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ALUMNOS:

KALEB HIZAI RESENDIZ RAMIREZ. Matricula: 2314313131.

SAMANTHA MARÍA MEJIA LÓPEZ Matricula: 2314313132.

EPIFANIO MENDOZA MORENO Matricula: 2314313396.

YOLANDA RUBIO SANTOS. Matricula: 2314313129.

SEDE JALISCO, GUADALAJARA.

MAESTRÍA EN GOBIERNO Y
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.

MATERIA: Administración Pública.


¿QUÉ ES UNA CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL?

Juicio que se promueve ante la Suprema Corte de Justicia de la


Nación para resolver los conflictos que surjan entre poderes federales,
poderes de los estados, órganos de gobierno de la Ciudad de México, o
entre los órdenes federal, estatal, municipal o de la Ciudad de México, por
invasión de competencias o por cualquier tipo de violación a la Constitución
federal.

El proceso de este juicio inicia cuando uno de los poderes considera


que una ley, un decreto o un reglamento promovido por otra autoridad
representa un agravio a sus facultades y perjudica el cumplimiento de sus
funciones.

Pueden ser impugnados todo tipo de actos de autoridad y normas de


carácter general, excepto los de naturaleza electoral. El procedimiento está
regulado en el artículo 105 constitucional.

En estos casos, lo que se busca es evitar violaciones a la


Constitución y a los principios del federalismo y división de poderes,
necesarios para la existencia del Estado de derecho, en donde la
distribución de competencias es indispensable en la realización de las
funciones y distribución equitativa del poder.

El juicio de controversia constitucional es un mecanismo de control


abstracto y concreto, en virtud de que, por un lado, permite que un órgano
de naturaleza judicial y jurisdiccional se pronuncie cuando otro, en ejercicio
excesivo de sus atribuciones constitucionales, usurpe competencias
distintas a sus funciones reconocidas en la Carta Magna y que generen
daños.

Por otra parte, permite una revisión judicial de las normas que
conforme a la Constitución presenten incompatibilidad, esto es, la violación
se genera por la norma inconstitucional o en su caso por un acto.

En la sentencia se determina cuál fue el órgano que invade


competencias fuera de sus atribuciones. Cabe señalar que al declararse
inválida o inconstitucional una norma general la resolución se aplicará
solamente a las partes en la controversia, a no ser que hubiere sido
aprobada por una mayoría de, por lo menos, ocho ministros. En este caso,
su inconstitucionalidad tendrá efectos generales y la norma se eliminará del
ordenamiento.

Hay un plazo de 30 días para la interposición de una demanda para


impugnar la constitucionalidad de actos, a partir del día siguiente de la
notificación o que se tenga conocimiento de la resolución o acuerdo que se
reclame. En el caso que se impugne la constitucionalidad de normas
generales, el plazo será el mismo, luego de su publicación en el Diario
Oficial de la Federación, o bien, al día siguiente de la aplicación de la
norma.
CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL 117/2014

El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en


sesión correspondiente al siete de mayo de dos mil quince.

La Controversia Constitucional 117/2014, promovida por el


Congreso de la Unión por conducto de la Cámara de Senadores, en
contra del Instituto Federal de Telecomunicaciones, por la emisión del
Acuerdo mediante el cual el Pleno del Instituto Federal de
Telecomunicaciones emite las Reglas de Portabilidad Numérica y
modifica el Plan Técnico Fundamental de numeración, el Plan Técnico
Fundamental de Señalización y las especificaciones operativas para la
implantación de Portabilidad de números geográficos y no geográficos,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el doce de noviembre
de dos mil catorce

El problema jurídico a resolver consiste en determinar si las


reglas contenidas en dicho acuerdo reflejan un desbordamiento de la
facultad reglamentaria del Instituto Federal de Telecomunicaciones (en
adelante indistintamente IFT), contenida en el artículo 28, párrafo
vigésimo, fracción IV, de la Constitución Federal, en detrimento de las
facultades legislativas del Congreso de la Unión, contenidas
conjuntamente en los artículos 73, fracción XVII, y 6, apartado B,
fracción VI.
ARGUMENTOS

Conceptos de invalidez.

La parte actora formuló los siguientes conceptos de invalidez:

1. Las disposiciones del Acuerdo transgreden el régimen de


competencias entre el Poder Legislativo Federal y el Instituto
Federal de Telecomunicaciones, concretamente por el
quebrantamiento de los principios de supremacía y reserva de
ley que tutelan los artículos 6, 28 y 73, fracción XVII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
con relación al Decreto que reformó y adicionó diversas
disposiciones de los artículos 1, 6, 7, 27, 28, 73, 78, 94 y 105
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el once de junio
de dos mil trece al ámbito legislativo, toda vez que las leyes
en materia de vías generales de comunicación, tecnologías de
la información y comunicación, radiodifusión y
telecomunicaciones, incluida la banda ancha e internet
corresponden, en exclusiva, al Poder Legislativo Federal.

De conformidad con el artículo 28 constitucional, IFT es un


órgano autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio
propio, que tiene por objeto el desarrollo eficiente de la
radiodifusión y las telecomunicaciones, de conformidad con lo
dispuesto en esta Constitución y en los términos que fijen las
leyes, lo que permite concluir que a pesar de la facultad
reguladora de dicho instituto para expedir reglas técnico
operativas, conforme con las cuales deberá facilitarse el
cumplimiento del desarrollo eficiente de las
telecomunicaciones, lo cierto es que dicha facultad debe
ajustarse a lo que establece la Constitución y la Ley Federal
de Telecomunicaciones y Radiodifusión; ordenamientos en los
que el instituto encuentra el fundamento de su existencia, la
frontera de su competencia y el ámbito del desenvolvimiento
legal.

2. La LFTR (Ley Federal de Telecomunicaciones y


Radiodifusión) desarrolla reglas y mandatos de conformidad
con la reforma constitucional de once de junio de dos mil
trece. por ende, el artículo 6 constitucional establece que la
prestación de los servicios de radiodifusión y
telecomunicaciones corresponde al Estado, quien deberá
establecer las condiciones de competencia efectiva, calidad,
pluralidad, cobertura universal, interconexión, convergencia,
continuidad, acceso libre y sin injerencias arbitrarias, a través
de las leyes que establezcan los derechos y mecanismos para
su protección de los usuarios y audiencias.
El artículo 3 de la LFTR establece el relativo a la portabilidad,
el cual consiste en que el usuario podrá conservar el mismo
número telefónico al cambiarse de concesionario o prestador
de un servicio.
En términos del artículo Trigésimo Octavo transitorio de la Ley
Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, se dispuso
que IFT contaría con un plazo de sesenta días hábiles
siguientes a su entrada en vigor para que emitiera la
normativa que garantizara el derecho a la portabilidad, sin que
la expedición de las reglas administrativas obstaculizaran ese
ejercicio. Por tanto, el IFT debió emitir las referidas reglas en
el plazo concedido y no establecer, como lo hace en el
acuerdo impugnado.

Porque en el caso el Acuerdo debió expedirse y publicarse el


siete de noviembre de dos mil catorce como máximo y esto no
sucedió sino hasta el doce siguiente, incumpliendo el IFT el
mandato legal y consumando el acto en forma irreparable.

3. En términos del artículo Trigésimo Octavo transitorio, párrafo


segundo, de la LFTR, la garantía para el cumplimiento de las
reglas de operación de la portabilidad es la efectividad del
proceso para su concreción en los hechos, trámite que deberá
realizarse en un plazo no mayor a veinticuatro horas contadas
a partir de la solicitud realizada por el usuario del número
respectivo.
No obstante esto, IFT estableció en la regla 37 del Acuerdo
impugnado una serie de condiciones adicionales que
menguan esa garantía, al supeditar el plazo de veinticuatro
horas a horarios burocráticos bajo los cuales operan los
proveedores de los servicios de telecomunicaciones; esto es,
se señala que la portación se realizará en las veinticuatro
horas siguientes sólo si el usuario ingresa su solicitud en un
día hábil entre las once y las diecisiete horas, ya que aquellas
ingresadas después del horario límite, se considerarán
ingresadas a las once horas del día hábil siguiente,
perjudicando al usuario.

Por lo tanto, se estima que el Acuerdo debió circunscribirse al


horario que cada una de las oficinas de contratación y
atención a clientes consideran adecuado en cada caso, ya
que de lo contrario se desincentivará al titular del número
correspondiente, obstaculizando la competencia en cuanto a
la generación de mejores condiciones de oferta y demanda.

4. El artículo Trigésimo Octavo transitorio de la LFTR, señala las


obligaciones que deben cumplir para poder solicitar la
transferencia de número telefónico, para lo cual se estableció
una lista cerrada que consiste, únicamente, de dos requisitos:
la identificación del titular y la manifestación de la voluntad del
usuario, consecuentemente, si las reglas 38 a 40 de este
mismo acuerdo impugnado añaden la obligación del usuario
de obtener el Número de Identificación Personal (NIP);
entonces, el IFT se excede de sus facultades reglamentarias
e incorpora un elemento adicional que no figura en la lista
cerrada que se estableció en el referido ordenamiento.

5. En el Acuerdo impugnado se encuentran diversos requisitos


que se adicionan o aumentan a los que fueron establecidos
en las anteriores Reglas para implantar la portabilidad de
números geográficos y no geográficos, publicadas en el Diario
Oficial de la Federación el doce de junio de dos mil siete y sus
posteriores modificaciones, lo cual contraviene lo previsto en
la LFTR vigente, en el sentido de facilitar y simplificar la
portabilidad numérica y la actuación excesiva de Instituto
Federal de Telecomunicaciones.

CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones, a través del Director


General de Defensa Jurídica del Instituto Federal de
Telecomunicaciones, el trece de febrero de dos mil quince, señaló
como cierto que el Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones
emitió el “Acuerdo mediante el cual el Pleno del Instituto Federal de
Telecomunicaciones emite las Reglas de Portabilidad Numérica y
Modifica el Plan Técnico Fundamental de numeración, el Plan Técnico
Fundamental de Señalización y las especificaciones operativas,
precisando las razones y fundamentos por los cuales –estimó– debía
sostenerse la validez del Acuerdo, los que ahora se sintetizan;

1. Porque los argumentos del actor sólo se encaminan a


cuestiones de legalidad y la controversia constitucional no
tienen por objeto resolver este tipo de planteamientos, sino
aquéllos relativos a un posible problema de invasión de
esferas competenciales.

En el caso, se advierte la existencia de cláusulas habilitantes


que facultan a determinadas autoridades el ejercicio de
funciones regulatorias que deben sujetarse a principios
constitucionales y a ejercerse en el marco de la competencia
otorgada.

Si bien el artículo Trigésimo Octavo transitorio de la ley


establece la obligación del IFT para emitir las reglas de
portabilidad dentro de los sesenta días hábiles siguientes a la
entrada en vigor de la Ley Federal de Telecomunicaciones y
Radiodifusión, también es cierto que de dicha disposición no
se desprende la forma o mecanismo que debió ser adoptado
para garantizar una portabilidad efectiva y en un plazo no
mayor a veinticuatro horas contadas a partir de la solicitud
realizada por el titular del número respectivo, por lo que al
optarse por aquel que se estimó idóneo, entre una pluralidad
de posibilidades, no se viola en momento alguno el principio
de supremacía constitucional y reserva de ley.
Así, no existe una invasión de competencias, toda vez que el
instituto demandado actuó en pleno ejercicio de las facultades
otorgadas por la ley para expedir las reglas de portabilidad
publicadas el doce de noviembre de dos mil catorce, dando
estricto cumplimiento a lo señalado en el artículo Trigésimo
Octavo transitorio.

Además, en relación con el Número de Identificación Personal


(NIP) no constituye un requisito para la portabilidad, sino que
se trata de un elemento que permite cerciorarse de que la
persona que realiza el trámite es efectivamente el usuario del
número telefónico que se pretende portar.

2. Contrario a lo argumentado por la parte actora, la portabilidad


numérica en México es un derecho que tienen los usuarios de
servicios de telecomunicaciones desde el cinco de julio de dos
mil ocho, por lo que con la normativa emitida el doce de
noviembre de dos mil catorce se eliminan requisitos para
hacer más eficientes los procesos y la fecha de su entrada en
vigor no los limita de forma alguna.

3. Debe decretarse la inoperancia del concepto de invalidez


vertido por la parte actora en el sentido de que el artículo
Primero, regla 37, del Acuerdo viola el principio de reserva de
ley, toda vez que constituye un tema de legalidad que no
puede ser analizado a través de la controversia constitucional,
pues esta debe versar sobre la determinación de una posible
invasión de esferas competenciales entre los órganos que al
efecto reconozca la Constitución.

La actora manifiesta que la regla 37 del Acuerdo impugnado


fija condiciones adicionales que menoscaban el derecho a la
portabilidad en las telecomunicaciones al supeditar el plazo de
veinticuatro horas a horarios burocráticos y extiende,
injustificadamente, el breve plazo que la Ley Federal de
Telecomunicaciones prevé para hacer efectiva la portabilidad,
pero de esto no se infiere la invasión competencial a las
facultades del Congreso de la Unión, sino el ejercicio de las
facultades previstas en los artículos 118, fracción IV, 191,
fracción III, y 209, y el artículo Trigésimo Octavo Transitorio
del Decreto de Ley, sin que la actuación de Instituto Federal
de Telecomunicaciones contravenga lo dispuesto en el
numeral 73, fracción XVII, de la Constitución.

Por las razones expuestas, se estima que las medidas


adoptadas son razonables para cumplir con el objetivo legal,
al permitir el procesamiento de solicitudes de manera
uniforme y estandarizada por parte de los involucrados sin
poner en riesgo la continuidad del servicio del usuario, ya que
de establecer el deber de sincronizar los procesos a todas
horas del día, a partir de la hora de recepción de cada
solicitud con independencia del huso horario, generaría costos
desproporcionados que impactarían en las tarifas que pagan
los usuarios, lo cual es contrario a las mejores prácticas
internacionales y pondría en riesgo la continuidad en la
prestación de los servicios. De ahí la validez del artículo
Primero, regla 37, del Acuerdo.

4. La parte demandada insiste en que el actor combate temas de


legalidad que no deben ser analizados a través de la
controversia constitucional, toda vez que a través de sus
argumentos no demuestra invasión a su esfera competencia.

PEGAR LA PARTE DE FUNDAMENTOS


LEGALES AQUÍ

CONCLUSIÓN

El supremo tribunal declaro fundada la causal de improcedencia


sobreseyendo únicamente por lo que respecta al artículo primero del
acuerdo transitorio impugnado, Esto es en razón de que el diez de
febrero de dos mil quince entró en vigor el Acuerdo impugnado, lo que
significa que el presente medio impugnativo quede sin materia, ya que
la parte actora argumento que el artículo Primero Transitorio viola el
principio de supremacía constitucional y reserva de ley, al modificar el
plazo concedido al IFT para emitir reglas de implementación de la
portabilidad numérica.

Según IFT, el mandato legal establece que las reglas deberán


ser emitidas dentro de un plazo determinado y no ya que estas entren
en vigor en el mismo; esto es que si el Acuerdo fue publicado en el
Diario Oficial de la Federación el doce de noviembre de dos mil
catorce, los noventa días naturales concluyeron el diez de febrero de
dos mil quince.

Además, el acuerdo por el cual se admitió la demanda de


controversia constitucional fue notificada al IFT el diecisiete de
diciembre de dos mil catorce, por lo que en términos de los artículos 3
y 26 de la ley reglamentaria el plazo de treinta días para formular la
contestación concluyo el dieciséis de febrero de dos mil quince; es
decir, en una fecha posterior a la entrada en vigor del Acuerdo.

Al efecto, si observamos el contenido del párrafo décimo quinto


del artículo 28 constitucional, hallaremos que el IFT es un órgano
autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio que ejercerá
su competencia regulatoria conforme a lo dispuesto en la Constitución
y en los términos que fijen las leyes, cuyo objeto consiste en el
desarrollo eficiente de la radiodifusión y de las telecomunicaciones,
garantizando el acceso a las tecnologías de la información y
comunicación, servicios de radiodifusión y telecomunicaciones así
como la difusión de opiniones, información e ideas.

Por su parte, del artículo 73, fracción XVII constitucional, que


refiere las facultades del Congreso, se desprende la potestad del
Poder Legislativo federal para dictar leyes sobre radiodifusión y
telecomunicaciones.

En este sentido, el ejercicio regulatorio por parte del IFT, si bien


tiene la característica de ser autónomo, no excluye la existencia de
una competencia del Congreso para establecer las bases y
lineamientos generales para su ejercicio.

En el Cuarto concepto de invalidez en términos de lo dispuesto


en el apartado relativo al estándar de revisión, las funciones
regulatorias de IFT se encuentran establecidas en el artículo 28 de la
Constitución Federal, sin que exista relación jerárquica alguna con las
leyes, en virtud de las facultades regulatorias con que cuenta dicho
órgano para regular las cuestiones técnicas necesarias para la
implementación de las medidas regulatorias en materia de
radiodifusión y telecomunicaciones.

Finalmente, es necesario precisar, que la Constitución Federal a


través del artículo 28 otorgó al IFT facultades para emitir reglas
generales que hagan posible práctica y jurídicamente la
implementación de las normas en materia de radiodifusión y
telecomunicaciones, estando sujeto el Poder Legislativo a condiciones
que atienden a la autonomía técnica de dicho órgano autónomo, sin
que ello signifique que el IFT pueda ejercer sus facultades de manera
arbitraria, ni que las normas que emita se encuentren exentas de
impugnación. De este modo, los particulares se encuentran en
posibilidad de impugnar la racionalidad de las medidas regulatorias del
IFT mediante juicio de amparo indirecto, de conformidad con lo
dispuesto en la fracción VII del párrafo vigésimo del artículo 28
constitucional.

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