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M N° 32,
RADICACIÓN : 026-DISC-CBFIM32-2018
ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
San José del Guaviare (9) de Marzo de dos mil diecinueve (2021) Señor
Teniente coronel de infantería de marina
CFuncionario Competente
E. S. D.
SITUACION FACTICA
PRIMERO: Ataque con explosivos a la unidad GAF coyote el día 142030r mar/18, en la
carpa-San José del Guaviare, resultando 03 tripulantes heridos y muertos el IMR Martínez
Fonseca William Andrés (q.e.p.d)
FUNDAMENTOS DE HECHO
CONSIDERACIONES
En uso del derecho a la defensa técnica, es de imperante necesidad traer a colación los
argumentos expuestos en las diferentes etapas procesales del proceso que hoy nos ocupa:
En virtud del único cargo indilgado en contra de mi mandante, cabe resaltar que el
verbo presionar determina que es el hecho de ejercer una influencia sobre alguien para
determinar sus actos o su conducta, para lo cual mi mandante cumplía orden directa del
SSCIM LUNA ROJAS ANTONIO BELARDINO, pues mientras al sargento lo
evacuaron del lugar le solicito que formara el CAF COYOTE pues era el único
suboficial que se encontraba al momento, con la finalidad de que el SSCIM LUNA
ROJAS hablara por el teléfono con todos los IMR, cuando el SSCIM LUNA ROJAS
ANTONIO BELARDINO sale del médico, los reúne a todos y les indica que deben
decir, también afirmaba que mi prohijado también se vería afectado si no decían lo que
el comentaba en dicha reunión.
Cabe aclarar que, en los testimonios rendidos por los IMR, indican que mi mandante
tenía esposa e hijos, testimonio que no es cierto pues mi defendido a la fecha no cuenta
con esposa ni hijos y al momento de los hechos contaba con 21 años de edad. En
potestad de mi mandante no estaba la determinación de conceder días de permiso, es por
ello que no se podría determinar el verbo rector “Presionar”, pues mi prohijado no se
beneficiaria de la determinación de los IMR, pues el superior al mando en el momento
de los hechos es el SSCIM LUNA ROJAS ANTONIO BELARDINO.
Por otra parte, y de acuerdo con lo manifestado por lo IMR, el SSCIM LUNA ROJAS
ANTIONIO BELARDINO, días antes de rendir versión libre de los hechos llamo en
repetidas ocasiones y coacciono a mi mandante a dar la declaración pues indicaba que la
responsabilidad respecto de los hechos era de los dos, siendo que él era el superior al
mando.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
La duda en favor del disciplinado supone un estado de cosas conforme al cual, existiendo
pruebas que compromete su presunta responsabilidad, al mismo tiempo pruebas que no den
con certeza de la conducta desplegada por mi representado y no habiendo fórmula para
resolver esa situación de contradicción, se impone la adopción de decisión a favor de los
intereses del investigado.
Ello se desprende de precisos mandamientos legales, concretamente del artículo 142 de la
ley 734/2002 que dispone que:
“No se podrá proferir fallo sancionatorio sin que obre en el proceso prueba que conduzca a
la certeza sobre la existencia de la falta y la responsabilidad del investigado” (negrillas y
subrayado fuero de texto).
Lo anterior supone que se tenga como verdad para el proceso aquella que racionalmente se
desprende de las pruebas y que, aplicado el rasero de la inteligencia y la lógica, se
aproxime en la mayor medida posible a la verdad real. Ello permite que en cierta medida, la
verdad procesal se parte de la real; no obstante, lejos de constituir ello un abuso o un
modelo probatorio autoritario, resulta, por el contrario, una garantía que permite
controversia y por ello el derecho de defensa, ya que el investigado no podría objetar una
convicción que surge íntimamente de la subjetividad del fallador, pero si puede conocer los
criterios, reglas de la experiencia lógica y los principios de la sana crítica, con el fin de
oponerse a ellos en el terreno de pura objetividad.
Como corolario, se puede afirmar que tan ilegal resulta predicar certeza de responsabilidad
ante una duda razonable, como abstenerse de hacerlo cuando aquella surge clara de una
valoración probatoria ajustada a los principios de la sana crítica, que ante las pruebas
obrantes en el expediente, es preciso aclarar que encontramos ante el hecho que no se
investigó lo favorable y desfavorable dentro del presente expediente, por lo que es
necesario dar aplicación al principio de que toda duda deberá resolverse a favor del
investigado.
Lo anterior con fundamento en la vigencia del derecho al debido proceso, en el ámbito del
derecho disciplinario, que se justifica no sólo por mandato constitucional expreso del
artículo 29 superior, sino también por tratarse de una manifestación del poder punitivo o
sancionador del Estado. Lo Corte ha explicado que, si bien diversos regímenes
sancionadores tienen características en común, sus especificidades exigen un tratamiento
diferencial que modula necesariamente el alcance y la forma de aplicación de las garantías
constitucionales propias del debido proceso. En esa medida, se precisa que las funciones y
procedimientos disciplinarios tienen, según lo ha reconocido la Corte, naturaleza
administrativa, por lo que, en atención a esa naturaleza, las garantías propias del debido
proceso son inherentes por constituir la manifestación del poder punitivo del Estado.
PETICIONES
NOTIFICACIONES
Respetuosamente,