Principios Registrales

Son aquellas reglas e ideas fundamentales que sirven de base para regir
u orientar directrices en relación al sistema registral de un Estado.

Principio de rogación:

Esto quiere decir que la solicitud (de inscripción en el Registro) siempre

debe ser por la parte interesada, no proceden las inscripciones de oficio, es
decir, a voluntad propia del registrador.

Principio de prioridad:

Esto quiere decir que los derechos que otorgan los registros públicos
están determinados, por la fecha de su inscripción, es decir, cada quien tiene
su tiempo determinado y este se debe respetar el orden en que realicen la
solicitud de registros, en vista de que todos somos iguales.

Principio de especialidad:

Significa que debe ser individualizada (porque así las personas naturales
o jurídicas quieran registrar una cosa igual o similar, por ser una
persona distinta obvio se requiere que esta sea individual) y que sea
concreta la inscripción registral respecto al objeto (si es un objeto lícito)
de la publicidad registral.
Principio de consecutividad:

Se basa en que una vez concluido un lapso de tiempo determinado, se

dé inicio al otro paso a seguir, sin saltarse un paso o volver al inicio del
procedimiento, es aquel orden cronológico que debe ser respetado.

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 Principio de publicidad:

Por este principio se presume, sin admitirse prueba en contrario, de que

todos están enterados del contenido de las inscripciones. Esta presunción es
“juris et de jure”, porque no se admite prueba en contrario, es decir, nadie
podrá alegar desconocimiento o ignorancia de lo que aparece inscrito.