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Desgaste y envejecimiento

Envejecimiento. Clase n·1.

2022
Envejecimiento.
Objetivos:

Visualizar el fenómeno de envejecimiento poblacional.

Esclarecer los conceptos de vejez y envejecimiento.

Comprender el proceso del envejecimiento.

Distinguir el envejecimiento normal del patológico.

Entender la diferencia entre longevidad media y longevidad máxima

Conocer los cambios morfofisiológicos que se producen durante el proceso de


envejecer.

Bibliografia:

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Geriátrica de Abizanda Soler y Rodriguez Mañas. Barcelona. Elsevier Masson.
2015.

D´Hyver Carlos. Cambios anatómicos y fisiológicos del envejecimiento en Geriatría


de d´Hyver. México DF. El manual moderno. 2014.

Martinez A., Sanchez Jurado P. Cambios anatómicos del envejecimiento, en


Médicina Geriátrica de Abizanda Soler. Barcelona. Elsevier Masson. 2012.

Martinez Camacho E. La vejez ¿Qué es envejecer? en Controversias en Geriatría


de Rubio Guerra. México DF. Alfil. 2012.

Millan Calenti J. C. Aspectos sociológicos del envejecimiento, en Principios de


Geriatría y Gerontología. Madrid. España. Mc Graw Hill- Interamericana. 2006.

Organización Mundial de la Salud. Temas de Salud: Envejecimiento. Ginebra:


OMS, 2013. Disponible en http://www.who.int/topics/ageing/es/

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Española de Geriatría y Gerontología.

Wikipedia, la enciclopedia libre. Jeanne Calment. Disponible en:


https://es.wikipedia.org/wiki/Jeanne_Calment/

Wikipedia, la enciclopedia libre. Las cien personas más ancianas de todos los
tiempos. Disponible en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Las_100_personas_m%C3%A1s_ancianas_de_t
odos_los_tiempos

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Introducción. Panorama mundial del envejecimiento.

Las personas vivimos más tiempo y esto ocurre en todo el mundo. Actualmente, por
primera vez en la historia, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida
superior a los 60 años. Consideramos “personas mayores” a aquellas que tienen 60 años
o más, tal como lo sostuviera la Primera Asamblea Mundial sobre Envejecimiento realizada
en Viena en el año 1982 que tomó esta edad como umbral para países en vía de
desarrollo, aunque el término usado en esa ocasión fue “persona de edad”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en el año 1984 el uso del término
“adulto mayor”(dejando de lado términos como viejo, anciano, geronte o senecente) para
referirse a las personas de 60 años o más y también lo hizo la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) en el año1996 .
De todas maneras lo países desarrollados (Canadá, Estados Unidos de América y países
europeos) establecen la edad de 65 años como la de comienzo de esta etapa de la vida.
La proporción de personas mayores de 60 o más años está aumentando con mayor
rapidez que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países. En 1950 en el mundo
había 200 millones de personas mayores de 60 años, para 2050, se espera que la
población mundial en esa franja de edad llegue a los 2000 millones, un aumento de 900
millones con respecto a 2015.

También se produce el fenómeno del envejecimiento dentro del envejecimiento, con un


incremento acelerado de los mayores de 80 años. Actualmente hay 125 millones de
personas con 80 años o más y para 2050, habrá un número casi igual de personas en este
grupo de edad (120 millones) solamente en China, y 434 millones de personas en todo el
mundo. Además actualmente estamos presenciando un fenómeno que comenzó hace
algunas décadas, el de los centenarios, es decir de las personas que superan los 100
años de vida. La ONU estima que hay más de medio millón de centenarios en todo el
mundo, y la cantidad continúa en aumento y pudiendo llegar, según las proyecciones, a
25.000.000 en 2100. Por último, están los supercentenarios, las personas que superan
los 110 años de edad, aunque en un número menor que los centenarios, también en
crecimiento.

Los cambios en la composición de la población producidos por el envejecimiento


poblacional, hacen preciso que los países adapten de forma continua sus estructuras
sociales. Los sistemas que están más sometidos a tensiones son aquellos relacionados
con el mercado laboral, la seguridad social y la atención sanitaria. Cualquier adaptación
supone cambios y, en consecuencia, tensiones, producidas por las fuerzas a favor de tales
transformaciones y las inercias que tienden a mantener el statu quo. Cualquier adaptación
lleva tiempo, el cual varía enormemente en función de los países que se analicen. Así
varios países del primer mundo dispusieron de casi 150 años para adaptarse a un
incremento del 10% al 20% en la proporción de población mayor de 60 años. Sin embargo,
países como el Brasil, China y la India deberán hacerlo en poco más de 20 años.
Si bien estos cambios de distribución en la población de un país, hacia edades más
avanzadas, empezó en los países de ingresos altos (por ejemplo, en el Japón el 30% de la
población ya tiene más de 60 años), los cambios más drásticos se verán en los países de
ingresos bajos y medianos, por lo tanto el 80% de todas las personas mayores vivirá en
estos países, lo que aumenta el riesgo de que en estos últimos, se produzcan tensiones
sociales

Definición de vejez. Tipos de vejez.

La vejez cronológica. Se relaciona con la edad cronológica o años de vida. Clásicamente

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se la ha definido por la edad de 60 o 65 años, basándose en las edades de retiro laboral
tradicionales. Fue Neugarten quien estableció dos categorías según la edad cronológica:
los “jóvenes-viejos” entre los 55 y 75 años y los “viejos-viejos” que serían los mayores de
75 años. Riley modificó esos rangos de edad considerando que los “jóvenes-viejos”
estarían entre los 65 y 75 años, los “viejos-viejos entre 75 y 85 años y los mayores de 85
años como los “viejos más viejos”. El principal problema de estas clasificaciones se da por
la heterogeneidad del envejecimiento tanto entre individuos como en una misma persona:
el inicio, la rapidez, y la magnitud de tales cambios varían según la célula, el tejido, órgano
o sistema considerado.

La vejez biológica en relación con la edad biológica es una medida de cuánto ha


progresado una persona a lo largo de un ciclo de vida potencial; se predice mediante la
condición física de la persona. La edad biológica se puede medir al examinar el
funcionamiento de los sistemas vitales, como el respiratorio y el circulatorio. Es probable
que una persona de 60 años que hace ejercicio regularmente sea biológicamente más
joven que una de 50 años cuyo ejercicio más extenuante sea presionar un control remoto.
En cierta medida, es posible modificar la marcha de la edad biológica al realizar cambios
en el estilo de vida, como dejar de fumar o la realización de ejercicio físico. También tiene
la misma limitación que la edad cronológica debido a la falta de uniformidad del
envejecimiento, por lo que es difícil establecer la edad biológica de un individuo.

La vejez psicológica se vincula con la edad psicológica y viene definida por los cambios
que se producen en la psique de la persona, con el paso del tiempo. Los cambios
psicológicos son cognitivos, es decir, los que afectan la manera de pensar y las
capacidades intelectuales; de la afectividad y la personalidad. Estas modificaciones se
producen en función de la aparición de determinados acontecimientos significativos en la
vida del individuo, como la jubilación, las enfermedades, la muerte del cónyuge y otras
experiencias complejas que se producen en su medio social.

La vejez social. Ser viejo socialmente es ser reconocido como tal por el grupo o sociedad
de la que se forma parte. En definitiva, viejo o adulto mayor es desde la perspectiva
sociológica, aquel que la sociedad en la que vive, así lo considera. Y estamos en una
sociedad industrializada, tecnológicamente avanzada, con claro predominio urbano, una
sociedad donde prima la producción y el consumo, que ha inventado la jubilación y que
divide a los grupos en productivos y no productivos, una sociedad que estableció una
frontera que generalmente se sitúa entre los 60 y 65 años.

La vejez funcional. La edad funcional mide cuán bien una persona puede interactuar en
un entorno físico y social en comparación con otras personas de la misma edad
cronológica. Tiene una correlación con el estado físico y mental de la persona . Por lo tanto
una persona de 70 años que sea “joven de alma” puede ser funcionalmente más joven que
una de 60 años que sienta abrumadores los cambios en la vida. Así podemos ver personas
relativamente jóvenes muy “envejecidas” o por el contrario personas de edad mas
avanzada con actitudes , actividades y pensamientos aún joviales. Por lo tanto la vejez
funcional expresa la capacidad de mantener los roles personales y la integración social del
individuo en la comunidad.

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La vejez considerada como una etapa vital, es la que resulta más equilibrada y actual, se
basa en el reconocimiento de de que el transcurso del tiempo produce efectos en la
persona, la cual entra en una etapa distinta a las vividas previamente. Plantea ciertas
limitaciones para el sujeto, que con el paso del tiempo se van agudizando, pero tiene por
otra parte unos potenciales únicos y distintivos como serenidad en el juicio, experiencia,
madurez vital, perspectiva de la historia personal y social, que pueden compensar si se
utilizan adecuadamente las limitaciones de esta etapa de la vida. La vejez, es una etapa al
igual que la niñez, adolescencia y adultez; constituye la última fase del ciclo vital y es
donde convergen todos los cambios biológicos, psicológicos y sociales que ocurren a lo
largo de toda la vida y del propio proceso de envejecimiento

Santiago Ramón y Cajal (premio nobel de medicina por sus estudios del sistema nervioso)
sostenía que “se es viejo cuando se pierde la curiosidad intelectual”.

Tal y como señala la OMS, el envejecimiento de la población puede considerarse un éxito


de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico, pero también constituye un
reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la
capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su
seguridad.

La ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades, no solo para las personas


mayores y sus familias, sino también para las sociedades en su conjunto. En esos años de
vida adicionales se pueden emprender nuevas actividades, como continuar los estudios,
iniciar una nueva profesión o retomar antiguas aficiones. Además, las personas mayores
contribuyen de muchos modos con sus familias y comunidades. Sin embargo, el alcance de
esas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un factor: la Salud.

Recordando lo visto en el primer año de la carrera de medicina, citamos


algunasdefiniciones de Salud:

“La salud es la ausencia de enfermedades”. Definición Tradicional.

"La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la


ausencia de afecciones o enfermedades”. OMS, 1946

" Es un estado físico y mental razonablemente libre de incomodidad y dolor, que permite a
la persona en cuestión funcionar efectivamente por el más largo tiempo posible en el
ambiente donde por elección está ubicado". René Dubos (1959)

Otras definiciones de Salud que podemos mencionar son:

"Un continuo con gradaciones intermedias que fluctúan desde la salud óptima hasta la
muerte". Edward S. Rogers (1960).

“Salud es una condición de equilibrio funcional, tanto mental como físico, conducente a
una integración dinámica del individuo en su ambiente natural y social". Alessandro Seppilli
(1971)

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En definitiva, si las personas mayores pueden vivir los años adicionales de vida en buena
salud y en un entorno propicio, podrán hacer lo que más valoran de forma muy similar a
una persona joven. En cambio, si esos años adicionales están dominados por el declive de
la capacidad física y mental, las implicaciones para las personas mayores y para la
sociedad serán negativas.

Concepto de envejecimiento.

Puede parecer sencillo definir el envejecimiento, pero no resulta fácil tener una
definición apropiada y unificadora. Veamos una posible definición:

“Proceso de cambios morfofuncionales que se producen en el ser vivo, en relación al paso


del tiempo, que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, un
aumento del riesgo de enfermedad, y que finalmente culmina con la muerte”

Otras definiciones de envejecimiento .

Según Harman “es la acumulación progresiva de cambios con el tiempo que provocan el
aumento de la probabilidad de enfermar y la muerte del individuo”.

“La incapacidad progresiva de un organismo, en función de la edad, para mantener la


homeostasis”.

“Es el deterioro de las estructuras y funciones que llegan a un pico o meseta máximos
durante el desarrollo, el crecimiento y la maduración de todos los individuos de una misma
especie”.

Una definición poética del envejecimiento es la de Gabriel García Márquez: “las personas
piensan que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando
dejan de enamorarse”.

De hecho, hay numerosas definiciones, y en la mayoría se recoge la misma idea: cambios


que se van sucediendo en nuestras células y tejidos con el paso del tiempo, que suponen
una pérdida progresiva de rendimiento fisiológico y una incapacidad para mantener la
homeostasis (ese equilibrio funcional que nos permite responder adecuadamente a las
modificaciones de nuestro organismo frente a estímulos internos y externos). Todo ello,
hace aumentar el riesgo de enfermedades y de muerte. Así, aunque el envejecimiento no
es una enfermedad, los cambios que experimenta el organismo con el paso del tiempo
facilita el padecerla.

Características del proceso de envejecimiento .

El gerontólogo Strehler, indicó cuatro reglas para el envejecimiento: es universal (tiene


lugar en todos los individuos), endógeno o intrínseco (las causas del proceso tienen un
origen interno), progresivo (la tasa de cambios es similar a lo largo de todo el proceso), y
deletéreo (tiene un carácter perjudicial para el individuo, aunque no para la especie).

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Ahora bien, esos cambios del organismo que acompañan a la edad, no son lineales ni
uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa. Si
bien algunos septuagenarios disfrutan de una excelente salud y se desenvuelven
perfectamente, otros son frágiles y necesitan ayuda considerable.

El proceso de envejecimiento puede ser contemplado desde dos perspectivas principales,


la referida a los cambios fisiológicos o esperados para todos los individuos
independientemente de sus experiencias vitales ( envejecimiento primario) o la referida a
los cambios patológicos, propios de cada individuo y relacionados con las alteraciones del
equilibrio orgánico en relación al desarrollo de procesos morbosos (envejecimiento
secundario).

Rowe y Kahn establecieron la diferenciación entre envejecimiento normal (usual aging) y


envejecimiento exitoso o saludable (successful aging), incluyendo en este la baja
probabilidad de padecer enfermedades o discapacidad, elevada capacidad funcional física
y cognitiva, y mantenimiento de una vida activa en la sociedad. Con ello pretendían
contrarrestar la tendencia creciente en geriatría a marcar una distinción entre lo patológico
y lo no patológico, es decir, entre la población de mayores con enfermedades o algún tipo
de discapacidad y la que no padece ninguna de ellas.
Además de los cambios biológicos, el envejecimiento también está asociado con otras
transiciones de la vida como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas, y la
muerte de amigos y pareja (cambios psicológicos y sociales)

Comienzo del proceso de envejecimiento.

No podemos establecer con exactitud el momento en que un organismo inicia su proceso


de envejecimiento, aunque lo que si sabemos es que desde el momento de la concepción,
el ciclo vital del sujeto ya es finito, teniendo fecha de caducidad. Basado en esto, algunos
autores, consideran que comenzamos a envejecer desde que nacemos Por otro lado y
desde el punto de vista de la perpetuación de las especie, el momento de inicio del
envejecimiento podríamos contextualizarlo cuando el ser humano alcanza la máxima
capacidad dentro del medio, particularmente la capacidad reproductiva, a partir de la cual
ya podríamos decir que cumplida su función, tener descendencia, su involución ya es
incuestionable. Esta última concepción suele ser la mas aceptada para indicar el inicio del
envejecimiento, por lo tanto en el ser humano se puede situar en los 25- 30 años.

El envejecimiento finaliza con la muerte del individuo, y la duración de su vida constituye la


longevidad del mismo. En este concepto de “longevidad” se debe tener muy clara la
diferencia entre lo que se denomina la “esperanza de vida máxima” o “longevidad máxima”
(la edad máxima alcanzable por los miembros pertenecientes a una especie concreta), y
longevidad media ”, que representa la media de años que vivenlos individuos de una
población. Para este último concepto, se suele utilizar en demografía la esperanza de vida
al nacer. Esta es la edad estimada para una persona en el momento de nacer. Este número
de años se determina principalmente a partir de las tasas de mortalidad actuales. Sin
embargo, dado que estos datos sólo tienen en cuenta el pasado, también se incluyen
estimaciones que, debido a influencias externas, determinan la edad que debe alcanzarse
en el futuro.

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Estos pueden ser factores ambientales, así como los desarrollos en el cuidadode la salud.
Por lo tanto, la esperanza media de vida no es un valor medido, sino una previsión para el
futuro

La esperanza de vida es principalmente el resultado de las circunstancias de vida de una


persona o de un grupo de población. Factores importantes son, por ejemplo, la atención
médica, una dieta constante y equilibrada y el suministro de agua potable. Estos factores
están influenciados significativamente por factores políticos, razón por la cual el nivel de
vida de un país se deriva a menudo de la esperanza de vida.

Edad o longevidad máxima de un ser humano.

Jeanne Louise Calment fue una supercentenaria francesa confirmada como la persona
documentada más longeva de la historia, al alcanzar la edad de 122 años y 164 días.
Residió durante toda su vida en la ciudad de Arlés, al sur de Francia, nació en 1875 y
falleció en 1994. Sarah Knauss, una norteamericana nacida en 1880, falleció a la edad de
119 años. En Argentina, Casilda Benegas vivió 115 años y 80 días falleciendo el 28 de
junio de 2022. Fue una mujer nacida en Paraguay y que residía desde 1945 en la ciudad
de Mar del Plata. Como detalle de interés, superó la infección Covid-19 y hace un siglo a la
gripe española.
Kane Tanaka de Japón tenía 119 años, nació en 1903 y era considerada hasta su
fallecimiento en abril de 2022, la persona viva más longeva del mundo. Lucile Randon ,
mas conocida como la hermana André, tiene 118 años y vive en Toulon, Francia. Es la
persona viva de mayor edad en el mundo, tras la muerte reciente de Kane Tanaka.

Investigaciones recientes, sugieren que la edad máxima de vida seguirá aumentando


lentamente hacia finales de este siglo, y las estimaciones muestran que es posible una vida
de 125 años e incluso 130 años.

Cuando hablamos de longevidad extendida, se suele citar a Japón o a las “zonas azules”,
de las que hablaremos en la clase 2. Estas son ciertas regiones de Italia , Japón, costa
Rica, Grecia y EEUU, que cuentan con un gran número de centenarios y supercentenarios,
en relación con otras regiones del mundo. De hecho sus poblaciones han sido y son objeto
de investigaciones para intentar comprender los misterios que aún encierra la longevidad.

Aunque los mecanismos más íntimos son aún desconocidos, lo que si sabemos es que en
el proceso de envejecimiento van a intervenir múltiples factores, tanto genéticos, como
ambientales. Esto hace que el envejecimiento sea heterogéneo, y los cambios que se
producen durante el mismo, carezcan de uniformidad, no solo entre los individuos, sino
también en una misma persona: el inicio, la rapidez y la magnitud de tales cambios, varían
según la célula, el tejido, el órgano y el sistema considerado. Por esto es que se suele decir
“no hay una sola vejez, sino vejeces”.

Sin embargo, dado que estos datos sólo tienen en cuenta el pasado, también se incluyen
estimaciones que, debido a influencias externas, determinan la edad que debe alcanzarse
en el futuro.

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Mientras que algunos científicos sostienen que las enfermedades y el deterioro celular
básico conducen a un un límite natural de la vida humana, otros sostienen que no existe un
tope máximo.

Esperanza de vida promedio, en el mundo, según el paso del tiempo.

Año Esperanza de vida en años


2000 antes de Cristo 18
500 después de Cristo 22
1400 33
1790 36
1850 41
1900 50
1946 67
1991 72
2000 75
Fuente: United Nations Statistics Division (sede Web). Statistics and indicators on women and men;2009.

Evolución de la esperanza de vida en todo el mundo

Entre 1960 y 2020, la esperanza de vida aumentó notablemente en todo el mundo. De los
50.7 años iniciales, aumentó en 19.8 años para los hombres a 70.6 años. En el caso de las
mujeres, la esperanza de vida media ha aumentado en 20.5 años desde 1960, de 54.6 a
75.1 años.

Esperanza de vida al nacer en Argentina y algunos países, según género.

Pais Hombre Mujer


Argentina 71 78
Brasil 66 74
Colombia 69 75
España 76 83
Japon 78 85
Sierra leona 39 42

Fuente: United Nations Statistics Division (sede Web). Statistics and indicators on women and men;
2009. Disponible en: http://unstats.un.org/unsd/demographic/products/indwm/ww2005/tab3a.htm).

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La esperanza de vida al nacer en Argentina, presentada por el Ministerio de Salud de la
Nación y la OPS en el año 2014, fue de 75,34 en ambos sexos, 72,08 en hombres y 78,81
en mujeres. Hay que señalar la importante diferencia de longevidad en cuanto al género, ya
que las mujeres, viven mas años que los hombres, y de esta manera se está condicionando
una sociedad de personas mayores feminizada.

Datos preliminares del último censo realizado en Argentina en Mayo de 2022, indican una
población total de 47.327.407 (*), pero aún no contamos con otros datos demográficos como
la esperanza de vida al nacer.

(*) Porcentaje de población por sexo: Varones / Masculino: 47,05% - Mujeres /


Femenino: 52,83 - X / Ninguno de los anteriores: 0,12%

Esperanza de vida al nacer en hombres y en mujeres. Diferencias entre ámbos


géneros

La longevidad media ha cambiado enormemente en el siglo xx: de unos 40 años a


principios del siglo xx se llegó a cerca de 80 años a finales del mismo. Este cambio es el
mayor que ha ocurrido en toda la historia. Tengamos en cuenta que la longevidad media
(esperanza de vida al nacer) se ha duplicado. Sin embargo, aún más importante en el
contexto que estamos describiendo aquí, en todos los casos la longevidad media de la
mujer ha sido superior a la del hombre. Es notable observar que el porcentaje de la
diferencia entre la longevidad de la mujer y la del hombre se ha agrandado a medida que la
expectativa de vida aumentaba de unos 40 a cerca de 80 años. En efecto, cuando las
personas morían fundamentalmente por enfermedades que contraían en la juventud (p. ej.,
infecciones), la longevidad de la mujer era solo un 3-4% mayor que la del hombre. Sin
embargo, la longevidad ha aumentado hasta valores en los cuales las personas mueren
por enfermedades degenerativas asociadas al envejecimiento, lo que ha hecho que la
longevidad de la mujer sea aproximadamente un 10% superior a la del hombre (unos 7
años). Podríamos pensar que esto se debe a diferencias sociológicas, tales como que la
mujer lleva hábitos de vida más sanos que el hombre, que el trabajo fuera del hogar es
diferente al desarrollado en él (que predominantemente lo llevaba a cabo la mujer en la
primera mitad del siglo xx), etc. Sin embargo, en especies animales también se observa
esta diferencia. Por tanto, los cambios en longevidad asociados al género no pueden ser
atribuidos exclusivamente a fenómenos sociológicos, ya que deben tener también una base
biológica.
Estudios realizados en animales, concluyen que los estrógenos están implicados en la
protección contra la producción de radicales libres por las mitocondrias. Esto se debe al
efecto de los estrógenos como antioxidantes y sería un factor atenuador del estrés
oxidativo que sufren nuestras células durante toda la vida.

Cambios morfofisiológicos en el envejecimiento

Analizaremos algunos cambios morfofisiológicos que se producen en órganos y sistemas


de nuestro cuerpo durante el envejecimiento. Cabe recordar que el envejecimiento es un
proceso normal, por lo tanto, la presencia de enfermedad debe considerarse como
anormal. Esto es útil para no confundir los cambios debidos al envejecimiento, con una

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enfermedad, lo que puede llevar a tratar los primeros como patología y a olvidar
enfermedades bajo el dicho “es por la vejez”.

Órganos de los sentidos.

a- Ojos: en las pestañas hay una disminución del número y la longitud. Los párpados
pierden elasticidad y junto con la disminución de la grasa periorbitaria determinan una
disminución de la hendidura palpebral y cierto enoftalmo. Las gládulas lagrimales se
atrofian con menor secreción lagrimas y generando sequedad ocular (xeroftalmia). Por
depósito de calcio y colesterol en la unión esclerocorneal se produce el arco senil, sin
generar consecuencias clínicas. La pupila se achica y por rigidez del músculo del iris, hay
una lentitud en la adaptación a la oscuridad. El cristalino pierde elasticidad lo que dificulta
el enfoque a pequeñas distancias (presbicia o presbiopía).
b- Oídos: el pabellón auricular crece, hay un engrosamiento de la membrana timpánica,
degeneración del nervio auditivo lo que lleva a distintos grados de pérdida de audicíon,
especialmente para sonidos agudos (presbiacusia).
c- Boca: en la lengua se atrofian y pierden papilas gustativas, por lo que se altera el sabor
de los alimentos (gusto). Hay pérdida de piezas dentales debido a cambios en las encías,
dificultando la masticación de alimentos y por cambios en las glándulas salivales disminuye
la producción de saliva y la tendencia a sequedad bucal (xerostomía).
d- Nariz y bulbo olfatorio. Hay degeneración y disminución del número de células que
componen el bulbo olfatorio por lo que disminuye el olfato y contribuye a alterar el sentido
del gusto.

Sistema respiratorio y tórax.

Disminuye la distensibilidad de la pared torácica y de los propios pulmones. Esto se debe a


la calcificación de las articulaciones costoesternales y vertebrocostales, junto con el
aumento de la cifosis dorsal y una disminución de la elasticidad pulmonar. Las vías aéreas
superiores, traquea y bronquios principales, incrementan su diámetro, los cartílagos se
calcifican, y aumentan las glándulas mucosas. En la via aérea inferior hay dilatación de los
conductos alveolares. Como consecuencia de estos cambios se producen alteraciones
funcionales con aumento de la frecuencia respiratoria, la capacidad pulmonar total
disminuida, disminución de difusión alveolocapilar de gases y de la presión arterial de
oxígeno. También se deterioran los mecanismos de limpieza mucociliar ,con menor eficacia
para eliminar partícula inhaladas; esto sumado a una disminución del reflejo tusígeno,
predispone a las infecciones respiratorias.

Sistema musculoesqueletico.

a- Músculo esquelético: se produce disminución del número y del tamaño de las fibras
musculares (principalmente las tipo II de contracción rápida), lo que lleva a una pérdida de
masa muscular con disminución de la velocidad y fuerza de la contracción muscular.
b- Cartílago articular: hay disminución del contenido de agua, aparecen calcificaciones y en
consecuencia tendrá menos elasticidad y resistencia al estrés.
d- Hueso: el envejecimiento conlleva pérdida de masa ósea (osteopenia) con pérdida de
hueso trabecular, principalmente, y en menor grado del cortical. Esto determina un hueso
mas frágil, con un mayor riesgo de fracturas. Además existe una menor capacidad de
regeneración osea, lo que prolonga el periodo de recuperación posterior a una fráctura.

Columna vertebral. Cambios antropométricos.

Se produce una perdida de estatura de aproximadamente 1 cm por década a partir de los


50 años y un incremento de la cifosis dorsal debido a la disminución ,por deshidratación, de
la altura de los discos intervertebrales y por la alteración del contenido mineral de las
vértebras.

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Sistema nervioso.

El volumen y el peso del encéfalo disminuye, pero con una mayor pérdida en sectores de la
corteza , cerebelo e hipocampo. Esto se debe a una disminución del número y tamaño de
neuronas, asi como a la pérdida de dendritas. Esto se acompaña de disminución de
neurotransmisores en distintos circuitos neuronales. Tambien se producen depósitos de
pigmentos como la lipofucsina y sustancia amiloide. El flujo sanguíneo disminuye en un
20% como media. Los nervios periféricos pierden fibras nerviosas principalmente en los
nervios de mayor tamaño, lo que disminuye la velocidad de conducción.
El rendimiento intelectual en ausencia de enfermedad neurológica, se suele conservar bien.
Lo que se observa es un enlentecimiento del procesamiento intelectual y por lo tanto, una
reducción de la habilidad para el procesamiento y la manipulación de nueva información.
Las capacidades suelen conservarse bien, pero algunos individuos especialmente a partir
de los 70 u 80 años pueden presentar una disminución progresiva del vocabulario y errores
semánticos (significado de palabras). La memoria sensorial (información retenida después
de un estímulo sensorial) y de fijación disminuye. También se reduce la capacidad de
integración visuoespacial y aumenta el tiempo de reacción.

Sistema cardiovascular.

En los vasos sanguíneos hay una mayor rigidez, disminución de la elasticidad y dilatación.
Esto se produce por pérdida de fibras elásticas, musculares con depósito de grasa y calcio
en sus paredes (arteriosclerosis).
Como consecuencia de estos cambios en la arteria aorta, se produce una leve hipertrofia
del ventrículo izquierdo y aumento de la presión arterial sistólica. En el corazón aumenta el
volumen de la aurícula izquierda, el sistema cardionector pierde células y sufre fibrosis y
depósito de tejido graso lo que predispone a arritmias , (principalmente fibrilación auricular).
Las válvulas cardíacas también se fibrosan y calcifican, siendo frecuente el hallazgo de
soplos sistólicos que no suelen tener repercusión clínica significativa.

Sistema gastrointestinal

La principal alteración es la disminución de la motilidad del tubo digestivo relacionada con


la reducción de las neuronas del plexo mientérico que controlan los movimientos
peristálticos y también incompetencia del esfínter esofágico inferior y el esfínter anal
interno. Estos cambios traen como consecuencia una mayor predisposición al reflujo
gastroesofágico, la dispepsia, constipación, divertículos y la incontinencia anal.Además en
hígado se produce una disminución del tamaño con modificación en el metabolismo de
algunos fármacos y menor respuesta a drogas hepatotóxicas. El páncreas también reduce
su tamaño, con menor capacidad para controlar el metabolismo de la glucosa.

Sistema genitourinario

Se produce una pérdida de glomérulos y alteraciones en las arteriolas aferente y eferente,


con la consecuente disminución de la masa renal, particularmente en la región cortical. El
filtrado glomerular se reduce aproximadamente 1ml/min/1.73m por año desde los 50 años
de edad. La vejiga pierde elasticidad en su paredy fuerza muscular para su vaciamiento lo
que favorece el residuo posmiccional y predispone a la infección urinaria. Se altera el tono
del esfínter vesical favoreciendo la pérdida involuntaria de orina .
La uretra suele obstruirse en varones por el agrandamiento de la próstata que se conoce
como hiperplasia prostática benigna, produciendo transtornos en el vaciado vesical y
síntomas urinarios. Disminuye el volumen testicular, hay una caída de los niveles de
tetosterona, descenso del recuento total de espermatozoides y de su motilidad. Los
cambios histológicos en los cuerpos cavernosos y de las arterias dorsal y profunda del
pene, sumado a la menor producción de tetosterona, favorecen la disfunción eréctil.

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En la mujer los ovarios disminuyen de tamaño, se produce una pérdida paulatina de
folículos desde la menarca hasta la menopausia, lo que generará infertilidad. La función
ovárica declina y disminuyen marcadamente estrógenos (principalmente) y progesterona.
Los tejidos sensibles a la acción de estas hormonas sufren involución , con atrofia uterina,
de vagina y de labios tanto mayores como menores; la mucosa vaginal se adelgaza y junto
con la menor lubricación predispone a molestias durante el coito (dispareunia). El piso
pélvico se modifica, el elevador del ano y sus ligamentos asociados se debilitan lo que
aumenta la incidencia de prolapso de las vísceras pélvicas. Las mamas aumentan la
cantidad de tejido graso y disminuye la glándula; esto junto con debilidad muscular le
determinan una forma péndular.

Piel y faneras.
La epidermis baja su capacidad de regeneración por una disminución en el tiempo de vida
media de los queratinocitos (de100 días a 45). Llevando a un adelgazamiento de la misma.
En la dermis se alteran las fibras de colágeno y elásticas. La hipodermis también se hace
más fina, debido a una disminución de la grasa de la capa superficial. Las glándulas
sebáceas y sudoríparas disminuyen su actividad. También se reduce la velocidad de
crecimiento del pelo y desaparece en ciertas áreas mientras que en otras (nariz, cejas, oído
externo) se produce aumento. Existen cambios en la pigmentación. Todos estas
transformaciones se traducen en la aparición de arrugas, caída del cabello con aparición de
canas, manchas cutáneas , piel seca, disminución de la sudoración y predisposición al
prurito y retraso de la cicatrización de heridas.

Sistema inmune.

El cambio que se produce en el sistema inmune con el envejecimiento, se denomina


inmunosenecencia. La capacidad inmunitaria del individuo disminuye, incrementándose la
posibilidad de que los agentes externos provoquen enfermedades como las infecciosas y
una mayor incidencia de cáncer. Hay una disminución de la respuesta de los neutrófilos a
sustancias quimiotácticas. Los linfocitos T aunque mantienen su número, alteran su
función, ya que incrementan su actividad t supresora y disminuyen su actividad
cooperadora y citotóxica. Puede haber disminución de linfocitos B y de la producción de
anticuerpos, principalmente de IgM.

Homeostasis. Cambios en la presión arterial, la temperatura corporal y la regulación


de liquidos corporales.

Los procesos de regulación homeostáticos tienden a ser menos eficaces, con respuestas
inferiores ante los estímulos del ambiente. Por los cambios cardiovasculares vistos, hay
tendencia a la hipertensión arterial, pero también a la hipotensión. Esto se debe a la
sensibilidad disminuída de los barorreceptores y a los cambios renales en la reabsorción de
sodio y en el sistema renina-angiotensina-aldosterona.
El decremento de la masa muscular, la menor actividad física, la reducción de la
termogénesis inducida por glucosa y llevan a una disminución en la producción de calor y
por lo tanto a una menor tolerancia a las bajas temperaturas. La baja eficiencia del cuerpo
para la sudoración ante altas temperaturas, por defecto vasomotor, hace al organismo más
proclive al golpe de calor.
Los cambios renales que reducen la excreción de agua y tienden a retener sodio, junto con
modificaciones en el sistema renina-angiotensina-aldosterona y de la hormona antidiurética
(vasopresina) favorece la retención de líquidos en adultos mayores y predispone a la
formación de edemas. También ante pequeños cambios fisiológicos, la hiponatremia
( sodio) y la hipopotasemia (potasio), se observan con mayor frecuencia.

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