Está en la página 1de 6

LAVADO DE MANOS

DEFINICIÓN

El lavado de manos es la frotación vigorosa de las manos previamente enjabonadas, seguida


de un aclarado con agua abundante, con el fin de eliminar la suciedad, materia orgánica, flora
transitoria y residente, y así evitar la transmisión de estos microorganismos de persona a
persona.

El uso de soluciones alcohólicas para el lavado de manos constituye una alternativa a tener
seriamente en cuenta en la higiene de las manos en la actualidad (más desarrollo en otro
capítulo).

Flora residente: también llamada colonizante. Son microorganismos que se encuentran


habitualmente en la piel. No se eliminan fácilmente por fricción mecánica.

Flora transitoria: también llamada contaminante o "no colonizante". Son microorganismos que
contaminan la piel, no encontrándose habitualmente en ella. Su importancia radica en la
facilidad con la que se transmiten, siendo el origen de la mayoría de las infecciones
nosocomiales.

Medida de higiene consistente en la eliminación mediante arrastre de la flora presente de


manera transitoria en la piel de las manos. Se considera una de las medidas más eficaces en la
prevención y control de la transmisión de enfermedades infecciosas dentro del ámbito
hospitalario.

¿Por qué es importante el lavado de manos?

Las enfermedades más comunes causadas por bacterias y por la falta de higiene son: gripe,
dolencias diarreicas, resfriados y catarros o enfermedades transmitidas por vía fecal-oral como
la hepatitis. Estas enfermedades causan miles de muertes al año. Recientemente, la
aparición del Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de una correcta higiene de
manos como vía de prevención frente a la transmisión de virus.

La higiene de manos tiene el objetivo de eliminar la suciedad, la materia orgánica, la flora


transitoria (causante de la mayoría de infecciones nosocomiales) y al máximo la flora residente.

En la actividad diaria dentro de la clínica dental, hay muchos momentos de contacto con el
paciente y es vital tener en cuenta estos aspectos. Un buen profesional debe prevenir
cualquier riesgo de contagio o contaminación

Los 5 momentos para la higiene de las manos

La Organización Mundial de la Salud ha definido 5 momentos críticos en los que se debe


llevar a cabo el protocolo de lavado de manos.

Los momentos en los que se debe realizar el lavado de manos son: antes de tocar al paciente,
antes de realizar una tarea limpia/aséptica, después del riesgo de exposición a líquidos
corporales, después de tocar al paciente y después del contacto con el entorno del paciente.

Son recomendaciones para proteger el entorno de atención al paciente. El buen lavado de


manos previene y combate el contagio de enfermedades. Según varios estudios previos a la
aparición del Covid-19, 1 de cada 2 miembros del personal quirúrgico no se lava las manos
cuando es necesario.

El 61% de las y los trabajadores sanitarios no se lavan las manos cuando es necesario.
RECURSOS MATERIALES

Lavabo con agua tibia. Si fuera posible la llave del lavabo accionable con el codo, el pie o la
rodilla

Jabonera: dosificadora, Pastilla de jabón o Antiséptico jabonoso (optativo + cepillo)

Toallas de papel

OBJETIVOS

Disminuir el número de microorganismos en las manos

Disminuir el riesgo de transmisión de microorganismos a los pacientes

Disminuir el riesgo de transmisión cruzada entre pacientes

Disminuir el riesgo de infección entre trabajadores sanitarios

Disminuir el riesgo de transmisión de infección a uno mismo

¿QUIÉN?

Todo el personal.

¿CUÁNDO?

Antes y después del contacto con el paciente.

Después de quitarse los guantes.

PREVIO AL PROCEDIMIENTO

Es recomendable:

llevar las uñas cortas, retirar sortijas y joyas, revisar las manos buscando la existencia de algún
tipo de lesión, usar lociones hidratantes.

PROCEDIMIENTO

Accione el grifo (con el codo si es posible) y mójese manos y muñecas con agua tibia*.

Sostenga las manos bajas en relación con los codos para evitar contaminar regiones del lavabo
limpias.

Evite salpicaduras.

Absténgase de tocar los grifos y el lavabo.

Si usa jabón en pastilla: enjuáguela antes de regresarla a la jabonera. Si es jabonera


dosificadora acciónela con el codo tomando de dos a cuatro mililitros.

Enjabónese enérgicamente frotando y entrelazando los dedos con fuerza y movimientos


circulares durante diez segundos. Preste especial atención a las zonas subungueales,
alrededor de la cutícula, pulgares, nudillos y lados de la mano.

Aclarar bien manos y muñecas SIN escurrir el agua hacia los codos.

Secar manos y muñecas aplicando leves toques con la toallita de papel.

Cerrar el grifo cogiéndolo con la toallita de papel si éste no se puede accionar con el codo o el
pie. Desecharla en el recipiente adecuado.

Limpiar y desinfectar periódicamente los dispensadores de jabón y su contenido**.


El uso de jabones antisépticos debe ser restringido a: Zonas con resistencias bacterianas,
Unidades de Cuidados Críticos; salas de Neonatos, y antes de la realización de cualquier
procedimiento invasivo***.

 TIPOS DE LAVADO DE MANOS


1. LAVADO DE RUTINA HIGIÉNICO

Objetivo:

Eliminar la suciedad, materia orgánica y flora transitoria de las manos.

Material:

Jabón líquido ordinario, en dispensador desechable, con dosificador.

Toalla de papel desechable.

Técnica:

Humedecer las manos con agua corriente, preferiblemente templada.

Aplicar jabón líquido con dosificador.

Frotar las manos palma con palma, sobre dorsos, espacios interdigitales y muñecas durante al
menos 20 segundos.

Aclarar con abundante agua corriente.

Secar las manos con toallas de papel.

Cerrar el grifo con la toalla de papel utilizada para el secado (los lavabos con sistema de cierre
de codo o de pedal ahorran este paso; los de célula fotoeléctrica, además, determinan un
importante ahorro de agua).

Indicaciones:

Antes y después del contacto con cada paciente.

Entre dos procedimientos en el mismo paciente si hay sospecha de contaminación de las


manos.

Después del contacto con alguna fuente de microorganismos (sustancias y fluidos corporales,
mucosas piel no intacta...) y objetos contaminados con suciedad.

Después de quitarse los guantes.

2. LAVADO CLINICO O ANTISÉPTICO

Objetivo:

Eliminar la suciedad, materia orgánica y flora transitoria y parte de la flora residente de las
manos, consiguiendo además cierta actividad microbiana residual.

Material:

Jabón líquido con antiséptico (solución jabonosa de clorhexidina al 4% o povidona yodada al


7,5%), en dispensador desechable, con dosificador. Toalla de papel desechable.

Técnica:

Igual que en el lavado higiénico. Sólo cambia el tipo de jabón.


Indicaciones:

Antes de realizar procedimientos invasivos como inserción de catéteres, sondas vesicales.

Antes y después del contacto con pacientes que se sabe o sospecha están infectados o
colonizados por microorganismos epidemiológicamente importantes.

Antes del contacto con pacientes inmunocomprometidos en situaciones de fundado riesgo de


transmisión.

DURACIÓN:

40 a 60 seg.

3. LAVADO QUIRÚRGICO

Objetivo:

Eliminar la flora transitoria y al máximo la flora residente de las manos previo a un


procedimiento invasivo que por su especificidad o su duración requiere un alto grado de
asepsia y un efecto residual.

Material:

Jabón líquido con antiséptico (solución jabonosa de clorhexidina o povidona yodada), en


dispensador desechable, con dosificador.

Cepillo de uñas desechable (preferiblemente impregnado en solución antiséptica).

Toalla o compresa estéril.

Técnica:

Abrir el grifo (sólo lavabos con sistema de codo o pedal).

Aplicar jabón antiséptico.

Lavado mecánico de manos y antebrazos y limpiar debajo de las uñas con cepillo desechable.

Aclarar con agua corriente abundante.

Aplicar de nuevo jabón antiséptico en manos y antebrazos friccionando al menos 2 MINUTOS y


30 seg.

Aclarar con agua abundante.

Secar por aplicación, sin frotar, con una compresa o toalla desechable estéril, comenzando por
los dedos y bajando hasta los codos.

Durante todo el proceso, mantener las manos por encima de los codos.

Indicaciones:

Antes de una intervención quirúrgica.

Antes de cualquier maniobra invasiva que requiera alto grado de asepsia.

RECOMENDACIONES
Mantener las uñas cortas y limpias. Las uñas largas son más difíciles de limpiar y aumentan el
riesgo de rotura de guantes. No llevar uñas artificiales.

No usar anillos, relojes, ni pulseras. Estos elementos pueden actuar como reservorio y
dificultan la limpieza de manos y antebrazos.

El uso de emolientes y lociones protectoras de la piel, después de la actividad laboral, se


considera deseable e incluso recomendable en la práctica diaria, porque pueden aumentar la
resistencia de la piel a los gérmenes y, por tanto, disminuir la infección cruzada. Sin embargo,
hay que tener en cuenta que algunos antisépticos se inactivan en presencia de algunos de
estos productos.

Utilización de guantes

Es evidente la importancia del lavado de manos pero también es fundamental el uso de


guantes en la clínica. Eso sí, el uso de guantes no sustituye en ningún caso el lavado de
manos.

Los guantes son la protección de barrera más importante. Reducen la posibilidad de


contaminación entre los y las trabajadoras y los pacientes.

Es importante realizar el lavado de manos antes de la colocación de los guantes e


inmediatamente después de su utilización. Además, es importante desechar los guantes
contaminados al acabar la tarea sin entrar en contacto con superficies ambientales limpias.

Por último, también tener en cuenta que si realizamos un lavado de manos con solución
hidroalcóholica los guantes a utilizar serán guantes sin polvo.

* El agua tibia elimina la capa grasa de la piel en menor grado que el agua caliente.

** Pueden ser fuente de pseudomonas.

*** Son recomendaciones del C.D.C.

También podría gustarte