Está en la página 1de 8

UNA APROXIMACIÓN

A LA INVESTIGACIÓN
CUALITATIVA
JAVIER MONFORTE ALARCÓN
VÍCTOR PÉREZ SAMANIEGO

Cursos transversales de doctorado


CODIGO: 50458
BLOQUE 2

HACER INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

PREGUNTA 7

¿Qué tradiciones podemos encontrar en la investigación cualitativa?

Javier Monforte Alarcón

PREGUNTA 8
¿Cómo se empieza una investigación cualitativa?

Javier Monforte Alarcón

PREGUNTA 9
¿Qué son los datos cualitativos y cuántos necesitamos?

Víctor Pérez Samaniego

PREGUNTA 10
¿Cómo pueden analizarse los datos cualitativos?

Víctor Pérez Samaniego

PREGUNTA 11
¿Cómo pueden representarse los resultados de la investigación cualitativa?

Víctor Pérez Samaniego

Cursos transversales de doctorado


CODIGO: 50458
PREGUNTA 8: ¿CÓMO SE EMPIEZA UNA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA?

En 2008, Ritzer se servía del concepto ‘McDonaldización’ para caracterizar nuestra condición social actual.
Muchas prácticas sociales, argumentaba, han adoptado el funcionamiento de una cadena de comida rápida.
Curiosamente, una de esas prácticas es la investigación cualitativa. Como explica Brinkmann (2015), la
investigación cualitativa se está volviendo predecible: sus procesos se están estandarizando en pos de la
eficiencia, la calculabilidad, la especialización, y la rentabilidad. Existen muchos manuales sobre “cómo
hacer” investigación que adquieren la forma de recetas o protocolos, que algunos aplican sin pensar
demasiado con el propósito de obtener un producto previsible. Revistas como las del grupo editorial MDPI
permiten publicar artículos fácilmente, y también revisarlos fácilmente. Conviene que todo sea igual para
que los revisores sepan enseguida si es una investigación ‘correcta’ o no lo es, para que revisen un artículo
como el que corrige un examen tipo test. Algo parecido sucede con la supervisión de TFGs, TFMs, y tesis
doctorales. Todas se parecen, y algunos supervisores se ven abocados a repetir las mismas directrices al
alumnado año tras año. No es culpa suya, o no del todo. Debido a la velocidad desenfrenada y las exigencias
de la universidad corporativa, la expectativa de hacer investigación cualitativa como si tuviésemos una
máquina de hacer churros se está extendiendo. “La imposición de una frenética necesidad de publicar ha
transformado la profesión académica, dejándola sin tiempo para emprender investigaciones pausadas y
cuyo resultado sea, en un principio, incierto.”, comenta el traductor del libro de Berg y Seeber (2022).
Por lo que respecta a este tema, vale ser categórico: la McDonaldización es incompatible con la
investigación cualitativa, que por definición es lenta, paciente, situada, e impredecible (Brinkmann, 2015).
Una investigación cualitativa siempre empieza con un grado de incertidumbre. Esto no es algo negativo.
De hecho, “crear oportunidades para sorprenderse es en parte la razón de ser de cualquier proyecto de
investigación” cualitativa (p. 167). Hay investigadores que incluso hacen un esfuerzo para mantenerse
ignorantes acerca del tema que van a investigar, para poder ir descubriéndolo sobre la marcha, sin estar
contaminados por ideas preconcebidas. Ciertamente, esta actitud es atractiva, pero hay que reconocer que
también temeraria. No es mala idea prepararse, pues los comienzos suelen ser complicados.

El antropólogo inocente

Hace ya muchos años, un antropólogo llamado Nigel Barley se instaló en una choza de barro con la
intención de investigar las costumbres y creencias del pueblo dowayo, una tribu poco conocida del
Camerún. Su posterior libro, El antropólogo inocente (Anagrama), demuestra que prepararse para el
trabajo de campo no garantiza que el trabajo de campo funcione como la seda. Barley – se comenta en
la descripción editorial- “conocía la teoría del trabajo de campo, pero, como descubrió enseguida, ésta
no tomaba en consideración la escurridiza naturaleza de la sociedad dowayo, que se resistía a
amoldarse a norma alguna.”

Una forma de prepararse es leer lo que se ha publicado tanto sobre el tema de investigación como sobre las
formas en que se ha abordado. El máximo exponente de este proceso es una revisión formal de la literatura,
que a menudo se incluye al principio de las tesis. Existen distintos tipos de revisión. Como defienden
Greenhalgh, Thorne & Malterud (2018), ninguno es mejor que otro; tal y como sucede con los métodos,
simplemente hay que elegir el más adecuado según el propósito.
Si bien empaparse de la literatura es importante, no se trata de leerlo todo. De hecho, exponerse
demasiado a ciertas ideas puede dificultar la capacidad del investigador para detectar fenómenos que
suceden durante el trabajo de campo. En palabras de Corbin y Strauss (2007), no es inusual que los
investigadores neófitos se sumerjan tan hondo en la literatura que acaben ahogándose, o que se enamoren
de un estudio o una teoría (ya sea antes o durante su propia investigación) hasta el extremo de quedarse
paralizados. Sin llegar a tal extremo, tenemos que leer, y tenemos que hacerlo en abundancia.

1
Hacer investigación cualitativa: Pregunta 8

Pide a tus directores y/o directoras


que te cuenten historias sobre sus
investigaciones, sobre cómo
empezaron, qué les pasó, y cómo
reaccionaron. Esas historias
pueden servir como mapas
narrativos: orientaciones que
necesitas a la hora de enfrentarte a
terrenos desconocidos. Un mapa no
prescribe dónde tienes que ir, sino
que muestra un posible camino, y
una posible forma de recorrerlo.

2
¿Cómo se empieza una investigación cualitativa?

Leer antes de empezar una investigación es necesario para perfilar el fenómeno que queremos abordar, así
como para plantear objetivos y preguntas de investigación originales, relevantes, y oportunas. Como ya dije
en la Pregunta 4, la pregunta de investigación puede cambiar a medida que avanzamos; y sin embargo, es
conveniente tener un punto de partida. También es bueno tener este punto de partida porque quizá la
investigación cualitativa no es la forma adecuada de contestar a la pregunta, que podría responderse mejor
a través de cuestionarios u otros métodos. Si no tenemos una pregunta provisional sobre la que pensar,
seguir adelante será complicado.

Procrastinar

Al principio de una investigación cualitativa, las investigadoras se enfrentan a posibilidades infinitas.


Esta incertidumbre puede hacer que se pospongan tareas necesarias para avanzar. A mí me pasa muchas
veces. En lugar de empezar de verdad, pierdo el tiempo intentando escribir un párrafo introductorio
pulcro, por ejemplo. Escribo, borro, escribo, borro. Comparto este problema con Karl Ove Knausgaard:
en una entrevista, explicó el problema a través de una metáfora: “[I start to] polish the car instead of
driving it -and, obviously, when you polish your car, you don’t get anywhere, no matter how nice the
car looks”. Puede accederse a esta entrevista pinchando aquí.

Si la pregunta que hemos planteado puede contestarse a través de la investigación cualitativa, entonces
debemos empezar a pensar sobre las tradiciones (pregunta 7). ¿Vamos a realizar investigación cualitativa
genérica, o nos situaremos dentro de una tradición específica? ¿Es hacer una etnografía la opción más
adecuada? ¿Tengo el tiempo, los recursos, y los permisos necesarios para hacerla? Imaginemos que se toma
la decisión de, en efecto, llevar a cabo un estudio etnográfico. Entonces, debemos ponderar sobre cómo
vamos a acceder al contexto de investigación y generar rapport (e.g., Martos-Garcia, Devís-Devís &
Sparkes, 2022), cuánto tiempo podría llevarnos la investigación, qué métodos y técnicas podemos usar, y
qué conceptos, teorías, o marcos filosóficos pueden orientar nuestras reflexiones sobre el tema de
investigación. ¿Va a ser una etnografía realista, realista crítica, feminista? (Atkinson, 2016).
Cuando pensamos en todo esto, debemos considerar la “coherencia metodológica”. Poucher et al. (2018)
la definen como la congruencia entre el posicionamiento ontológico y epistemológico, la perspectiva
teórica, los métodos que se van a emplear, etc. Los ingredientes del proceso de investigación tienen que
maridar: no podemos adoptar una ontología relativista y utilizar ideas provenientes del realismo crítico, o
hacer co-producción sin implicar a personas con experiencia vivida en el proceso de recogida de datos. No
es fácil diseñar un estudio coherente metodológicamente. Hacerlo requiere de un conocimiento amplio
sobre las diversas posibilidades y riesgos que existen en investigación cualitativa. Por eso que hay que leer
mucho. Hay que ser un conocedor de la investigación cualitativa antes de ponerse a practicarla, si bien es
cierto que uno puede aprender sobre el funcionamiento de algo tratando de hacerlo funcionar.
Un ejercicio muy útil a la hora de mezclar todo lo que hemos leído (las preguntas de investigación, las
posibles tradiciones en las que basarse, las decisiones metodológicas, y la coherencia metodológica) es el
denominado “armchair walkthrough”. Es una expresión difícil de traducir, pero podríamos referirnos a ella
como un “recorrido virtual por la investigación desde el sillón”. Morse (1999) lo describe de la siguiente
manera. (Debido a la mala traducción o, más bien, a mi incapacidad de traducir el concepto clave que aquí
se esclarece, dejo la cita original. Afortunadamente, Morse utiliza un inglés cristalino).

What is an armchair walkthrough? Simply put, an armchair walkthrough is developing a sense of one’s project
at the proposal stage. An armchair walkthrough is conducted by sitting quietly and thinking one’s way through
one’s project. Envision such questions as, If I ask this question, then I will need this or that kind of data, and
to get that, I will have to interview these people or observe this or that. On theother hand, if I ask that question,
I will need to conduct observations and to interview these groups of people. If I use grounded theory, I will
have this or that kind of results. Or if I do phenomenology, I will need this or that kind of data, and at the end
of the study, I will know this and that and be able to answer thus and so. So an armchair walkthrough provides
some kind of a road map, removing atleast some of the uncertainty from data collection. But this road map is
not printedand certainly not carved in stone.

3
Hacer investigación cualitativa: Pregunta 8

Equivóquense. Sean tozudos.


Créanse geniales. Después
aprendan.
(Guerreiro, 2022)

4
¿Cómo se empieza una investigación cualitativa?

Cuando uno se sienta y visualiza su futuro estudio, no debe olvidarse de las cuestiones éticas que pueden
o no surgir (Pregunta 3). Wolcott (2010) (uno de los grandes nombres de la etnografía) anotó que es
imposible hacer una lista con todos los posibles encuentros en el ‘campo’, así que lo mejor a lo que podemos
aspirar es a evaluar los potenciales beneficios-riesgos de las acciones investigadoras. En general, la
investigación cualitativa es segura; podemos decir que los beneficios para los participantes, el conocimiento
y la sociedad son mayores que los riesgos. Eso no significa que los participantes (sobre todo los que están
en situaciones vulnerables) puedan sufrir algún tipo de daño emocional durante la investigación. Piensa,
por ejemplo, en el caso de Bella (lectura subida al aula virtual).
Existen recursos para ganar confianza a la hora de gestionar estas cuestiones. Por ejemplo, existen guías,
protocolos y ensayos que pueden prepararnos para reaccionar adecuadamente cuando un participante se
angustia durante una entrevista o un grupo de discusión (Alessi & Kahn, 2022; Whitney & Evered, 2022;
Morse et al., 2008; Corbin & Morse, 2003). Aunque estos recursos son útiles, el mejor instrumento en
investigación cualitativa es el propio investigador. A medida que una investigadora va adquiriendo
experiencia, va cultivando un sexto sentido que le indica qué es mejor hacia dónde ir. Este conocimiento
tácito o encarnado (embodied) se denomina fronésis (phronesis). Frank (2004) explica el concepto en su
engarce con la investigación cualitativa y concluye que “la frónesis es lo opuesto a actuar en base a
protocolos y guiones; estos son para principiantes, y seguir usándolos puede reducirlos a seguir siendo
principiantes’ (p. 221). Es por esto que los buenos investigadores cualitativos no temen a los comienzos, a
que estos sean impredecibles. Lo que les da miedo (al menos, lo que me da miedo a mí) es convertirse en
investigadores profesionales que reproducen lo que ya sabían. A muchos investigadores cualitativos (al
menos, a los que yo más admiro) les pasa como al escritor Jonathan Franzen:
Cada vez que intento empezar una novela [un estudio] siento que nunca he realizado uno antes –el proceso
debe redescubrirse, reinventarse (...) Siento cierto orgullo por mi incapacidad de convertirme en un escritor
[investigador] profesional.

Conceptos

McDonaldización

Revisión bibliográfica

Acceso

Rapport

Coherencia metodológica

Armchair walktrhough

Frónesis

Referencias

Alessi, E. J., & Kahn, S. (2022). Toward a trauma-informed qualitative research approach: Guidelines for ensuring the
safety and promoting the resilience of research participants. Qualitative Research in Psychology, 1-34.
Berg, M. & Seeber, B. (2022). The Slow Professor: desafiando la cultura de la rapidez en la academia. Granada:
Editorial Universidad de Granada.
Corbin, J., & Morse, J. M. (2003). The unstructured interactive interview: Issues of reciprocity and risks when dealing
with sensitive topics. Qualitative inquiry, 9(3), 335-354.
Frank, A. W. (2004). Asking the right question about pain: Narrative and phronesis. Literature and Medicine, 23(2),
209-225.
Greenhalgh, T., Thorne, S., & Malterud, K. (2018). Time to challenge the spurious hierarchy of systematic over
narrative reviews?. European journal of clinical investigation, 48(6).
Martos-Garcia, D., Devís-Devís, J., & Sparkes, A. C. (2022). Volunteering for research in prison: issues of access,
rapport and ethics and emotions during ethnography. International Journal of Qualitative Methods, 21,
16094069221086096.
Monforte, J. & Smith, B. (forthcoming). Beginnings. Becoming a Qualitative Researcher. Routledge.

5
Hacer investigación cualitativa: Pregunta 8

Morse, J. M., Niehaus, L., Varnhagen, S., Austin, W., & McIntosh, M. (2008). Qualitative researchers'
conceptualizations of the risks inherent in qualitative interviews!. International Review of Qualitative
Research, 1(2), 195-215.
Poucher, Z. A., Tamminen, K. A., Caron, J. G., & Sweet, S. N. (2020). Thinking through and designing qualitative
research studies: A focused mapping review of 30 years of qualitative research in sport psychology. International
Review of Sport and Exercise Psychology, 13(1), 163-186.
Ritzer, G. (2008) The McDonaldization of Society. Thousand Oaks, CA: Pine Forge Press.
Robinson, O. C. (2014). Sampling in interview-based qualitative research: A theoretical and practical guide. Qualitative
research in psychology, 11(1), 25-41.
Sparkes, A. C. & Smith, B. (2014). Getting started with some pre-study tasks. In: Qualitative Research Methods in
Sport, Exercise and Health: From process to product. (pp. 60-83). Routledge
Whitney, C., & Evered, J. A. (2022). The qualitative research distress protocol: a participant-centered tool for
navigating distress during data collection. International Journal of Qualitative Methods, 21, 16094069221110317.

También podría gustarte