Está en la página 1de 2

Patricia Vinagre Aquino

ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS

Doble Grado en Filosofía y Ciencia Política y Gestión Pública (Fuenlabrada)

Universidad Rey Juan Carlos

30/03/2023

Recensión de la tercera lectura

El análisis de políticas públicas no es algo que se pueda definir como una simple
consecución de pasos, sino como un proceso que se ha ido definiendo y construyendo a
través del tiempo gracias a la experiencia y la aportación teóricas de diferentes enfoques.

En primer lugar, se ha tendido a buscar soluciones rígidas prestadas del método


científico cuando sabemos que las ciencias sociales son más complejas de lo que se
pretende. La objetividad puede no ser accesible, pero lo importante en este caso es si es
deseable tenerla como meta. La visión racionalista estricta ensalza la búsqueda de la
mejor política pública. Los estudios cuantitativos, con sus valores y su eficacia no cuentan
con el comportamiento humano y social. La principal limitación es que no somos
máquinas ni se nos puede aislar en un laboratorio bajo condiciones óptimas. No todo es
un costo/beneficio y hay factores que no se pueden predecir constantemente. Asimismo,
plantear la solución definitiva en un mundo cambiante no es viable ni realista, puesto que
en el hipotético caso de que se consiga, quedará obsoleta tarde o temprano. Por lo menos
Popper si era consciente de estas limitaciones y preveía una necesidad de autocrítica y
corrección de la racionalidad.

Por este motivo, dar pasos más pequeños pero efectivos constituyen un modelo
más adecuado para su puesta en práctica. El incrementalismo de Lindblom da respuesta
a los cabos sueltos del modelo racionalista, útil en la teoría pero complicado en la práctica.
Desde esta corriente se deja de vislumbrar el objetivo de concebir la política ideal, siendo
plenamente consciente de las limitaciones del proceso. Bajo este prisma, cobra
importancia el método comparativo para simplificar el análisis, así como filtrar las
alternativas menos convenientes. La rigurosidad es menor pero se mantiene la exigencia
sin caer en la aletoriedad. No hay una política final porque la política en sí es una
secuencia de cambios progresivos que se autoajustan y adaptan a las necesidades.
Además, las políticas no son concebidas como decisiones sino como sujetos. Tienen
precedentes cognoscitivos, memorias y experiencias; tienen un pasado y se encuentra en
evolución constante.

Por lo tanto, el incrementalismo es una solución satisfactoria en la práctica


corriente de la política. Sin embargo, es posible que muestre sus flaquezas en épocas de
crisis o de fuerte fractura social.

También podría gustarte