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ACTIVIDAD 2 - RECOGIENDO SABERES DE LA ATENCIÓN PSICOSOCIAL EN

NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

TUTOR:

ANDRES ALEJANDRO REYES REYES

SEMINARIO DE PROFUNDIZACIÓN II

PRESENTADO POR:

ANYI MILEIDI MORENO LADINO ID: 100097235

LILIANA ECHEVERRÍA MEZQUIDA ID: 100064995

MARIA ALEJANDRA CASTRO AMAYA ID: 100064407

YAMILE CARET BASILIO ID: 100065987

PSICOLOGÍA

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

2022
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ATENCIÓN PSICOSOCIAL DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES

1. LO PSICOSOCIAL DESDE UNA PERSPECTIVA HOLÍSTICA

Enfoque epistemológico: orientado principalmente desde el paradigma cualitativo

que intenta capturar el fenómeno de una manera holística, comprenderlo dentro de su

contexto, o enfatizar la dimensión y comprensión de significado humano adscrito a un

grupo de circunstancias, hechos sociales que causan en una persona.

Aspecto psicosocial: vincula hechos traumáticos entre lo individual y colectivo en

que resulta relevante realizar ajustes de acuerdo a cada etapa del ciclo vital. lo

psicosocial históricamente ha evolucionado de las explicaciones sobrenaturales, para

pasar a las explicaciones de tipo biológico y psiquiátrico, esto sucede en parte por las

condiciones de trauma personal y social que cada uno de estos hechos produce en

niños, niñas, y adolescentes, hombres, mujeres, comunidades enteras, incluido el

medio natural, como se ha visto a través de la historia y sus guerras la cuales han

dejado innumerables victimas que daños severos. Como lo plantea el psiquiatra,

Bethelheim, sobreviviente de los campos de concentración nazi, plantea “que el evento

traumático es una constante sucesión de hechos dolorosos destinados a producir

sensación de amenaza vital. El exterminio de personas crea un clima psicosocial que él

denomina “situación límite” y que se caracteriza por la existencia de un escenario de


extremo riesgo vital para todos, del cual no se puede escapar”.

Según, Keilson la traumatización, se describe cómo las estrategias de dominación se

convierten en políticas de estado y se implementan a modo de procesos violentos que

van modificándose de manera periódica de acuerdo con sus resultados prácticos, en

palabras más explicitas quiere decir que las condiciones de trauma están altamente

vinculadas con hechos sociales violentos que a la par requieren respuestas individuales

y colectivas, es decir, psicosociales. El conocimiento psicosocial tiene una función de

transformación e incluye tres formas de intervención psicosocial; a) ingeniería social

que crea instrumentos técnicos de cambio como terapia, b) consulta, y c) mediación o

componente práctico.

En Latinoamérica por causa del conflicto que viven varios países, la vinculación entre

trauma individual y colectivo, para lo cual hay que comprender la relación aislada entre

lo psicológico y lo social. En otras palabras, el concepto de lo psicosocial es visto como

la conjunción entre lo psicológico y lo social, que permite una comprensión holística de

las situaciones humanas entendidas como, un todo orientada por los principios de

dialogicidad, recursividad y hologramática. En Colombia autores como Brenson y

Sarmiento, en los inicios de la década de los ochenta, “afirman que lo psicosocial es la

interacción entre lo personal y lo social; a partir de esta conceptualización proponen el

marco de referencia para el diagnóstico y la intervención, al punto de establecer las

etapas desarrollo psicosocial junto con estrategias de atención desde la perspectiva

psicosocial”
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Resultados de la necesidad de una solución

A través de la historia y debido a la necesidad de las naciones se han creado

diferentes organizaciones que existen con una tendencia predominante a dirigir su

atención e intervención desde un enfoque psicosocial hacia la población, adulta,

adolescentes, niños y niñas, la comunidad, la familia y el adulto mayor. Por lo cual se

han creado organizaciones de atención psicosocial que están apoyadas por acuerdos

internacionales suscritos por la OMS, la OPS, UNICEF o UNESCO. Cada nación se

encarga, a través de sus políticas internas y legislaciones, de dar cumplimiento a las

propuestas de las Organizaciones Internacionales. Teniendo como fin único lograr las

vinculaciones entre los microsistemas, el mesosistema, el macrosistema y el

exosistema, que den garantía de protección a las personas.

El Ministerio de Protección Social en Colombia.

MINPROTECCIÓN, se encarga de hacer cumplir aspectos legislativos sobre la

protección y salud de las y los colombianos. La atención psicosocial con población en

condición de desplazamiento.

Para el ICBF, la categoría psicosocial se orienta a la atención o promoción del

desarrollo psicosocial dirigido a niños y niñas a quienes se les debe proteger sus

derechos, según lo establecido en acuerdos internacionales y en la Constitución política

de Colombia.
La OMS, es entendida como el resultado de una compleja interacción entre el estado

de salud de una persona y los factores individuales y externos que representan

circunstancias en las que la persona vive.

La OPS señala que la atención psicosocial se realiza al tener en cuenta los

diferentes ámbitos de socialización personal, familiar y social, con el fin de mitigar el

impacto producido por los desastres.

En los países latinoamericanos se ha podido evidenciar que los problemas sociales

como las migraciones forzadas, la guerra, la farmacodependencia, no son ajenos a

otros países. Por el contrario, esta situación lleva a pensar en la necesidad de

establecer estrategias de cooperación a nivel internacional, nacional, regional y local,

con un enfoque psicosocial.

Desde el sentido de las prácticas, las tendencias de atención Psicosocial

identificadas son las siguientes:

Socio sanitaria, dedicada a la atención de desastres, traumas colectivos e

individuales que subyacen; selecciona las poblaciones vulnerables, establece las

manifestaciones que presentan las comunidades frente al desastre, identifica las

reacciones de niños y niñas.

Comunitaria, orienta el quehacer a la solución comunitaria y la autogestión de los

efectos psicosociales que producen los desastres involucra de manera activa a todos

los sujetos.
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Intervención psicosocial, para la atención de problemas de adicción y otros

problemas psicosociales mediante fases de acercamiento, diagnóstico en todos los

ámbitos de socialización, plan de intervención psicosocial de manera integral y

seguimiento.

Preventiva: desarrollo de habilidades para la vida: el objetivo es prevenir el impacto

de los problemas psicosociales, la protección de los derechos humanos, la prevención

de problemas psicosociales y de salud.

Concepto sobre lo psicosocial

Para conceptualizar lo psicosocial es necesario el entendimiento contextual de los

procesos psicológicos y sociales, sus protagonistas y los eventos que suceden

identificando convergencias y divergencias.

Capital humano. Es entendido como los elementos de confianza, la solidaridad, la

tendencia a una vida asociativa y, en fin, el establecimiento de redes y relaciones para

la construcción y el mantenimiento de la comunidad.

Estrés. El ser humano está expuesto a diversas situaciones estresantes, las cuales

pueden ser de carácter adaptativo o una de las primeras manifestaciones de reacción

ante un evento crítico provocado por la naturaleza o generadas por el mismo sujeto, y

en esto las instituciones coinciden en que son situaciones que afectan el bienestar

psicosocial del individuo, desencadenando un deterioro del tejido social, una pérdida de
la estructura de la vida familiar y un incremento de los signos de sufrimiento y

afectación a nivel psicosocial reflejados en los traumas y la discapacidad psicosocial.

TRAUMA PSICOSOCIAL. El trauma posee un componente individual y colectivo, la

afectación ocurre a las víctimas directas e indirectas y su superación requiere actos de

perdón y reparación.

Discapacidad psicosocial. Hace referencia a la discapacidad física que produce

efectos psicosociales en el individuo y demanda de sus seres queridos gran esfuerzo

de adaptación, si los hechos son atendidos de manera integral.

Resiliencia. Es la capacidad de hacer frente a la adversidad mediante el desarrollo

de los factores protectores que posee la persona, además se puede hablar de la

resiliencia familiar porque ella como ambiente socializador potencia factores de

protección.

Desastre. Se vinculan a amenazas, peligros de orden natural o humano generando

factores de vulnerabilidad físicos, sociales, económicos y ambientales.

Redes de apoyo. Son abordadas desde las acciones que pueden construirse entre

la comunidad, las familias y las personas con el fin de constituir capital social que

permita la autogestión de la comunidad una vez ocurrido el desastre.

Rehabilitación. Está ligada a la salud mental, en terapia psicosocial es la última fase


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del proceso de intervención e implica la reinserción del sujeto o la recuperación del

individuo o de la comunidad.

Perspectiva de derechos humanos y derecho internacional humanitario

La protección de los derechos de cada ciudadano abarca diferentes aspectos de la

vida humana, su relación con la tecnología y la naturaleza en donde convergen la salud,

la educación, la producción económica, la producción social, la religión y la política, con

derechos resguardados por la constitución política colombiana, que dan garantía a las

éticas, jurídicas, culturales y, por otro, las políticas mundiales que se concretan en

leyes, decretos, planes, programas y proyectos de atención con perspectiva psicosocial,

que a través de acuerdos internacionales, la legislación de cada país, las políticas

públicas y las políticas sociales, se vislumbran modalidades de atención psicosocial la

prevención, el tratamiento a largo plazo, la intervención en crisis, para situaciones

específicas como los desastres o catástrofes producidas por el ser humano y por la

naturaleza, en numerosas ocasiones requieren de un abordaje mundial, internacional,

nacional, municipal o local.

2. ACCIÓN E INVESTIGACIÓN EN LA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL CON

MENORES

Debilidades y fortalezas
A la hora de investigar sobre infancia y juventud se debe tener en cuenta del riesgo

que existe al momento de tener presente que el objeto de estudio es frágil, deteriorado

ya, y que es un proceso incierto de posible cambio, la intervención al momento de

acercase evitando un posible desarrollo alterno y de evitar al momento de acercarnos a

él sin herirlo. La posibilidad de predecir un posible futuro sin marcarlo; y, que no sea

contradictorio, al resultado que se quiere lograr, hemos de analizar procesos que

deberían ser prolongados a lo largo de la vida de los menores, con medios que den

garantía a pesar de la trascendencia del tema, e ínfimos en comparación con los

recursos disponibles para otros campos científicos, pues es bien sabido que a la

investigación de temas sociales y psicosociales nunca se han dedicado presupuestos

importantes.

El supremo interés del menor suele estar muy claro cuando el choque de intereses

se da entre los del niño o niña y los intereses de un adulto o de varios, o de una

institución. En cambio, no resulta tan evidente cuando el choque se da entre dos tipos

de intereses del mismo menor. Esta dificultad se hace patente cuando chocan el interés

presente con el interés futuro; el interés económico o de posibilidades con el afectivo; el

arraigo con el horizonte cultural… En el plano metodológico, encontramos tras

dificultades de estas investigaciones, señalando las limitaciones económicas de los

estudios longitudinales, y dada la movilidad de la población a estudiar, a menudo, como

fuentes de datos, de los expedientes de las instituciones, con los comentarios y

pronósticos que los profesionales anotan en ellos, que proyectan hacia el futuro la

experiencia acumulada en la institución o equipo, que pueden ser relevantes para

comprender la realidad del estudio y resultado que se quiere obtener. Cabe mencionar
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de la necesidad de otros estudios, que sirvan de análisis, que sirvan para comprender

el estado mental de los menores y lograr comprender más a fondo el posible daño,

como las que se hacen sobre los casos ingresados en centros penitenciarios o

psiquiátricos.

Al realizar la lectura refiere entre los centenares de adolescentes que habitaban

aquellos centros de las Juntas de Protección de Menores que había algunos que eran

simplemente pobres o huérfanos, sin otro conflicto o comportamiento anómalo; junto a

ellos, compartiendo el régimen del centro, había un porcentaje, nunca contabilizado, de

jóvenes con conductas violentas, verbales, físicas y sexuales, inhaladores de colas y

amigos de lo ajeno. Como psicólogo es necesario comprender, que la intervención con

esos menores quedaba mediada entre ambos extremos y que si se sobrepasan los

límites de concentración de la conflictividad, la residencia es inviable como camino a la

normalidad, lleva a ser difícil comprender entre las diferencias de cada uno de estos

menores. Pues es de estar de acuerdo con los resultados de hace algunos años en los

cuales el problema acababa con la fuga o expulsión del menor en cuestión, que luego

efectivamente reaparecía en el psiquiátrico o en la prisión.

Es bien entendido que las limitaciones y dificultades de los acogimientos

residenciales y familiares comparten circunstancias de precisión de las características

posibles en unos y en otros; pero no es buena estrategia analizarlos en oposición o

disyuntiva de inadecuado o idóneo, de primero o de último recurso. Es evidente que la

intervención psicosocial es mucho más compleja que la de la salud física, tanto en


diagnóstico como en diseño de recursos. Es de tener consensuados los puntos de

partida de la población que hemos de atender, con todas las diversidades tipológicas

que se van dando en la práctica. A partir de ahí se pueden establecer los pilares

básicos de la intervención, sea en un programa o en otro.

¿A qué ha de dar respuesta la intervención?

Evidencias y necesidades

Se debe tender a cubrir las necesidades específicas de los sujetos a los que va

dirigida, podemos analizar qué características son factores comunes a toda la población

que englobamos en el término “menores”. Para otra ocasión queda el ver los factores

diferenciales dentro de esa misma población, en función de edad, modelos culturales,

etnias, etc.

los menores necesitados de un recurso de acogimiento o de adopción, como:

 Población en desamparo

 Población con experiencias previas de fuerte conflicto

 Población con necesidades especiales.

Cuando hablamos de que un niño o niña está en situación de desamparo estamos

utilizando una categoría jurídica del Código Civil y el código de infancia y adolescencia,

que regulan una serie de normas que garantizan los derechos de los menores.
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La regulación colombiana como garantía de derechos, no es suficiente para

comprender, desde un sentido personal a la realidad de cada menor, lo que me lleva a

preguntarme, si estoy frente a una investigación de un menor determinado, ¿qué

significa psicológicamente para ese menor estar en desamparo? ¿Cómo logro entender

y meterme en las entrañas de ese menor? sentiré, algo así como “no hay nadie que se

interese, que se preocupe, por mí”, “no cuento de manera importante para nadie, ni

cuando estoy con fiebre, ni cuando llevo día y medio sin comer, o durmiendo sin techo”,

una variedad de emociones encontradas, mescladas con soledad y ansiedad. Este es el

desamparo que podríamos llamar desamparo “material”, el cual puede ser más o

menos grave en función de la edad del menor. No significa que el menor no tenga un

adulto tutor que lo desamparo. El niño o la niña pueden ser queridos, y mucho, por una

madre, o un padre, que no los cuida, ni los alimenta. En recíproca el niño los quiere y

quiere compartir su vida con ellos; incluso puede haber adolescentes queridos, pero no

cuidados por sus padres, que son ellos los que alimentan y medican a los progenitores

(caso de algún hijo de drogadictos), como también de las vivencias en conflicto de los

padres, que no necesariamente ha de ser trauma, puede tener un origen diverso,

aunque siempre será intrafamiliar, y quizás de rebote tenga repercusiones escolares o

sociales. Lo cual conduce a una serie de perspectivas de actuación para los

profesionales de la intervención con menores y a los y las investigadoras de la misma.

Mirando a las dos direcciones y con el ánimo de que sirvan a la reflexión, con

aceptación, adaptación o refutación, de los interesados, el trabajo nos permite concluir

lo siguiente.
 Buscar variables de carácter estático o estructural (edades, etnia, tiempo en el

recurso, nivel de ingresos, etc.) a variables dinámicas o de proceso, inherentes a la

interacción.

 La dinámica a estudiar es tanto la del medio de origen como la del medio social

acogedor: tipos de apego, estilos disciplinares, organización de vida familiar,

hábitos ...

 Si no se pueden hacer estudios longitudinales, como alternativa se pueden

incorporar ex-acogidos, ya adultos, que estén dispuestos a colaborar como

miembros del equipo investigador.

 Otro enfoque esclarecedor es de contraste entre sujetos de evolución positiva y

negativa en el mismo recurso.

 La evaluación de un recurso debe hacerse en tres momentos: como estudio piloto

al diseñarlo, con pocos casos y con objetivo de reajuste.

 Cada año, con el objetivo de analizar las bajas y altas producidas, planteando un

pronóstico de los que marchan y una evaluación momentánea del recurso.

 Periódicamente, a largo plazo, cuando los sujetos, ya adultos, tienen trayectoria y

perspectiva de vida, con el fin de confirmar o rechazar el pronóstico de la baja, y

sacar conclusiones.

INTERVENCIÓN

 Si el interés de necesidades específicas de unos menores entra en contradicción

con el interés de la institución, no debe dudarse cuál ha de prevalecer.

 Los acogimientos deben contemplarse de manera diversificada con criterios no sólo

de edad sino también de objetivos.


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 Lo cual supone que habrá de pasar por un proceso final de emancipación más allá

de los 18 años.

 Los educadores de residencia, como las familias acogedoras y adoptantes, habrá

que incorporarlas a la intervención teniendo muy en cuenta su motivación y

actitudes contrastadas en la práctica.

 En los acogimientos residenciales la unidad de funcionamiento debe ser el llamado

grupo pequeño, independiente en toda la vida diaria de otros posibles grupos.

Estos grupos han de estar insertados y normalizados en la vida social urbana.

 Los adultos deben concebirse y aplicarse a ser figuras de apego, y generadoras de

resiliencia. Estos adultos deben contar con equipos técnicos de apoyo

especializados, que les asesoren y hagan el seguimiento del proceso.

3. POSTURAS EN LA ATENCIÓN PSICOSOCIAL A VÍCTIMAS DEL CONFLICTO

ARMADO EN COLOMBIA

Iniciativas estatales para la atención psicosocial a víctimas del conflicto

armado

Colombia al ser uno de los países con más guerras civiles, ha desarrollado

alternativas para la protección de víctimas, creando programas de restitución, como

también de la entrada en vigencia de la ley 1448/2011 y el Acuerdo 1524 de 2012, con

el fin de dar solución a las víctimas, y que de ese modo tenga una vida digna, sin

embargo, una de las mayores preocupaciones ha sido la atención a las víctimas que
debe adelantarse con enfoque psicosocial. Es una realidad que la acción de dar

información, orientación y acompañamiento jurídico y psicosocial a la víctima, con miras

a facilitar el acceso y cualificar el ejercicio de los derechos a la verdad, justicia y

reparación, es una forma de reparación, por lo tanto, lo psicosocial es entendido como

uno de los componentes de la atención, específicamente que hace parte de las

medidas de rehabilitación, sin embargo, dicho componente deberá ser permanente y

transversal durante el proceso de reparación, ya que muchas de las victimas quedan

con secuelas permanentes, por lo que es de necesidad el acompañamiento a

poblaciones afectadas por eventos generados en contextos de violencia sociopolítica.

De esta manera, se debe dar enfoque orientado al restablecimiento de los derechos

vulnerados y la reivindicación de la dignidad de los sujetos afectados por los hechos de

victimización. Por lo que, como psicóloga, veo la necesidad de que para avanzar en ese

sentido, el enfoque psicosocial se debe orientar por una apuesta ética en la relación con

las víctimas que se fundamente en el reconocimiento de la capacidad de agencia y la

des patologización del sufrimiento. Teniendo en cuenta métodos de garantías verídicos

y eficaces, teniendo en cuenta lo siguiente;

 Se debe contemplar que las expresiones de sufrimiento han sobrevenido como

respuestas normales frente a los eventos anormales propiciados por los hechos

violentos en el marco del conflicto. Como psicólogos debemos pensar que las

causas estructurales del sufrimiento de las víctimas no son estrictamente intra-

psíquicas, sino que resultan de las relaciones establecidas en los contextos de

desarrollo y la exposición a los eventos de violencia, por lo tanto, es necesario

considerar las características contextuales para entender el sufrimiento de los


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afectados, más allá de categorizar o diagnosticar a partir de criterios establecidos,

sino que de manera más humana y empática.

 Dar reconocimiento de los recursos propios con los que cuentan las personas de

las comunidades afectadas por hechos de victimización, incluso más allá del

sufrimiento provocado por las acciones violentas. Es decir, se trata de considerar a

las víctimas como personas que no solamente están sufriendo, sino que cuenten

con recursos para afrontar su situación actual de vida, lo que implica también

reconocer que los hechos de victimización no son un estado actual que afronta el

país definido como situación actual, sino que estas personas tienen un valor como

parte del estado y que son sujetos de derechos, por lo que no son solamente una

variable en una cadena de acontecimientos históricos que constituyen la vida de un

sujeto o una comunidad.

 Enfoque psicosocial de dignificación y reconocimiento, y sienta las bases para el

principio de corresponsabilidad en el marco de los procesos de atención a las

víctimas. Se trata del reconocimiento de que "todas las personas pueden hacer

algo frente al sufrimiento de los otros", pero más que las personas es el gobierno,

quien debe incitar al estado, para que dé el nazca la necesidad de empatía con las

víctimas del conflicto armada, es así como, las acciones dirigidas a los sujetos

afectados por hechos de victimización tienen el carácter de reivindicar la dignidad

que les fue arrebatada por las acciones de violencia.


De esta manera, la postura oficial para definir el enfoque psicosocial como en una

tradición y experiencia que se caracteriza por el reconocimiento de la victimización en el

marco del conflicto armado como un hecho social que requiere de un análisis que

abarqué la complejidad implicada en el mismo, desde una perspectiva crítica frente al

discurso hegemónico de la salud mental y la clasificación psicopatológica, avanzando

hacía una perspectiva inspirada en los planteamientos de la psicología social y la

psicología comunitaria desarrolladas principalmente en contextos latinoamericanos, que

son el centro principal de los conflictos armados internos.


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Bibliografía

Última actualización: 21 de junio de 2022 - (Diario Oficial No. 52052 - 01 de junio de 2022.

Constitución Política. http://www.secretariasenado.gov.co/constitucion-politica

LEY 1098 DE 2006. (Noviembre 8). Diario Oficial No. 46.446.

http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1098_2006.html

http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/constitucion_politica_1991.html

Medina Montañez, M. Bernal, B. Galeano, M. Lozada, C. (2007). Lo psicosocial desde una

perspectiva holística. Revista Tendencias & Retos, Nº. 12, 2007 (Ejemplar dedicado a:

Aproximaciones a la diversidad del contexto y la construcción del método), págs. 177-189.

Recuperado de: https://dialnet-unirioja-

es.ibero.basesdedatosezproxy.com/servlet/articulo?codigo=4929306

Rosser-Limiñana, Ana, Bueno-Bueno, Agustín, Domínguez-Alonso, F. (2013). Acción e

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Recuperado de: https://dialnet-unirioja-

es.ibero.basesdedatosezproxy.com/servlet/articulo?codigo=4414044

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