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El papel de la imitación

La imitación juega un papel importante en la adquisición de la conducta desviada y de la adaptada. Al


observar la conducta de los demás y las consecuencias de sus respuestas, el observador puede
aprender respuestas nuevas o variar las características de las jerarquías de respuestas previas, sin
ejecutar por sí mismo ninguna respuesta manifiesta ni recibir ningún refuerzo directo. En algunos
casos, el observador puede aprender, de hecho, tanto como el ejecutante.

los niños en una subcultura cantelense de Guatemala se pone de manifiesto cómo la compleja
conducta propia del rol adulto puede adquirirse casi por completo mediante imitación. A las niñas
cantelenses les dan una jarra de agua, una escoba y una muela, que son versiones en miniatura de las
que utiliza su madre. (Observando e imitando constantemente las actividades domésticas de su madre,
que no les proporciona apenas ninguna instrucción directa, las niñas adquieren pronto el repertorio de
respuestas propias de su sexo) Del mismo modo, los niños pequeños cantelenses acompañan a su
padre cuando se dedica a las actividades propias de su ocupación y reproducen sus actos con ayuda de
versiones en pequeño de los utensilios de los adultos.

Al emplear juguetes que fomentan la imitación de los adultos, los niños suelen reproducir no sólo las
formas de comportamiento propias del rol adulto, sino también las pautas de respuesta características
o idiosincráticas de sus padres, como las actitudes, maneras, gestos, e incluso inflexiones de la voz,
que aquéllos nunca han intentado enseñarles directamente.

El aprendizaje imitativo no se limita a la adopción de roles vocacionales y ocupacionales propios del


sexo. En Lesu se permite a los niños observar todos los aspectos de la vida adulta. Además de
acompañar a los adultos cuando efectúan sus tareas vocacionales, están presentes en todas sus
reuniones sociales, escuchan sus conversaciones y presencian actividades que en otras culturas se les
ocultaría a los niños: Les permiten escuchar historias obscenas y escandalosas y chismorreos sobre la
vida sexual de los miembros de la comunidad, y observar la conducta sexual de los adultos, que
pueden luego imitar libremente. De igual modo, los navajos extienden la instrucción positiva por
imitación incluso a los actos de eliminación: «La madre o una hermana mayor salen con el pequeño
cuando van a defecar y le dicen que imite su posición y sus acciones»

Los modelos simbólicos pueden presentarse mediante instrucciones orales o escritas, plásticamente o
por combinación de dispositivos orales y plásticos. Un medio de provisión de modelos simbólicos que
predomina ampliamente lo constituyen las instrucciones verbales que describen las respuestas
correctas y su orden de sucesión. Sin la guía de manuales e instrucciones, los miembros de las
sociedades de tecnología avanzada se verían obligados a emplearse en una experimentación por
ensayo y error muy aburrida y con frecuencia azarosa.

Por otra parte, la tasa y el nivel de aprendizaje varían en función del tipo de presentación del modelo,
ya que una acción real puede proporcionar señales mucho más relevantes y claras que las que se
transmiten por descripción verbal) Por ello, las instrucciones de los padres a los hijos sobre cómo
tienen que portarse influyen quizá mucho menos en su conducta social que los medios de
comunicación audiovisual de masas, a menos que los padres exhiban, como modelos, una conducta en
consonancia con las instrucciones que dan.
En la literatura educativa se presta mucha atención al uso por parte de los padres de modelos
ejemplares, que se le pueden presentar al niño mediante descripción verbal, plásticamente o, si el niño
ya conoce la conducta del modelo, simplemente haciendo referencia a él y a una o más de sus
características. Los padres pueden emplear una amplia gama de modelos: desde los héroes nacionales
o villanos a miembros de la familia inmediata del niño o de su vecindad. El problema con el modelo
negativo es que, al intentar disuadir a sus hijos de que actúen de forma socialmente indeseable, los
padres tienen que subrayar y detallar muchas veces la conducta desviada, que de otra forma apenas
hubiera recibido atención por parte de sus niños.

Mi punto de vista del video del muñeco bobo:


Este experimento es la demostración empírica de la teoría del aprendizaje social de
Bandura. Demuestra que las personas no sólo aprenden por ser recompensadas o
castigadas en sí, sino que también pueden aprender al ver a alguien ser recompensado o
castigado.

Lo cual yo creo que nos ayuda a ser concientes de lo que no deberiamos hacer enfrente de
los niños y tener mas cuidado si no queremos que nuestros hijos tengan conductas no
deseadas ya que el todos podemos imitar cuaquier clase de conducta

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