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PRINCIPIOS QUE RIGEN LA DETERMINACION DE LA PENA

DEFINICIÓN DE PENOLOGÍA

La definición más clásica, y más seguida por los diversos tratadistas es la de Cuello Calón,
definición que fue evolucionando desde su primera Penología hasta su Moderna Penología.  

En la primera Penología describe la materia como:  

El estudio de los diversos medios de lucha contra el delito, tanto de las penas propiamente
dichas, como de las medidas de seguridad;

En la Moderna Penología agrega:  

El estudio de los diversos medios de presión y prevención directa del delito (penas y medidas
de seguridad), de sus métodos de aplicación, y de la actuación pos penitenciaria. 

En el mismo sentido de Cuello Calòn (cuando no textualmente) están Sainz Cantero, García


Basalo, Humberto Bernardi, Rodolfo Pessagno, Osorio, Florit, García Valdés, Goldstein.  

La definición del gran maestro español peca de excesivamente jurídica, ya que utiliza los
términos “delito” y “pena”, y en la realidad, no toda conducta que provoca una reacción social
está tipificada penalmente y no toda reacción se encuadra entre las penas y las medidas de
seguridad.  

El acierto es señalar desde el principio que se estudiará la realidad y no las normas que


pretenden regirla.  

Entre los tratadistas mexicanos, podemos citar a Raúl Carrancá y Trujillo y a Fernando
Castellanos Tena, que respectivamente escriben:  

La Penología o Tratado de la Penas, estudia éstas en sí mismas, su objeto y caracteres


propios, su historia y desarrollo, sus efectos prácticos, sus sustitutivos; lo mismo hace con
relación a las medidas de seguridad. 
Y Ramírez Delgado define la Penología como “la ciencia que estudia las diversas penas y
medidas de seguridad aplicables al sujeto de conducta antisocial.”

ELEMENTOS DEL DELITO

En 1935, Mezger señaló que cuando se infringe el supuesto hipotético contenido en la norma
jurídica penal, esa infracción o acto debe encajar dentro de lo descrito por la ley como delito,
es decir, la infracción debe encuadrarse al tipo penal. Es lo que denominó la “teoría del tipo”.
Plantea que la estructura del delito implica:

 Una conducta, que puede ser una acción o una omisión.

 Tener tipicidad, es decir, que incluya los elementos que fundamentan lo injusto
específico de una figura delictiva.

 El ser antijurídica, lo que implica ser ilícita, contraria al derecho.

 Un/a culpable, o sea, al menos un/a autor/a implicado/a.

 Ser punible, es decir, que no existan razones de conveniencia o político-criminales que


eximan de pena.

Asimismo, complementa que, ante la inconcurrencia de uno o más elementos, no puede


hablarse de comisión de delito. 

Es a partir de esta concepción que surge el desarrollo doctrinario correspondiente a


determinar cuándo se configura cada elemento y qué consecuencias jurídico-penales se
suscitan ante la ausencia de alguno.

Resumiendo: Conducta, tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y punibilidad son los cinco


elementos que con ese preciso orden lógico configuran el concepto dogmático-analítico del
delito de Mezger.

DEFINICIÓN DE PENA  
Etimológicamente la palabra pena, deriva de la expresión latina poena y ésta su vez del
griego poine que quiere decir dolor y que está relacionada con ponos que significa
sufrimiento; y en sentido jurídico es el dolor físico y moral que el Derecho impone como
consecuencia inevitable a quien transgrede la ley al incumplir una obligación, cuando con la
obediencia de la norma se satisfagan intereses sociales importantes.  

Podemos definir la pena como un castigo que establece la ley, y que como retribución ha de
infligirse a quien comete un delito, para mantener el orden jurídico. 

PRINCIPIOS UNIVERSALES DE LA PENA

1. Principio de legalidad

El origen del Principio de Legalidad, debe buscarse en la Revolución Francesa cuando el


pueblo pasa de ser un instrumento y sujeto pasivo del poder absoluto del Estado, a controlar
y participar en ese poder, exigiendo garantías para el ejercicio de sus derechos, para que los
procesos dejen de ser arbitrarias y a criterio de la clase dominante.

Históricamente, la formulación de este principio se debe a Cesar Beccaria, en su obra "De los
delitos y de las penas", que tiene la influencia de Monstesquieu y Rousseau, y también se
debe a Feuerbach, que lo desarrolla en función de su teoría de la pena como coacción
psicológica, y al que se remonta en su formulación latina nullum crimen sine lege, nullum
poena sine lege.

En su sentido actual, el principio de legalidad se derivó de la teoría ilustrada del contrato


social que presuponía una organización política basada en la división de poderes, en la que
la ley fuese competencia exclusiva de los representantes del pueblo, el Órgano Legislativo.

Beccaria, al respecto escribía que solo las leyes dictadas por el Órgano Legislativo pueden
establecer los delitos y las penas, en base al contrato social, ya que será el pueblo en un
acto de auto limitación que determine que conductas serán descritas como delito, y cuáles
serán las penas aplicables.

En este sentido, el principio de legalidad no es solo una exigencia de seguridad jurídica, sino
una garantía política, de que el ciudadano no podrá verse sometido a penas que no admita el
pueblo a través de sus representantes en el Órgano Legislativo.
Las garantías que implica el Principio de Legalidad son las siguientes:

a) Garantía Criminal

Conocido como nullum crimen sine lege, significa que el delito debe estar previsto en la ley,
solo incurre en delito quien realiza un hecho castigado como delito en la ley.

b) Garantía penal

Conocido como nullum poena sine lege, significa que la pena debe estar establecida
previamente en ley, es decir a un sujeto responsable de la comisión de un delito solo pueden
imponerse las penas que están establecidas en la ley.

c) Garantía jurisdiccional

Conocido con el aforismo jurídico nemo damnetur nisi per legale iudicion, significa que no
podrá ejecutarse pena alguna sino existe una sentencia firme por la autoridad judicial
competente, proceso seguido conforme a la ley.

Art. 117 de la C.P.E., Art. 70 del Código Penal, Art. 1 del Código de Procedimiento Penal y
Art. 2 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión.

d) Garantía de ejecución

Las penas deben ser cumplidas conforme están determinadas en la ley y en la sentencia, Art.
70 del Código Penal y Art. 2 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión.

2. Principio de Favorabilidad

En nuestra legislación penal no está contemplado precisamente con el nombre de principio


de favorabilidad, sin embargo, debemos aclarar que es un componente del principio de
legalidad y seguridad jurídica, comprendido en la vigencia temporal de la ley penal, donde
comprende además la prohibición de retroactividad en la ley penal como regla general.

En la Constitución Política del Estado en el Art. 123 dispone que: "La ley solo dispone para lo
venidero y no tendrá efecto retroactivo, excepto en materia laboral, cuando lo determine
expresamente a favor de a trabajadoras y de los trabajadores; en materia penal, cuando
beneficie a la imputada o al imputado; en materia de corrupción, para investigar, procesar
y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra los intereses del Estado; en
el resto de los casos señalados por la Constitución".

El referido principio de favorabilidad, también se encuentra reconocido en la Convención


Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica en su Art. 9:

Artículo 9. Principio de Legalidad y de Retroactividad

"Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no
fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave
que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión
del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de
ello."

Tenemos la jurisprudencia internacional donde la Corte Interamericana de Derechos


Humanos en el Caso Ricardo Nicolás Canese Krivoshein vs Paraguay (sentencia de 31 de
agosto de 2004) ha interpretado al principio de favorabilidad en los siguientes términos:

"En este sentido, debe interpretarse como ley penal más favorable tanto a aquella que
establece una pena menor respecto de los delitos, como a la que comprende a las leyes que
desincriminan una conducta anteriormente considerada como delito, crean una nueva causa
de justificación, de inculpabilidad, y de impedimento a la operatividad de una penalidad, entre
otras. Dichos supuestos no constituyen una enumeración taxativa de los casos que
merecen la aplicación de la retroactividad de le ley penal más favorable. Cabe destacar que
el principio de retroactividad se aplica respecto de las leyes que se hubieren sancionado
antes de la emisión de la sentencia, así como durante la ejecución de la misma, ya que
la Convención no establece límite en este sentido".

Como se ha mencionado el principio de favorabilidad está dentro del principio de legalidad y


la seguridad jurídica de la ley, que tiene como una de sus características la Irretroactividad,
es decir la ley no puede ser retroactiva, conocido también como Lex Praevia, esto como regla
general, la ley debe ser promulgada con anterioridad a las conductas que sean consideradas
como delitos, existe la prohibición de la retroactividad; la excepción a esta regla es la que
dispone la Constitución Política del Estado en el Art. 123, la ley tendrá efecto retroactivo:
“En materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de a trabajadoras y de los
trabajadores; en materia penal, cuando beneficie a la imputada o al imputado; en materia
de corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores
públicos contra los intereses del Estado”.

El principio de favorabilidad implícitamente está dispuesto en el Código Penal en el Art. 4 en


el párrafo segundo y tercero dispone que: "(...) Si la ley vigente en el momento de cometerse
el delito fuere distinta de la que exista al dictarse el fallo o de la vigente en el tiempo
intermedio, se aplicara siempre la más favorable.

Si durante el cumplimiento de la condena se dictare una ley más benigna, será esta la que
se aplique (...)".

En el Reglamento de la ley de Ejecución Penal y Supervisión D.S. 26715 en la Disposición


Transitoria primera dispone que: "En caso de que el interno hubiese sido condenado con
anterioridad a la vigencia de la ley N° 2298 de 20 de diciembre de 2001, de Ejecución Penal
y Supervisión, y la misma o sus reglamentos agravare las condiciones para acogerse a los
beneficios correspondientes al periodo de prelibertad o para obtener su libertad anticipada,
será aplicable la ley anterior y sus correspondientes reglamentos".

Una vez conocido el fundamento, del principio de favorabilidad, es muy importante conocer
los dos efectos en las que puede aplicarse la ley más favorable al imputado y sentenciado.

La ley más favorable puede aplicarse en efecto retroactivo y en efecto ultra activo.

a) Retroactividad de la ley

La ley penal será retroactiva si favorece al imputado o al sentenciado que cumple su


condena; en la ley procesal no es aplicable la retroactividad, solo es aplicable cuando afecta
a derechos individuales. En caso de existir dos leyes que tienen aspectos beneficiosos para
el privado de libertad que pueden aplicarse de forma retroactiva o ultra activa, estos no
pueden tomarse simplemente aspectos favorables de una y otra ley, prescindiendo de los
aspectos perjudiciales; en este caso debe elegirse una sola ley, caso contrario implicaría que
el Juez está creando una nueva ley.
En los centros penitenciarios, existen personas privadas de libertad que han sido
sentenciados antes del año 2001, es decir antes de la promulgación de la Ley N° 2298, en
muchos casos están sentenciados a la pena privativa de libertad de 30 años de presidio sin
derecho a indulto por el delito de asesinato; en estos casos un interno podía beneficiarse con
extramuro con el antiguo Decreto Ley N° 11080 de fecha 19 Septiembre de 1973, conocido
como ley de Ejecución de Penas y Sistema Penitenciario, reglamentado por Resolución
Ministerial N° 1646 de fecha 23 de septiembre de 1987; el beneficio de extramuro bajo la
modalidad de trabajo estaba regulado por la Resolución Ministerial N° 3469 de fecha 3 de
Agosto de 2001; sin embargo con la nueva Ley de Ejecución penal y Supervisión No 2298,
en el Art. 169 excluye del beneficio de extramuro a las personas que están sentenciados por
un delito que no permita el indulto.

En aplicación del principio de favorabilidad en efecto retroactivo de la ley, estas personas


podrán solicitar que se aplique el Decreto Ley N° 11080 de fecha 19 septiembre de 1973 y su
reglamento Resolución Ministerial N° 1646 de fecha 23 de septiembre de 1987 y en particular
la retroactividad de la resolución Ministerial que regula el extramuro Resolución Ministerial N°
3469 de fecha 3 de agosto de 2001, esto en merito a la retroactividad y conforme dispone el
Art. 4 del Código Penal y la disposición transitoria primera del D.S 26715 del reglamento de
ejecución penal y supervisión, de esta forma podrán beneficiarse con extramuro en la
modalidad de trabajo o estudio.

De esta forma será aplicable la ley más favorable al sentenciado, pese a estar derogado el
Decreto Ley N° 11080 y la Resolución Ministerial No 3469, surte efectos por la retroactividad
de la ley.

b) Ultra actividad de la ley

Cuando un interno este cumpliendo su condena y aparece una ley que dispone una pena
más leve será aplicable la ultra actividad de la ley penal, es decir será aplicará aquella ley
posterior al hecho cometido y juzgado.

3. Principio de subsidiariedad, intervención mínima o "última ratio"

Este principio es propio del Derecho Penal, consiste en que el derecho penal ha de ser la
última ratio, el Derecho Penal tiene una función eminentemente protectora de los bienes
jurídicos, interviniendo únicamente cuando fracasan las demás ramas del Derecho, es decir,
cuando la protección otorgada por las demás ramas del Derecho no satisface en su totalidad
a las necesidades de prevención y motivación de la política criminal.

Con el principio de intervención mínima se quiere decir que los bienes jurídicos no sólo
deben ser protegidos por el Derecho Penal; si para el restablecimiento del orden jurídico
violado es suficiente con las medidas civiles o administrativas, son éstas las que deben
aplicarse y no el derecho penal.

4. Principio de igualdad ante la ley

El principio de igualdad ante la ley se constituye en una garantía, ante el poder punitivo del
Estado, también dirigido a todos los ciudadanos, entendido como el tratamiento jurídico penal
igual para todos. Este principio es aplicable durante el proceso penal vale decir; en la etapa
preparatoria, etapa intermedia, etapa de juicio oral y la etapa de ejecución, conforme señalan
los Art. 119 Parágrafo I, Art. 121 Parágrafo II de la Constitución Política del Estado, Art. 11 del
C.P.P y Art. 7 de la ley N° 2298.

El Art. 119 Parágrafo I de la Constitución Política del Estado señala que: “Las partes en
conflicto gozaran de igualdad de oportunidades para ejercer durante el proceso las
facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la indígena originaria
campesina".

El Art. 121 Parágrafo II de la Constitución Política del Estado señala que: "La victima en un
proceso penal podrá intervenir de acuerdo con la ley, y tendrá derecho a ser oída antes de
cada decisión judicial. En caso de no contar con los recursos económicos necesarios, deberá
ser asistida gratuitamente por una abogada o abogado asignado por el Estado".

El Art. 11 del Código de Procedimiento Penal señala que: "La victima por si sola o por
intermedio de un abogado, sea particular o del Estado, podrá intervenir en el proceso penal,
aunque no se hubiera constituido en querellante".

La ley No 2298 en el Art. 7 recoge este principio señalando que: "En la aplicación de esta
Ley todas las personas sin excepción alguna, gozan de igualdad jurídica. Queda prohibida
toda discriminación de raza, color, género, orientación sexual, lengua, religión, cultura,
opinión política, origen, nacionalidad, condición económica o social".
5. Principio de proporcionalidad o de prohibición de exceso

El principio de proporcionalidad tiene entre sus antecedentes, lo proclamado en la


Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, donde se señala que la
ley no debe establecer más penas que las estrictamente necesarias y que estas deben ser
proporcionales al delito.

También Beccaria al respecto nos señala que debe haber una proporción entre los delitos y
las penas, y al respecto precisa que si se destina una pena igual a dos delitos que ofenden
desigualmente a la sociedad, los hombres no encontrarán un obstáculo más fuerte para
cometer el mayor cuando éste les alcance mayores ventajas y concluye afirmando que uno
de los mayores frenos del delito no es la crueldad de las penas sino su infalibilidad.

La pena que establezca el legislador al delito, deberá ser proporcional a la importancia social
del hecho.

En este sentido, no deben de admitirse penas o medidas de seguridad, exageradas o


irracionales en relación con la prevención del delito. Hay que distinguir dos exigencias:

1) La pena debe ser proporcional al delito, es decir, no debe ser exagerada.

2) La proporcionalidad se medirá en base a la importancia social del hecho.

La necesidad de la proporcionalidad se desprende de la exigencia de una prevención general


capaz de producir sus efectos en la colectividad:

• Necesidad

Es ver si es imprescindible acudir al derecho penal para proteger el bien jurídico.

• Adecuación

Ver si la pena es idónea para el fin que se persigue.

• Proporcionalidad

Ver la gravedad del delito en relación a la pena.


De este modo, el Derecho Penal debe ajustar la gravedad de las penas a la trascendencia
social que tiene cada delito, según el grado de afectación al bien jurídico.

Este principio tiene su fundamento legal en la Declaración Universal de los Derechos


Humanos.

Art. 5.- "Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes".

En Bolivia, este principio se encuentra traducido en el Art. 118 Parágrafo I de la Constitución


Política del Estado.

"Está prohibida la infamia, la muerte civil y el confinamiento.

II. La máxima sanción penal será de treinta años de privación de libertad, sin derecho a
indulto".

6. Principio de humanidad de las penas

En la comunidad primitiva predominó la Ley de la Vendetta o venganza: privada, religiosa y


pública, con graves excesos o extralimitaciones de parte del ofendido o de sus familiares del
agraviado; es la época del predominio total de la pena de muerte, fundada en la ley de la
histórica de la sociedad feudal, aparece la forma de penar, fundada venganza. En albores de
la sociedad esclavista y en la primera fase histórica de la sociedad feudal, aparece la forma
de penar, fundada en la "Ley del Talión" de la proporcionalidad incipiente, de: "vida por vida",
"ojo" por "ojo", "diente por diente"; hasta su humanización, que comienza a finales de la
sociedad feudal. Se desarrolla en la sociedad burguesa capitalista y se perfecciona la
humanización de las penas en la sociedad socialista.

Como mencionamos durante la historia existió, penas que fueron realmente crueles, por la
forma de aplicación y el cumplimiento de la pena, se ejecutaba a través de torturas,
mutilaciones, trabajos forzados etc., la pena se extendía inclusive a los familiares del
culpable de la comisión de un delito; por el sufrimiento que pasaban las personas que
cumplían su condena aparecen las corrientes humanistas de la pena que pretenden limitar el
poder punitivo del Estado.
En esa realidad y como reacción a la situación existente, nace un nuevo periodo del derecho
penal, el humanitario, cuyo principal exponente fue Beccaria, quién lo consagra en su obra
"De los delitos y las penas", publicada en 1764, donde criticó la situación reinante en la
época, combatió la pena de muerte, las penas infamantes, la tortura, el procedimiento
inquisitivo y abogó por la atenuación de las penas, su legalidad y la protección del acusado
mediante garantías procesales.

Con estas acepciones se fue creando un ambiente favorable a la humanización de la


legislación criminal, en Inglaterra en 1777 Jhon Howard publica su obra "El estado de las
prisiones" que, aunque limitada al campo de las penas carcelarias, tuvo también gran
trascendencia al reunir sus experiencias de las visitas que realizó a numerosas prisiones
europeas, donde pudo observar y luego denunciar, las horribles condiciones en que se
encontraban los encarcelados.

El principio de humanización de la pena está orientado necesariamente a manifestar el


respecto a la persona humana como es el procesado y sentenciado, este principio procura su
reeducación y rehabilitación social del delincuente. El principio también reposa en la "Minima
"Minima culpabilidad", necesidad de discriminalizar, ciertos hechos Intervención del Estado",
y en el Derecho Penal como "última ratio", punibles despenalizar los delitos de bagatela y
desprisionalizar los establecimientos penitenciarios, a través de los mecanismos jurídicos
como es el indulto, otorgado generalmente por razones humanitarias.

7. Principio de Culpabilidad

No puede imponerse pena alguna sin culpabilidad, siendo que es el criterio para determinar
la pena correspondiente al hecho cometido. No puede imponerse pena alguna si la conducta
no es culpable; es decir si una persona tiene trastornos mentales no puede ser considerado
culpable de un delito, puesto que no tiene la capacidad de culpabilidad por lo tanto no puede
ser declarado culpable de una comisión de un delito, es muy importante mencionar que en
estos casos admite las medidas de seguridad que el caso amerita.

La culpabilidad como fundamento de la pena, se refiere a la procedencia de una pena, que


es en base a un juicio de reproche que se hace al autor de un hecho típico, antijurídico y para
ser considerado culpable, deben considerarse una serie de elementos (imputabilidad,
conciencia de antijuricidad y exigibilidad de otra conducta).
La culpabilidad como medida de la pena, establece una función limitadora de la sanción, en
atención al juicio de reproche que se hace al autor de un hecho antijurídico, por actuar en
forma antijurídica y no haberse conducido, conforme a Derecho.

En este sentido, el juzgador deberá imponer dentro del margen de la pena (la pena mínima o
la máxima), aquélla que corresponda en mayor medida a la culpabilidad del sujeto.

Nadie puede ser castigado por un hecho antijurídico si no ha obrado culpablemente, es por
ello el aforismo jurídico que dice, que no hay pena sin culpabilidad.

8. Principio de resocialización

La mayoría de los ordenamientos jurídicos modernos, manejan la idea de resocialización, en


los que ocupa un habitual espacio el término de rehabilitación. Se trata de asignar a las
penas y medidas de seguridad una función correctiva de la personalidad del delincuente con
el objeto de conseguir la supresión de la peligrosidad que representa para la sociedad,
mediante el tratamiento penitenciario. Por lo que el Derecho penal ha de evitar la
marginación indebida del condenado a una pena o del sometido a una medida de seguridad.

Ello hace preferible que las penas y las medidas de seguridad no entrañen separación de la
sociedad. En caso de que la privación de libertad sea inevitable, habrá que evitar en lo
posible sus efectos desocializadores.

El principio de resocialización debe entenderse, que un interno durante el cumplimiento de su


condena debe ser rehabilitado a través del tratamiento penitenciario que existe, para ello el
Estado debe garantizar la participación en la vida social al interior del establecimiento
penitenciario, participando en actividades deportivas, espirituales, etc., esto como parte de su
tratamiento penitenciario y también debe facilitar el contacto con la vida exterior otorgando
salidas judiciales, esto para evitar la desocialización del privado de libertad.

MARCO NORMATIVO DE LA IMPOSICIÓN DE LA PENA

a) Constitución Política del Estado

Artículo 118. I. Está prohibida la infamia, la muerte civil y el confinamiento.


II. La máxima sanción penal será de treinta años de privación de libertad, sin derecho a
indulto.

III. El cumplimiento de las sanciones privativas de libertad y las medidas de seguridad están
orientadas a la educación, habilitación e inserción social de los condenados, con respeto a
sus derechos. 

b) Código Penal

ARTICULO 25.- (LA SANCIÓN). - La sanción comprende las penas y las medidas de
seguridad. Tiene como fines la enmienda y readaptación social del delincuente, así como el
cumplimiento de las funciones preventivas en general y especial.

ARTICULO 26.- (ENUMERACIÓN). - Son penas principales:

1) Presidio
2) Reclusión
3) Prestación de trabajo
4) Días-multa

Es pena accesoria la inhabilitación especial.

27.- (PRIVATIVAS DE LIBERTAD). - Son penas privativas de libertad:

1) (PRESIDIO). - El presidio se aplicará a los delitos que revistan mayor gravedad y tendrá
duración de uno (1) a treinta (30) años. En los de concurso el máximo no podrá, en ningún
caso, exceder de treinta años.

2) (RECLUSIÓN). - La reclusión se aplicará a los delitos de menor gravedad y su duración


será de un mes (1) a ocho (8) años.

3) (APLICACIÓN). - Tratándose de cualquiera de estas sanciones. el juez podrá aplicar una u


otra en conformidad con el ARTICULO 37.

37.- (FIJACIÓN DE LA PENA). - Compete al juez, atendiendo la personalidad del autor, la


mayor o menor gravedad del hecho, las circunstancias y las consecuencias del delito:
1) Tomar conocimiento directo del sujeto, de la víctima y de las circunstancias del hecho.
en la medida requerida para cada caso.
2) Determinar la pena aplicable a cada delito. dentro de los límites legales.

ARTICULO 38.- (CIRCUNSTANCIAS). -

1) Para apreciar la personalidad del autor, se tomará principalmente en cuenta:

a) La edad, la educación, las costumbres y la conducta precedente y posterior del sujeto,


los móviles que lo impulsaron a delinquir y su situación económica y social;
b) Las condiciones especiales en que se encontraba en el momento de la ejecución del
delito y los demás antecedentes y condiciones personales, así como sus vínculos de
parentesco, de amistad o nacidos de otras relaciones, la calidad de las personas
ofendidas y otras circunstancias de índole subjetiva.

Se tendrá en cuenta, asimismo: la premeditación, el motivo bajo antisocial, la alevosía y el


ensañamiento.

2) Para apreciar la gravedad del hecho, se tendrá en cuenta: la naturaleza de la acción,


de los medios empleados, la extensión del daño causado y del peligro corrido.

ARTICULO 44: (CONCURSO IDEAL). - El que con una sola acción u omisión violare
diversas disposiciones legales que no se excluyan entre sí, será sancionado con la pena
del delito más grave, pudiendo el juez aumentar el máximo hasta en una cuarta parte.

ARTICULO 45: (CONCURSO REAL). - El que, con designios independientes, con una o
más acciones u omisiones, cometiere dos o más delitos, será sancionado con la pena del
más grave, pudiendo el juez aumentar el máximo hasta la mitad.

ARTICULO 46.- (SENTENCIA ÚNICA). - En todos los casos de pluralidad de delitos,


corresponde al juez que conozca el caso más grave dictar la sentencia única,
determinando la pena definitiva para la totalidad de los mismos, con sujeción a las reglas
del Código de Procedimiento Penal.

LA PENA DE MUERTE EN LA LEGISLACIÓN PENAL BOLIVIANA

CÓDIGO PENAL BOLIVIANO DE 1834


El Código Penal de 1834 - establecía en su artículo 28 una clasificación de las penas en:
corporales, incorporales y pecuniarias, indicando expresamente entre las primeras, a la
pena de muerte, que es considerada como la más severa, y en nuestra legislación era
aplicable generalmente a los delitos de mayor gravedad, especialmente a los que iban
contra la seguridad interna o externa del Estado, los delitos de sangre y otros (por
ejemplo el asesinato, parricidio, traición a la patria en tiempo de guerra, etc.).

PROCEDIMIENTO PARA LA EJECUCION DE LA PENA DE MUERTE

 La pena de muerte se ejecutará en la ciudad, villa o cantón en cuyo distrito se


cometió el delito;
 La pena de muerte será dada con garrote, y a falta de él será fusilado el reo sin
otra mortificacion previa de su persona que la que designan las leyes. Su ejecución
será siempre pública entre once y doce de la mañana, fuera de la población y en
sitio inmediato a ella, proporcionado para muchos espectadores; y jamás podrá
verificarse en día feriado o de regocijo público.
 El condenado a muerte será ejecutado dentro de las cuarenta y ocho horas de
habérsele notificado la sentencia, ésceplo en los casos designados por él Código
de Procederes.
 El reo será conducido desde la cárcel al Suplicio ét) stt vestido Ordinario, con
grillos y los ojos vendados. Si además dé la pena de muerte hubiese merecido la
de infamia llevará descubierta la cabeza. El parricida arrastrará también una
cadena de biérro peridienté del cuello. Los reos sacerdotes que no hubiesen sido
prévíamento degradados llevarán la cabeza cubierta con gorro negro.

REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1961

Todas aquellas disposiciones constitucionales -detalladas anteriormente- sobre la pena de


muerte, se mantuvieron vigentes en nuestro país hasta que se promulgó y se puso en
vigencia la Constitución Política de 31 de julio de 1961(86)- sancionada por el Honorable
Congreso Nacional Extraordinario reunido ese año, y promulgada durante la presidencia del
extinto Dr. Víctor Paz Estenssoro-, en cuyo Artículo 27, y por primera vez, se incluyó la
siguiente redacción: “No existe la pena de muerte, la de infamia ni la de muerte civil. En los
casos de asesinato, parricidio y traición a la patria, se aplicará la pena de 30 años de presidio
sin derecho a indulto. Se entiende por traición la complicidad con el enemigo durante el
estado de guerra extranjera o el espionaje en favor de otros países en tiempo de paz, que
ponga en grave peligro la seguridad del Estado”.

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