad para el crecimiento sostenible.

VALORES

Los valores son parte esencial de una empresa, pues le dan una verdadera
identidad como lo es ahora “Grupo La Huerta”. Desde el inicio se ha reflejado el
compromiso de cada integrante de esta gran familia y gracias a ello seguimos
avanzando y alcanzando metas y visualizando nuevos objetivos. El objetivo es
sostenerse y seguir actuando a través de ellos para continuar avanzando no solo
en el ámbito laboral, sino, personal y social.
 Respeto y responsabilidad
Cuidado de los recursos del medio ambiente, capital humano y materiales.
 Innovación y Desarrollo
Como fórmula del éxito para el crecimiento y la sustentabilidad.

 Integridad y Honradez
Hacer lo correcto por las razones correctas y del modo correcto.

 Trabajo en equipo
Para superar adversidades y lograr los objetivos que nos proponemos.

NUESTROS PROCESOS

1. Seleccionamos semillas certificadas para cultivar en el campo y en


invernaderos.

2. Regamos todos nuestros cultivos con agua de pozo utilizando el método


por goteo, para favorecer el rendimiento de la planta y ahorrar agua.

3. Cuidamos nuestras plantaciones utilizando organismos vivos para regular


las poblaciones de plaga, evitando recurrir a pesticidas químicos, los cuales
son nocivos para la planta, el ambiente y la salud de quién lo manipula y
consume.

4. Cosechamos, procesamos y congelamos, todo en un solo día, para


conservar la mayor cantidad de nutrientes y frescura en nuestras frutas y
verduras. Todo ello con los más altos estándares de inocuidad y calidad.

5. Seguimos paso a paso el proceso de distribución de nuestros productos.


Para garantizar los productos de la mejor calidad desde el campo hasta tu
mesa; es decir desde la semilla hasta el punto de venta.

RESPONSABILIDAD SOCIAL

La Huerta busca extender sus prácticas a todo su círculo de influencia, a través de


mejoras sociales, económicas y ambientales. Como empresa, somos conscientes
del impacto que generan nuestras decisiones en la calidad de vida de nuestros
empleados, comunidades aledañas, medio ambiente y demás personas que de
alguna otra manera forman parte de nuestra empresa.

Por tal motivo, estamos comprometidos a influir de manera positiva en cada uno
de nuestros grupos de interés, desarrollando actividades que promuevan el
crecimiento de la sociedad, tales como:
SALUD
Brindamos a nuestros trabajadores y a sus familias un servicio de consultorio
médico interno y farmacia. Como parte de este apoyo se ofrece consulta
psicológica, programas de vacunación y más.
EDUCACIÓN
Llevamos más de 30 años con el programa Becas favoreciendo el acceso de niños
y jóvenes a la educación, lo cual ha sido reflejado sobre su formación integral.
Se otorgan becas a hijos de nuestros empleados como apoyo e incentivo para que
sigan estudiando. También contamos con un salón donde nuestros empleados
pueden tomar clases de primaria, secundaria y preparatoria.
Seguiremos incentivando la educación y no sólo intelectual, sino aquella que lleva
consigo los valores familiares, morales, éticos y sociales.
ESTA ES TU CASA
Sabemos que un sueño no se hace realidad mágicamente: Se necesita paciencia,
determinación y trabajo duro, incluso hasta sudar, todo esto sin perder la visión del
objetivo que queremos alcanzar, un ejemplo de ello es el programa implementado
en La Huerta “Esta es tu casa”.

 Hasta el momento se han realizado un total de 92 viviendas.


 El trabajador ahorra 61% aprox. del valor total de la vivienda.

2019:

 Total de colaboradores voluntarios: 48


 Total de colaboradores con apoyo económico: 61
 Total de familiares de los beneficiarios que participaron: 52

2020:

 Total de colaboradores con apoyo económico: 58

TRANSPORTE
Se otorga un servicio gratuito de transporte a todos los trabajadores de La Huerta.
Actualmente se cuenta con diversas rutas y autobuses para facilitar su traslado en
el día a día. Todo con la finalidad de cuidar su bienestar y darles mayor
comodidad.
GUARDERIA
Contamos con una guardería (CENDI), la cual está Incorporada al Instituto de
Educación del Estado de Aguascalientes (IEA), donde también se otorga el apoyo
de entrenamiento a mamás primerizas.
En la Huerta cuidamos el tesoro más valioso: Nuestra familia. 
En nuestro CENDI, se atienden más de 80 pequeños, a los cuales se les ofrece
todos los días; desayuno, comida, colación reforzada, hidratación y fórmulas
lácteas. Además de un monitoreo continuo de su estado de salud y nutrición.

DEPORTES
Como programa de desarrollo físico y mental contamos con: 

 Torneos internos y externos 


 Acceso gratuito a canchas deportivas 
 Campo de béisbol 
 Campo de fútbol soccer
 Pista de atletismo 
 Área de voleibol 
 Ciclopista 
 Premios para los ganadores 
 Uniformes gratuitos 
 Entrenadores altamente calificados.

COMEDOR
Sin duda la suma de esfuerzos merece ser recompensada día a día. El compartir
la mesa es un símbolo de unión, algo que para el grupo La Huerta es muy
importante para cumplir nuestros objetivos porque más allá de ser compañeros de
trabajo, somos una gran Familia.
Dentro de las instalaciones de La Huerta se cuenta con un comedor, donde se
sirven a todos nuestros empleados alimentos que son vigilados por nutriólogos y
preparados por un gran equipo de cocina. Actualmente se sirven más de 1000
platillos diariamente.

PRESTAMOS ESPECIALES
Se otorgan préstamos personales con una tasa de interés del 0%, con la finalidad
de apoyar a nuestros empleados en los momentos que así lo requieran.
Actualmente se han visto beneficiados 4845 trabajadores.
CICLOVÍA
Siempre viendo más allá… La empresa “La Huerta” buscando la seguridad,
comodidad y la mejora de la calidad de vida de sus trabajadores, así como de los
habitantes de las comunidades cercanas se dio a la tarea de realizar 4.01
kilómetros de ciclovía bidireccional

 El inicio de la construcción fue en julio del 2017 


 Inauguración el 11 de mayo del 2019.  

Gracias a todo el voluntariado por ser parte de esta gran obra, la unión de
esfuerzos siempre dará grandes resultados.

ORGANIGRAMA GENERAL DE LA EMPRESA


CODIGO DE ETICA

Dimensión económica

No solo se valora la rentabilidad, sino cómo se logra. Se cuida la gestión, el trato a


los clientes, la productividad, entre otros aspectos.

Por ejemplo, en LA HUERTA tenemos un compromiso que nuestra cadena de


abastecimiento estará libre de deforestación a más tardar al 2030.
La industria alimentaria es exigente y competitivo. Por eso, la innovación es crucial
para que los negocios se consoliden a pesar de la fuerte competencia (Revista
Alimentaria, 2009).

En este escenario, la rentabilidad se convierte en el resultado que identifica a los


negocios que logran generar utilidades a partir de esta estrategia.
Conoce cómo usar los indicadores de rentabilidad en tu empresa de alimentos
para fortalecer la innovación en la industria.

Entendiendo la relación entre mantenerse rentable y la innovación

Para que una empresa de la industria alimentaria se desarrolle y perdure en el


tiempo, la innovación debe estar presente de forma habitual (Revista Alimentaria,
2009).

Y es a partir de un seguimiento de los indicadores de rentabilidad que puedes


asignar mejor tus recursos económicos para potenciar el desarrollo del negocio.
Resulta que, en general, las empresas que realizan inversión en innovación
consiguen fortalecer su competitividad y lograr un mejor desempeño en ventas,
pues son capaces de desarrollar nuevos y mejorados productos y procesos
(Córdoba-Vega y Naranjo-Valencia, 2017).

Por otra parte, una empresa rentable puede invertir más en innovación.

De hecho, la inversión en I+D+i se ha convertido en el motor fundamental para el


crecimiento de la productividad y puede proporcionar ventajas competitivas a las
empresas, sostenibles en el largo plazo (López Fernández et al., 2017).
Ahora, puede parecer que medir y analizar tu operación sea una tarea compleja,
pero la verdad es que una vez aprendes a elaborar y evaluar tus indicadores,
puedes conocer mejor tu empresa y tomar decisiones acertadas para reinvertir tu
capital.

¿Cuáles son los principales indicadores de rentabilidad en la industria

alimentaria?
La base para tomar buenas decisiones en la dirección de tu negocio de alimentos
es recopilar y analizar la mayor cantidad de información posible.

Los datos se convierten en un insumo clave para conocer mejor a tus


consumidores, identificar tus debilidades y fortalezas, y desarrollar estrategias de
innovación.
Por eso, a continuación, te mostraremos cuáles son los principales indicadores
que puedes analizar.

 Flujo de caja. Se elabora consolidando todos los ingresos que genera tu


establecimiento y restándole las salidas de dinero en el mismo periodo.
Puede hacerse de forma mensual o semanal. La diferencia es un indicador
de la viabilidad de tu operación y se utiliza para proyectar las ventas
esperadas en diferentes escenarios (Montenegro, s.f.).
 Número de clientes y ventas que generan. A mayor cantidad de ventas que
generes hay una mayor probabilidad de tener una mejor rentabilidad. Los
negocios se sostienen cuando los costos de operación son menores a los
ingresos que generas (Padilla, 2018).
 Costos por producto vendido. Determinar los costos de cada proceso y
producto que vendas es vital para determinar su rentabilidad. Recuerda
incluir los costos de los materiales, más todo lo necesario para conservarlos
y procesarlos (Vargas, 2018).

Mide tus ventas diarias, identifica los productos que concentran los ingresos más
altos y de mayor rotación.
Esto te guiará para enfocar tus estrategias buscando potenciar lo mejor de tu
portafolio.

Es siguiendo de cerca los indicadores de rentabilidad que algunas empresas


colombianas de alimentos, como LA HUERTA han conseguido apalancar su
innovación.
Y es que la constante búsqueda de alternativas de nutrición y nuevos productos
puede llevar a una compañía a posicionarse como una de las mayores
generadoras de cambio en el sector (Revista Dinero, 2017).

La industria alimentaria es exigente y competitivo. Por eso, la innovación es crucial


para que los negocios se consoliden a pesar de la fuerte competencia (Revista
Alimentaria, 2009).
En este escenario, la rentabilidad se convierte en el resultado que identifica a los
negocios que logran generar utilidades a partir de esta estrategia.
Conoce cómo usar los indicadores de rentabilidad en tu empresa de alimentos
para fortalecer la innovación en la industria.

Entendiendo la relación entre mantenerse rentable y la innovación

Para que una empresa de la industria alimentaria se desarrolle y perdure en el


tiempo, la innovación debe estar presente de forma habitual (Revista Alimentaria,
2009).

Y es a partir de un seguimiento de los indicadores de rentabilidad que puedes


asignar mejor tus recursos económicos para potenciar el desarrollo del negocio.
Resulta que, en general, las empresas que realizan inversión en innovación
consiguen fortalecer su competitividad y lograr un mejor desempeño en ventas,
pues son capaces de desarrollar nuevos y mejorados productos y procesos
(Córdoba-Vega y Naranjo-Valencia, 2017).

Por otra parte, una empresa rentable puede invertir más en innovación.

De hecho, la inversión en I+D+i se ha convertido en el motor fundamental para el


crecimiento de la productividad y puede proporcionar ventajas competitivas a las
empresas, sostenibles en el largo plazo (López Fernández et al., 2017).
Ahora, puede parecer que medir y analizar tu operación sea una tarea compleja,
pero la verdad es que una vez aprendes a elaborar y evaluar tus indicadores,
puedes conocer mejor tu empresa y tomar decisiones acertadas para reinvertir tu
capital.

¿Cuáles son los principales indicadores de rentabilidad en la industria alimentaria?

La base para tomar buenas decisiones en la dirección de tu negocio de alimentos


es recopilar y analizar la mayor cantidad de información posible.
Los datos se convierten en un insumo clave para conocer mejor a tus
consumidores, identificar tus debilidades y fortalezas, y desarrollar estrategias de
innovación.
Por eso, a continuación, te mostraremos cuáles son los principales indicadores
que puedes analizar.

 Flujo de caja. Se elabora consolidando todos los ingresos que genera tu


establecimiento y restándole las salidas de dinero en el mismo periodo.
Puede hacerse de forma mensual o semanal. La diferencia es un indicador
de la viabilidad de tu operación y se utiliza para proyectar las ventas
esperadas en diferentes escenarios (Montenegro, s.f.).
 Número de clientes y ventas que generan. A mayor cantidad de ventas que
generes hay una mayor probabilidad de tener una mejor rentabilidad. Los
negocios se sostienen cuando los costos de operación son menores a los
ingresos que generas (Padilla, 2018).
 Costos por producto vendido. Determinar los costos de cada proceso y
producto que vendas es vital para determinar su rentabilidad. Recuerda
incluir los costos de los materiales, más todo lo necesario para conservarlos
y procesarlos (Vargas, 2018).
 

Mide tus ventas diarias, identifica los productos que concentran los ingresos más
altos y de mayor rotación.
Esto te guiará para enfocar tus estrategias buscando potenciar lo mejor de tu
portafolio.

Es siguiendo de cerca los indicadores de rentabilidad que algunas empresas


colombianas de alimentos, como LA HUERTA han conseguido apalancar su
innovación.
Y es que la constante búsqueda de alternativas de nutrición y nuevos productos
puede llevar a una compañía a posicionarse como una de las mayores
generadoras de cambio en el sector (Revista Dinero, 2017).

En función de las ventas

El primer criterio básico es considerar que el producto estrella es aquel que más
vende. Para ello debes analizar los indicadores cuantitativos de tu empresa y
comprobar cuál ha sido la evolución en el tiempo: “intenta hacer un DAFO, analiza
cuáles son tus puntos fuertes y crúzalo con las necesidades del mercado. Cuanto
más puedas detallar los ingresos, mejor podrás ver la evolución en el tiempo: qué
pasa hoy y qué pasa hoy con respecto al año pasado”, recuerda Ana María
Varela, directora ejecutiva de ESADE Brand Institute. Y ello debes relacionarlo con
el crecimiento del mercado, porque como señala Luis Sánchez Villa, profesor de
ESIC, “el producto estrella es el que está vendiendo mucho en un mercado
creciente, es decir, el que necesita todavía mucho apoyo porque no ha llegado a la
madurez. Cuando alcanzan esa cúspide, ya dejan de ser productos estrellas y hay
que sustituirlo.”

En función del margen. A menudo nos dejamos llevar por los cantos de sirena de
los ingresos que nos reporta una de nuestras referencias, pero olvidamos sopesar
cuánto nos ha costado ponerla en el mercado: coste de fabricación, de
elaboración, de distribución, de promoción, de diseño y de adquisición (es decir,
cuánto me cuesta captar cada uno de mis clientes). Sin estos análisis es imposible
valorar qué margen queda de cada producto, de manera que puede darse el caso
de que el producto que vendo más no sea el más rentable y la gestión de mi
cartera no esté siendo la correcta.

En función del prestigio. En tercer lugar, puede ocurrir que tu producto estrella
no sea el que más te aporte económicamente, pero sí en cuestión de imagen. Si
es un producto que me permite acceder a un público o a un cliente que me puede
abrir las puertas de muchos otros potenciales compradores, que me genera
prestigio o que me permite, por ejemplo, la venta cruzada, puede resultar que se
convierta finalmente en el más interesante de la cartera

Cómo reconocerlo

Sea cual sea el criterio elegido, ¿cómo reconocerlo? Rodilla, por ejemplo, realiza
diversos análisis para identificar su producto estrella, el famoso sándwich de
ensaladilla rusa del que venden más de 3,3 millones de unidades al año: “Análisis
de ventas globales y por categorías; análisis cualitativos con consumidores, en el
que valoran sus gustos y preferencias, y opiniones en redes sociales, tanto
propias como externas”, señalan desde la compañía. Fuentes de información
(encuestas, indicadores, redes sociales, foros, chats) a las que puede recurrir
cualquier emprendedor. Y una vez identificado nuestro superproducto es
importante poner en marcha estrategias que permitan gestionar correctamente la
cartera para, por un lado, proteger al number one de mi portafolio y, por otro,
impulsarlo. La recomendación es hacer una política estratégica en una doble
dirección: hacia la gestión del producto en particular y de la cartera en general.
Veámoslo.

Gestión del producto

Con patente y marca. Cuando nuestro producto estrella implica una innovación,


conviene patentarlo o protegerlo intelectual o industrialmente y ampararlo bajo el
paraguas de marca. Para Manel Guerris, profesor de EAE, “todo lo que es
branding, logos, publicidad… que tu marca se vea frente a la competencia es una
estrategia muy efectiva. Cuando envíes un e-mail,que la primera palabra que
aparezca sea el logo o el nombre de empresa para que impacte en el cerebro de
tus potenciales clientes”.

Al infinito y más allá (otro público, otro canal, otro sector). Una forma de proteger
y potenciar tu producto estrella es dirigiéndolo a mercados diferentes a los
pensados inicialmente. La internacionalización es una buena alternativa, pero no
la única.

Otra es adaptarlo a públicos o segmentos diferentes, garantizándole nuevas vidas.


Renueva, renueva y renueva. Saca versiones nuevas constantemente de tu
producto estrella para prolongar al máximo su ciclo de vida. “Trata de mejorar el
producto, introduce funciones. Xiaomi, por ejemplo, en cinco años ha pasado e
facturar 0 a 100 millones de dólares en el sudeste asiático. Lo que hicieron fue
escuchar lo que quieren los usuarios de móvil y sacar nuevas versiones del
software”, explica Guerris. Debes innovar y renovar una y otra vez con la vista
puesta en tres años.

Reduce margen. Cuidado con esta estrategia. Si englobamos el producto estrella


bajo el paraguas de la Matriz BCG (ver recuadro), tenemos capacidad de
maniobrar con los precios porque estamos ante un mercado en crecimiento y
contamos con una cuota importante, lo que nos permite reducir nuestros
márgenes para obstaculizar la entrada de la competencia. Pero las guerras de
precio siempre son muy peligrosas porque pueden provocar el colapso del
mercado y hacer que perdamos toda la rentabilidad.

Mucho marketing relacional. “Tienes que estar encima de tus clientes, de las


empresas y de los canales de distribución y hacer mucho marketing relacional”,
insiste Guerris. Algo que corrobora Villa: “Es, en este momento, cuando hay que
hacer mucho hincapié en el marketing relacional porque el producto estrella es la
locomotora de nuestra empresa y hay que trabajar para sustituir la relación
producto/cliente por compañía/ cliente”. Sé proactivo: propón a tu cliente
descuentos y promociones especiales.

 
 
 
 
Dimensión social
Los empleados son el centro de atención de la organización. Se ponderan
aspectos como equilibrio con la vida familiar y promoción de la igualdad (Chiesa,
2016).

Por eso, durante 2019 en LA HUERTA realizamos programas de capacitación


para el crecimiento de nuestro equipo de colaboradores.

GPTW es un ejemplo más sólido que la agenda de talento, entendiendo que el


compromiso con la salud, seguridad y bienestar de nuestra gente y sus familias es
una de las 4 cosas que nos importa como organización.

GPTW reconoce nuestros esfuerzos ubicándonos como la empresa #6 para


trabajar en Colombia.

En la dimensión social también es necesario que las empresas presten atención a


la comunidad para detectar problemáticas a resolver.

En las comunidades vecinas a los centros de operación de LA HUERTA se


desarrollan actividades de impacto social y/o ambiental.

Se ejecutan a través de donaciones, voluntariados o vinculación con


organizaciones como la Asociación de Bancos de Alimentos.

La dimensión social del desarrollo sostenible, como su nombre lo indica se


relaciona con las condiciones que tenga el individuo para satisfacer las
necesidades de índole social, de aquí que se defina, a juicio de los autores, como
aquel desarrollo que permita igualdad de condiciones para el despliegue de todas
las potencialidades del individuo, lo cual exige, entre otros aspectos, garantizar la
satisfacción de necesidades tales como:

Estado nutricional y alimentación adecuada.

Recibir una educación adecuada que incluya además de la instrucción necesaria,


conocimientos sobre el medio ambiente, es decir, una educación medioambiental.

El desarrollo cultural del individuo.

Tener oportunidades para la constante superación y capacitación del individuo y


su realización como profesional.

Contar con una vivienda confortable, enclavada en un ambiente sano.

Tener asegurado un empleo, etc.

Esta dimensión se identifica con el enfoque humano del desarrollo, que comienza
a divulgarse a principios de la década de los 90 del siglo XX. El surgimiento del
enfoque del desarrollo humano puede enmarcarse en los años 70, cuando en la
Universidad de Sussex, del Reino Unido, se realizó un estudio sobre cómo
conciliar crecimiento y distribución social. A finales de la década de los 80 se dan
las condiciones para avanzar hacia una revalorización de la dimensión humana del
desarrollo, y en 1990 el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
reformula y conforma una nueva dimensión sobre el desarrollo humano, el cual se
concibe “no sólo como el ingreso y el crecimiento económico, sino que engloba
también el florecimiento pleno y cabal de la capacidad humana y destaca la
importancia de poner a la gente (sus necesidades, aspiraciones y opciones) en el
centro de las actividades de desarrollo”.

Hacemos énfasis en este aspecto considerando que el crecimiento económico y el


desarrollo social son partes de un todo y ambos se complementan. La madurez y
la estabilidad del crecimiento económico dependen en gran medida del nivel que
haya alcanzado el desarrollo social; por otro lado, éste está determinado por los
ritmos de crecimiento económico, por el estado de la economía y por el nivel de la
producción, pues es en esta última esfera donde se crean los valores de uso
indispensables para satisfacer las necesidades de la sociedad y así garantizar
igualdad de condiciones para el despliegue de todas sus potencialidades.
Considérese que el hombre, factor decisivo del proceso de producción, podrá
reproducir su capacidad de trabajar y aportar más en la medida en que pueda
satisfacer con más holgura sus necesidades, si está físicamente más sano, mejor
alimentado, si tiene una capacidad intelectual mayor, con un desarrollo cultural
más alto y con una elevada conciencia ambiental, es decir, un desarrollo
multilateral. Esto significa que nunca pueden ser entendidos como objetivos
conflictivos el desarrollo económico y el social, pues ambos se complementan,
exigiendo tanto uno como el otro de un medio ambiente biofísico natural
conservado, arista ambiental de tan complejo proceso.

Sin lugar a duda, existen puntos de contacto y diferencias entre la concepción de


desarrollo sostenible y la de desarrollo humano. Ambas constituyen diferentes
enfoques en su conceptualización, teniendo en cuenta diversas dimensiones de
tan complejo proceso y surgen en contraposición al carácter netamente
cuantitativo que hasta entonces había tenido el desarrollo. El desarrollo sostenible,
asociado más que todo a las cuestiones de la conservación de los recursos
naturales, también tiene en cuenta, aunque no siempre, la dimensión económica y
social. El desarrollo humano enfatiza en el aspecto social, por lo que considera
como dimensiones fundamentales: la equidad, la sustentabilidad, la productividad,
la potenciación, la cooperación y la seguridad.

Ambos enfoques se complementan y convergen en un desarrollo humano


sostenible, y es así cómo, en la actualidad, se concibe en el plano teórico-
conceptual el desarrollo para cualquier país o localidad, es decir, como un
“desarrollo que no sólo genera crecimiento económico, sino que distribuye sus
beneficios equitativamente; regenera el medio ambiente y potencia a las personas
en lugar de marginarlas”.8 Por consiguiente, cualquier programa, en aras de
conducir a un país o municipio hacia un escenario de mayor sostenibilidad y
humanismo, debe fundamentarse en este enfoque integral de desarrollo humano
sostenible, el cual, además, tiene que considerar el análisis local.

Dimensión ambiental
Busca que el proceso de fabricación de los productos y servicios sea amigable con
el ambiente.
Algunas acciones que suelen implementarse son: reciclaje, consumo responsable
de energía y tratamiento de aguas (Chiesa, 2016).

Como caso de éxito en LA HUERTA contamos con el programa: Manos Verdes


con el que recolectamos aceite cocina usado para su correcta disposición y
formamos una cadena de valor que lo transforma en biocombustible cerrando el
ciclo de uno de nuestros principales productos.
Este programa fue reconocido en el 2019 por la ANDI como una iniciativa
inspiradora y la Cámara de Comercio de Bogotá como ganador del premio de
Valor compartido.
La dimensión ambiental es aquella arista del desarrollo que tienen que ver con los
elementos biofísicos del medio ambiente humano, es decir los factores físicos
(aire, tierra, agua, temperatura) y factores biológicos (animales, plantas, insectos y
microorganismos). Considérese que el medio ambiente humano también incluye
factores económicos y sociales.
Por tanto, el desarrollo será sostenible en términos ambientales solo si se
respetan, en las localidades, las leyes que rigen en la naturaleza, de aquí que se
defina, atendiendo a esta dimensión, como aquel desarrollo que garantice que se
respeten estas exigencias objetivas, que son:

la utilización de los recursos renovables no debe hacerse a un ritmo superior que


el de su regeneración natural.
en el caso de los recursos que no son renovables, debe preverse que su
utilización este acompañado de la búsqueda de sustitutos.
el flujo de residuos, que se envía al medio ambiente, no debe de ser mayor que su
capacidad de asimilación.
El enfoque sostenible del desarrollo, considerando la dimensión ambiental, es
importante — a consideración de los autores — ya que el desarrollo, como un
proceso que genera cambios estructurales e institucionales, posibilitará acceder a
un estado cualitativamente superior y más pleno si se alcanza crecimiento
económico y social pero conservando el medio ambiente físico natural que
constituye el soporte de la vida humana. La producción de bienes y servicios se
sustenta, sin lugar a dudas, en la actividad de intercambio del hombre con la
naturaleza. Téngase en cuenta que la cantidad y calidad de materias primas, las
características de los suelos, el tipo de clima, el agua y el aire, por citar algunos
ejemplos, son factores biofísicos del medio ambiente que influyen en el nivel de
productividad del trabajo de cualquier sector de la economía, pero en especial del
sector agrícola, pues todas las actividades económicas que abarca dicho sector
tienen su fundamento en la explotación de los recursos que la tierra origina. Por
otro lado, el hombre, es un ser social, pero a su vez es portador de la fuerza de
trabajo y por ende factor decisivo para la producción, y en tanto especie, es parte
de la naturaleza y resultado de su estrecha conexión con el medio natural que lo
rodea.

Lo anterior nos permite aseverar que los factores biofísicos del medio ambiente
condicionan el desarrollo de la producción, pues garantizan la provisión de
recursos para dicha actividad. A su vez, el desarrollo económico condiciona la
posibilidad de la conservación del medio ambiente por medio de la actitud racional
del hombre (sujeto de este proceso), cuando al transformar la naturaleza para su
beneficio actúa en aras de conservarla; esto expresa, entre otras cosas, el vínculo
entre la dimensión ambiental y económica del desarrollo, y la necesidad de que
ambas constituyan procesos clave del mismo.

Dimensión sociocultural

Aunque la alimentación está estrechamente ligada a la nutrición (proceso biológico


de asimilación de los alimentos para su uso en el crecimiento, el metabolismo y la
reparación celular de los organismos), no se trata de un hecho puramente
fisiológico. Lo que comemos depende de factores tanto individuales (sexo, edad,
genotipo, etc.), como, sobre todo, de factores culturales, sociales, religiosos,
económicos y políticos, y, aún en muchas sociedades, del medio físico, geografía
y clima. Es, precisamente, en las sociedades más ligadas a su ecosistema donde
las hambrunas siguen estando presentes (mayor efecto del cambio climático,
escasez de alimentos, mala calidad del agua, etc.), propiciadas por decisiones
políticas, financieras y de mercado, que afectan a la calidad del transporte e
infraestructuras y a la seguridad alimentaria.
El hambre, que conduce a la enfermedad, infelicidad, soledad y pobreza, así como
a la ignorancia y explotación, sigue presente en el siglo XXI a pesar de las
constantes iniciativas de los organismos mundiales. Paradójicamente, nuestro
diseño genético se enfrenta actualmente con una abundancia de productos
alimentarios y unas formas de vida muy distintas a las que habíamos mantenido
durante miles de años, lo que está produciendo graves problemas de salud en los
países desarrollados y cada vez más en aquellos en procesos de transición
alimentaria (obesidad y enfermedades relacionadas como las metabólicas, las
cardiovasculares y diversos tipos de cáncer).
Contreras y Gracia (2005) han señalado que en la alimentación los
comportamientos socioculturales son muy fuertes y complejos: las
categorizaciones de los distintos alimentos, las prescripciones y las prohibiciones
tradicionales y/o religiosas (tabúes), los ritos en la mesa y de la cocina, etc., todo
ello forma parte de la “construcción social” de nuestra dieta. Cada grupo humano
tiene formas particulares de preparar los alimentos (un mismo alimento puede
comerse crudo, cocido, asado, frito, hervido…), y unos principios de
condimentación tradicional de los mismos.

https://www.ruralavanza.es/introduccion-a-la-responsabilidad-social

También podría gustarte