Está en la página 1de 8

ORIGEN E HISTORIA

La cultura nace durante el período precolombino, aproximadamente en el año

100 a.C y 300 d.C. en lo que hoy se conoce como el departamento de Puno,

ubicado en Perú.

Esta cultura es precedente de dos culturas: Chiripa y Qaluyo. El idioma que

usaron para comunicarse entre ellos mismos era el pukina o puquina, una

lengua que hoy se encuentra extinta.

La lengua pukina ha sido estudiada desde el siglo XIX. Y se considera como

una lengua aislada, debido a que no hay algún parentesco con otra de las

lenguas que se encuentran en la región andina de América del Sur.

ORGANIZACION SOCIAL
La organización social estuvo organizada por medio de un sistema

teocrático. Lo que quiere decir que la figura central era quien tenía un contacto

directo con las deidades, era el sacerdote.

Al sacerdote, también se le subordinaron otros miembros de la misma sociedad

como lo fueron los agricultores, artesanos, etc.

ECONOMIA

La zona de influencia se extendió al oeste del lago y varios kilómetros del

este. Fue otra de las culturas que fue el puente del Chavín y Tiahuanaco. La

cultura fue la primera en dominar los sistemas y las técnicas propias de la

agricultura y la ganadería. Los “camellos” que fueron los que permitieron la

agricultura en varios terrenos aseguraron la agricultura.


LA RELIGION

Esta cultura se caracterizó por ser politeísta, ya que admiraban a varios dioses.

La deidad principal era el Sol, a quien le ofrecieron numerosas obras de arte

como son templos o piezas fabricadas en cerámica, etc.

Los pobladores le rendían también culto a los distintos fenómenos naturales y

aunque eran una religión politeísta, el Dios más popular fue el Dios de las

Varas: figura que sobrevivió al imperio Inca y quien cambió varios aspectos

según aquellas civilizaciones quienes le rindieron culto.


EL NÚCLEO PRINCIPAL

La cultura Pukará se caracterizó por una jerarquía de sitios compuesta por

núcleo principal, varios centros de menor tamaño y aldeas dispersas por la

cuenca norte del Titicaca planta circular elaboradas de piedras unidas con

mortero de barro. La densidad de estas casas refleja una ocupación

permanente y compacta.

 Un conjunto de estructuras domésticas muy complejas organizadas a modo

de recintos cerrados dispersos por la antigua terraza aluvial; que indican

especialización y jerarquía dentro del sitio.


 Tres conjuntos de estructuras masivas no domésticas.

 Seis construcciones de forma piramidal escalonada truncada de carácter

ceremonial las cuales reflejan una gran concentración de mano de obra y el

acceso a suficientes excedentes alimenticios como para mantenerla,

además de los conocimientos técnicos para su construcción y la

organización social y política para su dirección.

 Un último sector de túmulos funerarios.

La estructura más importante es Pirámide Kalassaya, de 300 metros de largo,

por 150 metros de ancho y 30 metros de altura, en Pucara Puno - Perú

Pucará está localizado en el centro de zonas alternativas de producción. El

altiplano del Titicaca es imprevisible debido a las alternancias climáticas diarias

así como a las irregularidades de los regímenes pluviales anuales. Las zonas

ubicadas a orillas del lago y hacia el lado oriental del altiplano son más estables

y productivas; mientras que las orientadas hacia el norte y occidente son más

inestables y de menor rendimiento. La ubicación de Pucará en el centro de

estos dos ejes permitía el acceso inmediato a cualquiera de las alternativas,

subsanando cualquier deficiencia productiva y minimizando los riesgos

LOS CENTROS SECUNDARIOS Y LAS ALDEAS

Coetáneos al sitio mayor de Pucará, y partícipes en la misma estructura

política, se encuentran otras ocupaciones con características diferentes.

Por un lado, los denominados "centros secundarios", que se caracterizan por

tener una arquitectura compleja y refinada, aunque nunca de la misma


magnitud que el sitio de Pucará, y que debieron tener una función

administrativa. El tercer tipo de asentamiento son aquellos cuyos restos

materiales reflejan poca concentración poblacional y ausencia de arquitectura

monumental. Se trata de pequeñas aldeas ubicadas en lugares estratégicos en

relación a fuentes de agua, de materia prima y recursos agrícolas y pastoriles.

 Textilería: tejieron hermosas telas con lana de alpaca, las que decoraban

con motivos variados y colores vivos.

 Cerámica: elaboraron una bellísima cerámica, cuya forma más

característica fue un vaso de boca ancha con una base muy gruesa. Esta

pieza representa a un ser de rasgos felino.

 Escultura: sobresalen las numerosas estatuas y estelas de piedra que

representan tanto a seres híbridos como animales, vegetales y figuras

geométricas

INFLUENCIA AL TIWANAKU

Durante el período conocido como Formativo Tardío, Pukará –formación social

de la cuenca norte del Titikaka– produjo una estatuaria lítica cualitativa y

cuantitativamente importante. Siempre se ha dicho que cuando

los Inkas llegaron a Tiwanaku, ya en ruinas para entonces, quedaron

maravillados y lo tomaron como un lugar sagrado. Parece que similar cosa

ocurrió siglos antes cuando fueron los tiwanakotas los que posiblemente se

maravillaron ante Pukará. Por eso, una vez ocupados los asentamientos

pukará por gente de Tiwanaku, es probable que los mandatarios de esta

formación social hubiesen tomado al sitio de Pukará como un lugar sagrado, y


hasta tal vez lo asumieron como su paqarina o lugar de origen, como un

imaginario. Copiaron su modelo arquitectónico y lo trasladaron a su capital en

el valle de Tiwanaku, en la cuenca Sur. Es posible que en ese momento, las

esculturas de Pukará se hubiesen convertido en objetos de gran valor religioso

y ritual, siendo su posesión símbolo de poder y prestigio. 

Este masivo traslado de esculturas desde la cuenca Norte del lago, hacia la

capital estatal de Tiwanaku, hay que entenderlo –por tanto– como un gran

Proyecto de Estado promovido por las élites dirigentes y ejecutado por

contingentes humanos dirigidos por los sabios de la época que bien podrían

llamarse ingenieros. Hay que añadir, que no solo las esculturas de Pukará

fueron objeto de veneración y apetencia durante la época clásica de Tiwanaku.

También lo fueron esculturas del Formativo Medio que han sido encontradas

entre sus ruinas. El caso más claro y mejor documentado se refiere al llamado

“monolito barbado” o estela 15 que en las excavaciones que Bennett practicó

en el templete semisubterráneo en 1932, apareció junto al gigante monolito

llamado precisamente “Bennett”..

La colección que se posee de esculturas pukará en Tiwanaku, debe proceder

de distintos asentamientos de la esfera Pukará, procedente de una época

anterior al desarrollo de Tiwanaku. 3 Siglos después Tiwanaku, al parecer,

también incorporó en su culto, y para el mantenimiento de su hegemonía,

estrategias similares a las de Pukará. Un ejemplo notable de ello serían los

llamados “chachapumas”, aparentemente sacerdotes con el rostro cubierto por

una máscara felínica que sacrificaban individuos cortándoles la cabeza. Un

singular estilo escultórico de esta cultura nos sirve hoy de testigo de aquello

También podría gustarte