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Hagamos la número 2 de la lección álpha de la Guía.

καλὸς γὰρ εἶ, ὦ Θεαίτητε, καὶ ἀγαθός.


El Teeteto es un diálogo platónico de vejez, travestido de un dialogo de juventud. Acá
esta la pregunta socrática “¿qué es el conocimiento?” (la palabra para conocimiento es
ἐπιστήμη). Teeteto da tres respuestas, las tres son refutadas por Sócrates. Este texto está
tomado del final del momento culmine de la primera respuesta de Teeteto cuando
responde que el conocimiento es la percepción sensible. Sócrates refuta a Teeteto
cuando le hace notar que nosotros con los ojos, los oídos, la boca, las manos podemos
detectar una cantidad de propiedades sensibles de las cosas, pero… ¿Qué ocurre con la
captación del hecho de que son?, ¿Qué ocurre con la captación del hecho que se
mueven, o que son diferentes unas de otras? Y, por otra parte, ¿qué rol cumple el alma
en esa captación que los sentidos llevan adelante? ¿Es que acaso son los sentidos los
que captan? ¿O es el alma la que, a través de los sentidos, capta? Y en el caso de la
captación de que una cosa es, existe, ¿no es el alma a través de sí misma, sin necesidad
de los sentidos, la que capta ese ser de las cosas? Teeteto termina aceptando que el ser
de las cosas, es decir, las propiedades comunes que los particulares sensibles tienen, no
lo podemos captar con uno solo de los sentidos, porque la vista solo ve lo visible, el
oído solo capta lo audible. De allí que el conocimiento no se agote en la sensación, sino
que tiene que ser algo más. Teeteto termina aceptando esto y ahí Sócrates le dice: καλὸς
γὰρ εἶ, ὦ Θεαίτητε, καὶ ἀγαθός.

Antes de empezar por el verbo me voy a permitir empezar por la segunda palabra: γάρ.
Es una palabra invariable, una conjunción. A diferencia de δέ, que puede ir en
segundo lugar en la oración (y que cuando lo hace funciona como extraoracional) ,
γάρ siempre va en segundo lugar. También, el hecho de que esté en segundo lugar
implica que esta uniendo a toda la oración con la oración anterior. Hay algo que no
dije antes, pero es necesario incluir: las palabras invariables aparecen tal cual en
el diccionario.

Bueno, γάρ es una conjunción extraoracional que tiene un valor levemente causal. Es el
equivalente a nuestro “pues”. Da cuenta de que hay un vínculo causal entre una oración
y la siguiente. No es un vínculo causal fuerte del tipo “por lo tanto”, es un poco más
humilde, pero ahí está.
Dicho esto, el verbo es εἶ. Segunda persona del singular del presente del verbo εἰμί.
Literalmente, “sos”.

El pronombre de segunda persona del singular es σύ, en nominativo. Así se escribe


cuando funciona como sujeto. Esto significa que siempre que tengamos un verbo en
segunda persona del singular, vamos a esperar como único sujeto posible σύ. Y si el
único sujeto posible de verbos en primera era ἐγώ, en verbos en segunda es σύ. ¿Esta en
la oración? No. Entonces, sujeto desinencial.

Bueno, avancemos ahora sí, palabra por palabra a ver qué reconocemos. καλὸς,
nominativo singular masculino. Como el sujeto ya está, predicativo. ὦ con espíritu
suave y acento circunflejo es una palabra invariable que no es ni conjunción ni
adverbio, es una interjección.

Me interesa la palabra que sigue, la terminación. Yo les cuento cómo aparece esta
palabra en el diccionario (en el Vox no está, pero en los diccionarios grandes sí). Se
enuncia de esta forma:

Θεαίτητος ου ὁ
Lo primero que hay que detectar es que este no es el modo en el que los adjetivos
aparecen en el diccionario. Y esto ocurre porque no es un adjetivo, es un sustantivo.
Nombre propio, pero sustantivo al fin. Los adjetivos y los sustantivos en el diccionario
se presentan de manera distinta. En castellano los sustantivos aparecen así:

Casa. f.
Y luego la definición. No aparece la terminación de otro género (como en los adjetivos),
porque los sustantivos tienen un solo género en castellano y en griego. En griego,
entonces, los adjetivos se enuncian como nominativo singular completo, terminación
femenino singular, terminación de neutro nominativo singular. Los sustantivos se
enuncian de la siguiente manera: nominativo singular completo (Θεαίτητος, en
nuestro ejemplo). En segundo lugar, la terminación de un caso que no es el
nominativo, es el genitivo: ου (que por ahora no vimos ni veremos), y por último, el
artículo ὁ, una ómicron con espíritu áspero, es el artículo masculino, nominativo,
singular: “el”. Así como los diccionarios castellanos ponen una “m.” o una “f.” para
dar cuenta del género de sustantivo, los diccionarios griegos ponen el artículo. Si está el
articulo en masculino, eso quiere decir que el sustantivo es de género masculino.

Alumna: ¿Esto es una convención dentro del diccionario o se llamaban de esa manera
tipo “el Esteban”?

E.B.: Pongo otra palabra como ejemplo:

λόγος ου ὁ.
Este es otro sustantivo, pero común. Esto de poner el artículo es una convención del
diccionario para todos los sustantivos, sean comunes o sean nombres propios. No
obstante, eso que decís era así. Se llamaban entre ellos “el Teeteto” “el Sócrates”, etc.
Ahora bien, en griego no es marca de ‘paisanitud’ o de un lenguaje rústico, propio del
campo o zonas rurales.

Volviendo, nosotros sabemos que Θεαίτητος se escribe así cuando es nominativo


singular, porque termina en ος. Es decir, cuando Θεαίτητος es el sujeto de la oración o
el predicativo de la oración, es decir cuando está en nominativo, se escribe Θεαίτητος.
Pero en nuestro texto no dice Θεαίτητος, dice Θεαίτητε. Esto quiere decir que cambió
la terminación. Eso quiere decir que este Θεαίτητε no es nominativo, singular,
masculino. Algo cambió. Lo único que sabemos es que no es Θεαίτητος. Masculino
sabemos que es (nos lo dijo el diccionario a través del artículo). Ocurre que singular
también es. Lo que tenemos ahí es un segundo caso, caso llamado “VOCATIVO”
cuya desinencia en singular es precisamente una ε. En principio entonces cuando
veamos una palabra que termine con una épsilon vamos a tener una palabra que
está en caso vocativo singular. La función sintáctica que tienen las palabras en caso
vocativo es la INTERPELACIÓN. ¿Qué es la interpelación? Llamarle la atención a un
agente que está fuera de la oración. Por ejemplo, “che Mariano, las rosas son rojas”.
Fíjense que en esa oración, la oración propiamente dicha es “las rosas son rojas”. Con el
“che Mariano”, lo que hace el hablante hace es llamarle la atención a su interlocutor
para que escuche. Lo interpela, lo evoca. De ahí el nombre del caso, vocativo.

Lo que hace la ὦ es simplemente enfatizar el carácter vocativo de la interpelación. No le


vamos a poner ninguna cajita, simplemente a esa estructura la vamos a llamar
“INTERPELACIÓN”. Tal como el ejemplo que acabo de dar de Mariano y las rosas, la
interpelación no esta ni en el sujeto ni en el predicado, aunque está dentro de la oración
(que se delimita por el punto). Como las interpelaciones están separadas por comas,
están adentro de la oración, pero no forman parte ni del sujeto ni de predicado.

Encontramos acá dos razones por las cuales Θεαίτητε no puede ser sujeto. Una, que
el verbo en segunda persona solo tiene por sujeto el pronombre en segunda persona: σύ.
Dos, para que Θεαίτητε sea sujeto tiene que estar escrito Θεαίτητος porque el caso
vocativo jamás es el caso del sujeto.

Dicho esto, todo lo que no es sujeto es predicado, salvo la interpelación y el γὰρ.

Ahora nos quedan καλὸς y ἀγαθός que están en nominativo, lo cual implica que son
predicativos o sujetos, pero en este caso sujeto no pueden ser (porque ya lo tenemos y
porque el verbo está en segunda persona), entonces son predicativos. Nos quedan,
entonces, dos adjetivos como predicativos, sueltos. Es raro eso: “sos bello bueno”. En
general el griego va a tender a unir este tipo de cosas que están al mismo nivel
sintáctico. Esto es lo que hacen las conjunciones. Lo que hacen las conjunciones es
unir dos estructuras a determinado nivel sintáctico. καὶ, es la conjunción coordinante
copulativa por antonomasia: “y”. Lo que καὶ une son dos cosas que tienen que estar al
mismo nivel sintáctico y una de las cosas que une tiene que venir antes de καὶ, y otra
tiene que venir después. ¿Qué dos cosas hay al mismo nivel sintáctico en esta oración?
καλὸς y ἀγαθός. ¿Por qué sabemos que están al mismo nivel sintáctico? Porque están en
nominativo y ya tenemos el sujeto y dijimos que por lo tanto la única función que
pueden cumplir es la de predicativo. No tenemos más remedio que considerar que καὶ
está uniendo a καλὸς con ἀγαθός, armando un gran predicativo sujetivo que tiene en
καλὸς un núcleo y que tiene en a ἀγαθός otro núcleo. El predicativo sujetivo es καλὸς
καὶ ἀγαθός.
Acá hay alguien diciendo que hay un montón de palabras en el medio, entre los dos
núcleos del predicativo sujetivo. Y es que sí, el griego tiene estas cosas. Y esto ocurre
sin parar. Por eso es que el análisis sintáctico y los casos son para nosotros una brújula
fundamental. Porque lo que los casos y la sintaxis hacen es anclar todo este maremoto
de palabras a una función sintáctica. Y eso a nosotros siempre nos va a permitir ordenar
los textos y traducirlos e interpretarlos.

Alumna: ¿Si pongo a καλὸς y ἁγαθός predicativo por separado está mal?

E.B.: No, está perfecto. Lo único que te observaría es esto: cuando nos quedan dos cajas
con el mismo nombre, al mismo nivel sintáctico y vinculadas a través de una
conjunción, un criterio de economía nos dice que hagamos una sola caja con dos
núcleos. Pero es un criterio de economía. Pero si vos querés hacer dos cajas, está
perfecto. Siempre y cuando tengamos presente que el καὶ esté coordinando a estas dos
palabras.

Oración 2

Ahora la traducción. Primero tenemos que adelantar el “pues”. Luego, respetemos el


orden. La traducción: “Pues bello eres, Teeteto, y bueno”. O bien, alterando un poco
el orden pero sin modificar las funciones sintácticas: “Pues eres bello y bueno,
Teeteto”

Voy a reponer la información de la clase pasada: los pronombres personales de primera


y segunda persona del singular:

y la primera y segunda persona del singular del verbo εἰμί:


Y tenemos una cosa más. Todos los nombres griegos se agrupan en tres grandes
grupos. Estos tres grupos de nombres griegos se organizan en base a cómo cada
una de las palabras que forma parte de esos grupos terminan:

1) Un grupo cuyas palabras tienden a terminar con la letra ο (la parte de la palabra
que no varía, que llamaremos «tema», termina en una ómicron). Esas palabras
suelen, además, ser de género masculino o neutro. A este grupo se lo llama
“Segunda declinación” o “temas terminados en ómicron”.
2) Otro grupo cuyas palabras suelen terminar con la letra α (el «tema» termina en
una álpha). Esas palabras suelen, además, ser de género femenino. A este grupo
se lo llama “Primera declinación” o “temas terminados en álpha”.
3) Un tercer grupo cuyas palabras terminan en una variedad de letras (el «tema»
puede terminar en diversas letras). Esas palabras suelen, además, ser de género
masculino, femenino o neutro. A este grupo se lo llama “Tercera declinación”.

A cada uno de estos grupos la filología les ha puesto, como decía, un nombre. Al grupo
de las palabras que tienden a terminar ο, lo ha llamado segunda declinación. ¿Qué
es declinar? Declinar es ir cambiando las formas de los nombres en virtud de cada
uno de los casos. Cuando nosotros pasamos por ejemplo del caso nominativo al
vocativo en una palabra hemos declinado la palabra.

Al grupo de las palabras cuyo tema termina con la letra -α, que en su mayoría son de
género femenino, la filología lo ha llamado primera declinación.

Y al grupo de palabras que tiende a terminar en distintas cosas salvo en la -ο y en la -α,


la filología lo ha llamado tercera declinación. Nosotros por ahora vamos a trabajar
con la segunda declinación o “temas en ómicron”, que es lo mismo.

La terminación para los nombres de segunda declinación para el nominativo singular es


-ος y para el vocativo singular de segunda declinación es -ε.
Estos cuadros son la información que tenemos hasta la fecha

Veamos lo que vamos a llamar reglas de posición del adjetivo.

¿Qué es lo que dicen estas reglas? Que en virtud de la posición que el adjetivo
tenga en la oración, ese adjetivo va a ser atributo de un sustantivo o un predicativo
de un sustantivo.

Es decir, hay una primera posición en la que puede estar el adjetivo que es la
posición atributiva: artículo+adjetivo+sustantivo. Cuando nosotros en una oración
tengamos un artículo acompañando al sustantivo y entre el articulo y el sustantivo
tengamos un adjetivo, ese adjetivo va a ser atributo de ese sustantivo.

Esto va a ser así siempre, siempre y cuando las tres palabras (artículo, adjetivo y
sustantivo) estén en el mismo género, número y caso. Mismo género, número y caso,
los tres juntos. Porque el atributo tiene que coincidir en género, número y caso con su
núcleo.

La posición predicativa del adjetivo es cualquiera de las dos alternativas que nos
queda frente a la atributiva: artículo+sustantivo+adjetivo o bien adjetivo+artículo
+sustantivo. En concreto, si un artículo y un sustantivo vienen seguidos de un adjetivo,
o al revés, si un adjetivo viene seguido de un artículo y un sustantivo todo en el mismo
género, el mismo número y el mismo caso, el adjetivo en cuestión va a ser el predicativo
del sustantivo. Es decir, el vínculo no va a ser directo, sino que va a ser a través del
verbo de la oración.

Vayamos a la oración 4:
ὡς ἀστεῖος ὁ ἄνθρωπος
Es un texto del final del Fedón. El Fedón, según la ordenación clásica de Trasilo, es el
cuarto diálogo de la primera tetralogía (Trasilo ordenó los diálogos en grupos de a
cuatro, en virtud de afinidades en principio temáticas). En la primera tetralogía lo que se
narra es el páthos Socrático: 1) la notificación por parte de Sócrates de la acusación que
le ha hecho Meleto en el Eutifron; 2) el juicio, en la Apología de Sócrates; 3) los días a
la espera de la ejecución en el Critón) y 4) finalmente, las ultimas horas de vida en el
Fedón.

Nuestra oración es una de las últimas palabras que dice Sócrates. Sócrates ya ha
terminado de demostrar que el alma en teoría es inmortal, hace salir a Jantipa con sus
hijos del calabozo y se queda solo con sus discípulos. En ese momento entra el Guardia
de Los Once. Los Once son los encargados de custodiar a los condenados a muerte.
Entra esta persona que ha estado con Sócrates tanto tiempo. Ustedes se acuerdan que
entre la condena hasta que finalmente Sócrates toma la cicuta pasa bastante tiempo, por
la nave que había ido a Delos para conmemorar a Teseo matando al minotauro; por
razones climáticas, el barco tardó en volver. Mientras el barco iba a Delos no se podía
ejecutar a nadie en Atenas, por estar en medio de una fiesta religiosa. Entonces Sócrates
está algunas semanas ahí en prisión esperando que lo asesinen, porque mientras el barco
está en expedición no se puede ejecutar personas. Entonces Sócrates está en esa
situación, en la que sabe que va a morir. Entra, entonces, el Guardia de los Once, con el
que pasó tanto tiempo en la prisión que repito, es algo muy poco común, porque a un
condenado a muerte lo condenan hoy, se lo mata al día siguiente. Y este guardia que
pasó tanto tiempo con Sócrates, que es un rústico, un ateniense más bien bajo en la
escala de los cuidadores -el que tiene que cuidar estos vestigios humanos que están a
punto de ser ejecutados- y le dice a Sócrates lo siguiente (esto es inmediatamente
anterior a nuestra oración):

“Sócrates, no te voy a reprochar lo que justamente reprocho a otros. A saber, que se enojan
conmigo y me insultan cada vez que les anuncio que beban el veneno porque lo ordenan los
que mandan. Además, en este tiempo que pasaste aquí, yo pude comprobar que sos el
hombre más noble, más tranquilo y más excelente de quienes han llegado hasta aquí alguna
vez. Y lo que es más importante, ahora se bien que no restas enojado conmigo porque
conoces a los responsables por tu condena, sino que estás enojado con ellos y los jueces. Por
lo tanto, ahora que sabes en efecto lo que vine a anunciarte, que te vaya a bien. Tratá de
sobrellevar lo más fácilmente posible lo necesario. Y luego de romper en ese momento en
llanto, se dio media vuelta y se fue.”
Es ahí cuando Sócrates les dice a todos sus discípulos: ὡς ἀστεῖος ὁ ἄνθρωπος. Porque
la situación en la que Sócrates se ve es rodeado por todos sus discípulos que están
llorando también, porque Sócrates se va a morir. Pero Sócrates les acaba de demostrar
que el alma es inmortal y que en realidad la vida del filósofo consiste en una
preparación para la muerte. Que, en realidad, liberarse del cuerpo para Sócrates va a ser
concretar, realizar su vida filosófica. Sin embargo, sus discípulos igual lloran porque se
va a morir. Eso de alguna manera es el fracaso del propio Sócrates, porque lloran,
porque no han entendido. Si les hubiera enseñado bien, nada tendrían que llorar. Este
hombre, este rústico, por el contrario, entra y le dice “Yo entendí todo, que te vaya bien,
sobrellevá de la mejor manera posible lo necesario”.

Por eso digo que es un texto hermoso, porque es Sócrates dialogando con un rústico y
dando cuenta de cierta verticalidad de su gesta filosofía, que va desde los sofisticados
Simias y Cebes (discípulos del pitagórico Filolaro), hasta hombres como este guardia de
los Once o como el esclavo de Menón.

Vamos a la sintaxis. ¿El verbo? Está elidido, no está. En principio digamos que las
formas verbales que se van a elidir van a ser las terceras personas (nunca las primeras o
segundas) del singular o plural, del estilo “Linda, la mañana”. Cuando el verbo no está
tenemos que ir a buscar el sujeto. Para buscar el sujeto necesitamos casos. ἀστεῖος
nominativo singular podría ser sujeto, ἄνθρωπος lo mismo. ¿Cómo tendríamos que
avanzar para saber cuál es el sujeto de la oración? Fijarnos qué tipo de palabras
tenemos. ¿Por qué digo tipo de palabras? Porque el sujeto, por lo menos su núcleo,
siempre va a ser un sustantivo:

ἀστεῖος α ον: adjetivo

ἄνθρωπος ου ὁ: sustantivo

ἀστεῖος es un adjetivo y ἄνθρωπος un sustantivo. Esta es información que da el


diccionario. ¿Puede ser ἀστεῖος el sujeto de la oración? Claramente no, porque es un
adjetivo. Al lado tenemos un sustantivo con su artículo. Ahí siempre vamos a poner una
unidad, artículo y sustantivo. Y evidentemente este va a ser el sujeto. Y por reglas de
posición del adjetivo, ¿en qué posición está ἀστεῖος? Predicativa. ¿Está en la lista de los
adjetivos de aparente posición predicativa? No, entonces va a ser predicativo sujetivo.
En una oración sin verbo. Sabiendo el caso, y el tipo de palabra, resolvemos la sintaxis.
Nos queda el ὡς, es una palabra invariable, es un adverbio de modo. Entonces le
vamos a poner complemento circunstancial de modo, que lo que hace es enfatizar el
significado de la palabra a la que acompaña. Enfatiza la semántica, (por ejemplo, ¡qué
linda la mañana!) en este caso, de ἀστεῖος. Al no tener la lengua griega signos de
admiración que marquen el énfasis con alguna expresión, este tipo de adverbios es una
buena marca para que nosotros decidamos poner signos de admiración.

Bueno, el significado de ἄνθρωπος lo conocen, “hombre” en el sentido de ser humano.


Con respecto a ἀστεῖος, en griego existen varias palabras para referirse a las ciudades.
Entre ellas, una es πόλις, de ahí el adjetivo πολιτικός. Y otra ἄστυ, de ahí el adjetivo
ἀστεῖος.

La πόλις es no sólo el casco central de la ciudad, es decir, lo que está hacia adentro de
las murallas, sino también lo que hoy llamaríamos los suburbios. La polis sería el
AMBA, el Área Metropolitana de Buenos Aires. Sería la capital y los primeros
cordones del conurbano. Mientras que ἄστυ hace referencia a la ciudad amurallada.
Solamente lo que está de las murallas hacia adentro. En Atenas está la muralla, adentro
hay templos, organismos religiosos y políticos, y afuera está el cementerio, la Academia
de Platón estaba a unos kilómetros de la muralla, etc. Todo eso incluye Atenas. A todo
eso se lo llama polis. El ἄστυ, específicamente, es la parte amurallada. Lo que ocurre es
que las dos, pero ἄστυ en particular, se oponen semánticamente al sustantivo ἀγρός,
cuyo adjetivo correspondiente es ἄγροικος. ἀγρός es campo. Esto genera una tensión
conceptual muy fuerte entre los adjetivos ἀστεῖος y ἄγροικος. Algo similar a lo que en
nuestra literatura fundacional se llama “civilización y barbarie”, es decir, ciudad y
campo. Es una dicotomía histórica, fundacional de occidente. ἄστυ es una de las
palabras para ciudad. ἀστεῖος es “tal que vive en la ciudad”. Mientras que ἀγρός es
campo, y ἄγροικος en principio es “tal que vive en el campo”.

Ahora bien, estos son los sentidos originarios de los adjetivos. Sin embargo, tal como
ocurre entre nosotros, se suele ver en la persona de la ciudad a alguien refinado, una
persona de clase, de mundo. Mientras que nosotros sobre la base de la palabra rus, que
en latín significa “campo”, tenemos nuestro adjetivo “rústico”. Rústico originalmente
significa del campo, ahora, ¿qué connotación adquiere? Una persona rústica es una
persona más bien torpe, tonto, lelo. Con lo que Sócrates se encuentra es con un hombre
que desde todo punto de vista debería ser caracterizado como un ἄγροικος, pero ocurre
que en su lugar había un ἀστεῖος. Ahora vemos cómo traducirlo. Sócrates, que está
hablando con sus discípulos, estos supuestos sabios que no han entendido nada de lo
que Sócrates dijo porque se han puesto a llorar, se encuentra con este hombre cuya
única función es traerle el vasito con el veneno pero que le dice: “Que te vaya bien”.
Esto que parece una pavada, deja la puerta abierta para todas aquellas interpretaciones
en favor de la amplitud de la gesta filosófica socrática en lo que a diversas clases
sociales respecta. Claro, si uno lee los diálogos de Platón, siempre está hablando
Sócrates con ricachones o hijos de ricachones porque eran quienes lo invitaban a comer,
lo tenían a su alrededor. Pero la filosofía socrática no necesariamente hacía distingos en
lo que a clase social respecta. Una posible prueba de eso está acá: él estuvo hablando
con este ἄγροικος durante varias semanas debido al retraso del barco de Delos y se dio
cuenta que era una ἀστεῖος. De manera que filósofo no es el que puede pagar las clases
de filosofía, filósofo es el que logra sacar de dentro de sí aquello que todos tenemos. En
este episodio que parece menor, se detecta un resto de sensibilidad para con estos
sectores de la ciudadanía ateniense definitivamente excluidos de la filosofía, por
ejemplo, por Platón en República.

¿Cómo traducirlo? En el Vox van a encontrar en la página 91, primera columna, sexta
palabra: “propio de la ciudad”, “urbano”, “fino” “agradable” “elegante”, “gracioso”,
“inteligente”. Alejandro Vigo en Colihue traduce “Amable”. Eggers Lan en la
traducción de Eudeba del 71’ “Bueno”. Garcia Gual en la traducción de Gredos traduce
“Educado”. Galop, en un comentario famoso al inglés, traducción y comentario de 1975
traduce “Civic”. Y esto es interesante porque en el inglés connota para el lado de lo
refinado. En la traducción francesa de “Les Belles Lettres” como “Bon goût”. Va más
por el lado de lo refinado. El diccionario Liddell-Scott tiene dos traducciones básicas:
uno es town-bred (“Criado en la ciudad”), y la otra es polite que en inglés de entrada es
algo así como “amable”, pero tiene esta reminiscencia en algo vinculado con una
amabilidad de la ciudad, una persona que tiene manners, que tiene modales.

Bueno, miren, hace veinte minutos estamos hablando sobre una sola palabra. Estos son
los márgenes donde tenemos que activar la cabeza y si ustedes publican un artículo con
ἀστεῖος como “civilizado”, “fino”, “gracioso”, todos están bien. ¿Dónde estaría el
aporte? En todo lo que tengan para decir en favor de eso. De hecho, inmediatamente
después de decir que es ἀστεῖος en el Fedón Sócrates dice que es “γενναῖος” y
“λῷστος”. γενναῖος es el que tiene γένος, γένος es “estirpe”, “nobleza”. γενναῖος es un
bien nacido, un noble. λῷστος es el superlativo de ἀγαθός, es excelente moralmente
hablando.

Vamos al análisis, entonces.

Bueno, vamos a pensar entonces una traducción: “Qué ἀστεῖος, el hombre” En ἀστεῖος
cada uno, y cada una pone lo que quiera en virtud de las alternativas que tiene el VOX y
de lo que hemos conversado recién.

Bueno, de la oración numero 5, la vamos a dejar para adelante, pero sólo una cosa
quiero que anotemos de esa oración, primera persona del plural del verbo εἰμί:
ἐσμέν. La oración la hacemos la semana que viene. Solo anotemos el verbo de la
oración que es la primera del plural del verbo εἰμί. El pronombre de primera de
plural es ἡμεῖς.
Después copiemos la oración 6:

ἀθάνατοι μέν οὐκ ἐστέ, θεοί


Ustedes saben que el Timeo, que es un diálogo de vejez de Platón, es una especie de
cosmogonía. Platón narra una suerte de relato a propósito de cómo el mundo es mundo.
Saben que el δημιουργός es el artesano universal, la figura de un hacedor, un creador de
todo. En ese todo que el Demiurgo crea también están los Dioses, así llamados por la
tradición “inmortales”. Ahí aparece un problema porque si fueron creados, inmortales
no son. Ese texto se inscribe en ese momento.

Bueno, ¿verbo? ἐστέ, que es la segunda persona del plural del verbo εἰμί. El
pronombre de segunda del plural es ὑμεῖς. Dicho esto, el único sujeto posible de este
verbos es ὑμεῖς. ¿Está? No, entonces sujeto desinencial, que sería “vosotros”,
“ustedes”.

Bien, ¿qué es μέν? Una conjunción, una palabra invariable. Le vamos a poner una
cajita. También en segundo lugar, parecido a δέ, hace lo mismo.

¿οὐκ qué era? El complemento de negación, que en realidad es οὐ, pero cuando se
encuentra con una palabra que empieza con vocal agrega una κ. Técnicamente podemos
llegar hasta acá con esta oración, porque en las restantes palabras tenemos la
terminación οι.

La terminación οι es de nominativo plural y vocativo plural, en la segunda


declinación. Esto va a pasar mucho en la lengua griega que haya formas que sean
iguales morfológicamente hablando. La confusión entre formas iguales
morfológicamente hablando solo es tal cuando una palabra está aislada. Por suerte
nosotros no trabajamos con palabras aisladas. Vamos a trabajar con palabras que están
en contexto. Los contextos de las oraciones nos van a ir indicando frente a esas
situaciones ambiguas, frente a qué caso, qué numero qué genero estamos. En castellano
pasa lo mismo. Si yo les pregunto: ¿de qué persona y número es “era”? Puede ser “yo
era” o “ella era”. La palabra aislada es ambigua; en un contexto no hay problema
ninguno.

Bien, vayamos hasta la coma: ἀθάνατοι. Si la vamos a buscar al diccionario, ¿va a


aparecer ἀθάνατοι? No, va a aparecer ἀθάνατος. Yo tengo que reconstruir la palabra,
llevarla al nominativo singular. En el diccionario esa palabra aparece así: ἀ-θάνατος ον.

Es un adjetivo compuesto, como αὐτο-δίδακτος ον, que tiene dos terminaciones. La


primera vale para masculino/femenino, la segunda para neutro. La α es privativa: α-
θάνατος: in-mortal. Solo en griego es privativa. En latín no.

Bueno, ustedes me dirán, “Puede estar en vocativo” pero acá viene lo importante: las
interpelaciones siempre las vamos a tener entre comas. Si está en el medio, entre dos
comas; si está al principio, una sola coma cuando termina y, si está al final, tendrá una
coma antes y después el punto. Por lo cual, esto, en nominativo plural, siendo que sujeto
no puede ser porque:

a) Es un adjetivo

b) Porque el sujeto ya lo tenemos

c) El único sujeto posible de este verbo es ὑμεῖς

La función sintáctica va a ser entonces predicativo sujetivo.

Aquella última palabra, θεοί, sí está delimitada con una coma. En el diccionario aparece
como θεός oû ὁ. Es un sustantivo. Si estuviese en nominativo plural, tendríamos otro
predicativo, no tenemos una conjunción para unirlos. Además, está la coma, que es una
gran pista para detectar una interpelación, luego del hecho de que la palabra esté en
vocativo (que es el caso de la interpelación). De manera que este θεοί está en vocativo y
su función sintáctica es la interpelación. Entonces es todo un gran predicado, con el μέν
afuera porque es extraoracional.

“Pero inmortales no sois, dioses”.

O bien,

“Pero no sois inmortales, dioses”

“Pero no son inmortales, dioses”.

Ahora atención con esa traducción, porque el sujeto de sois, ¿Cuál es? ¡Vosotros! ¡No
dioses! El único sujeto posible de “sois” es “vosotros”. No confundamos el hecho de
que semánticamente “dioses” sean esos “vosotros”, porque es una contingencia de esta
oración.

Oración número 7

εἰσί ναρθηκοφόροι μὲν πολλοί, βάκχοι δέ τε παῦροι


Es del principio del Fedón y cierra esa primera parte del diálogo en la cual Sócrates
habla de la filosofía como una preparación para la muerte. Es decir, la vida del filósofo
como una tarea de preparación para morir. Todo esto sobre la base de entender la
muerte como una separación entre cuerpo y el alma y, de entender al alma como la
única fuente de conocimiento legítimo. Si el cuerpo, por el contrario, entorpece y
estorba al alma para la captación de conocimiento, la muerte pensada como una
separación entre cuerpo y alma oficia como un objetivo buscado, deseado, para el
filósofo. De ahí que lo que el filósofo tenga que hacer a lo largo de su vida sea tratar de
acumular la única moneda que tiene un valor real. Con esta perspectiva de la muerte,
esa moneda es la sabiduría. La sabiduría entendida intelectual, racionalmente, es decir,
vinculada con un alma asociada con esa facultad racional intelectual. Como saben, hay
un breve discurso en el que el suicidio es descartado como alternativa, porque la vida
del filósofo es la preparación para la muerte pero eso no implica que pueda suicidarse; y
no puede hacerlo porque nosotros “No somos nuestros” (casi a contramano de la
primera oración que vimos en el curso, de Eurípides). Para Platón en este contexto no
somos nuestros como decía Eurípides, sino que somos posesiones del dios. De ahí que
no podamos quitarnos la vida porque no es nuestra. Sólo el dios decide cuándo debemos
morir.

Si bien todas las almas llegan a la puerta del Hades, lo que ocurre es que sólo aquellas
almas que tengan la moneda que en el Hades vale van a poder entrar. Las otras almas
van a quedar chapoteando en el barro del Tártaro fuera del Hades. Contra lo que la
mayoría cree, dice Sócrates, la moneda que en el Hades vale para poder entrar es la
sabiduría. Es en este punto que Sócrates cita un famoso proverbio que dice: εἰσί
ναρθηκοφόροι μὲν πολλοί, βάκχοι δέ τε παῦροι, que es nuestra oración.

Sintaxis. Cuestiones para detectar en la oración: siempre es bueno empezar por los
signos diacríticos en caso de que los haya, me refiero concretamente a signos de
puntuación: hay un punto, una coma. Las comas hacen una pausa breve, siempre se
puede probar de trabajar hasta la coma y después ver qué pasa. Pero ¿qué otras cosas
reconocen? μὲν y δέ. Ahora, ven que μὲν no es está en segundo lugar, mucho menos δέ.
Cuando los veamos en segundo lugar van a ser extraoracioneles, sin embargo, cuando
μὲν y δέ estén juntos en la misma oración, y en este orden, primero μὲν y después
δέ, van a oficiar de conjunciones correlativas, es decir, que se refieren la una a la
otra, dando lugar a expresiones asimilables en el castellano a “Por un lado…, por
el otro….”. “Por una parte…, por otra parte…”. μὲν, una cosa, δέ, otra. Eso significa
que μὲν y δέ en una misma oración van a organizar y distribuir dos pequeñas oraciones.
Por ejemplo, “Por un lado, el cielo está nublado, por el otro, el aula está llena”. Son dos
oraciones que conforman una única oración. La oración es una sola porque hay un solo
punto. Dentro de ella tiene dos pequeñas oraciones coordinadas mediante μὲν y δέ. Esa
es la ayuda que nos da la coma. Hasta la coma va la primera oración atómica o simple y
desde la coma hasta el punto, la segunda. En general el editor va a poner una coma para
determinar cuál es el alcance de una parte y cuál es el alcance de la otra.
Es precisamente hasta esa coma donde podemos ir para analizar la primera pequeña
oración y después veremos qué pasa con la segunda. El verbo, εἰσί. Tercera del
plural. Entre paréntesis, la ν eufónica. Es decir, la forma es εἰσί, pero si tenemos a
continuación una palabra que empieza por vocal o un signo de puntuación, vamos a
tener εἰσίν. Como la palabra que tenemos a continuación no empieza con una vocal,
tenemos simplemente εἰσί.

Las categorías de la eufonía y la cacofonía son culturales. No son absolutas, es decir,


para todas las lenguas o todas las culturas no es igual lo consonante y lo disonante. En
lo que a la formación del aparato fonador respecta, sabemos que se termina de armar
fuera del útero. El aparato fonador se termina de hablar con el habla, con el lenguaje.
Eso hace que cada hablante de cada lengua tenga en su garganta, en su glotis, en su
lengua una forma anatómicamente hablando distinta. De ahí que nosotros no podamos
pronunciar perfectamente cada sonido /e/ del francés. Ni hablar de lenguas orientales. El
famoso chiste de hablantes orientales que no pueden pronunciar la /r/ y pronuncian
/aloz/ no es porque sean torpes o tercos que no quieren decir /arroz/, es porque no tienen
la forma de la boca que les permita hacer eso. Entonces la eufonía y la cacofonía
dependen de cómo cada anatomía se forme en virtud de cada lengua.

Bien, tenemos que buscar un sujeto. Esto significa un nominativo plural, dado que el
verbo está en plural. ¿Hasta la coma hay nominativos plurales? Sí, ναρθηκοφόροι y
πολλοί

ναρθηκο-φόρος ον

Es un adjetivo de dos terminaciones porque es compuesto. Entonces si es un adjetivo no


puede ser sujeto.
πολλοί… me reservo la forma en la que aparece en el diccionario por ahora, es decir, el
nominativo singular. Pero, οἱ πολλοί, ¿les suena? οἱ es el articulo nominativo plural. οἱ
πολλοί para quienes han leído a Platón son “los muchos”, la masa. πολλοί es un adjetivo
que significa “muchos”, pero ese adjetivo en plural, por su significado, puede
reemplazar a un sustantivo. Es decir, el adjetivo “muchos” en plural puede funcionar
como un pronombre, es decir, como una palabra que reemplaza a un sustantivo.
¿Puede funcionar como adjetivo “muchos”? Claro: “Muchos hombres caminan por la
calle”. Ahí el sujeto es “muchos hombres”, núcleo “hombres” y “muchos” atributo.
Ahora bien, “muchos” también puede funcionar como pronombre. “Muchos caminan
por la calle”. Ahí el sujeto es “muchos”. En griego ocurre lo mismo. La palabra πολλοί
por su significado puede ser o un adjetivo o un pronombre. Eso hace que en la opción
para elegir entre sujeto y predicativo, entre ναρθηκοφόροι y πολλοί, πολλοί sea sujeto,
por lo que acabamos de decir, y ναρθηκοφόροι predicativo.

Esto mismo puede ocurrir con el antónimo de πολλοί: “los pocos” es lo que ocurre
con παῦροι. Significa “pocos”. Antes de que siga con eso, en la segunda parte de la
oración, ¿verbo? Es el mismo. Es εἰσί que sirve para las dos oraciones simples. En
griego, al igual que el castellano, cuando tenemos dos simples en una oración
compuesta, si el verbo es el mismo es muy común que no se repita. “María come
ensalada, Sabrina, pescado”. “Come” se sobreentiende en la segunda parte. En
castellano se reemplaza con un coma, en griego en principio no hace falta porque se
sobreentiende que si el verbo es el mismo no hace falta repetirlo. ¿Se puede repetir?
Claro que sí. Y a veces está repetido, pero muchas veces no. Es bastante fácil darse
cuenta cuando estamos en una situación como esa. En la segunda parte verbo expreso
no tenemos, pero sin embargo tenemos nominativos plurales. Tenemos un adjetivo que
puede funcionar como pronombre, lo mismo que πολλοί, y tenemos un adjetivo común.
Entonces tenemos la misma estructura que en la primera parte, pero sin el verbo.
Entonces evidentemente tenemos dos estructuras paralelas vinculadas de un modo
adversativo, es decir, contrapuestas por μὲν y por δέ. Entonces, sujeto en παῦροι, todo el
resto predicado. Es una oración compuesta por dos pequeñas oraciones simples. Bueno,
βάκχοι obviamente es predicativo, y les voy a pedir un permisito para τε. El griego tiene
muchas palabras que técnicamente se llaman partículas. Son palabritas que andan
salpicadas en los textos, que son expresiones muchas de las cuales a veces no se pueden
traducir, que dan matices, énfasis, coloraciones. No son exactamente el ejemplo que voy
a dar, pero piensen en algo de esta índole. Piensen en la expresión “tipo” Imagínense
una persona traduciendo en veinte años oraciones que digan “Entonces ella dijo, tipo,
cómo estás?” ¿Qué función sintáctica tendrá ese “tipo”? Da una connotación de ciertas
clases culturales, sociales, económicas, por ejemplo. Hay un libro inmenso que escribió
un hombre que se llamaba Denniston, The Greek Particles, dedicado todo a estas
partículas. Si ustedes van al Vox a la palabra τε van a ver que dice “usualmente a
continuación de otra conjunción” y no se traduce. ¿Esto quiere decir que τε
siempre cumple esta función? No siempre. A veces la vamos a traducir, a veces,
cuando venga junto a otra conjunción, simplemente enfatiza el valor de esa
conjunción a la que acompaña (aquí sería δἐ). Por eso, dispénsenme de dedicarle
demasiado tiempo al τε que no es lo que en esta oración nos interesa. En este tipo de
casos entonces, el τε refuerza el valor de la conjunción a la que acompaña.

Bueno, entonces, el adjetivo ναρθηκοφόρος se compone de νάρθηξ, originalmente


llamado θύρσος. El νάρθηξ es una vara, un bastón ritual coronado por una piña y hojas
de hiedra que lleva el dios Dioniso, después llamado tirso. Forma parte de la vestimenta
ritual de las y los bacantes. Es decir, seguidoras y seguidores del dios Baco, que es el
otro nombre de Dioniso. Todos los adjetivos que tienen el sufijo -φόρος, están
relacionados con un verbo que significa “llevar”. Cualquier cosa con -φόρος significa
“portador de”. En griego φώς signfica luz, el fós-foro es lo que porta la luz. En griego
σῆμα significa señal. El semá-foro es lo que porta la señal. En griego ναρθηξ significa
“tirso”, que es una vestimenta ritual, y ναρθηκοφόρος significa “portatirso”.

Entonces, tenemos la traducción:


“Por un lado, muchos son portatirsos, pero por el otro pocos, bacantes”.

Si quieren podemos agregar “son”.

“Por un lado, muchos son portatirsos, pero pocos son bacantes.”

Vuelvo a reponer el contexto. Todas las almas llegan a la puerta del hades, pero solo
entran aquellas que tienen la única moneda que ahí vale que es la sabiduría. Muchos son
portatirsos, pero pocos son bacantes. Muchos pueden parecer que satisfacen ciertas
condiciones por características externas, pero solo algunos llevan lo importante adentro.
Acá Platón lo dice así, y él mismo dice que es un proverbio.

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