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Universidad de Panamá

Centro Regional Universitario de Azuero


Facultad de Psicología

Elaborado por:

Omar González
C.I.P 6-722-1663

Asignatura:

Psicología Clínica Infanto-juvenil

Tema:
Entrenamiento de padres en contextos clínicos y de la salud.

Profesor:

Héctor Camarena

Segundo semestre, 2022


Introducción
El desarrollo de los seres humanos después del biológico que nos acompaña por
naturaleza esta influenciado en gran medida por los factores sociales que
percibimos a lo largo de nuestro recorrido como ser vivo. Es por ello por lo que
tenemos diferentes maneras de percibir el mundo y cabe resaltar que las
constelaciones de relaciones que vamos forjando través de nuestro crecimiento
biopsicosocial es de gran importancia para nuestra supervivencia dentro del
cualquier ámbito de la vida.

En el ámbito clínico y de la salud la psicología conlleva un arduo trabajo en la


psicoeducación de las personas. Caballo y Simón (2001, 2002) afirman “Los padres
deberían adquirir una competencia general, en cuanto al manejo de contingencias,
la cual les permitiera analizar y dar respuesta a los problemas de conducta de sus
hijos” (p.131). En esta oportunidad vamos a desarrollar el entrenamiento de padres
en contextos clínico y de salud a partir de la evolución histórica, evaluación y
estructura de sesiones con la finalidad de estudiar la manera correcta de intervenir
en esta área.
Evolución Histórica
Las psicoterapias infantiles tradicionales, en las que el trabajo se realizaba sólo con
los niños y en el contexto artificial de la clínica, parecían mostrar una escasa
eficacia.

El entrenamiento de padres como alternativa terapéutica para el tratamiento de los


problemas de conducta de los niños viene respaldado por:

a) La posición ambientalista de los enfoques conductuales (especialmente el


enfoque operante), unido al hecho de que generalmente son los padres de
los sujetos que cuentan con una mayor probabilidad de ejercer un control
directo e inmediato sobre las contingencias de refuerzo que resultan
responsables de la génesis, desarrollo y/o mantenimiento de la mayor parte
del comportamiento problemático de los hijos.
b) El interés de los modificadores de conducta por diseñar intervenciones
replicables y fácilmente aplicables por paraprofesionales.
c) El incremento progresivo de la confianza de los psicólogos conductuales en
las respuestas de autocontrol como medio para cambiar el comportamiento.

A lo largo de los cinco años de la carrera he visto los principios del condicionamiento
operante, (refuerzo positivo y negativo, castigo, extinción y control estimular o
entrenamiento en discriminación) los cuales permiten realizar procedimientos
específicos de tratamiento para formar y acrecentar conductas deseables como
para eliminar o minimizar conductas problemas.

En la actualidad la psicología conductual comunitaria hace suya la idea de que los


terapeutas más que resolver los problemas manifestados por el niño deberían
entrenar a los padres para desempeñar total o parcialmente ese papel, dado que se
supone que los padres que conozcan los principios del aprendizaje social y que
hayan sido capaces de modificar con éxito alguna conducta específica durante el
período de entrenamiento, también serán capaces de diseñar programas eficaces
para modificar aquellas conductas problema que aparezcan en el futuro (Caballo y
Simón, 2001, 2002).
La idea del entrenamiento para padres es fomentar conductas prosociales y de esta
manera poder eliminar o disminuir comportamientos desadaptativos.

Evaluación del entrenamiento:

En el entrenamiento de padres, la evaluación se basa en (Caballo & Simón, 2001,


2002):

La existencia real del problema por el que se nos solicita intervenir en el niño
o el adolescente.
Los conocimientos del curso evolutivo, habilidades de crianza y estado
psicológico de cada uno de los padres.
El funcionamiento de los padres en tanto que pareja.
El funcionamiento y la estructura familiar.
Pautas de carácter general para estructurar un programa de entrenamiento a padres
❖ Ubicar el centro de entrenamiento en un lugar bien comunicado,
al que se pueda acceder con facilidad
❖ Prever e instalar un servicio de guardería.
❖ Establecer un horario de entrenamiento compatible con la
Antes de intervenir jornada laboral de los padres.
❖ Fomentar la necesidad de que asistan juntos los dos miembros
de la pareja.
❖ Estimular a los padres y madres que no tienen compañero/a para
que se hagan acompañar de algún amigo o amiga (con el fin de
que no se sientan solos).
❖ Presentar con toda claridad, los objetivos del programa de
entrenamiento tanto en positivo como en negativo.
En el inicio de la intervención ❖ Establecer y describir con claridad los parámetros del programa
de entrenamiento: número y duración de las sesiones, fases del
entrenamiento, «tareas para casa», etc.
❖ Crear grupos homogéneos tanto en relación con las
características de los padres (niveles socioeconómico y cultural)
Respecto a la evaluación como respecto de los problemas que presentan los hijos.
❖ Diseñar un proceso de evaluación continua de las «tareas para
casa».
❖ Generar, desarrollar y mantener el interés por la evaluación
continua de las tareas para casa revisando con todo cuidado,
mimo y detalle, los registros continuos que los padres llevan de
la conducta de su hijo (modelar, reforzar y proporcionar
retroalimentación).
❖ Restringir la confección y cumplimentación de registros a
aquellos que resulten estrictamente necesarios. Hay que
simplificar el número de tareas para casa a fin de prevenir los
efectos que generan la fatiga.
❖ Vigilar el entrenamiento de cada grupo preferiblemente con dos
personas de distinto sexo y, al menos una de ellas, con
experiencia en el entrenamiento de padres.
❖ Programar reforzadores que minimicen el abandono del
En relación con el desarrollo del programa o la asistencia irregular a las sesiones de este.
entrenamiento ❖ Programar un tiempo de entrenamiento que prime la práctica
distribuida (una sesión de duración no superior a dos horas/día
una vez por semana) frente a la práctica masiva (pocas sesiones
de larga duración).
❖ Programar el entrenamiento en una secuencia de dificultad y
complejidad crecientes.
❖ Minimizar las lecciones magistrales a otras modalidades de
exposición verbal (fase educativa o de información) y maximizar
la implicación de los padres en la realización de actividades
(fases de entrenamiento y aplicación de habilidades -«tareas
para casa”).
❖ Proporcionar el máximo de información a través de manuales,
grabaciones de audio y video, con el fin de que el terapeuta o
monitor más que dedicarse a proporcionar información nueva
dedique el mayor tiempo posible a modelar habilidades y
administrar retroalimentación sobre la representación de papeles
o el ensayo de conducta de los miembros del grupo.
❖ Prevenir las dificultades que les puedan surgir a los padres en el
diseño y/o aplicación del tratamiento.
❖ Fomentar e instigar la retroalimentación de/entre los padres
sobre la marcha de la aplicación del programa de entrenamiento.
❖ Dotar de flexibilidad a la estructura de las sesiones o unidades
de entrenamiento.
❖ Diseñar e incluir en el propio programa mecanismos para
responder y, en su caso, incorporar las aportaciones generadas
por la retroalimentación de/entre los propios padres.
Apoyo social dentro del grupo ❖ Fomentar el apoyo social dentro del grupo
❖ Acodar mantener de forma confidencial cualquier información
personal divulgada dentro del grupo.
❖ Constituirse en un elemento de apoyo para los miembros del
grupo (responder a llamadas telefónicas, proporcionar
información útil, orientar, etc.).
❖ No presionar a los demás miembros del grupo para que hablen
(aplicar las habilidades de comunicación básicas).
❖ Compartir el tiempo de forma ecuánime.
❖ Llamar a los demás miembros del grupo por sus nombres
propios. i) Disponer dentro de las sesiones de entrenamiento de
un tiempo para la socialización mediante un periodo de descanso
en medio de la sesión de intervención.
Fases del desarrollo de las sesiones Los objetivos, actividades y recursos a utilizar
en esta fase deben incluir al menos:
1) Exponer (terapeuta/monitor) en el inicio de cada
sesión una breve síntesis de lo trabajado en la sesión
previa («recordatorio»).
2) Corregir las tareas para casa acordadas en la sesión
Primera fase: Educativa. anterior, discutir los problemas encontrados y
modelar, reforzar y dar retroalimentación en su caso.
3) Transmitir nueva información y/o reconceptualizar la
existente.
4) Solucionar dudas (complementarias a las llamadas
telefónicas entre sesión y sesión de entrenamiento).
5) Entrenar en condiciones simuladas y simplificadas:
observar cómo se aplican las técnicas (modelar) y a
continuación ensayar su aplicación (ensayo de
Segunda fase: Entrenamiento de habilidades y conducta, representación de papeles) tantas veces
destrezas. como se requiera hasta el logro de una ejecución
correcta.
6) Discutir entre los miembros de cada grupo y con el
terapeuta/monitor sobre las habilidades entrenadas.
7) Entregar a los padres un resumen de los contenidos
abordados y la propuesta de tareas básicas para
casa (al final de la sesión).
8) Proponer que cada padre y/o pareja realice un
listado complementario de tareas para casa
1) El objetivo de esta fase es la consolidación y
generalización de lo aprendido. Ello supone a nivel
Tercera fase: Aplicar las habilidades y destrezas operativo aplicar entre sesión y sesión de
aprendidas. entrenamiento/tratamiento los conocimientos
adquiridos y las habilidades y destrezas modeladas
y ensayadas en la/s sesion/es previa/s.
Referencias
Caballo, V., & Simón, M. Á. (2001, 2002). Manual de psicología clínica infantil y del
adolescente (Trastornos generales-trastornos específicos). (Vol. 2). Pirámide.

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