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Advertencia introductoria.
La Argentina y toda la América Latina y del Caribe, son países de “3er. Mundo”,
capitalistas dependientes, con distinto grado de desarrollo, sobre quienes pesa, como un
lastre, no sólo el pasado colonial español, sino también, la hegemonía británica y
norteamericana, que sometieron a este vasto continente, al saqueo de sus riquezas naturales
y a la explotación de sus habitantes.
La Argentina, luego de un largísimo período de producción primaria extractiva, de atraso y
estancamiento, tuvo un desarrollo desigual, con adelantos en el sector agropecuario y
atrasos en el industrial y tecnológico, que le impidió transitar por un equilibrado desarrollo
autónomo y autosostenido. Sus clases dirigentes y distintos gobernantes, han prometido,
reiteradamente, “un progreso indefinido”, “un destino de grandeza”, “una Argentina
Potencia”, o “entrar al Primer Mundo”, pero todo ha sido fantasía incumplida.
Comenzaremos dando algunas nociones preliminares de conceptos básicos:
El Capitalismo. “El término designa al sistema socioeconómico caracterizado
fundamentalmente, por la propiedad privada de los principales medios de producción y la
libertad reconocida a los individuos para realizar contratos que regulen sus propios
intereses. Históricamente el capitalismo surgió en Europa occidental, como sistema basado
en la organización del trabajo libre asalariado, diferenciándose de otros sistemas fundados
en la utilización de mano de obra esclava o servil (esclavismo, feudalismo).
Desde el punto de vista jurídico, el capitalismo descansa, pues, sobre dos instituciones
esenciales: el derecho de propiedad privada y la libertad de contrato, incluida… la
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contratación del trabajo personal. En general, la actividad económica está orientada hacia la
rentabilidad u obtención de beneficios por las empresas privadas, en un régimen de libre
concurrencia, en el cual, al menos en principio, el Estado no interviene.”1
En sus 5 siglos de existencia, atravesó distintas etapas: mercantil, manufacturera, industrial
y monopólica, con sus caracteres propios. En su desarrollo histórico, el capitalismo presenta
tendencias hacia la internacionalización del capital, la centralización y la concentración.
Sus defensores, los liberales, sostienen la supremacía del Mercado (como factor
fundamental para el desarrollo económico y la multiplicación de la riqueza) sobre el
Estado. Sin embargo, han apelado al Estado para salvar al sistema. El Estado es un actor
económico relevante. Muy tempranamente, Adam Smith, ha definido el papel de un
gobierno capitalista-burgués: “El gobierno civil, en la medida en que está instituido para
defender la propiedad, en realidad está instituido para defender al rico contra el pobre, o a
los que tienen alguna propiedad, contra los que no tienen ninguna.”
En la práctica, el capitalismo inevitablemente genera una enorme desigualdad económica y
social (clases burguesa, media y trabajadora) y también, entre pueblos y naciones. Sus
intereses contradictorios, originan pugnas que se manifiestan con variada intensidad,
aunque a veces, estén encubiertas.
Tiene una capacidad de crecimiento notable que no es lineal e ininterrumpido, sino cíclico,
“donde se suceden ondas alcistas y ondas recesivas, que desembocan eventualmente en una
crisis.”
1
DI TELLA, TORCUATO, GAJARDO, PAZ, GAMBA, SUSANA, CHUMBITA, HUGO, Diccionario de
Ciencias Sociales y Políticas, pp. 64 á 66, Buenos Aires, Puntosur, 1989.
2
LAFFERRIERE, LUIS, Capitalismo y ‘Modelos de Acumulación’, Mimeo, Paraná, 1985.
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terminan, dejan sólo algunas gotas aisladas de capacidades sobre las que pueda generarse
otro ciclo de desarrollo.”
“En las economías de desarrollo, las cuestiones de la ciencia, de la tecnología, de la
inversión y de la industrialización, y las políticas gubernamentales correspondientes, están
en el centro de la agenda del Estado y de la elite económica, y los esfuerzos científicos-
tecnológicos están estrechamente vinculados (por impulsos de la demanda de la misma
elite) al perfil del producto, de la inversión y del comercio exterior.” En cambio, “en las
economías de adaptación … esas cuestiones y políticas están ausentes (o casi ausentes)…”
“En la economía de adaptación argentina (y en la mayoría de las latinoamericanas) la
primera ·opción blanda· habría sido el ciclo de expansión, o mas estrictamente, la
“burbuja” impulsada por la exportación primaria” y la expansión de la frontera
agropecuaria.3 “La combinación de las ventajas comparativas ·naturales· con los cambios
tecnológicos y económicos de las economías europeas.” La capacidad de adaptación de la
elite económica, “es la contracara de un bajo perfil en materia de inversión, innovación
tecnológica, eficiencia productiva y especialización.”
“El estilo de industrialización argentino, especialmente a partir de los años 30 que
terminó con la primera gran burbuja, resultó en gran medida, del comportamiento y de las
actitudes de la elite económica tradicional, la que, especialmente después de los años 40,
se incorporaron las empresas transnacionales industriales, dando lugar a la
industrialización sustitutiva de las importaciones lideradas por estas empresas. . . . Fue la
segunda ·opción blanda·, que acentuó sus características de adaptación y de imitación
tardía, y creó nuevas restricciones al desarrollo.”
A partir del ·Proceso· militar “… la elite económica forzó otro período de opciones fáciles
y de obtención de cuasi rentas de privilegio.” El factor que lo lideró, fue el endeudamiento
externo, la ·gran burbuja·. Tiene 3 etapas: la primera, entre 1977 y 81, se aprovechó del
aumento de la liquidez y la baja de las tasas de interés en el mundo (pero muy altas en la
Argentina); la segunda fase (1982-90), obtuvo transferencias de ingresos masivos a través
de subsidios (·promoción industrial·) y la tercera, a partir de 1991, “… la combinación del
endeudamiento externo con las privatizaciones, la desregulación y la liberalización
comercial, contribuyó a que pudieran obtenerse cuasi rentas no tecnológicas.” 4
3
ASPIAZU, DANIEL y NOCHTEFF, HUGO, El desarrollo ausente, Buenos Aires, FLACSO/Norma, 1994.
4
NOCHTEFF, HUGO, La experiencia argentina: ¿desarrollo o sucesión de burbujas?, en Revista de la
CEPAL Nº 59, agosto de 1996.
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Confederación Argentina. Con la deserción de Urquiza, la Nación fue derrotada y anexada
por Buenos Aires.
Bajo el liderazgo de Bartolomé Mitre, fue reconocida la Constitución de 1853, con sus
Reformas de 1860 y 1866, que declaraba la nacionalización de las rentas aduaneras. Por lo
tanto, dichas rentas, seguirían siendo manejadas por la oligarquía porteña (producto de una
nueva alianza entre unitarios y rosistas).
En la década de los 80, la Autoridad Nacional, ejercía plena soberanía sobre todo el
territorio que hoy reconocemos como la Argentina.
La República Liberal comprende las presidencias de Bartolomé Mitre, Domingo F.
Sarmiento y Nicolás Avellaneda. El liberalismo económico, sirvió de base de la política.
Mitre fue su abanderado. Su devoción por las inversiones inglesas, fue constante. Buscó
atraerlas. Al inaugurar el Ferrocarril del Sud de Buenos Aires, en 186l, expresó:
“¿Cuál es la fuerza que impulsa este progreso?
Señores, es el capital inglés.”
“La respuesta que recibió la política del general Mitre de alentar las inversiones
extranjeras, fue casi instantánea. Al cabo de 3 años, hombres de negocios e ingenieros
británicos habían establecido bancos y compañías ferroviarias y tranviarias en la Argentina;
a éstas, siguieron poco después, obras de utilidad pública como las de gas, aguas corrientes
y sistema de cloacas.” 5
5
M.G. MULHALL, The English in South América, cit. por FERNS, H.S., Gran Bretaña y Argentina en el
siglo XIX, p. 327 / 328, Buenos Aires, Solar / Hachette, 1966.
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El ferrocarril, se extendió incesantemente. La mayor parte de ellos, eran ingleses, pero
también los había argentinos y franceses. Al terminar el período, la red ya alcanzaba los
2.300 kilómetros de longitud.
Las colonias agrícolas se multiplicaron en Santa Fe; en menor cantidad, en Entre Ríos,
Córdoba y Corrientes. La producción cerealera, empezó a tener importancia. Santa Fe, se
convirtió en la gran provincia triguera. En 1876, se exportó trigo, maíz, lino y forraje. Las
cantidades, eran modestas, pero precursoras del destino agroexportador.
Entramos en el “ciclo lanero” (décadas de los 60 y 70 aunque después, siguió siendo
importante). Por primera vez en siglos, la lana es el principal producto de exportación,
superando al cuero.
Un hecho significativo fue que en 1866, los grandes ganaderos de Buenos Aires, fundaran
la Sociedad Rural y que su primer presidente se llamara José Martínez de Hoz.
La inmigración europea, era cada vez mayor. En 20 años, llegaron al país, 420.000 inmi-
grantes, de los cuales, el 60 % se radicaron en el Litoral.
6
FERNS, H. S., Gran Bretaña… etc., op. cit., pp. 329.
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En 1875 la Argentina estableció comunicación por cable con Europa, y la red telegráfica,
se extendía por alrededor de 8.000 km.
En 1876 fue sancionada la Ley de Colonización e Inmigración. Por ella, el Estado
promovió la inmigración europea, otorgándole numerosos beneficios (pasajes, alojamiento,
protección al arribo y facilidades para lograr empleo).
Si bien, la fundación de colonias continuó a ritmo acelerado en el Litoral, esta ley fue
clave para que la inmigración se convirtiera en masiva y espontánea en el período siguiente
BIBLIOGRAFIA
Síntesis esquemática.
II - 2. Contexto internacional.
Durante la 2da. mitad del siglo XIX, en Europa, Estados Unidos y Japón, se produjo un
fantástico desarrollo técnico-científico, que dio origen a la Segunda Revolución Industrial.
Surgieron nuevas industrias: siderúrgica, químicas, de máquinas-herramientas, motores a
explosión, electricidad, hidrocarburos, y comunicaciones, que requirieron gran cantidad de
materias primas y mercados consumidores. Los países adelantados, se dedicaron
especialmente, a la producción industrial –que reportaba rentas superiores- y buscaron las
materias primas, alimentos y nuevos mercados, en otros continentes: América Latina, Asia,
Africa y Oceanía.
Se constituye en plenitud, el “Mercado Mundial”; todos los países y pueblos lo integran,
pues todos, tienen algo para vender y algo para comprar, y lo hacen de una manera
permanente y creciente. Tiene características bien definidas: los países ´adelantados` produ-
cen y venden su producción fabril (artículos, insumos o máquinas), y compran materias
primas, mientras que los ·atrasados·, producen materia prima y compran manufacturas. A
esto, se lo denomina “División internacional del trabajo”.
El sistema capitalista adquirió dimensión mundial.
Europa fomentó la producción de materias primas en los países “periféricos”, con una
demanda creciente, y con inversiones de capital significativos. Simultáneamente, solucionó
el problema del exceso de su población, alentando la emigración hacia esos países, donde
producirán alimentos y materia prima que necesitaban.
II - 3. Actores sociales
La burguesía terrateniente porteña (las familias `tradicionales´) y del Litoral,
constituyeron la “clase alta”. Era la ´elite` dueña del poder político y económico, derivado
de la propiedad de la tierra, sobre todo, de la pampa húmeda.
Sus intereses coincidían y se articulaban con los intereses del gran capital británico,
reforzando una sociedad de hecho, que existía desde hacía mucho tiempo.
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Otros sectores privilegiados, fueron los inversores extranjeros; la mayoría, ingleses: eran
banqueros, importadores-exportadores, grandes comerciantes, grandes propietarios, altos
funcionarios de los ferrocarriles, servicios públicos, frigoríficos, etc.
Unos cuantos colonos y chacareros, a costa de mucho trabajo y sacrificio, lograron
prosperar y acceder a la pequeña y mediana propiedad en el Litoral.
Numerosos inmigrantes y criollos campesinos, debieron trabajar las tierras de los
latifundistas, como arrendatarios o peones.
Muchos inmigrantes se quedaron en las ciudades para trabajar, principalmente en Buenos
Aires y Rosario. Encontraron trabajo en la construcción, en el puerto, en el ferrocarril,
frigoríficos, servicios públicos, fábricas o talleres, comercios, o como artesanos y
vendedores ambulantes. Vivieron en las típicas casas de inquilinatos: los conventillos.
Originaron dos clases sociales nuevas: la clase media y la clase obrera.
Estos trabajadores formaron los primeros gremios en la Argentina, de tendencias
socialista, anarquista y sindicalista, que predominaban en la Europa de la época.
Quienes lograron algún ascenso económico (comerciantes, empleados), formaron la clase
media. En muchos casos, los inmigrantes se sacrificaban para asegurar el futuro de sus hijos
y un ascenso social, especialmente, a través de un título universitario.
II - 4. Factor dinámico.
Le daba dinamismo al modelo, el sector externo. Toda la actividad económica, giraba
alrededor de un eje: producir excedentes agrícolas y ganaderas, para ser exportados.
No se pretendía satisfacer el mercado interno, sino de aprovechar la “renta agraria”. De allí
las denominaciones dadas al modelo: `agroexportador`, `de crecimiento hacia fuera`, o de
`economía primaria exportadora`.
La estructura económica, los mayores esfuerzos de la sociedad y el Estado, estaban
dirigidos a crear excedentes agropecuarios. Para la industria, no existían estímulos; sin
embargo, necesariamente, hubo alguna actividad fabril.
Durante medio siglo, el modelo funcionó exitosamente. En ningún otro momento
histórico, la Argentina creció tanto. Pero ¿estaba asegurado el “progreso indefinido” como
afirmaba la clase dirigente?
El Estado, a través de los impuestos aduaneros, obtenía abundantes recursos (para la
época), con los cuales, amortizaba la deuda externa, cubría los gastos de la administración
pública –siempre crecientes-, y financiaba numerosas obras.
Con las divisas obtenidas por las exportaciones, se pagaban las importaciones, y se
enrique- cían los terratenientes e inversores.
El desarrollo industrial, fue escaso. Las únicas industrias modernas, estaban las destinadas
a la exportación, como la frigorífica; también la molinera.
La industria destinada al mercado interno, fue modesta: textil, alimenticia (principalmente,
láctea), de la construcción, numerosos talleres (metalúrgicos, ferroviarios), la imprenta, etc.
Recién en 1887 se fundó la Unión Industrial Argentina (UIA); por varias décadas, la
actividad industrial no tuvo incentivos, ni protección y careció de peso político.
7
DI TELLA, TORCUATO, GERMANI, GINO, GRACIARENA, JORGE y colaboradores, Argentina,
sociedad de masas, Buenos Aires, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1966.
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Al comenzar la Gran Guerra, los británicos dejaron de realizar nuevas inversiones, que
habían realizado en el sector `servicios` (sector terciario). Se convirtieron en `rentistas`.
En la década del 20, capitalistas norteamericanos y alemanes, iniciaron una nueva
estrategia de inversiones, en el sector secundario (industrias). Así, instalaron empresas
químicas, eléctricas, metalúrgicas, alimenticias, textiles y del caucho.
II - 7. Vulnerabilidad y límites.
Pese al crecimiento logrado, la estructura económica-productiva era sumamente
vulnerable: dependía totalmente de la demanda externa. El país había progresado en función
de las necesidades europeas, principalmente, del Reino Unido. Era “monoproductor” de
materias primas; no hubo diversificación de su economía, ni un desarrollo tecnológico que
la impulsara. ¿Fue sólo una `burbuja` de crecimiento?
El ciclo expansivo fue impulsado por factores exógenos, que imponían las condiciones:
precios, volúmenes, calidad.
En el apogeo del ciclo -1910, año del Centenario- había abundantes capitales, pero ni a la
clase terrateniente, ni al Estado, se les ocurrió realizar (o fomentar) grandes inversiones en
otras actividades económicas. No tuvo relevancia la industria liviana –mucho menos la
pesada-, ni integración económica, ni desarrollo científico-tecnológico que permitiera cierta
autonomía a la economía argentina.
La burguesía argentina, admiraba e imitaba a los europeos, menos en lo que era
fundamental: las inversiones de riesgo para el desarrollo científico-tecnológico e industrial.
II – 9 c.- La Oligarquía.
La burguesía terrateniente, detentó el poder. Es la oligarquía porque gobierna en su propio
beneficio. Sus intereses, coinciden con los del Estado. Mientras éste, estuvo
8
VILA, DANIEL, La nacionalidad de la inversión, en Polémica… etc., op. cit., Nº 66, p. 160.
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permanentemente endeudado, aquella se enriqueció fabulosamente. El fundamento de su
poder, estaba en la propiedad de la tierra (que le había regalado el Estado).
Surgida en época de Rosas, se fortaleció con el mitrismo y se consolidó con Roca y sus
sucesores, cuando le transfirió las tierras fiscales de la pampa húmeda.
Rosas convirtió a los `enfiteutas` en propietarios. Entre 1837 y 1840 , Rosas distribuyó
3.426 leguas cuadradas (8.565.000 hectáreas) entre 293 titulares. Entre ellos, figuraban –
¿casual- mente?- sus parientes, colaboradores o partidarios: Tomás y Nicolás Anchorena,
Félix de Alzaga, Juan Miguens, Felipe Arana, Juan Terrero, Pedro Trápani, Eustaquio Díaz
Vélez, Juan Pablo Sáenz Valiente, Simón Pereyra y otros, entre los que no faltaban,
ingleses.
En el período liberal, en 1864, se ponen en venta 2.171.000 hectáreas de tierras
disponibles, dentro de la línea de frontera; en 1871, fuera de ésta: en total se venden
3.807.852 ha. entre 3.438 personas. Además hay donaciones y premios a militares.
Con la denominada “conquista del desierto”, se hizo una formidable distribución de la
tierra pública. Martínez de Hoz y Cía. adquirió 2.500.000 de ha.; Saturnino Unzué e hijos,
500.000 ha.; Eduardo Casey: 270.000 ha., Belisario Hueyo y Cía., 250.000 ha., Marcelino
Ugarte: 177.000 ha., Tomás Drysdale: 122.500 ha., Antonio Cambaceres: 120.000 ha.,
Francisco Pradere: 95.000 ha., Victorino de la Plaza: 47.500 ha., Rudecindo Roca: 42.000
ha, etc.9
En 1885 el Estado cedió 4.750.471 ha. entre 541 personas.
Las tierras fiscales, fueron cedidas en grandes latifundios a personas privadas. En la
pampa húmeda, no hubo nada parecido al Homestead norteamericano, que disponía la
entrega de tierras en pequeña y mediana propiedad, para afincar al campesino.
El presidente Roca, manifestó en su Mensaje de 1904, que el Estado había vendido o
donado desde la época de Rosas, 32.447.045 hectáreas. Seguramente, fueron mucho más.
“…por leyes especiales del Congreso, se otorgan recompensas a los
expedicionarios según su jerarquía; como es de imaginar, Roca es el más beneficiado; en
toda la historia de la entrega de tierras, los militares, indistintos momentos, han recibido
20 millones de ha., sobre un total de 32 millones donadas.” 10
El 2do. Censo Nacional de 1895, destacó el “hecho notable de que casi la 3ra. parte de
los terratenientes, habían nacido en países extranjeros.” 11
Pocos grandes propietarios trabajaron sus tierras; prefirieron arrendarlas (tendencia que
aún hoy subsiste, aunque hayan cambiado las condiciones).
Por ejemplo: en 1910/11, de 29.100 explotaciones cerealeras de la Provincia de Buenos
Aires, sólo 9.100 (el 32 %) eran trabajadas por sus dueños, 16.800 (el 58 %) por
arrendatarios y 3.000 (el 10 %) por medieros.
En el Litoral, sucedía algo parecido. En Santa Fe, sobre un total de 14.200 explotaciones,
son trabajadas por sus dueños, 5.500, por arrendatarios: 7.300 y por medieros: 1.300.
Los contratos de arrendamiento, eran `leoninos`, de corto plazo, pues duraban de 3 á 5
años. En la primera época, los arrendatarios debían desmontar, estaban obligados a rotar sus
cultivos con trigo, lino y maíz, pagar el arriendo y al finalizar su contrato, debían dejar el
campo alfalfado.12
O sea: el propietario, después de recibir regalada la tierra, arrendaba el campo virgen, para
ser labrada por primera vez, es decir, desmontada, limpiada y arada; cobraba la renta y
recibía finalmente el campo con alfalfa para que pudiera pastar su ganado.
Esta inicua explotación de los arrendatarios, sumada a la de los acopiadores –y la baja del
precio de los granos- originó un gran levantamiento de colonos agricultores y chacareros
9
SAENZ QUESADA, MARIA, Los estancieros, p. 231, Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1980.
10
JITRIK, NOE, El mundo del Ochenta, p. 40, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1982.
11
VAZQUEZ-PRESEDO, VICENTE, El caso argentino, Buenos Aires, Editorial Universitaria de Buenos
Aires, 197l.
12
GRELA, PLACIDO, El Grito de Alcorta, pp. 72/74, Rosario, Ed. Tierra Nuestra, 1958.
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del sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires en 1912, que recibió el nombre de Grito de
Alcorta. Entonces fundaron la Federación Agraria Argentina –F.A.A.- que defiende los
intereses de los pequeños y medianos productores rurales.
13
Cit. por SOMMI, LUIS V, La Revolución del 90, pp. 28/31, Buenos Aires, Ed. Pueblos de América, 1957.
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partido con personalidades prestigiosas, para enfrentar al radicalismo yrigoyenista. Pero no
representaba cabalmente al conservadurismo tradicional que predominaba en la oligarquía.
El Nacionalismo. Desde 1910 empezó a manifestarse, esporádicamente al principio, una
nueva tendencia ideológica: el nacionalismo. En 1919 se fundó la `Liga Patriótica
Argentina` (conducida por Manuel Carlés) que fue el primer grupo organizado, de los
numerosos que aparecieron después. Constituyeron círculos pequeños (nunca un partido
político) pero fueron muy combativos y, cada vez más influyentes en la oficialidad de las
Fuerzas Armadas.
Pertenecían a la `clase alta`, de propietarios que defendían `la Patria` amenazada por la
turba de inmigrantes, que atentaban contra los valores tradicionales, esos obreros que
invadieron la Argentina, portadores de `ideologías extrañas`, que levantan `banderas rojas`,
provocaban huelgas violentas y hacían reclamos absurdos (tener derechos laborales,
mejorar su salario), en vez de trabajar sumisamente y obedecer al patrón.
Son elitistas, xenófobos, militaristas, católicos y anticomunistas. Los asquea la `chusma`
ra- dical. Adhieren a las doctrinas del ideólogo francés, el monárquico Charles Maurrás y al
corporativismo fascista. Sus figuras más destacadas fueron: Carlos Ibarguren, Juan E.
Carulla, los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta, Alfonso de Laferrere, Manuel Gálvez,
Leopoldo Lugones, Matías Sánchez Sorondo, etc.
BIBLIOGRAFIA
Síntesis esquemática.
..................................................
19
TREBER, SALVADOR, La economía argentina. Análisis, diagnóstico y alternativas, p. 56, Buenos Aires,
Ed. Macchi, 1977.
20
CAFASSO, JOSE, Balance de una década, en Polémica …etc., o. cit., Nº 90, p. 272.
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Algunos logros fueron la radicación de la primera fábrica automotriz: IKA. Industrias
Kaiser Argentina y la firma de los contratos petroleros con la empresa Standard Oil de
California, por los que se le concedía 50.000 km. cuadrados en Santa Cruz, para la
extracción y explotación del petróleo. La oposición, lo consideró una verdadera entrega del
petróleo
Con el pasar de los años, se fueron acentuando los rasgos totalitarios del régimen. Perón
pretendía encuadrar a toda la sociedad y sus instituciones, bajo su autoridad absoluta,
imponiendo la “doctrina peronista”. El intento de `peronizar’ al Ejército` tuvo efectos
negativos.
El sistema educativo, se fue degradando. En los distintos niveles de enseñanza, se
estudiaba la Doctrina Peronista, el 2do. Plan Quinquenal y se leía –sólo para elogiarlo- “La
Razón de mi vida” de Eva Perón. Los niños aprendían a leer, con nuevas palabras
generadoras, que eran Perón, Evita, etc.( por ejemplo, leían “ Evita me ama, yo amo a
Evita”).
La Iglesia (hasta entonces, puntal del peronismo), se alarmó ante el peligro de ser
desplazada en el “adoctrinamiento” de los argentinos. Posiblemente, ese fue el origen de la
ruptura con Perón, que se tornó en un fuerte conflicto, muy violento. Seguramente, tuvo
mucha influencia en la oficialidad de las Fuerzas Armadas, la que, por otra parte, vio con
mucha preocupación, el cambio de rumbo económico.
El año 1955 fue dramático. El conflicto Perón-Iglesia se agudizó. Perón derogó todas las
normas que beneficiaban a la Iglesia: la enseñanza religiosa en las escuelas, las
subvenciones a los colegios católicos, e hizo sancionar las leyes de divorcio y de profilaxis.
En junio, la profesión de “Corpus Christi” constituyó una clara manifestación opositora.
Al día siguiente, el gobierno mostró una bandera argentina quemada por los manifestantes
(una investigación posterior, concluyó que fue una acción del mismo gobierno).
Acto seguido, el 16 / 6 / 55, se produjo un criminal alzamiento de la aviación naval. Se
proponía dar muerte a Perón y bombardearon la Casa Rosada, así como la Plaza de Mayo,
donde murieron cientos de ciudadanos.
Sofocado el movimiento, por la noche la curia metropolitana y una decena de iglesias
ardieron en Buenos Aires, ante la total indiferencia de las fuerzas del orden.
Perón propuso una pacificación, que nadie creyó. El 31 / 8 / 55 pronunció un discurso
amenazador, que incitaba a la violencia. Dijo:
“La consigna para todo peronista, esté aislado o dentro de una organización, es
contestar a una acción violenta con otra más violenta. Y cuando uno de los nuestros
caiga, caerán cinco de ellos.”
El 16 de septiembre, estalló un nuevo movimiento militar, que derrocó a Perón.
BIBLIOGRAFIA
IV - MODELO DESARROLLISTA o
2da. ETAPA DE SUSTITUCION DE IMPORTACIONES (1958-1975).
Síntesis esquemática.
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IV – 1 - Contexto internacional.
Concluida la 2da. Guerra, el Poder Mundial se organizó con una estructura bipolar: el
capitalismo liderado por los Estados Unidos y el Socialismo, por la Unión Soviética. Fueron
sistemas antagónicos que pugnaron en una “guerra fría” por más de 4 décadas. Hubo un
permanente enfrentamiento en todos los aspectos (que era indirecto en los conflictos bélicos
que se producían), paralelo a una aterradora carrera armamentística (nuclear) que
amenazaba la existencia de la humanidad.
Europa occidental y Japón, recuperados de la destrucción de la guerra, volvieron a ser
potencias científicas, económicas e industriales.
El mundo capitalista adelantado, atravesó un largo ciclo de gran expansión económica,
interrumpido por una crisis estructural de 1973, que produjo cambos profundos en el
sistema productivo.
Simultáneamente, se produjo “el despertar de los pueblos”, es decir, un proceso de
descolonización de Africa, Asia y Oceanía, y los “movimientos de liberación nacional” en
Latinoamérica, que pretendió sacudir su situación semi-colonial. El mundo parecía avanzar
decididamente en ese sentido, con los triunfos de la Revolución China (encabezada por
Mao-tse-Tung, en 1949), de la Revolución Cubana (por Fidel Castro, 1959) y luego el
triunfo de los vietnamitas sobre el imperialismo norteamericano.
IV – 3 - Teoría de la Dependencia.
El fracaso de las políticas de desarrollo y el estancamiento de los países periféricos en la
década de los 60, puso en crisis las propias nociones de desarrollo y subdesarrollo y de su
teoría. La realidad mostraba que la brecha entre los países desarrollados y subdesarrollados,
se iba ensanchando y que los países del 3er. Mundo, eran cada vez más subdesarrollados.
Frente a este fracaso, distintos pensadores comenzaron a plantear la tesis de que la
especificidad histórica de la situación de subdesarrollo, nace precisamente de la relación
entre las sociedades periféricas y centrales. Surge así, el concepto de la Dependencia como
posible factor explicativo de la realidad.
Es necesario pues, plantear el atraso en términos de dependencia. Surge así, la Teoría de la
Dependencia con André Gunder Frank, Theotonio Dos Santos, Osvaldo Sunkel, Pedro Paz,
Fernando E. Cardoso y otros en América, Samir Amín en Egipto, etc. que hace explícito los
motivos del fracaso del desarrollo y desnuda los supuestos ideológicos de la
Modernización.
Entre las sociedades desarrolladas y las subdesarrolladas, no existe una simple diferencia
de etapa, sino de posición dentro de una estructura económica mundial, formulada en
términos de dominación, de hegemonía. El desarrollo de los países centrales, fue el
resultado de la formación, expansión y consolidación del sistema capitalista a nivel
mundial.
Desarrollo y subdesarrollo están en mutua dependencia, son dos caras de un mismo
proceso. Para que algunos países se desarrollen, otros deben sumirse en el subdesarrollo, el
atraso, la miseria. La dependencia supone una relación de subordinación de una comunidad
nacional respecto de otras, colocándolas en una situación de desventaja.
Theotonio Dos Santos, define la dependencia, como una situación condicionante, en la
que un cierto grupo de países, tiene condicionada su posibilidad de desarrollo, por la
expansión de otros. Esa situación condicionante, determina límites y posibilidades.
Los desarrollistas afirmaban que los países subdesarrollados padecen una división en
sociedades duales: una moderna, urbana e integrada; la otra, rural, atrasada y aislada que
constituye un obstáculo para la modernización.
La situación real es la contraria. Estas áreas rurales no han estado aisladas desde los
comienzos de la era mercantil-capitalista. Las regiones más atrasadas son, precisamente las
que han mantenido en el pasado los más estrechos lazos con las metrópolis, como por
ejemplo, Haití, los ex distritos mineros de Minas Gerais en Brasil o de México
(Guanajuato, Zacatecas), el altiplano peruano-boliviano, o las áreas de explotación agrícola
comercial para la exportación (Nordeste brasileño, países de América central).
IV – 4 - Condiciones internas.
Después de una década de populismo `estatista`, los sectores burgueses más encumbrados,
ligados al capital foráneo, buscaron retomar el control del Estado, restaurar las libertades
económicas a fin de lograr un genuino crecimiento del país.
Chocaron contra una fuerte oposición de las mayorías populares, perjudicadas con tales
políticas, dando lugar a un período de gran conflictividad político-social.
Las Fuerzas Armadas asumieron reiteradamente el control del Estado, por medio de golpes
militares, o indirectamente, presionando sobre el poder civil. Su propósito era contener a las
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Juan Antonio Vilar
masas populares –peronistas-, defender el “Ser nacional” amenazado por el marxismo y
mantener a la Argentina en el “mundo occidental y cristiano”.
Predominaron los oficiales industrialistas, que adhirieron al desarrollismo.
La concepción del desarrollo, fue diferente en los gobiernos que existieron en este modelo.
Se manifestaron en dos etapas discontinuas:
a) Desarrollismo liberal: Gobiernos de Frondizi y de la “Revolución Argentina”.
El primero, fue el momento más típico del desarrollismo, que se apoyaba en las inversiones
extranjeras. Rápidamente se instalaron fábricas automotrices, petroquímicas y empresas
extractoras de petróleo.
Durante la `Revolución Argentina` numerosas empresas nacionales fueron vendidas a
capitalistas extranjeros, que acentuaron su predominio, en las principales ramas industriales
y financieras.
b) Desarrollismo dirigista: Gobiernos de Illia y peronistas.
Los radicales concebían el desarrollo, conducido por el Estado, en base a inversiones
generadas por el ahorro interno. El Estado proteccionista, debía reservarse el manejo de
algunos resortes considerados estratégicos de la economía: el petróleo y la energía atómica.
El peronismo, confiaba en los `empresarios nacionales` para romper con la dependencia,
pero éstos eran débiles o ya estaban ligados a las empresas multinacionales.
IV – 5 - Actores sociales.
El nuevo proceso industrializador argentino y las tendencias hegemónicas mundiales,
generaron cambios: un nuevo bloque de clases dominantes encuentra en la cúspide, a los
sectores industriales y financieros del capital multinacional, mientras que la burguesía
nacional, disminuye su importancia relativa.
Se da una interrelación entre los sectores industriales, financieros, comerciales y
agropecuarios, pero la hegemonía la detentan los dos primeros, sobretodo, los más
modernos y dinámicos, los más ligados con el capital monopólico transnacional.
El `empresariado nacional` sigue dependiendo de las prebendas del Estado, aunque
progresivamente va cediendo a las estrategias del capital multinacional, asociándose en
formas diversas: uso de licencias y patentes, `royalties` con pago de regalías.
Empiezan a tener alguna importancia, sectores `terciarios` de la sociedad: los ejecutivos,
administradores, técnicos, profesionales de las empresas.
También irrumpen vigorosamente en la escena, los sectores juveniles y la mujer.
A fines del modelo, se advierte una fuerte caída de la clase media.
La clase obrera, sufrió un paulatino retroceso en su salario, pero siguió siendo un actor
político de relevancia. Simultáneamente, surgió una nueva dirigencia gremial, fortalecida
por el crecimiento industrial, que se alió al desarrollismo. Estos dirigentes –los nuevos ricos
de la Argentina-, trabaron buenas relaciones con el Poder (el gran capital nacional y
transnacional, las Fuerzas Armadas y la Iglesia), priorizando la defensa de sus intereses
sectoriales, políticos y personales, por los de los trabajadores que representaban.
Es indudable que la democracia burguesa en la Argentina, no funcionó, por lo menos,
durante un siglo. Y menos aún, en esta etapa. La ausencia o debilidad extrema de los
órganos representativos constitucionales, contrastó con la fuerte presencia política y
económica de las corporaciones. Se las denominó “factores de poder” –expresión de los
intereses sectoriales, corporativos- y tuvieron gran influencia en las decisiones del Estado.
Las más importantes fueron: las Fuerzas Armadas, la Iglesia, la UIA., y la CGE., la
Sociedad Rural, los proveedores y contratistas del Estado y el Sindicalismo peronista.
La mayor parte de la sociedad argentina, sufrió restricciones políticas, sociales y laborales
(proscripción del peronismo durante 18 años, anulación de elecciones, cercenamiento de
derechos laborales, caída de los salarios, limitación de las libertades públicas y de las
Contribución al Conocimiento de la Realidad 38
Juan Antonio Vilar
garantías individuales, etc.). Pese a lo cual, el “Estado de bienestar” siguió funcionando.
Existe casi pleno empleo. Los obreros calificados cobran buenos salarios.
Se da el fenómeno que algunos investigadores denominan “el empate social”, porque
ningún sector o alianza logra sostenerse en el poder o imponer su proyecto político, porque
termina siendo derrotado por la oposición.
Ante la falta de libertades, cobra vigor la resistencia civil, una oposición creciente y, a
veces, violenta, que se tradujo en paros, huelgas, manifestaciones, actos callejeros, etc.
Vastos sectores de la sociedad (principalmente juveniles) se tornó rebelde, contestatario e
indisciplinado. Su utopía, era la “liberación nacional y social”; estimulados por el ejemplo
de la Revolución Cubana, se fortalecieron en la lucha contra las oligarquías nativas y la
dominación imperialista. No sólo en la Argentina, la sociedad latinoamericana se
“radicalizó”, principalmente los sectores populares y medios.
En Argentina, el activismo social imaginó posible “un cambio de estructuras” y los más
decididos, formaron grupos armados, la “guerrilla”, que emplearon la violencia para
combatir tanta injusticia y a la violencia “de arriba”.
IV – 6 - Factor dinámico.
El modelo desarrollista, tiene como eje, el mercado interno. Si durante la 1ra. etapa
sustitutiva de importaciones, la industria liviana cubrió la demanda interna de productos de
consumo directo y masivo, en la 2da. etapa, son las industrias “de base” que satisfacen las
demandas de productos durables, más sofisticados, destinados a los sectores altos y medio
altos de la sociedad. El producto más típico, es el automóvil; también el televisor, el
radiogravador, etc.
Las empresas multinacionales, tienen una fuerte presencia. Sus actividades industriales y
financieras, fueron dominando el circuito económico más rentable.
IV - 9 - Vulnerabilidad y límites.
Ni la tecnificación de las actividades rurales, ni la instalación de las nuevas industrias
básicas, alcanzaron para asegurar un crecimiento sostenido. El problema fundamental del
país, seguía siendo su estructura económico-productiva “altamente desequilibrada”, que
ahora se agravaba por una dependencia cada vez, mayor.
Los recursos fiscales eran siempre escasos y los déficits se cubrían apelando a un mayor
endeudamiento externo.
La debilidad del sector externo, era crónica: la balanza comercial arrojaba generalmente,
saldos negativos; más deficitaria era aún, la balanza de pagos.
El Estado no pudo orientar las inversiones, ni hubo efecto multiplicador, ni se produjo la
integración horizontal y vertical de la industrial.
Las empresas transnacionales colocaron al país, en una extrema dependencia industrial,
tecnológica y financiera. “La dependencia no pasa ahora por el sistema político, sino que se
instala en la propia estructura productiva.”
Contribución al Conocimiento de la Realidad 40
Juan Antonio Vilar
Gran parte del aparato productivo del país –el más dinámico- está sujeto a decisiones que
se toman en el exterior. El `drenaje de divisas` provocado por el pago de utilidades,
licencias, patentes, intereses, supera las inversiones.
IV – 10 - Agotamiento y fin.
El capital transnacional aprovechó una oportunidad de inversión sin riesgos y rápidas
ganancias y provocó una “burbuja” de crecimiento. Explotó cuando estalló la crisis
energética de 1973, y con ella, la crisis del modelo “fondista-keynesiano” en los países
adelantados.
………………………………………………………………
ACUÑA, MARCELO LUIS, De Frondizi a Alfonsín: la tradición política del Radicalismo, t. 1, p. 120,
21
ROUQUIE, ALAIN, Poder militar y Sociedad política en la Argentina, t. II. 1943-1973, p. 120, Buenos
22
23
GARCIA, ALICIA S. y RODRIGUEZ MOLAS, RICARDO, Textos y documentos. El autoritarismo y los
argentinos. La horade la espada y del balcón/5, (1946-1964), pp. 530-543, Buenos Aires, Centro Editor de
América Latina, 1989.
24
VERBITSKY, HORACIO, Op. cit., pp. 98-110.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 48
Juan Antonio Vilar
IV – 11 d. 2 - El movimiento obrero.
El sindicalismo peronista apoyó fervorosamente el golpe militar, confiando que le sería
favorable y atendería sus reclamos. Pronto advirtieron su engaño. La conducción
económico-social, perjudicaba a los trabajadores (se llegó a suprimir el derecho de huelga y
el `sábado inglés` en 1969). Estallaron conflictos laborales, que fueron enérgicamente
reprimidos. Se aplicó la Ley de Servicio Civil de Defensa (de movilización de los obreros).
Un largo paro de portuarios, fue reprimido, su secretario gremial Eustaquio Tolosa,
detenido, procesado y condenado a 5 años de prisión e inhabilitación.
En 1967, el gremialismo hegemónico era liderado por augusto Timoteo Vandor; quiso
demostrar su fuerza con un Plan de Acción, para hacer retroceder al gobierno en su política
laboral, en un paro de 48 horas.
Onganía respondió rápidamente, con la suspensión de la personería gremial y el
congelamiento de los fondos de los gremios díscolos (UOM –Unión Obrera Metalúrgica-,
Textiles, FOTIA –industria azucarera-, FOETRA –telefónicos-, Químicos, Unión
Contribución al Conocimiento de la Realidad 49
Juan Antonio Vilar
Ferroviaria, La Fraternidad). El movimiento fracasó. El `vandorismo` fue derrotado y se
sometió. Recuperó sus gremios, sus fondos y pasó a negociar con la dictadura.
Desde la década del `60, el sindicalismo peronista adquirió las características esenciales
que aún conserva (con sólo algunas variantes).
Los gremios se fortalecieron con el desarrollismo. Las nuevas industrias y el incremento
de la actividad, engrosó la cantidad de afiliados. Surgieron gremios poderosos, como los
metalúrgicos, mecánicos, petroleros y de la construcción. Recaudaban grandes sumas de
dinero por aportes obligatorios de los afiliados y con el manejo de las obras sociales
(beneficio otorgado por Onganía). Mantienen hoteles, camping, sanatorios, bancos, etc.
Los gremios quedaron en poder de un aparato burocrático, peronista, verticalista y
antidemocrático, funcional al sistema. Mantienen fluidas relaciones con el Poder
(económico, militar o religioso). Son `visceralmente` anticomunistas.
Al principio, sus dirigentes, habían llegado al gobierno del gremio por sus méritos y
habilidad. Después, se perpetuaron en el mando, por medio de la violencia (con su aparato
de matones) y del fraude `legal` más perfecto conocido: generalmente, en los gremios
grandes, sólo puede presentarse a elecciones, una sola lista: la oficialista.
Estos dirigentes sindicales, se han enriquecido escandalosamente, son verdaderos
magnates que viven a todo lujo, dándose esta paradoja: dirigentes ricos, obreros pobres.
Invocan su condición de “trabajadores”, identificándose como “Nosotros, los trabajadores”
cuando dejaron de serlo hace muchos años (algunos, nunca lo fueron). Son dirigentes ‘de
escritorio’, burócratas, cuya máxima ‘virtud’, en negociar.
Todo lo discuten, negocian y resuelven, a nivel de superestructura. El sistema legal
sindical, da un enorme poder a la cúpula gremial, ya sean sindicatos, federaciones o a la
CGT., por ejemplo, con el derecho de intervención. No existe ningún verdadero control ni
límite de sus gastos (ni de sus elecciones).
Coyunturalmente, sus tácticas, varían. Frente a la “Revolución Argentina”, adoptaron tres:
1) Los Participacionistas. Eran oficialistas que apoyaron abiertamente la dictadura de
Onganía. Presentaban como alternativa, la de “participar y colaborar” o caer en “tácticas
subversivas”.
En 1968 constituyeron el nucleamiento “Nueva Corriente de Opinión”.
Sus principales dirigentes fueron: José Alonso, secretario de la CGT, del gremio del
vestido, Juan José Taccone, de Luz y Fuerza, Rogelio Coria de UOCRA –construcción-,
Adolfo Cavalli de SUPE –petroleros- y Angel Peralta –vitivinícola-.
2) Los Dialoguistas (vandoristas). Constituyen la expresión más acabada de la burocracia
sindical peronista. Su arma, es la negociación. Su táctica, es endurecerse para negociar
mejor (“golpear y negociar”). Suelen utilizar un discurso revolucionario para conformar a
sus representados –los obreros-, que se transforma en una vergonzante sumisión frente a la
patronal.
Su principal dirigente, fue AugustoTimoteo Vandor (y otros dirigentes de la UOM: Paulino
Niembro, José Rucci y Lorenzo Miguel), Vicente Roqué –molineros-, Antonio Baldassini –
correos-.
3) Los Combativos. Sindicalismo de línea dura, opositor a la dictadura, encabezado por
Amado Olmos –sanidad-, Julio Guillán de FOETRA – telefónicos-, la CGT de Córdoba
(con Elpidio Torres y Atilio López).
En marzo de 1968 se realizó un Congreso Normalizador de la CGT. Los burócratas
Vandor y Alonso, lo impugnaron. Surgió un nuevo Secretariado con dirigentes honestos y
combativos, encabezado por Raimundo Ongaro (Gráficos)25 e integrado por Antonio
Scipione (Unión Ferroviaria), J. Guillán, Benito Romano (FOTIA –azucareros-); pronto se
25
Raimundo Ongaro, era un peronista social-cristiano, de gran honestidad y valentía. En marzo de 1969,
declaró: “La clase trabajadora tiene como misión histórica, la destrucción, hasta sus cimientos, del sistema
capitalista de producción y distribución de bienes”.
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Juan Antonio Vilar
incorporó Agustín Tosco –Luz y Fuerza de Córdoba-. Tuvo que identificarse como CGT de
los Argentinos, porque ni el gobierno, ni los burócratas la reconocieron.
Estos últimos, formaron la CGT. Azopardo (la calle de su sede).
La CGTA. enfrentó tenazmente al onganiato. En esa lucha, se sumaron numerosos
gremios chicos (empleados de farmacias, químicos, periodistas) y del interior del país.
IV – 11 d. 3 - La respuesta social.
La dictadura se empeñó en imponer un orden moral católico reaccionario, en momentos
de cambios, por la irrupción de la juventud como un actor destacado, que rompe con los
moldes antiguos y de la mujer, que avanza en su lucha por la igualdad. Hay censura oficial
en las distintas manifestaciones de la cultura. Lo nuevo, es sospechoso y censurado: el pelo
largo y la barba en los varones, la minifalda o el pantalón en las mujeres, el beso en lugares
públicos, la mayor libertad sexual, etc.
La juventud se politiza como nunca y ocupa un lugar destacado en la lucha contra un
régimen opresor y sometido al capital extranjero. Pero también gruesos sectores de la
sociedad se radicaliza políticamente y se torna rebelde. No es sólo la lucha contra la
dictadura o por reivindicaciones laborales, sino que es política: el objetivo de máxima, es
derrotar a “la oligarquía y el imperialismo”, lograr “un cambio de estructuras” y por “la
liberación nacional y social”. Esta lucha, se superpone con otra que tiene como objetivo
lograr el “retorno de Perón” y que le da un ancho apoyo popular.
Gran parte de la sociedad, venciendo el temor a la feroz represión, se lanzó a combatir en
las calles, lugares de trabajo y de estudio, o a través de la palabra y la pluma.
Tres vertientes ideológico-políticas confluyeron y bregaron unidos en la práctica:
a) El peronismo combativo, encabezado por la CGT de los Argentinos y la CGT de
Córdoba.
b) El cristianismo revolucionario.
c) La izquierda independiente.
IV – 11 d. 4 - La Iglesia renovada.
El Papa Juan XXIII inició la renovación de la Iglesia, alejándola de su tradicional alianza
con los sectores privilegiados y poderosos, para inclinarla en “la opción por los pobres”.
Sancionó la Encíclica Mater et Magistra en 1961, que buscaba orientar “la cuestión social
en forma más en consonancia con nuestro tiempo”.
Reunió el Concilio Vaticano II, donde los obispos conservadores, fueron superados por los
renovadores, numerosos en el 3er. Mundo.
Su sucesor, Paulo VI, continuó esa línea. Sancionó la Encíclica Popolorum Progressio en
1968, donde clamaba contra las injusticias sociales, los abusos de los poderosos y “el
imperialismo del dinero”.
Muchos obispos, sacerdotes y laicos de Latinoamérica, adhirieron al llamado de la Iglesia.
Un jalón inicial, fue la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín –CELAM- de
1968. Figura relevante fue el obispo de Recife (Brasil) Helder Cámara.
En Argentina, pocos pero muy destacados obispos adhirieron a la renovación, comenzando
con Jerónimo Podestá –que dejó los hábitos-, y los obispos de Goya: Alberto Devoto, de
Sáenz Peña: Italo Di Stéfano, de Neuquén: Jaime de Nevares, de Viedma: Miguel Hesayne
y de La Rioja: Enrique Angelelli.
En mayo de 1968, 21 sacerdotes se reunieron en Córdoba originando el Movimiento de
Sacerdotes para el Tercer Mundo. El compromiso social de este Movimiento, fue creciendo
rápidamente, lo mismo que el número de sacerdotes y la adhesión de los laicos. Sus
pronunciamientos fueron claros. Entre ellos, asumieron su posición en relación a un tema
candente: la violencia. Advirtieron:
Contribución al Conocimiento de la Realidad 51
Juan Antonio Vilar
“. . . se evite por todos los medios equiparar o confundir la violencia injusta
de los opresores que sostienen este nefasto sistema, con la justa violencia de los
oprimidos, que se ven obligados a recurrir a ella, para lograr su liberación.”26
En el 2do. Congreso del año siguiente, 80 sacerdotes reconocieron la raigambre popular
del peronismo, rechazaron al sistema capitalista, el imperialismo económico, político y
cultural y se pronunciaron a favor de un cambio radical de estructuras, por el socialismo,
mediante la socialización de los medios de producción.
Una importante expresión de esta tendencia, fue la revista “Cristianismo y Revolución”
dirigida por Juan García Elorrio.
IV - 11 d. 5 - La Izquierda.
El principal objetivo de la dictadura de Onganía, fue eliminar “la infiltración marxista” y
defender al mundo occidental y cristiano. En 1969 el déspota consagró a la Argentina, “al
Corazón Inmaculado de María”.
El 25 / 8 / 67 dictó la Ley 17.401, que imponía severas penas a personas que “con
indudable motivación ideológica comunista”, realizaren actividades proselitistas,
perturbadoras del orden público, tengan centros de adoctrinamiento y propaganda; los
excluye de ocupar empleos en el Estado, ejercer la docencia, tener emisoras de radio y
televisión, imprentas o editoriales, prohibiendo las publicaciones “consideradas
comunistas”.
La `cruzada` contra el comunismo, había comenzado con `la noche de los bastones
largos`.Pero el activismo radicalizado estudiantil, no decreció, cobrándose una víctima
temprana con Santiago Pampillón en Córdoba. Esta ciudad, fue el centro de oposición más
radicalizado obrero-estudiantil, del país.
Desde posiciones socialistas y marxistas, se sumaron a la lucha social, estudiantes,
docentes, profesionales, intelectuales, artistas y trabajadores (Luz y Fuerza, SMATA. y el
sindicalismo clasista de SITRAC. y SITRAM., todos de Córdoba).
En 1969 el descontento social era incontenible: paros, actos, manifestaciones, refriegas
con muertos, heridos y detenidos se multiplicaron en casi todo el país. Y explotó con furia
el 29 de mayo en el Cordobazo, gigantesca manifestación de repudio a la autocracia militar
(saldo: 14 muertos, 100 heridos y muchísimos detenidos). Fue el estallido social más
importante de la época, de obreros y estudiantes, con gran apoyo de la clase media. El
onganiato quedó herido de muerte.
El gobierno decidió nombrar interventor de la CGT Azopardo a Valentín Suárez con el
propósito de “normalizarla”, mientras asaltó violentamente la sede de la CGT de los
Argentinos y de algunos de sus sindicatos adheridos, deteniendo algunos de sus dirigentes.
Esta ofensiva arrojó como resultado, una lenta agonía de esa central sindical, que para 1970
termina por desaparecer.
Inmediatamente, se repitieron los estallidos sociales multitudinarios, que se llamaron
Rosariazos, Chipoletazos, Tucumanazos, Mendozazos y otros (menos en Buenos Aires).
Onganía declaró el `estado de sitio`, aumentó la represión, pero había perdido el control
del país: era incapaz de imponer “el orden” tan caro a los militares.
IV – 11 d. 6 - La Guerrilla.
Desde el gobierno de Frondizi, habían aparecido, de manera aislada, pequeños grupos
guerrilleros, que fueron rápidamente desarticulados. Durante el onganiato se multiplicaron y
su accionar recrudeció, mediante atentados a símbolos del poder económico, secuestros
extorsivos, eliminación de represores y de ´traidores´, detención de camiones cargados de
mercaderías y su inmediato reparto en las villas, etc.
26
DEPARTAMENTO DE HISTORIA DEL CENTRO EDITOR DE AMERICA LATINA, Diez años de
Polémica. 1962-1972: los hechos, los hombres, Nº 13, p. 77, Buenos Aires, CEAL, 1972.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 52
Juan Antonio Vilar
Se organizaron células guerrilleras; las más importantes fueron las Fuerzas Armadas
Rebeldes (FAR., guevaristas), las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Montoneros
(peronista que terminaría absorbiendo a las demás) y el Ejército Revolucionario del Pueblo
(ERP, trotzkista).
En septiembre del ´68 surgió una guerrilla rural en Taco Ralo, organizada por Envar El
Kadri. Inmediatamente llegaron a Tucumán para reprimirla, los “boinas verdes” (cuerpo de
lucha antiguerrillera de los Estados Unidos).
En junio del año siguiente, explotaron bombas sincronizadamente, en 13 supermercados
Mínimax (propiedad de los Rockefeller) quedando destruidos. En ese mes, Vandor murió
víctima de un audaz atentado hecho por desconocidos, en plena sede sindical.
El 25 / 5 / 70, el general Aramburu fue secuestrado por un grupo de jóvenes: era el primer
núcleo de Montoneros, que lo `juzgaron`, condenaron y ejecutaron.
Fue el final del autócrata (posiblemente cómplice de ese asesinato). La Junta Militar
reasumió el mando el 8 de junio; designó nuevo presidente al General Roberto M.
Levingston, quien asumió diez días después.
28
Ibídem, p. 111.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 56
Juan Antonio Vilar
El 27 / 2 / 74 se produce el “Navarrazo”. El jefe de policía de Córdoba se insubordinó
contra el gobernador Obregón Cano y el vice, Atilio López y los puso presos. El P.E.
Nacional, avaló este grave atentado institucional, enviando la Intervención a la provincia.
En el acto del 1ro. de Mayo, Perón trató de “estúpidos” e “imberbes” a los jóvenes de la
JP (un año antes, eran “la juventud maravillosa”) elogiando a la burocracia sindical.
En estas circunstancias dramáticas, murió Perón el 1 / 7 / 74.
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BIBLIOGRAFIA
V – 1 - Situación Internacional.
La crisis energética de 1973 cerró un largo ciclo de expansión y auge de los países
capitalistas más adelantados. El Estado de Bienestar –o Estado Social-, entró en crisis.
El exitoso modelo de producción fordista-keynesiano, quedó desplazado por la
‘Revolución Tecnológica’, un nuevo y extraordinario desarrollo científico y técnico. La
electrónica, la informática, Internet, la robótica, la microfísica, la ingeniería genética, los
nuevos materiales, la comunicación satelital, -¡las armas ‘inteligentes’!- etc., originaron
nuevas formas de organización de la producción, mucho más eficiente, que ha cambiado
sensiblemente la vida y las relaciones entre los pueblos.
El hecho histórico más trascendente, fue la “implosión” del Socialismo ‘real’, producido
entre los años 1989 y 1991.
El capitalismo logró imponerse como sistema único y universal. Las economías ‘cerradas’
y planificadas del socialismo, desaparecieron barridas por la superioridad capitalista.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 59
Juan Antonio Vilar
El MERCADO ocuparía, en forma excluyente, el centro del escenario. La defensa de la
libre empresa, la liberalización comercial y financiera y el derecho absoluto a la propiedad
privada, con la eliminación del ‘estatismo’, serían los mecanismos más idóneos para lograr
el progreso material, científico y técnico, que multiplicaría la riqueza, para beneficiar a toda
la humanidad.
En realidad, este prodigioso aumento de bienes y servicios obtenido, sólo ha beneficiado a
unos pocos países y ha enriquecido fabulosamente a unas cuantas empresas y personas.
Pero los beneficios no han llegado a la inmensa mayoría de los pueblos ni de sus habitantes.
Sin ningún adversario, el capitalismo se ha vuelto “salvaje” y de superconcentración del
capital. Las corporaciones transnacionales gigantes, que han logrado una acumulación
colosal, dominan el mundo. La brecha entre los pueblos y las personas, se agiganta. Este
capital concentrado (industrial y financiero), constituye el verdadero Poder Mundial y los
Estados, son sus instrumentos político-militares.
El Poder impone su discurso hegemónico, excluyente, sin alternativas, su “pensamiento
único”, superior, de la preeminencia de las libertades individuales, del “homo
oeconómicus” constructor de su futuro y la libertad de mercado, como valor absoluto.
Las grandes potencias, han constituido el Grupo de los 7 (EE.UU, Alemania, Japón,
Francia, Italia, Reino Unido y Canadá) y sus Jefes de Estado se reúnen para determinar las
principales cuestiones mundiales, mientras que en Davos, sus Ministros de Finanzas y
Encargados del Tesoro, analizan la marcha de la economía y resuelven sus estrategias.
Con la caída del ‘comunismo’, los EE.UU. han encontrado un nuevo enemigo mortal: el
terrorismo y el narcotráfico. Ha desencadenado una ‘guerra preventiva’ mediante un
terrorismo sin igual en la historia. Su lucha, es la del Bien (los norteamericanos) contra el
Mal (quienes no le obedecen y no se le someten). Encontraron que hay un Eje del Mal (Irak,
Irán y Corea del Norte) y le siguen en la lista negra: Cuba, Venezuela, Siria, Bolivia. . .
El objetivo de esta guerra, es imponer definitivamente la hegemonía mundial de los EE.UU
y apoderarse de los recursos naturales estratégicos: el petróleo, el agua, la tierra, la
biodiversidad . . .
V – 3 - La situación interna.
Al prolongado “empate social” le pone fin el Proceso Militar. Después de 18 años de
proscripciones, de permanente inestabilidad política, de alternancia de gobiernos civiles y
militares en que ningún proyecto político-económico logra imponerse, las FF.AA. quiebran
ese empate e inclinan la balanza a favor del capital concentrado, apelando al “Terrorismo de
Estado” y que los gobiernos democráticos que le sucedieron, se encargaron de consolidar.
El Proceso Militar creó las condiciones necesarias, para que el peronismo Menemista
realizara los “cambios estructurales” de la Argentina Neoliberal.
El Proceso eliminó los obstáculos que se oponían a su objetivo: el populismo, el estatismo,
el industrialismo desarrollista, aterrorizando a la población y disciplinándola.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 60
Juan Antonio Vilar
El fracaso del gobierno democrático que le sucedió, en su débil intento de revertir el
rumbo, desembocó en un descalabro mayúsculo –un ‘golpe de mercado’- que tuvo un efecto
más demoledor aún, de disciplinamiento social. La crisis del Estado era ‘terminal’. Su
reforma resultaba inevitable. Como en todo el mundo, a la Argentina le había llegado la
hora del ‘Mercado’.
Casi toda la sociedad y especialmente el peronismo, que durante medio siglo habían
defendido firmemente el ‘dirigismo’ estatal y las empresas públicas, ahora aceptaban la
economía libre de mercado y las privatizaciones, como la gran solución.
El peronismo, completaba su ciclo. Perón fundó el Estado de Bienestar, Menem lo
destruyó; Perón hizo sancionar los principales derechos del trabajo, Menem los anuló con la
flexibilización laboral; Perón saldó la deuda externa, Menem la aumentó a límites
insoportables.
La primera etapa de la experiencia neoliberal, culminó con un fracaso estrepitoso y los
estallidos sociales del 2001. La recuperación posterior –que estamos viviendo y obedece a
factores externos- no han cambiado la esencia del sistema.
V – 4 - El factor dinámico.
La fuerza dinámica del modelo neoliberal, lo da la valorización financiera lograda
mediante las privatizaciones de empresas públicas y la especulación.
Casi todo el patrimonio social argentino, pasó a manos de empresas privadas, generándole
grandes ganancias.
Simultáneamente, los principales negocios se han hecho –y se hacen- especulando de
diversas maneras: durante el Proceso Militar, con los ‘plazos fijos’, las mesas de dinero y la
‘estatización’ de la deuda privada; con Alfonsín, con la ‘Promoción industrial’ y los bonos
del Estado; con Menem-Cavallo, con los negociados de las privatizaciones y el colosal
endeudamiento; con De la Rúa-Cavallo, con el ‘megacanje’; con Duhalde, con la nueva
licuación de pasivos y, a la salida de la convertibilidad, una nueva transferencia de ingresos
a favor del capital; y con Kirchner, con la renegociación de la deuda y la emisión de
nuevos bonos.
En los últimos años, la locomotora de la economía mundial es la China, que viene
creciendo de una manera impresionante (también la India). China demanda gigantescas
cantidades de materia prima (y exporta bienes industrializados). Argentina ha entrado en
una nueva etapa agroexportadora donde reina la soja (también otros granos y aceites). La
rentabilidad de las semilleros que venden todo el ‘paquete’ de producción (Monsanto), de
los propietarios y de las empresas agropecuarias (los pools de siembra) y los exportadores,
es enorme y el Estado obtiene importantes recursos con las retenciones a las exportaciones.
V – 7 - La Sociedad.
A las nuevas generaciones, que sólo han conocido este mundo neoliberal globalizado, han
naturalizado sus características individualistas y de una espantosa inseguridad, les resulta
extraña la Argentina vivida por sus padres y abuelos (cuando se tenía abierta la puerta de
calle). Las seguridades y certezas que brindaba el Estado Benefactor -con sus
limitaciones y deficiencias-, han quedado en el recuerdo de los mayores.
Los tradicionales lazos de solidaridad de aquella sociedad, han sido reemplazados por un
individualismo pragmático. Hoy es importante alcanzar el éxito, la fama y el dinero,
logrado por cualquier medio. Que ese éxito sea visible; ser rico y famoso y mostrarse por
los medios de comunicación. Toda una cultura menemista de ignorancia y farandulismo.
Los otros –la gran mayoría- son unos fracasados. Hasta sobran.
Este capitalismo globalizado, es una fábrica de pobres. Y los sumergidos, tratan de
salvarse y sobrevivir. Si no lo logran a través de la política, el deporte, del arte o de un
Contribución al Conocimiento de la Realidad 62
Juan Antonio Vilar
golpe de suerte, para muchos, el camino que les queda, es el delito, la prostitución o las
drogas.
La Argentina, durante más de un siglo, fue un país algo homogéneo, con un perfil
relativamente igualitario, que tuvo el más alto nivel de vida de América Latina, con una
sociedad en ascenso, una industria y servicios aceptables, tasas bajas de desocupación, de
analfabetismo o de mortalidad infantil, un sistema educativo eficiente, así como
profesionales, técnicos e investigadores de relieve, un sistema de seguridad social
funcionando; todo eso se derrumbó en la fatídica década del 90, con una sociedad
desintegrada y empobrecida.
Se pueden señalar pruebas en contrario, por ejemplo, las fábricas recuperadas por sus
trabajadores, los primeros piquetes, o algunas organizaciones sociales y barriales, pero no
dejan de ser excepciones.
Las tasas de desocupación y pobreza, alcanzaron niveles desconocidos. A la pobreza
crónica, se le sumaron los nuevos pobres, provenientes de una clase media que se hundía y
una clase obrera que perdía su trabajo. Y mientras esto sucedía durante la “fiesta
menemista” algunos cuantos se enriquecían fabulosamente.
V – 9 – Síntesis histórica.
30
VERBITSKY, HORACIO, Op. cit., 142 á 149.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 63
Juan Antonio Vilar
Inspirada en la Doctrina de la Seguridad Nacional,31 la dictadura militar violó
masivamente la Constitución y las Leyes, desconoció los derechos individuales y sociales,
prohibió la actividad política, anuló el derecho de huelga, amordazó a la prensa, censuró la
educación (cientos de estudiantes, profesores y investigadores expulsados) y la cultura
(fueron quemados más de un millón de libros del Centro Editor de América Latina, de Boris
Spivacow) y persiguió ferozmente, a los críticos del sistema, ya fueran militantes políticos,
sociales, estudiantiles, gremiales, como a profesionales, artistas, intelectuales, activistas de
fábricas o del campo, miembros de la Iglesia y civiles ‘sospechosos’.
Inmediatamente se puso en marcha la “lucha contra la subversión”, cuidadosamente
planificada. El territorio nacional fue dividido en Zonas, Subzonas y Areas, al mando de su
máxima autoridad militar (Ejército, Marina, Aeronáutica: las otras fuerzas le estaban
subordinadas), encargadas de la represión. Para las operaciones de la ‘guerra sucia’, existían
los Grupos de Tareas. ( miembros de la Triple A., fueron absorbidos por los grupos de
tareas).
Decenas de miles de personas, fueron detenidas ilegalmente (ante el total desconocimiento
de la Justicia) y alojados en Centros clandestinos de detención (se han denunciado alrededor
de 500). Es que al lado del Estado visible que gobernaba, existía un verdadero Estado
clandestino.
Los detenidos eran sistemáticamente torturados, violados y muchos, asesinados y
“desaparecidos” (arrojados al mar o quemados, o enterrados como “N.N.”).
Los bienes de las víctimas, eran “botín de guerra” de los asesinos, entre ellos, bebés nacidos
en cautiverio. Se estima que unos 500 bebés estuvieron en esas condiciones y han sido
intensamente buscados por sus familiares. 87 de ellos han recobrado su identidad, gracias a
las pruebas irrefutables de los análisis de ADN.
La Junta Militar dispuso la reforma del Código Penal, introduciendo la pena de muerte.
Sin embargo, nadie fue sometido a juicio sumario y fusilado; la matanza fue simulada o
clandestina. Se han identificado –con nombre y apellido- a alrededor de 11.000
desaparecidos, aunque se estiman en 30.000.
Dirigentes Montoneros afirman que sus combatientes sumaban unos 3 ó 4 mil, mientras
que las otras organizaciones guerrilleras como el ERP, ya habían sido aniquiladas.
En consecuencia, la gran mayoría de los desaparecidos no eran “terroristas subversivos”
sino militantes político-sociales, que luchaban contra las injusticias del régimen y a favor de
una liberación nacional y social. La tercera parte, eran obreros, muchos estudiantes, también
periodistas, docentes, abogados, psicólogos, religiosos, etc., casi todos jóvenes.
La sociedad –en general- adoptó una actitud pasiva, y en buena medida, fue cómplice de
esta carnicería (por acción u omisión). La Jerarquía eclesiástica, encabezada por el Capellán
General y Arzobispo de Paraná, Adolfo Servando Tortolo, estimuló el terrorismo de Estado,
bendijo las armas asesinas y tranquilizó las conciencias alteradas. Mientras tanto, eran
asesinados los obispos de La Rioja, Enrique Angelelli, de San Nicolás Carlos Ponce de
31
La ideología de la seguridad nacional, fue elaborada por el Pentágono norteamericano, para defender “al
mundo occidental y cristiano” amenazado por “la subversión marxista internacional”. Fue enseñada en la
Escuela de las Américas –ubicada en la zona norteamericana del canal de Panamá- donde se adiestraron más
de 40.000 oficiales latinoamericanos (3.676 argentinos) en los Cursos de Guerra Contrarrevolucionaria.
Muchos de estos militares participaron activamente en los golpes de estado que sufrió Latinoamérica en las
décadas de los 60 y 70.
Sostenía que el marxismo, el comunismo era el mal absoluto, que se había ‘infiltrado’ en Latinoamérica y que
era necesario destruirlo por cualquier medio. Había que levantar “las fronteras ideológicas” porque el enemigo
era interno, estaba dentro del territorio.
Tomaron las prácticas de los militares franceses –veteranos de la guerra contra vietnamitas y argelinos-, de
sospechar que todo civil era potencial enemigo, o podía saber algo de la insurrección y, por lo tanto merecía
ser torturado –sin cargo de conciencia-, hasta que confesara su ‘delito’ o diera información del enemigo.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 64
Juan Antonio Vilar
León (en cierto sentido, también el de Santa Fe, Vicente Zazpe), los curas Palotinos, las
monjas francesas y miles de laicos católicos.
En los actos de tortura, participaban médicos y sacerdotes. Para el reparto del botín de
guerra, existieron estudios jurídicos y contables que legitimaban el despojo. Alguno de
ellos, llegó a ser después, ministro de Menem.
Casi todos los golpes militares habidos en América Latina y el Caribe, fueron proyectados,
promovidos, financiados o apoyados por los EE.UU. El presidente James Carter, en 1977
introdujo cambios en su política exterior en relación con la defensa de los “derechos
humanos”. Carter presionó a los dictadores militares, suspendiéndoles la ayuda militar.
En Europa occidental tenían amplia difusión las denuncias de la matanza, por parte de los
exiliados, familiares de las víctimas y organizaciones solidarias.
Las denuncias llegaron hasta la OEA (Organización de Estados Americanos) Su Comisión
Interamericana de Derechos Humanos nombró una comisión que visitó el país en 1979, para
recabar información. Luego redactó un severo Informe sobre las múltiples violaciones a los
derechos humanos, cuya circulación en el país, fue prohibida.
En 1980 las FF.AA. sufrieron otro duro golpe, cuando le fue conferido el Premio Nóbel de
la Paz, al arquitecto Adolfo Pérez Esquivel, víctima de los dictadores y miembro del
Servicio de Paz y Justicia. Era una de las organizaciones defensoras de los derechos
humanos, junto con la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, el CELS –Centro de
Estudios Legales y Sociales-, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, los
Familiares de víctimas por Razones Políticas, y sobretodo, desde abril de 1977, las Madres
de Plaza de Mayo que reclamaron valiente y tenazmente, por la aparición con vida de sus
hijos secuestrados.
V – 9 c. - Política económica.
Entendemos que este terrorismo de Estado, tuvo como finalidad, disciplinar la sociedad
para “refundar la Nación sobre nuevas bases políticas, económicas y sociales”. Se propuso
‘erradicar la subversión’, terminar con la feroz puja distributiva eliminando las causas que
la generaban, es decir, el estatismo (que atenta contra las libertades), el populismo (de
tendencia socializante), el distribucionismo (que es inflacionario y divide a la sociedad) y el
desarrollismo (un modelo industrialista artificial e ineficiente).
La Junta Militar se ocupó de elaborar un proyecto de reforma integral, pero nunca fue
aplicado. Simultáneamente, el Programa económico de Martínez de Hoz, pese a algunas
resistencias internas, fue firmemente sostenido durante los 5 años que duró su gestión,
durante la presidencia de Videla. Por su trascendencia, creemos que la única política del
Proceso Militar, fue la política económica de Martínez de Hoz.
Cabe destacar, que estas reformas económicas, tuvieron un amplio apoyo de los
organismos financieros multilaterales, puesto que rápidamente otorgaron créditos por un
total de 2.000 millones de dólares al gobierno militar (y después, muchos más).
Martínez de Hoz, pertenece a una tradicional familia de la ‘clase alta’, que gozaba de un
total respaldo del ‘establishment’ y de la confianza de los hombres de negocios y banqueros
internacionales.
En su mensaje dado el 2 /4 / 76, anunció las bases de su programa, signada por el
comienzo de una época que terminaría con el estatismo. Sus principios rectores, fueron “la
apertura de la economía”, la función subsidiaria (¿?) del Estado y el libre desenvolvimiento
de la iniciativa privada. Sus objetivos eran la modernización de la actividad productiva,
asentada sobre bases sanas, con empresas competitivas y con máximas garantías para las
inversiones extranjeras. Perseguía eliminar la inflación (y lograr una moneda sana), el
déficit fiscal (‘racionalización’ administrativa: Ley de Prescindibilidad) y de las empresas
públicas (privatizaciones); la reducción del gasto público, eliminar la distorsión de precios y
la sobrevaluación de la moneda (llegar a un tipo de cambio único y libre). Casi nada de esto
Contribución al Conocimiento de la Realidad 65
Juan Antonio Vilar
sucedió, sino todo lo contrario, pero eso no significa que haya fracasado en su objetivo de
introducir reformas liberales de fondo, que se tornaran irreversibles. También anunció la
promoción de las inversiones extranjeras y la libre contratación entre empresarios y obreros.
Sus primeras medidas fueron:
- Anulación de derechos laborales, como el de la huelga, congelamiento de sueldos y
salarios y eliminación del control de precios; producto de una elevada inflación, el salario
real cayó rápidamente un 30 %, que se mantuvo con variantes, durante todo el gobierno
militar.
- Apertura de los mercados con substancial reducción de aranceles de importación, que
arrasó con gran parte de la industria nacional.
- Sanción de la Reforma Financiera de 1977, liberando las tasas de interés, de la asignación
de créditos por las entidades financieras, garantizadas por el Estado (aún hoy, está vigente).
- Sanción de la “pauta cambiaria” en 1978 que fijaba el tipo de cambio, devaluando el peso
con relación al dólar, pero a un ritmo muy inferior a la inflación.
Con el propósito de formar un mercado de capitales, Martínez de Hoz había emitido títulos
de ‘valores ajustables’ y luego, las ‘letras de tesorería’ que alentaron una gran
especulación. Fueron el comienzo de un frenesí especulativo gigante, con los ‘plazos fijos’
que tenían altísimas tasas de interés, mientras el dólar apenas se revaluaba (pauta cambiaria)
y la inflación era galopante. Como el Estado garantizaba estas operaciones, tuvo que
endeudarse fuertemente para obtener divisas, puesto que las exportaciones estaban lejos de
cubrir con la demanda de dólares.
El dólar barato, brindó un pasajero bienestar a algunos sectores de la sociedad (clase
media y alta). Con la “plata dulce” se podían adquirir infinidad de electrodomésticos
novedosos muchos productos importados o que se traían del exterior. O también, veranear
en las playas del Brasil (o de Miami), a muy bajo costo.
El sistema entra en crisis en 1980, año en que se dispone la liquidación del Banco de
Intercambio Regional (BIR), el mayor banco privado y otros 4 bancos más. La situación se
hizo tan grave, que Martínez de Hoz, tuvo que devaluar el peso de manera acelerada. Y
dejaba a su sucesor, un peso aún sobrevaluado, un gran endeudamiento e inflación.
La apertura de los mercados, hizo desaparecer a muchísimas empresas nacionales,
principalmente de la pequeña y mediana industria. Entre 1974 y 1985 cerraron 18.000
fábricas y quedaron sin trabajo, 200.000 obreros. Quebraron también algunas empresas
grandes como los grupos Oddone, Grecco y Sasetru (haciéndose cargo el Estado de ellos,
así como del BIR).
El PBI industrial de 1983, fue inferior al de 1974. Se favoreció un proceso concentrador y
algunos sectores de producción de bienes intermedios (cemento, petroquímica, pasta
celulósica, aluminio, acero) fueron beneficiados, así como contratistas del Estado, con la
ejecución de obras públicas ‘faraónicas’ (autopistas, estadios de fútbol para el Mundial ’78).
También hubo promoción industrial para regiones poco desarrolladas; por ejemplo, Tierra
del Fuego para sus productos electrónicos.
Con los cambios introducidos, “… en el centro del proceso económico se instala un nuevo
‘bloque social’ constituido por capitales nacionales y extranjeros: los grupos económicos y
las empresas transnacionales diversificadas y/o integradas.”32
Entre los grandes grupos económicos nacionales, están: Pérez Companc, Garovaglio y
Zorraquín, Macri: SOCMA, Bulgheroni: Bridas, Fortabat: Loma Negra, Soldati: Sociedad
Comercial del Plata, Gruneisen: Astra, Blaquier: Ledesma, Celulosa Argentina, Madanes:
Aluar, Enrique M. Pescarmona: IMPSA y las transnacionales: Bunge y Born, Roca: Techint
Siemens, Brown Boveri, Renault y los grandes bancos como el Citi Bank.
32
AZPIAZU, DANIEL, BASUALDO, EDUARDO M. y KHAVISSE, MIGUEL, El nuevo poder económico
en la Argentina de los años 80, p., Buenos Aires, Legasa, 1987.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 66
Juan Antonio Vilar
La productividad mejoró sin una substancial renovación tecnológica; con menos obreros y
salarios inferiores, el “… excedente captado por el empresariado industrial en su conjunto,
se incrementó, en el decenio, en un 69 %”.33 Esto significó una formidable transferencia de
ingresos a favor del empresariado y en detrimento de los trabajadores.
Las mayores ganancias (especialmente especulativas), no se tradujeron en un aumento de
las inversiones, sino en una mayor fuga de capitales al exterior, que entre 1979 y 1981
totalizaron más de 20.000 millones de dólares.
Martínez de Hoz se trazó una política general de privatizaciones de empresas públicas,
con resultado negativo. Quiso privatizar a cualquier precio. Transfirió 120 empresas
productivas y comerciales de poca importancia. Vendió 1400 inmuebles fiscales, pero
compró la obsoleta empresa CIADE (Compañía Italo Argentina de Electricidad, en donde el
ministro, había sido funcionario). El precio pagado por la CIADE, superaba todo lo
recaudado por las ventas de empresas e inmuebles.
Otra novedad fue la venta de granos realizadas a la Unión Soviética. Con motivo del
embargo cerealero hecho por los EE.UU. contra la Unión Soviética por la invasión a
Afganistán, la Argentina no acató el embargo y le vendió millones de toneladas de granos.
Llama la atención que estos ‘cruzados’ contra el comunismo, hicieran semejantes negocios.
¡Por mucho menos, estos mismos militares condenaron a Illia por venderle granos a China!
Pese a algunos fracasos, el gobierno militar había logrado su objetivo de introducir
reformas económicas que fueran irreversibles. El liberalismo económico, no fue producto
del triunfo de un sistema superior, sino de una política impuesta por el terror.
V – 9 ch.– Gobiernos de los generales Roberto E Viola y Leopoldo F. Galtieri (1981 -1982)
En marzo de 1981, el general Viola sucedió al general Videla. La sobre valuación del
peso se hizo insostenible y comenzó una acelerada devaluación. El nuevo Ministro de
Economía, Lorenzo Sigaut realizó dos grandes devaluaciones, debido a que su consejo: “El
que apuesta al dólar pierde…” fueron desoídos por los especuladores que siguieron
comprando dólares y ganaron.
Durante esta gestión, el Banco Central comenzó con los regímenes sobre “seguros de
cambios” para favorecer a los deudores privados.
Aprovechando una leve apertura política, en el mes de julio, representantes de 5 partidos
políticos (Justicialista, UCR., UCRI., MID. y Demócrata Cristiano) formaron la
Multipartidaria, que se propuso trabajar por el retorno al estado de derecho.
En diciembre de 1981, el General Leopoldo Fortunato Galtieri, logró destituir a Viola y
ocupó la presidencia.
Pese al clima represivo, se empezaba a manifestar la oposición política y gremial. El 30 de
marzo de 1982, se realizó un paro con manifestación que terminó reprimida.
El 2 de abril de 1982, las FF.AA., sorpresivamente, recuperaron militarmente las Islas
Malvinas, ante el alborozo generalizado de la población. Ahora la plaza de mayo se llenó,
para celebrar la hazaña militar. Los criminales se habían convertido en héroes. Es probable
que las FF.AA. hayan jugado su última carta para perpetuarse en el poder. Su irresponsable
actitud, terminó en un desastre y una tragedia (14 de junio).
Galtieri cayó repudiado por todos (un Informe Militar pedirá la pena capital). Se produjo
una crisis en las FF.AA. La Armada y la Aeronáutica, dejaron solo al Ejército.
34
ARGENTINA 1983, publicación del Centro de Investigaciones Sociales sobre el Estado y la Administración
(CISEA) y el Centro Editor de América Latina, pp. 151 á 163, Buenos Aires, 1984.
35
Ibídem, pp. 440 á 442.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 68
Juan Antonio Vilar
Los primeros momentos del nuevo gobierno, fueron de mucha fuerza y pujanza, en
procura del cumplimiento de sus compromisos. Notoriamente el optimismo de Alfonsín,
tuvo mucho de voluntarismo, porque había menospreciado las enormes dificultades que
debía superar: el ‘aparato productivo’ semi-paralizado, el salario muy rezagado, una
elevada tasa inflacionaria una deuda externa gigantesca, la hegemonía del poder
concentrado de los grandes grupos económicos nacionales y de las empresas
transnacionales, y un poder militar que no estaba dispuesto a subordinarse al orden
institucional.
V – 9 e. 1 – Política sindical.
La pretensión de terminar con los poderes corporativos, comenzó inmediatamente, cuando
el Ministro de Trabajo, Antonio Mucci, presentó un proyecto de Ley de “Reordenamiento
sindical”, por el que pretendía democratizar la vida sindical, mediante elecciones limpias
controladas por la Justicia electoral, reconociendo el derecho de representación de las
minorías en los gremios y sus comisiones internas. También buscaba separar las Obras
Sociales de los sindicatos (anulando el decreto sancionado por el dictador Onganía) y
eliminar las actividades de política partidaria de los gremios.
Diputados votó favorablemente el proyecto, pero la mayoría peronista del Senado. salió en
defensa de los privilegios del sindicalismo fraudulento y patotero y lo rechazó.
Esta fue una derrota muy temprana y dura del gobierno. Mucci renunció; lo reemplazó
Juan Manuel Casella quien inició su política de concertación, con el gremialismo. Negoció
con el “Grupo de los 15”, que integraban, entre otros, Jorge Triaca (sindicato del Plástico) y
Armando Cavalieri (sindicato de Comercio). Después, un integrante de este nucleamiento,
Carlos Alderete (sindicato de Luz y Fuerza), fue Ministro de Trabajo. Alfonsín retrocedió
en su confrontación con la corporación sindical y dispuso que las elecciones se realizaran,
aplicándose los estatutos internos. En septiembre de 1984 la CGT realizó el primer paro
general contra el gobierno y al mes siguiente, el Congreso sancionó una nueva Ley Nº
23.071 de Asociaciones Profesionales Gremiales, por la cual los sindicatos recuperaron el
manejo de las Obras Sociales.
Esta política de concertación y concesión, de nada le sirvió a Alfonsín, pues no logró
evitar que la CGT votara un nuevo “Plan de Lucha” y realizara 13 paros generales exitosos,
contra su política. El Secretario General, Saúl Ubaldini, del gremio cervecero, frente a la
parálisis del partido provocada por la inadmisible derrota, se convirtió en el máximo
conductor de la oposición peronista contra el gobierno radical. En síntesis: la concertación
con el sindicalismo, fracasó y dio a éste, más poder.
36
RAPOPORT, MARIO, Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000), p. 909, Buenos
Aires, Ediciones Macchi, 2000.
37
Ibídem, p. 887.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 71
Juan Antonio Vilar
Se renovó la Promoción Industrial destinada a estimular la actividad fabril en las
‘provincias pobres’, con grandes beneficios impositivos. No tuvo el resultado esperado,
porque las empresas se preocuparon en aprovechar las ventajas, sin hacer las inversiones
comprometidas.
Todos los proyectos fracasaron: las privatizaciones parciales, el Plan Houston (que rompía
con la tradición radical en materia de política petrolera), la reducción de la inflación y del
gasto público. La caída de los precios internacionales de los granos, no permitió disponer de
las divisas necesarias para enfrentar los pagos de los servicios de la deuda externa. Entonces
se apeló a contraer deuda interna. Se emitieron una cantidad extraordinaria de títulos
internos, con altos intereses, originando el denominado ‘festival de bonos’.
El Plan Primavera de 1988, fue el último intento del gobierno de controlar variables
económicas. Repitió recetas recesivas, reducción del gasto público (que afectó
dramáticamente a los servicios), la apertura exterior y las privatizaciones.
El nuevo Ministro de Obras y Servicios Públicos, Rodolfo Terragno, intentó una
‘privatización asociada’, mediante el mecanismo de “capitalización” de la deuda externa, de
la empresa telefónica ENTEL y de Aerolíneas Argentinas, pero fue criticada y rechazada
por la mayoría peronista en el Congreso (querían reservarse la exclusividad del negocio).
38
Declaraciones hechas por el ministro Roberto Dromi, ante la Comisión Bicameral de seguimiento de la
Reforma del Estado:
“… la Argentina real, la Argentina del presente. Ustedes saben con honestidad, que todos los pliegos tienen
una cláusula no escrita, que no hemos escrito por vergüenza, por vergüenza nacional, que es el grado de
dependencia que tiene nuestro país, que no tiene ni siquiera la independencia, ni siquiera dignidad para poder
vender lo que hay que vender.
Un país que no tiene disponibilidad de sus bienes, un país que está inhibido internacionalmente. A-rro-di-lla-
do a-ver-gon-za-da-men-te, nuestro país, yo no quiero hacer historia de cuándo viene …”
“Este endeudamiento por cabeza empresaria, nos obliga a nosotros a ir consiguiendo el perdón, casi de
limosna… a nosotros nos monitorean absolutamente todo … somos sometidos a diario a una política de
extorsión.”
Versión gravada en secreto, publicada por Página/12 el 9 de septiembre de 1990, pp. 8 á 11, que fuera
negada primeramente y luego admitida oficialmente.
39
El FMI., el Banco Mundial y representantes de la banca y de los países dominantes, elaboraron los 10
puntos del Consenso de Washington, para que los países endeudados ordenaran su economía –y pagaran la
deuda externa-; si cumplían con sus recomendaciones, recibirían ‘ayuda’ internacional. Eran:
1) Disciplina fiscal que implica la disminución drástica del déficit presupuestario.
2) Disminución y control del gasto público.
3) Mejoramiento del sistema impositivo basado en una tributación de amplia base (regresiva).
4) Liberalización del sistema financiero y de la tasa de interés.
5) Mantenimiento del tipo de cambio estable.
6) Liberalización comercial externa, mediante la reducción de las tarifas arancelarias y diferentes trabas.
7) Otorgar amplias facilidades a las inversiones externas.
8) Enérgica política de privatizaciones de empresas públicas.
9) Desregulación de las actividades estatales y amplia reforma de la función del Esta
10) Derecho a la propiedad para salvaguardar y garantizar la propiedad privada de las empresas públicas
que se privaticen.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 73
Juan Antonio Vilar
(Actualmente, muchos de sus críticos, que condenan su gobierno, fueron fervorosos
menemistas como Kirchner, Duhalde, Busti, Reutemann, Schiaretti, etc.)
Contó con el apoyo de ‘la comunidad de negocios’, es decir, de los grandes empresarios,
banqueros y financistas nacionales y extranjeros, terratenientes y los organismos financieros
internacionales.
La sociedad, paralizada por las frustraciones, el terror militar y económico, aceptó
pasivamente lo que siempre había rechazado: perder el valioso patrimonio nacional. La
persistente prédica liberal, que atribuía al Estado los principales males que azotaban a la
sociedad, había sido escuchada y hasta aceptada.
Menem, con la furia de un converso, se encargó de destruir ‘el Estado benefactor’, como
agente promotor del ‘bienestar general’, compensador de las desigualdades, en beneficio del
‘Mercado’.
Esta “revolución neoliberal” tuvo por base, a 2 leyes fundamentales votadas
apresuradamente en el caótico año 89, tanto por legisladores peronistas, como por radicales.
Fueron las Leyes Nº 23.696 de Reforma del Estado, y la Nº 23.697 de Emergencia
Económica. Por ellas, el Congreso delegaba facultades que le eran propias, al Poder
Ejecutivo. Según la primera, por decretos ‘de necesidad y urgencia’ a sola firma, Menem
podía disponer ilimitadamente, de todo el patrimonio del Estado, es decir, privatizar
empresas de servicios públicos, transferir bienes inmuebles, concesionar rutas terrestres y
aéreas, transportes, etc.
Según la doctrina liberal, todo bien es mercancía que se puede comprar y vender.
Por la segunda, el P.E. podía ‘racionalizar’ la administración, desregular, resolver sobre
los subsidios de la promoción industrial y sobre la compra y venta de bienes y servicios que
requería el Estado.
40
Luis Barrionuevo, figura paradigmática del sindicalismo peronista, autocalificado ‘recontraalcahuete de
Menem’, a cargo de ANSAAL (Sistema estatal de Obras Sociales), con su característica sinceridad cínica,
declaró: “Para que se arreglen las cosas en la Argentina, tenemos que dejar de robar durante dos años”.
Y también: “En la Argentina, nadie hace plata trabajando”.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 74
Juan Antonio Vilar
Numerosas vacantes de la Justicia Federal, fueron cubiertas por abogados sin
antecedentes, capacidad ni idoneidad para el cargo –verdaderos ‘esperpentos’ para repetir el
calificativo de León Arslanián-, cuyo único mérito, era adherir al partido gobernante.
Años más tarde, el ministro de Economía, D.F. Cavallo contó que el ministro del Interior,
Carlos Corach le escribió en una servilleta, los nombres de los jueces que le respondían
incondicionalmente. Cavallo nunca mostró la ‘servilleta’ pero todos le creyeron.
La Justicia se ha desvirtuado: no investiga los delitos, ni condena a los culpables. Es lenta
y deja prescribir las causas urticantes. Varios jueces han sido destituidos y hasta
condenados (Nicosia, Bernasconi) y otros, están sospechados y acusados de corrupción.
Los más grandes negociados de la década menemista, nunca fueron aclarados; por ejemplo
los casos de la leche contaminada, la ‘mafia del oro’, las coimas de IBM-Banco Nación, la
llamada ‘aduana paralela’, o los ‘robos para la corona’ de José Luis Manzano, los turbios
manejos de Carlos Grosso en la Intendencia de Buenos Aires, de Victor Alderete en el
PAMI, de la polifuncionaria María Julia Alsogaray, o los hechos tenebrosos como la
explosión de la fábrica de municiones de Río Tercero en 1995, para encubrir una infame
exportación de armas a Croacia y Ecuador, etc. Menem calificó a Yaciretá de “Monumento
a la corrupción”, pero nadie fue procesado ni siquiera investigado.
La Justicia quedó totalmente desprestigiada. Un proyecto de juicio político a la Corte, fue
frenada a último momento por quien estaba a cargo del gobierno, Eduardo Duhalde, pero
durante la gestión de Néstor Kirchner, se hicieron los juicios políticos a Julio Nazareno,
Guillermo López, Adolfo Vázquez, que renunciaron para no ser condenados y a Eduardo
Moliné O’Connors y Antonio Boggiano.
Menem atropelló a la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas a cargo del
destacado abogado santafesino Ricardo Molinas, echándolo de un plumazo, a pesar de tener
el aval del Senado; también a la Procuración General de la Nación, al Tribunal de Cuentas,
a la Procuración del Tesoro y la Inspección General de Justicia, que perdieron su
independencia.
Las instituciones se degradaron, la democracia se pervirtió y los valores, desaparecieron.
La desestatización de las empresas públicas, fue una fuente de corrupción generalizada,
estructural, institucionalizada. La ausencia de órganos de control, o su premeditada
inoperancia, garantizaban la impunidad.
El menemato forjó una nueva cultura política, pragmática, elitista, individualista, en que
no importaban los valores, las conductas, los principios, la idoneidad ni la honradez. Los
delitos pasaron a denominarse ‘ilícitos’. El Estado fue ‘botín de guerra’ de políticos y
empresarios.
Se desvirtuó la democracia (vivimos una democracia ‘delegativa’) y el federalismo. Varios
actos electorales se vieron empañados por manipulaciones fraudulentas, como en Rosario,
Santa Fe, Concordia, Misiones y Tucumán. El clientelismo y el asistencialismo con
propósitos electorales, fueron una constante.
En una época dominada por la cultura de la imagen, los políticos gustaban exhibirse en los
medios de comunicación, participar en los show televisivos, donde rivalizaban en
banalidades con la farándula. Como muchos de ellos, eran impresentables, Menem buscó
candidatos entre “ricos y famosos” artistas o deportistas exitosos. Algunos, que nunca
habían soñado con ser políticos, tuvieron suerte como Ramón ‘Palito’ Ortega, Carlos
Reutemann o Daniel Scioli, pero la mayoría de ellos, fue menos afortunada (César Luis
Menotti, Antonio Tarragós Ros, el Soldado Chamamé, Elio Roca, etc.).
Esa perversión de la democracia argentina y de la ciudadanía, alcanzó una máxima
expresión, cuando personajes de reconocida trayectoria antidemocrática, llegaron al
gobierno por el voto popular, como el genocida general Antonio Bussi, el policía torturador
Luis A. Patti o el coronel golpista Aldo Rico.
Durante el menemato, los argentinos, más que ciudadanos, éramos consumidores.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 75
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Con los Pactos Fiscales, las Provincias cedieron a la Nación, buena parte de sus recursos y
su autonomía financiera. Quedaban totalmente dependientes del Gobierno Nacional.
Las desmesuradas ambiciones de Menem de perpetuarse en el poder, chocaban con la
Constitución Nacional. En consecuencia, debía ser reformada. Rápidamente encontró un
aliado, hecho a su medida: el ex-presidente Raúl Alfonsín. Ambos acordaron un “Núcleo de
coincidencias básicas” (más conocido como el Pacto de Olivos), que debía ser votado en
bloque por peronistas y radicales en la Convención Reformadora de la Constitución, que se
reunió en Santa Fe en 1994.
En 1995, Menem fue reelecto con casi el 50 % del voto popular (el llamado ‘voto cuota’),
que tenía un hondo significado: la convalidación de toda la política menemista.
En 1991, los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, habían firmado el
Tratado de Asunción, que sentó las bases del Mercosur.
V – 9 f. 2 - Política Económica.
Era urgente reordenar toda la economía e impulsar el crecimiento. Menem se propuso
lograrlo, aplicando liberalismo económico, adaptándose a las tendencias internacionales
predominantes (precisamente, en 1989, comenzó el rápido derrumbe del socialismo).
Los primeros ministros de Economía, fueron los funcionarios de Bunge y Born, Miguel
Roig y Néstor Rapanelli. El Plan B. y B. de ajuste, devaluación, incremento de tarifas y un
acuerdo de precios y salarios, fue un fracaso.
A fines del 89 y principios del 90, hubo un nuevo pico hiperinflacionario que fue
‘solucionado’ por el nuevo ministro de Economía, Antonio Erman González, con el Plan
Bonex, que disponía el canje compulsivo de los plazos fijos (muy abundantes), por bonos de
la deuda externa a 10 años, y que en la práctica, significó la pérdida de un 40 % para los
ahorristas.
Pero la puja entre las fracciones de poder continuó, atenuada por las primeras
privatizaciones y finalizaron recién, cuando se puso en marcha el Plan de Convertibilidad
en abril de 1991. Así, el gobierno logró controlar la inflación y junto con la desregulación,
el Plan Brady, la flexibilización laboral y la apertura económica, hizo posible un nuevo
ciclo expansivo (otra fugaz ‘burbuja’).
Se produjo una masiva entrada de divisas al país.
El trienio 1992 / 94 fue de espectacular crecimiento del PBI, que alcanzaría a más de
280.000 millones de dólares.41
Crecieron las exportaciones. La producción agrícola se duplicó (con 3 años consecutivos
de cosechas récord). Se produjo una verdadera revolución en el agro, con la introducción de
la ‘siembra directa’ y los granos transgénicos. La soja se convirtió en la ‘reina’ de los
granos en la Argentina.
Por primera vez, tuvieron importancia las exportaciones de petróleo, gas y automóviles.
La industria automotriz se modernizó (y robotizó), complementándose con la brasileña,
según la estrategia utilizada por las centrales automotrices extranjeras.
También se modernizaron las telecomunicaciones, colocando al país, en un nivel aceptable
en el mundo.
Las demenciales fantasías de Menem, lo llevaron a prometer la entrada de la Argentina
“en el Primer Mundo” y, en consecuencia, abandonó su integración al Movimiento de
Países No Alineados y ofreció a EE.UU. su alianza “extra OTAN” (Organización del
41
Evolución del PBI (en millones de dólares):
Año PBI Variación Año PBI Variación
1990 141.176 --- 1995 258.032 - 2,8
1991 189.440 10,6 1996 272.150 5,5
1992 226.847 9,6 1997 292.859 8,1
1993 236.505 5,7 1998 298.131 3,9
1994 257.440 5,8 1999 282.769 - 3,0
Contribución al Conocimiento de la Realidad 76
Juan Antonio Vilar
Tratado del Atlántico Norte). Pretendió mantener una relación privilegiada y subordinada
con EE.UU (“relaciones carnales” según el canciller Guido Di Tella). Por eso, abandonó el
Proyecto Cóndor II.
Pero la apertura económica, hizo estragos en la industria que no podía competir con los
productos importados. Las importaciones crecieron más que las exportaciones.
El gasto público siguió aumentando, ocasionando fuertes déficit fiscales entre 1994 y 98.
La balanza de pagos, fue negativa entre 1995 y 99. La fuga de capitales fue gigantesca.
V – 9 f. 3 - El Plan de Convertibilidad.
Fue el eje de la economía de Menem-Cavallo y sus efectos fueron perdurables.
Estableció una nueva moneda y paridad cambiaria: 1 peso = 1 dólar. La masa monetaria
circulante, debía respaldarse con la misma cantidad de reservas de oro y divisas del Banco
Central. Este adquirió autonomía, debía controlar el equilibrio fiscal y no realizaría más
emisiones sin respaldo. Quedaban congelados los sueldos, salarios, contratos, tarifas y
precios.
Cavallo anunció que la convertibilidad duraría 6 décadas. A los 10 años, estalló.
Se inició una época de estabilidad. La inflación cayó verticalmente hasta casi desaparecer.
Reapareció el crédito; la invasión de artículos importados baratos, colmó las ansias
consumistas de los sectores medios y asalariados.
Los capitalistas locales, volvieron a endeudarse en el exterior, para aprovechar la
diferencia de las tasas de interés internacionales (más bajas) que las internas, hacer una
espectacular diferencia y remitir las ganancias al exterior. Las divisas fugadas en la década,
superaron al endeudamiento externo.
La banca internacional, financió generosamente “la fiesta menemista”, refinanciando la
vieja deuda con el Plan Brady (reducción y cambio de los títulos por otros del tesoro de los
EE.UU. a 30 años) y otorgando nuevos créditos. Al finalizar Menem su mandato, la deuda
externa se había duplicado. En 1998 Menem fue condecorado por el FMI como el ejemplo a
seguir, “el mejor alumno”.
Entre tanto, el Estado había transferido casi todos sus activos públicos, repartidos
graciosamente entre los grandes empresarios y banqueros nacionales y extranjeros,
enriqueciendo a funcionarios y amigos del poder, mientras crecía pavorosamente la
desocupación, el trabajo precario, la pobreza crónica y la indigencia.
Pero la convertibilidad era insostenible en el tiempo, porque la estructura productiva
seguía siendo muy débil y vulnerable, y dependía del endeudamiento externo.
A mediados de 1999 comenzó una contracción económica, una larga recesión que
desembocó en el estallido de diciembre de 2001.
V – 9 f. 4 - Las Privatizaciones.
“Nada que deba ser estatal, permanecerá en manos del
Estado.” Ministro Roberto M. Dromi
El Consenso de Washington reiteraba las exigencias acostumbradas de los organismos
acreedores, pero ahora traía una novedad: la privatización de empresas públicas.
Desde la moratoria incurrida por México en 1982, el gobierno norteamericano encontró la
manera para resarcir a los prestamistas, con esta fórmula: “Empresas públicas por deudas”.
Esta propuesta (o exigencia) ya figuraba en el último “Documento de Santa Fe”.
El peronismo menemista, que había reemplazado “la soberanía política” por “las
relaciones carnales” con los EE.UU., se dispuso a obedecer.
Durante décadas, ‘intelectuales orgánicos’ del capital hegemónico, como los integrantes de
FIEL (Fundación de Investigaciones Latinoamericanas), de ACIEL (Acción Coordinadora
de las Instituciones Empresarias Libres), de la ‘Fundación Mediterránea’, de la UIA, la
Sociedad Rural, de los diarios grandes como La Nación, Clarín o Ambito Financiero, los
Contribución al Conocimiento de la Realidad 77
Juan Antonio Vilar
políticos como Alvaro Alsogaray, los economistas como los hermanos Aleman, los
periodistas influyentes como Bernardo Neustadt o Mariano Grondona, etc. atacaron
insistentemente al ‘estatismo’ y defendieron la libre competencia, el libre juego de la oferta
y la demanda, la libertad de producción, comercio y contratación, el derecho ‘absoluto’ a la
propiedad privada y las inversiones extranjeras.
El menemato tomó como verdaderos estos principios liberales (“el Estado es mal
administrador”) y justificó la entrega de casi todo el patrimonio nacional, con estos
argumentos:
- La ineficiencia del Estado en contraste con la eficiencia de la empresa privada;
- El monopolio del Estado (el peor de todos) sería eliminado dando lugar a la
competencia.
- El Estado dejaría de perder muchos recursos, para destinarlos a mejorar los servicios
de salud, educación y seguridad social.
- Con lo recaudado por las ventas, se pagaría la deuda externa.
- Las empresas privadas brindarían mejores servicios y más baratos.
Ante premisas tan falsas, resultados tan opuestos.
Algunas empresas de estatales –por ejemplo Gas del Estado-, eran muy eficientes y son
centenares de empresas privadas que quiebran por año ¿será por su eficiencia?.
Afirmar que el monopolio estatal es el peor por su omnipotencia, es no tener la menor idea
del poder inconmensurable de los monopolios imperialistas.
Tampoco se libró al juego de la competencia; ejemplo: Telecom y Telefónica.
En caso de Aerolíneas Argentinas, se cambió el monopolio del Estado argentino por el del
español.
El Estado argentino siguió ‘perdiendo’, subsidiando los ferrocarriles con una cantidad aún
mayor que antes, a pesar de funcionar la cuarta parte de su red.
El financiamiento de la salud, educación y seguridad, empeoró.
La deuda externa no se pagó, sino que aumentó al doble.
En realidad, las privatizaciones costaron más al Estado, que lo que recaudó.
Los servicios se encarecieron enormemente.
Salvo algunos casos excepcionales, como las telecomunicaciones, los servicios de
ferrocarriles, Aerolíneas Argentinas, obras sanitarias, empeoraron.
La mayoría de las empresas privatizadas, no cumplieron sus contratos: no hicieron las
inversiones previstas (por ejemplo: en infraestructura energética –electricidad, exploración
petrolífera, obras sanitarias-) o no pagaron el canon como Correos, aeropuertos.
El menemato vendió o concesionó indiscriminadamente, todo el patrimonio social: suelo,
subsuelo, espacio aéreo. ¿en qué quedó el artículo 40 de la Constitución peronista?
Las empresas fueron privatizadas sin pasivos y con su personal reducido (el Estado se
hizo cargo de las indemnizaciones): utilizó el mecanismo de ‘capitalización de la deuda
externa’, es decir, los títulos –muy devaluados- fueron recibidos a su valor nominal; los
bienes fueron tasados (a la mitad o menos de su valor) por expertos internacionales (que
cobraron fortunas) y los pliegos de condiciones, fueron preparados de acuerdo con las
empresas que ganarían la licitación.
Los consorcios adjudicatarios debían estar integrados por grupos locales, bancos tenedores
de títulos y empresas extranjeras con experiencia tecnológica en el ramo a licitarse.
El ministro Dromi, condujo las primeras privatizaciones (Aerolíneas Argentinas, ENTel,
radios, canales de TV) que fueron tan improvisadas como ‘desprolijas’ (eufemismo
utilizado para ocultar las operaciones turbias o negociados).
El caso de Aerolíneas Argentinas fue escandaloso (los otros, también). Los bienes de la
empresa y sus rutas, fueron subvaluadas. Algunos aviones fueron tasados a un valor
simbólico de un dólar. Una cláusula del pliego de licitación que prohibía hipotecar los
aviones, fue eliminada momentos antes de abrirse el concurso. Se presentó ante la Justicia
Contribución al Conocimiento de la Realidad 78
Juan Antonio Vilar
un recurso de amparo para trabar el proceso licitatorio, cargado de irregularidades. El
gobierno apeló a la Corte quien, mediante el recurso de ‘per saltum’, arrebató el expediente
al juez natural y sin leerlo, rechazó el amparo.
Luego Iberia, no cumplió con ninguna de sus obligaciones y así llegamos al momento
actual en que el servicio de Aerolíneas Argentinas (española) es un desastre.
La segunda etapa, la dirigió Cavallo, quien vendió o concesionó:
- ramales ferroviarios y subterráneos;
- red nacional de carreteras;
- YPF., áreas centrales y secundarias de petróleo, oleoductos, refinerías, destilerías y flota;
- Gas del Estado, yacimientos, transporte y distribución del gas natural;
- SEGBA, Hidronor, centrales térmicas e hidroeléctricas: generación, transporte y
distribución de la electricidad;
- empresas petroquímicas: Río Tercero, Carboquímica;
- flota marítima, puertos, astilleros;
- aeropuertos;
- Correo Argentino, Caja Nacional de Ahorro y Seguro;
- Mercado de Hacienda de Liniers, el predio de Palermo (que ocupa la S.R.), hipódromos y
más de 800 inmuebles;
- SOMISA;
- la mayor parte del sistema provisional, regalado a las AFJP (Administración de Fondo de
Jubilaciones y Pensiones).
Los principales beneficiados de las privatizaciones, fueron los grandes grupos económicos
argentinos, como PECOM (Pérez Companc), Compañía Comercial de Combustibles
(Soldati), SOCMA (Macri), ASTRA (Grüneisen), Loma Negra (Fortabat), Benito Roggio,
Garovaglio y Zorraquín, Eurnekian, Enrique M. Pescarmona. Entre los extranjeros, están:
el Holding CEI (Citicorp Equity Investment), Telefónica, Telecom, Repsol, Techint, British
gas, Lyonnaise de Eaux Dumez y otros. Las empresas europeas, principalmente españolas,
aventajaron a las norteamericanas.
V – 9 f. 5 - La Flexibilización laboral.
La OIT. –Organización Internacional del Trabajo- considera como flexibilización laboral,
al “conjunto de modalidades que permiten a las empresas, tener mayores prerrogativas de
gestión y organización en la relación contractual con los empleados.”
El gobierno menemista la presentó, como la “Modernización Integral de las Relaciones
Laborales”, siendo una herramienta útil para mejorar la eficiencia de la economía, la
competitividad internacional, aumentar las inversiones y promover el empleo.
Así se adaptaba a las tendencias mundiales dominantes, de la globalización del poder
concentrado y darle una salida a la profunda crisis que sufría el país. Contó con el apoyo de
la dirigencia sindical peronista.
La flexibilización se concretó en la década del 90, mediante la sanción de una serie
abundante y variada, de leyes y decretos, que van desde el decreto de reglamentación del
derecho de huelga para los servicios esenciales de octubre de 1990, hasta la sanción de la
Ley Nº 25.013 de septiembre de 1998 que establece un nuevo régimen indemnizatorio y la
eliminación de los contratos promovidos.
Entre medio, se sancionaron la Ley de Empleo Nº 24.013/91, el decreto 470/93 de libre
agremiación y asociación; la Ley 25.465 de fomento del empleo con períodos de prueba y
contratos de tiempo parcial; la Ley 24.467 llamada “Estatuto Pyme” que elimina las
indemnizaciones en contratos formalizados por la ley de empleo, cambia el período de
vacaciones, flexibiliza las jornadas y los horarios, fracciona el aguinaldo en 3 cuotas y
dispone la negociación con las comisiones internas, relativas a la categorización del
personal y la disponibilidad de puestos de trabajo; los decretos de 1995 de rebaja de aportes
Contribución al Conocimiento de la Realidad 79
Juan Antonio Vilar
patronales a las obras sociales; la Ley 24.635/95 de reforma al régimen de conciliación
obligatoria y otros que tendían a la polifuncionalidad, la descentralización de las
negociaciones laborales (para hacerlas por empresa), la extensión del período de prueba, de
los contratos temporarios y las pasantías.
La enorme desocupación que provocó la política menemista con las privatizaciones y la
apertura de los mercados, precarizó mucho más el trabajo. Abundaron los llamados
“contratos basura” que dejaban en total desprotección al obrero y, además, cobrando un
sueldo de hambre; las horas extras no eran pagadas y hasta se dieron casos, de rebaja de
los salarios.
La ‘modernización’ menemista, hizo retroceder al obrero al siglo XVIII.
Simultáneamente el sector empresarial, se benefició con el aumento de la productividad, la
rebaja de los aportes patronales a las obras sociales y a las jubilaciones; con las ART –
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo- derivó su responsabilidad por accidentes.
La participación de los asalariados en el PBI, cayó.
Así resultó “la justicia social” peronista.
V – 9 f. 6 - El movimiento sindical.
La CGT y casi todo el sindicalismo, acompañó la política menemista.
Las leyes más nefastas, fueron votadas por la numerosa bancada sindical peronista.
El secretario de la CGT, Saúl Ubaldini, que tan combativo había sido durante el gobierno
de Alfonsín, terminó sometiéndose sumisamente.
Con raras excepciones, Menem subordinó al sindicalismo burocrático, que se ‘modernizó’
y se adaptó a los nuevos tiempos neoliberales. El sindicalismo se transformó en
‘empresario’; fue un “sindicalismo de negocios” (business union).
Organizaron cursos de formación sindical, dictados por ideólogos norteamericanos o
europeos, que instruyen en una nueva concepción: el sindicato es una empresa proveedora
de servicios a sus afiliados, priorizando sus relaciones con los funcionarios y empresarios.
Dirigentes gremiales viajan frecuentemente a EE.UU. para asistir a cursos de capacitación
organizados por la AFL-CIOL (American Federation of Labour – Congreso of Industrial
Organization), entidad relacionada con la CIA (Agencia Central de Inteligencia).
Armando Cavalieri –eterno secretario del gremio más numeroso de la Argentina, el de
Empleados de Comercio-, ha destacado orgullosamente que conduce su Sindicato, como
una Empresa.
En 1992, el Congreso de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza,
conducido por Carlos Alderete (gremio de 39.000 afiliados y 55.000 trabajadores), aprobó
el último balance que arrojó una ganancia de 42, 8 millones de dólares y la constitución de
un Holding de empresas, controladas por el sindicato, que incluía bancos, aseguradora,
sistema prepago de salud, compañía de turismo nacional e internacional, pool de farmacias
y hasta una universidad. El sindicato maneja hoteles, farmacias, escuelas, participa en una
AFJP (Administración de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) y es proveedora de
electricidad en algunas provincias.
Los gremios grandes como la UOCRA, SMATA, FATSA (Sanidad), Gastronómicos,
UOM, SUPE, Mercantiles, SUTERH (porteros), Seguro, Mineros y muchos más, participan
como accionistas o comisionistas de la AFJP. Además, administran las PPP. (Programa de
Propiedad Participada).
El SUPE (Sindicato Único Petrolero del Estado) tiene perforadoras de petróleo y una
flota de barcos con 9000 empleados.
Son muy numerosos los dirigentes sindicales peronistas que han ocupado –y ocupan-
bancas en el Congreso Nacional o en las Legislaturas provinciales. También desempeñan
funciones gubernativas o empresariales.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 80
Juan Antonio Vilar
Antonio Cassia fue simultáneamente, Secretario de la CGT, de SUPE, director
administrativo de YPF y dirigía la empresa de perforación y la flota.
José Luis Lingieri, era Secretario del Sindicato de Obras Sanitarias, presidía el ANSSAL y
ocupaba un lugar en el directorio de Aguas Argentinas.
¿Sería ésa la polifuncionalidad menemista?
Mientras estos magnates sindicales hacían negocios y se enriquecían escandalosamente,
centenares de miles de trabajadores perdían su trabajo y a ningún burócrata se les ocurrió
defenderlos. No defendieron las empresas públicas ni las fuentes de trabajo. Es que los
gremialistas no están para esas ‘pequeñeces’, sino para transar y hacer negocios.
Al privatizarse YPF, el secretario del SUPE, Diego Ibáñez ‘dio un paso al costado’ y de
40.000 empleados que tenía la empresa, quedaron 8.000. Fueron los ex trabajadores de
General Mosconi y de Plaza Huincul, quienes organizaron los primeros piquetes contra la
política petrolera, que apoyaban los burócratas.
Será una característica de estos tiempos: los principales movimientos de resistencia (paros,
huelgas, reclamos, manifestaciones) serán realizados directamente por los obreros, muchas
veces, con la ausencia, oposición y condena de la dirigencia sindical.
Los burócratas sindicales atacaban en público la flexibilización, pero en la práctica,
firmaban cláusulas flexibilizadoras. Por ejemplo, el mismísimo Secretario General de la
CGT. Rodolfo Daer, como secretario de la Federación de Trabajadores de la Industria de la
Alimentación (FTIA), firmó para su gremio en octubre de 1994, un Convenio que reconocía
los “principios de polivalencia y flexibilización funcional para el logro de una mejor
productividad. . . cambios en las modalidades de trabajo. . . y modificaciones a los horarios
de trabajo y vacaciones, aceptando contrataciones temporarias; salarios de $ 345.= por 6
días a la semana, e inferiores para menores de 14 ó 15 años”.
En ese año, también firmaron acuerdos sectoriales SMATA y la UOM, con flexibilización
horaria y polivalencia funcional.
Los ferroviarios eran cerca de 100.000 antes de la ‘privatización’; luego quedaron menos
de 20.000; los empleados telefónicos de ENTEL fueron reducidos a 1/3; el sindicalista
Jorge Triacca, echó a 6.800 obreros de SOMISA. ¡Estos son los defensores de la clase
trabajadora!
En 1989 las Empresas Públicas tenían 302.600 empleados; en 1993 después de
privatizadas, quedaron 56.600; se reubicaron 114.400 por lo que quedaron despedidos o se
acogieron a retiro “voluntario” 103.100.
Con la desintegración del sistema ferroviario, quedaron 870 pueblos “fantasmas”.
Sólo unos pocos gremios enfrentaron las políticas neoliberales, principalmente ATE
(Asociación Trabajadores del Estado, con su secretario Víctor De Gennaro), CTERA
(Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina con Marta
Maffei, -los maestros levantaron una “Carpa blanca” frente al Congreso para reclamar a los
poderes públicos- ) y otros, constituyeron una nueva central, con características diferentes,
denominada CTA (Central de Trabajadores Argentinos) y que, hasta hoy, no ha sido
reconocida oficialmente. También Municipales de Jujuy (con el ‘perro’ Santillán),
Mecánicos de Córdoba y la CCC. (Corriente Clasista y Combativa de Juan Carlos
Alderete), libraron una lucha despareja contra el modelo.
Ya avanzado el modelo, algunos gremios burocráticos, se vuelven opositores (con tácticas
vandoristas de “golpear y negociar”) como los Camioneros de Hugo Moyano y la UTA
(Unión Transporte Automotor) de Juan Manuel Palacios, que constituyeron la MTA
(Movimiento de Trabajadores Argentinos).
V – 9 g. 2 - La fuga de divisas.
Para mediados de año, el modelo basado en la convertibilidad, estaba agotado, sin
embargo, los organismos financieros multilaterales lo siguieron sosteniendo. ¿Cómo puede
entenderse si se anunciaba un “colapso inevitable”? Si tenemos en cuenta que durante todo
el año hubo una extraordinaria fuga de divisas al exterior, podríamos deducir que
precisamente financiaron dicha fuga. Es decir, dieron tiempo para que el ‘establishment’
remitiera sus capitales líquidos al exterior y los pusieran a buen recaudo.
Ante la pérdida de capitales, la Cámara de Diputados de la Nación, designó una “Comisión
Especial Investigadora sobre Fuga de Divisas de Argentina”, que estuvo presidida por el Dr.
Eduardo Di Cola. Realizó un serio trabajo, contando con la colaboración de investigadores
de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y llegó a estas conclusiones:
1- En el año 2001 los activos externos alcanzaron a U$S 127.074 millones. Durante la
convertibilidad, la suma ascendió en U$S. 73.332 millones.
2- La salida de divisas, sólo del sector privado no financiero, con exclusión de las
operaciones de comercio exterior, alcanzó un total de U$S 29.913 millones
3- De ese total, correspondieron U$S 26.128 millones a 7015 empresas y a U$S 3.785
millones a 43.320 personas físicas.
Entre las principales empresas que fugaron, están: Pecom Energía (Pérez Companc),
Telefónica Argentina (privatizada española), YPF Argentina (privatizada española),
Telecom Argentina (privatizada franco-italiana), Nidera (cerealera norteamericana), Schell
(petrolera anglo-holandesa), Esso (petrolera norteamericana), Bunge Ceval (cerealera
multinacional), Molinos Río de la Plata (alimentos de Pérez Companc), IBM. (informática
norteamericana), Massalín-Particulares (cigarrillos, británica), EG3 SA., Louis Dreyfus,
Cargill, Volwagen, Edesur, Coca Cola, Ford, Renault, Quilmes, Multicanal, Cablevisión,
Aceitera General Deheza, Alto Palermo, Disco, Metrogas, y otras.
Entre las personas físicas, encontramos a: Marcelo Devoto (supermercados), Gregorio
Pérez Companc, Javier Madanes Quintanilla (Aluar), Raúl Frávega, Arturo Acevedo
(Acindar), Jorge Blanco Villegas, Roberto Paladini, Eduardo Escasany (Banco Galicia),
Carlos Spadone, Amadeo Juncadella, Eduardo Elsztain (Shopping), Eduardo Constantini,
Luis Mitre, Amalia Lacroze de Fortabat, Juan Carlos Bagó, Marcos Bobbio, Susana
Giménez Aubert, Ricardo Handley y otros.42
DIVISAS DE LA ARGENTINA DURANTE EL AÑO 2001, Fuga de divisas en la Argentina, Buenos Aires,
FLACSO / Siglo XXI, 2005.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 85
Juan Antonio Vilar
En esta larga pero incompleta lista, figuran muchos de los grandes beneficiarios de la
última dictadura militar, del gobierno de Alfonsín y del menemato y constituyen el núcleo
central del “establishment”.
Pero mientras los capitalistas argentinos fugaban sus ganancias, contraían enormes
deudas, sabiendo que finalmente, el Estado los salvaría. Según la Fundación Capital que
dirigía Martín Redrado, el endeudamiento privado ascendía a U$S 90.000 millones, más
9.000 millones de redescuentos.
No puede extrañar entonces, que Franco Macri, paradigma y expresión del empresariado
parasitario y prebendario, de sucios negociados con el Estado, pidiera la estatización de la
deuda en dólares contraída por las empresas.
El estafador Macri, que nunca pagó el cánon por el Correo, se presentó a convocatoria de
acreedores por una deuda de $ 740 millones. También se concursaron empresas como el
Grupo Exxel, la Sociedad Comercial del Plata, Alpargatas, Gatic, Adidas, Acindar y las
obras sociales de SMATA y de la UOM.
V – 9 g. 3. - La debacle final.
La recesión se agudizaba. El PBI había caído en 1999, un 3,4 %, en el 2000, un 0,5 % y en
el 2001, 1,5 %.
La industria nacional, agonizaba frente a los productos importados; la inversión, seguía
cayendo; la producción agropecuaria era excelente, pero de escasa rentabilidad por la caída
de los precios internacionales y el tipo de cambio (dólar barato).
La coyuntura internacional, era muy desfavorable. La especulación financiera, provocó
desde 1995, múltiples crisis en el mundo: en México, en Asia, en Rusia, en Brasil en 1999,
en Turquía en 2001.
Mientras el FMI continuaba exigiendo al gobierno argentino, más recortes al gasto fiscal,
se empezaron a escuchar voces de influyentes economistas del establishment, de la
necesidad de salir de la convertibilidad, habiéndose planteando la alternativa de devaluación
ó dolarización.
En 15 provincias circulaban monedas propias, que rápidamente se desvalorizaban
aumentando las penurias de la población.
La desocupación alcanzó el 14,7 %.
La situación social se tornó explosiva. Todos los días aparecían piquetes cortando rutas y
calles en distintos lugares del país. Reclamaban ‘Planes Trabajar’, o que le pagaran salarios
atrasados o para defender su fuente de trabajo.
Los paros y manifestaciones, se sucedían. En dos años de gobierno de la Alianza, el
movimiento obrero realizó 7 paros generales (la CGT se había dividido en una ‘menemista’
encabezada por Rodolfo Daer y otra ‘disidente’ liderada por Hugo Moyano; además, no
tenía reconocimiento oficial la CTA).
El repudio de la ciudadanía a una ‘clase política’ inepta y corrupta, quedó demostrado en
octubre, cuando se realizaron elecciones nacionales legislativas.
El oficialismo perdió 5.400.000 votos en relación a 1999; el peronismo, que ganó con
5.727.000 votos, perdió 1.120.000; el voto “bronca” sumó 2.358.000 votos los cuales,
deberían sumarse a los 1.800.000 votos en blanco y a una abstención récord de 6.500.000
ciudadanos que no fueron a votar.
El peronismo quedó con una amplia mayoría en ambas Cámaras del Congreso, y empezó a
prepararse para volver al gobierno.
El hiperactivo ‘superministro’ continuaba tomando infinidad de medidas: impuesto al
cheque, la bancarización forzada (de sueldos estatales), la Ley de intangibilidad de los
depósitos. . .
Contribución al Conocimiento de la Realidad 86
Juan Antonio Vilar
Por decreto 1387, dispuso el canje de bonos de deuda desvalorizados, por Préstamos
Garantizados por un total de $ 30.000 millones, al 7 % de interés. Las AFJP. canjearon
títulos por $ 17.700 millones.
Pero la fuga de depósitos bancarios era alarmante. En el último día de mes de noviembre,
se produjo una corrida bancaria descomunal: se extrajeron depósitos por más de $ 1.000
millones.
Para salvar al sistema bancario, ese mismo día, Cavallo dispuso inmovilizar todos los
depósitos (plazos fijos, cajas de ahorro, cuentas corrientes), permitiendo sólo una extracción
semanal por $ 250.= ($ 1000.= por mes). Nació así, el llamado “corralito”.
Cavallo pretendió justificar su medida, afirmando que “no podíamos permitir que se siga
fugando el capital de la Argentina”. Es curioso, durante todo el año los más poderosos
capitalistas del país, fugaron divisas a discreción, y ahora inmoviliza los sueldos de los
empleados y los depósitos de los pequeños y medianos ahorristas.
Hubo más: por el mismo decreto, permitió pagar deudas bancarias con títulos de la deuda
(desvalorizados) a su valor nominal, dando lugar a una nueva licuación de pasivos de los
grandes deudores, por un total de U$S. 5.000 millones.
Entre la empresas beneficiadas, encontramos a los privilegiados de siempre: Pecom
Energía, YPF, Telecom, Caminos de la Sierra, Loma Negra (Fortabat), Coviares, José
Cartellone, Correo, Tecpetrol (de Techint), Cía. General de Combustible, Disco, Socma,
Arcor (Pagani), Volkswagen, Transportadora de Gas del Norte, Coto, Aguas Argentinas
(Suez), Siderar, Victorio A. Gualtieri, Industria Metalúrgica Pescarmona, Sancor, Yoma,
Acindar, Telefónica, IRSA (Soros-Elsztian), CTI., La Nación, Clarín, Américan Express,
etc., es decir, las empresas privatizadas que ganaron fortunas, las empresas transnacionales
y los grandes grupos económicos argentinos que fugaron divisas, volvieron a lograr, otra
vez, la licuación de sus deudas internas, gracias a Cavallo y de la Rúa.
Esta es una muestra palmaria del sistema capitalista, que ‘privatiza las ganancias y
socializa las pérdidas’. El interés privado dominante, por encima de todo principio,
doctrina o justicia. En situaciones límites, los dueños del poder económico y político,
desconocen el “derecho sagrado e inviolable de la propiedad privada” para acrecentar sus
fortunas.
V – 9 g. 4 - El estallido social.
La situación social, era desesperante. El INDEC registraba en octubre, 9 millones de
pobres y 3 millones de indigentes en las ciudades. Informes de la ONU, ubicaba a la
Argentina entre los países de mayor desigualdad social: los ingresos del 20 % más rico, eran
un 14,6 veces mayor que los del 20 % más pobre.
A mediados de diciembre, reaparecen los saqueos de los comercios en distintos puntos del
país. Pero Cavallo no cede y envía al Congreso un proyecto de presupuesto para el año
2002, con recortes por $ 6.000 millones.
Por la noche del 19 de diciembre, estalló la furia: decenas de miles de porteños (clase
media y ahorristas en su mayoría), protestaron airadamente en plaza de mayo, haciendo
sonar sus cacerolas. Cavallo presentó su renuncia. Pero la furia no se apaciguó. Al día
siguiente, manifestaciones populares multitudinarias, en varias ciudades del país, fueron
reprimidas violentamente, provocando unos 30 muertos y muchos heridos.
Fue el último acto de gobierno de de la Rúa.
V – 9 h. - La transición peronista.
“Que se vayan todos y que no quede ni uno sólo”
Contribución al Conocimiento de la Realidad 87
Juan Antonio Vilar
El estallido social del 19 y 20 de diciembre, no sólo apuntó contra un gobierno nefasto,
sino contra toda la clase política inútil y corrupta.
Fue el resultado de la catástrofe de un cuarto de siglo de políticas neoliberales, fatales
durante la década del 90, causante de la crisis –política, social y económica- más profunda
sufrida por la Argentina en toda su historia moderna.
De la Rúa renunció el mismo día 20. Ocupó interinamente el P.E. el vicepresidente del
Senado, Ramón Puerta; el domingo 23, la Asamblea Legislativa eligió para el cargo, al
Gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.
Apenas asumió, Rodríguez Saá declaró lo inevitable: el default (cesación del pago de la
deuda externa). Fue aplaudido jubilosamente por legisladores y gremialistas, que
desbordaban de alegría (los mismos, años más tarde, aplaudieron con idéntico fervor, al
presidente Kirchner, cuando decidió saldar la deuda con el FMI).
Pero Rodríguez Saá tenía poco peso en su partido y, abandonado por casi todos sus
compañeros gobernadores, renunció el día 30.
Finalmente, una nueva Asamblea Legislativa, designó presidente interino al senador
Eduardo A. Duhalde.
Era una reedición del Pacto de Olivos, casi con los mismos protagonistas: Alfonsín,
Barrionuevo, Nosiglia, que sellaron un acuerdo, para salvar a la corporación política más
desprestigiada de peronistas y radicales.
V – 9 h. 1 - El senador Eduardo Alberto Duhalde a/c. del PEN. (1 /1/ 2002 á 25 /5/ 2003).
V – 9 h. 3 - El drama social.
Con la devaluación al salirse de la convertibilidad, se inició una escalada de precios,
mientras los sueldos y salarios se mantuvieron congelados. El rebrote inflacionario
‘pulverizó’ los salarios. En sólo 5 meses, cayó un 25 % y al 2003, fue del 36 %. El salario
real, cayó al nivel más bajo de los últimos 50 años.
Pero no fue igual para todos: la cúpula socio-económica, continuó enriqueciéndose. La
desigualdad social, fue en aumento. Los ingresos del 10 % más rico, fueron 29,8 veces
superiores a los ingresos del 10 % más pobre.
Duhalde pretendió atender la emergencia social, creando un Subsidio Universal de $ 150.=
para Jefes y Jefas de Hogar, que abarcó a 1.900.000 familias que carecían de ingresos y
aumentando las partidas del Programa Alimentario.
Era un paliativo insuficiente. La pobreza siguió creciendo vertiginosamente; en marzo del
2002, eran 15.345.000 (el 42,6 %) y los indigentes, 5.655.300 (15,3 %) según el INDEC; en
febrero del 2003, los pobres eran 19.678.000 (el 57,5 %, es decir más de la mitad de la
población urbana), mientras que los indigentes, sumaban 9.411.000 (27,5 %).
Contribución al Conocimiento de la Realidad 90
Juan Antonio Vilar
En julio los desocupados y subempleados, sumaban 6 millones.
En septiembre, 2.700.000 mujeres, estaban al frente del hogar.
En marzo de 2003, el 44,2 de los trabajadores, es decir 3.700.000 estaban ‘en negro’, es
decir, en un trabajo informal, no registrado, o sea que carecen de seguridad social.
1.300.000 personas mayores de 65 años, carecía de cobertura provisional (obra social,
jubilación).
Como nunca hay hambre en la Argentina. Organizaciones barriales y religiosas, crearon
comedores. Cáritas dio de comer a 600.000 personas diariamente.
Se multiplicaron los cartoneros que revisaban la basura (donde a veces, encontraban
comida), mientras los ahorristas estafados, hacían sonar sus cacerolas frente a los bancos, la
Corte Suprema, era “escrachada”, y los ‘piqueteros’, cortaban calles y rutas exigiendo
trabajo y aumentos (el gobierno destinaba alrededor de 20 millones de pesos mensuales).
Solamente en el primer semestre de 2002, se contabilizaron 11.000 actos de protesta en
todo el país.
Surgieron numerosas Asambleas Vecinales y Barriales de ciudadanos autoconvocados.
Las últimas, crearon talleres productivos para atender sus necesidades más urgentes.
La falta de circulante y la ruptura de la cadena de pagos, originó la reaparición de una
antiquísima práctica comercial: el Trueque. Llegaron a funcionar 6.000 clubes de trueque en
todo el país. Pronto desaparecieron.
Un fenómeno de enorme importancia, fue la creación de cooperativas autogestionarias.
Numerosas fábricas y talleres abandonados por sus dueños, fueron reactivados por sus
obreros. Estas “fábricas recuperadas” tropezaron –y tropiezan- con muchas dificultades
‘legales’ (cuando comenzó la reactivación industrial en el país, sus primitivos propietarios
quisieron recuperarlas y apelaron a la justicia), pero los obreros continúan defendiéndose,
frente al abandono, la indiferencia y hasta la oposición, de la burocracia sindical.
En pocos meses, habían cerrado más de 1.200 empresas. Un estudio realizado por la
Universidad de Buenos Aires, registra 107 fábricas recuperadas con 10.000 trabajadores
organizados.
Entre ellas, están la fábrica Zanón de Neuquén, la metalúrgica de Avellaneda Unión y
Fuerza (ex Gip Metal), la Metalúrgica Renacer de Ushuaia, el frigorífico J.J.Gómez de Río
Negro, la Cooperativa Chilavert, el Hotel Bauen de Buenos Aires, la clínica Junín de
Córdoba, y muchas más.
Se ha constituido el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas.
En las últimas décadas –especialmente durante las dictaduras militares-, había sido
importante, la “fuga de cerebros” de investigadores y científicos argentinos, buscados en los
países más adelantados. Ahora, se produce un fenómeno tan extraordinario como
lamentable: miles de jóvenes argentinos emigran a Europa, por no encontrar futuro en el
país.
V – 9 i. 1 - Política económica.
Kirchner y su ministro de Economía, Roberto Lavagna, recompusieron prudentemente las
variables macroeconómicas, aprovechando una coyuntura internacional muy favorable
(¿otra burbuja?).
Casi todos los meses se anunciaban récords de recaudación, de exportaciones, de reservas
genuinas, de producción industrial y agropecuaria y, consiguientemente, la caída del
desempleo y de la pobreza. Este “milagro” argentino, se debió, en gran medida, al tipo de
cambio alto y el alza del precio de los granos, impulsado por la nueva “locomotora”
económica del mundo que es la China.
También fue relevante, la nueva tecnología aplicada a la producción (como los granos
transgénicos, la siembra directa, los agroquímicos) que elevaron los rindes y duplicaron la
producción en una década, alcanzándose a cosechar cerca de 100 millones de toneladas de
granos y cereales.
Ahora la soja reina en la pampa húmeda, transformada en un “desierto verde” (“una
agricultura sin agricultores”, al decir de la F.A.A.) porque la nueva producción a escala, es
realizada por los ‘pools de siembra’ o los fideicomisos, que requiere poca mano de obra y
mucha tecnología.
La soja avanza sobre tierras marginales (Santiago del Estero, Chaco, Salta), deforesta el
monte nativo y las últimas selvas del país (Misiones, Salta), desplaza otros cultivos y cierra
tambos.
Últimamente, el gobierno argentino ha estimulado la producción de biocombustibles
(agrocombustibles), que constituye una amenaza para la producción de alimentos básicos.
El estado K., carece de planes integrales tanto para el agro como para la industria, pero
desempeña un papel activo en materia de conducción de la economía.
Así como el dólar barato mantenido durante la última dictadura militar y el menemato,
arrasó con buena parte de la industria nacional, con el cambio alto de este gobierno, se
desalentaron las importaciones y se promovió la producción nacional.
Sin embargo, la tendencia hacia la centralización y concentración de capitales a nivel
mundial, se ha acentuado vigorosamente en las últimas décadas. En nuestro país, esa
concentración y la extranjerización de la propiedad industrial, comercial, agropecuaria y de
servicios (y también de la riqueza) es descomunal.
Un informe del INDEC del año 2005, indica que de las 500 empresas más grandes de la
Argentina, 337 son extranjeras y sólo 163, argentinas. Las extranjeras habían obtenido
ganancias por $ 37.990 millones, mientras que las argentinas, $ 2.979 millones.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 93
Juan Antonio Vilar
Poderosas empresas brasileñas (denominadas multilatinas), están invirtiendo en el país y
ya han absorvido a muchas de las más grandes empresas argentinas. Por ejemplo: Petrobrás
adquirió PeCom Energía de Pérez Companc; AmBev –Brahma- (belga-brasileña) compró
Quilmes; Belgo Mineiro adquirió Acindar; Camargo Correa se quedó con Loma Negra y
Alpargatas; JBS., con Swift y Cepa; Marfrig, con Quinckfood.
Los hiper y supermercados, son casi todos extranjeros: Wal-Mart, Carrefour, Jumbo,
Disco, y han hecho desaparecer a miles de almacenes y despensas.
Hoy los más grandes terratenientes del país, son Luciano Benetton con más de 900.000
hectáreas, Cresud de George Soros, con 450.000 ha., Douglas Tompkins con 250.000 ha.,
pero hay también terratenientes argentinos, que en provincia de Buenos Aires, tienen:
Grupo Bemberg: 143.000 ha.,Amalia Lacroze de Fortabat: 140.000 ha., Grupo Werthein:
100.000 ha; familia Blaquier: 45.000 ha.
El multimedios Clarín (de Ernestina Herrero de Noble), publica el diario de mayor tiraje
del país y tiene canales de TV., radios, servicios de Internet y parte de Papel Prensa.
La empresa nacional que más ha crecido en las últimas décadas, es Arcor, de Fulvio
Pagani, que ha extendido sus actividades a países vecinos.
Pero las principales empresas exportadoras (Cargill, Bunge Ceval, Dreyfus), energéticas,
bancarias, automotrices, celulósicas, son predominantemente, extranjeras.
Durante los 4 años y medio del gobierno K., la economía creció un 51,1 %.
El intercambio comercial, fue muy favorable. El BCRA. pudo comprar divisas,
acumulando reservas por más de 48.000 millones de dólares, que el Estado mantiene como
un fondo anticíclico.
Mención especial, merece la industria automotriz. Se ha modernizado, automatizado y
robotizado. Su producción anual se eleva a medio millón de unidades, exportándose una
parte. Esta industria, es toda de capitales extranjeros y son verdaderas terminales de
ensamblaje, dado que la mayor parte de sus componentes, son importados.
La abundancia de recursos fiscales, permitió realizar numerosas obras públicas, algunas
muy atrasadas, porque las empresas de servicio público privatizadas, no realizaron las
inversiones a que estaban obligadas, como en materia de infraestructura energética.
La falta de marcos regulatorios durante el menemato, de órganos de control –o de su total
ineficiencia-, permitió que las empresas privatizadas no cumplieran con las inversiones que
debían realizar –algunas, ni siquiera pagaron el cánon como Macri con el Correo o
Eurnekian con los aeropuertos-.
Por ejemplo: Repsol sólo se preocupó en extraer el petróleo de los yacimientos
encontrados antes por YPF sin realizar nuevas exploraciones. El resultado fue una caída
muy pronunciada en el nivel de reservas de hidrocarburos.
En consecuencia, ha faltado gasoil y el Estado se vio obligado a importar fuel oil de
Venezuela. También faltó gas.
Reiteradamente faltó gasoil para realizar las tareas del campo y GNC.
No se previó con tiempo, que la reactivación industrial y el mayor consumo familiar,
aumentaría la demanda de electricidad. El resultado fue que la población, la industria y el
comercio, han tenido que padecer de restricciones y cortes. También, que el Estado se vio
necesitado de importar electricidad de Brasil.
La empresa francesa Suez, Aguas Argentinas, incumplió con las inversiones que debía
hacer en el sistema cloacal del conurbano. Produjo numerosas tragedias familiares en
barrios enteros, cuando subieron las napas e inundaron las viviendas con aguas servidas.
Cuando las tarifas quedaron pesificadas, la empresa abandonó el servicio –se hizo cargo el
Estado- y demandó a la Argentina ante el CIADI.
Desde que Menem desguazó el sistema ferroviario, los pocos FF.CC. que funcionan con
subsidios del Estado, prestan un servicio calamitoso. Los pasajeros bonaerenses, viajan peor
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Juan Antonio Vilar
que el ganado; la casi desaparición de los trenes de carga, han abarrotado las rutas de
camiones, aumentando pavorosamente los accidentes en los caminos.
Con delirios de 1er. Mundo, el gobierno K. asumió el compromiso de instalar el “tren
bala” de Buenos Aires hasta Córdoba, para que puedan viajar unos pocos potentados. Se ha
calculado un costo de 4.000 millones de dólares; con ese monto, se podría reconstruir a
nuevo, una red que comunique, con locomotoras veloces, a la mayor parte de las ciudades
y pueblos del país y transportar a bajo costo, el grueso de la carga.
V – 9 i. 2 - La inflación.
La recuperación económica, el aumento de los precios internacionales, del circulante, del
consumo y del gasto público, ha producido un aumento del costo de la vida.
El Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, es el encargado de controlar los
precios. Como es incapaz de evitar los aumentos, ha procedido de la manera más torpe:
manipular los índices del INDEC.
En enero de 2007, fue destituida la Directora del Indice de Precios al Consumidor,
Graciela Bevacqua, siendo reemplazada por una funcionaria política sin idoneidad para el
cargo, pero útil a los designios del secretario. Continuó con un conflicto con empleados y
técnicos del organismo (que veían desvirtuado su trabajo) y más destituciones (la Directora
Nacional de Estadísticas y la Directora de la Encuesta Permanente de Hogares).
A partir de entonces, la información mensual del aumento de Precios al Consumidor, es
ridículamente bajo, muy alejado del verdadero aumento del costo de la vida, así como de
los índices que informan algunas provincias (por ejemplo: Mendoza).
Desde entonces, el INDEC ha perdido prestigio y credibilidad.
Se abrió un Proceso judicial en relación a este conflicto. Los técnicos y empleados del
organismo, fueron citados a declarar y, como están obligados a decir la verdad, lo hicieron
señalando la manera grosera con que se falsifican los datos. La consecuencia ha sido su
persecución interna (muchos son afiliados a ATE) y hasta de la agresión de una patota que
funciona dentro del organismo.
El gobierno desconoce que haya inflación, y entonces manipula los índices. El interés del
gobierno de falsear los datos, obedecen, por lo menos, a 3 motivos:
l) Parte de los bonos del último canje, están en pesos ajustados al CER, y por cada punto de
inflación, la deuda aumenta en 500 millones de dólares.
2) La recomposición salarial toma como referencia, a la inflación oficial; con la
complicidad de la burocracia sindical, el gobierno muestra un techo bajo en las paritarias y
así, logra que los aumentos acordados sean inferiores al alza del costo de la vida.
3) Distorsiona gravemente los indicadores sociales, resultando una tasa de pobreza e
indigencia muy inferiores a la verdadera.
V – 9 i. 5 - La calidad institucional.
Comparado con el menemato, la calidad institucional ha mejorado, pero no lo suficiente.
Como es tradicional en las gestiones peronistas, Kirchner gobierna autoritariamente, con
superpoderes, discrecionalmente, sin ningún control.
El Congreso le delegó facultades; los gobernadores e intendentes (antes menemistas,
después, duhaldistas), se encolumnaron rápidamente detrás de K., sin ningún complejo.
Es que para los peronistas, “el que gana es jefe y el que pierde, traidor”. Hoy resulta que
los incondicionales menemistas de los 90, hoy lo desconocen o lo repudian (empezando por
el mismo Kirchner) y aún afirman que “Menem no es peronista” ¿qué dirán de K. dentro de
10 años?
La dirigencia sindical –que lucha por el control de la CGT- acató disciplinadamente a K.;
con prácticas clientelísticas, ha cooptado a varias organizaciones piqueteros, como la FTV –
Federación de Tierra y Vivienda- de Luis D’Elía, Barrios de Pié, de Jorge Ceballos, el MTV
Evita –Movimiento Trabajo y Dignidad- de Emilio Pérsico y el Frente Transversal
Nacional y Popular de Edgardo Depetri.
Contribución al Conocimiento de la Realidad 96
Juan Antonio Vilar
Ha disciplinado a los gobernadores e intendentes radicales –los Radicales K- con los
abundantes recursos de la “caja”. Y hasta sumó a dirigentes del socialismo y de la
izquierda, cuando puso énfasis en la “transversalidad” partidaria de su gestión.
Su mayor mérito, fue la eliminación, mediante juicios políticos, de la miserable Corte de la
“mayoría automática” menemista. Creó un sistema de selección de nuevos jueces, que
permitió formar una Corte Suprema, digna, competente e independiente.
Esta conquista positiva, se vio empañada por la reforma del Consejo de la Magistratura,
con la disminución del número de sus miembros, que ha dejado al oficialismo, con el poder
de veto.
Apenas asumió Duhalde en 2002, el Congreso sancionó la Ley Nº 25.56l de Emergencia
Pública; se justificaba, para poder enfrentar una crisis económica muy profunda. Pero esa
Emergencia, ha sido prorrogada todos los años, hasta hoy, a pesar de habérsela superado
largamente.
Dichas leyes, incluyen la delegación de facultades del Congreso al P.E. –los superpoderes-
que han sido extendidos al Jefe de Gabinete, otorgándole facultades para cambiar las
partidas del presupuesto.
El Presupuesto es calculado, sistemáticamente, con una recaudación menor a la verdadera,
de modo que el PE. puede disponer discrecionalmente, de enormes recursos. Con ellos, el
ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, ha formado fondos fiduciarios para
financiar obra pública, sin controles y con alto grado de corrupción, como lo demuestra el
caso Skanska.
El Congreso, con abrumadora mayoría peronista, es de total inutilidad. Sólo se ocupa de
sancionar las iniciativas presidenciales. Se dice que “el Congreso se parece a una
Escribanía, que protocoliza los mandatos del P.E.N.”
Si desde Pavón, el Federalismo ha sido una ficción, en estos tiempos ha desaparecido por
completo. Las provincias, los gobernadores son rehenes del gobierno nacional. Dependen
económicamente de una mezquina e injusta Coparticipación Federal, del envío de recursos
de Buenos Aires o de la realización de una obra nacional. La mayoría de las provincias
carecen de autonomía económica. Importantes impuestos no son coparticipables (del
cheque, retenciones); con la “caja” nacional, Kirchner ha disciplinado a gobernadores e
intendentes (todos los gobiernos radicales, son K.).
La política privatizadora de Menem, se mantiene. Casi todos los contratos que vencían,
han sido renegociados en condiciones desfavorables. Las empresas privatizadas han
utilizado como arma de chantaje, sus demandas en el CIADI, que levantaron, sólo si
lograban una nueva prórroga de la concesión –con aumento de tarifas-.
Los Tratados Bilaterales de Inversión, no han sido denunciados y siguen en vigencia.
Una muestra de arbitrariedad, fue la prórroga de la concesión a emisoras de radio a
periodistas amigos que dispuso Kirchner. (Aún se mantiene la Ley de Radiodifusión
sancionada por el Proceso Militar).
Si el Estado ha debido hacerse cargo del Correo, del espectro radioeléctrico, de Aguas
Argentinas y de algunos F.C., no se debe a una política de “reestatización” como lo han
manifestado enfáticamente, sino para cubrir las falencias ocasionadas por incumplimiento o
abandono de las empresas concesionarias.
La reciente concesión del yacimiento Cerro Dragón (en el golfo de San Jorge) es un
ejemplo de una privatización al mejor estilo Menem.
El peronismo con sus aliados, los radicales K., han vuelto a ganar categóricamente las
elecciones en casi todo el país. Sus prácticas clientelísticas se han multiplicado y también
sus maniobras fraudulentas como las hechas en Formosa, donde los indios son tomados
cautivos por punteros políticos, para llevarlos a votar (existen reiteradas filmaciones que lo
prueban).
Contribución al Conocimiento de la Realidad 97
Juan Antonio Vilar
De la gran cantidad de funcionarios corruptos del menemato, sólo fue condenada
–levemente- María Julia Alsogaray. Los demás, gozan de sus delitos.
El caso de las coimas en el Senado, con “la tarjeta Banelco”, ha acumulado testimonios
ilevantables de la comisión de delitos, pero sigue dilatando la justicia su dictamen –aunque
seguramente, todos quedarán exculpados o prescribirá la causa- porque están
comprometidos importantes funcionarios menemistas (hoy kirchneristas), como el
gobernador de San Juan, José Luis Gioja, Ramón ‘Palito’ Ortega, Augusto Alasino, Emilio
Ricardo Cantarero y otros.
La causa de la criminal explosión de la fábrica de armas de Río Tercero, sigue acumulando
pruebas, pero nada se resuelve: no habrá justicia.
La Argentina nunca ha sido un país ‘minero’. Desde el menemato, se han firmado
numerosos contratos de explotación minera, en condiciones leoninas, que han continuado
con K.
La explotación de minas a cielo abierto, es la mayor fuente de contaminación ambiental
que existe. Por otra parte, no deja ninguna ‘ganancia’ al país. Se está dinamitando la
cordillera, amenazando a los glaciares, envenenando las aguas y contaminando el aire. Eso
sí, algo deja: un paisaje lunar.
El gobierno nacional ha puesto algún orden en las deudas provinciales, ha mejorado la
administración del PAMI, las jubilaciones, especialmente desde enero de 2007, cuando dio
la opción de poder volver al “sistema de reparto”, es decir, a la jubilación estatal, a los
trabajadores que estaban cautivos en la jubilación privada.
También dio la posibilidad de acceder a los beneficios, a más de un millón y medio de
personas, aquellos que no lo tenían ni reunían todos los requisitos para jubilarse.
V – 9 i. 8 - La Sociedad.
Este es el gobierno de los subsidios. Subsidia los transportes (FC., colectivos, camiones),
los peajes, las tarifas, muchos alimentos (carne, aves, leche, harina), etc., para atenuar el
aumento de los precios. Para ‘desacoplar’ los precios internos con los internacionales, se
han establecido retenciones a las exportaciones de petróleo, gas, granos y aceites.
Con la recuperación económica, se han creado miles de nuevos puestos de trabajo; ha
disminuido el desempleo y mejorado los salarios.
Paralelamente, han disminuido la pobreza y la indigencia, comparados con el año 2003,
pero aún estamos lejos de alcanzar índices satisfactorios.
Según información del INDEC, la desocupación en el 2003 era de 23,4 %, un total de
2.625.000 personas y en 2007, de 8,1 % (sin planes sociales), es decir, 1.320.000
desempleados.
La subocupación (los que trabajan menos de 35 horas semanales), en 2003, era del 17,8 %
y en 2007, de 6,7 % y afectaba a 1.105.000 personas.
El empleo informal “en negro” no baja del 40 % y sus salarios son mucho más bajos que
el de los empleados ‘en blanco’.
La pobreza disminuyó de un 50,9 % al 29,2 %, mientras que la indigencia, de un 24,1 %,
bajó al 10 %.
La brecha entre ricos (el 10 % más rico) y pobres (el 10 % más pobre) es de 30 veces (en
1997 era de 32 veces y en 2001, el peor momento de la crisis, alcanzó al 58 %)
…………………………………………………………………
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Contribución al Conocimiento de la Realidad 99
Juan Antonio Vilar
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PARANA, Mayo de 2008.
Juan Antonio Vilar
INDICE
Advertencia introductoria.……………………………………………………….….... l
El Capitalismo...……………………………………………………………………..… l
Modelo Social de Acumulación...……………………………………………...…….... 2
¿Desarrollo genuino o sucesión de burbujas?. ………………………………………... 2
Una sintética introducción política..………………………………………………..…. 3
¿Desde cuándo existe Estado Nacional en la Argentina?.................................................3
I – La Etapa Liberal (1861 – 1880)…………………………………………………..….4
Bibliografía capítulo I….……………………………………………………….........7
II – Modelo Agroexportador ( 1880 – 1930) …………………………………………....8
II – 1 – Condiciones internas. Programa………………………………………………...8
II – 2 – Contexto internacional….………………………………………………..….......8
Contribución al Conocimiento de la Realidad 100
Juan Antonio Vilar
II – 3 – Actores Sociales….………………………………………………………….…..8
II – 4 – Factor dinámico….………………………………………………………...…….9
II – 5 – Acumulación y destino de las ganancias………………………………...………9
II – 6 – Caracteres generales de su economía…………………………………..………10
II – 7 – Vulnerabilidad y límites……………………………………………..…………11
II – 8 – Causas del agotamiento y fin……………………………………….….………11
II – 9 – Aspectos relevantes del proceso histórico …………………………………....11
II – 9 – a. – Consolidación del Estado Nacional. La Argentina Moderna ………….....11
II – 9 – b. – Papel del Estado …………………………………………………….........12
II – 9 – c. – La Oligarquía.……………………………………………………………...13
II – 9 – ch.- Cambios demográficos y sociales ……………………………………..….14
II – 9 – d. - Los comienzos del movimiento obrero. …………………………….........15
II – 9 – e. – Caracteres políticos del ‘Régimen’ ………………………………………..17
II – 9 – f. – Apogeo y fin del régimen ………………………………………………….19
II – 9 – g. – Los Gobiernos Radicales (1916 – 1930) …………………………………...20
Bibliografía capítulo II …………………………………………………………....21
I n d i c e …………………………………………..………………………………….100