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Técnicas y Recomendaciones Actuales para La Canalización Venosa Periférica y El Mantenimiento de Los Dispositivos
Técnicas y Recomendaciones Actuales para La Canalización Venosa Periférica y El Mantenimiento de Los Dispositivos
Los pasos a seguir son la selección del acceso vascular, la selección del
catéter, la higiene de manos y antisepsia cutánea, la inserción del catéter y la
correcta fijación del mismo. Además, es fundamental un mantenimiento
apropiado que permita prolongar la durabilidad del catéter, evitando la
repetición de la técnica y las molestias que esto originaría a los pacientes.
Posteriormente al lavado, y una vez las manos estén bien secas, la colocación
de guantes no estériles es fundamental, como protección para prevenir la
contaminación de las mismas al existir la posibilidad de entrar en contacto con
sangre, para no transmitir los microorganismos presentes en las manos a los
pacientes y para no propagar microorganismos de un paciente a otros 5.
La antisepsia cutánea, consistente en la eliminación de los microorganismos
que sean potencialmente patógenos y la inactivación de los virus que puedan
encontrarse en la piel, deberá realizarse acorde a las recomendaciones de
los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) del año 2011, donde se
especifica que el antiséptico ideal es el gluconato de clorhexidina con una
concentración superior al 0,5% 5. Su idoneidad deviene de su amplio espectro
de acción (Bacterias Gram+, incluidos los Staphylococcus Aureus Resistentes
a Meticilina (SARM); bacterias Gram -; hongos y virus),por su rápido inicio de
activación (entre 15 y 30 segundos), su actividad frente a la materia orgánica y
su prácticamente nula toxicidad 5. Sin embargo, hay que tener en cuenta que
algunas cepas de bacilos Gram – son menos sensibles a la acción de la
clorhexidina; su nula capacidad esporicida, aunque sí inhibe el crecimiento de
éstos; y que no parece tener efecto sobre los virus sin cubierta.
Quedan, por tanto, desterradas las bases clínicas pretéritas que sostenían un
cambio sistemático del catéter transcurridas 72-96 horas desde la inserción del
mismo 1, 4, 9, 10, 20, prefiriéndose ahora un mantenimiento del catéter siempre que
funcione y no presente ninguna características de las arriba descritas 1, 20.
Flebitis
Los signos que indican una flebitis química son un Grado 2 en la Escala Visual
de la Valoración de la Flebitis (Anexo 4), un tiempo de permanencia del catéter
inferior a 48 horas y un historial de infusión de antibióticos irritantes 1, 5, 6, 7, 14.
Extravasación
Se considera ocluido aquel catéter que deja de ser permeable e impide el libre
flujo de líquidos cuando previamente sí lo hacía 1, 6. Puede suceder como
resultado de una obstrucción mecánica (que el catéter presente dobleces o
torceduras), por movimiento de la punta del catéter hacía una posición en la
que ésta impacte contra alguna estructura que impida el libre flujo del líquido a
su través o como consecuencia de una trombosis dentro del propio canal el
catéter o en sus inmediaciones 1, 6. No es una situación que suela aparecer de
forma aislada, sino que la patología relacionada con los CVPs suele responder
a causas multimodales 1, 6.
Retirada accidental
La retirada accidental del catéter es uno de los problemas más comunes que
puede presentar cualquier CVP1. Desde fallos en la fijación cutánea hasta
pacientes que provoquen la propia retirada en momentos de desorientación, los
motivos son múltiples y variados, pudiendo deberse a fallos en el cuidado, mala
protección o mal cuidado del CVP por parte del paciente 1.
Infección
Extraluminal
Intraluminal
Flebitis
Una composición más blanda del catéter, así como una reducción en la
porosidad de su superficie, ha demostrado ofrecer rendimientos mejorados a la
vez que una reducción de la incidencia de flebitis y otros eventos que obligasen
a la retirada del catéter 1. Materiales como el poliuretano cumplen con estas
condiciones, a diferencia de otros plásticos utilizados en la actualidad 1. Otra
modificación que se está incorporando a la fabricación reciente de catéteres es
la introducción de aletas que permiten una fijación más segura y eficaz,
reduciendo así el riesgo de flebitis mecánicas al minimizar la posibilidad de
movilización 6.
Extravasación
Como sucediera con la flebitis, también en la extravasación la longitud y la
composición del catéter juegan un papel importante 1. Se ha demostrado que
los catéteres de tamaño igual o superior a G18 presentan mejor supervivencia
temporal 1. Una vez más, la constitución del catéter con materiales blandos y
sin superficies excesivamente porosas disminuye la erosión interna de la vena,
por lo que el poliuretano sigue mostrándose como el mejor material para
fabricar los CVPs 1.
Obstrucción mecánica
Al igual que en las dos patologías previas, la adecuación del tamaño del catéter
al de la vena que lo aloja es fundamental para que se adapte correctamente 1.
También lo es una colocación en una zona correcta que permita minimizar los
movimientos del mismo, evitando la posibilidad de que surjan torceduras en su
estructura 1.
Retirada accidental
Infección
El manejo del catéter ya instaurado como algo contaminado que debe ser
desinfectado previamente a su utilización ayudaría a reducir significativamente
la incidencia de infecciones por el uso prolongado de los CVPs 1, 8. La utilización
de toallitas desechables con antiséptico contribuye a reducir la carga
bacteriana que puedan existir en las superficies plásticas del CVP de forma
que, realizando una limpieza previa a la administración de cualquier fármaco
endovenoso, disminuya la probabilidad de infección. Combinando esta
actuación con la administración de bolos de SSF posteriores a cada sustancia
infundida, volviéndose a realizar una limpieza del tapón del catéter, el manejo
sería prácticamente estéril 1, 8.