CASO 1

Daniela, una talentosísima analista del área de marketing de la empresa Hyundai en

Peru recibe un ascenso para colocarse como jefa del área de Marketing en Japón.
Daniela está encontrando la vida en la gran ciudad de Tokio un poco abrumadora,
pero está tratando de adaptarse y hacer amigos. Uno de sus más grandes retos de
ajuste ha sido relacionado con sus colegas dentro del centro laboral. Hay muchas
nuevas reglas y rituales – ¡considerablemente más de los que ella ha experimentado
en Perú! Por ejemplo, en Japón ella debe usar un uniforme, mientras que en Perú, no.
En su centro de labor japones, no solo usan el mismo uniforme, sino que todos los
trabajadores usan los mismos zapatos. A sus colegas parece gustarles usar las
mismas ropas que los demás, pero Daniela siente que ha perdido una porción
significativa de su habilidad para expresarse. Otro reto para Daniela es el hecho de
que todos los días después de la jornada, sus compañeros la invitan a tomar unos
tragos, pero ella no disfruta mucho la bebida y aún no maneja el idioma al 100%.
Daniela siente que cuando rechaza estas invitaciones, pierde afinidad con sus
compañeros y a la vez con sus jefes ya que parece que esto es necesario para
integrarse con los demás. Sin embargo, Daniela prefiere ir a casa a descansar y hacer
otras actividades. Finalmente, ya que Daniela ingreso a finales de año, ella asistió a la
ceremonia de dos horas que brinda la empresa donde se revisan resultados, se
agradece el compromiso de los trabajadores, se dan palabras de aliento y se tocan
otros temas importantes que la empresa considere. La ceremonia fue extremadamente
ritualizada y los colegas de Daniela le dijeron que era exactamente igual año tras año.
Sus compañeros parecían disfrutar verdaderamente la ceremonia, aún cuando tenían
que permanecer de pie durante los 120 minutos completos. Sarah se había aburrido
como también se sentía cansada de estar parada por tanto tiempo y no podía entender
por qué sus compañeros esperaban esta ceremonia todos los años.