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El entorno en la construcción autónoma de mi identidad

La historia de Claudia y Ernesto


En un colegio de Ferreñafe, Claudia y Ernesto se encuentran en el recreo y comentan sobre un trabajo de Tutoría. Ernesto le dice a
Claudia: ¿El profe te dio la hoja de actividades para que coloques un resumen de los momentos que marcaron tu vida o los que más
recuerdas? ¿Llegaste a completarla? Claudia le responde: Sí, recordé cuando me cambiaron de colegio. ¿Sabes? Yo estudié primaria
en Ica. Y, de repente, mi mamá me dijo que teníamos que mudarnos a Ferreñafe, así es que tuve que dejar a mis amigas y amigos.
Durante varias semanas estuve triste. Y también me enfadé con mi madre y mi padre. Fue un cambio total. Otras costumbres, otro
ambiente… Nunca había visitado el señor de Sican. Recién con el Señor de Sican he sabido cómo es uno. Otras comidas, como la sopa
de cholo, la causa ferreñafana. También recordé que me compraban la ropa y que yo renegaba porque a veces no me gustaba. Mi
mamá elegía siempre ropa solo en tonos rosas y con flores por todos lados… ¡Y yo quería otras cosas! Ahora, a mis 15 años, re cién
me consultan y me dan la opción de elegir. Fue un triunfo poder decidir qué me pongo.
Escribí también sobre mi fiesta de promoción de primaria. La fiesta fue en un viñedo cerca de la ciudad de Ica. Recuerdo que era la
época de cosechar uvas. Se percibía un olor que aquí en Ferreñafe nunca lo he sentido. Estaba con mis padres y mis amigas y amigos.
¡Qué bonito recuerdo! Ahora en secundaria es diferente. ¡Qué roche que tus papás te acompañen a las fiestas! Hablando de fiestas,
todavía me molesta que no me dejen ir sola. Tengo que ir con mi primo. Y tú, Ernesto, ¿ya has completado la hoja de actividades?
Ernesto continúa con el diálogo: Cuando comencé a escribir, me acordaba de mi colegio de primaria en incahuasi. Cuando mis padres
me llevaban al colegio, teníamos que pasar por todo el valle. Todo era verde y hermoso. Siempre me acuerdo de mi profesora Carmen
y de que nos recibía con una gran sonrisa. Ella nos motivaba mucho para que hiciéramos deporte. El vóley fue mi pasión. Algo que
siempre recuerdo y que tengo presente es cuando mi padre me enseñaba a alimentar a los animales y a regar el huerto. Me gustaba
mucho; lo único malo era que tenía que levantarme muy temprano. Cuando terminé primaria, también tuve que cambiar de colegio.
Pucha, me costó porque tuve que ir a la ciudad de Ferreñafe , donde todo es pista y carros por todas partes. Dejar a mis compañeros
y la comodidad de vivir en medio del campo fue duro para mí. Tenía que vivir con mis tíos de lunes a viernes. Al inicio tuve miedo,
pero luego me fui acostumbrando a sus comidas, a sus reglas y, sobre todo, a manejarme solo en la ciudad. Siempre recuerdo que
en primero de secundaria no me podía adaptar con tantos cursos y profesores. Era terrible, así es que mi primo me ayudaba. Por
ejemplo, algunas veces tenía que dar exámenes en mi colegio y, como me costaba estudiar, le pedía a mi primo que me ayudara. Él
siempre me decía: “¡Concéntrate! ¡No pienses en las nubes!”. ¡También me costó separarme de mi familia! Me sentía un poco sol o,
pero ahora ya estoy mejor. Ayudo a mis tíos, estoy aprendiendo a cocinar… ¡Y me gusta! Eso no lo hacía cuando estaba en casa de
mis padres. Ahora sí lo hago, y ayudo sábados y domingos cuando voy a casa. ¡Cómo cambian las cosas
1. ¿Qué vivencias crees que influyeron más en la forma de ser de Claudia y Ernesto? ¿Por qué?
2.¿De qué manera habrá influido cada lugar en Claudia y Ernesto? ¿Por qué?
3.¿Qué momentos, lugares y personas crees que han influido en tu forma de ser? ¿Por qué? 4. ¿Consideras que
Claudia y Ernesto están avanzando en cuanto a su autonomía?
Construyendo mi identidad personal
La identidad personal es la percepción que uno tiene de sí mismo. Se desarrolla y evoluciona a partir de las relaciones
que tenemos, de las situaciones que vivimos y de los retos y oportunidades que se nos presentan a lo largo de la vida.
El ser humano posee un conjunto de rasgos físicos, psíquicos y una identidad cultural. En nuestra historia vemos que
Claudia y Ernesto han sabido adaptarse a un medio ambiente determinado y que, a la vez, han sido capaces de adaptar
el medio a sus necesidades; es decir, podemos observar cómo se modifica su identidad, esto se relaciona con la
capacidad de asociarse y sentirse parte de un grupo a partir de su cultura. Continuamente, a través de cada
interacción con otras personas, con nuestro entorno social y con nosotros mismos, recibimos retroalimentación. Esta
retroalimentación no es ignorada, sino que es comparada e integrada a las creencias que tenemos sobre nosotros
mismos. Y, del mismo modo, actuamos para muchas personas en forma de retroalimentadores. Interpretamos a los
otros a partir de nuestras propias vivencias, y generamos y reflejamos un concepto de identidad personal del otro. Se
trata de un proceso sumamente rico y complejo. Construyendo mi identidad personal
ACTIVIDAD Individual
1. ¿Cómo han venido construyendo su identidad Claudia y Ernesto?
2. ¿Cómo crees tú que has venido construyendo tu identidad? Para contestar esta pregunta, primero responde las que aparecen a
continuación.
¿De dónde vengo? ¿Quién soy yo? ¿Qué soy? ¿Qué quiero ser?
¿Cómo influye nuestro entorno social en la construcción de nuestra identidad personal?
El proceso de socialización es importante. Es a través de las relaciones con el entorno social y cultural que las personas adquirimos
modos de ser y estilos de hacer, desarrollamos ciertas capacidades e inhibimos otras; en suma, formamos nuestra identidad. Por
ejemplo, dependiendo de si una persona es de Perú, Chile o Canadá, su forma de ser, de pensar y sus costumbres serán diferentes.
El clima, la religión, la forma de vida, la cultura, la alimentación, etc., juegan un papel sumamente importante en la forma como se
comportan y relacionan las personas; incluso, en los valores que como sociedad se predican y se esperan de sus ciudadanos. Si n
embargo, para afinar ese proceso de construcción de la identidad, necesitamos definirnos a partir de un análisis reflexivo y
consciente de nuestras situaciones y relaciones. A pesar de que los peruanos, los chilenos y los canadienses pueden compartir
formas de ser, preservan, según sus historias personales y particularidades familiares, un estilo determinado que define su identidad
personal.
El problema surge cuando el medio que nos rodea nos contamina con imposiciones y estereotipos sociales, culturales, etiquetas y
agrupaciones que nos limitan e impiden que seamos quienes queremos ser, nos encierran en catalogaciones y nublan la visión de
nuestra totalidad personal. Pasamos de ser todo lo que representa nuestro “yo” a una mínima parte. Esto nos genera malestar
porque “no podemos ser quienes realmente somos”, nos encontramos limitados. Así, este tipo de creencias o de prohibiciones
ocasionan mucho sufrimiento, incluso producen trastornos emocionales, como la ansiedad o la depresión.
La adolescencia es un momento de búsqueda de la identidad personal
El adolescente se suele calificar a sí mismo a partir de cómo lo perciben los otros y, además, se compara con ellos. Estos juicios
pueden ser conscientes o inconscientes, y tienen inevitables connotaciones afectivas que dan lugar a una conciencia de identidad
exaltada o dolorosa, pero nunca afectivamente neutra. La autoidentidad es el elemento central de la identidad personal, pero
integra en sí misma elementos corporales, psíquicos, sociales y morales. Es usual que en un primer momento las y los adolescentes
se preocupen por su cuerpo, su imagen y su identidad sexual. Posteriormente, se preocupan por definir su vocación por los val ores
e ideologías. De modo similar tienen que tratar con su identidad social muy al inicio de su desarrollo. Las identidades vocacionales,
ideológicas y morales se establecen gradualmente. Se da la lucha por definirse, la cual se expresa por medio de la adopción de
modas, peinados distintos y el seguimiento de tendencias que a menudo son apoyadas por presiones comerciales y por una
publicidad agresiva, lo cual puede llevar a que el adolescente se sienta insatisfecho con sus atributos físicos.
¿Cómo formamos nuestra imagen personal?
A medida que vamos creciendo, no solo adquirimos hábitos y costumbres de nuestro entorno, sino que también vamos eligiendo y
tomando decisiones sobre lo que queremos ser: amistades que queremos cultivar, la profesión que nos gustaría tener, actividad es
que queremos practicar, entre otros. Por eso, es importante que reconozcamos nuestras percepciones, nuestros gustos, así como
la manera en que influye el entorno en el que vivimos: nuestra familia, nuestras amigas, nuestros amigos, nuestra comunidad, los
medios de comunicación, las redes sociales, entre otros. Volvamos a la historia inicial. Recordemos cómo Claudia y Ernesto debieron
salir de sus ciudades de origen y adaptarse a nuevos ambientes, costumbres, alimentos. Todo esto influyó en la configuración de su
identidad y propició cambios y permanencias en su forma de actuar
Es en la adolescencia que vamos formando nuestra imagen personal, la cual es muy importante para nosotros en esta etapa de
nuestras vidas. Nuestra imagen personal y el sentirnos bien con nosotras/os mismas/os, con nuestra forma de ser y de mostrarnos
frente a los demás, guardan relación con nuestra autoestima. Lo importante es sentirnos bien y mostrar nuestra esencia, lo que nos
hace únicas o únicos y singulares.
¿Cómo se manifiesta mi autonomía en el proceso de construcción de mi identidad personal?
La adolescencia es una época de grandes cambios. Se trata de un periodo en el que somos muy vulnerables, pero en el que también
encontramos grandes oportunidades de cambio y avance tanto en lo físico como en lo intelectual, moral y social. Estos cambios y
avances nos conducen a una nueva organización de nuestra personalidad y a la conquista de nuestra identidad. Y todo ello se hace
manifiesto en la vida cotidiana cuando los adolescentes reclaman y dicen: “¡Quiero ser yo!”, “¡Quiero vivir mi vida!”. Con es tas
afirmaciones expresan la imperiosa necesidad de pertenecerse a sí mismos, de alcanzar la autonomía y de tomar sus propias
decisiones.
Hemos visto la importancia de reconocer nuestra forma de ser y de actuar, y cómo influye en ella el entorno en el cual vivi mos. De
igual forma, es importante reconocer que nuestra forma de ser y actuar se va modificando en función del desarrollo de nuestra
autonomía.
¿La autonomía tiene alguna relación con la responsabilidad?
La autonomía es un concepto que proviene de la filosofía y la psicología. Expresa la capacidad para darse normas a uno mismo sin
influencia de presiones externas o internas. Se refiere a la regulación de la conducta por normas que surgen del propio indiv iduo.
Autónomo es todo aquel que decide conscientemente qué reglas son las que van a guiar su comportamiento. Tener autonomía
quiere decir que uno es capaz de hacer lo que considera que se debe hacer. Pero, más que eso, también significa que uno es ca paz
de analizar lo que cree que debe hacer y de considerar si de verdad debe hacerlo. Somos autónomos cuando somos razonables y
consideramos qué debemos hacer disponiendo de toda la información. Es más, somos verdaderamente autónomos cuando usamos
nuestra conciencia moral. Precisamente, cuando hacemos esto, nos fijamos en las acciones y en los efectos que se producen. La
conciencia de esa conexión nos lleva al concepto de responsabilidad.
¿Cómo podemos ir ganando autonomía?
La autonomía es la base para aprender a valerse por uno mismo, de manera constante y progresiva, a lo largo de toda la vida. Esta
se ve fortalecida a medida que las niñas, los niños y los adolescentes van adquiriendo responsabilidades y se hacen conscient es de
que son responsables de sus propias acciones y decisiones. Crecer con autonomía les proporcionará un mayor grado de madurez
para enfrentarse a la vida y para ser más felices. Ser autónomo es ser uno mismo, poseer una personalidad propia que es difer ente
a la de los demás y tener nuestros propios pensamientos, sentimientos y deseos. Esto nos garantiza la capacidad de no depender
de los demás para sentirnos bien, para aceptarnos tal como somos y para tener la seguridad de que seremos capaces de valernos
por nosotros mismos durante nuestra vida. Mientras más responsables demostremos ser, más autonomía iremos ganando frente a
nuestra familia. El diálogo continuo y abierto que tengamos con ellos también ayudará a fortalecer su confianza en nuestras
decisiones
Actividades
1. ¿Los hechos en torno a tu familia, tu escuela, tus amistades o tu barrio te han ayudado a construir tu identidad? ¿De qué modo?
2. ¿Qué aspectos personales crees que debes mejorar? ¿Hay algo que te gustaría cambiar?
3. ¿Cómo tomaron sus decisiones Claudia y Ernesto?
4. ¿Cómo van desarrollando ustedes su forma de sentir o actuar?
5. ¿Hasta qué punto su entorno y los estímulos a su alrededor influyen en la formación de su imagen personal
6. ¿Qué argumentos podría dar Ernesto a sus padres para demostrar que está en condiciones de tomar decisiones responsables
respecto a su viaje?
7. Describe una experiencia en la que hayas sentido la necesidad de tener mayor autonomía. ¿Cuáles suelen ser los argumentos de
los adultos para oponerse a lo que nosotros queremos?
8.Describe decisiones que hayas tomado y acciones que hayas realizado en tu familia o en tu institución educativa que demuestren
tu autonomía y responsabilidad

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