Está en la página 1de 2

¿Cuáles serían sus opciones en materia de acciones constitucionales

para evitar que la Nación y las entidades territoriales le den


aplicación al artículo 125 de la ley 158 de 2021? ¿Cuál de las acciones
constitucionales que mencionó resulta más eficaz y rápida para
cumplir con su objetivo?
El Estado colombiano dentro de su marco normativo estableció un grupo
de instrumentos jurídicos de protección y garantía para el amparo de los
principios, deberes y derechos constitucionales fundamentales, mejor
conocidos como acciones constitucionales. Para darle una solución
oportuna al caso pendiente, se pueden hacer uso de dos tipos de acciones
constitucionales en dos momentos diferentes; la primera de ellas es la
acción de tutela, una garantía constitucional consagrada en el artículo
86 de la Constitución Política Colombiana, catalogada como un
mecanismo de defensa judicial creado para dar lugar a soluciones
eficientes y oportunas a todo tipo de situaciones de hecho que se generen
de la acción u omisión de las autoridades públicas y excepcionalmente de
los particulares en los casos señalados en el capítulo III del Decreto 2591
de 1991, las cuales hayan violado, viole o amenace violar algún derecho
constitucional fundamental.
Por otro lado encontramos la acción pública de inconstitucionalidad la cual
se constituye como un verdadero proceso constitucional que tiene por
objetivo preservar el orden institucional en sí mismo, con independencia
de intereses individuales propios o ajenos. Es un instrumento que les
permite a los ciudadanos participar en la formación, ejercicio y control del
ordenamiento tanto político como jurídico; a partir de esta se crea un
controlar del poder desplegado por el legislador a través en la creación de
normas jurídicas que protejan la integridad y supremacía de la
Constitución Nacional de acuerdo a los artículos 241 y s.s ante potenciales
normas que la contradijeran su autoridad o crearan controversias a fin de
que el Estado mantuviera su unidad política en un solo acto. El objetivo
que se persigue con esta es instituir una estabilidad jurídica e institucional
con unas buenas bases para permitir la relación armónica y sistemática de
todas las normas bajo el amparo de los postulados empleados en la
Constitución.
¿Cuál de las acciones constitucionales que mencionó resulta más
eficaz y rápida para cumplir con su objetivo?
El mecanismo más idóneo de carácter ordinario para el estudio de los
vicios procedimentales que surjan dentro del trámite que rige la expedición
de leyes y actos legislativos es la acción pública de inconstitucionalidad
conforme a lo establecido en los artículos 241 y 242 de la Constitución, sin
embargo, para que la misma prospere es esencial que exista una ley o
acto legislativo, por ende, no se puede hacer uso de esta para cuestionar
las trasgresiones a los derechos fundamentales que se produzcan a raíz
del trámite del procedimiento legislativo, ya que el acto objeto de control
no ha sido promulgado por lo que aun cuenta con la categoría de proyecto;
por tal razón gracias a que la acción de tutela ha sido instituida como un
instrumento preferente destinado a proteger de manera inmediata, eficaz y
rápida los derechos fundamentales es procedente en el caso pendiente de
manera transitoria, ya que de llegarse a convertir en ley el referido
proyecto su accionante dispone de otro medio que puede ser invocado
ante las autoridades judiciales que es la acción pública de
inconstitucionalidad pero al existir la posibilidad de que se configure un
perjuicio iusfundamental irremediable, los efectos producidos son de
carácter temporal, y quedan supeditados a lo que resuelva de fondo la
autoridad competente.

La legitimación por pasiva


La legitimación en la causa por pasiva es propia del Congreso de la
Republica representado a su vez por la Cámara de Representantes y el
Senado de la república, siendo estos quienes aprobaron y debatieron en
plenaria la ley 158 de 2021 la cual a través de su artículo modifican el
inciso primero del parágrafo del artículo 38 de la Ley 996 de 2005.
Sumado a esto la Sentencia T-382/06 ha establecido:
“El parlamento, como órgano democrático, no es inmune
a la capacidad normativa de la Constitución ni al conjunto
de principios previstos en ésta y, de manera excepcional,
puede ser sujeto pasivo de la acción de tutela cuando
quiera que desconozca las potestades mínimas o el
núcleo esencial de las garantías u obligaciones previstas
para el ejercicio de cualquiera de sus funciones”.

También podría gustarte