Está en la página 1de 3

Víctima de un padre ausente- Los hombres y las botellas.

Astrid Zúñiga Lezcano.

Los hombres y las botellas es una obra que enmarca y describe las consecuencias
de la situación económica, política y social de Lima en los años cincuenta. Una
época que se resume en desigualdad social y modernización. Durante esta época
no se establecía la clase media en la sociedad, provocando que la gente sea o
muy adinerada o extremadamente pobre, una economía bastante radical. De
hecho, este cuento deja ver entre líneas la marginación social que produce el ser
pobre. “Se daba cuenta que en Lima no se podía ser pobre, que la pobreza era
aquí una espantosa mancha, la prueba plena de una mala reputación.”

Ribeyro, sin duda, es un experto escribiendo sobre identidad y exclusión social. En


este caso, el protagonista, Luciano, ha logrado encontrar la manera de huir de su
respectivo grupo social. Analizando sus comportamientos, nos percatamos que
muy en el fondo quería demostrarle a su padre que nunca necesitó de él y que su
ausencia no fue más que un acontecimiento sin importancia a lo largo de su vida,
que los traumas habían desaparecido y que fue perfectamente capaz de seguir
adelante. “Como si se propusiera demostrarle a su padre con esos detalles que su
ausencia del hogar no había tenido ninguna importancia, que había sido —por el
contrario— una de las razones de su prosperidad.”

Sin embargo, para poder huir de dicha situación tuvo que cambiar por completo
quien era, cambiar su vestimenta, entablar relaciones en el club e incluso
mantener negocios oscuros. Todo esto, para contar con un espacio en la
sociedad.
Esto nos lleva a reflexionar sobre qué tan dispuestos podemos estar a cambiar
quienes somos solo para poder “pertenecer” a una sociedad liderada por ciertos
estándares superficiales y carecedora de valores.

Esto se ve reflejado en los integrantes del club, todos pertenecen a una clase alta
cumplidores de requisitos culturales y económicos descritos como “superiores”.
Luciano admiraba esta notable superioridad basada en trajes caros, relojes de alta
gama, camisas de marca y zapatos finos. Por otro lado, como previamente ha sido
mencionado, el club no era precisamente un ambiente sano y honesto, cada
integrante tenía una reputación que mantener, y harían hasta lo imposible por
mantenerla intacta.

Además de la crisis de identidad podemos identificar un sentimiento con mucho


protagonismo en la vida de Luciano que juega un rol fundamental en sus
decisiones y percepción de las cosas; la frustración. Podemos apreciar una
frustración social, personal y sobretodo cultural en los personajes, liderada por la
crisis de identidad. Provocando sensaciones de inferioridad y marginación en
Luciano, su padre y su madre. En el caso de su padre siempre se sintió inferior,
esto debido a que el ser humano es sumamente visual y al proyectar una imagen
desalineada y descuidada daba mucho de qué hablar. “Hombres de esa catadura
sólo entraban al club por la puerta falsa, cuando había un caño por desatorar.”
En cuanto a su madre, esta sufrió de diversas humillaciones para poder pagar el
colegio de Luciano, siendo marginada, degradada y víctima de desprecio social.
Estas humillaciones mencionadas finalmente salen a la luz a lo largo de la historia.
“  —¡… ella se acostaba con todo el mundo!” “  —¿No lo sabías tú, acaso? ¡Con
todo el mundo! ¿Quién daba para el diario, entonces?”

Lo que nos lleva al siguiente punto; El alcohol como método para olvidar. A
medida que la historia avanza podemos percatarnos que tanto como Luciano
como su padre acuden numerosamente al alcohol para abandonar rencores y
olvidar pensamientos molestos que, por muchos años, le quitaron el sueño. En mi
opinión, Luciano vio en el alcohol una forma de acercarse a su padre, dejando
atrás la imagen fría y cortante que le transmitía a este como castigo. “Comenzaba
a olvidarse de su ropa, de sus rencores, y a penetrar en ese mundo ficticio que
crean los hombres cuando se sientan alrededor de una botella abierta”

A pesar de todo, Luciano muy dentro de él deseaba una buena relación con su
padre, inclusive llega a un punto donde se siente orgulloso de él, poniendo al odio
en un segundo plano. Si nos ponemos en el lugar de Luciano, yo creo que, de
cierta manera, es comprensible su comportamiento ¿Cómo podría este, ser
cariñoso con alguien que renunció a él por seguir una vida de vicios? Esta figura
paterna que ocasionó tantas crisis en su vida; que fue el culpable de la
marginación de su madre, que nunca le demostró una simple muestra de afecto,
de aprobación, nunca estuvo presente y nunca formará parte de su vida.

Sin embargo, a pesar de todo, sigue siendo su padre, tal vez Luciano no lo eligió
como tal, pero es el que lo tocó. En mi opinión, Luciano estaba dispuesto a darle
una oportunidad y realmente no sería capaz de ocasionarle ni la mitad de daño
que el le ocasionó, aunque en muchas ocasiones, se esfuerce por demostrar lo
contrario. “Luego volvió a inclinarse para mirar por última vez esa mandíbula recia,
esa ilusión de padre que jamás volvería a repetirse. Arrancando su anillo del
anular, lo colocó en el meñique del vencido, con el rubí hacia la palma.”

En Los hombres y las botellas podemos apreciar arduamente las consecuencias


de un padre ausente en la vida de un niño, especialmente en un hombre. Para un
niño varón, su padre siempre cumplirá un rol fundamental en su desarrollo
personal e impersonal, ya que uno durante la infancia copia comportamientos,
actitudes e inclusive adapta rasgos de la personalidad de este a la suya. Puede
que esto explique el por qué Luciano es poco racional e impulsivo al actuar, se
deja llevar mucho de sus impulsos y lleva una gran carga de desilusión en sus
hombros, dejando una huella imborrable en su vida.

Finalmente, esta obra me pareció impactante y envolvente, te produce una


sensación de intriga que te incita a seguir leyendo, a querer saber más y a inferir
sobre algunas actitudes para poder llegar al fondo de la historia. Creo que es una
obra bastante real, ya que las crisis de identidad, la marginación social, los vicios y
las familias disfuncionales son problemas que vemos en la sociedad hasta el día
de hoy, adversidades que gran porcentaje de la población peruana afronta día a
día, siguen existiendo muchos “Lucianos” que luchan con su pasado, con olvidar a
las personas que formaron parte de este y aspiran a una vida sin rencores ni
heridas que les dificulten evolucionar como personas.

También podría gustarte