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Husserl, Edmund, “Text 9 ”, en Zur Phänomenologie der Intersubjektivität. Texte aus dem Nachlass.

Zweiter Teil: 1921-1928, Kern, Iso (hrsg.), Den Haag, Martinus Nijhoff, 1973, Hua XIV, pgs. 165-183/
Traducción al francés: Husserl, Edmund, Sur l´Intersubjectivité, traducción, introducción, posfacio e
índice por Natalie Depraz, volumen II, Paris, PUF, 2001, pgs. 264-284. [para uso interno PEG]

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Texto nro. 9
Espíritu común I – Persona, Todo de Personas [Personale Ganze], Comunidades
personales de acciones / efectos [Personale Wirkungsgemeinschaften]. Comunidad –
Sociedad. (Friburgo, 1921)
1) Actos sociales y modo según el cual las comunidades se instituyen [ gestiftet werden]
por los actos sociales;en particular: personalidades de orden superior. Formas
diversas de comunidad y de personalidades de orden superior. Comunidades que se
volvieron naturales y su evolución (la familia) – comunidades “artificiales”, instituidas
de manera arbitraria.
2) Ética y socialidad (en detalle). Deber, responsabilidad, funcionario de una
socialidad.

<# 1 . El sujeto pulsional [das triebhafte Subjekt] antes y después de la empatía>

Si fingimos un sujeto antes de la empatía, que constituye pulsionalmente un


mundo espacial, no se trata de una persona; aún si le agregamos la libertad de la
deliberación [Freiheit der Erwägung], la suspensión de la realización pulsional, la mejor
deliberación, los mejores objetos de deseo o los mejores caminos (deseo de las cosas
y displicencia sensible, las cosas del deseo, etc.). Ahí se trata en este estrato de
“razón” y se dan “objetos racionales”, a saber los objetos técnicos, los útiles, los
“métodos” “bien pensados” para llegar al placer o escapar al peligro (que proviene de
las cosas), que, de un caso al otro, se transfieren y llegan a ser así las aprehensiones
metódicas aperceptivamente determinadas.
No hemos tenido en consideración a los otros sujetos que serían los objetivos
focalizados de la acción, que nos “hacen bien” o “nos hacen mal”. Puedo dejar
determinarme por el otro: en el modo de la imitación. Puedo querer ayudarlos de modo
pulsional. Hay un “amor 166 maternal” pulsional, un “amor paternal” [Elternliebe], una
solicitud pulsional [triebhafte Fürsorge] que al mismo tiempo es una alegría compartida
por su bien; naturalmente, se trata también de manera inmediata de una compasión
pulsional con su sufrimiento. Visto con precisión, no es una alegría conjunta con su
alegría, en el sentido de alegrarse por lo mismo, sino una alegría en tanto ellos están
alegres, una pena en tanto se entristecen. Pero también un amor a ellos mismos, un
alegrarse por su existencia, un alegrarse por compartir con ellos la vida, con su

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existencia perceptible, con ellos como son dados en la experiencia de la empatía, un
alegrarse con su vida y sus acciones egoicas – una alegría general que no excluye el
choque en la acción particular, que sea negativamente valorada, que se intervenga en
sentido inverso, etc. Alegría respecto del sujeto como sujeto idéntico del comportarse-
en-el-mundo-circundante, en la manifestación de un comportarse de modo propio. El
amor determina un interés por fomentar al extraño [Fremdförderung], el odio un interés
por el daño ajeno, aniquilación.
Estos no son aún actos sociales ni actos del amor propiamente social.

<# 2> Actos sociales y relaciones. <La relación yo – tú>

1) Hago algo con la intención de que el otro lo note y con la expectativa (en
consecuencia también con la intención) de que el otro se comporte de tal y tal manera.
Pero esto todavía no configura un acto social. Es suficiente de que el otro no note mi
intención (no me vuelvo hacia él).
2) Hago algo en la expectativa de que el otro, notando que tengo esta intención, lo
haga a su vez. ¿Es ahí que ya me vuelvo hacia él? Yo me vuelvo hacia él si tengo en
primer lugar la intención de una comunicación. Le notifico algo [Ich gebe ihm etwas kund];
si mi mujer me pone una manzana sobre mi sombrero para que yo piense en comer
algo antes de salir, comprendo [verstehe] su intención. ¿Esto es una comunicación?
Seguramente radica en esto una notificación [Kundgabe] de su intención. Otro ejemplo:
gitanos que en un cruce de caminos ponen ramas para que sus compañeros
encuentren el camino por donde se han ido – se deberá considerar como
comunicación.
Comunicación inmediata, o mejor, contacto, conexión originaria que se produce entre
yo y tú, en la empatía experimentada originariamente: tenemos la vivencia originaria
de estar uno frente al otro, y le “digo” algo, me “expreso”, llevo a cabo un movimiento
de expresión o bien una expresión fonética / sonora [ lautlich] o hago algo visible
exteriormente, notable, que es adecuado para despertar en el otro la conciencia de
que tengo la intención de notificarle algo [ihm etwas kundzutung]; con ello la expresión de
esta intención (como la de una llamada [Anruf]) se puede distinguir de lo que debe
ahora ulteriormente notificarse y comunicarse. Más precisamente, lo que ahora sigue
se indica en tanto que “es así y así”, “vos debés hacer esto”, etc. El hecho comunicado
es el contenido de mi intención [Absicht], del que el otro toma conocimiento, y, por

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cierto, de mi intención que se le notifica / manifiesta [kundgetanen Absicht]. La forma de
la comunicación es comprensible, y lo es, eventualmente, por medio de la llamada
anterior [paráfrasis de Iribarne: cualquier tipo de llamado de atención, 209, vol. II], pero también
por medio de la forma lingüística a la que como tal se adhiere esta forma de
comunicación.
¿Cómo se produce la relación yo – tú, que sí es la relación personal activa / relación-
de-acción-efectiva personal [personale Wirkungsbeziehung] en sentido pregnante?
1) Dicho figuradamente: ambos, yo y tú, “nos miramos a los ojos”, él me comprende,
me descubre / percibe [gewahrt mich], yo lo descubro al mismo tiempo.
2) Me vuelvo hacia ti y te comunico un hecho: experiencio un hecho y, por un “señalar”
[Hinzeigen], hago que el otro esté atento a eso que está igualmente en su dominio de
experiencia cercano. Un cierto movimiento de la mano y de los dedos, tirar un pedazo
de madera en cierta dirección, etc., despierta la atención, lo “orienta” en esta dirección
en la que tiene lugar algo para el otro (como para mí antes), y el interés se desliza por
sí mismo desde el movimiento de indicación hacia lo nuevo sobre lo que yo quería
llamar la atención. Tales medios de despertar interés por una objetividad disponible
[vorhandene Gegenständlichkeit] en el entorno externo del yo-tú, si se presentan
seguidamente de modo idéntico como adecuados, se emplean frecuentemente por
ambos lados y, entonces terminan, sin más, por ser igualmente comprendidos como
siendo producidos intencionadamente por el otro con el objetivo de “indicación”
[Hinweisung]. En el caso dado, el tú también entiende que: “veo ahí tal y tal cosa y la
indico al otro, de manera que él también la ve”. Mi intención, de hacerlo ver eso, mi
voluntad, se realiza por el medio de la indicación / 168 (la indicación <como> camino),
la que es para mí una acción que él debe aprehender, comprender como un medio
por el que quiero orientarlo. En consecuencia influyo sobre él, y no solo en general,
sino en el marco de la empatía, que llevándose a cabo simultánea y recíprocamente,
pone en “contacto” un yo y un tú; y, además, en el modo particular en el que mi
influencia (esto es, mi voluntad o bien mi aspiración pulsional a “determinar” al otro, a
“moverlo” espiritualmente, a determinarlo a una aspiración o voluntad) deba ser
evidente al otro y formar parte ella misma del “camino”, del medio de la determinación.
Normalmente, se trata en este caso de un medio que es eficaz: naturalmente, no
siempre [se da este caso], como en el caso del miedo frente al enemigo, la fuga que
sigue enseguida, etc.

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Otro caso es la comunicación descriptiva (en la situación del “contacto”): las
expresiones, reflejos corporales [leiblich] naturales de procesos externos físicos o
animales, llegan a ser indicaciones naturales de estos procesos mismos, hacen atento
al compañero, si él no los vio por sí mismo, sirven entonces de indicaciones [ Hinweise]
– producidas intencionadamente y destacadas delante del otro, al que se las hace
particularmente visibles- y al mismo tiempo de indicaciones de lados o partes
particulares de procesos.
Después la comunicación de rememoraciones [Wiedererinnerungen] y de lo no presente.
Además: la comunicación con el ausente, respectivamente del ausente, esto es,
comunicaciones con otro en la distancia temporal. Mi voluntad presente involucra aquí
una comprensión futura de mi expresión comunicativa durable sensiblemente [meines
sinnendinglich verharrenden mitteilenden Ausdrucks ] así como una toma de conocimiento
futura (entonces un comportamiento activo) del otro y por cierto, en un futuro “tardío”
que se ubica en el exterior de la esfera de presencia [Präsenzsphäre].
Yo y tú no están “en contacto”. Ellos se tienden la mano espiritual sobre la distancia
temporal; el yo pasado es el sujeto de un acto de comunicación, es el donador, el
futuro, el tardío, es el receptor. Pero también pertenece a la situación que el yo, que
tiene ahora tal voluntad, instituya por eso una disposición de la voluntad
[Willensgesinnung], una voluntad habitual permanente y que, al menos en general,
“permanezca” en su voluntad. Y así es comprendido. El receptor aprehende por
ejemplo al donador como un no presente [präsenten] pero en el presente [Gegenwart] de
un hombre que vive, que quiere entonces permitirle / 169 recibir una tal comunicación,
y quiere todavía que él la reciba; así, cuando no hay motivo en contra que hable en
favor de una transformación de la voluntad o de una transformación de la disposición.
Al mismo tiempo notemos que un difunto, que se reconoce como tal, y un viviente se
tienden la mano espiritual, que puede llegar la comunicación de éste al otro, se
comprende como que va del que alguna vez estuvo vivo al que la recibe que está vivo
ahora.

[Iribarne: “No podemos menos que preguntarnos si al hacer estas consideraciones Husserl
pensaba en su propia obra” (vol. II, 2010).]

<# 3 La comunidad de la voluntad práctica> [Die praktische Willensgemeinschaft]


Hemos tratado con la mera comunicación de un hecho; hay ya aquí una cierta
comunidad de voluntad y una cierta comprensión interna / acuerdo / inteligencia mutua

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[Einverständnis]. Pero se da todavía otra comprensión interna práctica [praktisches
Einverständnis] / otro acuerdo práctico, en sentido pregnante, una comunidad de la
voluntad práctica, según la cual el tú se puede determinar [ das Du dazu bestimmen lässt],
en el estado de contacto, a llevar a cabo no meramente una toma de conocimiento,
sino una acción de otra naturaleza, de alguna manera una acción externa, una acción
que influya en el mundo circundante físico o espiritual. El deseo o la voluntad de que
suceda tal y tal cosa, se notifican y comunican descriptivamente hacia el destinatario
con la expectativa de que lo motiven. La situación es en consecuencia semejante a la
mera comunicación, solo que esta misma llega a ser el medio de ejecución de una
acción ulterior (frente a la toma de conocimiento que radica en la comunicación, la que
ya también es una acción).
Si él no quiere, yo puedo obligarlo y contar con el hecho de que él lo sabe o también
puedo comunicárselo y él puede, para evitar circunstancias externas dolorosas, hacer
aquí después lo mismo, puede someterse a mi voluntad, mi voluntad comunicada a él
es eventualmente motivo de su voluntad durable / permanente general de hacer “en
general”, de todas formas, lo que yo quiero, como yo puedo querer en general que él
se me someta, en la medida en que en general poseo, presumiblemente, los medios
de coerción [Zwangsmittel]. Entonces surge la relación Herrn [señor / amo] y Diener
[servidor / criado] como una relación personal persistente, como persistente por medio
de un hábito universal de personas que habían entrado en contacto o en una relación
operante / activa [Wirkungsbeziehung], se habían asistido de modo espiritual
mediatamente.
Si la relación se instituye, entonces cada acción en la que / 170 aparece se caracteriza
como procedente del entrelazamiento de las voluntades instituido entre ambas
personas. Yo ordeno, yo como Herrn, él obedece “obligatoriamente” como Diener, con
la conciencia de haberse sometido, de ser sometido y, respecto del hacer, en la
conciencia de su hacer-su-deber / obligatoriedad [Pflichtgemässheit].
En la petición /ruego [Bitte], tenemos una relación pasajera / provisoria; la
comunicación de mi deseo actuará, así lo espero, como motivo para su voluntad; tengo
el deseo y la esperanza, dirigidas hacia él, de que, cuando aquél a quien se dirige esto
tome conocimiento, esto <lo mueva a hacerlo a continuación>. El deseo afecta su
aspiración, su voluntad, su acción; por eso no se dirige todavía a él, sino que es por
la comunicación por la cual se lleva a cabo, con ella, la toma de conocimiento, y esto,

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en el contacto entre yo y tú. [Paráfrasis Iribarne: se obra por medio de la toma de conocimiento,
que posibilita la comunicación en el contacto entre tú y yo, vol. II, 211.]

Y, en lugar de contacto inmediato, siempre puede tener lugar una determinación a


distancia, con lo cual la comunicación misma puede tener efecto en el contacto de los
sujetos, como en el caso de un deseo o voluntad presentes que se dirigen hacia el
futuro o la comunicación misma puede ser una comunicación a distancia.
La comunidad de la voluntad, la comprensión íntima / acuerdo / inteligencia mutua
puede a su vez ser igualmente recíproca, finalizando en un acuerdo recíproco. Cumplo
tu deseo, si tu cumples el mío, hago esto por tu bien si tú haces esto por mi bien.
Además: ambos deseamos que algo suceda, tomamos una decisión “juntos”, yo hago
una parte, tú haces la otra, etc. S1 y S2 quieren el mismo G, pero no cada uno para sí,
sino que S1 quiere G como S2 lo quiere; la voluntad de S2 forma parte de lo que quiere
S1 y a la inversa. El hecho de que S1 realice la parte D1 y S2 la parte D2, esto se
encuentra decidido / determinado [beschlossen] en la voluntad de ambos, y es decidido
para ambos como “medio” (en sentido extenso) o como formando parte de la
realización, pero previamente de la intención [Absicht]

<# 4 La obtención / adquisición de la auto-conciencia personal en la relación yo – tú>

El polo de todas las afecciones y acciones necesariamente a disposición en el sujeto


solipsístico fingido, el sujeto de motivación que atraviesa la corriente de vivencias, que
como tal es sujeto estable de un aspirar en múltiples modalidades pasa a ser / 171 un
yo y con esto a ser un sujeto personal, logra “autoconciencia” personal en la relación
yo-tú, en la comunidad de aspiración y de voluntad posibilitada por la comunicación.
En la empatía el yo se descubre a sí mismo como sujeto de su vida y sujeto de su
mundo circundante y el yo extraño como “otro yo” (esto es, sin embargo, solo como
otro polo sujeto de una otra vida, que, en otros modos de donación, etc. se refiere al
mismo mundo circundante) es consciente por medio de una retroreferencia al propio
sujeto, que con esto se refleja a sí mismo. Yo como sujeto de motivación entro ahora
en la relación-yo-tú social originaria, no sólo junto al otro como otro, sino que yo lo
motivo y él me motiva; y en la relación destacada, que establece la relación-yo-tú por
medio de actos sociales, hace presente una unidad abarcadora de ambos sujetos del
aspirar o del querer específicos, en la que ambos se vinculan en una conciencia actual,
“actúan” / “influyen” [wirken] recíprocamente uno sobre otro como sujetos de aspiración,

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esto es, se dirigen uno hacia el otro recíprocamente en el aspirar a determinar una
acción, respectivamente, a padecerla. En esta comunidad no sólo cada uno aspira
/esfuerza/, sino que cada uno se da a sí mismo objetivamente como alguien que
aspira, él no sólo se da de antemano como tal para sí mismo, sino dado objetivamente
para sí mismo. Naturalmente no objetivamente como tema teórico, como tema de una
toma de conocimiento y de una toma más precisa de conocimiento o de una intención
dirigida hacia el conocimiento teórico (consideración atenta, observación, percepción
en busca y captura de conocimiento); sino como objetividad práctica, a saber,
formando parte del tema práctico. Por una parte, la aspiración busca apropiarse del
objeto como “cosa” [Sache], a destacarlo, a producir la unidad idéntica ideal de lo
presupuesto, a transformar lo presupuesto en su sí mismo que sería aprehendido
como idéntico en las producciones intencionadas siempre nuevas, eventualmente,
más adelante, a aprehenderlo conceptualmente, a determinarlo predicativamente,
como la cosa de los teoremas respectivos. Por otra parte, la aspiración se dirige a
“hacer mover” al otro, para que cumplimente mi solicitud / demanda / ruego, mi orden,
en primer lugar, para que tome conocimiento de tal o tal cosa, a que se relacione a
esta solicitud o a esta orden, y después para que tome conocimiento de esta orden y
de esta solicitud / demanda / ruego que son los míos, y para que la <or / 172 den>
que le he dado ahora, el deseo del que ha tomado conocimiento debería motivarlo de
manera correspondiente a “hacerlo moverse”. Aquí formo parte yo mismo del tema
práctico, en el contexto al cual la intención práctica se dirige, en el contexto de lo que
se tiene en vista y se examina de manera práctica [ Überschauenden und Abgesehenent].
Así en cada acción debo tener en vista temática prácticamente el “camino”, las metas
intermedias y la meta final.

<# 5 El amor>
Amor personal – una disposición [Gesinnung] duradera , un habitus práctido duradero,
su puesta en obra realizadora.
1) un activo complacerse [aktives Gefallen] en la individualidad personal del amado, en
su total conducta de su comportarse activo y pasivo sobre su mundo circundante, en
la expresión de su individualidad en su corporalidad propia, en general, en la
corporalidad propia espiritualizada [durchgeistigten Leiblichkeit].
2) Una aspiración no solo hacia la más rica actuación posible de esta alegría sino
hacia el “contacto” personal con ella y hacia una comunidad de vida y aspiraciones,

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en la que su vida en mi vida, esto es, su aspirar en mi aspirar es acogido, en la medida
en que mi aspirar, mi querer se realiza en el suyo y en su mismo actuar realizante,
como el suyo en el mío. El yo es polo – de afecciones y acciones, como tal es el polo
de una unidad de aspiración que atraviesa la totalidad de la conciencia fluyente. La
aspiración en sus múltiples modalidades constituye la vida del yo; toda
intencionalidad, que constituye [ausmacht] la forma de la propiedad del espíritu, de las
unidades adquiridas y libremente disponibles de la existencia y de la existencia valiosa
o beneficiosa, es una formación de la aspiración [ ein Gebilde des Streben] y,
eventualmente, del querer “consciente”. Si llego a vivir con otro en una comunidad
de aspiración / esfuerzo [Iribarne], entonces yo vivo como yo en él y él en mí. Pero
entonces para este tipo de comunidad y para su interioridad esto depende a su vez
de la extensión [Umfang] en la que el yo y el tú están recíprocamente uno-en-otro-
protegidos [wechselseitige Ineinander-Geborgenheit], de la extensión / magnitud,
precisamente, de la comunidad de aspiración y, además, de otros puntos diferentes.
No toda comunidad es comunidad recíproca, y no toda comunidad recíproca es
comunidad de amor.
[Iribarne, sobre lo que sigue, afirma “se trata […] de páginas antológicas, que descubren al filósofo,
como habitando, no solo las cumbres de la intelectualidad, sino las profundidades casi inefables de la
vida afectiva.”, vol. II, 214].

Idealiter les pertenece, a quienes se aman recíprocamente como sujetos /173


personales, esto es, como sujetos de aspiración socialmente comunicantes, no sólo
haber instituido [gestiftet haben] una comunidad de aspiración en singulares direcciones
de aspiración, sino que una comunidad semejante, en modo auténtico y también
inauténtico, está instituida para todo posible aspiración de ambos: los amantes no sólo
se comprometen respecto de cualquier empresa particular emprendida en común, lo
que naturalmente puede suceder, entre otras cosas. Ante todo: no sólo se hacen uno
al otro comunicaciones recíprocas, no actúan <meramente> la comunidad de toma de
conocimiento respecto de su entorno común y [temas] similares, sino, puesto que se
han vinculado en una comunidad amorosa, se da de manera universal que todo aspirar
del uno ingrese en el aspirar del otro, respectivamente que ha ingresado de una vez
por todas y respectivamente. Esto incluye que así como el contacto de los amantes
se actualiza y uno se interioriza del aspirar del otro, él explicite (caso “auténtico”) busca
asumir el aspirar en el suyo, eventualmente participa en ello la voluntad del otro,
interviene colaborando. Y cuando el otro amante prefiere terminar por sí mismo las

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cosas, sin embargo lo que el otro hace por su parte, no es meramente una cosa sino
también cosa del amante, en ella se realiza también su voluntad y su deseo: no por
su voluntad, suya como yo aislado, sino por la voluntad del otro, porque ese otro ha
sido asumido completamente como sujeto de vida y de su aspiración en el ámbito de
la intencionalidad de aspiración del amante. Incluso en las acciones de vida de cada
uno de los amantes, que tienen lugar fuera del contacto, de las cuales en gran medida,
el en cada caso otro no sabe nada, vive implicite la voluntad del otro. Como amante
yo sé que, lo que sea que pienso, siento, aspiro, hago, todo eso es necesario “en el
sentido” de mi amado, es para él correcto, no sólo no es censurado por él y en ese
sentido reconocido como correcto, sino que aquello a que yo aspiro es también en el
sentido de su aspiración. Este sentido se actualizaría si él estuviera allí, participaría
con alegría, estaría junto a mí cordialmente complacido y cuando esto estuviera
excluido o no fuera deseado, se transferiría con gusto y amorosamente a mi situación
de aspiración y en una aprobación voluntaria sabría activo su yo y su aspirar en el mío
(inauténtico, implícito vivir y aspirar del amante en el amado). Podemos / 174 decir:
los amantes no viven uno junto al otro y con el otro, sino uno-en-otro [ineinander], actual
y potencialmente. Portan también conjuntamente todas las responsabilidades, están
solidariamente vinculados, también en el pecado y en la culpa [Sünde und Schuld].

< # 6. El amor ético>


Pero la cuestión se impone de saber si este amor no es un caso límite, y constituye
el concepto de amor en todo buen sentido. Este amor descripto es quizás un amor
pecaminoso, o incluye todo amor pecaminoso. Pensamos aquí naturalmente en el
amor infinito de Cristo hacia todos los hombres y en el amor general a la humanidad
que el Cristo debe despertar en sí sin el que no puede ser un verdadero Cristo. En
nuestra descripción del amor no se trataba de lo ético. Los amantes padres crían a
sus hijos y no asumen toda la vida y aspiración del hijo del modo descripto en su
propia vida y aspiración. El amigo se apena si el amigo se aparta de su “verdadero sí
mismo”. El Cristo que practica el amor al enemigo, no ama lo malo en el enemigo y la
mala acción no es lo que él aprueba en su voluntad. En toda alma humana radica –
esa es la creencia- una vocación, un núcleo que se orienta hacia el bien, que debe
desplegarse a partir de sí mismo. Incluso en cada uno hay un yo ideal, el “verdadero”
yo de la persona, que sólo se realiza efectivamente en la “buena” acción. Cada hombre
despierto [erwachte] / maduro [Iribarne] (despierto éticamente) establece

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voluntariamente su yo ideal en sí mismo como “tarea infinita”. Y esto produce entonces
formas comunitarias éticas particulares, según que ambos vinculados no estén
despiertos éticamente, uno esté despierto éticamente y el otro no, o también que
ambos estén despiertos éticamente. Y después lo mismo respecto de una pluralidad
de sujetos personales. Entonces como verdadero amante (ético) yo amo y vivo
voluntariamente en el alma germinal, creciente, deviniente sujeto ético del otro; o lo
vivo en el sujeto maduramente despierto [reif erwachten], que combate, que lucha, que
se desarrolla éticamente libre, en todo lo que a partir de su habitualidad positiva ética
brota como su vida ética personal (la ética negativa es contra mi voluntad y deseo).
Yo vivo allí dentro, en primer lugar apruebo / 175 me alegro (o me apeno). Pero la
comunidad ética es amistad ética, comportamiento ético entre Cristo y Cristo, etc.

<# 7 Amor y comunidad de amor>


El amor al prójimo, que consiste en la mera solicitud [Fürsorge] amorosa por el otro, por
su ser y devenir éticos, es una disposición [Gesinnung] por el otro, por las comunidades,
por la humanidad toda, pero no instituye una relación comunitaria, un lazo personal,
respectivamente ninguna solidaridad personal [keine personale Verbundenheit].
Debemos distinguir en consecuencia entre el amor y la comunidad de amor, la
interpenetración amorosa de personas que por lo demás estarían separadas en una
personalidad común.
El amor cristiano es en primer lugar forzosamente mero amor. Pero se vincula con la
aspiración (que necesariamente está motivada por el amor) a llegar a ser una
comunidad de amor, en una extensión lo más grande posible. Por lo tanto la aspiración
a “entrar en relación” con los hombres, a abrirse a ellos e incorporarlos a sí, todo según
posibilidad práctica, cuyos límites son puestos éticamente y con esto por medio del
amor ético.

<# 8. El origen de la personalidad en la socialidad. La comunidad de gozo, la solicitud,


la comida en común y la familia>
Los modos de comportamiento personal están antes que los comportamientos éticos,
los que se sujetan al juicio ético, a la aprobación y desaprobación éticas. Todas las
modalidades de comportamiento de este tipo no son modalidades de comportamiento
de un sujeto en general (sujeto-medusa) [Quallensubjekt], sino precisamente de un
sujeto personal. El origen de la personalidad radica en la empatía y en los actos

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sociales que surgen de ellos. No es suficiente a la personalidad que el sujeto tome
conciencia de sí mismo como polo de sus actos; ella recién se constituye en la medida
en que el sujeto entra en relación social con otros sujetos, por donde él llega a ser un
objeto en el plano práctico, como ya lo hemos mostrado. Por eso mismo llega a ser
un sujeto que puede entrar y que entra en comunidad, pero que también / 176 entra
igualmente en las relaciones personales ocasionales con otros y no ejercita
solamente, en su vida y en su aspiración, la autoconservación en relación al mundo
de las cosas, sino también [entrena / practica ] como persona en el mundo de las
personas.
Cada persona tiene un mundo de cosas, una mera naturaleza como entorno. Si
abstraemos todas las relaciones personales, los intereses, las aspiraciones, surge la
pregunta de saber qué queda en materia de valores y metas prácticas. Un placer
sensible y las aspiraciones y voliciones correspondientes. ¿No es también concebible
una aspiración al conocimiento por observación, y al conocimiento teórico; alegría por
las apariciones bellas, por la belleza de la naturaleza, por la contemplación de las
imágenes de la naturaleza, en particular por las que ofrecen modos de aparición
bellos, alegría por la configuración de lo bello? [Gestaltung von Schönem]
¿Qué caracteriza la esfera del placer sensible naturalmente sano y aquella del aspirar
normal sensiblemente sano, de la que la transgresión se anuncia en la conciencia de
lo anómalo, de lo malsano, de lo degradado, de lo feo [ Gemeinen]? ¿Es una distinción
originaria o derivada? ¿Se puede motivar una intención estética y científica bajo
abstracción de todo esto y se puede fundamentar una jerarquía de valores?
Dejemos de hacer abstracción de esto: yo no tengo solo un mundo circundante físico,
encuentro en él cuerpos [propios Leiber] y conforme con la corporalidad propia,
[Leiblichkeit] otros sujetos, encuentro animales y hombres.
¿Cuáles son las relaciones posibles que surgen en relación a una subjetividad
extraña, animal y humana? ¿Cuáles los valores posibles, las significaciones de valor,
las aspiraciones, las metas voluntarias? ¿Cuáles las conexiones posibles como
personales con todos personales? En cuanto al animal y hombre extraños, puedo
ceñirme al cuerpo propio y valorarlos puramente como objetos de placer físico. Es una
cosa. No se toma en cuenta lo subjetivo, aunque está ahí para mí. Como si el cuerpo
propio fuera muerto, comido en vistas de un placer sensual, etc.
Pero el alma y el sujeto están ahí. Y surge la pregunta sobre cómo me motiva su
existencia. Debo, actuando sobre la corporalidad propia, determinar el alma y puedo

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producir en ella placer sensible o pena sensible. Puedo tratar al cuerpo propio ajeno
objeto de placer y por este medio producir placer en la subjetividad ajena, / 177 o
displacer y dolor. Y como en el placer sexual, no solo éste puede tener lugar, sino que
ambas partes pueden, gozando, no sólo cada una para sí tomar conciencia de su
placer, sino que pueden, como con otro, y confundidos gozantes y aspirantes a la
actividad placentera, estar ahí el uno para el otro y a una en esta confusión
[Durcheinander], aspirando al gozo el uno por intermedio del otro pueden establecer la
unidad de una comunidad de placer. El otro y su consentimiento, por lo menos su
docilidad [Fügsamkeit], no sólo es medio para el placer (o sea no sólo su cuerpo propio
ajeno), sino el sujeto ajeno como su corporalidad propia, que se encuentra en su
esfera de poder [Mächtsphäre], ofreciendo y permitiendo la actividad placentera, sino
que el otro es partícipe en una actividad, que una unidad de voluntad envuelve a
ambos y trae consigo una unidad del hacer de ambas partes y ambos disfrutan el
placer, para cada uno, entonces es objeto de placer que el otro tenga placer.
Pero también puede suceder que la subjetividad extraña no sea considerada por sí,
que el placer sea producido contra su voluntad, que le sea producido de esta manera
un daño, que esto la aniquile [vernichtet]. No sólo queda afuera el estrato supremo del
placer y del valor sino que en su lugar surge / interviene un negativum del que se
puede preguntar sino entraña un conflicto de valores, que no sólo disminuye el valor
sino que lo suprime. Se debe tener en cuenta lo siguiente: la coerción de estar a
disposición (por lo tanto estar sometido a la voluntad del otro), y conseguir por la fuerza
[Erzwingen] el placer contra la voluntad del otro, [en este caso] solo tendría lugar un
consentimiento forzado, un sometimiento de la voluntad. Puede ser que, por el lado
de la parte sometida no haya a decir verdad ningún deseo, pero que en el
sometimiento, nazca el placer y se despierte el deseo, y luego la satisfacción. Puede
ser que no tenga lugar ningún placer, sino pena, que se puede asumir para evitar una
pena más grande. Puede ser que se soporte la pena (se acepte) pero no que se
“asuma” [in Kauf genommen], finalmente, que la pena no sea soportada, sino que sea
resistida con una rebelión constante [ständigem Aufbäumen widerstrebt wird]. El soportar por
cierto también es un repugnar, pero también implica al mismo tiempo una aceptación
en el ánimo / corazón [Hinnhame im Gemüt] que hace falta en la rebelión de manera
ininterrumpida e intransigente. Vale lo mismo para el deseo corporal [ leibliche Lust] que
se relaciona biológicamente con la reproducción y conservación de la especie, pero
que no involucra al acto mismo / 178 (en los animales el olfatear, el lamerse de los

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jóvenes, etc., ); el hecho de que el educador obligue necesariamente a los niños a
lavarse, limpiarse, reprimirse, apartarse [de hacer tal o cual cosa] hace que se enojen
o tengan pena.
La solicitud instintiva [Instinktive Fürsorge] por la corporalidad propia, sirve de antemano
para la conservación saludable y naturalmente para el bien del alma: en los seres
humanos, se hace instintivamente y, sin embargo, con una intención premeditada.
Cuando el niño se desarrolla, aprende a comprender la exigencia, aprende la
necesidad de la limpieza, etc., aprende a someterse, a tolerar, a obedecer, y termina
por aprender a querer libremente él mismo y a aspirar pasivamente de sí mismo lo
que antes le había sido impuesto, aprende también a comprender el valor de la salud,
y resiste por sí un estímulo momentáneo, una comodidad y un confort momentáneos.
El comportamiento hacia los niños, que no pueden ser tratados “como adultos”, son
considerados, valorados, amados bajo el aspecto de su desarrollo futuro.
El comportamiento hacia los animales en tanto que seres pulsionales no racionales y
los animales superiores, que se aproximan al grado de los hombres.
Los seres humanos desarrollados en relación con seres humanos desarrollados.
La relación provisoria de la comunicación.
Aspiración instintiva a la reunión con personas del linaje directo / inmediato (familia),
las cosas en común de la sociabilidad [Gemeinsamkeiten in der Geselligkeit]. La comida
común. Suponemos que cada uno que tiene al otro como comensal puede comer
abundantemente y en paz hasta estar satisfecho. Los motivos de envidia, etc., se
ponen fuera de juego [se los excluye]. La alegría por la propia comida, pero también
me alegro, por resonancia, de la alegría que el otro tiene por comer, etc. Sobre el
fundamento del amor natural por los miembros de la familia. Se trata de una
comunidad provisoria. Llega a ser una institución regulada encontrarse ordinariamente
a la hora de la comida en común, como unidad de la acción social. La comida en
común es una parte fundamental de la instauración [ Stiftung] de la familia como una
institución social, como una comunidad persistente, constituida como tal por la
conciencia de los miembros de la familia. La familia no es sólo una modalidad habitual
de vivir juntos, sostenerse el uno al otro en la vida, sino una comunidad de vida con
órdenes de vida, que tiene carácter social. Eso quiere decir que cada miembro no sólo
sabe / 179 al otro junto a sí y no sólo busca al otro porque le da alegría estar junto a
él, sino que son comunidades, recíprocas relaciones de uno al otro de vida que aspira,
del hacer, del actuar juntos, del obrar en relación uno al otro, por donde el hacer del

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uno interviene en el hacer del otro, cada sujeto en modo personal interviene en la vida
y el hacer del otro, en él por lo tanto convive, se une a él como persona en múltiples
relaciones tú-yo; en resumen, se constituye una unidad, un todo, construido a partir
de sujetos-yo que se conectan interpenetrándose [sich verbindend durchdringen], siempre
y cuando la vida de uno acompañe la vida del otro, que se interese en el otro; que la
egoicidad [Ichheit] de uno no esté al lado de la egoicidad del otro, sino que viva y surta
efecto en el otro. Esto sucede en la familia, en todas las relaciones-yo que instituyen
la unidad de aquella, que no engloban todas las relaciones, que establecen relaciones
de unidad de los hombres con los hombres, pueden conectarlos recíprocamente.En
esta, el padre de familia puede tener la función social de señor / amo [ Herrn], y los otros
miembros de la familia la función de los que obedecen, los que sirven. Puede ser un
déspota o bien la “cabeza” que responsablemente cuida de todo [für das Ganze sorgt]. Y
la madre de la casa puede, como mujer de acción, estar a la cabeza de la economía
doméstica y del cuidado de los niños, ser responsable y asumir la función de señora
de la casa, y sin embargo sigue teniendo que dar cuenta por la corrección de sus
acciones al señor responsable del todo universal. También los otros miembros adultos
pueden tener sus funciones particulares y ejercitar su responsabilidad, de nuevo, bajo
una restricción calificada [unter bezeichneter Einschränkung]: eventualmente están bajo la
señora de la casa, como funcionarios económicos, o directamente bajo el señor en
tanto es la “cabeza” superior. Cada uno sabe, como sujeto, las funciones que son
suyas así como las de los otros.
Las asociaciones personales que nacen de manera natural-instintiva (la familia, y lo
que nace de la familia), remodelado históricamente.
Las asociaciones instituidas artificialmente con objetivos cualesquiera, los grupos, las
asociaciones de intereses [Zweckverbände] / 180

<# 9 . Socialidad y ética. La función en la comunidad y el deber.Comunidad y


sociedad>
La razón en la socialidad. La ética. La ética sobre un fundamento instintivo. La ética y
la personalidad. ¿Se puede dar una ética donde no hay en juego una comunidad
personal efectiva o posible, si no hay alguna relación de persona a persona?
Pero ahí entran en consideración esencialmente relaciones personales consigo
mismo. En la asociación constituida, no soy solo un sujeto activo, sino un sujeto de
una acción personal, y, en tanto que tal, no soy solamente el sujeto de una praxis, sino

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también sujeto-objeto, que forma parte del contenido de la acción (de lo que se quiere,
de eso a lo que se aspira, de lo que se proyecta). Si compatibilizo con otro, me hago
cargo de una función, entonces el otro me determina a determinarme a mí mismo a
hacerme cargo de esto o de lo otro.
En la comunidad familiar que se desarrolla naturalmente, vemos fácilmente que lo
primero es la solicitud / cuidado [Fürsorge] naturalmente inocente que surge de la madre
por los niños, del hombre por la esposa como madre de los niños, etc.
La abstención de la solicitud natural por omisión, por egoismo momentáneo, por
insensatez, etc., conduce a la crítica , luego a la exhortación personal, al orden, etc.
Se origina el deber [Sollen]: el “él debe”, y del lado de aquél que experiencia y se hace
cargo de la exigencia, el “yo debo”. No le faltan al padre de familia motivos del “yo
debo”, respectivamente, antes del juicio que haga sobre sí mismo; por ejemplo es
sensible a su propia negligencia, y la orden dada a contratiempo perjudica a sus
parientes y a sí mismo. La acción toda, de la que él mismo fue objetivamente el director
[Leiter] y lo es en el recuerdo, es censurable, y él como su autor / artífice. Se decide a
dar otras órdenes, órdenes mejores, las que tienen el carácter no sólo de órdenes
mejores, sino de órdenes exigidas / debidas [gesollten haben].
Cada miembro de la familia es un sujeto responsable, un sujeto que posee un “yo-
debo” descripto de modo general y determinado de manera particular y que forma
parte interiormente de esta generalidad. Este “yo debo” permanente (habitual) designa
acá el deber que nace naturalmente, y éste tiene un contenido general / 181 que
delimita de modo general el deber en tanto que contenido de sentido, como en el caso
particular del deber determinado de manera particular. Si decimos que el padre, la
madre, etc., tienen tal y tal función, aprehendemos entonces la familia como un lazo
personal que detenta en sí mismo un valor comunitario como objetivo, esto es, un
objetivo final comunitario, un objetivo final que es el objetivo de cada miembro de la
familia, por el que cada uno tiene al mismo tiempo sus objetivos particulares, incluidos
en la totalidad del objetivo global. Cada miembro tiene la función de ayudar a la
realización del objetivo familiar por la realización de sus objetivos particulares, y en
esta medida, en tanto tiene igualmente esta función, es el sujeto del objetivo referido
[betreffende Zwecksubjekt]. De manera general, los objetivos se delimitan naturalmente, y
eso es lo que designan las expresiones de función padre, hijo, etc. Cada uno tiene su
función y con ella sus deberes para cumplir con sus funciones, y esto de la manera
más perfecta posible.

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¿Son la función y la obligación [Pflicht] (deber [Sollen]) esencialmente diferentes? La
función designa la determinación práctica de los sujetos, la disposición hacia un
objetivo, y por cierto, desde el punto de vista de un objetivo particular, que sirve a un
objetivo englobante que involucra a toda la asociación social, aquí la familia. La familia
misma no tiene en sí ni para sí ninguna función: sino solo, por así decir, en la vida de
la gente, etc. Pero, en la familia, el padre cumple la función de la cabeza, la mujer la
función de la esposa y de la madre, etc. En la expresión de la obligación y del deber
se manifiesta el paso por lo negativo: la divergencia perturba la unanimidad /
concordancia de la voluntad y condiciona la reacción de la culpa.
En las comunidades instituidas “artificialmente” sobre el modo de la equivalencia y la
subordinación (amo y servidor, asociación, empresa constructora), las funciones, y,
respectivamente, los deberes se asumen voluntariamente sobre la base del acuerdo,
o, como en la relación de esclavos, impuestas por fuerza al subordinado. Pero una
conexión de voluntades [Willenszusammenhang], una unanimidad de voluntades también
forman también aquí el lazo personal. Este último se quiebra propiamente si los
miembros se niegan a cumplir con su obligación (es indiferente si es buena o mala, si
lo hacen con gusto o no y con desenfado). El esclavo que se escapa no es más
efectivamente esclavo (abstracción hecha de la cuestión jurídica, la que aquí todavía
no entra en juego). / 182 Una sublevación de esclavos quiebra la relación-amo-
esclavo. La coacción, la restablece nuevamente el derrocamiento de la sublevación,
y la expresión se ajusta [al estado de cosas restablecido] en tanto la nueva relación es
consciente como la continuación de la antigua relación. El esclavo reconoce el yo
debo, y reconoce igualmente el deber retroactivamente para la época en la que se
había quebrado.
Las transformaciones de las comunidades personales que nacieron naturalmente (o
personalidades de orden superior) por medio de cambio parcial en una comunidad de
voluntad. En el Estado: una comunidad de voluntad respecto de ciudadanos plenos.
Los que no tienen todavía el derecho a votar, los que todavía no forman parte de las
funciones del estado conforman un ejército de adolescentes que van madurando, que
se subordinan libremente, y que, en esta medida, forman parte de la comunidad de
voluntad. Pero no pueden por medio de su voluntad participar en la constitución del
estado. Sin embargo esto no es suficiente y requiere una consideración propia.
Confróntese, sobre los conceptos de comunidad y de sociedad, Tönnies, que no
concibe a la comunidad como una comunidad de voluntad (voluntad entendida en mi

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sentido pregnante). Comunidad lingüística, comunidad de familia, comunidad
conyugal, comunidad de la gente. Una comunidad lingüística no es un lazo personal,
que produce un todo de personas, pero, por lo contrario, un matrimonio lo es, incluso
si se trata de un matrimonio “moderno”. Un Estado es una totalidad [ Ganzheit] de
personas, aunque no todos se conozcan, como es el caso en una asociación grande.
El modo en que se produce un lazo personal debe seguramente tomar su punto de
partida en una empatía actual o en un acuerdo actual, o incluso en una subordinación
que surge naturalmente pero que se instituye con el estatuto de un contacto o
comunicación personales. Aunque es necesario a su vez tomar en consideración las
instituciones en las que las personas forman una unidad considerando caminos
indirectos, por lo que las personas permanecen “desconocidas”. Pero en todo caso
son las comunidades de voluntad de personas determinadas que, en tanto que sujetos
de voluntad, llegan a un acuerdo, aunque sea mediado.
Una comunidad lingüística no es un lazo personal hacia un todo que descansa sobre
la unidad de una posición de objetivo nacida arbitrariamente o bien a partir de
“condiciones naturales”, comunidad que ha experimentado un lazo de la unidad de un
objetivo y de una coordinación de la función y de la obligación. Del mismo modo una
comunidad profesional / 183 la comunidad que se produce por la unidad de una
costumbre [Sitte], de una forma de formación [Bildungsform], etc. Finalmente, está la
unidad de la gente / pueblo, de una raza, etc. Si el pueblo es el pueblo de un estado,
se separa la unidad del estado de la unidad de la comunidad que es constituida por
las formas de la costumbre, etc. Mencionamos aquí la raza en tanto la comunidad del
habitus físico externo va a la par de los caracteres comunitarios de este tipo. Sino, ella
no formaría parte.
La comunidad no significa la identidad de las especies y de formas de acción
personales, la identidad de modos de pensamiento, de opiniones, de actividades
científicas, etc., sino que se trata de personas que están en comunidad, que en este
sentido forman la unidad de un contexto de acción espiritual, ya sea la acción en
particular visible o no visible por todas partes. En sentido extendido, en la unidad de
una “tradición”, en una totalidad personal, en una personalidad de orden superior, el
yo influye sobre el tú. La voluntad de accionar atraviesa al tú en tanto que acción
personal y la voluntad personal de todos los otros funcionarios tiene una influencia
implícita en el funcionario. Pero aquél que comparte la misma lengua acciona por
medio de una expresión precisa, que “encuentra una resonancia” en lo profundo de la

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comunidad lingüística, pero no personal / no sobre un modo personal. En cambio, el
poeta se vuelve a su público con su arte lingüístico preciso, como el actor, como el
maestro a sus alumnos, el científico a sus colegas. La comunidad de investigadores
científicos es más que algo así como una comunidad lingüística. En la medida en que
los investigadores piensan en sus colegas de investigación (y piensan de manera
general e indeterminada, pero también piensan eventualmente en los que les son
conocidos <que pertenecen> a la generación presente), se vuelven hacia ellos
espiritualmente, y saben que ellos son hacia los que se vuelven, configuran un lazo
entre personas, pero sin embargo ninguna asociación que tiene su constitución.
Todavía sucede otra cosa con la comunidad entre artista y el público que lo sigue o
que lo rechaza, que tiene en vista del espíritu como generalidad indeterminada. Más
lejos, el comerciante y el artesano y su círculo de clientes efectivos y posibles.
Evidentemente hay relaciones personales que tienen curso entre yo y tú, pero ninguna
asociación, ninguna personalidad de orden superior, de la que habría que determinar
más precisamente el concepto. El círculo de los auditores de un orador: puede ser que
la mayor parte de ellos se encuentren ahí casualmente. / 184 Pero el orador puede
igualmente, en tanto que orador profesional, tener un público mas o menos regular.
Lo mismo el artesano, el comerciante, etc. tienen clientes ocasionales, y sin embargo
también una clientela regular, en la que el número medio de los clientes ocasionales,
que es variable, pero que tiene, en función del número, en las circunstancias dadas,
su regularidad, debe ser igualmente contado. Todo esto debe ser examinado a fondo.

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