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I. Introducción
En otro lugar hemos hecho referencia a que durante el tiempo de vigencia del CPP
2004 se ha detectado la intención de algunos magistrados de imponer su particular idea
de la configuración y contenido del “nuevo sistema procesal penal” por sobre las
decisiones que al respecto ha tomado el legislador ordinario y han sido consagradas
expresamente en el código; señalando que quienes actuán de dicha manera acostumbran
argumentar en su respaldo que las prácticas que implementan responden al sistema
acusatorio en mejor medida que lo que ha establecido el CPP 2004 y que al tener la
ideología acusatoria reconocimiento constitucional, con su modo de proceder están
privilegiando la construcción de un proceso penal conforme con la Constitución por
sobre la construcción de un proceso penal legal.
*
Coordinador de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios Públicos de La Libertad – sede Trujillo. Miembro del Instituto de Ciencia Procesal Penal
(INCIPP).
1
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En el mismo lugar hemos dejado en claro que no estamos de acuerdo con dicho
proceder, por la incorrección de los argumentos teóricos, jurídicos y políticoprocesales
que le pretenden dar sustento1.
Nos ocuparemos también del sobreseimiento de la acusación por la causal “No existe
razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya
elementos de convicción suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento” y si
para la aplicación de ésta se pueden valorar las testimoniales de descargo -admitidas
para su actuación en juicio- de quienes no han declarado durante la investigación
preparatoria; entre otras argumentaciones empleadas por la resolución materia de
comentario y que resultan necesitadas de un adecuado análisis porque podrían implicar
no sólo tomas de posición cuestionables, sino también, y sobre todo, la generación de
espacios para la impunidad de los delitos.
Expediente : 4350-2010-86
Juzgado : Tercer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de Trujillo
Imputados : Roger Emilio Quispe Rosales y otros
Agraviado : Municipalidad Distrital de Moche
1
Cfr. AVALOS RODRÍGUEZ, C. / ROBLES BRICEÑO, M. Jurisprudencia del nuevo Código Procesal
Penal, pp. 6 a 8.
2
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Delito : Colusión
Juez : Dr. Giammpol Taboada Pilco
Asistente : Yolanda Alvarado López
AUTO DE SOBRESEIMIENTO
I. PARTE EXPOSITIVA:
1. Imputación
1.1. La acusación se resume en que la Municipalidad del Distrito de Moche a través de
su Unidad de Administración Tributaria y el Área de Desarrollo Urbano, determinó
que no se había estado cobrando el derecho de autorización y el certificado de
conformidad de obra por las instalaciones de postes y tendidos de redes de propiedad
de Telefónica del Perú S.A.A. Luego con fecha veintidós de junio del dos mil siete se
realizó una Notificación Preventiva de Sanción N° 001-2007-MDM y el primero de
octubre del dos mil siete se expidió una resolución otorgando un plazo de cinco días a
Telefónica del Perú S.A.A., para que cumpla con el pago de S/. 2’350,000.00 (dos
millones trescientos cincuenta mil nuevos soles). Posteriormente con fecha veintinueve
3
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de junio del dos mil siete, el alcalde de la Municipalidad de Moche Roger Emilio
Quispe Rosales, firmó un contrato de servicio de consultoría en fiscalización en
materia tributaria y administrativa con la Gerente General de Innovaciones Perú S.A.C.
representado por Liz Sofía Alejandra Zenteno, por el periodo del dos mil uno al dos
mil siete (detección de omisos) y del dos mil tres al dos mil siete (detección de
subvaluaciones).
1.2. La acusación también precisa que con fecha dieciocho de enero del dos mil ocho,
el alcalde de la Municipalidad Distrital de Moche expidió la Resolución de Alcaldía N°
040-2008-MDM, sin mediar informe técnico especializado, ni informe contable o
tributario que pueda revertir lo determinado por la Unidad de Administración
Tributaria, procediendo a declarar la nulidad de la Notificación Preventiva de Sanción y
ordenando a Telefónica del Perú S.A.A. el pago total de S/. 215,591.25 (doscientos
quince mil quinientos noventiún nuevos soles con veinticinco céntimos), por
instalación de 484 postes telefónicos y 03 cabinas. Es así que con fecha dieciocho de
enero del dos mil ocho, Telefónica del Perú S.A.A. canceló la suma mencionada
mediante cheque de gerencia de Scotiabank, girado a favor de la Municipalidad Distrital
de Moche, siendo ingresado a Tesorería mediante recibo de ingreso N° 458 del
dieciocho de enero del dos mil ocho. En este contexto, se procedió a ampliación de la
vigencia del contrato hasta el treinta de enero del dos mil ocho, procediendo
Innovaciones Perú S.A.C. a facturar a la Municipalidad Distrital de Moche el monto de
S/. 76,966.07 (setentiséis mil novecientos noventiséis nuevos soles con siete céntimos)
equivalente al 30% de la deuda pagada por Telefónica del Perú S.A.A.
1.3. El Ministerio Público concluye la investigación preparatoria afirmando la existencia
de una concertación entre los acusados para beneficiar económicamente a
Innovaciones Perú S.A.C., en perjuicio del patrimonio de la Municipalidad Distrital de
Moche, al celebrar un contrato de servicio de consultoría en fiscalización en materia
tributaria y administrativa, sin seguir los procedimientos legales necesarios para ello,
extendiéndole indebidamente el contrato más allá del tiempo inicialmente pactado y
haciéndole pago por un servicio que materialmente no ha prestado. Las imputaciones
descritas en la acusación tiene por finalidad delimitar el objeto de juicio, por lo que, la
solicitud de sobreseimiento deberá ser analizada y resuelta desde la perspectiva de esas
imputaciones, mas no de otras imputaciones improvisadas por el fiscal en el desarrollo
del debate o fuera del contenido fáctico de la acusación. En resumen, la tesis
incriminatoria contenida en la acusación escrita y los medios de prueba admitidos,
serán el material de conocimiento -exclusivo y excluyente-, que corresponderá ser
analizado por el juez a efectos de amparar o no el sobreseimiento de parte, por la
causal contenida en el artículo 344.2.d del Código Procesal Penal del 2004 –en adelante
CPP-.
1.4. El artículo 397.1º del CPP sobre la correlación entre la acusación y la sentencia,
prescribe que “la sentencia no podrá tener por acreditados hechos u otras
circunstancias que los descritos en la acusación y, en su caso, en la acusación
ampliatoria, salvo cuando favorezcan al imputado”. Es por ello, que el artículo 349.1.b
4
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del CPP exige que la acusación debe contener, entre otros requisitos, “la relación clara
y precisa del hecho que se atribuye al imputado con sus circunstancias precedentes,
concomitantes y posteriores”. La acusación debe describir con precisión cuál será el
objeto de juicio. Esta determinación no se exige sólo por una razón de precisión o
prolijidad, sino porque existe un principio garantizador, ligado al principio de defensa,
según el cual, la sentencia que se dicte luego del juicio sólo podrá versar sobre los
hechos por los cuales se ha abierto el juicio. La delimitación del hecho que será objeto
del juicio cumple una función garantizadora, porque evita acusaciones sorpresivas y
permite una adecuada defensa. Este principio se denomina principio de congruencia
entre la acusación y la sentencia, aunque su contenido específico puede ser descripto
como el carácter intangible del objeto del juicio2.
2. Delito de colusión
2.1. El delito se colusión se encuentra tipificado en el artículo 384º del Código Penal
con la siguiente proposición normativa: “el funcionario o servidor público que, en los
contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cualquier otra
operación semejante en la que intervenga por razón de su cargo o comisión especial
defrauda al Estado o entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose con los
interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años".
2.2. Sólo los funcionarios y servidores públicos que actúen en razón de su cargo o por
comisión especial pueden ser sujetos activos. No puede ser autor por lo tanto cualquier
funcionario o servidor que carezca de las facultades específicas de decisión que el tipo
exige; sus aportes serán en todo caso de complicidad o asumirán irrelevancia. Se puede
actuar como autor o en coautoría siempre que, para este segundo título de imputación,
los funcionarios se hallen colocados en idéntica posición de vinculación funcional con
relación a las negociaciones o contrataciones en razón al cargo o comisión especial. La
presencia de otros funcionarios, incluso de mayor jerarquía, que se hallen al margen de
tal nexo, no legitima la coautoría3.
2.3. No se concibe una defraudación sin perjuicio económico del patrimonio del
Estado. El tipo prescribe el medio por el cual se vale el agente para defraudar
(concertación), peor no señala expresamente en qué debe consistir estos “actos
fraudulentos”; lo cierto es todo aquello que prive al Estado de aquello que le
corresponde por derecho. Así por ejemplo, el funcionario o servidor público que en
razón de su cargo interviniere en un contrato representando al Estado, beneficiando al
co-contratante en los convenios que celebra concediéndole ventajas particulares, que
normalmente no hubiere obtenido. Los actos fraudulentos son consustanciales a la
colusión o concertación previa y suponen de alguna manera astucia, engaño, ardid, etc.,
2
BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad Hoc SRL. Segunda edición, primera
reimpresión, Buenos Aires-Argentina, 2000, pp. 250.
3
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Tercera edición. Lima. 2002,
p. 279.
5
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4
HUGO ALVAREZ, Jorge. Delitos cometidos por Funcionarios Públicos contra la Administración Pública.
Gaceta Jurídica. Segunda edición. Lima. 2002, p. 83.
5
La Ley Nº 26850 fue derogada por la Única Disposición Complementaria Derogatoria del Decreto
Legislativo N° 1017, publicada el 04 de junio del 2008, disposición que entró en vigencia a partir del 01 de
febrero del 2009, de conformidad con el artículo 1º del Decreto de Urgencia Nº 014-2009, publicado el 31 de
enero del 2009. No obstante lo expuesto, la Ley Nº 26850, resulta la norma vigente y aplicable a la fecha de
suscripción del contrato entre la Municipalidad Distrital de Moche e Innovaciones Perú S.A.C ocurrida el 29
de junio del 2007.
6
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9
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CPP. Como no existe regulación normativa que obligue a la defensa a exhibir sus
pruebas desde la investigación, ni tampoco prohibición alguna que ello suceda a partir
de la etapa intermedia, tenemos que lo uno o lo otro dependerá exclusivamente de la
estrategia de defensa diseñada para cada caso. Finalmente, sea el sobreseimiento
requerido por el fiscal o solicitado por la defensa, es el juez de investigación
preparatoria el que deberá resolver en función al contraste (positivo o negativo) de los
medios de prueba (de cargo y de descargo) admitidos en la audiencia preliminar, con la
causal de sobreseimiento invocada, pudiendo incluso proceder de oficio cuando
corresponda como lo prevé el artículo 352.4º del CPP.
6. Sobreseimiento
6.1. La presunción de inocencia en su formulación negativa nos indica que “nadie es
culpable si una sentencia no lo declara así”, en concreto significa que: a) Que, sólo la
sentencia tiene esa virtualidad; b) Que, al momento de la sentencia sólo existen dos
posibilidades: o culpable, o inocente. No existe una tercera posibilidad; c) Que la
culpabilidad deber ser jurídicamente construida; d) Que esa construcción implica la
adquisición de un grado de certeza; e) Que el imputado no tiene que construir su
inocencia; f) Que el imputado no tiene que ser tratado como un culpable; g) Que no
pueden existir ficciones de culpabilidad, es decir, partes de la culpabilidad que no
necesitan ser probadas6. Esta última característica en particular de la presunción de
inocencia resulta relevante para el análisis de la acreditación de las proposiciones
normativas y fácticas del delito de peculado materia de la acusación -y en general de
cualquier imputación criminal-, justificante de una condena, en tanto el Juzgador arribe
al grado de certeza positiva (más allá de toda duda razonable) de la existencia del delito
y de la responsabilidad penal del autor. Si se permite que una acusación no se
encuentre escoltada de medios de prueba tendientes a satisfacer los elementos
esenciales del delito (acción, tipicidad, antijuricidad y culpabilidad), se incentivaría la
mala práctica de “ir de pesca a juicio”7 o peor aún en base a ficciones de
culpabilidad por ausencia manifiesta de pruebas.
6.2. La fase intermedia se funda en la idea de que los juicios deben ser preparados
convenientemente y se debe llegar a ellos luego de una actividad responsable. El juicio
es público y ello significa que el acusado deberá defenderse de la acusación en un
proceso abierto, que puede ser conocido por cualquier ciudadano. Así como la
publicidad implica una garantía en la estructuración del proceso penal, también tiene
6
BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit., pp. 124-127.
7
Haciendo un paralelismo con la pesca, en la que tiró el anzuelo “a ver si algo pica”, lo mismo sucedería con
la acusación diminuta en su formulación fáctica y/o probatoria, cuando el Fiscal pretende “ir de pesca a
juicio”, a ver si tal omisión o deficiencia puede ser suplida por un “persuasivo” alegato, pero sin base
probatoria, o, con la ocurrencia de un evento extraordinario demostrativo del evento delictivo (no planificado
seriamente en la teoría del caso), como la confesión por arrepentimiento espontáneo del acusado pese a
contar con una teoría del caso exculpatoria, lo que obviamente nunca ocurre en la realidad, o finalmente
recurriendo a los prejuicios o al conocimiento privado del Juez para suplir con ésta la falta de prueba sobre
un hecho constitutivo del delito.
10
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un costo: por más que la persona sea absuelta y se compruebe su absoluta inocencia, el
solo sometimiento a juicio habrá significado una cuota considerable de
sufrimiento, gastos y aun de descrédito público. Por tal razón, un proceso
correctamente estructurado tiene que garantizar, también, que la decisión de someter a
juicio al acusado no sea apresurada, superficial o arbitraria. Supongamos que un
Fiscal acusa, pero no ofrece ninguna prueba o presenta prueba notoriamente
insuficiente, inútil o impertinente. Esa acusación carecerá de fundamento y tendrá un
vicio sustancial, ya que no se refiere a ninguno de los requisitos de forma, sino a las
condiciones de fondo necesarias para que esa acusación sea admisible8. Lo expuesto,
sirve de fundamento a la posibilidad de proceder -de parte o de oficio- al
sobreseimiento del proceso, cuando no existe razonablemente la posibilidad de
incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción
suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado como lo prevé
el artículo 344.2.d del Código Procesal Penal (en adelante CPP), ello en congruencia
con el derecho fundamental a la presunción de inocencia reconocida en el artículo
2.24.e de la Constitución Política del Estado, el artículo 14.2º del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 8.2º de la Convención Americana de
Derechos Humanos.
6.3. Por lo expuesto, la acusación contiene una imputación totalmente deficitaria en su
aspecto fáctico y probatorio de cara a la demostración en juicio de la supuesta
responsabilidad penal de los acusados, consistente en haberse concertado para celebrar
un contrato de servicio de consultoría en fiscalización en materia tributaria y
administrativa entre la Municipalidad Distrital de Moche e Innovaciones Perú S.A.C.,
sin seguir los procedimientos legales necesarios para ello, extendiéndole indebidamente
el contrato más allá del tiempo inicialmente pactado y pagando por un servicio que
materialmente no fue prestado. El Ministerio Público pretende invertir la presunción
de inocencia por la de culpabilidad, al trasladar la carga probatoria de demostrar su
inocencia a los mismos acusados, cuando lo apropiado era que la parte acusadora sea
quien en principio demuestre la supuesta ilegalidad de la celebración y ejecución del
servicio de consultoría más allá de la simple sindicación. La audiencia preliminar ha
permitido descubrir la presentación por el Ministerio Público de una teoría del caso
que no justifica el enjuiciamiento de los acusados, sin incurrir en la arbitrariedad de
exponer en un juicio público la manifiesta debilidad de la acusación resultante de una
investigación insuficiente dada la incoherencia insalvable entre los elementos
normativos del delito de peculado, con las proposiciones fácticas de la acusación y a su
vez con los medios de prueba admitidos en la audiencia preliminar, lo cual contraviene
el contenido esencial del principio de presunción de inocencia antes desarrollado, por
lo que, deberá declarase fundado el sobreseimiento por la causal del artículo 344.2.d del
CPP, siendo extendible sus efectos jurídicos a los todos los acusados al incidir sobre el
fondo del asunto, independientemente de la parte que lo propuso.
8
BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit., pp. 245-247.
11
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9
Debe quedar claro que no se pretende un uso peyorativo de esta denominación, cuanto y más si el autor del
presente estudio, en tanto se desempeña profesionalmente como Fiscal Provincial Penal, también se
encuentra abarcado por ella.
10
ALLIAUD, A. “Principio acusatorio”, p. 212.
11
Cfr. LANGER, M. “La dicotomía acusatorio-inquisitivo”, pp. 102 - 103.
12
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12
Cfr. LANGER, M. “La dicotomía acusatorio-inquisitivo”, pp. 104 - 111.
13
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Entonces, quienes se ocupen del estudio de “lo acusatorio” y las consecuencias que de
él se deben derivar para un sistema procesal penal concreto, como el caso del peruano,
deben tener suficientemente claros los niveles en los que discurren y deben discurrir
sus discursos, explicitarlos y ser respetuosos de ellos; a efectos de no introducir en sus
construcciones doctrinarias -y en la fundamentación de sus resoluciones, en el caso de
los jueces- falacias, paralogismos o sofismas que enturbien y distorsionen la discusión;
y de evitar que con sus conclusiones se perjudique la adecuada configuración de
nuestro nuevo sistema de justicia penal.
En primer lugar, en razón a que la comparación entre sí del contenido pleno de cada
uno de los sentidos de “lo acusatorio” a que acabamos de hacer referencia da como
resultado una clara falta de coincidencia, esto es, no existe una total identidad entre el
contenido que se le asigna al modelo normativo y el que se le asigna al principio
normativo o a la categoría histórica o al tipo ideal -denominado por algunos “modelo
teórico”-, por mencionar los más usuales.
14
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Para en seguida adicionar el reputado profesor italiano “Esta asimetría ha sido fuente
de muchas confusiones”14.
En segundo lugar, también en razón a que -como puntualiza LANGER15- no todos los
que utilizan la dicotomía acusatorio-inquisitivo en los seis diversos sentidos a que se ha
hecho referencia necesariamente coinciden en cuál es el contenido de cada uno de los
componentes de la dicotomía. Por ejemplo, cuando se usa ésta en el nivel de los tipos
ideales, mientras algunos autores incluyen en el tipo ideal inquisitivo la persecución
penal pública, otros la excluyen; mientras algunos consideran el sistema de pruebas
legales como propio del tipo inquisitivo, otros no lo consideran uno de sus elementos
característicos; etcétera16.
15
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El subtítulo hace alusión a una obviedad, pero en algunos operadores del Derecho
se han detectado pretensiones de extrapolar a la práctica de nuestro nuevo proceso
penal las instituciones de los ordenamientos chileno o colombiano -por sólo
mencionar a los que más frecuentemente se recurre- con preferencia a lo que
claramente establece el código nacional.
17
“Transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, el
fiscal deberá proceder a cerrarla. / Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el
imputado o el querellante podrán solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre. / Para
estos efectos el juez citará a los intervinientes a una audiencia y, si el fiscal no compareciere a la audiencia
o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la investigación, el juez decretará el sobreseimiento
definitivo de la causa. Esta resolución será apelable. / Si el fiscal se allanare a la solicitud de cierre de la
investigación, deberá formular en la audiencia la declaración en tal sentido y tendrá el plazo de diez días
para deducir acusación. / Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido la acusación, el juez, de oficio
o a petición de alguno de los intervinientes, citará a la audiencia prevista en el artículo 249 y dictará
sobreseimiento definitivo en la causa”.
18
Explica con mucha solvencia las razones para no aceptar en nuestro ordenamiento jurídico la caducidad de
las actuaciones fiscales y judiciales PANTA CUEVA, D. “La caducidad en el Derecho procesal penal
peruano”, pp. 236 a 249.
16
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La forma de proceder acá criticada parece asentarse en la idea de que los sistemas
normativos foráneos en mención responden de mejor manera a lo que es un
proceso penal acusatorio; cuando -como se ha dejado sentado supra- en la doctrina
no existe en realidad acuerdo -salvo un mínimo núcleo duro al que más abajo
haremos referencia- respecto de cuál es el contenido total de las exigencias que “lo
acusatorio” le hace a un proceso; lo que ocurre en cada uno de los seis sentido en
que se emplea dicho término.
19
Puntualiza SALAS ARENAS, J. “Bases para la determinación racional de los límites del procesamiento
penal acusatorio”, p. 1, que: “En Colombia el Juez de Juzgamiento realiza la etapa intermedia, en Costa Rica
hay una Sala Superior de Apelación (de incidencias) y una Sala Superior de Juzgamiento; en Chile la revisión
del juicio oral se concreta al ejercicio de un planteamiento de nulidad, en Bolivia hay participación ciudadana
en las decisiones judiciales”.
20
GRANADOS PEÑA, J. “Singularidades de la reforma acusatoria colombiana”, pp. 87 a 135.
17
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Pero, no sólo lo dicho, sino que mucho más grave aún para quienes pretenden
trasladar a nuestro país las instituciones procesales pertenecientes a nuestros vecinos
del norte y sur resulta el que nuestro código no halla su origen legislativo en dichos
sistemas normativos, sino que -como enseña SAN MARTÍN CASTRO- se
incardina en la tradición eurocontinental, la que preserva y desarrolla; habiendo
adicionado dicho autor que basta comparar nuestra ley procesal con la de Chile y
Colombia para advertir sus diferencias22.
18
[Escribir texto]
potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus
órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes”.
No sólo eso, sino que nuestra Constitución Política, como no podía ser de otra
manera, se decanta por la separación de poderes23, en la que el poder legislativo -
aunque pueda ser en ocasiones delegado en el Ejecutivo- según su artículo 90°
reside en el Congreso, no en los órganos jurisdiccionales -por muy buenas
intenciones que éstos tengan-; siendo la ley que de él emane obligatoria desde el día
siguiente de su publicación.
23
Enseña PEREIRA MENAUT, A. Lecciones de teoría constitucional, p. 147, que si bien la separación de
poderes nació en siglo XVII, “alcanzó su formulación más conocida en el XVIII y tanto se unió al acervo
constitucional liberal que vino a quedar indisolublemente unida a la idea misma de Constitución: „Toda
sociedad en la cual la garantía de los derechos no esté asegurada, y la separación de poderes determinada,
carece de Constitución‟ (Declaración de Derechos francesa de 1789, art. 16)”; que no obstante los siglos que
han pasado y las circunstancias que han cambiado, la “separación de poderes sigue siendo imprescindible”.
24
De lo que da cuenta, AVALOS RODRÍGUEZ, C. “Fundamentos normativos del nuevo proceso penal
peruano”, passim.
25
Cfr. AVALOS RODRÍGUEZ, C. / ROBLES BRICEÑO, M. El sistema penal peruano según el Tribunal
Constitucional, Tomo I, pp. 316 - 317.
19
[Escribir texto]
Por ello es que la propia Constitución Política ha dejado fijado en la segunda parte
de su artículo 138° que: “En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera”; incompatibilidad que recién
se presenta cuando ninguna de las interpretaciones posibles del texto legal pueda
adecuarse a las exigencias y condicionamientos que emanan de sus normas, principios
y valores26, como lo precisa el Tribunal Constitucional, por ejemplo, en la sentencia
recaída en el Expediente Nº 1679-2005-PA/TC. Lima. Guillermo Luis Ángel
Otiniano García, al señalar: “Los jueces y Tribunales solo inaplican las disposiciones que
estimen incompatibles con la Constitución cuando por vía interpretativa no sea posible la adecuación
de tales normas al ordenamiento constitucional”27.
20
[Escribir texto]
aplicación analógica o extensiva30; partiendo para ello de que, por regla del nuevo
modelo procesal, cuando la parte no asiste a la audiencia su pedido es declarado
inadmisible y la audiencia se frustra31.
21
[Escribir texto]
en el que la mayor parte de lo que se pueda decir tiene el carácter de opinable, pero
no resulta jurídicamente vinculante.
La plausibilidad de estos argumentos tropieza, una vez más, con el problema de cuál
modelo -que BURGOS MARIÑOS lo concibe como previo o externo a las
exigencias constitucionales, porque en su discurso no fluye de la Constitución, sino
que es compatible con ésta- de lo acusatorio, de los histórica o teóricamente
posibles, es el que resultaría más compatible con la Constitución. Pero, además y
principalmente, incluso sin ingresar a discutir el uso excesivamente amplio que hace
de lo que es un “valor constitucional”36, se debe señalar que, en todo caso, de
ningún modo puede tratarse de un valor de mayor jerarquía que los que son
reconocidos como valores constitucionales superiores37 o principales38, como la
seguridad jurídica o la justicia; los que palmariamente se ven afectados cuando a una
persona se le impide el pleno ejercicio de sus derechos procesales penales por la
aplicación -analógica- de consecuencias jurídicas restrictivas que han sido previstas
para supuestos fácticos distintos a aquel en que han incurrido.
No sólo lo dicho -para hacer todavía más sencilla y evidente la falta de fundamento
de la posición que suscribe la inadmisibilidad de la apelación del auto por
inconcurrencia a la audiencia-, no se puede sostener que se procede de dicha manera
porque su modelo acusatorio no definido es más compatible con la Constitución,
cuando precisamente dicho cuerpo normativo supremo consagra en el numeral 9 de
su artículo 139°: “El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas
35
BURGOS MARIÑOS, V. “Las nuevas y buenas prácticas en el proceso de implementación del NCPP y la
contrareforma”, p. 7.
36
“La suposición de que, a más de las normas de tipo tradicional, al sistema jurídico pertenecen también
valores que, en tanto valores de rango constitucional, ejercen un «efecto de irradiación» en todo el derecho
ordinario tiene amplias consecuencias. La Constitución no es ya sólo base de autorización y marco de derecho
ordinario. Con conceptos tales como los de dignidad, libertad e igualdad y de Estado de derecho, democracia y
Estado social, la Constitución proporciona un contenido substancial al sistema jurídico” (ALEXY, R. “Sistema
jurídico y razón práctica”, p. 159).
“Las modernas constituciones expresan elecciones de valores fundamentales que se imponen al poder público
como criterios materiales de legitimidad” (PALAZZO, F. “Estado constitucional de Derecho y Derecho
penal”, p. 153).
37
Sobre este concepto, amp. DÍAZ REVORIO, F. Valores superiores e interpretación constitucional, passim.
38
“Los valores principales son los de justicia, libertad, igualdad, seguridad, orden, paz, cooperación,
solidaridad, legalidad, verdad, previsibilidad” y “el valor bien común (que)… opera como una valor síntesis”
(SAGÜES, N. Teoría de la Constitución, p. 213).
22
[Escribir texto]
que restrinjan derechos”; más aún cuando BURGOS MARIÑOS inicia su exposición
recordando que “el proceso penal debe ser respetuoso de los principios constitucionales”39.
“Este „principio acusatorio‟, tal como suele usarse, comprende demasiadas cosas,
hoy relacionadas y compenetradas entre sí, pero sin que esa relación sea esencial y,
por tanto, necesaria… En esta relación de criterios hay, junto a reglas de vigencia
necesaria e indiscutible, otros contingentes y discutibles (qué se ha de entender por
acusación; desde cuándo o para qué se necesita una acusación; hasta donde ha de
llegar la correlación acusación-sentencia), que pueden no informar el proceso penal,
sin que por ello haya que dejar de considerarlo informado por un denominado
«principio acusatorio»”40.
23
[Escribir texto]
principios de soberanía del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republicana de
gobierno”; siendo que, precisamente, los derechos humanos se fundan en la dignidad del hombre.
44
Decimos “tradicionalmente” porque en el procedimiento penal de terminación anticipada no existe
formalmente una acusación ni juicio, pero sí una sentencia condenatoria que se legitima en un pedido
conjunto -del Ministerio Público y el imputado- de condena, pedido éste que cumple materialmente la
función de la acusación.
45
ARMENTA DEU, T. “Principio acusatorio: realidad y utilización (lo que es y lo que no es)”, p. 127.
46
REYNA ALFARO, L. El proceso penal aplicado conforme al Código Procesal penal de 2004, p. 192.
47
RIFÁ SOLER, J. / GONZÁLEZ, M. / RIAÑO BRUN, I. Derecho procesal penal, p. 32.
24
[Escribir texto]
No es finalidad del presente trabajo agotar el tema del contenido total y vinculante del
principio acusatorio en el proceso penal peruano, como componente estructural básico
de nuestro modelo normativo acusatorio; sino fijar únicamente aquel contenido que
resulta imprescindible para entender el análisis que habremos de realizar de la
resolución judicial materia de comentario.
Para garantizar la imparcialidad del juez de fallo y que no pueda haber juicio ni
condena sin que exista una acusación previa formulada y sostenida por persona
distinta a él, no sólo resulta inadmisible que el juez genere de oficio el sometimiento
de un caso a juzgamiento, sino también que amplíe el objeto fáctico del mismo
introduciendo hechos que no han sido contemplados en la acusación originaria por
el titular de ésta, por muy conectados que estuvieran al que es materia de
juzgamiento; ni siquiera así se trate de circunstancias del hecho contemplado
inicialmente en la acusación.
48
MAIER, J. Derecho procesal penal I, p. 444.
49
Por todos: DE LA OLIVA SANTOS, A. Derecho procesal penal, p. 63; MORENO CATENA, V. “El
Ministerio Fiscal y la discrecionalidad en el ejercicio de la acción penal”, p. 1423; NEYRA FLORES, J.
Manual del nuevo proceso penal, pp. 111 a 119.
25
[Escribir texto]
De esta manera, el num. 1 del art. 397° del CPP 2004 prescribe: “La sentencia no podrá
tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en la acusación y, en su caso, en
la acusación ampliatoria, salvo cuando favorezcan al imputado”51.
Para los casos en que durante el juzgamiento aparezcan circunstancias fácticas que
necesiten ser abarcadas por la sentencia52, el CPP 2004 ha establecido dos
mecanismos:
- De acuerdo al num. 2 del art. 374°, cuando durante la actuación probatoria del
juicio sea necesaria la inclusión de un hecho nuevo o una nueva circunstancia
que no haya sido mencionada en la acusación escrita, que modifica la
calificación legal o integre un delito continuado; el fiscal deberá ampliar la
misma presentando un escrito de acusación complementaria.
- De acuerdo al num. 3 del art. 387°, cuando se trate de simples errores materiales
o de incluir alguna circunstancia que no modifique esencialmente la imputación,
en tanto no provoque indefensión; el fiscal simplemente tendrá que hacer
referencia a ello en el momento de su alegato final, sin que se considere que se
trata de una acusación complementaria.
De la lectura de estos supuestos53 aparece claro que el único que puede ampliar los
hechos materia de acusación escrita, posibilitando con ello que la sentencia pueda
50
DE LA OLIVA SANTOS, A. Derecho procesal penal, p. 41
51
En el entramado de principios y garantías constitucionales no existe ningún impedimento para que en la
sentencia el juez dé por acreditados hechos o circunstancias que -siendo relevantes para la aplicación de las
normas jurídico-penales- favorezcan al imputado, así no hayan sido de ningún modo contemplados en la
acusación; incluso, así no hayan sido expresamente planteados por éste o por su defensa. No hacerlo más
bien implicaría una infracción a la legalidad penal.
52
Puntualiza DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 138: “La acusación debe poder
experimentar modificaciones a la conclusión del juicio oral, ya que en caso contrario, no tendría sentido una
fase de práctica de pruebas que no tuvieran reflejo en las posiciones de la acusación y de la defensa”
26
[Escribir texto]
“La finalidad del proceso penal es que los órganos jurisdiccionales apliquen el
Derecho tras una posible contienda pública, con igualdad de armas y sin
lesionar el derecho de ninguna de las partes a defender su propia posición. Pero
53
Es por ellos que en la doctrina se sostiene que la delimitación definitiva del hecho se produce en la
acusación oral (en los alegatos finales) después de actuados los medios probatorios, por todos: YAIPÉN
ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 31.
En palabras de DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 138: “En la regulación de la etapa de
juicio oral, el art. 387 regula lo que denomina «alegato oral del Fiscal», que en realidad no es otra cosa que la
sustentación oral de la acusación escrita. / Esto quiere decir que la acusación tiene dos momentos: una de
carácter provisional, que se realiza antes de la práctica de las pruebas y una definitiva, que se formula
después de que son practicadas”.
54
Por todos: SAN MARTÍN CASTRO, C. “Acerca de la función del juez de la investigación preparatoria”,
p. 203; ORÉ GUARDIA, A. Manual de Derecho procesal penal, p. 102; SCHLÜCHTER, E. “Derecho
procesal penal”, p. 83; MAIER, J. Derecho procesal penal I, p. 569; BINDER, A. Introducción al Derecho
procesal penal, p. 229; SANCINETTI, M. La nulidad de la acusación por indeterminación del hecho, p. 122;
MOCCIARO, M. “Garantías del imputado en el debido proceso”, p. 193; CÁCERES JULCA, R.
Comentarios al Título Preliminar del Código Procesal Penal, p. 217.
En contra, aunque sin argumentos fuertes: LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, J. Tratado de Derecho procesal
penal, pp. 333 a 339.
55
CUCARELLA GALIANA, L. La correlación de la sentencia con la acusación y la defensa, pp. 183 - 184.
Hacia la misma conclusión, se puede encontrar en VERGER GRAU, J. La defensa del imputado y principio
acusatorio, p. 112: “El objeto del proceso penal es, pues, un factum y no un crimen, ya que el sistema
acusatorio gravita no en la calificación jurídica, ni menos aún en la pena propuesta, sino en el hecho
delictivo, en el «hecho calificado»”.
27
[Escribir texto]
las partes, que no pueden disponer de los hechos penalmente relevantes, tampoco
disponen de derechos subjetivos suyos ni, menos aún, claro es, del Derecho
necesariamente aplicable”56.
“El órgano acusador fija el objeto del proceso. Este objeto está constituido por
los hechos que se le imputan a una persona determinada y suele delimitarse o
perfilarse progresivamente conforme avanza el proceso sin perder su esencialidad;
del mismo modo, estos hechos delimitan la congruencia entre la acusación y la
sentencia, es decir los hechos propuestos por el acusador vinculan al juzgador.
Empero esta vinculación no comprende la calificación jurídica, pues ésta se rige
por el principio del iura novit curia; por lo que, en el caso de la modificación de
la calificación jurídica, no existe una alteración a este principio acusatorio desde
que dicho aspecto no se encuentra dentro de su contenido”57.
Pero, como se puede apreciar de la norma glosada, no se trata de una facultad que
pueda ser ejercida con absoluta libertad por el órgano jurisdiccional, sino que para
su empleo es necesario observar determinados requisitos que principalmente dicen
de la necesidad de respetar el derecho de defensa del procesado59; informándole
56
DE LA OLIVA SANTOS, A. Derecho procesal penal, p. 523
57
YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 23.
58
Se ha dicho que el no permitir la desvinculación “choca con la esencia del Derecho penal que exige que al
delincuente se le condene por el hecho criminal cometido” TOMÉ PAULE, J. Instituciones de Derecho
procesal, p. 324.
59
La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha declarado con rotundidad que la
calificación jurídica del hecho punible forma parte imprescindible de la información con que debe contar el
28
[Escribir texto]
Eso sí, esta facultad del juzgador debe respetar los hechos objeto de debate
incorporados por el Ministerio Público, no pudiendo implicar la introducción de
nuevos hechos, sino sólo una recalificación jurídica de los mismos para adaptarla a
la que el órgano jurisdiccional considera correcta.
imputado para ejercer su derecho de defensa, cfr. PERELLÓ DOMÉNECH, I. “El derecho a ser informado
(a) de la acusación”, p. 432.
60
Explica DEL RIO FERRETTI, C. “Deber de congruencia (rectius, correlación) de la sentencia penal y
objeto del proceso”, p. 117: “Más allá del hecho punible desde un punto de vista procesal normativo, es
decir, más allá del objeto del proceso, se sitúa el problema del derecho de defensa y del principio de
contradicción, los cuales alcanzan a todas las cuestiones fácticas y jurídicas del caso. En efecto, las partes
tienen derecho a defenderse y a contradecir no sólo respecto del hecho sustancial de que trata el proceso, sino
además respecto de todos los hechos y circunstancias fácticas tengan o no eficacia jurídico-penal, y además
respecto de todos los aspectos referidos a la calificación jurídica y la consecuencia punitiva. Todos esos
contenidos se aglutinan en el objeto del debate, el cual delimita el ámbito, la amplitud del derecho de defensa
y la eficacia del principio de contradicción”.
29
[Escribir texto]
La doctrina procesal acostumbra fundar esta facultad del órgano jurisdiccional para
apartarse de la calificación jurídica propuesta por la acusación fiscal en el iura novit
curia62.
El aforismo iura novit curia63 se traduce comúnmente como “el juez conoce el
Derecho” 64.
61
Consultada en: http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_126_esp.pdf
62
Por todos, MAIER, J. Derecho procesal penal I, pp. 569 a 574; VERGER GRAU, J. La defensa del
imputado y principio acusatorio, p. 121; ALMAGRO NOSETE, J. Instituciones de Derecho procesal, p. 53;
YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 23.
63
En palabras de SENTÍS MELENDO, S. “Iura novit curia”: “No resulta fácil establecer el momento de su
aparición, ni siquiera la época en que, de manera definitiva, se incorpora a la vida de los tribunales. Los
argumentos relativos a la forma gramatical y a las consecuencias jurídicas de ella no pueden estimarse
dotados de absoluta solidez. Ha de admitirse que, cualquiera que fuera la forma en que surgiera el aforismo,
constituye la expresión de un principio jurídico de evolución lenta y extensa, que se proyecta hasta nuestros
días y que es forzoso relacionar con la modalidad o la arquitectura del Derecho aplicable en cada país” (p.
144); “Para algunos autores surgió en forma de advertencia, casi diríamos de exabrupto que un juez,
fatigado por la exposición jurídica de un abogado, le dirigiría: Venite ad factum. Iura novit curia; o lo que
es lo mismo: „Abogado: pasad a los hechos; la corte conoce el Derecho‟. Cualquiera de estas dos
manifestaciones de advertencia del juzgador, nos muestra su parentesco con otro aforismo de capital
importancia en la vida del proceso: Da mihi factum, dabo tibi ius” (pp. 144 y 145).
64
Explica BENTOLILA, J. “Iura novit curia: Esa omnisciencia judicial”, p. 2: “La traducción literal es „el
juez (la Corte, el Tribunal, el Magistrado o, en general, la autoridad judicial) conoce los derechos‟. Para
poder traducirlo como es usual, esto es “el juez conoce el derecho”, sería necesario que el aforismo fuere ius
novit curia”; “En rigor, la expresión latina correcta sería “Curia iura novit” o “Curia ius novit”. Si
mantenemos la alteración del orden de los términos, es sólo para evitar desechar una formulación con la que
30
[Escribir texto]
En contra de lo que su recepción en el num. 1 del art. 374° del CPP 2004 pareciera
indicar, en realidad no se trata sólo de una posibilidad del juez para hacer prevalecer el
Derecho correcto, sino de un deber. El juez no sólo está en posibilidad de aplicar el
Derecho correcto y distinto al alegado por las partes, sino que está obligado a ello. “El
juez está constitucional y legalmente obligado a la observancia de las normas de
Derecho”65.
En ello, el iura novit curia no sólo establece el deber de aportación de oficio del
Derecho aplicable, sino también, y como lógico antecedente, el deber de investigación
de oficio del Derecho aplicable68.
No obstante, para que dicha obligación de conocer y aplicar el Derecho surta efectos
es necesario que sea posible conocerlo; pues sólo en este caso tiene sentido presumir
su conocimiento por el juez en el proceso y, sobre todo, imponerlo al órgano
jurisdiccional como un deber69.
los hombres de Derecho ya nos hemos familiarizado”. Igual, LEDESMA, A. “¿Es constitucional la
aplicación del brocardo iura novit curia?”, p. 357.
65
BENTOLILA, J. “Iura novit curia: Esa omnisciencia judicial”, p. 14.
66
YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 36
67
EZQUIAGA GANUZAS, F. Iura novit curia y aplicación judicial del Derecho, p. 17.
68
Cfr. EZQUIAGA GANUZAS, F. Iura novit curia y aplicación judicial del Derecho, p. 25.
69
EZQUIAGA GANUZAS, F. Iura novit curia y aplicación judicial del Derecho, p. 18.
31
[Escribir texto]
Por ello que en doctrina es idea generalizada que el principio iura novit curia
únicamente tiene por objeto el Derecho escrito, interno, general y publicado en el
diario oficial; siendo que del Derecho no escrito (la costumbre), no interno (el Derecho
extranjero) o no general (el de los gobiernos regionales o las municipalidades) no se
presume que sea conocido por el Juez70.
70
Cfr. EZQUIAGA GANUZAS, F. Iura novit curia y aplicación judicial del Derecho, p. 89.
71
YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 15.
72
Otra fundamentación en BENTOLILA, J. “Iura novit curia: Esa omnisciencia judicial”, p. 3: “Al indagar
acerca de la razón sobre la que se apoya la regla del iura novit curia, podemos rescatar que ésta reclama la
“exigencia de una igualdad de trato entre los ciudadanos, de manera que no sólo el caso particular, sino
todos los posibles casos particulares idénticos sean decididos del mismo modo, con idéntica aplicación del
derecho. De tal exigencia de asegurar esta suprema garantía de igualdad derivaría el principio de la libre
investigación del derecho por parte del juez”.
73
Lo que queda de manifiesto, por ejemplo, en la posibilidad de declarar de oficio las cuestiones previas, las
cuestiones prejudiciales y las excepciones, tal y conforme lo señala el num. 3 del art. 7° del CPP 2004.
32
[Escribir texto]
respuesta jurídica a un requerimiento de las partes74; salvo que exista una prohibición
normativa expresa para ello75; pues en este último caso el Derecho correcto exige
resolver en acatamiento a dicha prohibición normativa.
74
Además, no resulta razonable y trasgrede las exigencias de la celeridad y economía procesal que, por
ejemplo, se rechace un pedido cuya fundamentación fáctica se adecua perfectamente a las tres identidades
que requiere el ne bis in idem, por haberse planteado como excepción de cosa juzgada y no como tutela
judicial de derechos.
75
Ello ocurre, por ejemplo, en el num. 3 del art. 397°: “El Juez Penal no podrá aplicar pena más grave que la
requerida por el Fiscal, salvo que se solicite una por debajo del mínimo legal sin causa justificada de
atenuación”.
76
Lo que, por ejemplo, en el art. VII del T.P. del CPC se puede apreciar, cuando se inserta expresamente la
restricción: “Sin embargo (el juez), no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos
diversos de los que han sido alegados por las partes”.
77
Entiende también BOVINO, A. “Principio de congruencia, derecho de defensa y calificación jurídica”, p.
516: “Tanto para la opinión de la Comisión Interamericana, como para la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en un juicio penal, resulta conforme a las disposiciones de la Convención la aplicación del
principio iura novit curia por parte del tribunal que dicta sentencia condenatoria”.
33
[Escribir texto]
artículo 388 del Código Procesal Penal guatemalteco establece que „en la sentencia,
el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella de la
acusación o de la del auto de apertura del juicio, o imponer penas mayores o
menores que la pedida por el Ministerio Público‟. Esta facultad, consecuente con el
principio iura novit curia, debe ser entendida e interpretada en armonía con el
principio de congruencia y el derecho de defensa. La necesaria congruencia entre la
acusación y la eventual sentencia justifica la suspensión del debate y el nuevo
interrogatorio del acusado, cuando se pretende cambiar la base fáctica de la
acusación. Si esto ocurre irregularmente, se lesiona el derecho a la defensa, en la
medida en que el imputado no ha podido ejercerlo sobre todos los hechos que serán
materia de la sentencia” 78.
78
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_126_esp.pdf
34
[Escribir texto]
El CPP 2004 establece en su artículo 349° cuáles son los requisitos formales que debe
cumplir la acusación fiscal82; señalando el lit. a del num. 1 del artículo 350° que una vez
notificados con ella los demás sujetos procesales tienen el plazo de 10 días para
observarla en dicho sentido, requiriendo su corrección.
Para la discusión de las partes y resolución del juez sobre dichos observaciones se
deberá convocar a una audiencia -que el código denomina preliminar-; en la que, según
el num. 2 del art. 352°: “Si los defectos de la acusación requieren un nuevo análisis del Ministerio
79
BINDER, A. Introducción al Derecho procesal penal, p. 223: “Esta fase intermedia se funda en la idea de
que los juicios deben ser preparados convenientemente y se debe llegar a ellos luego de una actividad
responsable”.
80
Explica SAN MARTÍN CASTRO, C. “Introducción general al estudio del nuevo Código Procesal Penal”,
p. 38, que la etapa intermedia tiene como finalidades: “a) control formal y control sustancial de la acusación;
b) deducir y decidir la interposición de medios de defensa; c) solicitar la imposición, modificación o
levantamiento de medidas de coerción; d) instar un criterio de oportunidad; e) ofrecer pruebas, cuya admisión
está sujeta a la pertinencia, utilidad y conducencia de la mismas, así como pedidos de prueba anticipada; f)
cuestionar el monto de la reparación civil pedida por el Fiscal; y, g) proponer otra cuestión para una mejor
preparación del juicio”; debiendo adicionarse la posibilidad de arribar a convenciones probatorias entre las
partes.
81
Por todos: BINDER, A. Introducción al Derecho procesal penal, p. 224.
82
De ellos, son requisitos necesarios para la validez formal de la acusación fiscal: a) Los datos que sirvan
para identificar al imputado; b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores; c) La participación que se atribuya al imputado; d)
La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurran; e) El artículo de
la Ley penal que tipifique el hecho, así como la cuantía de la pena que se solicite; f) El monto de la
reparación civil; g) La correlación entre los hechos de la Disposición de formalización de la Investigación
Preparatoria y la acusación.
35
[Escribir texto]
Público, el Juez dispondrá la devolución de la acusación y suspenderá la audiencia por cinco días para
que corrija el defecto, luego de lo cual se reanudará. En los demás casos, el Fiscal, en la misma
audiencia, podrá hacer las modificaciones, aclaraciones o subsanaciones que corresponda, con
intervención de los concurrentes. Si no hay observaciones, se tendrá por modificado, aclarado o saneado
el dictamen acusatorio en los términos precisados por el Fiscal, en caso contrario resolverá el Juez
mediante resolución inapelable”.
Debe precisarse que las observaciones formales a la acusación no sólo las pueden
plantear las partes, sino que las puede declarar el juez de oficio -como lo señala
expresamente el Acuerdo Plenario N° 6-2009/CJ-116 de la Corte Suprema83-. Ello en
atención a que es responsabilidad principal del juez que la acusación y el proceso se
encuentren debidamente saneados84.
83
Cuando se refiere al: “Control formal de la acusación fiscal, que incluso puede promoverse de oficio por el
Juez de la Investigación Preparatoria -la revisión del cumplimiento de los requisitos legales de un acto
procesal trascendente y la validez de la serie procesal constituye una facultad judicial inherente a la
potestad jurisdiccional, enraizada en garantía misma de tutela jurisdiccional efectiva-”.
84
BINDER, A. Introducción al Derecho procesal penal, pp. 224 – 225: “El requerimiento fiscal puede
contener errores o „vicios‟, que deben ser corregidos para que la decisión judicial no sea inválida…Los
distintos sujetos procesales tendrán interés en corregir esos defectos. El imputado, el defensor o el querellante
querrán que la decisión judicial sea correcta y no pueda ser invalidada. Cada uno, obviamente, desde la óptica
de sus intereses particulares. Pero también el juez tendrá interés en que la decisión judicial no contenga
errores o en que estos no se trasladen a la etapa de juicio donde pueden generar mayores perjuicios o
invalidar la totalidad del propio juicio”.
85
En este sentido: DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 163; quien en la nota de pie 226 de
dicha página menciona como ejemplo de la práctica judicial: “La Resolución del Primer Juzgado de la
Investigación Preparatoria de Huaura, de 11 de julio de 2007 [Exp. 496- 2007], establece lo siguiente: «(…)
al no haberse detallado en forma clara y precisa los hechos que se atribuyen al imputado [debió decir
acusado] con sus circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores y que guardan relación directa
con la conducta típica que exige el tipo penal, existen defectos en la acusación que requieren un nuevo
análisis del MP, por lo que resuelve devolver la acusación, fijando 5 días de plazo para que la subsane»”.
86
En palabras de PUPPE: “La descripción del hecho en el escrito de acusación… tiene que ser inequívoca,
en el sentido de que, según las reglas generales de la lógica, de las ciencias naturales y de la experiencia
restante, sea prácticamente imposible que diversos hechos cumplan con esta descripción… El texto de la
acusación tiene que aportar aquellas propiedades de un hecho y tantas de ellas como para que efectivamente
él sea cumplido por un hecho individual y solo uno, en el sentido de ese concepto de hecho” citada por
SANCINETTI, M. La nulidad de la acusación por indeterminación del hecho, p. 77.
36
[Escribir texto]
CPP 2004, sino que ha sido reiterado por la Corte Suprema en el Acuerdo Plenario N°
6-2009/CJ-11687.
La idea básica es que -en contra de lo que ocurría en el sistema procesal penal anterior,
en que la acusación generaba necesariamente el enjuiciamiento del procesado- no en
todos los casos en que el representante del Ministerio Público considere que se debe
formular acusación, y la formulé, el juez tiene necesariamente que autorizar el pase del
caso a juzgamiento; previo a ello debe verificar a pedido de parte90 o, incluso, de oficio
la no concurrencia de los supuestos de sobreseimiento que prevé el num. 2 del art.
344° del CPP 200491, para recién a partir de ello considerar que resulta realmente
necesario que el caso se someta a juicio.
87
Cuando se refiere a: “Los defectos denunciados, en caso que se acojan, requerirán, conforme al artículo
352°.2 NCPP, una decisión inmediata de devolución de las actuaciones al Fiscal, con la necesaria
suspensión de la audiencia, siempre que se requiera de «…un nuevo análisis del Ministerio Público»”.
88
Por todos: CHINCHAY CASTILLO, A. “Para que hacer un control de la acusación”, p. 159; SÁNCHEZ
CÓRDOVA, J. “El control de la acusación”, p. 250; ARBULÚ MARTÍNEZ, J. “El control de la acusación
fiscal en la etapa intermedia”, p. 236;
89
Explica DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 173 (nota de pie 238): “Es muy peligroso
declarar el sobreseimiento del proceso si la acusación no ha superado el control formal, por la sencilla
razón que el sobreseimiento puede ampararse en un error no corregido. Es necesario que el requerimiento
sea completo para que el auto de sobreseimiento, que constituye cosa juzgada al ser definitivo, esté
debidamente motivado. El control formal necesariamente debe realizarse antes del sustancial”.
90
El lit. d del num. 1 del art. 350° del CPP 2004 prescribe que una vez notificados con la acusación los
demás sujetos procesales tienen el plazo de 10 días para pedir el sobreseimiento.
91
“El sobreseimiento procede cuando: a) El hecho objeto de la causa no se realizó o no puede atribuírsele al
imputado; b) El hecho imputado no es típico o concurre una causa de justificación, de inculpabilidad o de no
punibilidad; c) La acción penal se ha extinguido; y, d) No existe razonablemente la posibilidad de incorporar
nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para solicitar fundadamente el
enjuiciamiento del imputado”.
37
[Escribir texto]
De modo similar a como ocurre con el iura novit curia en la posibilidad de sentenciar
por una calificación jurídica distinta a la precisada en la acusación fiscal, para que el
92
En este sentido, por todos, ARMENTA DEU, T. Lecciones de Derecho procesal penal, p. 211; RAMOS
DÁVILA, L. “La fase intermedia”, p. 2; SALINAS SICCHA, R. “La etapa intermedia en el Código
Procesal Penal de 2004”, p. 4.
93
ROXIN, C. Derecho procesal penal, p. 347: “La importancia principal del procedimiento intermedio
reside en su función de control negativa: discutiendo la admisibilidad y la necesidad de una persecución
penal posterior”.
94
DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, pp. 60 - 61: “Someter al imputado a un juicio oral porque
existe el «convencimiento » –privado del Juez– de que se cometió un delito, aun, cuando también existe la
certeza de que será imposible atribuir el mismo al imputado; dista mucho de una decisión acorde con la
justicia y la preservación del derecho a la presunción de inocencia como principio informador del proceso
penal. Someter al imputado a la «pena del banquillo», a sabiendas, que una sentencia condenatoria es de
imposible consecución, atenta contra el derecho a un proceso justo”.
95
DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 61: “Es necesario comprender que el juicio oral es una
de las etapas que exige más concentración de recursos humanos y materiales, y que involucra una importante
cantidad de tiempo y esfuerzo para los sujetos procesales (sobre todo si se analiza las horas/persona que
acarrea esta fase por la cantidad de intervinientes que deben actuar de manera concentrada). La creación de
un filtro que permita evitar la realización de juicios orales innecesarios no sólo abunda en la protección de las
garantías del imputado, es un importantísimo factor para descongestionar los procesos, racionalizar los
recursos y potenciar el sistema”.
96
MAIER, J. Derecho procesal penal, Tomo III, p. 363.
38
[Escribir texto]
juez pueda sobreseer el proceso de oficio -por una circunstancia fáctica y causal
normativa no alegadas por las partes- el derecho de defensa le exige que plantee de
modo expreso las que considera aplicables al caso, dándole oportunidad a los sujetos
procesales para que se pronuncien al respecto.
En cualquier de las dos posibilidades -a pedido de parte o de oficio-, el num. 4 del art.
352° del CPP 2004 es sumamente claro cuando señala que: “El sobreseimiento podrá
dictarse de oficio o a pedido del acusado o su defensa cuando concurran los requisitos establecidos en el
numeral 2) del artículo 344, siempre que resulten evidentes y no exista razonablemente la posibilidad
de incorporar en el juicio oral nuevos elementos de prueba”97; en caso contrario corresponde que
el destino del proceso sea dilucidado en juicio.
39
[Escribir texto]
Para el primer caso resulta aplicable el num. 2 del art. 344° CPP 2004 que, en el
supuesto que nos interesa, establece: “El sobreseimiento procede cuando: (…) d) No
existe razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos
de convicción suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado”.
En cambio, el CPP 2004 se refiere en su art. 352° num. 4 en los siguientes términos al
sobreseimiento ante el requerimiento acusatorio fiscal: “El sobreseimiento podrá
dictarse de oficio o a pedido del acusado o su defensa cuando concurran los requisitos
establecidos en el numeral 2) del artículo 344, siempre que resulten evidentes y no
exista razonablemente la posibilidad de incorporar en el juicio oral nuevos elementos
de prueba”.
En realidad tal contradicción no existe, sucede que el num. 2 del art. 345° CPP 2004
establece que cuando se emite un requerimiento de sobreseimiento, las partes -
obviamente aquellas cuyos intereses se ven en riesgo con el sentido de dicho
requerimiento- tienen la posibilidad de oponerse al mismo, solicitando la realización de
actos de investigación adicionales -indicando su objeto y los medios de investigación
que considere procedentes-; señalando el num. 5 del art. 346° “El Juez de la
Investigación Preparatoria, en el supuesto del numeral 2 del artículo anterior, si lo
considera admisible y fundado dispondrá la realización de una Investigación
Suplementaria indicando el plazo y las diligencias que el Fiscal debe realizar. Cumplido
el trámite, no procederá oposición ni disponer la concesión de un nuevo plazo de
investigación”; es por ello que en el num. 2 del art. 344° se habla de que no haya la
posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación (lo que podría darse como
consecuencia de una investigación suplementaria).
El caso del art. 352° num. 4 es distinto, pues ya formulada la acusación no existe la
posibilidad de ordenar una investigación suplementaria e incorporar nuevos datos a la
investigación; lo único que podría ocurrir es que se incorporen nuevos elementos de
prueba para el juzgamiento.
40
[Escribir texto]
Corresponde esclarecer ahora ¿En qué casos los elementos de convicción recogidos
durante la investigación preparatoria resultan suficientes por si mismos para solicitar
fundadamente el enjuiciamiento del imputado?
El num. 4 del art. 352° nos brinda una importante referencia cuando señala que sólo se
podrá dictar el sobreseimiento “cuando concurran los requisitos establecidos en el numeral 2) del
artículo 344, siempre que resulten evidentes”.
99
RODRÍGUEZ, A. “El sobreseimiento según la jurisprudencia”, p. 407: ““En un proceso con escaso mérito
probatorio respecto de un imputado ante la ausencia de elementos de convicción que den sustento suficiente a
la imputación, el juez puede realizar un examen de las posibilidades que tiene la investigación de lograr
nuevas pruebas que transformen ese estado. Si se convence de que resultará imposible revertirlo, debe
sobreseer”
100
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, p. 686.
101
De acuerdo a la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, p. 1154: “Patente.
(Del lat. patens, -entis, part. act. de patēre, estar descubierto, manifiesto).1. adj. Manifiesto, visible. 2. adj.
Claro, perceptible”.
41
[Escribir texto]
Ello es así, porque a partir del sobreseimiento, dado su carácter de definitivo en el CPP
2004 y sus efectos de cosa juzgada, según la Constitución de 1993, se dejará de
perseguir al procesado para siempre102.
“Debe quedar claro que éste es un supuesto excepcional. Las causales del art.
344.2 deben resultar «evidentes y no debe existir la posibilidad de incorporar en el
juicio oral nuevos elementos de prueba » [352.4 NCPP]. La Corte Suprema ha
declarado –en el análisis de la regulación del NCPP– que el control sustancial de
la acusación está en función al mérito mismo del acto postulatorio del Fiscal. Al
Juez de la Investigación Preparatoria le corresponde negar la validez de la
acusación y la consecuente procedencia del juicio oral cuando la presencia de los
requisitos de sobreseimiento es patente o palmaria, no sin antes instar al
pronunciamiento de las partes sobre el particular…
Sin embargo, es una disposición que debe interpretarse de manera restrictiva, en la
medida que lo que exige su adopción es absoluta certeza. La simple duda o la sola
posibilidad de que en el juicio oral se puedan presentar nuevos medios de prueba o,
en su caso, discutir los argumentos jurídicos en los que se basa la causal, obligan al
órgano jurisdiccional a dictar el auto de enjuiciamiento con el propósito de que la
causal de sobreseimiento alegada se discuta en el juicio oral”.103
En ello, teniendo muy en cuenta que no se trata de decidir sobre pruebas ya actuadas,
sino sobre la conjunción elementos de convicción recogidos durante la investigación
preparatoria y la posibilidad de ofrecer nuevas pruebas para su actuación en
juzgamiento; ni se trata de emitir un juicio de certeza, sino de un evaluación-pronóstico
de la capacidad del caso para lograr una sentencia de condena; el análisis que habrá de
realizar el juez para determinar si se debe sobreseer un proceso por la causal
contemplada en el lit. d del num. 2 del art. 344° debe necesariamente someterse a las
102
Cfr. MAIER, J. Derecho procesal penal, Tomo III, p. 365.
103
DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, pp. 170 - 171
104
ALISTE SANTOS, T. “La motivación de las resoluciones judiciales”, p. 298: “El ejercicio lícito del
arbitrio no puede confundirse con la arbitrariedad”.
42
[Escribir texto]
reglas que rigen la prueba y su valoración en el CPP 2004105, claro está, en tanto no
resulten incompatibles con la naturaleza de la decisión a tomar106.
En este sentido, si bien el juez debe, por ejemplo, tener en cuenta que no son objeto de
demostración las máximas de la experiencia, las leyes naturales, la norma jurídica
interna vigente, aquello que es objeto de cosa juzgada, lo imposible y lo notorio (num.
2 del art. 156°); principalmente debe tener presente el contenido del num. 1 del art.
158°, según el cual “En la valoración de la prueba (de los “elementos de convicción” para
la decisión que se habrá de tomar) el Juez deberá observar las reglas de la lógica, la ciencia y las
máximas de la experiencia, y expondrá los resultados obtenidos y los criterios adoptados” y del num.
2 del art. 393°, que prescribe: “El Juez Penal para la apreciación de las pruebas (igualmente,
de los elementos de convicción) procederá primero a examinarlas individualmente y luego
conjuntamente con las demás. La valoración probatoria respetará las reglas de la sana crítica,
especialmente conforme a los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicos”.
Por tanto, para determinar la procedencia del sobreseimiento en aplicación del lit. d)
del num. 2) del art. 344° CPP 2004 es necesario una valoración racional, no antojadiza,
de los elementos de convicción obtenidos durante la investigación preparatoria y que
dicha valoración sea plena, en el sentido que no excluya del material a analizar ninguno
de los elementos de acreditación ofrecidos; pero, sobre todo, aquellos en que las partes
centran107 su tesis sobre el caso.
105
La libertad del juez en la valoración de los elementos de acreditación encuentra como límite
infranqueable, su sometimiento a reglas; legales, racionales y la obligación de motivar, cfr. TALAVERA
ELGUERA, P. La prueba en el nuevo proceso penal, pp. 108 - 109.
106
BROWN, G. Limites a la valoración de la prueba en el proceso penal, p. 16: “Es fácil advertir entonces
que la actividad de valorar la prueba se desarrolla durante todo el proceso y que no es una actividad reservada
exclusivamente al sentenciante en oportunidad de emitir su fallo”.
107
Esto en razón a que la nulidad de la resolución, que es el efecto esperado por infringir las reglas de
valoración de la prueba, se debe producir sólo si los defectos en que ha incurrido el juez afectan a elementos
probatorios de valor decisivo CAFFERATA NORES, J. / HAIRABEDIÁN, M. La prueba en el proceso
penal, p. 63.
43
[Escribir texto]
Fijado el marco teórico, corresponde ahora identificar los hierros en que ha incurrido la
resolución materia de comentario.
44
[Escribir texto]
Hemos precisado supra la aplicabilidad del iura novit curia en el proceso penal del
código de 2004, por lo que no incidiremos al respecto; más allá de recordar que, en
virtud de dicho principio, no resulta imprescindible que las partes digan o ilustren al
juez respecto de cuáles son las normas que regulan el proceso de contratación estatal,
ni cuál es su contenido; pues el Juez debe conocer el Derecho.
El juez debía conocer el Derecho, más todavía si las normas administrativas que
regulaban la contratación estatal en el momento en que sucedieron los hechos tenía los
requisitos de ser Derecho escrito, interno, general y publicado en el diario oficial, pues
se trataba del Texto Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del
Estado - aprobado por Ley Nº 26850 y su Reglamento - aprobado mediante D.S. N°
083-2004-PCM.
Pero, no sólo lo dicho, sino que el juez cita en su resolución expresamente el “Texto
Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado aprobado por
Ley Nº 26850” y el “Decreto Supremo Nº 084-2004-PCM, Reglamento de la Ley de
Contrataciones”.
Lo que hace bastante llamativo -para decirlo de algún modo- que para fundar su
resolución el juez sostenga, sobre la regularidad del contrato entre los procesados
Roger Emilio Quispe Rosales y Liz Sofía Alejandra Zenteno, que: “El contrato de
consultoría tiene como base legal, el Texto Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado aprobado por Ley Nº 26850, la misma que en su artículo 19º estableció
que „están exonerados de los procesos de Licitación Pública, Concurso Público o Adjudicación Directa,
según sea el caso, las adquisiciones y contrataciones que se realicen: (…) h. Para servicios
personalísimos, de acuerdo a lo que establezca el Reglamento‟ ”; cuando el artículo 20° -que el
juzgador no cita- de la misma ley señalaba claramente que: “Todas las exoneraciones, salvo
las previstas en el literal b) del Artículo 19º, se aprobarán mediante: (…) c) Acuerdo del
Consejo Regional o del Concejo Municipal, en el caso de los Gobiernos Regionales o Locales. /
La facultad de aprobar exoneraciones es indelegable. / Las resoluciones o Acuerdos señalados en los
incisos precedentes requieren obligatoriamente de un informe técnico-legal previo y
serán publicados en el Diario Oficial El Peruano, excepto en los casos a que se refiere el inciso d) del
artículo 19º de la presente Ley”.
45
[Escribir texto]
Habiéndose ofrecido también las copias certificadas de las partes pertinentes del libro
de las sesiones de Concejo en donde sólo constaba la propuesta de servicios, pero sin
aprobación en la sesión ordinaria en que ella se formuló, señalándose en el acta que el
tema sería tratado en la siguiente sesión extraordinaria que se convoque, cosa que no
aparece en las actas como tratada en dicha próxima sesión extraordinaria ni en ninguna
de data anterior a la firma del contrato.
Las irregularidades administrativas para la suscripción del contrato -no haber sido
aprobada la exoneración por el Concejo Municipal y, además, no contar con el informe
técnico-legal previo que exige el artículo 20° de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado- constituyen no el delito en sí, sino los hechos indicantes a
partir de los cuáles se pretende acreditar la concertación defraudatoria sobre la que se
construye el delito de colusión110.
De este modo incluso así se hubiera tratado de la única empresa en el mundo capaz de
prestar el servicio, así el Estado hubiera obtenido el mejor precio del mercado, igual se
comete delito de colusión al pagarse por un servicio que no es necesario; y que, además
y sobretodo, no ha sido prestado111.
110
La Corte Suprema ha fundado en no pocas ocasiones la acreditación de dicha concertación defraudatoria
en la verificación de infracciones a los procedimientos legales, cfr. GARCÍA CAVERO, P. / CASTILLO
ALVA, J. El delito de colusión, pp. 213 a 361.
111
Recuérdese que la propia resolución comentada señala que la acusación postula “la existencia de una
concertación entre los acusados para beneficiar económicamente a Innovaciones Perú S.A.C., en perjuicio del
patrimonio de la Municipalidad Distrital de Moche, al celebrar un contrato de servicio de consultoría en
fiscalización en materia tributaria y administrativa… haciéndole pago por un servicio que materialmente no
ha prestado”.
46
[Escribir texto]
Ha quedado precisado en el desarrollo del marco teórico, que cuando el juez encuentre
que existen defectos de ambigüedad o generalidad en la formulación de los hechos
materia de imputación, lo que corresponde es, incluso de oficio, haciendo el control
formal que impone la ley, observar la acusación y devolverla -cuando se requiere de
nuevo análisis- para su corrección.
Lo que resulta llamativo a este nivel es que el propio juez, sin observaciones de parte o
de oficio, declaró en su oportunidad la validez formal de la acusación y admitió los
medios probatorios, entre ellos -como ya dijimos- los que por parte de Fiscalía
pretendían acreditar en juicio que el Concejo Municipal no había autorizado la
exoneración de la contratación.
Ocurre, sin embargo, que los testigos en que el juez apoya su sobreseimiento nunca
han declarado durante la investigación preparatoria y ni siquiera existe incorporado al
proceso durante dicha etapa o con posterioridad -incluso con lo cuestionable que ello
sería desde las exigencias del CPP 2004- algún documento -p. ej. notarial- donde conste
el contenido de su declaración.
47
[Escribir texto]
El que lo que venimos señalando sea cierto queda en evidencia cuando la resolución
materia de comentario dice: “Resulta evidente que el Ministerio Público cuando formuló su
acusación, no tuvo conocimiento oportuno de las pruebas de descargo antes descritas, las cuales fueron
ofrecidas por la defensa de los acusados recién en la audiencia preliminar de la etapa intermedia”.
6.4. ¿El sobreseimiento por la causal prevista en el lit. d) del num. 2 del art. 342°
tiene como “exclusivo y excluyente” objeto de análisis los medios probatorios
admitidos?
Por su parte, como se recordará, el lit. d) del num. 2 del art. 342° CPP 2004 no
prescribe lo mismo, según dicha norma: “El sobreseimiento procede cuando: (…) d)
No existe razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya
elementos de convicción suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado”.
48
[Escribir texto]
No sólo se trata de una ilegalidad, sino que tener a los medios de prueba admitidos -y
aún no actuados- como objeto de análisis para decidir si se sobresee o no el proceso
puede llevar a la irracionalidad apuntada en el apartado anterior, en que la afirmación
de la no responsabilidad de los acusados se basa en declaraciones testimoniales
carentes de contenido, pues aún no han sido prestadas.
112
El que no exista una identidad necesaria entre los mismos lo demuestra precisamente el que en la
resolución materia de comentario se hayan ofrecido -y valorado- como medios de prueba declaraciones
testimoniales -las de “Renzo Giancarlo Habich Morales, Juan Antonio Laura Ataucuci, Porfirio Tolentino
Polonio y José Bruno Cepeda Ruíz”- no prestadas durante la investigación preparatoria –y que, por tanto, no
tienen la calidad de elementos de convicción- y que se habrían probablemente de producir -y, con ello, recién
habríamos de saber su contenido- en sede de juzgamiento.
113
NEYRA FLORES, J. Manual del nuevo proceso penal, p. 113: “Si el examen de la prueba no se realiza,
sino que ha sido obtenido unilateralmente por la parte interesada sin que nadie la haya examinado, esa
información es de baja calidad y no ofrece garantías de fidelidad” (BAYTELMAN).
114
COMISIÓN ESPECIAL DE IMPLEMENTACIÓN. Jurisprudencia Nacional, Código Procesal Penal, p.
209.
49
[Escribir texto]
Habíamos dicho que en el análisis del mérito del caso el juez se debe sujetar a las reglas
de la prueba que establece el CPP 2004 -salvo en lo que resulte incompatible con la
naturaleza de la decisión a tomar-.
50
[Escribir texto]
del Ministerio Público. En estas circunstancias, no se puede decir que se haya cumplido
con realizar un examen conjunto.
51
[Escribir texto]
Precisando FERRAJOLI:
“Es por la motivación como las decisiones judiciales resultan avaladas y, por
tanto, legitimadas por aserciones, en cuanto tales verificables y refutables aunque
sea de manera aproximativa; como la «validez» de las sentencias resulta
condicionada por la «verdad», aunque sea relativa, de sus argumentos; como, en
fin, el poder jurisdiccional no es el «poder tan inhumano» puramente potestativo de
la justicia del cadí, sino que está fundado en el «saber», también sólo opinable y
probable, pero precisamente por ello refutable y controlable tanto por el imputado y
por su defensa como por la sociedad. Precisamente, la motivación permite la
fundamentación y el control de las decisiones tanto en derecho, por violación de ley
o defectos de interpretación o subsunción, como en hecho, por defecto o insuficiencia
de pruebas o bien por inadecuada explicación del nexo entre convicción y
pruebas”120
120
FERRAJOLI, L. Derecho y razón, p. 623.
121
ALISTE SANTOS, T. “La motivación de las resoluciones judiciales”, p. 298: “Las operaciones de
selección y valoración del material probatorio están sujetas a un control efectivo, necesariamente
exteriorizada en la fase de motivación coram partibus”.
122
No debe olvidarse además que la motivación se inserta en la lucha extra (mediante la facilitación del
control público o ciudadano de la decisión) e intraprocesal (mediante la facilitación del control interno de las
decisiones judiciales a través de los recursos legalmente previstos) contra la arbitrariedad, ampl. GASCÓN
ABELLÁN, M. “La motivación de la prueba”, pp. 85 - 86.
52
[Escribir texto]
Pero, si nos fijamos con atención, los que han sido ofrecidos como medios probatorios
por los acusados -y, además, sin que haya podido ser materia de indagación su
confiabilidad durante la investigación preparatoria, por ser mencionadas recién a nivel
de la etapa intermedia- son sólo constancias de verificación notarial de bandejas de
salida de correos, más no así el contenido de los documentos que dichos correos dicen
adjuntar.
El num. 4 del art. 352° del CPP 2004 establece que se podrá dictar el sobreseimiento
“cuando concurran los requisitos establecidos en el numeral 2) del artículo 344, siempre que resulten
evidentes”. En las condiciones en que ha sido ofrecida la prueba de descargo, no se puede
sostener evidencia de la falta de elementos de acreditación suficientes para el
enjuiciamiento de los acusados; más aún cuando muy bien en el juzgamiento se podría
lograr la verificación plena, en circunstancias de inmediación para el Juez, de las cuentas
de correo electrónico que los acusados se han cuidado de ofrecer sólo en constancias de
verificación notarial de bandeja de salida -esto es, tampoco se da el requisito legal de que
no exista razonablemente la posibilidad de incorporar en el juicio oral nuevos elementos
de prueba-.
53
[Escribir texto]
“La exigencia constitucional del sometimiento pleno del juez a la ley no puede, sin
embargo, coincidir con el planteamiento del siglo XVIII, cuando la doctrina
entendía que el juez debía ser, en conocida frase de MONTESQUIEU, la boca
que pronuncia las palabras de la ley. El papel que el juez ha de desempeñar en el
Estado social y democrático de Derecho, trasciende sin duda los estrechos límites a
que se había de contraer en el pasado, pero no puede sustraerse de aplicar la ley al
caso concreto en su función de garante de los derechos de los ciudadanos”124.
123
MORENO CATENA, V. / CORTÉS DOMPINGUEZ, V. Introducción al Derecho procesal, p. 134.
124
MORENO CATENA, V. / CORTÉS DOMPINGUEZ, V. Introducción al Derecho procesal, p. 135.
54
[Escribir texto]
“La discrecionalidad es la „libertad de elegir una solución entre las varias que la
norma que la otorga, en principio, admite‟. En definitiva, la discrecionalidad „viene
dada por la existencia de varias soluciones igualmente válidas para el Derecho, entre
las cuáles el órgano decisor tendría que elegir. La discrecionalidad es así concebida
como el poder o la facultad de elegir entre dos o más cursos de acción, cada uno de los
cuáles es concebido como permisible por el sistema de referencias de que se trate‟…
Naturalmente se trata de la posibilidad de elegir entre decisiones diferentes pero
legítimas, esto es, decisiones que pueden justificarse dentro del sistema jurídico”125.
Debemos estar alertas para determinar si lo que se nos ofrece como “nuevas prácticas”
son en verdad “buenas prácticas”; más aún cuando no sólo se trata de decisiones que
contravienen la ley, sino que resultan disfuncionales; por, por ejemplo, pretender que se
archive definitivamente un caso y con autoridad de cosa juzgada sobre la base de
declaraciones que nunca han sido prestadas.
125
SEGURA ORTEGA, M. Sentido y límites de la discrecionalidad judicial, pp. 21 y 22.
55
[Escribir texto]
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
56
[Escribir texto]
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