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Diagnóstico Pathol. 2020; 15: 120.

PMCID: PMC7519523
Publicado en línea el 25 de septiembre de 2020. doi:  10.1186/s13000-020-01039-2 PMID: 32977811

Hemangioendotelioma epitelioide hepático: serie de casos de un raro tumor vascular


que simula metástasis
Nasir Ud Din , 1 Shabina Rahim , 1 Tamana Asghari , 1 Jamshid Abdul-Ghafar , 2 y Zubair Ahmad 1

Resumen

Fondo

El hemangioendotelioma epitelioide hepá tico es un tumor vascular maligno extremadamente raro


que a menudo es multifocal y, en muchos casos, se descubre incidentalmente. Aquí, describimos
las características clinicopatoló gicas de los casos de hemangioendotelioma epitelioide hepá tico
vistos en nuestra prá ctica y presentamos una revisió n detallada de la literatura publicada.

Métodos

Se incluyeron en el estudio todos los casos de hemangioendotelioma epitelioide hepá tico diagnos‐
ticados en el Departamento de Patología y Medicina de Laboratorio del Hospital Universitario Aga
Khan entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2019. Se revisaron las diapositivas y se
obtuvo un seguimiento.

Resultados

Siete casos fueron reportados durante el período de estudio. Eran 4 hembras y 3 machos. El
rango de edad fue de 20 a 77 añ os, la edad media fue de 45 añ os. Tres pacientes presentaron do‐
lor abdominal superior derecho; 1 paciente presentó ictericia mientras que 3 pacientes estaban
asintomá ticos. En los 7 casos, las lesiones se identificaron en los estudios de imagen. En 5 casos,
las lesiones hepá ticas fueron multifocales. El diagnó stico diferencial clínico en todos los casos fue
carcinoma metastá sico y carcinoma hepatocelular multifocal. Las pruebas de funció n hepá tica
fueron normales en 5 casos. En 1 paciente, el tumor ya había hecho metá stasis en el pulmó n dere‐
cho. En el examen histoló gico de las biopsias del nú cleo hepá tico realizadas en los 7 casos, se ob‐
servaron características histoló gicas clá sicas de hemangioendotelioma epitelioide. Las cé lulas tu‐
morales expresaron positividad para marcadores vasculares (CD 34, CD31 y ERG) y fueron nega‐
tivas para citoqueratinas, Hep par 1 y Glypican 3. No se realizó resecció n quirú rgica en ninguno
de los 7 casos y todos los pacientes fueron tratados con quimioterapia. El seguimiento estuvo
disponible en 5 casos. De estos, 3 pacientes fallecieron por enfermedad y otro paciente estaba
vivo con metá stasis en ambos pulmones, epipló n y colon.

Conclusió n

Se presentan las características clinicopatoló gicas de los 7 casos de nuestra serie y una revisió n
detallada de la literatura publicada. El pronó stico fue malo en nuestros casos probablemente de‐
bido a que la resecció n quirú rgica no se pudo realizar en ninguno de los casos debido a la falta de
experiencia quirú rgica para la cirugía de tumores hepá ticos en la mayor parte del país.

Palabras clave: hepá tico, hemangioendotelioma epitelioide, multifocal, ERG, CD34, CD31

Fondo

El hemangioendotelioma epitelioide hepá tico (EHE) es un tumor vascular maligno muy raro com‐
puesto por cé lulas endoteliales epitelioides e histiocitoides en un estroma mixohialino o fibroso.
Tambié n puede ocurrir en los pulmones, tejidos blandos y huesos. El hemangioendotelioma hepá ‐
tico primario fue informado por primera vez por Ishak et al. en 1984 [ 1]. Hasta el momento se
han reportado má s de 200 casos. En el hígado, má s del 75 % de los casos son multifocales y, a me‐
nudo, afectan los ló bulos derecho e izquierdo del hígado. A menudo se descubre como un ha‐
llazgo incidental en el examen radioló gico, pero a veces puede presentarse con dolor abdominal,
pé rdida de peso o ascitis. Los hallazgos radioló gicos son variables y en el examen histoló gico, el
tumor puede confundirse con carcinoma hepatocelular (CHC) o carcinoma metastá sico, colangio‐
carcinoma o angiosarcoma. Las cé lulas tumorales son ocasionalmente positivas para citoquerati‐
nas (CK) y expresan marcadores vasculares como CD31, CD34 y antígeno relacionado con el fac‐
tor VIII. Estos tumores suelen mostrar una translocació n de t(1; 3) (p36.3; q 25) que da como re‐
sultado la fusió n WWTR1 – CAMTA1. Tambié n se han identificado fusiones YAP 1 –TFE3. Estos tu‐
mores tienen un curso clínico variable; algunos pacientes tienen enfermedad progresiva mientras
que otros tienen un curso má s indolente y estable. Debido a su rareza, estos tumores pueden ser
mal diagnosticados como CHC, lesiones metastá sicas o angiosarcoma. Es necesario enfatizar que
debido a la rareza de estos tumores, todavía no existen pautas o protocolos de tratamiento con‐
sensuados y estos tumores generalmente se tratan mediante resecció n quirú rgica radical o tras‐
plante de hígado y/o quimioterapia.2-7 ] . _

El objetivo del presente estudio es presentar las características clinicopatoló gicas de los casos de
EHE hepá tica primaria diagnosticados en nuestra prá ctica y presentar una revisió n detallada de la
literatura publicada sobre estas raras neoplasias.

material y métodos

Se buscaron casos de EHE hepá ticos en los archivos de patología quirú rgica de la Secció n de His‐
topatología, Departamento de Patología y Medicina de Laboratorio, Hospital Universitario Aga
Khan (AKUH), Karachi. Se incluyeron en el estudio todos los casos diagnosticados entre el 1 de
enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2019. Las diapositivas de todos los casos fueron recupera‐
das y revisadas por los dos autores principales (NU y ZA). Se describieron las características clíni‐
cas y patoló gicas de todos los casos. Se obtuvo seguimiento clínico de los pacientes o familiares.

Resultados

Se informaron un total de 7 EHE hepá ticos durante el período de estudio. De los 7 pacientes, 4
(57,1%) eran mujeres y 3 (42,9%) eran hombres. Las edades de los 7 pacientes oscilaron entre
20 y 77 añ os con una edad media y mediana de 45 y 39 añ os, respectivamente. De los 7 pacientes,
3 (42,9%) presentaron dolor abdominal superior derecho, otro paciente presentó ictericia. Los 3
pacientes restantes estaban asintomá ticos. En los 7 pacientes, la/s lesió n/es se identificaron en es‐
tudios de imagen que incluyen ecografía abdominal, tomografía computarizada (TC) y/o resonan‐
cia magné tica (RM). En 5 de los 7 pacientes (71,4%), las lesiones hepá ticas eran multifocales (mú l‐
tiples nó dulos pequeñ os) en los ló bulos hepá ticos derecho e izquierdo (fig. 1a, b). En estos casos
se planteó la sospecha clínica de tumor metastá sico y CHC multifocal. En los dos casos restantes,
se observó una masa ú nica en los estudios de imagen y se planteó la sospecha clínica de CHC. En
1 de los 5 casos con lesiones multifocales, tambié n se observaron mú ltiples lesiones concomitan‐
tes en el pulmó n derecho. Las pruebas de funció n hepá tica (LFT, por sus siglas en inglé s) fueron
normales en 5 pacientes y solo ligeramente anormales en los otros 2 casos que se manifestaron
como un aumento leve en los niveles sé ricos de bilirrubina y aspartato y alanina aminotransferasa
(AST y ALT). Los 7 casos se recibieron como biopsias de nú cleo de la lesió n o lesiones hepá ticas y
muestras compuestas de nú cleos ú nicos o mú ltiples de tejido blanco grisá ceo que miden de 0,5
cm a 1,5 cm en conjunto. Los nú cleos de los 7 casos se sometieron en su totalidad a un examen
histopatoló gico que mostró paré nquima hepá tico infiltrado por proliferació n neoplá sica variable‐
mente celular de cé lulas fusiformes a epitelioides individualmente, en cordones y nidos, formando
luces/vacuolaciones vasculares intracitoplasmá ticas. Las cé lulas eran epitelioides con abundante
citoplasma pá lido a eosinofílico y límites celulares indistintos. Se observaron mechones intralumi‐
nales de cé lulas en la luz vascular (Figs. 2y3a,
​ b). Los nú cleos eran leves a moderadamente pleo‐
mó rficos e hipercromá ticos. En 2 casos se identificaron pocas inclusiones intranucleares. En 2 ca‐
sos se observó invasió n de los sinusoides hepá ticos. Los 7 casos mostraron solo mitosis raras y
no se observó actividad mitó tica significativa. No se identificó necrosis en ninguno de los 7 casos.
En inmunohistoquímica (IHC), los 7 casos expresaron marcadores vasculares CD31, CD34 y ERG
(Figs.2y3c, d) confirmaron el linaje endotelial de las cé lulas tumorales y fueron negativos para los
marcadores epiteliales de CK AE1/AE3, Cam 5.2, CK7 y CK 20, Glypican3 y Hep par1. En los 7 ca‐
sos se realizó el diagnó stico definitivo de EHE hepá tica. El seguimiento estuvo disponible en 5 de 7
pacientes. En el momento de redactar este manuscrito, 3 de estos 5 pacientes habían fallecido a
causa de la enfermedad. Una mujer joven de 20 añ os murió dentro de los 6 meses posteriores al
diagnó stico, mientras que otros 2 pacientes fallecieron 1 añ o y 5 añ os despué s del diagnó stico ini‐
cial. Los 3 pacientes recibieron quimioterapia y todos finalmente desarrollaron metá stasis en uno
o ambos pulmones. De estos 3 pacientes, uno tenía metá stasis pulmonares en el momento del
diagnó stico inicial. Los 2 pacientes restantes en los que se disponía de seguimiento estaban vivos
en el momento de redactar este informe, 18 meses y 3 meses despué s del diagnó stico inicial. Am‐
bos habían recibido mú ltiples ciclos de quimioterapia y el primero (un hombre de 77 añ os) ya ha‐
bía desarrollado metá stasis en ambos pulmones, epipló n y colon. El otro paciente (con un período
de seguimiento de 3 meses) hasta el momento no ha desarrollado ninguna recurrencia o metá sta‐
sis. Los resultados del seguimiento se muestran en la Tabla 1.

Figura 1

ab _ Imágenes de tomografía computarizada de secció n transversal y coronal que muestran mú ltiples depó sitos
hipodensos grandes de diferentes tamañ os, en ambos ló bulos del hígado. Radioló gicamente, estos se interpreta‐
ron como probablemente representando depó sitos metastásicos.

Figura 2

ab _ Examen intermedio y de alta potencia de EHE hepático. Las células tumorales están presentes en un estroma
mixohialino. Se ven cordones de células epitelioides que exhiben vacuolas citoplasmáticas y nú cleos hipercromá‐
ticos. Las células tumorales son positivas para las tinciones inmunohistoquímicas de ERG c y CD34 d
Fig. 3

ab _ Examen de bajo y alto poder del EHE hepático. Cordones de células epitelioides que tienen vacuolas citoplas‐
máticas y nú cleos hipercromáticos. c Positividad nuclear para ERG. d CD31 positividad en tumor. Los hepatocitos
residuales son negativos para CD31 (flecha)
tabla 1

Datos clínicos de Hemangioendotelioma Hepático HE ( n  = 7)

antecedentes
conocidos de
metástasis.

2 2007 38 METRO ló bulo ¿Masa difusa Quimioterapia Murió de la


derecho ú nica en el enfermedad en
ló bulo 2013. Recibió 3
derecho del ciclos de
hígado? CHC quimioterapia
(carboplatino) en
2007 pero no
respondió .
Metástasis
pulmonar
desarrollada en
2012.
Histopatología de
metástasis
pulmonares no
realizada.

3 2010 32 METRO Ambos Mú ltiples No conocida Perdido para


ló bulos del masas en seguir
hígado ambos
ló bulos del
hígado.?
¿Primario?
Secundario

4 2015 70 F Ambos Mú ltiples Ninguna Murió de


ló bulos del masas en enfermedad en
hígado ambos 2017. No se
ló bulos del administró
hígado. CHC? quimioterapia.
Metástasis Solo tratamiento
sintomático.
Metástasis
pulmonares
presentes en la

Discusió n
Los casos publicados de EHE hepá ticos han documentado un amplio rango con una incidencia
má xima en adultos de mediana edad. La edad media de presentació n ha oscilado entre los 30 y
los 40 añ os. En la serie de 7 casos de Giardino et al tambié n, la edad media fue de 47 añ os [ 8 ].
Son raros en los niñ os y muestran una ligera predilecció n por las mujeres. Sin embargo, 6 de 7
pacientes en la serie reportada por Giardino et al. eran mujeres [ 8 ]. En nuestra serie tambié n se
observó una ligera predilecció n por el sexo femenino (4 de 7) y 3 de 7 pacientes (42,9%) estaban
asintomá ticos en el momento del diagnó stico. Las lesiones hepá ticas varían en tamañ o desde nó ‐
dulos muy pequeñ os de menos de 1 cm hasta grandes masas de má s de 10 cm de diá metro. La su‐
perficie de corte del tumor suele tener una consistencia firme y un color blanco [ 2 ].

Diversos estudios han informado que aproximadamente del 25 al 40% de los pacientes se en‐
cuentran asintomá ticos al momento del diagnó stico y la lesió n hepá tica a menudo se descubre de
manera incidental. La queja má s comú n es el dolor abdominal en el cuadrante superior derecho.
Otros síntomas, generalmente inespecíficos, incluyen ascitis, pé rdida de peso, anorexia, debilidad y
fatiga, ná useas y/o vó mitos. Puede haber hepatomegalia. Puede haber elevació n de la fosfatasa al‐
calina, AST y ALT. Sin embargo, estos pueden ser completamente normales [ 3 – 6]. Tres de nues‐
tros pacientes estaban asintomá ticos. Otros tres presentaron quejas de dolor abdominal superior
en el lado derecho, mientras que 1 paciente presentó ictericia. Por lo tanto, los pacientes estaban
asintomá ticos (y los tumores se diagnosticaron incidentalmente en el examen radioló gico) o mos‐
traban dolor abdominal superior inespecífico.

En el examen radioló gico, las lesiones son multifocales en tres a cuartas partes de los casos. Los
hallazgos radioló gicos son variables y pueden llevar a confusió n en el diagnó stico. Sin embargo,
segú n Giardino et al., la combinació n de lesiones multifocales, redondeadas, nodulares, predomi‐
nantemente perifé ricas, que exhiben un realce anular temprano seguido de la aparició n tardía de
un nú cleo central de alta señ al y un borde interno grueso de baja señ al, puede representar una
característica diagnó stica importante. para estas lesiones [ 8 ]. En nuestros casos, se observaron
lesiones grandes, hipodensas, ú nicas o mú ltiples, en uno o ambos ló bulos hepá ticos, que se inter‐
pretaron radioló gicamente como metá stasis o CHC multifocal.

Se realizaron biopsias de nú cleo de las lesiones en los 7 pacientes. Como se señ aló en la secció n
de resultados, los 7 casos demostraron las características histoló gicas clá sicas de la EHE hepá tica
y mostraron nidos y cordones de cé lulas fusiformes a poligonales a epitelioides, con atipia leve a
moderada, abundante citoplasma pá lido a eosinofílico, límites celulares indistintos y vacuolas o lu‐
ces intracitoplasmá ticas. en un estroma fibromixoide. Los lú menes mostraban mechones de cé lu‐
las tumorales. Se observó invasió n sinusoidal en 2 casos y puede estar asociada con necrosis. La
actividad mitó tica fue muy baja (< 3 mitosis por 50 campos de alta potencia en los 7 casos). La ex‐
presió n de los marcadores vasculares CD31, CD34 y ERG confirmó el linaje endotelial de las cé lu‐
las tumorales. Estas características histoló gicas y de IHC fueron similares a las descritas primero
por Ishak et al. y por otros autores en la literatura publicada [1-3 ] . _

El diagnó stico erró neo ocurre en aproximadamente 60 a 80% de los casos segú n un estudio [ 4 ].
La apariencia puede confundirse con carcinomas primarios o secundarios, variante escirrosa de
CHC, angiosarcoma y otros sarcomas indiferenciados que se incluyen en el diagnó stico diferencial
histoló gico [ 1 , 4 , 6 ]. Estos tumores se distinguen de sus imitadores histoló gicos por una combi‐
nació n de características histoló gicas, IHC y moleculares [ 3 , 9]. Las estructuras vasculares de
este tumor pueden imitar glá ndulas o tú bulos y conducir a un diagnó stico erró neo de carcinoma.
Los marcadores epiteliales no suelen expresarse en IHC, lo que, junto con la positividad de los
marcadores vasculares, evita cualquier confusió n diagnó stica. Aunque es raro, los EHE hepá ticos
pueden expresar focalmente CK 8 y CK 18, lo que podría conducir a diagnó sticos erró neos como
carcinoma. Sin embargo, la atenció n cuidadosa a las características histoló gicas clá sicas, junto con
un umbral bajo para solicitar marcadores vasculares, evitará cualquier peligro potencial. La inva‐
sió n de los sinusoides hepá ticos ocurre en varios casos y puede estar asociada con necrosis [ 2 ,
3]. El angiosarcoma suele tener má s pleomorfismo nuclear, atipia y actividad mitó tica. Una consi‐
deració n importante en estos tumores es que la actividad mitó tica es muy variable, muchos tumo‐
res muestran solo mitosis raras y las características histoló gicas pueden no ser un predictor con‐
fiable del resultado. En un estudio de EHE de tejidos blandos realizado por Deyrup et al., los tu‐
mores con má s de 3 mitosis/50 campos de alta potencia y un tamañ o superior a 3,0 cm tenían el
peor pronó stico, mientras que el sitio del tumor, la atipia citoló gica y la presencia de necrosis no
fueron factores significativos en causando un resultado adverso [ 10 ].

Los EHE en el hígado, al igual que su comportamiento en los tejidos blandos, tienen un pronó stico
mucho mejor en comparació n con el angiosarcoma, pero pueden mostrar un comportamiento
agresivo. De hecho, se observan metá stasis a distancia en el 20 al 30% de los tumores hepá ticos y
el nú mero de pacientes que mueren a causa de su enfermedad es significativo. La mayoría de los
casos de nuestra serie presentaron desenlace adverso con muerte de los pacientes. La resecció n
quirú rgica completa es fundamental para lograr un resultado favorable y la falta de experiencia
quirú rgica en la cirugía de tumores hepá ticos en nuestro país hizo que ninguno de los pacientes
de nuestra serie fuera resecció n y fueran tratados ú nicamente con quimio y radioterapia. Esto
puede explicar las significativas altas tasas de mortalidad en nuestros casos. Tambié n es intere‐
sante que las metá stasis y la muerte ocurrieron con bastante rapidez en nuestros casos a pesar
de que no se suele considerar que los EHE hepá ticos progresen tan rá pidamente. La falta de extir‐
pació n quirú rgica de estos tumores es probablemente la razó n principal de estos resultados ad‐
versos. Sin embargo, existen informes publicados en la literatura que documentan la rá pida pro‐
gresió n de estas lesiones, especialmente cuando son multifocales (una ocurrencia que se observa
en el 75 % de los casos) [11 ].

Hasta el 90% de estos tumores muestran una fusió n del gen WWTR1-CAMTA1 que resulta de la
translocació n at(1; 3) (p36; q 25). En raras ocasiones, estos tumores albergan una fusió n YAP 1-
TFE3. Estas fusiones son un rasgo característico de estos tumores y está n incluidas en la defini‐
ció n de estos tumores de la Organizació n Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, estos son crite‐
rios diagnó sticos deseables y actualmente no son esenciales para el diagnó stico [ 2 ]. Los estudios
han demostrado que los tumores multifocales son monoclonales y representan un implante me‐
tastá sico del mismo clon neoplá sico en lugar de un "efecto de campo" o la aparició n sincró nica de
mú ltiples clones neoplá sicos [ 12 ].

En el estudio de Mehrabi et al de 434 pacientes publicado en 2006, el trasplante hepá tico fue la
opció n de tratamiento má s comú n ejercida en el 44,8 % de los pacientes, seguido de ningú n trata‐
miento en el 24,8 %, quimioterapia o radioterapia en el 21 % y resecció n hepá tica en el 9,4 % de
los pacientes. Las tasas de supervivencia a 5 añ os fueron del 54,5 % despué s del trasplante de hí‐
gado, del 4,5 % despué s de no recibir tratamiento, del 30 % despué s de la quimioterapia o la ra‐
dioterapia y del 75 % despué s de la resecció n hepá tica [4 ] . De manera similar, en el estudio de
Grotz et al de 30 pacientes publicado en 2010, la resecció n hepá tica y el trasplante de hígado fue‐
ron los tratamientos de elecció n realizados en 11 pacientes cada uno. La resecció n hepá tica se
asoció con una supervivencia general a los 5 añ os del 86 %, mientras que el trasplante hepá tico
se asoció con una supervivencia a los 5 añ os del 73 % [ 13] .]. Así, la resecció n quirú rgica radical
o el trasplante hepá tico se consideran los mé todos de elecció n en pacientes con lesiones hepá ti‐
cas localizadas. Debido a la naturaleza multifocal de estos tumores en la mayoría de los casos, el
trasplante hepá tico se propone como el tratamiento de elecció n en pacientes con tumores multi‐
cé ntricos, aunque la resecció n hepá tica se ha realizado con mayor frecuencia [4, 14 ] .]. El tras‐
plante hepá tico se ha considerado el tratamiento de elecció n cuando la hepatectomía parcial no es
factible por diseminació n intrahepá tica. Esto era cierto en 1988 y tres dé cadas despué s, los infor‐
mes má s recientes aú n demuestran que se logran excelentes resultados a travé s de la resecció n y
el trasplante de hígado con altas tasas de supervivencia y alta supervivencia libre de enfermedad.
La resecció n hepá tica parcial puede no ser una opció n viable ya que el tumor es multilocular en
muchos casos. Por lo tanto, los pacientes con estos tumores son buenos candidatos para el tras‐
plante de hígado, incluso si existe una enfermedad extrahepá tica [ 4 , 15] .]. En un estudio, el 23,7
% de los pacientes desarrollaron recurrencia del tumor despué s del trasplante de hígado con un
período de seguimiento medio de 49 meses, pero la enfermedad extrahepá tica y la afectació n de
los ganglios linfá ticos no afectaron significativamente la supervivencia libre de enfermedad [16 ] .
Los regímenes de quimioterapia y radioterapia y la quimioembolizació n arterial transcaté ter son
otras opciones terapé uticas [ 4 , 17 , 18 ].

Desafortunadamente, las modalidades quirú rgicas que han dado excelentes resultados en el trata‐
miento de la EHE hepá tica en su mayoría no está n disponibles en nuestro país y los pacientes con
estos tumores son tratados solo con quimioterapia y radioterapia, lo que resulta en malos resulta‐
dos para estos pacientes. Un estudio reciente de China mostró que la cirugía es la opció n principal
de tratamiento, mientras que las metá stasis y la irresecabilidad se asocian con un mal pronó stico.
Los pacientes con tumor primario no resecable o metá stasis a distancia fueron diagnosticados
mediante biopsia y no se sometieron a resecció n. Dichos pacientes mostraron una alta mortalidad
[ 19 ].

Otro estudio reciente de Cao et al. propusieron que los pacientes con EHE hepá tica deben some‐
terse inicialmente a un período de observació n durante el cual se puede evaluar la progresió n de
la lesió n y seleccionar la modalidad de tratamiento adecuada en funció n de esta observació n [ 20
] . Este enfoque tambié n cuenta con el apoyo de Rosenberg y Agulnik, quienes describieron su es‐
trategia de tratamiento de observar y esperar versus terapia activa en un ensayo clínico. Creen
que dado que el espectro de la enfermedad varía ampliamente entre un tumor indolente y una en‐
fermedad agresiva con metá stasis diseminadas, el enfoque principal debe ser determinar si la en‐
fermedad se comportará de manera agresiva o no, en funció n de lo cual se determinará qué tan
agresivamente se debe tratar al paciente. [ 9]. En un estudio reciente de 2020, Noh et al. evaluó el
manejo y pronó stico de estos tumores en base a la Vigilancia. El aná lisis de datos del programa
Epidemiology and End Results (SEER) de 1973 a 2014 mostró que ningú n tratamiento fue el ma‐
nejo má s comú n (39,2 %), seguido de quimioterapia sola (29,7 %), resecció n hepá tica (17,6 %) y
trasplante de hígado (8,1 %). . Informaron que los pacientes que se sometieron a tratamiento qui‐
rú rgico tuvieron tasas de supervivencia mucho má s altas que aquellos que no recibieron trata‐
miento quirú rgico (tasas de supervivencia a 5 añ os del 88 % frente al 49 %). Se demostró que la
terapia quirú rgica es el ú nico factor pronó stico independiente para la supervivencia mediante
aná lisis multivariado [ 21 ]. De manera similar, un informe de caso de Mihaylor et al. informaron
de un paciente tratado con trasplante de hígado que se encontraba bien 10 añ os despué s sin sig‐
nos de recurrencia [18 ].

Los agentes quimioterapé uticos utilizados en el tratamiento de estas lesiones incluyen vincristina,
doxorrubicina, talidomida, 5-fluorouracilo, interferó n-alfa y anticuerpos monoclonales contra fac‐
tores de crecimiento del endotelio vascular. Se han utilizado fá rmacos con actividad antiangiogé ‐
nica como bevacizumab, sorafenib, talidomida y lenalidomida [ 3 ]. Estudios má s recientes han re‐
comendado una mayor investigació n para determinar el papel de las terapias quimioterapé uticas
y dirigidas con un enfoque específico en la antiangiogé nesis, así como en las citocinas y la inmuno‐
terapia, que han demostrado ser prometedoras en los ensayos clínicos [9 , 22 ] .

A travé s de los añ os, estos tumores continú an compensando los informes de casos. Tambié n es
importante recordar que estos tumores, que a menudo se reconocen de manera incidental, pue‐
den coexistir con otros tumores hepá ticos, lo que complica el tratamiento del paciente. Athanaso‐
poulos et al. publicó un informe de caso de EHE hepá tico sincró nico y HCC en un hombre de 58
añ os [ 23 ]. Un caso de nuestra serie metá stasis a epipló n y colon. Nakamura et al. publicaron un
caso de EHE hepá tica que metastatizó al mesenterio del intestino delgado [ 24]. Sha et al. comuni‐
caron un caso de EHE hepá tica multifocal en el contexto de un síndrome de Budd-Chiari con cirro‐
sis secundaria. El tumor era agresivo y en pocos meses mostró infiltració n del conducto biliar co‐
mú n e invasió n vascular y metá stasis rá pidamente al bazo y las vé rtebras dorsolumbar [ 25 ].
Otro informe reciente demostró la primera aparició n conocida de EHE hepá tica primaria en un
paciente con cirrosis hepá tica alcohó lica [ 26 ].

Conclusió n

Se presentaron las características clinicopatoló gicas de los 7 casos de nuestra serie y una revisió n
detallada de la literatura publicada. El pronó stico fue malo en nuestros casos, muy probablemente
debido al hecho de que la resecció n quirú rgica no se pudo realizar en ningú n caso debido a la
falta de experiencia quirú rgica para la cirugía de tumores hepá ticos en la mayor parte del país. Es
trá gico ya que estos tumores tienen un pronó stico mucho mejor que el angiosarcoma hepá tico. El
conocimiento de estas lesiones y la disponibilidad de cirujanos hepá ticos capacitados es funda‐
mental para lograr una buena respuesta terapé utica y un mejor pronó stico en estos pacientes.

Agradecimientos

No aplica.

abreviaturas
EHE Hemangioendotelioma epitelioide

CHC Carcinoma hepatocelular

AKUH Hospital Universitario Aga Khan

Connecticut Tomografía computarizada

resonancia magné tica Imagen de resonancia magné tica

LFT Pruebas de funció n hepá tica

IHC inmunohistoquímica

OMS Organizació n Mundial de la Salud

Authors’ contributions

NUD and ZH did the literature search, study design, data analysis and interpretation of results. SR
drafted the main manuscript. TA reviewed patients file charts and did the follow up of cases. JAG
did critically review and approval of final manuscript. The author(s) read and approved the final
manuscript.

Funding

The authors received no specific funding for this study.

Availability of data and materials

All data generated or analyzed during this study are included in this published article.

Ethics approval and consent to participate

Study was reviewed and approved as exemption by the institutional Ethical Review Committee
(ERC) of Aga Khan University (2020–4761-10180).

Consent for publication


Not applicable.

Competing interests

The authors declare that they have no competing interests.

Footnotes

Publisher’s Note

Springer Nature remains neutral with regard to jurisdictional claims in published maps and institutional affiliations.

Contributor Information

Nasir Ud Din, Email: nasir.uddin@aku.edu.

Shabina Rahim, Email: shabina.sikandar@aku.edu.

Tamana Asghari, Email: tamana.asghari@aku.edu.

Jamshid Abdul-Ghafar, Email: jamshid.jalal@fmic.org.af.

Zubair Ahmad, Email: zubair.ahmad@aku.edu.

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