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PAUTAS PAPIS COMPORTAMIENTO TDAH

Un programa de entrenamiento a padres generalmente consta de tres fases:


-educativa/psicoeducativa, que incluye transmisión de información relativa al
conocimiento que se tiene del problema del que se trate —causas de
inicio/vulnerabilidad, variables implicadas en el desarrollo, mantenimiento, etc.—;
- de entrenamiento por medio de situaciones de enseñanza aprendizaje en las que se
utilizan distintos procedimientos para enseñar, practicar y aplicar cómo se ha de actuar
adecuadamente;
- aplicación de lo aprendido o «tareas para casa» durante la que se aplica en casa
(ambiente natural) lo que se ha aprendido en condiciones controladas o seguras

Técnicas para fortalecer conductas existentes


1. Reforzamiento positivo: presentación de un estímulo positivo
contingentemente a la realización de una conducta, aumentando
la probabilidad de que dicha conducta se repita en el futuro. Utilizaremos esta
estrategia de reforzamiento positivo en conductas que
consideramos «adecuadas-positivas» que están en el repertorio
conductual del niño y que queremos que aumenten la probabilidad
de ocurrencia.

Pasos:
a. Especificar con precisión la conducta a incrementar
NO “que el niño se porte bien”, hay que especificar, ej. compartir un
juguete con su hermano mayor.
b. Establecer línea base de la conducta-problema: frecuencia, intensidad,
duración
c. Identificar reforzadores eficaces: lista
d. Administrar inmediatamente los reforzadores tras la ejecución de la
conducta deseada.
e. Utilizar varios reforzadores para evitar saciedad y cansancio. Reforzadores
sociales con materiales o de actividad.
f. Pasar de reforzamiento continuo a intermitente
En general, los niños con TDAH requieren refuerzos más «potentes», inmediatos,
frecuentes, perceptibles (refuerzos materiales,
de actividad, etc.) y duraderos.

2. Estrategia del rol asignado: Utiliza el valor que las personas concedemos a la
opinión positiva de los demás respecto a nosotros —cómo nos
consideran los otros—, y el valor que como reforzador tiene la alabanza y el
elogio.
Los padres comentarán entre ellos (asegurándose que el
niño les escucha, pero haciendo creer a éste que no saben que esto
es así) con cierta admiración y elogios hacia la conducta del niño,
el cambio positivo «observado» en su conducta (por ejemplo desde que ha
empezado el colegio, o desde que asiste al psicólogo, o
ha vuelto del campamento de verano) detallando en realidad, con
cierta precisión, la conducta que esperan de su hijo.
Ej. «¡Ayer me quedé sorprendida, cuando le pedí a Pedro que recogiese
sus cosas y lo hizo enseguida, sin protestar, casi no me creo el cambio que
está dando!».  le atribuimos una forma de ser que verá que es valorada,
intentando por tanto no «defraudar» esta expectativa que se ha lanzado
amparándose en una conducta real que ha dado el niño.

3. Principio de Premark: El principio de Premack establece que considerando dos


respuestas, A y B, donde la probabilidad de ocurrencia de respuesta A es mayor
que la de la respuesta B, si se realiza la respuesta A de alta probabilidad
después de la B de baja probabilidad, se obtendrá el refuerzo de la
respuesta B (A refuerza a B); mientras que si se realiza la respuesta B de baja
probabilidad seguida de A de alta probabilidad, no dará como resultado el
reforzamiento la respuesta A (B no refuerza a A).3 Esto significa que únicamente
se puede reforzar una conducta con otra de mayor probabilidad, nunca a la
inversa.
Ej. Le gusta la play (A) y no le gusta leer (B). Si primero lee y después juega a la
play, aumentamos probabilidad de que lea.

Técnicas para reducir y eliminar conductas


1. Extinción : romper la relación entre una conducta y sus consecuencias. Retirar
la atención.
OJO!
En el caso de los niños, la simple presencia de los padres, muchas veces sirve para
reforzar el comportamiento-problema, no siendo suficiente el retiro de atención (el
efecto pared); en estos casos los padres pueden optar, para extinguir esas conductas
inadecuadas, por «salirse de la situación» siguiendo las siguientes normas:
a) Especificar la conducta del niño que está causando un problema. (ej.: «Cuando
gritas y das voces sin atender a nada...»).
b) Expresar brevemente los sentimientos que nos produce («Nos haces sentir muy
mal...»)
c) Explicar la razón por la que se opta por dejarlo solo (ej.: «Nos salimos y te dejamos
sólo porque no queremos escuchar tus voces y gritos y para que te tranquilices»).
d) Decir el lugar donde se va a estar (ej.: «Estaremos en la cocina...»).
e) Dar una posible salida (ej.: «Cuando te tranquilices y quieras dialogar nos buscas»)
A tener en cuenta:
Ser consistente. Los cambios no son rápidos.
Cuando se aplique varias veces esta estrategia, la conducta que se pretende
extinguir puede inicialmente aumentar
en frecuencia, intensidad y/o duración
Si ante este incremento de las conductas que pretendemos
eliminar, o ante la aparición de otras parecidas, cedemos en
ese momento, estaremos haciendo ver que ahora para conseguir lo mismo que
antes ésa debe ser su respuesta.
Esta estrategia de extinción debe ir acompañada del refuerzo de
las conductas adecuadas (algunas veces incompatibles). Si se ignoran
las quejas ante el plato de comida, se debe reforzar si deja de quejarse y come
correctamente
2. Sobrecorreción
Restitución o reparación de los efectos de la conducta inadecuada y/o de práctica
positiva o repetición de la conducta apropiada

3. Castigo negativo: retirar un estímulo positivo.


a. Tiempo fuera: A tener en cuenta:
 El lugar de aislamiento no debe ser atractivo ni aversivo.
 Duración es breve (“un minuto de tiempo fuera por año del
niño”).
 Evitar cualquier reforzamiento a la ida, vuelta o durante la
estancia en el área de tiempo fuera.
 De forma breve se informa del por qué
 Reforzar positivamente conductas alternativas adecuadas

b. Coste de respuesta “como los puntos del carné”


4. Contrato conductual
5. Economía de fichas

A tener en cuenta…
- Las conductas no se aprenden o desaprenden al momento, sino gradualmente.
Es esencial valorar los pequeños logros e insistir en la estrategia.
- Las conductas se aprenden mejor si se enseñan a pasos cortos y empleando
frecuentes y variados reforzadores
- Gran parte de la conducta humana, se aprende por observación.

¿Por qué no funciona la intervención?


Existen dos razones importantes por las que los padres pueden ser ineficaces
solucionadores de los problemas que surgen en la interacción con sus hijos: la primera,
los padres pueden no conocer, no haber aprendido, las habilidades o estrategias
necesarias; la segunda, los padres pueden haber adquirido las habilidades necesarias,
pero no ser capaces de abordar con eficacia la solución del problema en una situación
determinada, debido a que ciertas emociones negativas (p.ej., ira, ansiedad, tristeza,
etc.) inhiben la ejecución de algunas o todas las conductas adecuadas.
Una primera consideración importante es que los padres han de entender que el niño
presenta un trastorno y que no actúa del modo en que lo hace de forma intencionada,
es la presencia del TDAH la que le lleva a manifestar ese tipo de conductas.
- Comunicación positiva: momentos de comunicación padres/hijos. Provocar
tiempos de juego, de diálogo, relajación, actividades conjuntas de ocio.

Los déficits más frecuentes en el emisor (el que habla) son:


1. La propia inhibición de la emisión. Cuando existe un ambiente familiar conflictivo, es
frecuente que no se expresen sentimientos o peticiones por temor a las consecuencias
que pueden derivarse de una comunicación directa y honesta.
2. Comunicación inadecuada para la consecución de un objetivo. El cómo se emite un
mensaje es también determinante en la efectividad de la comunicación. El padre
puede tener como objetivo expresar comprensión por un hecho que ha ocurrido, pero
lo hace en un tono de voz alto y gestos bruscos, lo que determina que el hijo perciba el
mensaje de forma muy diferente.

Las inadecuaciones en el receptor son:


1. Inhabilidad para escuchar o atender los mensajes del otro.
2. Dificultad para reconocer y recibir conductas o mensajes positivos. La interacción
puede haberse deteriorado tanto que sólo se perciben los hechos aversivos del otro;
así, las conductas y mensajes positivos no se reconocen.

Respecto al mensaje, debe ser claro, corto y conciso. NO “tienes que obedecer”, sino
explicarlo más, ya que permite saber qué tiene que hacer concretamente.
Evitar lenguaje inespecífico: observable, cuantificable, congruente con el momento,
énfasis en la información positiva y congruencia comunicación verbal y no verbal.

* Programa de entrenamiento a padres de Barkley (en pdf en pc)


1. Prestar atención: dejan totalmente de prestarles atención, o bien, aplican la atención de
forma errónea: ignorando el comportamiento positivo del niño (“para una vez que cumplen
con su obligación…”) y regañándole (lo cual es una forma de dar atención) constantemente por
su mal comportamiento.

Cambiar esta espiral negativa  dedicar 15 ó 20 minutos al día a jugar (aprender a prestar
atención a lo positivo y recuperar confianza)

Procedimiento:
- Busca un momento del día en que tu hijo o hija esté jugando
- Dedicarle esos 15 min sin urgencias
- Acércate comentando algo positivo de lo que está haciendo
- Cuando pasen esos 15/20 minutos, cuéntale lo mucho que has disfrutado jugando con
él y que te gustaría hacerlo todos los días
- Reglas
o No dar órdenes ni hacer correcciones
o No preguntas intrusivas (¿por qué?)
o Elogiar de forma selectiva (no ser exagerados)

2. Conseguir paz y cooperación


- Presta atención y refuerza positivamente cuando cumpla con algo
- “sesiones de entrenamiento” cosas fáciles, que pueda obedecer y que le
permitan ganar ese refuerzo
- Dar órdenes bien:
o Asegúrate de lo que quieres decir
o Dilo, no preguntes
o Simples, cortas (divídelo en tareas cortas)
o Asegúrate de que te escucha: contacto visual, suprime distracciones
o Asegúrate de que te ha entendido: que repita
*Utilizar reloj
**Ficha de tarea

3. Cuando el elogio no es suficiente, ofrezca recompensas


- ECONOMÍA DE FICHAS
o Entre 4/7 años: fichas**ver pdf
o 8/12 años: puntos*

4. Castigo (hasta el momento no estaba permitido, se puede utilizar llegado a este


punto sólo. No es recomendable pasar al paso 4 hasta que no se haya conseguido una
base sólida de elogios, atención y refuerzos)
Antes de aplicar un castigo, debemos preguntarnos el motivo que llevó a nuestro hijo a
comportarse mal, antes de reaccionar exageradamente. No hay nada perjudicial en hacer
halagos, pero no ocurre lo mismo con el castigo, así que antes de llegar a él intenta
preguntarte:
- ¿Estoy haciendo mis peticiones de forma eficaz, como aprendí en el paso 2? - ¿Estoy
demostrando mi voluntad para seguir adelante o estoy invitando a mi hijo a ponerme a
prueba? - ¿He tenido en cuenta la necesidad de variar y poner nuevos refuerzos o castigos
a medida que mi hijo crecía o cambiaba? - ¿Durante nuestras interacciones, soy sensible a
las características de mi hijo y a sus objetivos personales? - ¿Mis problemas personales o
mis características perjudican la forma en la que respondo a mi hijo? - ¿La causa del mal
comportamiento de mi hijo podría estar en algún factor externo nuevo?

¿Cómo conseguir que obedezcan?


Se necesita de un ambiente estable, consistente, explícito y predecible. Para
ello es imprescindible:
- Horario, semanal o diario.
- Normas “reglas familiares”

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