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«EL RÍO: UNA MIRADA REVELADORA

PARA PROTEGER Y VALORAR A


NUESTROS NIÑOS»

Curso: Fundamentos de la Literatura


Nombre del Profesor: Gonzalo Rojas Canouet
Nombre de la Estudiante: Katherine Bustamante

Universidad Academia de Humanismo Cristiano


Instituto de Humanidades
Licenciatura en Lengua y Literatura

Santiago 2021
Ensayo
Este apartado se referirá a la obra autobiográfica “El Río” de Alfredo Gómez Morel publicada en 1962,
que narra la cruel infancia de Alfredo, un muchacho que reside en la ribera y puentes del río Mapocho y
que crece bajo los códigos del mundo del hampa. Esta novela está escrita desde la cárcel, en unas de sus
tantas veces detenido. El Río es una construcción épica de la sobrevivencia de un marginado de la
sociedad.
El autor a través de esta novela refleja los sufrimientos que padeció en su tormentosa vida familiar,
anécdotas de los reformatorios y sus inicios en la vida delictual hasta convertirse en un reconocido
delincuente.
En ella, describe duros momentos vividos en prisión, siempre con el río Mapocho como eje físico,
afectivo y simbólico, con el cual sostiene una estrecha relación de dependencia.
Cuando se publicó la novela El Río fue recibida por los escritores de la generación del 50 y la crítica
especializada no le dedicó mayor atención. Sin embargo, en 1974 la obra fue traducida al francés y
editada por Gallimard, con un prólogo de Pablo Neruda, quien la presentó al mundo como un "clásico de
la miseria.”

El objetivo de este corpus es visualizar y evidenciar la relevancia del abandono, la miseria y el abuso que
sufre el personaje principal en fragmentos de la obra El Río a partir de Tzara y Rimbaud. Otro objetivo es
visualizar la imagen de la otredad en Rimbaud, en párrafos de la obra ya mencionada.
Y, por último, analizar la figura de “la función del Estado como ente regulador del arte” según Platón, que
se refleja en el rol del personaje.
Desde nuestra actualidad esta obra representa una realidad que, si bien en ese tiempo era invisibilizada
por la sociedad, no deja de darse hasta nuestros días. La miseria y el abuso de poder están siempre
latentes. Esta obra llena de desgarro muestra cómo se gesta la rebeldía y la anulación de un ser humano a
través de la otredad. Es tal su carencia emocional que prefirió ser un delincuente para poder sentirse
validado, querido y aceptado, a lo que terminó acostumbrándose y haciéndolo parte de su vida, la cual
estuvo llena de contradicciones con las reglas establecidas por la sociedad, soportando incluso abusos
sexuales para beneficiarse.
Podemos decir que esta novela entera está llena de autenticidad, crueldad y miseria, ya que, al ser un
cuerpo autobiográfico, el autor vivió en carne propia cada una de las situaciones narradas en ella.

La pregunta que cabe hacernos es la siguiente: ¿un delincuente nace o se hace?


Las problemáticas más importantes que se vislumbran en la obra de Gómez Morel, y con las cuales se le
dará forma a este ensayo son las siguientes:
La contradicción latente que vive el autor al valerse de toda esa rebeldía generada desde niño por el
rechazo, la miseria y el abandono para delinquir descaradamente rompiendo con todas las reglas
establecidas. La falta de identidad que vivenció por la inestabilidad familiar, ya que, varias veces su
nombre fue cambiado por otro. Y, por último, el abuso sexual dominante y reiterado por una autoridad
religiosa que pertenece al Estado.

Ahora nos centraremos en una problemática que se presenta en esta novela autobiográfica: los abusos y
vejaciones a las que se vio expuestos el autor, cometidos por un sacerdote de nombre Francisco quién,
ejerciendo su autoridad, ultraja a este joven para ver saciados sus más bajos instintos.
La contradicción, ampliamente expuesta en el capítulo “De frente, Mar!”, es uno de los conceptos que
desarrollaremos en este trabajo.
La imagen de la otredad se visualizada en el capítulo titulado “Mundo adentro”
Los abusos son una problemática evidenciada en el capítulo titulado “El padre Francisco” donde el autor
describe de forma descarnada los reiterados ultrajes que recibió de parte de este sacerdote.
Para este ensayo se abordarán elementos teóricos tales como: la contradicción, la otredad, el estado como
ente regulador.
En primer lugar, la idea de Platón de “El arte es regulado por el estado”.
En segundo lugar, la idea de Rimbaud y “La imagen de otredad”.
En tercer lugar, las ideas Tzara y Rimbaud sobre “La teoría de la contradicción”, también se develan en la
obra.
Para este análisis se ocuparán fragmentos de la obra (capítulos):
a.- “De frente Mar!”
b.- “Mundo adentro”
c.- “El Padre Francisco”

Podemos afirmar que esta novela autobiográfica es una denuncia de abuso, abandono y malos tratos. El
autor no sólo está hablando de él, a través de esta representación literaria, sino de muchos niños que
sufrieron y que sufren hasta nuestros días de la mismas vejaciones e indiferencia de parte de una sociedad
que los invisibiliza.

Hay un muy marcado concepto de contradicción en esta obra, que también vemos en Tzara (1918) y
Rimbaud (1879). Recordemos que el concepto de contradicción une vida y obra: la potencia vital del
escritor debe ser reflejada como una obra artística, es decir, no separa la ética, la política y la construcción
del sujeto, el cual rompe con todas las normas establecidas:

“Me serví del uniforme para robar con mayor facilidad. De noche saltaba las murallas del cuartel y regresaba al
amanecer, antes de diana, con las cosas robadas. Las escondía en las pesebreras y en los días de franquicia las
llevaba a los reducidores. Me daba la gran vida”. Autor (Gómez 1962, p. 327)

En este párrafo, podemos ver como el autor no tiene ningún reparo en apropiarse de lo que no le
pertenece; es una especie de efecto espejo: lo abusaron y él abusa sin contemplación, rompe
con las reglas establecidas:

“Ya empezaba mi evasión cuando algo —no sé qué—me obligó a devolverme”. Autor (Gómez 1962, p. 110)

Nuevamente aquí vemos el concepto de contradicción, ya que, sufriendo humillaciones y vejaciones de


parte de estos sacerdotes, algo lo impulsaba a quedarse.

El segundo concepto que se visualiza en esta novela es la imagen de la otredad, tomada de Rimbaud
(1879) Se plantean los diferentes nombres que tiene Alfredo a través de toda la historia de su vida. En el
capítulo número dos de la obra, llamado “Mamá Escoba”, Alfredo es llamado Luis:

“¿Sabes rezar?
Antes que pudiese responderle que eso era lo único que me habían enseñado me interrumpió:
—Te quedarás acá conmigo. Te llamarás... (se paró; cuando llegamos estaba sentada). Te llamarás... (empezó a
pasearse sin soltar el rosario, fue hacia uno de los muros de la habitación y examinó el Santoral). Hoy... es... San
Vicente... Te llamarás Vi... No... Mejor te llamarás Luis. Vicente se llama el hijo del intendente. (Se le cayó el
rosario). Luis. Tal fue mi primer nombre. Me duró varios años”. (Gómez 1962, p. 45)

También se ve trastocada la identidad del autor a temprana edad:

“Robé a mi cura un talonario completo y en una de mis tantas salidas por el boquerón —casa por casa— fui
vendiéndolas, haciéndome pasar por delegado de los alumnos”. (Gómez 1962, p 104)
Se visualiza como el autor siempre estuvo marcado por esa tendencia a ser otro. Se sabe que esta es una
obra autobiográfica, sin embargo, muestra como el ser humano por sobrevivencia es capaz de llegar a ser
otro aunque eso lo convierta en un delincuente.

Lo que lleva al autor a la inspiración de esta obra tiene un concepto claro que se funda en las ideas de
Platón cuando señala que el bien está asociado a estas ideas absolutas en un pensamiento abstracto: “El
arte siempre ha tenido esa función cuando están los paradigmas instalados. El arte los desarticula.”

En la obra lo podemos detectar en el capítulo número diez, llamado “El padre Francisco”:

“Me miró. Sonrió. Ladeaba la cabeza porque se sentía en conflicto al encontrarse con mis ojos. Se acercó más,
pero lento, como he visto que a veces alguien se acerca a examinar, en la Morgue, el cadáver de quien puede ser
su pariente; y al fin se decidió, triunfal. Me besó una y otra vez mientras se movía para refregar su miembro
entre mis piernas. Vino la eyaculación: se le cayó el birrete. A pesar del espanto, no pude contener la risa. Ahí
estaba al desnudo su calva lustrosa, brillante y sudorosa. Con la satisfacción sexual no pudo contener una mueca:
peló los dientes amarillos como suelen hacerlo los perros cuando son amenazados.” (Gómez 1962, p. 106)

“Descubrí que los amaba, y convine que siempre habían sido buenos y afables conmigo: "De no haber sido por
estos dos degenerados”. (Gómez 1962, p. 114)

En este fragmento de la obra, se deja ver claramente el abuso de poder, la inmoralidad y la falta de ética
que, aún sabiéndose una entidad del Estado, comete este sacerdote queriendo satisfacer sus desviados
deseos.

CONCLUSIÓN

Si bien, es una realidad que no se aleja de lo que percibimos hoy en día ― no tan solo en nuestro país,
sino que, a nivel mundial ― el abuso y mal uso del poder frente al más débil en cualquier contexto es
intolerable, y, lamentablemente, es una práctica que existe hasta nuestros días.

Los elementos teóricos que se utilizaron para realizar este ensayo fueron apropiados y cumplieron con el
objetivo trazado en un inicio.

En síntesis, podemos decir que, en esta obra se cumple a cabalidad con la hipótesis planteada inicialmente
y se puede comprobar en el texto de ella, ya que, en la actualidad se viven las mismas situaciones con
niños abandonados, abusados e invisibilizados por un Estado Oligárquico que beneficia sólo a unos
pocos, y en el cual, los índices de pobreza nos hacen cruzarnos con muchos niños como Alfredo durante
nuestra vida. Habrá muchos niños con los que nos cruzaremos y a los que podríamos apoyar de mejor
manera cada día para que no se nos conviertan en un niño con muchos nombres, un niño dejado al
margen: un niño que terminará en la orilla de ese oscuro y sucio río negro que cruza nuestras ciudades y,
a veces, nuestros propios corazones solitarios que se miran apenas a sí mismos.

COMPROBACIÓN DE LA METODOLOGÍA

Podemos afirmar que los conceptos planteados en este ensayo se vieron completamente reflejados a lo
largo de todo el corpus expuesto, de manera clara y tomando en cuenta todos los conceptos planteados
desde principio a fin.
Es pertinente mencionar que esta novela puede ser utilizada perfectamente para algún tipo de estudio
sociológico o en su defecto psicológico, ya que, es una obra autobiográfica en la cual todos los datos
plasmados en ella son verídicos. No está demás decir, que ésta problemática de la pobreza y el abandono
se da manera global; sus datos y la época en la que se escribió pueden ser de gran utilidad, y así como se
dieron en el pasado se puede hacer una comparación con la actualidad y, de esa manera, podemos dar
cuenta que las problemáticas se siguen repitiendo.

BIBLIOGRAFÍA

Gómez Morel, Alfredo. El Río. Editorial Sudamericana. Chile. 1962.

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