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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior

Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”

Núcleo- La Grita

Revolución Bolivariana, Árbol de 4 raíces y las relaciones de


conocimiento, Hegemonía y construcción social

Docente: Integrantes:

Lic. Leonardo Linares C.I 30.992.214 Contreras Dairoby

Núcleo Pensamiento Bolivariano C.I 32.479.427 Gallo Enyerber

PNF Fisioterapia C.I 30.975.186 Sánchez Marlory

Sección “A” C.I 30.980.546 Quintero Orlendy

Unidad VI

La Grita, Diciembre del 2022


Introducción

Los ataques y bloques de Estados Unidos han perjudicado a lo largo de


los años el desarrollo de nuestro país, éste acto no se ha visto solo
actualmente, sino que viene desde mucho tiempo atrás cuando la
oligarquía aún era usada por los máximos dirigentes de países muy
desarrollados a su época y eran vistos como las potencias mundiales
(cosa que Venezuela llegó a ser tiempo atrás)

De todas estas prohibiciones nacen alianzas y organizaciones de países o


naciones reprimidas por el control de otros estados ajenos al suyo. El
ALBA es una alianza política, económica, y social en defensa de la
independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos que la
integran.

El gobierno de Venezuela, tanto en época de Chávez como en la actual, y


la oposición antichavista mantienen una larga “guerra de desgaste” que
hasta ahora se ha saldado a favor del chavismo. Por ende, Venezuela
está en el ojo de algunos dirigentes para ver su desarrollo y si así pueden
quitar o añadirle más sanciones
Creación de una estructura de acompañamiento político y
sostenibilidad económica para avanzar en la unión de los pueblos del
ALBA “Independencia definitiva es nuestra causa y nuestra tarea
permanente” H. Chávez

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de


Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP , es una plataforma de integración
de los países de América Latina y el Caribe, que pone énfasis en  la
solidaridad, la complementariedad, la justicia y la cooperación, que tiene
por objetivo la transformación de las sociedades latinoamericanas. El
ALBA-TCP se estructura a partir de tres Consejos Ministeriales: Político,
Económico y Social, y un Consejo de Movimientos Sociales.

El Consejo Político del ALBA-TCP está conformado por los Ministros de


Relaciones Exteriores de cada país miembro.  Tiene la función de
asesorar al  Consejo Presidencial del ALBA-TCP en los temas políticos
estratégicos y presentar propuestas de temas de política internacional
para el debate en esa instancia. Desempeña una función de coordinación
y orientación estratégica para el funcionamiento de la Alianza.

El Consejo económico del ALBA-TCP está conformado por Ministros


designados por cada país miembro de los sectores de industrias,
economía, finanzas, comercio, planificación y desarrollo. Fungirá como
instancia de coordinación de estrategias, políticas y proyectos para la
complementación productiva, agroalimentaria, industrial, energética,
comercial, financiera, y tecnológica, en aras de estructurar una Zona
Económica de Desarrollo Compartido del ALBA, que será regida por el
Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP).

Socialismo Bolivariano del siglo XXI, democracia participativa y


protagónica: Poder Popular

La democracia “participativa y protagónica” que desde 1999 se viene


desarrollando en Venezuela, ha sido la manera como los bolivarianos que
hoy ejercen gobierno han dado respuesta a una aspiración muy sentida
por amplios sectores de la sociedad desde los años ochenta. A diferencia
de los países del Cono Sur, la democracia en Venezuela no llegó a
interrumpirse en las décadas de los sesenta y setenta para dar paso a una
dictadura militar. Por ello, los venezolanos no se plantearon en los años
noventa una “transición” desde el autoritarismo a una “democracia
restringida”, como sí ocurrió en países como Chile o Argentina. Al
contrario, los diversos movimientos sociales y de protesta, que se
multiplicaban en el país, así como algunos partidos, exigían una reforma
del Estado para alcanzar una democracia más “profunda”, más “integral”.
Esta demanda fue una y otra vez frustrada por los distintos gobiernos,
desde Lusinchi (1984-1989), con su fallida Reforma del Estado, hasta
Caldera (1994-1999), con su postergada reforma constitucional, pasando
por Pérez (1989-1993) y sus reformas neoliberales. Sólo
los bolivarianos tuvieron la voluntad política de acometer la tarea, y, al
asumir el gobierno en 1999, convocaron casi inmediatamente a un
proceso constituyente. Se eligió e instaló la Asamblea Constituyente, y se
elaboró la Constitución que materializó la demanda por años postergada.
Dice la Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que la República se “refunda” para establecer
“una sociedad más democrática. Ya no sólo es el Estado el que debe ser
democrático, sino también la sociedad”. Desde un inicio se subraya que la
democracia no debe restringirse exclusivamente a la esfera política, sino
que debe impregnar todos los espacios de la vida social.

Ataque sostenido de intervención del imperialismo en nuestra


América para detener el avance hacia la consolidación del sueño
Bolivariano: Venezuela, Argentina, Perú, Honduras y Brasil

La era del imperialismo constituyó el marco de la decisiva incorporación de


América Latina a la economía mundial capitalista. Este proceso produjo
transformaciones fundamentales en todo el subcontinente: por un lado,
consolidó el perfil agro-minero exportador de su economía; por otro lado,
esa orientación profundizó las diferencias regionales, en función de las
diversas “vías nacionales” a través de las cuales se llevó a cabo. Fue en
esta era, también, cuando se despertaron las más intensas expresiones
de búsqueda de una identidad latinoamericana y nacional, recortada frente
a los imperialismos que la amenazaban. Es síntesis, este territorio
histórico condensa problemáticas decisivas para América Latina.

Las apetencias de las economías europeas, en este período de


crecimiento de las economías industrializadas y de expansión sobre
nuevos territorios, encontraron en América Latina un espacio propicio para
la obtención de materias primas y un mercado en crecimiento para la
colocación de productos de elaboración industrial. Frente a ese contexto,
las oligarquías locales buscaron incrementar la producción agrícola y
minera para su exportación. Lo hicieron sobre la base de la estructura de
los grandes latifundios o haciendas, de las que eran propietarias. Así,
consolidaron un modelo de crecimiento económico basado en la
especialización productiva, en la explotación extensiva y en la
dependencia de los mercados exteriores.

En 1915, a nombre del demócrata Woodrow Wilson (1913-1921),


presidente de los Estados Unidos, el Secretario de Estado invitó a las
repúblicas de Centro y Sur América, a participar en el Primer Congreso
Financiero Panamericano que, bajo la presidencia de William G. McAdoo,
Secretario de Hacienda, se realizó en el Edificio Panamericano de
Washington, entre el 24 y el 29 de ese año. En ese Congreso participó un
numeroso grupo de banqueros norteamericanos y tres representantes por
cada uno de estos 18 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, El Salvador, Uruguay y
Venezuela. Como delegados por la República del Ecuador, presidida
entonces por el caudillo liberal Leonidas Plaza Gutiérrez (1912-1916),
participaron los doctores Juan Cueva García, Vicente Gonzales B. y
Enrique Gallardo.

Pero en esos años finales del siglo XIX asomaría en el continente una
sombra imperialista que a la postre se revelaría como algo más palpable
que un espectro. La presencia de EEUU se hizo cada vez más potente a
partir de su creciente protagonismo en las disputas por los mercados de
capital y las fuentes de materias primas. La emergente potencia imperial
del norte había procurado posicionarse desde principios del siglo XIX
como “hermano mayor” de sus “débiles” vecinos, para resguardarlos de la
posibilidad de recaer en las “garras” coloniales. 

Las tensiones internas del orden oligárquico habían comenzado a producir


grietas en las sociedades latinoamericanas. En ellas asomaron demandas,
tanto de quienes emergieron a partir de la incorporación de América Latina
al capitalismo internacional (los sectores medios urbanos y un incipiente
proletariado), como de aquellos que habían sido desplazados de sus
tierras o formaban parte de regiones que habían quedado marginadas del
crecimiento hacia el exterior. Confluyeron así en la desestabilización del
orden oligárquico construido en la era del imperialismo, las
contradicciones que había engendrado. Se abriría entonces un nuevo
escenario para la política, en donde ganarían protagonismo los discursos y
los movimientos nacionalistas y antiimperialistas, junto con otros clasitas e
internacionalistas, que disputaban las representaciones sobre lo nacional y
buscaban torcer las estructuras políticas y económicas que sustentaban la
exclusión de las mayorías. Sin embargo no se cerrarían con estos
cambios las intervenciones imperialistas en el continente, acaso porque
quedaban sin resolución las contradicciones y conflictos generados
durante este período, en el que se produjo la decisiva incorporación de
América Latina a la economía mundial capitalista.

Desaparición física del comandante Hugo Chávez 2013

En el 2013, a los 58 años, falleció el presidente venezolano, líder de la


Revolución Bolivariana, político, militar, estratega e impulsor del
socialismo bolivariano y del proceso de integración latinoamericano, Hugo
Rafael Chávez Frías.
 
El Comandante Hugo Chávez asumió el poder el 2 de febrero de 1999 y
juramentándose sobre la Constitución de 1961 en el Capitolio Federal,
sede del Congreso de la República. Durante su gestión en la Presidencia
de Venezuela, luchó por la inclusión e igualdad de condiciones, así como
la liberación de América Latina. El 5 de marzo del año 2013, el cielo
venezolano y de Latinoamérica se nubló al conocer su partida, para luego
despedirlo con el mismo amor que él les dio durante sus años de gestión
revolucionaria, bolivariana y socialista.
 
Su desaparición física, dio inicio al legado de un hombre que no solo vibró
en cada uno de los rincones del país, sino que también logró a través de
sus obras y su sobresaliente pensamiento revolucionario una proyección
de Estadista Socialista en el escenario internacional.
 
Hoy queremos recordar a quien entregó su vida al pueblo, llevando como
prioridad el amor a la Patria y la gesta histórica del Libertador Simón
Bolívar; trabajando sin descanso para transformar sus pensamientos
visionarios en grandes logros que llegaron a todos los hogares de
Venezuela.
Entre ellos; la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, la creación de las Misiones Sociales para saldar la inmensa
deuda social del Estado Venezolano con el pueblo, las misiones
educativas, que asisten a la población de todas las edades desde el
ámbito de la primaria, secundaria y universitaria, absolutamente gratuita.
 
Además, de la pensión para los adultos mayores, y la construcción de un
territorio libre de analfabetismo, reconocido por la Unesco; Misión salud, la
Gran Misión Vivienda, entre otros beneficios sociales en aras de darle
calidad de vida a las venezolanas y venezolanos.

Presidencia de Nicolás Maduro y la profundización del ataque,


decreto de Obama hasta el bloque de Trump

El presidente Donald Trump extendió más el decreto que declara a


Venezuela como amenaza a la seguridad de Estados Unidos por la
"erosión de las garantías a los derechos humanos" y la "corrupción
gubernamental", entre otras cosas.
El decreto inicial fue firmado el 8 de marzo de 2015 por el presidente
Barack Obama, que un año después lo prorrogó, Trump firmó otra orden
ejecutiva que ampliaba la del demócrata.
"Las circunstancias no han mejorado y continúan planteando una
amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política
exterior de Estados Unidos", señaló el mandatario en la nueva extensión.
La declaración de "emergencia nacional", que es el término oficial que
contienen estos decretos, sienta la base legal para que el presidente de
Estados Unidos pueda imponer sanciones a un país.
Junto a la erosión de las garantías de los derechos humanos y la
"exacerbada presencia de corrupción gubernamental significativa", Trump
argumentó su decisión aludiendo a la persecución de oponentes políticos,
el recorte de la libertad de prensa, el uso de violencia y las violaciones de
derechos humanos y abusos contra manifestantes antigubernamentales.
El mandatario republicano ha situado a Venezuela en el centro de su
política latinoamericana y desde su llegada a la Casa Blanca ha impuesto
varias rondas de sanciones contra más de medio centenar de funcionarios
del entorno político de Nicolás Maduro, incluido el propio presidente
venezolano.
Aseguró que no las retirará hasta que el país regrese a la senda
democrática. También impuso una ronda de sanciones financieras, en un
intento de ahogar la financiación del Gobierno de Maduro, y mantiene
sobre la mesa la posibilidad de un embargo petrolero.

Medidas Coercitivas Unilaterales y su impacto en la vida cotidiana del


ciudadano venezolano: Aspecto económico, político social y cultural

A partir del año 2014 la República Bolivariana de Venezuela ha sido objeto


de una serie de sanciones impuestas unilateralmente por varios países de
Norte América y Europa que ha generado un impacto especialmente grave
sobre el disfrute y ejercicio de los derechos humanos de su población

el 8 de marzo de 2015 el expresidente de Estados Unidos, Barack Hussein


Obama, en consulta con el secretario de Estado y el secretario del
Departamento del Tesoro de EE.UU., declara a Venezuela, mediante una
orden ejecutiva, como “una inusual y extraordinaria amenaza para la
seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos

En el mes de agosto del 2017, el presidente Donald Trump decreta una


nueva orden ejecutiva, en la cual se vuelve a amenazar militarmente a
Venezuela al declararla “una inusual y extraordinaria amenaza para la
seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”. Estas
sanciones, sumadas a otras medidas impuestas por el Departamento del
Tesoro, se encontraban dirigidas explícitamente a rechazar, desconocer e
impedir la elección, instalación y funcionamiento de la Asamblea Nacional
Constituyente. Posteriormente, durante los meses de noviembre del 2017,
en enero y marzo del 2018 se continuaron imponiendo sanciones a
Venezuela.

Como resulta evidente, el bloqueo económico, financiero y comercial


impuesto por EE.UU. contra Venezuela genera un impacto de grandes
dimensiones en la economía de nuestro país, en su desarrollo social y,
sobre todo, en posibilidad del Estado de importar bienes de primera
necesidad para el Pueblo venezolano, entre ellos, alimentos, medicinas e
insumos para los servicios de salud. Recordemos, además, que EE.UU.
domina las rutas comerciales de las principales navieras, lo que le ha
permitido dificultar la llegada de bienes esenciales para nuestra población,
no solo aquellos que provienen de EE.UU., sino de cualquier otro país
proveedor bajo su esfera de influencia. Si a ello se suma la prohibición
para importar bienes y servicios directamente necesarios para las
actividades económicas del país, entre ellos insumos industriales y
servicios financieros, es indudable que las sanciones impuestas por
EE.UU. tienen un impacto negativo directo sobre el disfrute y ejercicio
pleno de los derechos humanos y, más aún, limitan sustancialmente la
capacidad del Estado venezolano para cumplir con la obligación de
garantizarlos y protegerlos.

Una de las primeras sanciones financieras dirigidas a consolidar el


bloqueo económico contra Venezuela fue en julio de 2017, cuando
Citibank, una empresa financiera privada norteamericana decidió
intempestivamente, sin notificación previa y de forma arbitraria, cerrar las
cuentas bancarias del Banco Central de Venezuela y del Banco de
Venezuela. Esto es, se negó a continuar prestando sus servicios a dos de
los entes más importantes del país, el primero, la máxima autoridad en
políticas monetarias del Estado, y el segundo, la empresa financiera más
grande del Estado. Con ello se imposibilitó temporalmente al Estado a
pagar importaciones y otros compromisos patrimoniales, pero además
dificultó y ha hecho más oneroso realizar estas operaciones comerciales.

Venezuela en la geopolítica mundial contemporánea: Análisis y


perspectiva

El conflicto de Venezuela se ha transformado en una crisis con


implicaciones no sólo locales o nacionales, sino también de alcance
regional latinoamericano, continental –por el papel de EEUU– y mundial
debido al protagonismo asumido por actores extrarregionales como la UE,
Rusia y China. En Venezuela se juega tanto su propio futuro como el de
los nuevos equilibrios dentro de América Latina, alcanzando incluso
ciertas repercusiones geopolíticas internacionales.

Al comienzo de 2019, Venezuela se ha convertido en el epicentro de la


política internacional debido a que su crisis político-institucional no sólo se
ha añadido al colapso económico y social presente desde 2013, sino que
también se ha transformado en una crisis regional, por la salida, según
algunas estimaciones, de entre tres y de cuatro millones de emigrantes, e
internacional, incorporando el pulso mundial entre EEUU, China y Rusia.
En este escenario se cuestiona también el papel de la UE como una
potencia que basa su política exterior en la defensa de los derechos
humanos y los valores democráticos.

Esta crisis pone a prueba el liderazgo hemisférico y mundial de EEUU, la


fuerza emergente de China y Rusia, la influencia moral y política de la UE
y los equilibrios internos dentro de América Latina. Estos últimos se
producen en pleno cambio del ciclo político a causa de la decadencia de
los “socialismos del siglo XXI” y el predominio de gobiernos de
centroderecha y de derecha. En este contexto, Venezuela supone un
grave riesgo para la estabilidad regional: su crisis humanitaria ya afecta
principalmente a América del Sur, a la vez que los países vecinos padecen
la penetración del crimen organizado y el narcotráfico.

La crisis de Venezuela, como cabía esperar por el papel político,


geopolítico y energético que ha jugado, se ha transformado en una crisis
con implicaciones a escala no sólo nacional, sino también regional,
continental –por el papel de EEUU– y mundial, dado el papel relevante y
protagónico de la UE, Rusia y China.

La crisis político-institucional venezolana (sumada a la crisis económico-


social que se arrastra desde hace más de un lustro) se ha convertido en
centro de atención nacional desde 1999 y le proporciona un fuerte
protagonismo internacional. Al menos desde mediados de la pasada
década, Venezuela ha jugado un papel activo de resistencia a EEUU. Y en
torno a su enorme potencial petrolero inicial forjó una amplia coalición
“antiimperialista” de alcance regional y extrarregional.

En segundo lugar, dentro de un contexto internacional caracterizado por


una creciente multipolaridad, dentro del país se dirimen algunas pugnas
geopolíticas que cuestionan el liderazgo estadounidense a escala mundial,
con el ascenso de China y el permanente desafío de la Rusia de Vladimir
Putin. Y, en tercer lugar, la crisis venezolana se produce en una región
profundamente fragmentada, como la latinoamericana, marcada por una
heterogeneidad con profundas divisiones. Esto explica la falta de una
respuesta latinoamericana unánime y coordinada ante la crisis
venezolana, más allá de la actuación de los países del Grupo de Lima en
los dos últimos años.
El deterioro de la situación venezolana ha devenido en una crisis
multifacética (social, económica y humanitaria). Y a partir del drama social
que conlleva la emigración masiva se ha convertido en una crisis regional.
La hiperinflación, el desabastecimiento de alimentos y medicamentos y la
crisis político-institucional han empujado a millones de venezolanos fuera
del país (según Naciones Unidas han salido unos 3,4 millones, aunque
otras estimaciones hablan de entre tres y cuatro millones de emigrantes).
Los venezolanos son hoy los cuartos demandantes de asilo, sólo después
de Siria, Irak y Afganistán.

Ello ha supuesto un complejo y desconocido desafío para los países


sudamericanos, destino de la mayor parte de los emigrantes venezolanos
que no pueden ir a EEUU o a Europa. Dada la existencia de importantes
colonias de españoles, portugueses (madeirenses) e italianos, sus países
de origen se han convertido en destino importante de quienes huyen de
Venezuela. En cualquier caso, el flujo más importante se concentra en
Colombia y desde allí se derrama por toda la región. De este modo, la
llegada masiva de emigrantes presiona a sus débiles economías,
caracterizadas por unas inadecuadas infraestructuras sanitarias,
educativas, de alojamiento y de transportes. Por eso, no es de extrañar el
surgimiento de brotes de xenofobia anti venezolana en algunos países de
la región.

También estamos ante una crisis continental e internacional por las


consecuencias políticas y geopolíticas que supone la existencia de dos
líderes (Nicolás Maduro y Juan Guaidó) que fungen ante los venezolanos
y ante el mundo como presidentes legítimos. Tanto el escenario local
como la actuación de los actores internacionales allí involucrados
experimentaron un vuelco tras la asunción de las competencias del poder
Ejecutivo por la Asamblea Nacional el pasado 22 de enero. El fenómeno
se acentuó un día más tarde, cuando Juan Guaidó juramentó como
presidente encargado. El Legislativo venezolano se amparó en el artículo
233 de la Constitución para crear un gobierno interino (“cuando se
produzca la falta absoluta del presidente electo… antes de tomar
posesión, se procederá a una nueva elección… Y mientras se elige y toma
posesión el nuevo presidente o presidenta, se encargará de la Presidencia
de la República el presidente o presidenta de la Asamblea Nacional”); y en
el artículo 333 para restablecer la vigencia de la Constitución, al
considerar ilegítimas las elecciones del 20 de mayo de 2018 en las que
Maduro fue reelegido. La Asamblea rechazó la toma de posesión de
Maduro del 10 de enero en la sede del Tribunal Supremo de Justicia y no,
como es preceptivo, ante la Asamblea Nacional.
Conclusión

Está basado en 6 pregunta donde tratamos de hablar del alba también


sobres sus 4 raíces hablamos también sobre la crisis continental y
también hablamos sobre las sanciones de Venezuela y del comandante
Hugo Rafael Chávez frías. Del mismo modo, tal como lo establece el
artículo 5 de la Constitución Nacional, la educación venezolana garantiza
teóricamente la formación de una personalidad plena como ciudadano
crítico y con un fuerte sentido de responsabilidad social. Pero en la
práctica, esta conciencia y trabajo ha sido destruido por las visiones
mercantilistas de la industria del entretenimiento y el ocio. En opinión, la
fuerte influencia de los grandes medios, que se orienta hacia la estrategia
de la industria del entretenimiento, le quita dinamismo a la formación del
carácter y valores de los jóvenes. A su vez, el bolivarianismo surgió de las
ideas de Simón Bolívar (1783–1830), un político y militar venezolano que
lideró varios movimientos independentistas en el continente sudamericano
a principios del siglo XIX. Su imagen inspiró a la independencia de los
actuales países de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y
Venezuela en su intento de escapar del dominio español. Así, el debate
sobre la experiencia venezolana atañe no sólo a la dinámica del proceso
de transformación del país desde que Chávez asumió la presidencia en
1999, sino también, en un sentido más amplio, a las posibilidades,
potencialidades y límites del socialismo en éste siglo.
Bibliografía

https://www.albatcp.org/acta/estructura-y-funcionamiento-alba-tcp/
#:~:text=El%20Consejo%20Pol%C3%ADtico%20del%20ALBA,el
%20debate%20en%20esa%20instancia.

https://books.openedition.org/ifea/5846?lang=es

http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-1/el-imperialismo/america-
latina

https://unellez.edu.ve/noticias/index.php?idCont=4135

https://www.dw.com/es/extiende-trump-decreto-que-declara-a-venezuela-
amenaza-para-ee-uu/a-42808304

https://observatorio.gob.ve/wp-content/uploads/2021/09/INFORME-
MEDIDAS-UNILATERALES-COERCITIVAS.-SURES.pdf

https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/la-crisis-de-venezuela-y-el-tablero-
geopolitico-internacional/

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