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Fiebre:

Fisiopatología
y Tratamiento

Laura Gabriela Bernal Sanchez


Paula Juliana García Bocanegra
Anasofia Palacio Novoa
Valentina Nuñez Gonzalez
Nicolas Sebastian Sarmiento Silva
Introducción

● La función del hipotálamo es controlar la temperatura corporal, las


neuronas de la porción anterior preóptica y posterior reciben dos tipos
de señales: una procedente de los receptores del calor y el frío que
llega por los nervios periféricos y la otra de la temperatura de la sangre
que irriga la región.
● Estos tipos de señales se integran en el centro termorregulador del
hipotálamo para mantener la temperatura normal (36.5 y 37.5 ºC), este
equilibra el exceso de producción de calor deribado de la actividad
metabólica de los músculos y el hígado con la pérdida de calor
producida a partir de la piel y los pulmones
● La temperatura corporal puede elevarse en estado posprandial y en
casos de embarazo o disfunciones endocrinas
Fiebre e
hipertermia
Fiebre e hipertermia

● La fiebre es el aumento de la temperatura corporal, se produce en combinación con


un incremento del punto de ajuste hipotalámico (p. ej., de 37 a 39°C). Una vez que el
punto de ajuste hipotalámico se eleva, las neuronas del centro vasomotor se activan
y comienza la vasoconstricción.
● La vasoconstricción desvía la sangre de la periferia hacia los órganos internos para
disminuir la pérdida de calor por la piel, hace que los músculos aumenten la
producción de calor y la producción calórica por mecanismos químicos (sin
contracción) por parte del hígado también contribuye a incrementar la temperatura
central.
● Los procesos de conservación (vasoconstricción) y producción (escalofrío y aumento
de la actividad metabólica) de calor se mantienen hasta que las neuronas
hipotalámicas se adaptan por lo cual el hipotálamo mantiene la temperatura en un
nivel febril.
Fiebre e hipertermia

● Cuando el punto de ajuste hipotalámico vuelve a su ajuste más bajo (porque disminuye la
concentración de pirógenos o por la administración de antipiréticos), se inician los
procesos de pérdida de calor mediante vasodilatación y sudoración.
● En algunos casos el punto de ajuste hipotalámico se eleva a causa de traumatismos,
hemorragias, tumores locales o por alteración funcional intrínseca del hipotálamo.
● La hipertermia es un golpe de calor, dicho signo se caracteriza por un incremento no
controlado de la temperatura corporal que rebasa la capacidad del organismo para perder
calor, no cambia el punto de ajuste de la función del centro termorregulador del
hipotálamo y en esta no participan moléculas pirógenas.
● La exposición al calor exógeno y la producción de calor endógeno son los dos
mecanismos por los que la hipertermia puede dar lugar a temperaturas internas
peligrosamente altas.
● Esta puede ser letal y no responde a los antipiréticos, se diagnóstica con los hechos antes
de que aumentara la temperatura.
Patogenia de
la fiebre
Pirógenos

● El término pirógeno se usa para aludir a cualquier sustancia


productora de fiebre.
● Los pirógenos exógenos proceden del entorno exterior del
paciente; casi todos son productos microbianos, toxinas o
microorganismos completos en estos incluidos los virus.
● Los pirógenos exógenos producidos por:
○ Bacterias gram negativas son la endotoxina de tipo
lipopolisacárido.
○ Microorganismos gram positivos están las enterotoxinas de
S. aureus y las toxinas de los estreptococos de grupos A y B,
llamadas superantígenos.
Citocinas pirógenas

● Las citocinas son proteínas pequeñas que regulan los procesos


inmunitarios, inflamatorios y hematopoyéticos que antes se conocían
como pirógenos endógenos.
● Se incluyen las IL-1, IL-6, el factor de necrosis tumoral (TNF) y el
factor neurotrófico ciliar, un miembro de la familia IL-6, los
interferones (IFN) pero sobre todo IFN-α.
● Cada citocina pirógena está codificada por un gen independiente.
● La síntesis y la liberación de las citocinas pirógenas dependen de la
inducción de una amplia variedad de pirógenos exógenos que
proceden de fuentes bacterianas o fúngicas o pueden ser
manifestación de la enfermedad.
● Los procesos inflamatorios, los traumatismos, la necrosis del tejido o
los complejos antígeno-anticuerpo pueden inducir su producción
haciendo que el hipotálamo eleve el punto de ajuste hasta niveles
febriles.
Elevación del punto de ajuste hipotalámico por las
citocinas

● Durante la fiebre los niveles de prostaglandina E2 (PGE2)


ascienden en el tejido hipotalámico y en el tercer ventrículo
cerebral y esta alcanza su máximo valor en los órganos
vasculares circunventriculares.
● Los órganos vasculares circunventriculares son redes de
capilares de gran calibre situadas en torno a los centros
reguladores hipotalámicos, la destrucción de estas reduce la
capacidad pirógena por lo que parece que los pirógenos tanto
exógenos como endógenos actuan en el endotelio de etsos
capilares y esta interacción es el primer paso para el aumento
del punto de ajuste a niveles febriles.
● Las células mieloides y endoteliales son los tipos primarios que
producen citocinas pirógenas (IL-1, IL-6, TNF) que pasan a la
circulación general provocando el desarrollo de la fiebre por la
síntesis de PGE2 e induciendo la formación de esta en los
tejidos periféricos.
● La inducción de PGE2 en el encéfalo es la que inicia el proceso
de elevación del punto de ajuste hipotalámico para la
temperatura central.
Elevación del punto de ajuste hipotalámico por las
citocinas

● Hay cuatro receptores de PGE2 y cada uno estimula a la


célula de una manera distinta, el EP-3 es esencial para la
fiebre ya que el gen de ese receptor falla no provoca fiebre.
● El PGE2 no es un neurotransmisor pero su liberación en el
lado encefálico del endotelio hipotalámico estimula el
receptor PGE2 de las células gliales lo que libera cAMP que
si es un neurotransmisor.
● La liberación de cAMP activa terminales neuronales del
centro termorregulador que son los causantes de los
cambios del punto de ajuste hipotalámico.
● En el endotelio hipotalámico se identifican receptores
característicos de productos microbianos, estos receptores
reciben el nombre de receptores tipo Toll que son similares
a los de IL-1, estos receptores comparten el mismo
mecanismo de transducción de señal por lo tanto la
activación directa hace que se produzca PGE2 y fiebre.
Estudio del
paciente
Exploración física

● Se debe verificar la cronología de los sucesos que


antecedieron la fiebre, incluido el contacto con otros
individuos infectados o vectores de enfermedad.
● Los dispositivos electrónicos para medir la temperatura
siempre se deben utilizar en el mismo lugar para el
seguimiento de una enfermedad febril.
● Se deben tener en cuenta a recién nacidos, ancianos,
pacientes con insuficiencia hepática o renal crónica,
personas que toman glucocorticoides o que reciben
tratamiento con un fármaco anticitocina pueden
desarrollar una infección activa sin fiebre debido a la
respuesta febril amortiguada.
Pruebas de laboratorio

● Biometría hemática completa; el recuento diferencial


se hará de forma manual o con un instrumento
sensible a la identificación de neutrófilos, formas
juveniles o en banda, gránulos tóxicos y cuerpos de
Döhle, estos elementos sugieren infección bacteriana y
en casos de infección viral puede haber neutropenia.
● Medir las citocinas circulantes no es útil, sin embargo
las mediciones de proteína C reactiva y la velocidad
de eritrosedimentación (marcadores de procesos
inflamatorios) son útiles para detectar la enfermedad
oculta ya que la IL-6 induce a la proteína C reactiva.
Tratamiento
Fiebre en pacientes que reciben tratamiento
anticitocina

● Los pacientes que reciben tratamiento prolongado están en


desventaja por la disminución de la defensa de la infección.
● Estos regímenes amortigüen la respuesta febril ya que estos
compuestos anticitocinas reducen la actividad de IL-1, IL-6,
IL-12 o TNF.
● El bloqueo de la actividad de la citocina conlleva a reducir las
defensas del hospedador contra las infecciones bacterianas
habituales y las oportunistas.
● En los casos notificados de infección asociada al tratamiento
con anticitocinas se desconoce el grado en que se mitiga la
respuesta febril en estos pacientes.
● La febrícula es importante en los individuos que reciben
tratamiento con anticitocinas (glucocorticoides en dosis altas
o antiinflamatorios).
● Se debe llevar a cabo una valoración diagnóstica oportuna y
rigurosa en estos pacientes.
Tratamiento fiebre decisión de tratar la
fiebre

● El tratamiento sistemático de la fiebre y los síntomas que produce con


antipiréticos no es dañino ni disminuye la rapidez con la que se resuelven las
infecciones virales y bacterianas frecuentes.
● El no emplear antipiréticos permite valorar la eficacia de un antibiótico en
particular si no se ha identificado al organismo patógeno.
● El empleo habitual de antipiréticos puede disimular alguna infección bacteriana
mal tratada y en algunos casos el hecho de no administrar antipiréticos puede
facilitar el diagnóstico de un cuadro febril poco común.
● En casos de fiebre tifoidea, brucelosis, leptospirosis, algunas fiebres inducidas por
fármacos y fiebre simulada, se produce una disociación entre pulso y temperatura
(bradicardia relativa) y en el choque séptico se observa hipotermia.
● Hay infecciones que tienen evoluciones características en que los episodios
febriles están separados por lapsos en que hay temperatura normal como las
infecciones por Plasmodium vivax, P. malariae, Borrelia
Tratamiento con anticitocinas para reducir la fiebre en
las enfermedades autoinmunitarias y autoinflamatorias

● Se documenta la fiebre recidivante en algún


momento en la mayoría de las enfermedades
autoinmunitarias y casi en todas las enfermedades
autoinflamatorias.
● Las fiebres recidivantes son características de las
enfermedades autoinflamatorias como Still del
adulto y juvenil, la fiebre mediterránea familiar y el
síndrome de hiper-IgD, neutrofilia y la inflamación
de las serosas
● La fiebre que acompaña a las enfermedades
autoinflamatorias disminuye de manera
impresionante cuando se bloquea la actividad de
IL-1β, por lo que las anticitocinas reducen la fiebre
en enfermedades autoinmunitarias y
autoinflamatorias y los pacientes también mejoran
con antipiréticos.
Mecanismos de acción de los antipiréticos

● La disminución de los niveles de PGE2 en el centro termorregulador hace bajar el punto de


ajuste hipotalámico que mostró elevación ( fiebre).
● La síntesis de PGE2 depende de la enzima ciclooxigenasa, el sustrato de dicha enzima es el
ácido araquidónico liberado por la membrana celular por lo tanto los inhibidores de la
ciclooxigenasa son antipiréticos potentes.
● El acetaminofén es un débil inhibidor en el tejido periférico pero en el encéfalo el sistema
citocromo p450 lo oxida y de la forma oxidada inhibe la actividad ciclooxigenasa, al igual que
la inhibición de COX-3 en el encéfalo genera efecto antipirético.
● La actividad reductora de la fiebre es similar para el ácido acetilsalicílico y el acetaminofeno
administrados por vía oral.
● Los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), como el ibuprofeno e inhibidores específicos de
COX-2, también son excelentes antipiréticos.
● El tratamiento prolongado con dosis altas de antipiréticos como el ácido acetilsalicílico o los
NSAID no reduce la temperatura central normal del organismo, por lo que parece que la
PGE2 no desempeña función alguna en la termorregulación normal.
● Los glucocorticoides actúan en dos niveles, en primer lugar, reducen la síntesis de PGE2 al
oponerse a la actividad de la fosfolipasa A2 necesaria para la liberación del ácido
araquidónico de la membrana celular y en segundo lugar, bloquean la transcripción del mRNA
de las citocinas pirógenas.
Tratamiento de la fiebre

● Los objetivos del tratamiento consisten en bajar el punto de ajuste


hipotalámico que ha aumentado y facilitar la pérdida de calor
● La reducción de la fiebre con antipiréticos favorece el alivio de
otros síntomas generales como la cefalea, las mialgias y las
artralgias.
● El ácido acetilsalicílico y los NSAID por vía oral reducen de
manera eficaz la fiebre, pero pueden dañar las plaquetas y el tubo
digestivo. Por tanto, se prefiere el acetaminofeno como
antipirético.Si el paciente no puede tomar antipiréticos orales, se
pueden administrar preparados parenterales de NSAID y
supositorios rectales de diversos antipiréticos.
● En la hiperpirexia se debe utilizar antipiréticos y en aquellos
pacientes con hiperpirexia por enfermedades o traumatismos del
SNC (hemorragia del SNC), la reducción de la temperatura central
mitiga los efectos nocivos que el aumento de la temperatura
ejerce sobre el encéfalo.
Bibliografía

Surana N.K., & Dinarello C.A., & Porat R (2022). Fiebre.


Loscalzo J, & Fauci A, & Kasper D, & Hauser S, &
Longo D, & Jameson J(Eds.), Harrison. Principios de
Medicina Interna, 21e. McGraw Hill.
https://accessmedicina-mhmedical-
com.ezproxy.uan.edu.co/content.aspx?bookid=3118&se
ctionid=267810244
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