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RASTROS

¿Lista para contarme todo?


Fue lo primero que dijo el detective al entrar a la sala, yo ya sabía que era lo que debía de decir.
Recuerdo esa noche con tanta claridad que me de escalofríos cada que pienso en lo sucedido.
Todo inicio el día que llegué del trabajo; siempre era la misma estúpida rutina, llegar del trabajo,
dejar mi bolso, subir a mi habitación, tomar una ducha, bajar a la cocina, preparar la cena y ver la
tele, ya estaba empezando a cansarme.
En ese entonces yo estaba viviendo con mi hermano, ya que ninguno de los dos quería seguir en la
casa de nuestra madre porque ella se había vuelto un poco histérica y controladora, no seria
buena idea quedarse con ella. El día que eso pasó fue un día estresante en el trabajo y llevaba
varios días sintiéndome mal pero no es mi gran justificación tengo una mucho mejor.
Me encontraba preparando la cena. Había escuchado una voz que me llamaba desde la sala, no se
me hizo conocida, así que asumí que mi hermano había invitado a alguien, ya le reclamaría más
tarde por no avisarme. Volví a escuchar la misma voz así que me asomé desde la puerta, y me
encontré con una sala vacía. Le grite a mi hermano preguntándole si había alguien mas con el y me
respondió desde su habitación que estaba solo, asumí que la voz que escuché se debía al estrés
del trabajo y la falta de sueño. Pasaron cinco minutos, volví a escuchar la voz seguida de un golpe
en la sala, esta vez tomé un cuchillo de la cocina y salí corriendo a la sala con el miedo de que
alguien hubiese entrado, al llegar ahí quede impactada al ver que no había nadie, deje caer el
cuchillo al piso, no se si de coraje o de miedo al pensar que esa persona esta escondida o se haya
escabullido al cuarto de mi hermano, con el miedo constante de que el intruso esté esperando el
momento para atacarme intente tomar el cuchillo del suelo pero este ya no se encontraba ahí. Salí
corriendo a la cocina con una preocupación más al llegar a esta, ahí estaba el cuchillo, encima de la
mesa, pareciese que nunca lo hubiese tomado o llevado conmigo, volví a tomar el cuchillo y salí
corriendo a la habitación de mi hermano para ver si se encontraba bien y decirle que alguien había
entrado a la casa.

-¿Alguien enserio había entrado a su casa?- me pregunto el detective


-Preferiría pensar que si pero desafortunadamente no- le contesté.

Continuo. Al llegar a su habitación lo mire sano y salvo viendo la televisión, le conté todo lo que
acababa de pasar y el me dijo que no escucho nada y se ofreció a ayudarme a buscar por la casa
para comprobar que no había nadie. Buscamos hasta por debajo de los sillones y afortunadamente
en ese momento no había ningún intruso, él se devolvió a su habitación y yo me dirigí nuevamente
a la cocina para seguir con la cena, en ese momento lo más conveniente era solo preparar unas
sopas instantáneas ya que era un poco tarde. Empecé a guardar los utensilios mientras el agua
calentaba, de pronto tenía otra vez el cuchillo en la mano, empecé a escuchar pasos que se
dirigían hacia mi, ahora dudaba si mi hermano y yo estábamos solos, y que no habíamos buscado
bien. Escucho que dice mi nombre esa estúpida voz que he escuchado toda la noche siento que
hay alguien en la cocina, siento su respiración y su aliento en mi nuca. Impregnada de miedo y de
adrenalina tomo el cuchillo fuertemente y lo clavó en su cabeza, tenia en mente hacerlo en el
cuello pero creo que soy un poco mala con la puntería, al voltear a ver quien era el imbécil que
había intentado entrar a mi casa, veo claramente a alguien alto y vestido todo de negro se veía tan
real pero cuando el cuerpo cayó al suelo. Ya no era una casa desconocida, era mi hermano y no
estaba vestido de negro Tenía puesta el pijama de colores que yo le había regalado. De pronto
volví a escuchar la voz felicitándome por haberlo matado. Grité desesperadamente pidiendole que
se mostrara, que no fuera un cobarde y diera la cara, pero la voz ya no se escuchaba en la sala o en
el pasillo y mucho menos en la cocina, solo sonaba en mi cabeza. Una y otra vez me estaba
felicitando y diciendo que lo que hice era necesario, no le puse más atención lo único que quería
era que esto fuera un maldito sueño, yo no podría asesinar a mi hermano, el no podría estar
muerto. Y yo era una asesina.
-Pero si lo esta h si lo eres- me intenta sacar del recuerdo el detective
-Mi último recuerdo es ese, todo es confuso después de eso- le aclaro
-¿Consumiste alguna droga ese día? O ¿Dejaste de tomar algún medicamento?, solo necesito una
razón coherente por la cual lo hayas asesinado.
-Solo lo hice por que las voces me dijeron, y esas mismas voces dicen que haga lo mismo con
usted.

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