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JURISDICCION CONSTITUCIONAL

El sistema venezolano de justicia constitucional, conforme a las previsiones expresas de los


artículos 266, 334 y 336 de la Constitución de 1999, es uno de carácter mixto o integral que mezcla
el llamado control difuso de la constitucionalidad de las leyes con el control concentrado de la
constitucionalidad de las mismas. Estos controles, como todo sistema de justicia constitucional,
derivan del principio de la supremacía constitucional que también está establecido en forma
expresa en el artículo 7 de la Constitución.

En dichas normas, después de declararse que la Constitución es la norma suprema del


ordenamiento, en primer lugar se atribuye a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia competencia para declarar la nulidad de las leyes y demás actos de los cuerpos
deliberantes de la República, de los Estados y de los Municipios dictados en ejecución directa de la
Constitución, así como de los actos con rango legal dictados por el Ejecutivo Nacional, cuando sean
violatorios de la Constitución.

Ello comprende, en un Estado formalmente federal como el venezolano, en el nivel nacional, a los
actos estatales de rango legal o de ejecución directa de la Constitución (leyes, actos
parlamentarios sin forma de ley y actos de gobierno); en el nivel estadal, a las leyes emanadas de
los Consejos Legislativos y demás actos de ejecución directa de la Constitución; y en el nivel
municipal, a las Ordenanzas Municipales, consideradas como leyes locales, y demás actos de
ejecución directa de la Constitución. Es decir, la Constitución prevé un control judicial concentrado
de la constitucionalidad de todos los actos estatales, con exclusión de los actos judiciales y de los
actos administrativos respecto de los cuales prevé medios específicos de control de legalidad y
constitucionalidad (recurso de casación, apelaciones y Jurisdicción Contencioso Administrativa).

La jurisdicción constitucional en Venezuela es un instrumento judicial de control concentrado de la


constitucionalidad de las leyes y demás actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados
en ejecución directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango de ley, con poderes
anulatorios erga omnes.

Esta competencia judicial está atribuida de forma exclusiva a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, de acuerdo a los artículos 334 in fine y 336, y es característica de la
jurisdicción constitucional en el Derecho comparado. En efecto, la expresión «jurisdicción
constitucional» es un concepto orgánico que se refiere a que un órgano específico del Poder
Judicial tiene atribuida de forma exclusiva la potestad de anular ciertos actos estatales, en
particular, las leyes y demás actos con rango de ley o de ejecución directa e inmediata de la
Constitución, cuando considere que sean contrarios a la norma constitucional.

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