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En esta publicación, Lope de Vega indicaba el nuevo rumbo que debía seguir
el teatro español indicando una serie de pautas que son las que él mismo
seguía a la hora de crear sus comedias. En resumen, el nuevo teatro debía
seguir estos principios:
Con "El arte nuevo de hacer comedias", publicado en 1609, Lope de Vega
orientó el teatro español hacia un nuevo horizonte y totalmente alejado del
camino que había tomado hasta el momento.
Los personajes típicos del teatro del Siglo de Oro español
Para continuar con las características del teatro en el Siglo de Oro español es
importante que nos detengamos a conocer cuáles eran los personajes
principales en el XVI. A diferencia del teatro clásico, en este nuevo teatro se
elaboran personajes muy caracterizados e individualizados, es decir, los
personajes no son símbolos de aspectos humanos sino que son personas con
nombre y apellidos, con vicios y virtudes.
Rey: la figura del rey aparece en muchísimas comedias del Siglo de oro español.
Suele representarse como una persona que encarna la injusticia y la soberbia.
Puede presentarse como ser divino o, también, como un tirano, dependiendo del
autor y del mensaje de la obra.
Poderoso: en las comedias también suele aparecer un personaje poderoso y de la
alta sociedad. Suele ser un déspota que representa al hombre corrupto, castigado
y solitario.
Caballero: también es una figura muy habitual en las obras de teatro del Siglo
de Oro. Puede aparecer representado con diferentes connotaciones, tanto de
galán, de padre, de esposo o de hermano. Es el representante del código de
honor que era tan estricto e importante en la época.
Galán y dama: esta pareja también es una de las más frecuentes en las
comedias. Y, de hecho, gran parte de la intriga o del suspense tiene que ver con
sus aventuras o sus desdichas. El galán suele representar las cualidades del héroe
y la dama las de la mujer ideal.
Criado: también es frecuente que el galán y la dama cuenten con un criado y
criada, respectivamente, que actúa como confidente de sus sentimientos, sus
sueños y sus anhelos. Este personaje suele aportar un toque más humorístico y
distendido a la situación que se nos plantea y es caracterizado con un lenguaje
más coloquial.
Gracioso: es uno de los personajes que aparecieron en el teatro del XVI debido
a la confluencia entre la tragedia y la comedia. Es el personaje contrapuesto al
galán y se caracteriza por su buen humor, por ser una persona interesada, por su
cobardía y por su vivacidad. Suele ser el que contrapone la visión enamorada y
desesperada del galán dándole una perspectiva menos idealista y más real.
Villano: y, por supuesto, en los personajes tradicionales del teatro del XVI no
puede faltar el villano, la persona malvada que solo se interesa por sus propios
beneficios y actúa pensando solamente en sus intereses. Este personaje suele ser
el que causa el nudo en la trama y el que rompe la paz o la estabilidad que se nos
ha presentado durante la primera parte de la obra. Los personajes que luchen
contra el villano serán los que, después, serán considerados como auténticos
héroes sociales.
TEATRO ROMANO
En la antigua Roma, la sociedad era bastante culta teniendo en cuenta el momento de
la historia en el que nos encontrábamos, no solo les gustaban las actividades que eran
ocio, como las batallas de gladiadores o las carreras de cuadrigas, para ellos el arte
también era importante.
Las pinturas y las esculturas fueron una de las representaciones más grandes e
importantes que había en el antiguo Imperio Romano, pero no fueron las únicas, ya
que también existieron los teatros romanos, en los cuales los actores hacían muchas
veces representaciones de la mitología romana. Por suerte para nosotros, aún se
conservan muchos de ellos en buen estado y nos han permitido conocer mas sobre sus
características y sobre lo que se podía ver en ellos.
Los romanos eran un pueblo que tenían muchas fiestas y les gustaba celebrarlas por
todo lo alto, ese es el motivo de la evolución dentro de las obras de teatro, el cual
evoluciono como un medio para poder entretener y divertir a la gentedurante un
periodo de tiempo para hacerles olvidar su vida y a su vez, controlarlos mejor y que no
se revolucionasen.
Según fue pasando los años y el tiempo, los romanos acabaron concretando ciertas
características muy concretas, lo que les permitió diferenciarse de las antiguas obras
inspiradas en Grecia. Si nos fijamos en sus modelos, la gran mayoría tiene un estilo
similar al que propuso Vitruvio, que tenía las siguientes partes:
Scaenae frons (frente escénico): por norma general, se componía con una serie
de columnas.
Orchestra: era un semicírculo frente a al scaenae frons, en el cual se sentaban
los poderosos, donde estaba el coro que acompañaba la obra y en el que había
un altar a Dioniso.
Aditus: eran los pasillos que se encontraban en los laterales y que daban el
acceso a la Orchestra.
Cavea: una estructura con forma semicircular donde se sentaban la gente que
iba a ver la obra. Tenía una serie de divisiones, la primera de ellas en círculos,
que se denominaba cunei. Por otro lado, tenía otra división hecha por pasillos y
se les llamaba ima cavea, media cavea y summa cavea.
Vomitoria: similar a los vomitorios de los estadios actuales, eran unas entradas
con bóveda por los que accedían a la cavea.
Proscaenium (proscenio): es el espacio que estaba delante de donde se
desarrollaba la obra.
Porticus post scaenam (Pórtico detrás de la escena): como su nombre indica,
era un patio porticado que se encontraba detrás de la escena y que tenía una
serie de columnas.
Los teatros podían tener ciertas diferencias entre ellos, mientras que algunos arquitectos
montaban la cavea sobre unas galerías abovedadas, otros preferían usar las laderas
donde se construían para situar en ellas la cavea. Algunos teatros eran tan modernos,
que disponían de una tecnología con toldos que les permitía protegerse de la luz o de la
lluvia. Se ha observado en algunos teatros que había una zona dedicada a los dioses y
había ciertos templos para rezarles.
Las clases sociales tenían su sitio y no se podían mezclar entre ellos como si nada, cada
uno tenía sus zonas:
Dentro del Teatro Romano, se pudieron ver obras de teatro de diferentes géneros,
aunque al principio eran de temas religiosos. En su época mas gloriosa las obras se
inspiraban en el carácter del pueblo, aunque en ciertas obras añadían elementos
educativos para las personas menos cultas, además de acompañar con música a la obra.
Muchos de los actores no solo se vestían diferentes según las obras o los personajes que
interpretaban, sino que usaban un calzado como el que usaban los griegos en el teatro;
además de usar algunas máscaras, hechas a mano, para ocultar el rostro de los actores,
sobre todo cuando interpretaban personajes malos u odiosos.
Cuándo en Roma se representaba una obra dramática se llama fábula, pero según su
tema o los personajes, podría ser una tragedia o una comedia.
Fábula Tragedia
Fábula crepidata o coturnata: se diferenciaba por ser una tragedia de tópicos
griegos, donde los actores usaban una bota alta, de origen griego,
llamada cornuto.
Fábula praetexta: inspiradas en las leyendas o historias romanas, tenía el
mismo nombre de la toga orlada que usaban los ilustres en la Antigua Roma.
Fábula Comedia
Fábula palliata: se trataba de una obra que en el teatro romano hablaban
sobre asuntos griegos, en el cual los comediantes se cubrían con un tradicional
manto griego conocido como pallium.
Fábula togata: se hacía de modo versado y trataba temas romanos, los actores
usaban una toga.
Esto es todo lo que podemos contaros acerca del Teatro Romano, uno de los emblemas
del Imperio Romano que podemos apreciar en buen estado en nuestros días. En algunos
de ellos, como en el teatro romano de Mérida, aún se hacen ciertas representaciones y
espectáculos algunas veces al año.