Está en la página 1de 10

4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA.

LA CRISIS DEL AR

ÍNDICE VOCABULARIO
1. Carlos IV y la Francia revolucionaria. AR
2. La Guerra de Independencia y Las Cortes de Paz de Basilea
Cádiz. Tratado de Fontainebleau
3. Reinado de Fernando VII. Motín de Aranjuez
3.1.Etapas Estatuto de Bayona
3.2. La independencia de la América española. Afrancesados
4. Isabel II Patriotas
5. El Sexenio Democrático o Revolucionario Guerrillas y sitios
6. Población y agricultura en la España del siglo Tratado de Valençay
XIX Abrazo de Vergara
7. Industria y otros sectores económicos. Unión Liberal
8. La sociedad de clases. Revolución Gloriosa
9. Cultura y arte. Desamortización
9.1.Cultura FRE, Federación Regional
9.2.Goya Española
9.3.Romanticismo y Realismo en España

PERSONAJES: Carlos IV, Manuel Godoy, José Bonaparte, Fernando VII, Dupont, Castaños,
Rafael de Riego, Isabel II, Simón Bolívar, José de San Martín, Amadeo de Saboya,
Mendizábal, Madoz, Goya y Antonio Gisbert.
1. Carlos IV y la Francia revolucionaria.
Los cambios revolucionarios y sus limitaciones
En España, el siglo XIX fue un periodo de transformaciones en el que desaparecieron las
estructuras políticas, económicas y sociales del Antiguo Régimen. Pero el alcance limitado de
estas dejó retrasada a España respecto a las grandes potencias europeas.

➜ El absolutismo dio paso a un sistema liberal. Pero este cambio se produjo en un ambiente
de gran inestabilidad marcado por las guerras civiles, los golpes de Estado militares y la pérdida
del imperio colonial.

➜ La población creció, pero de forma moderada; y la economía se modernizó, pero los


progresos fueron tardíos, lentos y menos intensos que en otros países europeos.

➜ Se estableció una nueva sociedad de clases basada en la riqueza. Pero los terratenientes
mantuvieron una gran influencia, la burguesía y el proletariado crecieron poco, y el
campesinado siguió siendo mayoritario.
Accedió al trono en 1788, y enseguida dejó el poder en manos del primer ministro, Manuel
Godoy. Durante su reinado estalló la Revolución Francesa. El temor a su propagación en
España provocó el cierre de fronteras, la finalización de las reformas ilustradas, consideradas
inspiradoras de la revolución y la declaración de la guerra a Francia, tras la ejecución de Luis
XVI en 1793. En el transcurso de la guerra, los franceses invadieron el País Vasco y Navarra,
lo que obligó a Godoy a firmar la Paz de Basilea en 1795.
En 1807, Godoy dio un giro a su política y se alió con Napoleón tras la firma del Tratado de
Fontainebleau. En él se acordaba la invasión y el reparto de Portugal, que no aceptaba el

1
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

bloqueo económico contra Reino Unido decretado por Napoleón. Con este pretexto, las tropas
francesas entraron en España.
Pero la ocupación de los puntos estratégicos de la Península dejó clara su intención de invadir
también España. Este hecho provocó el motín de Aranjuez (1808), una sublevación popular
contra la política de Manuel Godoy instigada por el heredero del trono, el futuro Fernando VII.
Como consecuencia, Carlos IV depuso a Godoy y abdicó en su hijo Fernando.
Napoleón aprovechó hábilmente las desavenencias de la familia real: atrajo a padre e hijo a
Bayona (Francia), logró que ambos abdicasen en él (abdicaciones de Bayona) y cedió el trono
de España a su hermano José Bonaparte
La formación de grupos ideológicos
José I Bonaparte reinó en España entre 1808 y 1813. En este tiempo, implantó el llamado
Estatuto de Bayona, que establecía un sistema político conservador en el que el rey tenía el
poder ejecutivo y la iniciativa para proponer leyes, y realizó algunas reformas. Entre ellas, el
establecimiento de derechos para los presos, la abolición de la tortura y la supresión de los
privilegios de la nobleza.
Estos acontecimientos dividieron a los españoles en dos grupos ideológicos.

➜ Los «afrancesados» aceptaron la nueva monarquía y apoyaron sus reformas. Constituyeron


un reducido grupo de españoles integrado por miembros de la nobleza y del alto clero y, sobre
todo, por funcionarios.

➜ Los «patriotas» se negaron a aceptar a un monarca extranjero, impuesto por las armas. En
este grupo se incluyeron la mayoría del pueblo, que defendió la soberanía de Fernando VII y
los valores tradicionales (Dios, patria, rey); y los liberales, en su mayoría burgueses y
profesionales liberales que querían acabar con el Antiguo Régimen y elaborar una constitución.
2. GUERRA DE INDEPENDENCIA Y CORTES DE CADIZ
La Guerra de Independencia.
El destronamiento de los Borbones y la invasión de las tropas francesas provocó un doble
proceso: una guerra de liberación contra la invasión francesa y el inicio de una revolución
liberal contra el absolutismo. Esta última se llevó a cabo en las Cortes de Cádiz.
La irrupción de los franceses provocó el levantamiento del pueblo de Madrid el 2 de mayo de
1808. Su extensión a otras ciudades supuso el inicio de la guerra de la Independencia.
En las ciudades, la lucha contra la ocupación se realizó mediante la resistencia y el
levantamiento contra los franceses. Y en el campo, mediante guerrillas, o ataques por sorpresa
al enemigo.

➜ En la primera fase de la guerra se frenó el avance francés, ante la resistencia encontrada en


ciudades como Girona, Zaragoza, Valencia y Cádiz, y la victoria en la batalla de Bailén (1808).
Napoleón acudió entonces a España con 250 000 soldados y recuperó casi todo el territorio.

➜ A partir de 1812, aprovechando los problemas de Napoleón en Rusia y con ayuda de un


ejército británico desembarcado en Portugal, los franceses fueron derrotados en Arapiles,

2
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

Vitoria y San Marcial. Como consecuencia, Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de
España y de las Indias en el Tratado de Valençay (1813), y se retiró de España.
Las Cortes de Cádiz
La revolución liberal contra el absolutismo ocurrió de forma paralela a la guerra. Ante el vacío
de poder creado por la ausencia de los reyes, los patriotas crearon juntas provinciales de
defensa, para dirigir la guerra. El poder lo asumió una Junta Suprema Central, con las funciones
de coordinar la guerra y realizar las reformas políticas y sociales que necesitaba el país. Para
ello, la Junta Suprema convocó unas Cortes en Cádiz (1810), elegidas por sufragio universal
masculino.
Entre los diputados de las Cortes había absolutistas, defensores de la soberanía real y del
mantenimiento del Antiguo Régimen; y liberales, partidarios de la soberanía nacional y de
acabar con el Antiguo Régimen. Estos últimos lograron la mayoría, y consiguieron que las
Cortes realizasen reformas legales y aprobasen una constitución.

➜ Las leyes aprobadas establecieron la libertad de imprenta (1810), y abolieron los señoríos
(1811), los gremios (1813) y la Inquisición (1813). Con ellas se atacaban los fundamentos del
Antiguo Régimen.

➜ La Constitución de 1812, la primera en la historia de España, reconocía derechos


individuales, como la igualdad ante la ley, y establecía la soberanía nacional y la división de
poderes. Así, el absolutismo se sustituía por un sistema político liberal.
3. EL REINADO DE FERNANDO VII
3.1. ETAPAS
En 1814 Fernando VII regresó a España, donde fue recibido con grandes manifestaciones de
júbilo por el pueblo. Su reinado (1814-1833) pasó por tres etapas, marcadas por los
enfrentamientos entre absolutistas y liberales.

➜ El Sexenio Absolutista (1814-1820). Fernando VII abolió la Constitución de 1812, anulando


así la obra de las Cortes de Cádiz y persiguió a los liberales. Algunos se exiliaron, y otros
trataron de alcanzar el poder mediante pronunciamientos o golpes de Estado militares.

➜ El Trienio Liberal (1820-1823). En 1820 triunfó el pronunciamiento del comandante Rafael


de Riego en Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Asustado, Fernando VII juró la Constitución
de Cádiz y aceptó que los liberales restablecieran la obra de las Cortes de Cádiz, como la
supresión de los señoríos, la eliminación de la Inquisición, etc. Mientras tanto, Fernando VII
lograba la ayuda de las potencias absolutistas de la Santa Alianza. Esta envió en 1823 un
ejército francés, los llamados «Cien Mil Hijos de San Luis», que invadió España y permitió al
rey restablecer el absolutismo.

➜ La Década Ominosa (1823-1833). Se inició con la represión de los liberales. La situación


cambió en 1830, con motivo del problema sucesorio, pues al nacer su hija Isabel, Fernando VII
derogó la Ley Sálica que impedía heredar el trono a las mujeres. Don Carlos, hermano de
Fernando VII y hasta entonces su sucesor, no la aceptó y recibió el apoyo de los absolutistas,
lo que obligó a María Cristina, esposa de Fernando VII, a apoyarse en los liberales.

3
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

3.2. INDEPENDENCIA DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA


En los últimos años del reinado de Fernando VII se produjo la independencia de las colonias
españolas en América. El proceso fue promovido por los criollos, descontentos por su
marginación política, los fuertes impuestos que pagaban y su discriminación social respecto a
los peninsulares. Y se vio impulsado por la difusión de las ideas liberales y revolucionarias
europeas y por la ayuda militar de Estados Unidos y de Reino Unido. Se llevó a cabo en dos
etapas:

➜ La primera etapa (1810-1814) coincidió con la guerra de la Independencia, durante la cual


se formaron juntas revolucionarias dirigidas por los criollos. Estas mostraron pronto tendencias
independentistas, encabezadas por Simón Bolívar y José de San Martín; pero fueron reprimidas
tras el regreso de Fernando VII a España.

➜ La segunda etapa (1815-1825) tuvo lugar en el reinado de Fernando VII, que rechazó
conceder cierta autonomía a las colonias. Gracias al apoyo británico y estadounidense, España
fue derrotada en Pichincha (1822) y Ayacucho (1824), y su imperio colonial quedó reducido a
Cuba y Puerto Rico, en América; y a Filipinas, en Asia.
Las nuevas repúblicas surgidas tras la independencia no lograron unirse, y quedaron en manos
de jefes militares.
4. ISABEL II
A la muerte de Fernando VII accedió al trono su hija, Isabel II, que contaba con solo tres años.
Durante su minoría de edad ejercieron la regencia su madre, María Cristina (1833-1840), y el
general Espartero (1840-1843).
En este periodo, el problema sucesorio desencadenó una guerra civil, la primera guerra carlista
(1833-1839), que enfrentó a los absolutistas, defensores de don Carlos, con los liberales,
partidarios de Isabel. La contienda finalizó en 1839, con la victoria liberal y el llamado Abrazo
de Vergara.
El reinado de Isabel II.
En 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad y se inició su reinado personal. Durante este
se consolidó el régimen liberal, basado en un sistema de partidos políticos.
El reinado, sin embargo, se caracterizó por una gran inestabilidad política, motivada por el
enfrentamiento entre dos partidos liberales: el moderado, integrado por la alta burguesía y
algunos sectores de la clase media (profesionales liberales, propietarios, jefes y oficiales del
Ejército, etc.); y el progresista, formado por las clases medias urbanas, como pequeños
comerciantes y empleados.
Al llegar al poder, cada partido trató de imponer sus ideas, redactando una constitución a su
medida.

➜ En la llamada Década Moderada (1844-1854) se impuso la Constitución de 1845.

➜ En el Bienio Progresista (1854-1856) se redactó la Constitución de 1856, que no llegó a


publicarse.

4
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

➜ Y en los últimos años del reinado (1856-1868) se alternaron en el poder los liberales
moderados y un nuevo partido de centro, la Unión Liberal.
Además, surgieron nuevos partidos opuestos al régimen liberal: los demócratas, defensores del
sufragio universal masculino; y los republicanos, que querían abolir la monarquía.
En 1866, los demócratas, los republicanos, los progresistas y la Unión Liberal firmaron el Pacto
de Ostende, para derrocar a la reina y convocar Cortes Constituyentes por sufragio universal
masculino
5. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO
En 1868 triunfó una nueva revolución, conocida como «La Gloriosa», y la reina se exilió. Se
formó entonces un gobierno provisional que promulgó la Constitución de 1869, de carácter
más democrático, pues reconocía los derechos de expresión, prensa, reunión y asociación; la
soberanía nacional; la división de poderes y, por primera vez en la historia española, el sufragio
universal masculino.
A continuación, siguieron dos periodos con distinta forma de Estado:

➜ La monarquía democrática (1871-1873) recayó, por elección del Gobierno, en el italiano


Amadeo de Saboya. Este tuvo que enfrentarse con la oposición política de los republicanos y
de los partidarios de los Borbones; y con varias insurrecciones militares. Ante esta situación,
Amadeo abdicó en 1873 y se proclamó la Primera República.

➜ La Primera República (1873-1874) fue un periodo de gran inestabilidad política. Los


republicanos estaban divididos entre unionistas, partidarios de un Estado centralista; y
federalistas, defensores de un Estado descentralizado. Además, una nueva guerra carlista, la
guerra en Cuba y la insurrección de ciertos municipios, como Cartagena, que se proclamaron
cantones o repúblicas independientes, provocaron varias crisis de gobierno. Esta situación
favoreció la restauración de la monarquía borbónica en 1874.
6. POBLACIÓN Y ECONOMÍA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX
Entre 1788 y 1874, la población española creció con moderación, pasando de 10,5 a 16,5
millones. Las causas fueron las mejoras en la alimentación, por la difusión del cultivo de maíz
y patata y la extensión de los cereales y los avances de una incipiente medicina preventiva.
La mayoría de la población se concentraba en la periferia peninsular y vivía en el campo. La
migración más destacada del periodo fue el éxodo rural hacia las nuevas capitales provinciales
y aquellas ciudades de Cataluña, el País Vasco y Madrid que implantaron industrias modernas.
Como consecuencia, creció la población urbana.
Las transformaciones agrarias
La abolición del régimen señorial.
Las Cortes de Cádiz decretaron en 1811 que los señoríos jurisdiccionales, en los que el señor
desempeñaba funciones públicas como la administración de justicia, pasasen al Estado. Y que
los señoríos territoriales, en los que el señor solo obtenía recursos económicos de la tierra,
pasasen a propiedad particular, generalmente de las grandes familias que los habían explotado
durante siglos.

5
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

La desamortización
Los liberales decretaron la desamortización o venta de los bienes amortizados, es decir,
vinculados a ciertas instituciones como la nobleza, el clero, o los municipios, que hasta
entonces no podían venderse.
Las primeras medidas desamortizadoras se aprobaron en las Cortes de Cádiz y en el Trienio
Liberal; pero el proceso recibió su impulso definitivo durante el reinado de Isabel II. Para ello,
en sucesivas leyes, el Estado confiscó y subastó los bienes del clero y abolió los mayorazgos
de la nobleza (desamortización de Mendizábal, 1836-1837) y decretó la venta de las tierras
comunales, de los bienes de propios de los ayuntamientos y de todos los demás bienes
amortizados o de «manos muertas» (desamortización general de Madoz, 1855).
Los objetivos de estas leyes eran: obtener recursos para el Estado y facilitar el acceso del
campesinado a la propiedad de la tierra. Pero los resultados no fueron los esperados. El sistema
de venta por subasta benefició a la nobleza y a la burguesía, que crearon grandes latifundios y
perjudicó a los pequeños propietarios, que no pudieron comprar tierras y se arruinaron tras la
venta de las tierras municipales. También resultaron perjudicados los arrendatarios y los
jornaleros, ya que los nuevos propietarios endurecieron sus condiciones de trabajo.
Las mejoras agrarias: consistieron en un aumento de la superficie cultivada, sobre todo de
cereales y de vid; una lenta introducción de adelantos técnicos, como uso de fertilizantes y de
máquinas; y la extensión del regadío, mediante la construcción de presas y canales.
7. INDUSTRIA Y OTROS SECTORES ECONÓMICOS
Una industrialización lenta y parcial
La Primera Revolución Industrial se inició en España hacia 1830. Pero se desarrolló lentamente
y de forma parcial, por lo que quedó retrasada respecto a sus competidores europeos. Entre las
causas del lento despegue industrial se han señalado:

➜ La baja demanda de artículos industriales, debida al modesto crecimiento de la población y


al empobrecimiento del campesinado.

➜ El escaso espíritu emprendedor de la burguesía, que basaba su prestigio social en la posesión


de la tierra. Por eso, no invirtió su capital en la industria y lo dirigió a la compra de bienes
desamortizados.

➜ Otros factores fueron el atraso tecnológico y la escasez de materias primas, que obligó a
costosas importaciones de máquinas y de recursos; y la inestabilidad política, que no impulsó
una política económica coherente.
Los principales sectores industriales
Los sectores industriales básicos fueron la minería, la siderurgia y el sector textil.

➜ La minería conoció una fuerte expansión a partir de 1860, y convirtió a España en una
importante explotadora de minerales como plomo, hierro, mercurio y cobre. Pero, en buena
parte, los minerales se exportaban, en perjuicio de su utilización por la industria nacional.

6
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

➜ La siderurgia se inició en Andalucía (1830-1865). Pero ante la inexistencia de carbón


mineral, se trasladó primero a Asturias (1865-1880), con abundantes recursos de carbón; y
desde 1880, al País Vasco, donde existían minas de hierro.

➜ El sector textil del algodón se concentró en Cataluña. Las fábricas usaron primero máquinas
hidráulicas, por lo que se localizaron a lo largo de los ríos. Luego emplearon máquinas de
vapor, que fueron ubicadas junto a los puertos importadores de carbón. También se desarrolló
en Cataluña una importante industria lanera, que importó la lana de Australia y Alemania.
Otros sectores económicos
La modernización del transporte fue posible gracias a la Ley de Carreteras de 1851, la Ley de
Ferrocarriles de 1855 y la llegada de capital extranjero.
La red de carreteras se amplió, hasta alcanzar 16 807 km en 1874. La red ferroviaria se inició
con la construcción de las líneas Barcelona-Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851). Desde
1855 se construyó una red radial, que conectaba Madrid y los principales puertos. También se
inauguraron los primeros tranvías, arrastrados por mula, en ciudades como Madrid y Valencia.

➜ El sistema comercial se unificó con la introducción, en 1858, del sistema métrico decimal.
No obstante, el comercio interior fue escaso por la reducida demanda interna. Y el comercio
exterior sufrió la pérdida de las colonias americanas, que hasta entonces habían compensado la
escasa capacidad de compra de la población española.

➜ Las finanzas y el capitalismo crecieron de forma limitada. Se crearon sociedades anónimas;


bancos públicos (Banco de España, 1856); bancos privados (Bilbao y Santander, fundados en
1857); y las Bolsas de Madrid (1831) y Barcelona (1851).
8. LA SOCIEDAD DE CLASES
Los grupos sociales
En el siglo XIX, la sociedad estamental del Antiguo Régimen fue sustituida por una nueva
sociedad de clases basada en el poder económico de cada individuo. Como consecuencia, los
grupos sociales se incluyeron en tres clases, según su riqueza.

➜ La clase alta era un grupo reducido que comprendía a la antigua nobleza y a la burguesía.
• La antigua nobleza terrateniente perdió sus privilegios. Pero consolidó su riqueza al lograr la
propiedad privada de los señoríos y aumentarlos con la compra de tierra desamortizada.
• La burguesía era poco numerosa, pero incrementó su poder. En unos casos estuvo vinculada
a la industria (Cataluña, País Vasco); y en otros, a las actividades comerciales y agrarias
(Andalucía, Valencia, etc.). Una parte intentó imitar el modo de vida de la nobleza, invirtiendo
en tierra desamortizada o tratando de ennoblecerse con enlaces matrimoniales.

➜ La clase media no fue numerosa. En el campo comprendía a los medianos propietarios


agrarios; y en las ciudades, a funcionarios, oficiales del Ejército, profesionales liberales
(médicos, abogados, notarios), propietarios de talleres artesanos y pequeños comerciantes.

7
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

➜ La clase baja incluía, en el campo, a los pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros;


y en las ciudades, a los empleados, asalariados y obreros de las fábricas, que constituían un
naciente y todavía escaso proletariado industrial.
Conflictos sociales y movimiento obrero
Los conflictos sociales se debieron a las malas condiciones de vida de los grupos más
desfavorecidos.
Los jornaleros agrarios padecían bajos salarios y paro estacional, por lo que promovieron
numerosas revueltas duramente reprimidas. Por su parte, los obreros industriales sufrían largas
jornadas laborales, bajos salarios, falta de seguros, explotación de mujeres y niños, y penosas
condiciones de vida.
El movimiento obrero surgió para hacer frente a estos problemas.

➜ En sus inicios tuvo un carácter reivindicativo, y se manifestó en destrucciones espontáneas


de máquinas. Fue el caso de Alcoy, en 1821; y de Barcelona, en 1835. También se crearon
asociaciones obreras para reivindicar mejoras laborales, pero apenas tuvieron importancia
hasta el Sexenio Revolucionario.

➜ A partir de 1868 se difundieron las ideologías presentes en la Primera Internacional: sobre


todo el anarquismo, con el napolitano Giuseppe Fanelli; y, en menor medida, el socialismo
marxista, con Paul Lafargue. En 1870 se fundó la Federación Regional Española (FRE),
integrada en la Asociación Internacional de Trabajadores.
9. CULTURA Y ARTE
9.1. CULTURA
Los centros culturales se multiplicaron en el siglo XIX. Entre ellos destacaron las academias,
los museos, como el Prado (1819) y el museo Arqueológico (1867) y algunas instituciones
privadas, como el Ateneo de Madrid (1835) y los Liceos Artísticos y Literarios.
La literatura aportó grandes figuras en el Romanticismo (el duque de Rivas, José Zorrilla, José
de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro), el realismo (Benito Pérez
Galdós y Leopoldo Alas Clarín) y el naturalismo (Emilia Pardo Bazán). La prensa también
alcanzó una gran difusión.
9.2. GOYA.
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) fue el pintor más destacado de la segunda mitad
del siglo XVIII y de principios del XIX. Su pintura no puede encuadrarse en ninguna de las
corrientes pictóricas de su época, pues desarrolló un estilo propio que anticipó movimientos
pictóricos posteriores tan diversos como el Romanticismo, el impresionismo, el expresionismo
y el surrealismo. En su obra pueden diferenciarse varias etapas.
-1774-1792. Cartones y retratos.
Al finalizar sus estudios se instaló en Zaragoza, donde realizó los frescos de la bóveda de la
basílica del Pilar. Poco después se casó, y su cuñado, el pintor Francisco Bayeu, facilitó su
contratación como pintor de cartones para tapices, que servían de boceto a los tejedores de la

8
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

Real Fábrica de Tapices de Madrid. En ellos representó temas populares y alegres, pintados
con un brillante colorido, como La gallina ciega, El quitasol, El pelele o La vendimia. Gracias
a ello ganó prestigio, y fue recibido como miembro de la Academia (1780) y nombrado «pintor
de cámara» de Carlos IV (1789).
-1792-1814. Retratos, cuadros y grabados.
Tras contraer una grave enfermedad quedó sordo y dejó su actividad como pintor de tapices.
Realizó entonces magníficos retratos de los reyes, como La familia de Carlos IV; y de
personajes nobiliarios, como la duquesa de Alba, la condesa de Chinchón y las majas, vestida
y desnuda. Estas obras se caracterizan por la pincelada suelta, la preocupación por la luz y la
penetración psicológica de los personajes. También ejecutó sus primeros grabados, Los
Caprichos, una sátira de la sociedad de su época que anticipa el surrealismo posterior. Durante
la guerra de la Independencia pintó cuadros que mostraron la crudeza del conflicto, como El
dos de Mayo y El Tres de Mayo en Madrid, más conocido como Los fusilamientos de la
Moncloa; y también una serie de grabados pesimistas, denominados Los Desastres.
-1814-1828. Pinturas negras y exilio.
Tras la guerra, durante el reinado de Fernando VII, enfermo y sordo, se refugió en una casa de
campo a orillas del Manzanares. Entre 1820 y 1823 decoró las paredes de la casa con las
«pinturas negras», llamadas así por su colorido de negros y grises y por sus temas pesimistas.
Entre ellas destacan Saturno devorando a un hijo o El Aquelarre, que constituyen un precedente
de la pintura expresionista.
En 1824, debido a sus ideas afrancesadas, tuvo que exiliarse a Francia. Allí pintó dibujos y
cuadros, como La lechera de Burdeos. En ellos recuperó el interés por el color, la luz y la
belleza, y empleó pinceladas sueltas y libres que anunciaban el Romanticismo y el
impresionismo.
9.3. ROMANTICISMO Y REALISMO EN ESPAÑA
El Romanticismo
La corriente romántica fue dominante en España hasta finales del reinado de Isabel II.

➜ La arquitectura adoptó el historicismo, un estilo inspirado en los rasgos arquitectónicos del


pasado. Así se realizaron numerosos edificios en estilo neorrománico (basílica asturiana de
Covadonga), neogótico (concatedral de Castellón), neomudéjar (edificio de Correos de
Zaragoza) o clasicista (Congreso de los Diputados de Madrid, Liceo de Barcelona).
Muchos de ellos fueron edificios civiles, como mercados, ayuntamientos, bancos, bolsas,
teatros, museos, etc.
La nueva arquitectura del hierro y del cristal, relacionada con la Revolución Industrial, se
empleó en edificios funcionales. Entre ellos, estaciones de ferrocarril, como la estación de
Atocha en Madrid (1851) y la estación del Norte en Barcelona (1862); y puentes, como el de
Triana en Sevilla (1852), realizado en hierro fundido sobre el Guadalquivir, o el puente
colgante de Valladolid sobre el río Pisuerga (1865).

➜ La escultura tuvo escaso desarrollo en España. Sus realizaciones más habituales fueron los
retratos y los monumentos urbanos, en muchos casos dedicados a personajes de la época. Entre

9
4º ESO TEMA 4. EL SIGLO XIX EN ESPAÑA. LA CRISIS DEL AR

los escultores más representativos se encuentran José Gragera, autor del monumento a Juan
Álvarez Mendizábal, y Ricardo Bellver, cuyo Ángel caído es la única estatua del mundo
dedicada al demonio.

➜ La pintura concedió gran importancia al color, a la luz y al movimiento. La corriente dio


lugar a cuadros de temática variada.
• Leonardo Alenza y Eugenio Lucas Velázquez cultivaron temas trágicos, satíricos y
costumbristas, en los que se acentuaba lo pintoresco y lo típico.
• Jenaro Pérez Villaamil pintó paisajes.
• Y Federico Madrazo destacó en el género histórico y en los retratos.
La pintura realista
En la segunda mitad del siglo XIX se impuso la tendencia realista, que se centró en el llamado
realismo histórico o pintura de historia, muy demandada por las instituciones y en los concursos
pictóricos.
En general, son cuadros de gran tamaño y colores sobrios, en los que se concede gran
importancia al detalle y a la verosimilitud de la representación. Los temas representan
acontecimientos del pasado, sobre todo medievales o del imperio español; o hechos
contemporáneos, como los sucedidos en la guerra de la Independencia, donde son frecuentes
los retratos.
Los pintores más destacados fueron Mariano Fortuny, con La batalla de Tetuán; Casado del
Alisal, autor de La rendición de Bailén; Antonio Gisbert, cuya obra más conocida es El
fusilamiento de Torrijos, y Eduardo Rosales, con El testamento de Isabel la Católica.

10

También podría gustarte