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PROCESAL

PROCESOS CAUTELARES Y EJECUTIVOS

CIVIL
ANÁLISIS JURÍDICO

La lamentable confusión entre medida


cau
cautelar y medida de ejecución
e
en la praxis procesal peruana
Notas para una mejor regulación

Helder LUJÁN SEGURA*

El autor señala que son usuales las solicitudes de medidas cautelares cuando el proceso
se encuentra en estado o fase de ejecución, es decir cuando ya cuenta con decisión firme,

RESUMEN
lo cual es inconcebible debido a que la tutela cautelar tiene fines de aseguración, no de
ejecutoriedad. Sostiene que la figura llamada a operar en esos casos es la medida de
ejecución, donde el objetivo es el cumplimiento de la decisión definitiva; sin embargo,
no está convenientemente regulada en el Código Procesal Civil, hecho que contribuye
decisivamente a la confusión advertida.

Introducción

Una de las ventajas –y a la vez dificultad (que


en ciertas circunstancias se vuelve todo un
reto)– de quienes realizamos función juris-
diccional es que tenemos la posibilidad de
MARCO NORMATIVO encontrarnos en el día a día con una serie de
falencias de la ley (vacíos, antinomias), del
• Código Procesal Civil: arts. 74, 104, 370, 379, 517,
610, 611, 612, 690-E, 692-A, 701, 705-A, 708, 712,
Derecho (las llamadas zonas grises o zonas
715, 716, 762, 768, 788, 802 y 836. de penumbra) y –por qué no decirlo– de los
abogados.
PALABRAS CLAVE: Medida cautelar / Medida de eje-
cución / Etapa de ejecución / Decisión firme Eso es lo que me ocurre todos los días (para
Recibido: 13/02/2017
mi mayor pena) con la lamentable confusión
Aprobado: 20/02/2017
por parte de los abogados entre la medida
cautelar y la medida de ejecución. Como esta

* Abogado por la Universidad Nacional de Trujillo. Magíster y doctor por la Universidad Nacional de Piura. Profesor de
Derecho Procesal Civil en la Universidad César Vallejo-Filial Piura y en el posgrado en Derecho de la Universidad Nacio-
nal de Piura. Juez provisional del Primer Juzgado de Trabajo Transitorio de Piura.

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razonablemente ofrezca el Derecho (no solo
¿Qué dice Juan Monrroy
nrroy la ley) para usarlo en equis situación o caso,
Gálvez? claro está con el correspondiente sustento jus-
tificatorio, es decir que no necesitamos super-
La medida cautelar es la institución pro- poblar nuestro ya abigarrado espectro norma-
cesal a través del cual el órgano jurisdic- tivo con fines de una “mejor” regulación; sin
embargo, en este caso particular, entretanto no
cional, a propuesta de una de las partes,
cambiemos nuestro modo de ver el Derecho y
asegura el cumplimiento del fallo defini- debido a la terrible confusión existente, cree-
tivo (es decir, del que se va a ejecutar), mos que sí se hace necesaria una mejor regu-
ordenando se adelante algunos efectos lación del tema en el CPC. Sobre ello es que
del fallo o asegurando que las condicio- trataremos en el presente trabajo.
nes materiales existentes a la interposi-
ción de la demanda no sean modificadas. I. La medida cautelar

1. Nación y finalidad
última no está regulada convenientemente,
asumen que no existe tal figura en nuestro La medida cautelar es el instituto jurídico por
sistema procesal, y entonces cuando corres- medio del cual se garantiza la efectividad de
ponde en realidad solicitar una medida de la sentencia a dictarse en un proceso princi-
ejecución terminan solicitando una medida pal, para lo cual el órgano jurisdiccional que
cautelar, confusión que resulta clamorosa a conoce aquel, luego de evaluar si se presen-
la luz de la consistente teoría construida para tan los presupuestos exigidos por la ley, dicta
la medida cautelar. una resolución a pedido de parte adoptando
una medida adecuada para garantizar la efi-
En efecto, no está regulada conveniente- cacia de la sentencia1.
mente la medida de ejecución en el Código
Procesal Civil peruano (en adelante CPC), ni Monroy Gálvez –en una opinión que, pala-
en los otros ordenamientos procesales, como bras más palabras menos, es asumida por
el Código Procesal Constitucional, el TUO el común de la doctrina nacional– lo define
de la Ley que regula el Proceso Contencioso como la “institución procesal a través del
Administrativo o las 2 leyes procesales de cual el órgano jurisdiccional, a propuesta de
trabajo que rigen en nuestro país. Y eso en una de las partes, asegura el cumplimiento
nuestro país, cuya costumbre foral ha deter- del fallo definitivo (es decir, del que se va
minado perniciosamente que todas las herra- a ejecutar), ordenando se adelante algunos
mientas jurídicas de que pueda disponer un efectos del fallo o asegurando que las con-
abogado deben estar necesariamente en la diciones materiales existentes a la interpo-
ley (¡y si no, no existen!), ha degenerado en sición de la demanda no sean modificadas”2.
una situación preocupante.
La medida cautelar es el leitmotiv de la tutela
Pienso que el operador jurídico puede muy cautelar. Esta, también denominada juris-
bien apelar a un determinado mecanismo que dicción asegurativa –o más propiamente

1 Vide con más detalle PRIORI POSADA, Giovanni. “La tutela cautelar como instrumento para resolver el problema del
tiempo y el proceso”. En: Revista JUS (Doctrina y Práctica). N° 4, Grijley, Lima, abril, 2007, p. 244.
2 MONROY GÁLVEZ. Juan. Formación del proceso civil peruano. Escritos reunidos. Editorial Comunidad, Lima, 2003,
p. 71.

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Precisamente, Monroy Gálvez indica que la


Comentario relevante
te medida cautelar tiene dos finalidades, una
del autor concreta y otra abstracta. La primera, por-
que es vista como el medio para asegurar
En la doctrina no existe consenso en el cumplimiento (ejecución) del fallo defi-
determinar todas las características nitivo, o en todo caso para evitar que aquel
devenga en inejecutable; la segunda, por-
de la medida cautelar, llegando prác-
que constituye un medio a través del cual
ticamente cada autor a proponer su el órgano jurisdiccional se prestigia, bajo el
propio catálogo. presupuesto de que sus fallos van a ser siem-
pre cumplidos y ejecutados6.
tutela asegurativa–, por razones de su pro-
pia esencia está al servicio de la jurisdic- 2. Características de la medida cautelar
ción dirimente, en la medida que apunta, no
En la doctrina no existe consenso en deter-
a resolver definitivamente el conflicto, sino
minar todas las características de la medida
a generar situaciones en virtud de las cua-
cautelar, llegando prácticamente cada autor
les cuando se concrete y culmine la función
a proponer su propio catálogo. Ramos Mén-
dirimente, tenga real efectividad3. Al res-
pecto, nada más revelador que lo destacado dez, por ejemplo, considera que las medi-
por Ramos Méndez cuando explica el origen das cautelares en estricto sentido responden
de dicho tipo de tutela: “el proceso tiene una a las características generales de instrumen-
indudable vocación de eficacia. Su finalidad talidad (su existencia obedece a un proceso
no estriba meramente en la obtención de un pendiente, al cual se subordina instrumental-
pronunciamiento jurisdiccional, sino tam- mente), temporalidad (no nace con vocación
bién en que este se cumpla4. Para paliar de de perpetuidad, sino con una duración deter-
alguna manera los riesgos de la tardanza de minada) y anticipación a la ejecución (opera
una resolución definitiva, que puedan hacer anticipando en alguna medida lo que será la
ilusorio el pronunciamiento jurisdiccional, futura ejecución de la sentencia, que es la
hay que arbitrar un sistema de protección. nota que define específicamente a las medi-
Surge así el concepto de medida cautelar”5. das cautelares)7.

3 RIVAS, Adolfo Armando. Las medidas cautelares en el Derecho peruano. 1ª edición, Jurista Editores, Lima, 2005, p. 24.
4 No es para menos, la razón de ser de la medida cautelar es contribuir decididamente a la eficacia del proceso, a que este
tenga un “final feliz”, a que cumpla la finalidad para la que fue creado. Aparte de ello, como se ha destacado, trasluce la
seriedad de la función jurisdiccional, ya que a través de ella el órgano jurisdiccional se prestigia (Vide MONROY GÁL-
VEZ, Juan. Temas de Proceso Civil. Librería Studium, Lima, 1987, p. 17). De ese modo evita que los derechos de los jus-
ticiables se vean burlados (Vide PERUZZI, Héctor César. “Visión panorámica de las medidas cautelares en los proyectos
de reforma”. En: Revista de Derecho Procesal. Volumen 1, Medidas Cautelares, Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires
- Argentina, 1998, p. 306), a la par que tiende a la conservación del orden y la tranquilidad pública (Vide LEDESMA NAR-
VÁEZ, Marianella. Los nuevos procesos de ejecución y cautelar. 1ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 9).
5 RAMOS MÉNDEZ, Francisco. Derecho Procesal Civil. Tomo II, 5ª edición, José María Bosch Editor, Barcelona - España,
1992, p. 941.
6 Vide MONROY GÁLVEZ, J. Temas…. Ob. cit., p. 17.
7 RAMOS MÉNDEZ, F. Ob. cit., p. 942. Por su parte Rivas distingue seis: jurisdiccionalidad, instrumentalidad, provisio-
nalidad, mutabilidad y flexibilidad, funcionalidad, y homogeneidad (RIVAS, Adolfo Armando. Ob. cit., p. 39); a su vez,
Monroy Palacios enumera cinco: autonomía, jurisdiccionalidad, instrumentalidad, provisionalidad, contingencia y varia-
bilidad (MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una teoría cautelar. 1ª edición, editorial Comu-
nidad, Lima, 2002, pp. 139 a 165); y, Lama More destaca las que siguen: instrumentalidad, provisoriedad, es de ejecución
inmediata, se expiden y ejecutan inaudita parts, son mutables, flexibles o variables, son de carácter urgente, no constituyen
cosa juzgada, importan un prejuzgamiento, y son temporales (LAMA MORE, Héctor. “La tutela cautelar. Análisis y pro-
puestas para un mejor tratamiento de las medidas cautelares”. En: Revista JUS (Doctrina y Práctica). N° 8, Grijley, Lima,
agosto, 3007, pp. 212-213).

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anexados emite un pronunciamiento adelan-
Comentario relevante
te tado (autorizado por la ley; de lo contrario
del autor se configuraría el delito de prevaricato) res-
pecto de la probabilidad del derecho que se
Cuando hablamos de medida de ejecu- ventila en el proceso principal, actividad que
ción no lo hacemos para referirnos a no es definitiva8; es (ii) provisoria porque
solo va a permanecer vigente en tanto y en
un instituto propio o exclusivo del pro-
cuanto haya un derecho por garantizar en el
ceso de ejecución, sino a una figura proceso principal9; es (iii) instrumental por
que tiene lugar en la fase o etapa de cuanto constituye un mecanismo de garantía,
ejecución de un proceso declarativo de futura efectividad, para los derechos que
de condena –dineraria– (sea conoci- se discuten en el proceso principal10 (Cala-
miento, abreviado o sumarísimo) o eje- mandrei calificó a la medida cautelar como
cutivo –de obligación dineraria– (pro- el “instrumento del instrumento” 11, pues
ceso único de ejecución). “se ponen al servicio del proceso y su efi-
cacia y, a su vez, el proceso resulta ser ins-
trumento del derecho sustancial”12 o mate-
En nuestro CPC el artículo 612, sin discor- rial13); y, es (iv) variable debido a que luego
dar en absoluto con la esencia de lo que de su concesión por el juez y en tanto dure
propone la doctrina, pero sí en la cantidad, el proceso principal puede ser modificada
consigna solo 4 cuando, bajo el epígrafe de en cuanto a su forma, monto y órgano de
“Características de la medida cautelar”, esti- auxilio judicial, e incluso puede ser cance-
pula: “Toda medida cautelar importa un pre- lada, sustituida, reactualizada, extinguida,
juzgamiento y es provisoria, instrumental y convertida, etc.14.
variable”.
3. Presupuestos de la medida cautelar
Veamos: la medida cautelar (i) importa un
prejuzgamiento debido a que el juez luego de No es unánime la doctrina respecto a cuán-
analizar el pedido y los medios probatorios tos son; en lo que sí coinciden es en los dos

8 Por ello se dice que “las medidas cautelares no son dictadas cuando el juez ha formado certeza, sino cuando existe proba-
bilidad de que la pretensión sea amparada en la sentencia final” (MONROY PALACIOS, Juan José. Ob. cit., pp. 153-154).
9 En efecto, se debe a que las medidas cautelares “son interinas, vale decir, una decisión se mantiene en tanto subsistan
las circunstancias que la originaron. Si estas cambian la medida no puede subsistir” (LAMA MORE, Héctor E. Ob. cit.,
p. 212).
10 Por eso se ha señalado: “Es para todos sabido que la tutela cautelar no constituye un fin en si misma, pues su función se
agota en servir de instrumento para asegurar la tutela de fondo. A esta nota distintiva de la tutela cautelar se le suele llamar
instrumentalidad. Pero, justamente porque la tutela cautelar es instrumental no tiene vocación de estabilidad en el tiempo,
por lo que en sustancia es una tutela provisional” (ARIANO DEHO, Eugenia. “Apuntes sobre la duración temporal de la
Tutela Cautelar”. En: Themis. Revista de Derecho. N° 43, publicación editada por alumnos de la Facultad de Derecho de
PUCP, Segunda época, Lima, 2001, pp. 79 y 80).
11 CALAMADREI, Piero. Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares. ARA Editores, Lima, 2005,
p. 44.
12 MORALES GODO, Juan. “Ampliación de una medida cautelar inscrita en los registros públicos. ¿Es una nueva medida o
es la misma medida?. En: AA.VV. El proceso civil: Enfoques divergentes. 1ª edición, Instituto Riva Agüero de la PUCP y
Iuris Consulti SAC, Lima, 2005, p. 121.
13 PÉREZ RAGONE, Álvaro J.D. “Tutelas provisorias de derechos en el proceso civil”. En: AA.VV. Derecho Procesal Civil.
Estudios. Ius et veritas y Jurista Editores, Lima, 2009, p. 601.
14 En efecto, por eso se ha indicado que “la variabilidad permite, tanto a las partes como al juez, pedir y ordenar respectiva-
mente, la modificación o revocación de la medida durante la tramitación del proceso” (MONROY PALACIOS, Juan José.
Ob. cit., p. 162).

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presupuestos clásicos, la verosimilitud del Así entonces, solo son 3 los presupuestos de
derecho invocado y el peligro en la demora15. la medida cautelar, los que pasamos a rese-
Por nuestra parte, no consideramos como ñar: i) la verosimilitud del derecho invocado
presupuesto a la contracautela (conocida (fumus bonis iuris), consistente en la proba-
en otras latitudes como fianza o caución, y bilidad de certeza del derecho que le asiste a
que tiene como finalidad resarcir al afec- la parte que invoca la medida cautelar, el cual
tado con la medida cautelar en caso llegase es materia de controversia en el proceso prin-
a ocasionársele daño con su ejecución, siem- cipal18; ii) el peligro en la demora del pro-
pre y cuando la medida haya sido innece- ceso principal (periculum in mora), referido
saria o temeraria) por cuanto la necesidad al perjuicio que se cierne sobre el solicitante
de ofrecerla aparece recién cuando el soli- debido a la demora en la expedición de la
citante ha decidido hacer uso de la medida sentencia o decisión definitiva en el proceso
cautelar, es más, en puridad cuando deba eje- principal19; y, iii) la adecuación, que consiste
cutarse16, cosa que no ocurre con los otros “en la necesidad de que se tomen decisiones
dos presupuestos, que, haciendo honor a su en materia cautelar que sean congruentes y
naturaleza, están presentes antes de que el proporcionales con la pretensión que se dis-
solicitante piense en formular su pedido17; cute en el proceso principal”20, es decir que
se trata más bien de un requisito, por ello “deben respetar el principio de mínima inje-
seguramente se la incluyó como tal en rencia, ser congruentes y proporcionadas”21,
nuestro CPC. así como también que no sean irreversibles22.

15 Al respecto puede verse: RAMOS MÉNDEZ. Ob. cit., pp. 944-945; CALDERÓN CUADRADO, María Pía. “Un intento
de aproximación a la tutela cautelar civil española. Cuatro temas controvertidos”. En: Revista Peruana de Derecho Pro-
cesal. N° IV, Lima, diciembre, 2001, p. 56; TARZIA, Giuseppe. “La Tutela Cautelar”. En: Revista Peruana de Derecho
Procesal. N° IV, Lima, diciembre, 2001, p. 288; PROTO PISANI, Andrea. “Chiovenda y la Tutela Cautelar”. En: Revista
Peruana de Derecho Procesal. N° VI, Lima, mayo, 2003, p. 409.
16 Priori Posada señala que “el presupuesto de la verosimilitud de fundabilidad de la pretensión y la caución están en momen-
tos de análisis totalmente diferentes. Uno de ellos –la verosimilitud– es analizado al momento de la concesión de la medida
cautelar; mientras que el otro –la caución– lo es para ejecutar la medida ya concedida” (PRIORI POSADA, Giovanni F. La
Tutela Cautelar. Su configuración como derecho fundamental. ARA Editores, Lima, 2006, p. 100).
17 Vide. YAYA ZUMAETA, Ulises A. “La contracautela: requisito de ejecución de las medidas cautelares”. En: Revista
Peruana de Jurisprudencia. Volumen N° 44, editora Normas Legales, Trujillo, setiembre, 2005, p. 21 y ss.; RIVERA
BURGOS, César. “La caución (contracautela) como expresión de coherencia del sistema jurídico. Un enfoque constitucio-
nal”. En: Revista Jurídica del Colegio de Abogados de La Libertad. N° 146, Trujillo, diciembre, 2012, pp. 77 a 87. Es más,
este último autor critica seriamente el uso del término contracautela, señalando que es inexacto e induce a error, acotando
que lo más adecuado es caución.
18 En efecto, se ha dicho que “el solicitante de la medida cautelar deberá demostrar al juez que la pretensión principal –que
se intenta garantizar– tiene una posibilidad razonable de ser declarada fundada al pronunciarse la sentencia” (MONROY
PALACIOS, Juan José. La tutela procesal de los derechos. Palestra Editores, serie Derechos y Garantías N° 10, Lima,
2004, p. 170). Por ello se dice con acierto que “no es necesaria la certeza o convencimiento pleno, sino una probabilidad
de certeza, esto es, la fuerte posibilidad que la decisión final será favorable al solicitante” (GUERRA CERRÓN, J. María
Elena. “El acceso a la justicia cautelar: contenido de la decisión cautelar”. En: Revista Actualidad Jurídica. Tomo 188,
Gaceta Jurídica, Lima, julio, 2009, p. 35).
19 En efecto, se ha señalado que este presupuesto “está referido a la amenaza de que el proceso se torne ineficaz durante el
tiempo transcurrido desde el inicio de la relación procesal hasta el pronunciamiento de la sentencia definitiva” (MONROY
PALACIOS, Juan José. Bases…, p. 176). Es más, se considera que “no es suficiente la afirmación del solicitante en cuanto
que hay peligro y tampoco será suficiente establecer que solamente se trata de la demora en el proceso, porque con tal argu-
mento, toda pretensión cautelar tendría que ser admitida” (GUERRA CERRÓN, J. María Elena. Ob. cit., p. 35).
20 PALACIOS PAREJA, Enrique A. “Comentarios a las recientes modificaciones en materia cautelar”. En: Actualidad Jurí-
dica. Tomo 188, Gaceta Jurídica, Lima, julio, 2009, p. 31.
21 ZELA VILLEGAS, Aldo. “La caución y las medidas cautelares. A propósito de una reciente modificación al Código Pro-
cesal Civil”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 188, Gaceta Jurídica, Lima, julio, 2009, p. 46.
22 Loc. cit. Tal elemento o componente (la irreversibilidad) tiene reconocimiento legislativo, si bien no expresamente en el
Código Procesal Civil (aunque es una característica específica de las medidas innovativas y las no innovativas), sí en el
artículo 15 del Código Procesal Constitucional.

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(iv) la razonabilidad es un término prove-
Comentario relevante
te niente del common law, donde –a diferen-
del autor cia del Civil Law– para conceder las preli-
minary injuction (figura equiparable a las
La medida de ejecución es la disposición medidas cautelares) no se utiliza los concep-
judicial (resolución) emitida a pedido tos de fumus boni iuris y periculum in mora,
sino el balance of convenience (o, lo que es
de parte en la fase de ejecución de los
lo mismo, test de razonabilidad o análisis
procesos (sea declarativo o ejecutivo) costo-beneficio)25.
en que se ha establecido una obliga-
ción dineraria, por la cual, utilizando 4. Requisitos de la medida cautelar
adecuadamente algunas de las formas
de grabación previstas para la medida Resulta lógico que los requisitos, por tratarse
de condiciones necesarias para la producción
cautelar para una futura ejecución for-
de algo, se encuentren taxativamente pre-
zada (los tipos de embargo y secues- vistos en la ley. Así, el artículo 610 del CPC
tro), se da cumplimiento, efectividad, establece lo siguiente:
a la decisión definitiva (firme) dictada.
“El que pide la medida debe:

1. Exponer los fundamentos de su pre-


Preferimos mencionar a la adecuación y no tensión cautelar;
a la razonabilidad, que es lo que introdujo la
Ley N° 29384 (que modificó entre otros el 2. Señalar la forma de esta;
artículo 611 del CPC), porque cuanto (i) es la
que siempre reconoció la doctrina procesal 3. Indicar, si fuera el caso, los bienes
civil predominante23, (ii) ha sido rechazada sobre los que debe recaer la medida y
por parte importante de la doctrina nacio- el monto de su afectación;
nal (pues se sostiene que debió considerarse
4. Ofrecer contra cautela; y,
de modo expreso es la adecuación, “cuyos
elementos configurantes son la congruen- 5. Designar el órgano de auxilio judicial
cia y la proporcionalidad de la medida, que correspondiente, si fuere el caso”.
no necesariamente están contenidos en el
concepto de razonabilidad”24), (iii) la ante- Es preciso señalar que los referidos requisi-
rior redacción del artículo 611 del CPC ya tos están directamente ligados a los presu-
hacía referencia a la adecuación (como tam- puestos arriba mencionados. Así, en el caso
bién lo ha hecho el artículo 36 de la Ley del inciso 1 están tácitamente incluidos los
Nº 27584, Ley que regula el proceso con- presupuestos de fumus bonis iuris y pericu-
tencioso-administrativo, y el artículo 15 del lum in mora, y hasta podría decirse que el
Código Procesal Constitucional), y porque de adecuación (razonabilidad), pues en cada

23 Vide. MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para…, p. 186 y ss.; PRIORI POSADA, Giovanni F. La Tutela Cautelar…
Ob. cit., p. 87 y ss.; HURTADO REYES, Martín. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. 1ª edición, Idemsa, Lima, 2009,
p. 953 y ss.
24 MURO ROJO, Manuel. “¿Se está haciendo más eficaz el proceso civil?”. En: La Ley. Periódico mensual de Gaceta Jurí-
dica, Nº 19, Año 2, sección Editorial/Opinión, Lima, Gaceta Jurídica, p. 8.
25 ZELA VILLEGAS, Aldo. Ob. cit., p. 46.

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caso concreto su existencia debe ser funda-


mentada y motivada. A su vez, en el caso de Comentario relevante
te
los incisos 2 y 3, están directamente ligados del autor
a la adecuación (razonabilidad), pues la indi-
cación de la forma de medida que se solicite, La medida ejecutiva solo opera en el
así como el señalamiento de bienes y mon- caso de obligaciones dinerarias, no así
tos (si su naturaleza así lo exige), permitirán
en las obligaciones de dar bien no dine-
al juez establecer si en efecto la medida pro-
puesta resulta o no adecuada. Y finalmente,
rario, de hacer o de no hacer, ello por
en el caso de los incisos 4 y 5, se convierten cuanto en estos casos la satisfacción
en complemento de los anteriores, pues su está estrictamente ligada con el tipo
exigencia solo se torna plausible si en el caso de prestación debida y eso se consi-
concreto se han presentado aquellos. gue con los denominados medios com-
pulsorios (multa, detención, denuncia
II. La medida de ejecución penal, etc.).

1. Noción
A su vez, es preciso destacar que la medida de
En primer orden dejamos sentado que ejecución, también conocida como medida
cuando hablamos de medida de ejecución ejecutiva o medida ejecutoria, no ha tenido
no lo hacemos para referirnos a un instituto un desarrollo básico doctrinario, como si lo
propio o exclusivo del proceso de ejecución, han tenido la gran mayoría de los institu-
sino a una figura que tiene lugar en la fase o tos procesales. Ello es explicable si se parte
etapa de ejecución26 de un proceso declara- de un hecho innegable: la ejecución de las
tivo27 de condena28 –dineraria– (sea conoci- decisiones judiciales (o, si se quiere, la fase
miento, abreviado o sumarísimo) o ejecutivo de ejecución del proceso) ha sido la ceni-
–de obligación dineraria29– (proceso único cienta, la parte más olvidada de los estudios
de ejecución). procesales, ya que sus cultores casi siempre

26 La etapa de ejecución es la última etapa en un proceso genéricamente considerado; antes de ella están las etapas postula-
toria, probatoria, decisoria e impugnatoria. Se ha considerado además que “si bien los procedimientos son distintos en
atención a la pretensión para la que han sido creados, de una u otra manera todos se articulan en etapas surgidas del con-
cepto unívoco que tiene el proceso como conjunto dialéctico de actos procesales realizados por los elementos activos de
la relación procesal con un propósito común, acabar con el conflicto o la incertidumbre jurídica. Lo expresado no descarta
el hecho que hay procedimientos en los que algunas de estas etapas están incluidas dentro de otras o colocadas en un lugar
distinto” (MONROY GÁLVEZ, Juan. Formación..., pp. 188-189).
27 Un proceso declarativo o cognitivo es aquel que “tiene como presupuesto material la constatación de una inseguridad o
incertidumbre en relación a la existencia de un derecho material en un sujeto, situación que ha devenido en un conflicto
con otro, quien concibe que el derecho referido no acoge el interés del primer sujeto, sino al suyo”. (MONROY GÁLVEZ,
Juan. Introducción al Proceso Civil. Tomo I, 1ª edición, editorial Temis-De Belaunde y Monroy, Bogotá - Colombia, 1996,
p. 137).
28 Los procesos declarativos de condena tienen lugar cuando se ha producido una violación del orden jurídico y una de las
partes pretende que la otra sufra las consecuencias del incumplimiento de sus obligaciones. Únicamente este tipo de pro-
cesos generan futura ejecución; no así los declarativos puros o los declarativos constitutivos, ya que no imponen el dar,
hacer u omitir algo. (Vide. LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 230).
29 Un proceso ejecutivo o de ejecución es aquel en el cual la pretensión está destinada a obtener el cumplimiento de una obli-
gación cuya existencia aparece clara y determinada en el título que se acompaña a la demanda pero que está insatisfecha,
porque el obligado no la ha cumplido. Por ello se puntualiza que “esta vez en lugar de incertidumbre, lo que hay es segu-
ridad en un sujeto de derechos, respecto de la existencia y reconocimiento jurídico de un derecho material” (MONROY
GÁLVEZ, Juan. Introducción..., p. 138).

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volcaron sus mejores esfuerzos hacia insti- de dar bien no dinerario, de hacer o de no
tutos antonomásticos del Derecho Procesal hacer, ello por cuanto en estos casos la satis-
(acción, pretensión, jurisdicción, principios, facción está estrictamente ligada con el tipo
actividad probatoria, actividad impugnato- de prestación debida (entregar un determi-
ria, excepciones procesales, postulación del nado bien mueble, hacer un estudio de sue-
proceso, etc.). Por eso es que en estos tiem- los, abstenerse de aceptar productos de la
pos se ha vuelto la mirada hacia este ámbito, empresa de la competencia, etc.) y eso se
bajo el manto del omnicomprensivo prin- consigue con los denominados medios com-
cipio de Tutela Jurisdiccional Efectiva, del pulsorios (multas, detención, denuncia penal
cual es parte relevante el derecho a la ejecu- por desacato, medidas conminatorias, etc.),
ción de las resoluciones judiciales firmes30 en cambio en el caso de las obligaciones
(junto con el derecho de acceso a la justicia dinerarias la prestación es –por decirlo de
y el derecho al debido proceso), hecho que algún modo– “impersonal”, ya que lo rele-
se viene traduciendo en varias publicaciones vante es afectar un bien, cualquiera sea (ve-
que abordan la temática31. hículo, inmueble, derechos, acciones, incluso
dinero), con tal de que luego pueda conver-
Podemos decir que la medida de ejecución es tirse (vía ejecución forzada) en dinero que ha
la disposición judicial (resolución) emitida a de ser entregado en pago al acreedor.
pedido de parte en la fase de ejecución32 de
los procesos (sea declarativo o ejecutivo) en
2. Diferencia con la medida cautelar
que se ha establecido una obligación dine-
con otras figuras procesales
raria, por la cual, utilizando adecuadamente
algunas de las formas de grabación previstas Partiendo de la noción dada de medida de
para la medida cautelar para futura ejecución ejecución, podemos diferenciarla con la
forzada (los tipos de embargo y secuestro), medida cautelar y con otras figuras procesa-
se da cumplimiento, efectividad, a la deci- les, como la ejecución provisional de la sen-
sión definitiva (firme) dictada, cuando pre- tencia, las medidas de coerción, el mandato
viamente se ha efectuado requerimiento de ejecutivo y la ejecución forzada.
cumplimiento voluntario al obligado y este
ha sido infructuoso. En lo que concierne a la medida cautelar la
diferencia básica estriba en que mientras esta
Adviértase que solo opera en el caso de obli- se solicita y concede antes o dentro del pro-
gaciones dinerarias, no así en las obligaciones ceso, cuando el proceso principal no tiene

30 Vide. CACHÓN CADENAS, Manuel. La ejecución procesal civil. Editorial Atelier, Barcelona-España, 2014, p. 19.
31 Muestra de ello son por ejemplo los textos: PRIORI POSADA, Giovanni (Coordinador). Proceso y Constitución. Efec-
tividad y ejecución de las resoluciones judiciales. Ponencias del Cuarto Seminario Internacional de Derecho Proce-
sal: Proceso y Constitución. Palestra editores, noviembre, 2014, mayo, Lima, p. 814; MESINAS MONTERO, Federico
(Coordinador). Ejecución de sentencia. Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 189; ROJAS BERNAL, José Miguel. Medidas
Cautelares y ejecución de sentencias constitucionales. Gaceta Jurídica, Lima, 2012, pp. 254.
32 Explica con claridad Hurtado lo siguiente: “En los procesos donde se ha obtenido sentencia de condena favorable a una
de las partes es posible abrir la etapa de ejecución. Es decir, en aquellos procesos donde se ha ordenado en la sentencia el
cumplimiento de alguna prestación a cargo del vencido, que puede ser de dar, de hacer o de no hacer. La etapa de ejecu-
ción sirve para que el vencido cumpla con lo ordenado y se logre la satisfacción al actor, el juez a pedido de parte puede
hacer uso de los medios de coerción que brinda el ordenamiento procesal para hacer cumplir lo decidido”. Luego agrega:
“Promover la ejecución de una sentencia de condena es también una carga procesal, ya que corresponde al sujeto vencedor
darse satisfacción de lo ordenado en la decisión final. Si el vencido (ejecutado) no cumple pese al requerimiento de cum-
plimiento que hace el ejecutante a través del juez, entonces se podrá hacer uso de los mecanismos con los cuales normal-
mente se logra la eficacia de las decisiones judiciales: medidas de ejecución, medios compulsorios, astrientes [sic], etc.”
(HURTADO REYES, Martín. Ob. cit., pp. 575-576).

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aún con decisión definitiva (decisión firme),


dado que su función es meramente asegu- Comentario relevante
te
rativa; en cambio la medida de ejecución del autor
solo tiene lugar cuando el proceso ha obte-
nido decisión firme, es decir se encuentra en La medida ejecutiva a diferencia de
estado de ejecución, y por tanto ya no hay la medida cautelar, solo tiene lugar
nada que asegurar, sino ejecutar.
cuando el proceso ha obtenido deci-
Sobre la distinción entre ambas figuras se ha sión firme; es decir, se encuentra en
puntualizado: “(…) para que se conceda una estado de ejecución, y por tanto ya no
“medida cautelar” se requiere de la concu- hay nada que asegurar, sino ejecutar.
rrencia de tres requisitos como son la vero-
similitud del derecho invocado, el peligro
en la demora y la contracautela; lo que cier- de cosa juzgada), resulta claro que su objeto
tamente no es exigible a las “medidas dicta- es garantizar la ejecución de la sentencia, y
das en ejecución de sentencia”, pues en esta ya no la pretensión acogida por esta; esta
última no hay “apariencia del derecho” en medida será ejecutiva”34.
la medida en que el derecho ya se encuen-
tra definido con la sentencia, tampoco existe Y es que, como señala Monroy Palacios, la
“peligro en la demora”, pues la sentencia que medida cautelar obedece a una “oportunidad
es la razón de la espera ya se dictó; y por para la aseguración”, es decir durante la pen-
último, la contracautela tampoco es exigible, dencia del proceso, mientras que la medida
pues no hay posibles daños ni perjuicios que ejecutiva a una “oportunidad para la satis-
reparar, ya que no existe la posibilidad de facción”, es decir luego de que la sentencia
revertirse el fallo de fondo que en esta etapa favorable ha adquirido firmeza 35.
ya cuenta con autoridad de cosa juzgada”33.
Es más, como un punto saltante de dicha
Se ha dicho con mucho acierto también que distinción se señala que: “(…) otro aspecto
para diferenciar una medida cautelar de una en el que discrepan las medidas dictadas en
medida ejecutiva debe tenerse en cuenta “el ejecución de sentencia de las que son pro-
fundamento y la vocación con que fue dic- piamente cautelares es el hecho de que en
tada por el órgano jurisdiccional (…). Si la la primera no es necesario formar cuaderno
medida es concedida antes que la decisión separado, pues las mismas se conceden en el
final adquiera firmeza, solo garantiza la pre- propio cuaderno principal en vía de ejecu-
tensión, ya que esta aún no cuenta con pro- ción de sentencia, mientras que en las segun-
nunciamiento definitivo; consecuentemente, das sí se exige que se forme cuaderno sepa-
será en estricto cautelar. Si la medida fue rado, no solo por no confundir el trámite
dictada cuando el proceso estaba concluido cautelar del proceso principal, sino además
(es decir, cuando ya contaba con una reso- para preservar el carácter de inaudita pars
lución sobre el fondo del asunto con calidad de las medidas cautelares, cuestión que ya no

33 MONTOYA MENDOZA, Andrés. “La necesidad de regular expresamente el plazo de caducidad de los embargos dictados
en ejecución de sentencia”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 135, Gaceta Jurídica, Lima, febrero, 2005, p. 20.
34 Resolución N° 206-2003-SUNARP-TR-T, de fecha 05/12/03, del Tribunal Registral de la Superintendencia Nacional de
los Registros Públicos, f. j. Cuarto.
35 MONROY PALACIOS, Juan. “Conversión de la medida cautelar en la fase de actuación de la sentencia”, disponible en:
<www.cejamericas.org/index.php/biblioteca/biblioteca-virtual/doc_view/1360.html>, acceso: 30/11/2015.

GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 45 • MARZO 2017 • ISSN 2305-3259 • pp. 305-322 313
A su vez, en cuanto al mandato ejecutivo
Comentario relevante
te (que se emite en el proceso único de ejecu-
del autor ción, art. 690-C del CPC), se distingue por
cuanto este se dicta al momento de promo-
Entre las dificultades de carácter socio- verse la ejecución, es decir en la etapa pos-
jurídico podemos identificar por ejem- tulatoria (introductoria) de dicho proceso, lo
que significa que al momento de su dación
plo: i) una percepción de inseguridad
faltan todavía otras fases –aunque cortas, por
jurídica por el manejo confuso de las la naturaleza de esta vía procedimental– para
figuras procesales; ii) el consiguiente que resolución final firme se torne propia-
desprestigio del órgano jurisdiccional; mente exigible; mientras que la medida de
y, iii) el descontento del litigante por ejecución en un proceso de ejecución se da
ser quien más sufre las consecuen- cuando ya se ha emitido el denominado auto
cias de dichas vicisitudes. que ordena la ejecución39.

Respecto de la figura de la ejecución forzada


se requiere con la misma rigurosidad en las (arts. 725-748), conocido también como pro-
medidas dictadas en ejecución de sentencia, cedimiento o vía de apremio40, difiere por
pues aquí es evidente que el perdedor del jui- cuanto esta, como última fase de un proceso
cio va a esperar siempre que la otra parte eje- de ejecución dineraria41, apunta a la realiza-
cute inmediatamente la sentencia a su favor ción forzosa (remate) de los bienes previa-
mediante alguna medida de embargo u otra, mente embargados o constituidos en garan-
lo que hace que no sea necesario preservar tía real, con el fin de obtener el dinero que
el “factor sorpresa” que se conserva en las se destinará al pago del acreedor; en cam-
medidas propiamente cautelares”36. bio la medida de ejecución va a apuntar pre-
cisamente a afectar bienes del acreedor, a fin
Ahora, respecto de la figura de ejecución de que después sean sometidos a remate, es
provisional de la sentencia, se diferencia por decir a ejecución forzada.
cuanto esta implica la concesión “a la parte
que ha obtenido una decisión favorable en En cuanto a su relación con las medidas de
primer grado, el derecho a la actuación de la coerción, si bien nuestra figura materia de
decisión que lo favorece, con prescindencia estudio en general puede ser considerada
de que la resolución vaya a estar o esté recu- como una de ellas, por cuanto es caracte-
rrida por la parte perdedora”37; mientras que rística de estas que se dicten en contra de la
la medida de ejecución –como ya se destacó– voluntad del obligado tras el incumplimiento
para su operancia presupone necesariamente del mandato que le exige a cumplirlo volun-
que el proceso cuente con decisión firme38. tariamente; sin embargo, difiere respecto de

36 MONTOYA MENDOZA, Andrés. Ob. cit., cita al pie N° 11.


37 MONROY GÁLVEZ, Juan. “La actuación de la sentencia impugnada”. En: Themis. Revista de Derecho. N° 43, Segunda
Época, 2001, Lima, editada por los alumnos de la Facultad de Derecho de la PUCP, pp. 30-31.
38 Los presupuestos y demás aspectos de la ejecución provisional de la sentencia han sido analizados en nuestro trabajo:
LUJÁN SEGURA, Helder. “La medida cautelar basada en sentencia fundada y la ejecución provisional de sentencia. Una
necesaria diferenciación”. En: Actualidad Jurídica. N° 252, Gaceta Jurídica, Lima, noviembre, 2014, pp. 123-128.
39 Vide. LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 296.
40 Vide. CACHÓN CADENAS, Manuel. Ob. cit., p. 207.
41 En efecto, solo opera en el caso de sentencias declarativas de condena; no así en el caso de sentencias merodeclarativas,
de sentencias constitutivas, y menos aún de sentencias absolutorias. (Vide. MORENO CATENA, Víctor. La ejecución for-
zosa. Palestra Editores, Lima, 2009, p. 29).

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las otras figuras de coerción, como la multa las formas contempladas para las medidas
(astreinte), la detención (contemp of court cautelares para futura ejecución forzada y
civil), la denuncia penal por desacato y la que la medida debe ser adecuada a la preten-
medida conminatoria42, por cuanto aquella sión amparada. No existe en absoluto nor-
apunta a la satisfacción (realización) directa mas así para el resto de materias del proceso
del derecho exigido, en cambio estas gene- de ejecución, y menos para los procesos cog-
ran consecuencias diversas que tienen reper- nitivos (conocimiento, abreviado y sumarí-
cusión procesal o extraprocesal. simo). Y recuérdese que al CPC se le ha con-
ferido rol supletoria respecto de las demás
3. Problemas que acarrea la regulación normas procesales.
deficiente de la medida de ejecución
en el CPC Fuera de ello lo más cercano que existe son
ligeras y esporádicas disposiciones relativas
Como ya lo hemos venido mencionando, el
a algunas actuaciones aisladas que se rea-
instituto materia de estudio no tiene regula-
lizarán en “ejecución de sentencia” (v. gr.
ción adecuada en el ordenamiento procesal
los artículos 74, 104, 370, 379, 517, 690-E,
peruano. Y lo más grave es que ni siquiera
692-A, 701, 705-A, 708, 712, 762, 768, 788,
está regulada (aunque sea someramente) la
ejecución de sentencia como etapa del pro- 802 y 836); también algunas disposicio-
ceso (tan relevante como las otras), como si se nes relativas a los específicos actos ejecu-
ha hecho (y con profusión) en lo concerniente torios de los procesos de expropiación (art.
a las etapas postulatoria (arts. 424 a 474 del 528), alimentos (arts. 566-568) y desalojo
CPC), probatoria (arts. 188 a 283 del CPC) e (arts. 592-593); así como las disposiciones
impugnatoria (arts. 355 a 405 del CPC). que regulan el trámite de la ejecución forzada
(arts. 725-748).
En el CPC solo hay dos artículos que se refie-
ren a la medida de ejecución, pero están den- Mejor panorama, pero en cuanto a regula-
tro de las normas relativas al proceso de eje- ción de actos ejecutorios, o sea aquellos que
cución, es más, únicamente dentro de las se encaminan al cumplimiento concreto de la
normas referidas a la ejecución de resolucio- decisión firme, lo encontramos, bajo el epí-
nes judiciales. Es el caso del artículo 71543 grafe de ejecución de sentencia, en los artícu-
y del artículo 71644, de los cuales se puede los 45 a 49 del TUO de la Ley Nº 27584, Ley
destacar algunos notas características de que regula el proceso contencioso-administra-
la figura, como por ejemplo que operan a tivo, y en los artículos 22, 59 y 73 del Código
pedido de parte, que al efecto debe utilizarse Procesal Constitucional, cuyos mecanismos

42 Respecto de las medidas de coerción –llamados también medios compulsorios procesales–, como la multa (astreinte),
la detención (contemp of court civil) y la medida conminatoria, puede verse: SIMONS PINO, Adrián. “El derecho a la
ejecución plena de las decisiones judiciales y los medios compulsorios procesales”. En: Revista Peruana de Derecho Pro-
cesal. N° VI, Perú Offset E.I.R.L., Lima, mayo, 2003, pp. 443-465.
43 Este artículo, bajo el epígrafe de “Mandato de Ejecución”, estipula que: “Si el mandato de ejecución contuviera exigencia
no patrimonial, el juez debe adecuar el apercibimiento a los fines específicos del cumplimiento de lo resuelto.
Cumplido el plazo previsto en las disposiciones generales, si hubiera cuaderno cautelar conteniendo cualquier medida con-
cedida, este se agregará al principal y se ordenará la refoliación a fin de ejecutarse. Caso contrario, a petición de parte,
se ordenará las medidas de ejecución adecuadas a la pretensión amparada” (el resaltado es nuestro).
44 Este artículo, bajo el epígrafe de “Ejecución de suma líquida”, estipula que: “Si el título de ejecución condena al pago de
cantidad líquida o hubiese liquidación aprobada, se concederán a solicitud de parte, medidas de ejecución con arreglo
al subcapítulo sobre medidas cautelares para futura ejecución forzada. Si ya hubiese bien cautelado, judicial o extra-
judicialmente, se procederá con arreglo al Capítulo V de este Título” (el resaltado es nuestro).

GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 45 • MARZO 2017 • ISSN 2305-3259 • pp. 305-322 315
del proceso de ejecución la Ley de Enjui-
Comentario relevante
te ciamiento Civil establece puntualmente las
del autor medidas ejecutivas que se pueden adoptar
luego de que se haya despachado la ejecu-
Los presupuestos y requisitos de ción (el equivalente al auto que ordena la
la medida de ejecución serían los ejecución peruano), sea que se trate de obli-
gación dineraria u obligación no dineraria,
siguientes: i) Existencia de decisión
contemplándose por ejemplo: el embargo de
firme, ii) epediente en poder del juez bienes, depósito judicial, retención judicial,
de primera instancia, iii) Existencia manifestación de bienes por parte del ejecu-
de decisión condenatoria dineraria, tado (el símil del señalamiento de bien libre
iv) Renuencia del obligado al cumpli- peruano), medidas de garantía, etc.
miento voluntario; y, v) pedido de parte.
Como se podrá evidenciar hasta lo aquí refe-
rido, la regulación deficiente de la medida
específicos responden a la finalidad y natura- de ejecución en el CPC genera una serie de
leza propia de los procesos que allí se regu- dificultades, tanto de orden procesal como
lan, como en el caso del proceso contencioso- socio-jurídico.
administrativo el cumplimiento integral del
Entre las de carácter procesal están por ejem-
mandato judicial por parte del personal al ser-
plo: i) abogados y jueces terminan confun-
vicio de la Administración Pública, el cumpli-
diendo las medidas de ejecución con las
miento por parte de la autoridad de más alta
medidas cautelares, cuando sus fines y natu-
jerarquía de la entidad demandada, la respon-
raleza son distintas; ii) se ha desincentivado
sabilidad solidaria del funcionario con la enti-
la elaboración doctrinaria o jurisprudencial
dad en el cumplimiento de la sentencia, la eje-
de la noción de medida ejecutiva, así como
cución de obligaciones dinerarias y la nulidad
de sus presupuestos y requisitos, que tien-
de actos administrativos contrarios a la sen-
tencia dictada; y en el caso del texto adjetivo dan a clarificar su uso; iii) no se tiene claro
constitucional la prevalencia en la ejecución qué componentes de la medida cautelar (pre-
de las sentencias constitucionales, la inme- supuestos, requisitos, formas, etc.) pueden
diatez de la ejecución de sentencias que orde- ser utilizados para el dictado de una medida
nan prestaciones de dar, hacer o no hacer, las de ejecución 46; iv) no se cuenta con una
multas, la destitución del responsable ante norma que establezca la supletoriedad par-
el incumplimiento, la emisión de sentencia cial de las medidas cautelares respecto de las
ampliatoria para sustituir la omisión del fun- medidas ejecutivas; v) la recurrente declara-
cionario público. ción de improcedencia de las medidas cau-
telares planteadas en fase de ejecución –la
Es de destacar el caso de España, donde mayor parte de ellas en vía incidental– por-
–como apunta Cachón Cadenas45– respecto que correspondía plantearse como medida

45 CACHÓN CADENAS, Manuel. Ob. cit., pp. 62-64.


46 Según Ledesma, solo pueden ser las normas relativas a las medidas para ejecución forzada, no así las referidas a las medi-
das temporales sobre el fondo, las innovativas o las de no innovar; tampoco pueden ser las disposiciones generales de la
medida cautelar, pues la afectación de los bienes del deudor no se realiza con fines de aseguración, sino de ejecución for-
zada. (Vide. LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. “Reglas actuales del proceso de ejecución en el Código Procesal Civil”.
En: CAVANI BRAIN, Renzo (Coordinador). Manual de Actualización Civil y Procesal Civil. Gaceta Jurídica, Lima, 2010,
p. 61).

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ejecutiva; y, vi) la “degeneración” o “pér- impugnatorios que puedan ocurrir una supe-
dida de identidad” de la medida cautelar en rior instancia (segunda instancia o casación)
los predios forales por el uso inadecuado de es la que decide de modo definitivo la contro-
aquellas en vez de las medidas de ejecución. versia; ii) Expediente en poder del juez de
primera instancia, es decir ante el juez que
Entre las dificultades de carácter socio-jurí- conoció de la demanda, por cuanto es este el
dico podemos identificar por ejemplo: i) una único que puede llevar a cabo la ejecución de
percepción de inseguridad jurídica por el lo decidido, lo cual implica que la medida se
manejo confuso de las figuras procesales; dicte en el mismo expediente principal47 en
ii) el consiguiente desprestigio del órgano que se tramita el proceso, no habiendo nece-
jurisdiccional; iii) el descontento del liti- sidad de tramitarla como incidente; iii) Exis-
gante por ser quien más sufre las consecuen- tencia de decisión condenatoria dineraria,
cias de dichas vicisitudes. es decir que se haya establecido una obli-
gación de dar una suma de dinero, lo cual
4. Presupuestos y requisitos de la medida excluye a los casos referidos a obligaciones
de ejecución de hacer o no hacer (cuya realización ten-
En función de lo hasta aquí expresado –y con drá que lograrse con las medidas de coer-
temor a errar en el intento– nos atrevemos ción que resulten aconsejables al caso) y a
a proponer lo que podrían ser considerados los que contienen decisiones constitutivas
como presupuestos y requisitos de la medida o meramente declarativas; iv) Renuencia
de ejecución. del obligado al cumplimiento voluntario,
es decir que se haya vencido el plazo otor-
En lo que concierne a los presupuestos, es gado para el cumplimiento motu propio del
decir a aquellas cualidades que preceden o mandato, por cuanto el órgano jurisdiccio-
dan pie a una determinada circunstancia, nos nal solo utilizará en este caso sus faculta-
parece que serían los siguientes: i) Existen- des coercitivas cuando el obligado se mues-
cia de decisión firme, es decir que el pro- tre renuente al cumplimiento de su mandado;
ceso se encuentre en fase de ejecución, dado y, v) Pedido de parte48, por cuanto –como
que no se podría ejecutar una sentencia o lo destaca Hurtado Reyes49– la ejecución en
resolución final que no haya adquirido tal general se rige por el principio nulla executio
calidad (salvo el caso específico de ejecu- sine actore y por tanto se precisa que el bene-
ción provisional de sentencia referida líneas ficiado con lo resuelto en la sentencia sea el
arriba, la cual está siempre condicionada a que exija el cumplimiento de esta, es decir
las resultas de la decisión definitiva), con- estamos frente a una carga procesal (carga de
siderando al efecto que se llega a adquirir la ejecución).
tal cualidad de dos maneras excluyentes: a)
cuando es consentida, es decir ninguna de Y en lo que se refiere a los requisitos, es decir
las partes la ha impugnado o lo ha efectuado a aquellas condiciones necesarias para la pro-
extemporáneamente, y b) cuando es ejecu- ducción de una determinada circunstancia,
toriada, es decir que luego de los recursos consideramos que ellos deben establecerse

47 Loc. cit.
48 Aspecto que ya lo contempla el artículo 715 del CPC, conforme se advertirá de la trascripción efectuada ut supra.
49 Explica el referido autor: “Así como el juez civil no puede abrir un proceso ex officio, tampoco puede promover la ejecu-
ción del mismo, esta actividad le corresponde estrictamente al beneficiado con lo resuelto en la sentencia, ya que la ejecu-
ción se regula por el principio nulla executio sine actore, es decir, que la ejecución debe ser promovida por el sujeto favo-
recido con la sentencia nunca por el juez a cargo del proceso” (HURTADO REYES, Martín. Ob. cit., pp. 575-576).

GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 45 • MARZO 2017 • ISSN 2305-3259 • pp. 305-322 317
idoneidad50 entre la medida que se solicita y
Comentario relevante
te el derecho a satisfacer51; y, iii) Que la obliga-
del autor ción no se encuentre garantizada con alguna
medida anterior (sea cautelar, sea de ejecu-
Consideramos que la medida de eje- ción o sea garantía real).
cución debería regularse formando
parte del título, capítulo o sección que 5. ¿Dónde sería y qué comprendería
la regulación de la medida de ejecu-
esté dedicado a la etapa de ejecución
ción en el CPC?
de sentencia.
Consideramos que la medida de ejecución
debería regularse formando parte del título,
capítulo o sección que esté dedicado a la
(regularse) de tal manera que, en primer etapa de ejecución de sentencia.
orden, trasluzcan la presencia de los presu-
puestos antes mencionados y, en segundo Ello nos lleva, correlativamente, a soste-
orden, viabilicen el dictado y ejecución de ner que el CPC debería contener una regu-
la medida, o sea algo parecido a lo que ocu- lación in extenso de dicha etapa, como lo
rre con los requisitos para la obtención de hace por ejemplo respecto de las otras eta-
medida cautelar (art. 610 del CPC), aspecto pas del proceso (postulatoria, probatoria e
que hemos destacado en su momento. impugnatoria).
Así, en el caso de los que apuntan a la pri- Casos de regulación de la referida etapa lo
mera finalidad, por el hecho de estar arriba encontramos en el TUO de la Ley –27584–
identificados no creemos conveniente pro- que regula el proceso contencioso-adminis-
poner una fórmula que contemple supues- trativo (arts. 45 a 49), que es un texto de
tos específicos, ya que llegado el caso bien menor envergadura que el CPC, y también en
podría hacerse utilizando una expresión el Código Procesal Constitucional (arts. 22,
genérica como: “Cumplir con los presupues- 59 y 73), en ambos casos como es de suponer
tos propios de la medida de ejecución”. Y en con los matices propios que responden a las
el caso de los que apuntan a la segunda fina- particularidades de las materias, pretensio-
lidad, o sea a dar viabilidad y cumplimiento nes y vías procedimentales allí normadas. Es
a la medida de ejecución, consideramos –en más, encontramos que nuestro anterior texto
un intento que de suyo ha de resultar incom- adjetivo civil –el Código de Procedimientos
pleto– que podrían ser los siguientes: i) Que Civiles de 1912–, contemplaba una aceptable
se utilice alguna de las formas de grabación regulación de tal etapa en el Título XXVIII
previstas para la medida cautelar para futura (“Ejecución de sentencias”) de su Sección
ejecución forzada (las diversas modalida- Segunda (“Juicios”), a cuya finalidad le dis-
des de embargo y secuestro); ii) Que haya pensó los artículos 1145 al 1154.

50 El artículo 715 del CPC utiliza el término “adecuadas”.


51 Que es en buena cuenta lo que se denomina derecho fundamental a los medios ejecutivos adecuados. (Vide. MARI-
NONI, Luiz Guilherme. “Derecho fundamental a los medios ejecutivos adecuados”. En: PRIORI POSADA, Giovanni
(Coordinador). Proceso y Constitución. Efectividad y ejecución de las resoluciones judiciales. Ponencias del Cuarto
Seminario Internacional de Derecho Procesal: Proceso y Constitución. Palestra editores, Lima, noviembre, 2014, mayo,
pp. 25-41).

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Al efecto, lo más recomendable es una regu- de coerción que puede utilizar el juez para
lación concentrada, es decir un bloque de lograr el cumplimiento de la decisión defi-
normas que conformen un título, un capí- nitiva (multas –astreintes–, detención –con-
tulo o una sección dedicado exclusivamente temp of court civil–, denuncia penal por de-
a normar todos los aspectos de la fase de eje- sacato, medidas conminatorias, medidas de
cución. No es pues conveniente una regula- ejecución, ejecución forzada, etc.); la inclu-
ción dispersa como la que se aprecia en el sión de la ejecución forzada como un meca-
Código Procesal Constitucional, porque ter- nismo más de la ejecución procesal, toda vez
mina quitándole fuerza y organicidad, y con que este es un procedimiento que se apun-
lo desmejorada que está la ejecución proce- tala o acopla a cualquier proceso condenato-
sal. Ahora, creemos que ese bloque de nor- rio civil (sea declarativo de condena o sea de
mas debería ubicarse fuera –antes– de la sec- ejecución) y no solo a los procesos de ejecu-
ción destinada a regular los procedimientos, ción (como lo da a entender la manera cómo
por cuanto la ejecución como etapa procesal está estructurado el CPC53), mayor razón si se
trasciende, es transversal, a la secuencia de tiene en cuenta que los procesos de ejecución
actos que importan los procedimientos. Así en que se exigen obligaciones no dinerarias
por ejemplo, en el caso del CPC hubiese sido –que no son pocos– jamás utilizan la figura
ideal regularlo después del bloque de normas de la ejecución forzada, sino los medios de
destinadas a la postulación del proceso, pero coerción antes señalados; el establecimiento
antes de las relativas a los procedimientos de una norma que disponga la supletoriedad,
(conocimiento, abreviado, sumarísimo, etc.). de la parte que corresponda, de las medidas
Dicha regulación debería contemplar aspec- cautelares, sobre todo respecto de las formas
tos como, por ejemplo, la identificación de que podría adoptar la medida de ejecución
los presupuestos que evidencien cuando un (embargo y secuestro); etc.
proceso ingresa a la etapa de ejecución; la
mención de los principios específicos que Conclusiones
guían o inspiran la ejecución procesal; la dis-
tinción en cuanto a qué procesos requieren de a) No es concebible que se solicite –y peor
lo que se denomina ejecución propia y cuáles conceda– medidas cautelares cuando el
de ejecución impropia52; la previsión del tipo proceso se encuentra en estado o fase de
de medidas en caso la obligación sea dine- ejecución, o sea cuando cuenta con deci-
raria y el tipo de medidas en caso la obliga- sión firme, porque la tutela cautelar tiene
ción sea no dineraria; la especificación de los fines de aseguración, no de ejecutorie-
presupuestos, características y requisitos de dad, o sea opera únicamente cuando el
la medida de ejecución, materia del presente proceso principal no cuenta con decisión
estudio; la descripción de los mecanismos firme.

52 Vide. RAMOS MÉNDEZ, Francisco. Ob. cit., p. 1004.


53 Hinostroza puntualiza al respecto: “(...) cabe señalar que discrepamos de la posición adoptada por el legislador de ubicar la
institución de la ejecución forzada dentro del mencionado Título. Así es, la ejecución forzada no se da tan solo en los pro-
cesos de ejecución sino que es admisible en las demás clases de procesos porque también en los procesos de conocimiento,
abreviado y sumarísimo se dictan sentencias de condena que ameritan la ejecución forzada del patrimonio del vencido en
caso de que este no proceda a cumplir de modo voluntario lo que en ellas se ordena. Consecuentemente, creemos que no
debió ubicársele en la parte especial del Código adjetivo”. (HINOSTROZA MÍNGUEZ, Alberto. Procesos de Ejecución.
Doctrina y Jurisprudencia. 1ª edición, Librería y Ediciones Jurídicas, Lima, 2001, p. 231).

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establecerse (regularse) de tal manera
Conclusión del autor
or que, en primer orden, trasluzcan la pre-
sencia de los presupuestos antes men-
cionados (por ejemplo con la expresión
La medida de ejecución debería regu- genérica “cumplir con los presupuestos
larse en nuestro CPC formando parte propios de la medida de ejecución”) y,
del título, capítulo o sección que esté en segundo orden, viabilicen el dictado
y el cumplimiento de la medida (dentro
dedicado a la etapa de ejecución de
de los cuales se contemple por ejemplo
sentencia, la cual ha de ubicarse
que ha de utilizarse alguna de las formas
antes de la sección destinada a los de medida cautelar para futura ejecución
procedimientos. forzada –los diversos tipos de embargo
y secuestro–, que haya idoneidad entre
la medida que se solicita y el derecho
b) La figura llamada a operar en esos casos, a satisfacer, y que la obligación no se
en que se busca concretamente el cum- encuentre garantizada con alguna medida
plimiento de la decisión definitiva, es la anterior).
medida de ejecución, llamada también
medida ejecutiva o medida ejecutoria; f) La medida de ejecución debería regu-
sin embargo, no está regulada adecua- larse en nuestro CPC formando parte del
damente en el Código Procesal Civil, lo título, capítulo o sección que esté dedi-
cual ha contribuido decisivamente a que cado a la etapa de ejecución de senten-
se haya generado tal problemática. cia, la cual ha de ubicarse antes de la sec-
ción destinada a los procedimientos. Se
c) Entre la problemática generada están requiere una regulación in extenso y con-
aspectos como la recurrente declara- centrado de dicha etapa que se ocupe
ción de improcedencia de los pedidos no solo de los aspectos generales de la
de medida cautelar planteados en fase de ejecución procesal (presupuestos, prin-
ejecución –y todavía en vía incidental–, cipios, etc.), sino también de los demás
o como la “degeneración” o “pérdida de mecanismos de coerción, como las mul-
identidad” de la medida cautelar en los tas –astreintes–, la detención –contemp
predios forales. of court civil–, la denuncia penal por de-
d) Los presupuestos de la medida de ejecu- sacato, las medidas conminatorias, la
ción difieren de los de la medida caute- medida de ejecución, la ejecución for-
lar. Esta última los tiene consolidados a zada, etc.
nivel legal, doctrinario y jurisprudencial,
mientras que la primera no. Por eso con-  Referencias bibliográficas
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