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Unidad I:

Aprecio y valoración del entorno laboral que ofrece la ciudad como agente y ámbito
propiciador de su desarrollo integral a través de los lugares y personas, ejerciendo
acciones determinadas
Tema
Gestión del empleo (curriculum vitae)

Empleo digno

Profesional para el bien común.


El Bien Común es una antigua noción filosófica que, usada en el presente, busca
expresar el bien que requieren las personas en cuanto forman parte de una comunidad y
el bien de la comunidad en cuanto ésta se encuentra formada por personas.

Sin embargo, una noción aparentemente sencilla ha tenido un largo y a veces tortuoso
proceso de definición. El Bien Común es un concepto moral desde el que se juzga la
realidad de la sociedad y la convivencia humana. La guerra, el hambre, los conflictos
políticos y sociales, la justicia social, el desempleo son hechos que ponen de manifiesto
la tensión entre el bien y el mal en el plano de la coexistencia humana La perspectiva
más adecuada de la noción de Bien Común es la que ha ido madurando a lo largo de
tiempo la corriente personalista la cual pone en el centro de su moral el bien de la persona
humana. Esta corriente parte de la recepción de la filosofía clásica griega y romana,
especialmente Aristóteles. Asume la profundización de la escolástica (medieval y
renacentista) y la doctrina social cristiana y culmina con el Personalismo propiamente
dicho en el siglo XX, surgido después de la II Guerra Mundial tras la experiencia dramática
de los totalitarismos nazi y comunista. El Personalismo incorpora también la noción de
solidaridad vivida por el del movimiento obrero militante de tal forma que Solidaridad y
Bien Común forman hoy un tándem inseparable.

El concepto de Bien Común está fundamentado en un mensaje ético que acepta que el
ser humano tiene un fin (bien) al que tiende (vocación) de forma natural. Este fin es su
bien, plenitud, desarrollo o perfección. Esta tendencia al bien se manifiesta tanto de
manera individual como de manera social. Y esta sociabilidad humana tiene lugar no solo
porque al hombre le convenga para solucionar algunas cuestiones materiales o técnicas
(utilidad) sino porque su ser solo alcanza su plenitud en relación “a” y “con” los demás
seres humanos. El Bien Común es una noción que armoniza el bien del hombre en su
dimensión individual y social.

La perspectiva personalista considera que la persona es el centro y el sujeto de todo el


orden institucional. El concepto de persona íntegra la dimensión singular y social del ser
humano. Cada persona es única e irrepetible; un fin en sí misma. No somos átomos,
partes de un todo, piezas de un engranaje, individuos de una especie que podemos ser
reemplazados sin más. La dignidad del ser humano es una dignidad personal. Por ello
la economía, la política o la cultura deben estar al servicio del ser humano y éste debe
ser el protagonista directo de su propio desarrollo. Cuando la economía explota al
hombre; cuando la política oprime al hombre o cuando la cultura aliena al hombre se está
produciendo un atentado a la dignidad humana y por tanto al Bien Común.

Además, la corriente personalista considera la persona «en acción», es decir, la persona


actuando directamente sobre la realidad y transformándola. Mediante la acción, además,
la persona se expresa y se transforma a sí misma. No es el punto de vista de
un observador pasivo, exterior y neutral a la realidad. Por tanto, es un planteamiento
esencialmente práctico que no renuncia, sino que integra la teoría necesaria para su
comprensión y profundización.

Por todo ello es clave tener una noción adecuada del ser humano y de su historia porque
sin ello no es posible construir los cimientos del Bien Común y sin conciencia histórica es
imposible construir algo sólidamente.
Por otro lado hay una relación directa y esencial entre Bien Común y Solidaridad. La
Solidaridad es el Bien Común en acción. Solo es posible construir el Bien Común si
somos hombres y mujeres de acción solidaria. Y entendemos la solidaridad no como un
sentimiento superficial, sino como la firme determinación de trabajar por el Bien Común,
para que todos seamos verdaderamente responsables de todos. Esto nos va a llevar,
necesariamente, a un cambio en nuestras formas de vida, de tal forma que lleguemos a
compartir hasta lo necesario para vivir.

En este sentido, creemos que la vocación profesional, una de las dimensiones de la


vocación humana, va a ser el camino más adecuado para concretar nuestra aportación a
la construcción del Bien Común. Descubriendo y desarrollando nuestra vocación
profesional podremos, sin duda, transformar la realidad construyendo ámbitos de
solidaridad, libertad, justicia y en definitiva de paz.

Construcción para un currículo competitivo


1. Formato del CV

A menos que te postules a una posición creativa, de comunicación o publicidad, es


recomendable que tengas un curriculum en formato Word. Empresas de selección,
headhunters y Departamentos de RR.HH. necesitan encontrar la información relevante
de tu cv de forma rápida y clara en donde el cv tradicional continúa siendo la opción más
aceptada.

En la mayoría de los procesos de selección cada candidatura finalista debe ir


acompañada de un informe detallado. Mientras más complicado sea el formato de tu cv,
más difícil le será al reclutador trabajar en tu informe. Por ello es recomendable que
siempre tengas un cv en formato tradicional, aunque adicional tengas otros en
formatos visualmente más atractivos.

Lo mismo pasa con columnas, tablas y otros elementos que son muy útiles al momento
de estructurar la información pero que dificultan en gran medida el trabajo de la persona
de selección. Sabemos que hay mucha información en internet que anima a los
candidatos a tener un cv rompedor y fuera de lo común, pero también es importante
saber que lo que verdaderamente te diferenciará y atraerá a quien va a contratarte
es tu carrera profesional.

2. Fotografía

Aunque hace algunos años aún era motivo de polémica, la foto en un curriculum es
imprescindible para completar la imagen que la empresa tendrá de ti. Por ello hay que
cuidarla tanto como el propio contenido del documento. Recuerda que la empresa no te
conoce y esta es la verdadera primera impresión.

Evita las fotos de cuerpo entero, lo que se quiere es que los reclutadores pongan una
cara a toda tu información profesional. Una foto bien iluminada, reciente, de buena calidad
y en la que aparezcas de frente es la opción más profesional. Evita siempre fotos
recortadas, muchas bases de datos donde se incluyen los cvs para gestionar los procesos
de selección, automáticamente regeneran la foto original y aparecen todos tus amigos
alrededor vestidos de boda. Mejor no arriesgarse y hacer una foto especialmente
para el currículum.

3. Datos personales y resumen profesional

Este es el apartado más fácil de un curriculum pero que sigue teniendo algunos detalles
que pulir. Incluir tu nombre completo es importante, hay muchas personas que comparten
contigo tu nombre y apellido, por ello distínguete con todos tus datos para que al buscarte
en Linkedin te encuentren fácilmente. Los datos de contacto, e-mail y móvil, evita que
sean los de tu empresa actual, para poder contactarte con la discreción que requiere la
situación.
Además de tus datos personales, añade valor con un resumen que explique brevemente
tu perfil. Piensa cuales son las palabras clave de tu carrera profesional y puesto actual e
incluye un pequeño resumen de 3 líneas con tus años de experiencia, objetivos y
motivación al cambio.

4. Experiencia profesional

En este apartado hay varios aspectos a tomar en cuenta, las palabras claves es el primero
de ellos. La mayor parte de los buscadores de talento, incluso la base de datos pública
más grande del mundo, Linkedin, permite hacer búsquedas por palabras clave. Portales
de empleo, metabuscadores. Internas de empresas de selección también ofrecen esta
opción a reclutadores. Incluye en tu experiencia, las palabras clave que mejor identifiquen
tus funciones.

En segundo lugar, A veces nos olvidamos que nuestros logros son la mejor carta de
presentación de nuestra carrera profesional. Resultados concretos y tangibles que
aportaste en tus trabajos anteriores. Si has trabajado con una serie de objetivos,
los logros que hayas alcanzado en cada posición, los presupuestos que cumpliste,
avances en proyectos o las ventas alcanzadas son valores que le interesará
conocer a quien va a contratarte.

Para mostrar toda esta información en dos folios, hay que seguir la premisa de “menos
es más”. Hay que ser muy concisos y selectivos con la información a incluir, intenta
enfocarte en lo más relevante y reciente de tu carrera. Analiza la importancia de cada
posición que hayas desempeñado para tus objetivos actuales, por ejemplo, si no ves
mucha relación entre una experiencia laboral puntual pasada con el trabajo que buscas,
no tienes que agregarla al curriculum.

En cada experiencia profesional, es recomendable destacar:


• Empresa: con una breve explicación en caso que no sea muy conocida.
• Posición
• Período de tiempo
• Funciones que desempeñaste: en forma de resumen con palabras clave. También
funcionan muy bien las viñetas.

5. Extras

Hay información complementaria que puede ayudar al seleccionador a conocernos mejor.


Sin embargo, este es un punto en el que no debemos excedernos, porque podemos
distraer la atención de lo importante o que el documento sea pesado para el lector.

Competencias y Habilidades

Al igual que en la experiencia profesional, hay que ser selectivos al incluir las
competencias y habilidades. Un máximo de cuatro que realmente reflejen el valor que
podemos aportar son suficientes para que conozcan nuestras virtudes laborales.

Formación complementaria

Es preferible incluir la formación que esté relacionada con la posición que estamos
buscando. Esto demostrará lo especializados e interesados que estamos en el área sin
que parezca que hemos saltado de un curso a otro.

6. Actualización

Si realmente estás en busca de una mejor oportunidad laboral, no dejes que pasen
muchos meses sin incluir actualizaciones a tu cv. Analiza en qué puede estar fallando
tanto en fondo y forma que puede estar alejándote de tu empleo ideal.

4 tipos de currículum
1. CV creativo

Probablemente uno de los más nombrados por ser el más distinto al resto. Y es que esa
es la idea base de un currículum de tipo creativo: destacar por encima de todos los
demás.

Aun así, no es adecuado para todos los tipos de profesiones. Tú mismo/a sabrás si estás
en un sector en el que una presentación de este tipo te pueda ser de ayuda. Además, si
decides optar por este tipo de currículum, deberás tener en cuenta ser original sin
perder profesionalidad y sin dejar que tus logros se diluyan en el ruido.

2. CV cronológico

Es el tipo de currículum adecuado para aquellos que tienen poca experiencia laboral,
ya sea por haber permanecido mucho tiempo en una misma empresa o por llevar poco
tiempo de recorrido profesional.

Para elaborarlo, basta con listar la experiencia laboral ordenada por fechas, como si fuera
una historia. Es decir, empezando por el principio. ¿Cuál fue tu primera experiencia
laboral? Pues esa es la que aparecerá primero en la lista.

Como comentábamos, solo recomendamos esta opción para aquellos que cuenten con
un currículum corto. De lo contrario, si tu experiencia es muy dilatada, la persona que
tenga que leerlo tardará mucho en llegar a tu experiencia actual y entender, con ello, con
qué preparación cuentas actualmente.

3. CV funcional

En este tipo de resumen profesional, las experiencias profesionales están listadas según
los puestos ocupados y tareas llevadas a cabo. Es decir, imagina que, durante tu
experiencia profesional hasta la fecha, has sido social media manager, director de
cuentas y brand manager. En este caso, se leería el título “social media manager” y abajo
se listarían todas las empresas en las que has ocupado este puesto.

Este tipo de currículum es adecuado para aquellos que quieren dejar patente lo que
aporta la configuración escalable de su experiencia. Por lo que si has tenido experiencias
muy dispares, pero puntuales, es mejor que escojas otro tipo de currículum.

4. CV mixto

Como su propio nombre indica, el CV mixto combina varios tipos de currículums. La


estructura del CV funcional, desarrollando las experiencias en cada puesto de forma
cronológica. De hecho, es uno de los más usados. Lo cual tiene su parte buena y su parte
menos buena: es una estructura a la que los reclutadores están muy acostumbrados.

Lo entenderán rápido y, si tu experiencia encaja con el puesto, eso hará que te llamen al
momento para hacer una entrevista. Por otro lado, al ser el tipo de CV más visto, quizás
no destacarás tanto entre los demás como sí lo harías con un CV creativo

Bibliografía

• Ley No. 185. Código de Trabajo de Nicaragua. Gaceta Diario Oficial número 205.Managua-Nicaragua. 30
de octubre de 1996.
• Oppenheimer, A. (2014). Crear o Morir. New York, Estados Unidos: EDITORIAL DEBATE.
• Reglamento del Sistema de Créditos Académicos de la Universidad Nacional Autónoma
de Nicaragua (UNAN-León), disponible en página web de la UNAN-León. Sitio web:
https://www.unanleon.edu.ni/vra_formatosydoc.html
• ¿Sabes cuántos tipos de currículum existen? (infojobs.net)

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