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Taller sobre escritura:

TERCERO

El oficio de escribir
El escritor debe ser una persona que busque no quedarse aislado.

Debe conocer lugares, hacer turismo interno, conocer personas, escuchar


mucho, anotar, consultar. Debe visitar otros países, o regiones, conocer
otros mundos, aprender idiomas, para ampliar su visión.

La sensibilidad del escritor es la capacidad que tiene de transmitir sus


ideas mediante una expresión escrita, la capacidad de recibir e interpretar
las obras de otras personas, de sentir los problemas, como la pobreza, el
hambre y la miseria. También, la sensibilidad del escritor tiene que ver
con la percepción de la belleza; es una persona capaz de llorar al leer un
buen libro, ver una pintura, escuchar una buena música. Las personas que
no tienen sensibilidad difícilmente serán buenos escritores. El escritor
que no es capaz de emocionarse, de tener sensibilidad, no tendrá
capacidad para emocionar a sus lectores.

Hablar es una cosa, escribir otra: El que escribe como habla, aunque hable
bien, escribe mal.

Escribir es un oficio solitario. El que no está dispuesto a cambiar su estilo


de vida, nunca llegará a ser escritor, aunque escriba bien.
La disciplina se inicia anotando ideas, hechos, acontecimientos y todo lo
que se considera que puede ser de utilidad para la obra y el conocimiento
de otros.

El escritor debe organizar el tiempo para escribir.

1. ¿Qué tiempo dedicarás diariamente a escribir?


Para escribir es necesario tener un plan de trabajo, donde se establece la
cantidad de tiempo que vas a dedicar a la escritura diariamente. Sea una
hora, o cualquier otro tiempo, el objetivo es crear un hábito, una rutina
que te ayudará a organizar tu horario.

También puedes definir el número de palabras diarias que quieres


escribir. Depende de ti.

2. Elegir el momento para escribir.


Puede ser al levantarte por la mañana, o en la noche.

Es necesario determinar las otras tareas que realizas diariamente, en el


trabajo, el estudio, con la familia, etc. Es necesario reajustar un momento
para dedicarle al arte de escribir.

3. Tienes que sacrificar algo que ahora haces, para


dedicar ese tiempo a escribir.
Es necesario decidir el abandonar algo que ahora te gusta y dedicar el
tiempo de eso para escribir.
4. Elaborar un calendario de actividades
Debes tener un calendario, en un lugar visible, donde anotes diariamente
el tiempo dedicado a escribir y una síntesis de lo que has hecho ese día.

5. Aprovechar cualquier momento de inspiración


Quizás se te ocurran unas ideas creadoras en cualquier momento, las
cuales debes aprovechar, sin esperar a que sea el horario establecido para
escribir. Las ideas pueden llegar en cualquier momento y en cualquier
parte, y debemos aprovecharlas y anotarlas, aunque sea en un papel o una
servilleta. Es bueno siempre llevar un cuaderno o libreta, y algo para
escribir.

6. Consumir contenidos artísticos


Elige una buena emisora radial, canal de televisión, periódico o revista,
para que lo que consumas sea de calidad, pues estás en un proceso de
elevación artística. Hay que dejar fuera todo lo que no contribuya a
conocimientos superiores; desligarse de lo tradicional, de lo ordinario, ir a
los clásicos, en lectura, literatura, música y todo arte.

7. El buen escritor convierte sus personajes y temas


en cosas creíbles.
La capacidad de observación es otra de las cualidades que conforman el
arte del escritor, se complementa con los detalles y los criterios propios.
El arte del escritor es permanente, se está pensando todas las horas en la
posibilidad de que algo que suceda en la vida real puede ser motivo para
ser escrito.
Un escritor debe tener un plan de trabajo, dedicar un tiempo cada día
para leer y escribir. Si no tienes voluntad no podrás llegar a ser un
escritor. No es hacerlo como sacrificio, sino como placer.

8. El escritor debe dedicarse a leer selectivamente


El escritor lee mucho, de forma selectiva, las grandes obras, los grandes
escritores.

El escritor es una persona que selecciona bien lo que consume, sea escrito,
radial, televisivo o por internet.

No se trata de leer todo lo que aparece, o ver todo lo que presenta la


televisión, sino seleccionar bien, prefiriendo todo lo que sea de
importancia para elevar el nivel artístico como escritor.

Un escritor es una persona que utiliza palabras escritas en varios estilos y


técnicas para comunicar ideas. Los escritores producen diversas formas
de arte literario y escritura creativa, tales
como novelas, cuentos, poesía, obras de teatro, artículos periodísticos,
guiones o ensayos.

Los escritores expertos pueden utilizar el lenguaje para expresar ideas y


su trabajo contribuye de manera significativa al contenido cultural de una
sociedad.

La palabra también se utiliza en las artes en otro lugar, como compositor;


sin embargo, el término «escritor» normalmente se refiere a la creación
de lenguaje escrito.

Los escritores pueden producir material a través de una serie de géneros,


de ficción o no ficción.

Algunos escritores utilizan múltiples medios de comunicación —por


ejemplo, los gráficos o ilustraciones— para mejorar la comunicación de
sus ideas. Otros escritores pueden usar imágenes (dibujo, pintura) o
multimedia para aumentar su escritura.

En la actualidad los libros digitales presentan vídeos, multimedios y los


lectores pueden participar en las redes sociales.

Además de producir sus propias obras escritas, los escritores escriben a


menudo sobre cómo escriben (es decir, el proceso que utilizan), por qué
escriben (es decir, su motivación) y también comentarios sobre la obra de
otros escritores (la crítica).

Los escritores pueden trabajar de una forma profesional o como


aficionados.

El término escritor se utiliza a menudo como sinónimo del autor, aunque


el último término tiene un significado algo más amplio y se utiliza para
transmitir la responsabilidad legal de una pieza de escritura, aunque su
composición sea anónima, desconocida o colaborativa.

En sentido estricto, el término designa a los profesionales de la literatura.

Según el género y tipo de composiciones a las que se dedica un escritor, en


sentido estricto, recibirá otras denominaciones más específicas: poeta ,
quien escribe poesía; novelista, autor de novelas; ensayista, autor de
ensayos; crítico, quien escribe críticas, guionista, escritor de
guiones; dramaturgo, autor de obras de teatro; etc.

El impulso que lleva al escritor a una obra forma parte de su arte, que es
comunicar, por esos los comunicadores tienen mayor posibilidad de
convertirse es escritores. Comunicar ideas, proyectos, modelos y utopías,
son parte de la inspiración en el arte de escribir.

El lenguaje es la base en el arte de escribir. Algunos buscan complicar la


situación con palabras incomprensibles para los lectores, pero es
necesario recordar que las palabras sencillas y cortas son las que dicen las
cosas más grandes: Dios, amor, sol, tierra, madre, vida, etc. Otros
pretenden confundir con definiciones complicadas; alguien, en vez de
decir leche de vaca, decía el jugo lácteo de la consorte del toro.

Es importante encontrar la palabra precisa con la textura, el color y el


sabor que, en su contexto, sea familiar a la comprensión del lector.

El arte de escribir no es fácil. Algunos creen que un libro se puede escribir


en algunas semanas, pero la situación es más complicada; escribir un
libro se puede llevar años.

Existen escritores que permanecen en el anonimato, como aquellos que


escriben editoriales, documentos, manifiestos, publicistas y otras
escrituras que pertenecen a las instituciones donde laboran y no aparecen
los nombres de quienes lo escribieron.

Es buen motivo para la escritura la vida política del hombre cristiano, que
aspira al bien común, no como la suma de los bienes individuales, sino
para mejorar las condiciones y las vidas de la mayoría del pueblo,
especialmente los más desposeídos, para que todos podamos vivir como
hombres libres, disfrutar de los bienes de la naturaleza, la cultura, la
economía y el espíritu.

Para hacer un análisis e interpretación de la realidad hay que tomar en


cuenta tres factores importantes, que son la economía, la política y tener
un concepto claro sobre la sociedad y lo que se aspira cambiar de ella.

Cada escritor tiene sus principios materiales o espirituales, estos últimos


se basan en la vida del espíritu, que comprende la existencia humana a la
luz de la eternidad, los principios y valores universales; la primacía de lo
espiritual sobre lo material y la fe.

Los que escriben para los lectores deben tener muy claro que el trabajo
debe tener supremacía sobre el capital, sobre el dinero, y primacía del ser
sobre el tener.
La sociedad moderna actual requiere de líderes que puedan ser
coherentes en el pensamiento y la acción, que es: la autenticidad.

En mi formación como sindicalista tuve la suerte de conocer la vida de un


escritor excepcional para mí: León Bloy, quién fue padrino y ayudó en la
conversión de Jacques Maritain al catolicismo. Me impresionó su
concepto de escritor cuando leí sus ideas.

He estado en guerra con todos los poderosos, por haber amado la


justicia sobre todas las cosas de este mundo, por haber escrito siempre
la verdad, pese a todos los riesgos, por haber intentado determinar una
corriente literaria nueva, para gloria del espiritualismo cristiano,
contra todos los potentados…

«El pensamiento único» en la globalización es un proceso que pretende


eliminar el debate ideológico, para que todo sea centralizado en la
economía, el mercado, la competitividad y la eficacia. Es responsabilidad
de los escritores defender el derecho al pensamiento humanista, donde
Dios sea el centro de nuestra labor.

El arte de escribir está ligado a la belleza, pues la estética es la ciencia que


trata sobre la belleza, la cual fue definida por Santo Tomás de Aquino
como la integridad y la perfección; la proporción, la concordancia en el
orden y la unidad; la claridad en los colores y la inteligencia; el resplandor
de la forma, explicando que la única belleza absoluta es Dios.

Finalmente, el arte de escribir debe tener una espiritualidad, respetar


principios, valores y ética. Lo que eleva la dignidad humana del escritor es
reconocer que Dios está por encima de todo y todos. que es la fuente de la
sabiduría. Debemos tener una vocación por el arte de escribir, dedicar
tiempo a la lectura, una disciplina de trabajo, estudiar a los grandes
escritores y pedirle a Dios que nos conceda el talento para escribir bien.

Como dijo San Agustín, «busquemos con el afán de encontrar, y


encontraremos el deseo de seguir buscando más».

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