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Revista de Estudos do
Departamento de Historia da Arte
ISSN: 1579-7414
revistaquintana@gmail.com
Universidade de Santiago de Compostela
España
RESUMEN
Durante la gestación del cubismo, un grupo de artistas conformaron lo que comúnmente se conoce
como el grupo Puteaux y que estudiaba el nuevo arte bajo el prisma matemático de las proporciones
áureas y la cuarta dimensión. El estallido de la guerra parece disolver a la mayoría de los integrantes
del grupo, que sin embrago vuelven a encontrarse en el seno de una nueva galería, junto a nuevos
artistas. Las discusiones entre ellos sobre estas problemáticas nos desvelan la importancia que todas
ellas habían tenido y continuaban teniendo en la obra de cada uno de ellos.
Palabras clave: Cubismo, cuarta dimensión, proporciones áureas, Section d’Or, grupo Puteaux
ABSTRACT
As the Cubist movement took shape, a group of artists formed what is commonly known as the
Puteaux Group, which studied new art from the mathematical perspective of the Golden Section
and the fourth dimension. Though the group largely dispersed when war broke out, it reassembled,
along with a fresh influx of artists, around a new gallery. Their discussions of these issues reveal how
important they all were to the work of all of these artists, both at the time and in later years.
Keywords: Cubism, fourth dimension, Golden Section, Section d’Or, Puteaux Group
A lo largo de 1917, una serie de artistas vos, queriendo el destino que casi en su totalidad
suelen encontrarse de manera asidua todos los confluyesen en el seno de una misma galería, la
domingos en casa del escultor cubista Jacques parisina L’Effort Moderne.
Lipchitz para discutir temas de materia artística.
Juan Gris llegaría a París decidido a dedicarse
Entre ellos se encuentran el madrileño Juan Gris,
quien desde 1906 reside en París, el italiano y ex- a la pintura. Se encamina directamente al Ba-
futurista Gino Severini, el mejicano Diego Rivera, teau Lavoir, donde Picasso le había procurado un
el francés André Lhote y la santanderina María estudio2. De la mano del malagueño, Gris cono-
Blanchard1. Ésta tan heterogénea unión artística cería a los pintores y críticos más sobresalientes
no era casual: la mayor parte de ellos se conocía del momento que solían frecuentar Montmartre.
con anterioridad a la fecha por uno u otros moti- Sin embargo, el madrileño dilataría su incursión
en el mundo pictórico hasta 1911 y de manera ocupando una sola sala – la célebre sala 41 - del
Belén Atencia Conde-Pumpido
taxativa hasta 1912. Tras trabajar como ilustrador próximo Salón de los Independientes, el de 1911.
gráfico en algunas revistas literarias de poco re- La primera vez que fueron llamados propiamente
nombre como Assiette au Beurre, Le Cri de Paris cubistas sería el mismo año en el prólogo de la
o Le Témoin , tal y como había hecho en Madrid exposición del Cercle d’Art en Bruselas escrito por
antes de su marcha a París, comienza a pintar en Guillaume Apollinaire8.
óleo hacia 1911, año en el que también empieza Reconvertidos en el grupo de La Section d’Or
a mostrar su obra a sus amistades. Es 1912 el año organizan una exposición en 1912 que tuvo lugar
en el que por primera vez participa en el Salón tras el Salón de los Independientes de aquel mis-
de los Independientes así como en el Salón de La mo año en las que por fin Gris participa9.
Section d’Or al que es invitado.
Gino Severini había llegado a París el mismo
Tampoco la invitación de Gris a participar en año que Gris, aunque su camino sería muy dife-
el Salón de La Section d’Or fue casual. Pese a la rente al del español. Relacionado desde época
convulsión que había provocado la exposición de muy temprana con grupos simbolistas10, el ita-
las obras fauvistas de Matisse y Derain a la llegada liano será requerido por Marinetti para la firma
de Gris a París3, el pintor madrileño se sentirá del manifiesto técnico de la pintura futurista de
mucho más atraído por los últimos adelantos 1910 que unía a Umberto Boccioni, Giacomo Ba-
de Picasso realizados en Gósol que por el de los lla, Carlo Carrà, Luigi Russolo y al propio Severi-
franceses. Cuando comienza a trabajar en óleo, ni11. Éste firma el manifiesto, muy seguramente
su estética estaba por tanto clara, decantándose más por el deseo de no cortar los lazos con su
por el cubismo, que no abandonará a lo largo de Italia natal y con el desarrollo artístico que en
toda su producción artística hasta su muerte en ella se daba, que por convencimiento de las tesis
1927. Pese a ello, en 1911 el cubismo no puede marinettianas.
ser del todo considerado un grupo homogéneo:
Aunque no afín al cubismo, el vecino de Seve-
Picasso nunca había expuesto en los salones, in-
rini era precisamente Braque, con quien compar-
clinándose por la firma de un contrato en exclu-
tía largos encuentros en los que discutían sobre
siva con el marchante alemán residente en París,
cubismo y futurismo, y fue de mano de éste como
Daniel-Henry Kahnweiler4. Al malagueño vendría
Severini conoció a Picasso, quien tanto lo ayuda-
a sumarse Georges Braque, quien también vivía
ría en momentos de profunda carestía y al que lo
en Montmartre y que compartía una muy estre-
uniría una gran amistad12. Al igual que Metzinger,
cha relación tanto personal como artística con
quien supo ver y comprender la organización, di-
Picasso. Al microcosmos conformado por Picasso,
visión y estructuración del cubismo emergente ya
Braque y Kahnweiler – no conocido por el gran
en 1910, Severini sería llamado a ser el alter ego
público - vendrían a unirse, aunque de forma pa-
del pintor francés a través de las cartas dirigidas a
ralela, una serie de artistas que sí exponían en los sus compañeros futuristas – todos ellos en Milán
salones y que sí eran conocidos por el público y - sobre las últimas novedades en materia artística
la crítica bajo el nombre de cubistas5. acaecidas en la ciudad francesa. Precisamente los
Aunque ciertos críticos avispados habían sa- encuentros con Braque instan a Severini a escribir
bido ver con anterioridad la similitud existente a Boccioni en 1910 con la intención de ponerlo
entre algunos de estos artistas6, la unión efectiva al día a él y a su compañeros sobre las últimas
de todos ellos no se produce hasta 1911. Se- andanzas del cubismo en la que, desde un punto
gún las memorias de Albert Gleizes fue en 1910 de vista documental, constituye sin lugar a dudas
cuando la mayor parte de ellos se “descubre” la primera y más completa noticia que sobre el
en el Salón de Otoño de aquel año7, comenzan- cubismo se tuvo en Italia llegando a – pese a sus
do a frecuentarse en lo que sería el germen del muchas críticas - una comprensión excepcional
grupo Puteaux, formado por el propio Gleizes, de su desarrollo interno13.
Jean Metzinger, Fernand Léger, Duchamp-Villon, Rivera llega bastante después que Gris y Seve-
Marcel Duchamp y efectivamente, Juan Gris. Es rini a París. Tras una exposición de no muy afor-
entonces cuando deciden exponer como grupo, tunada calidad en sus obras pero sí muy vendidas
Paralelamente, Jacques Lipchitz comenzaba a cionan en el suyo24, lo que de una manera u otra,
Belén Atencia Conde-Pumpido
su vez a profundizar en el cubismo. Proveniente separa al pintor del resto de los cubistas.
de Rusia, había llegado a París en 1909 sin ningún Pero volvamos al período que nos ocupa:
tipo de estudio académico previo en lo referente ¿cómo coinciden todos estos artistas tras el des-
a materia artística. Fascinado por los museos de la membramiento cultural, social, político y econó-
ciudad decide, no sólo llevar a cabo un aprendiza- mico que supone el estallido de la Primera Guerra
je autodidacta, sino comenzar su propia colección Mundial en 191425? Mientras que algunos de los
de arte, en la que el arte primitivo jugará un papel cubistas son instados a marchar al frente, como
relevante que llegaría a convertirse, en ocasiones, es el caso de Braque o Léger, otros viajan a países
en fuente de inspiración para su propia obra19. Su neutros en el conflicto – España, Suiza o Estados
máxima será la de traducir el lenguaje pictórico Unidos en su mayoría - tal y como hicieron Glei-
cubista a uno propiamente escultórico que no zes, Picabia o Laurencin, o bien a otras zonas de
implique el abandono de la figuración20. En este Francia menos asediadas como fue el caso de
sentido fue para Lipchitz importante el conocer Gris o Picasso26. Sin embargo, entorno a 1916 se
a Picasso quien, en las fechas acababa de llevar produce un pequeño resurgir artístico en París
a cabo su Verre d’Absinthe (1914), obra que no al que se une el interés de un joven marchante
termina de convencer al escultor ruso, quien no francés por el cubismo. De la mano de Picasso
comparte la necesidad del uso de una policromía y Gris, Léonce Rosenberg comienza a aglutinar
que, al fin y al cabo, restaba valor a los medios junto a él y bajo contrato a todos aquellos ar-
propiamente escultóricos21. tistas propuestos por éstos27. Entre estos artistas
se encontraban los propios Gris y Picasso28, a los
Lhote, nacido en Burdeos, opta en un primer
que vendrían a unirse Metzinger, Braque, Léger,
momento por la escultura decorativa. Sin embar-
Lipchitz, Blanchard, Severini, Rivera, Henri Lau-
go, su conocimiento de algunas obras de Gau-
rens, Henri Hayden o Auguste Herbin. La mayor
guin así como sus relaciones con el grupo artístico
parte de ellos firman un contrato con Rosenberg
más pujante en el Burdeos de entonces le hacen
en 1916, aunque hay casos como el de Léger
orientarse hacia la pintura22. Su participación en
en el que se posterga algo más en el tiempo a
el Salón de Otoño de 1907 le vale una plaza en
causa del estadio del pintor en el frente. Por su
la Villa Médicis Libre, una especie de granja en
parte, Lhote, no llega a formar parte del grupo
Orgeville donde los artistas tenían prohibido re-
de Rosenberg a través de contrato, aunque el
gresar a París con el propósito de que se inspi- marchante solía comprar de manera libre algunas
rasen únicamente en el entorno. Allí conoce a de las obras del pintor.
Raoul Dufy, quien había pasado su último verano
en L’Estaque junto a Braque, y por tanto se había Es por ello que todos estos artistas empiezan a
impregnado de la atracción de éste por la esté- relacionarse –o vuelven a relacionarse- de manera
tica cézanniana y el estudio de los volúmenes, más intensa hacia 1917: todos, o la gran mayo-
influencia que a su vez transmite a Lhote. ría, trabajan para un mismo marchante que, en
breve pretende abrir una galería en la que se or-
En 1910 se celebraría en la Galerie Druet la ganizarán diversas exposiciones personales de sus
primera exposición personal del artista bajo el obras29, además, casi todos viven en Montparnas-
tema de los puertos de Burdeos, y en 1911 par- se, que se ha convertido, tras el auge de Mont-
ticipa en el Salón de los Independientes. Pese a martre, en el nuevo punto de encuentro entre
no exponer junto al resto de los cubistas en la sala los artistas. Sin embargo, más allá de todo esto,
41, la estética y algunas de las consideraciones existe un motivo fundamental por el cual, en las
compositivas de Lhote se acercan mucho a la del reuniones en casa de Lipchitz los domingos por la
resto de los cubistas, motivo por el que éste es tarde, se encuentren sólo parte de los integrantes
invitado a participar en el salón de La Section de la futura L’Effort Moderne: las consideracio-
d’Or. Sin embargo, el pintor no es incluido en el nes en torno a tres puntos fundamentales: las
libro de Apollinaire sobre el cubismo de 191323, proporciones áureas, las matemáticas y la cuarta
así como tampoco Gleizes y Metzinger lo men- dimensión.
Así recuerda André Lhote los encuentros en sí, sino más bien en cuanto a la pretensión de
parte, muy en boga en las academias del siglo XIX esto se atempera en mi tela con una cierta locura
Belén Atencia Conde-Pumpido
NOTAS intenciones de otros artistas que no rra, (vid. C. Zappia, “Severini, Picasso e
Belén Atencia Conde-Pumpido
descubriría ni conocería hasta 1911 (H. i frères Rosenberg: arte e mercato negli
1
Así lo recuerda el propio Gino Le Fauconnier (prefac.), “Das Kunst- anni della grande guerra”, Comentari
Severini en sus segundas memorias, las werk”, Neue Künstlevereinigung 11, d’arte, t. 20-23, fasc. VII/VIII, 2005, p.
cuales ahondan en la etapa que pasó en septiembre 1910. vid. A. Murray, “Le 2). De hecho, cuando en 1915 la sa-
la galería de L’Effort Moderne, en apud. Fauconnier’s “Das Kunstwerk”: An lud de Severini se agravó y su situación
Il tempo de l’Effort Moderne, Enrico Va- Early Statement of Cubist Aesthetic económica era deplorable, fue Picasso
llechi, Florencia, 1968, p. 271. Theory and Its Understanding in Ger- quien subvencionó su viaje a Barcelona
many”, Arts 56, diciembre 1986, pp. donde se encontraría con un médico
2
Gris y Picasso no se conocían con
125-133; cfr, AA.VV. (D. Robbins), Jean amigo suyo de su etapa catalana, (Ja-
anterioridad a la llegada del primero a
Metzinger in retrospect, The University cint Reventós) que lo atendería, en L.
París. Sin embargo, durante sus años de
of Iwoa, 1985, p. 22, n. 4), Metzinger, Venturi, Gino Severini, De Luca Editore,
formación en Madrid junto a Moreno
siguiendo la línea de Le Fauconnier, pu- Roma, 1961, p. 18.
Carbonero, Gris tuvo oportunidad de
conocer a Vázquez Díaz quien sí cono- blica un artículo en la revista Pan mucho 13
El texto se encuentra tras las
cía a Picasso. Fue éste quien le pidió al más interesante que el de éste por las cartas del archivo Boccioni de Padua, y
pintor malagueño que se encargase de relaciones establecidas entre distintos de ello da breve noticia Zeno Birolli en
encontrar alojamiento para Gris a su lle- artistas, y más concretamente entre apud. Umberto Boccioni. Altri inediti e
gada a París, en D. Cooper, Juan Gris, Pablo Picasso, Georges Braque, Robert apparati critici, Feltrinelli, Milán, 1972,
Catalogue Raisonné de l’Oeuvre Peint, Delaunay y el propio Le Fauconnier (J. que hace de apéndice a los escritos boc-
Berggruen, París, 1977, pp. 12-13. Metzinger, “Note sur la peinture”, Pan, cionianos. Se trata de 60 folios nume-
octubre – noviembre 1910, pp. 659- rados, con bolígrafo, por la reconocible
3
El Salón de los Independientes de
661, cfr. E. Fry, Le Cubisme, La Connais- grafía de Severini. Marinetti había reco-
1905 abre sus puertas a los fauvistas
sance, Bruselas, 1968, pp. 59-61). Casi gido y ordenado las cartas de Boccioni,
por primera vez. Al mismo tiempo, el
simultáneamente aparece un artículo de y había escrito en el frontal “Apuntes
salón dedica una retrospectiva a Ingres
Allard, pero evidentemente basado en mandados de París por Gino Severini”:
que calará particularmente en Picasso,
el de Metzinger en el que, no sólo se en E. Pontiggia, “Il primo rapporto sul
quien dedica toda una serie de bocetos
trata de definir las bases del nuevo arte, cubismo: lettera de Severini a Boccio-
al tema del harén que culminarán con
sino que también se incluye a Metzin- ni”, Critica d’Arte, t. 2, fasc. 12, enero-
las Señoritas d’Avignon.
ger como representante de éste, en R. febrero 1987, p. 64. La propia Pontiggia
4
Acerca de la importancia de Allard, “Au Salon d’Automne de Paris”, advierte que no se conoce con exactitud
Kahnweiler como marchante y difusor L’Art Libre, 12, noviembre 1910, pp. la fecha exacta de la carta de Severini,
del cubismo durante los años anterio- 441-443, cfr. E. Fry, op.cit, p. 62. no obstante la inscribe en el período
res a la guerra vid. B. Atencia Conde- que va desde mediados de 1910 has-
7
A. Gleizes, Souvenirs: le cubisme
Pumpido, “Los compradores del “Cu- ta principios del año siguiente. Por su
1908-1914, Association des Amis Al-
bismo esencial”: Picasso, Braque, Gris parte, M.J. Martínez Silvente en “Gino
bert Gleizes, Ampuis, 1997, p. 12.
y Léger”, Boletín de Arte, t. 29, 2008, Severini, el futurismo más francés (II)”,
pp. 563-568.
8
G. Apollinaire, 8eme Salon an-
Boletín de Arte, t. 24, 2003, p. 252, si-
nuel: du 10 juin au 3 juillet 1911, Cercle
5
En opinión de Stanley Johnson, a guiendo las tesis de M. Calvesi; E. Coen,
d’art, Bruselas, 1911; cfr. id. Chroniques
diferencia de la crítica posterior, los teó- en Boccioni, Electa, Milán, 1983, la ins-
d’art (1902-1918), ed. L. C. Breuning,
ricos y artistas en 1912 eran mucho más cribe en la primera mitad de 1910, o en
París, 1960, p. 188. vid. L. Gamwell,
conscientes de la existencia de dos mo- cualquier caso con anterioridad al 29 de
Cubism Criticism, UMI Research Press,
vimientos separados: el cubismo poco mayo de 1911, fecha de la Conferencia
Michigan, 1980, p. 155, n. 28.
definido por Braque y Picasso, que en- del Círculo Artístico de Roma realizada
focaba los objetos en el espacio y la mu-
9
vid. R. Blum (prefac.), Salon de la por Boccioni, en la que éste presupone
cha más amplia variedad de intereses Section d’Or, Galerie de la Boëtie, París, argumentaciones de Severini en dicha
representados por el grupo de artistas 1912. carta tales como las acusaciones que el
de la Section d’Or, en R.S. Johnson, Cu-
10
No en vano se casará con Jeanne mismo hace sobre el movimiento cubis-
bism & La Section d’Or, Reflections on Fort, hija de Paul Fort, conocido como el ta o sus consideraciones del movimien-
the development of the cubist epoch: “príncipe de los simbolistas”. to como una tendencia de transición.
1907-1922, Klees-Gustorf Publishers, 11
G. Balla; U. Boccioni; C. Carrà; 14
vid. J.P. Crespelle, La vie quoti-
Chicago-Düsseldorf, 1991, p. 25. L. Russolo; G. Severini, “Manifesto Tec- dienne à Montparnasse à la Grande
6
Particular atención merecen los nico della Pittura Futurista”, Milán, 11 Epoque 1905-1930, Hachette, París,
textos de Henri Le Fauconnier, Jean abril 1910. 1976; K. Silver, The circle of Montpar-
Metzinger y Roger Allard. Mientras 12
Picasso le es presentado a Seve- nasse: Jewish artist in Paris 1905-1945,
que el primero, ya en 1910 había pu- rini en el Lapin Agile en 1910 y rápida- Universe Books, Nueva York, 1985.
blicado una declaración de intenciones mente intercambian asiduas visitas en 15
Tal y como explica Fry, a finales
que, muy casualmente tendría mucho sus respectivos estudios, intensificándo- de 1911, Alexandre Mercerau fue uno
que ver con las búsquedas y propias se aún más durante los años de la gue- de los primeros defensores del cubis-
mo en declarar que Bergson estaba bien no una de las más reconocidas. To- veía el aspecto pictórico” de su escul-
mente, deciden viajar hasta Collioure, una tesis doctoral no publicada. vid. B. cuentemente sobre la organización de
Belén Atencia Conde-Pumpido
donde Matisse los acoge, en P. Caban- Atencia Conde-Pumpido, El cubismo la pintura. Así que la idea de que una
ne, L’Epopée cubiste, Les Editions de durante la Primera Guerra Mundial en pintura tuviese que ser razonada antes
l’Amateur, París, 2000, p. 347. la galería L’Effort Moderne, Universidad de ser pintura estaba clara en nuestras
27
Rosenberg fue muy audaz en de Málaga, 2010. mentes. No sabíamos nada del proble-
interesarse por el cubismo en 1914, 30
“L’inquisiteur Juan Gris dont la ma de la Section d’Or en la filosofía de
momento en el que Kahnweiler había pureté était hors de doute, ne parlait la Antigüedad Griega. Leí el Tratado de
abandonado París, las galerías cerraban que de “noumènes” et haïssait tou- la Pintura de Leonardo y me di cuenta
y los artistas necesitaban marchantes te manifestation accidentelle du réel. de la importancia que le atribuía a la
que los ayudasen a vender sus obras, L’italien Severini et le mexicain Diego Section d’Or, pero fue principalmente
pero ello no habría sido posible sin las Rivera ne juraient que par Poincaré, par en la discusión donde aclaramos nues-
figuras de André Level, Picasso y Gris, Rienman et par la quatrième dimen- tras ideas sin sobrecargarnos a nosotros
quienes convencieron a Rosenberg de sión”, A. Lhote en A. Jakovsky, André mismos de ciencia”, AA.VV. Jacques
ser el único capaz de ocupar el puesto Lhote, ed. Jakovsky, París, 1947, p. 56. Villon, Musée des Beaux-Arts, Rouen,
que había dejado Kahnweiler, en Ch. 1975, p. 118.
31
Entre otros, Kart Friedrich Gauss,
Derouet, “Exposition Henri Laurens. Dé- 34
R.S. Johnson, op.cit, pp. 21-23.
Nikolai Lobachevsky y Georg Riemann
cembre 1918”, Henri Laurens, Réunion 35
A. Gleizes; J. Metzinger, op.cit,
afirmaban que el modelo Euclídeo de
des musées nationaux, París, 1992, pp. pp. 47 y 64-65.
espacio y tiempo era inadecuado para
39-40.
entender el cosmos, mientras que Hen- 36
W. Camfield; M. Duchamp, Mar-
28
Picasso era el único de los artistas ry Poincaré explicaba que los principios cel Duchamp, The Arensberg in New
de la galería que no tenía contrato aún modernos de geometría eran conven- York, Ojai, California, 1962; cfr. AA.VV.
siendo fundamental para Rosenberg. ciones o formas relativas de conoci- op.cit, p. 11.
Éste era consciente de la valía del pintor, miento más que verdades absolutas. 37
D. Robbins, “From Symbolism
pero también sabía que no respondería De estas teorías, los artistas del grupo to Cubism: The Abbaye of Créteil”, Art
a presiones de tipo comercial siendo Pi- Puteaux habrían deducido la idea de Journal, t. 2, fasc. 23, invierno 1963/64,
casso sabedor de su propia valía. Estas que los objetos en movimiento por el p. 116.
son consideraciones personales de la
espacio se deformarían o sufrirían un 38
X. Moyssen, “El período forma-
autora, fruto de sus investigaciones en
efecto de anamorfosis, L. Dalrymple tivo de David Alfaro Sequeiros, Roberto
el marco de una tesis doctoral no publi-
Henderson, The Fourth Dimension and Montenegro, Diego Rivera y José Cle-
cada. vid. B. Atencia Conde-Pumpido,
Non-Euclidean Geometry in Modern mente Orozco”, Historia del Arte me-
El cubismo durante la Primera Guerra
Art, Princeton University Press, Prince- jicano, t. 91-92, septiembre-noviembre
Mundial en la galería L’Effort Moderne,
ton, 1983, cfr. N. Cox, Cubism, Phai- 1983, pp. 21-25.
Universidad de Málaga, 2010.
don, Londres, 2000, pp. 187 y ss. 39
vid. J. Charlot, “Diego Rivera at
29
La galería L’Effort Moderne no 32
“Conforme a su papel especial, the Academy of San Carlos”, Collage
se abrió hasta 1918 dado que el propio
tanto constructivo como representativo, Art Journal, t. 10, fasc. 1, otoño 1950,
Rosenberg servía en el frente. De he-
el cubismo lleva las formas del mundo pp. 10-17.
cho, podemos incluso afirmar que hubo
físico, tanto como le es posible, a sus 40
Sobre la Academia de San Carlos
una doble inauguración de la galería: el
formas básicas. Utilizando estas formas y los maestros que en ella sobresalie-
marchante había proyectado una serie
básicas y basándose en la percepción ron, vid. R. Garibay, Breve historia de la
de exposiciones que mostrasen la nueva
visual y táctil, el cubismo proporciona Academia de San Carlos y de la Escuela
realidad del cubismo, su continuación y
la representación más clara de todas las nacional de Artes Plásticas, División de
avances. La primera exposición celebra-
formas. El esfuerzo inconsciente que te- Estudios de Postgrado / Escuela nacio-
da fue la de Auguste Herbin –entre el 1
nemos que hacer con cada objeto en el nal de Artes plásticas /UNAM, México,
y el 22 de marzo de 1918-, siendo la se-
mundo físico antes de que podamos co- 1990.
gunda la de Henri Laurens en diciembre
del mismo año. Ello quiere decir que, nocer su forma es disminuido en la pin- 41
“Nadie puede construir una sin-
aunque Rosenberg había previsto una tura cubista, que coloca ante nuestros fonía si ignora la ciencia de la armonía
inauguración de su galería por todo lo ojos la relación entre estos objetos y sus que es la esencia poética de las mate-
alto, la realidad fue que, no habiendo formas básicas. Como un marco esque- máticas; pues bien, en nuestro arte es
sido aún firmado el armisticio, la pro- lético, estas formas son la base del ob- igual.”; “En nuestro arte, todo es ma-
pia inestabilidad del momento, evitaba jeto representado en la obra de arte fi- temáticas…pero muchísimo más com-
una asegurada periodicidad. Tras la ex- nal. Estas formas no son después vistas, plicado que la música: matemáticas son
posición de Laurens, celebrada tras la pero son la base de las nuevas formas las formas en el espacio; matemáticas
firma de éste, comenzaron ahora ya sí que aparecerán”, D-H. Kahnweiler, Der es…la construcción sea en piedra, me-
de manera periódica, las exposiciones weg zum Kubismus, Delphin-Verlag, tal o colores; matemáticas es la óptica
en L’Effort Moderne. Estas son conside- Munich, 1920, pp. 40-41. entera con sus vibraciones de luz, en
raciones personales de la autora, fruto 33
“En nuestras charlas habíamos parte absorbida, en parte reflejada, que
de sus investigaciones en el marco de empezado a discutir cada vez más fre- llamamos colores…las emociones que
suscitan nuestras obras, la biología, la Fondos Léonce Rosenberg del archivo fue utilizado en 1916 para Femme à la
55
Partiendo de la necesidad de lo La Nouvelle Revue Française, t. 69, 1 “Le quatrième centenaire de Raphäel”,
Belén Atencia Conde-Pumpido
absoluto y el gusto por la serenidad pre- junio 1919, pp. 153-157). A partir de La Nouvelle Revue Française, t. 81, 1 ju-
sentes en el cubismo sintético (A. Lhote, este momento, el pintor reconvertido nio 1920, pp. 922-928.
“Totalisme”, L’Elan, t. 9, febrero 1916, en crítico, pasa a la publicación, más o 56
J. Metzinger,“A Albert Gleizes”,
pp. 3-4), Lhote pasa a la crítica acérrima menos frecuentes de nuevos artículos París, 4 julio 1916, Fonds Gleizes, Docu-
al cubismo de los integrantes de L’Effort que revelan las preocupaciones a defen- mentation du Mnam-Cci, Centre Geor-
Moderne a raíz de la exposición perso- der. A este respecto, vid. id. “De la né- ges Pompidou, París.
nal de Braque en ésta. En su opinión, las cessité des théories”, La Nouvelle revue 57
id. “A Albert Gleizes”, París, 26
obras de Braque no eran más que una Française, t. 75, 1 diciembre 1919, pp. julio 1916, Fonds Gleizes, Documen-
demostración de la consciente renuncia 1002-1013; id. “Ingres vu par un pein- tation du Mnam-Cci, Centre Georges
del pintor a las normas, demasiado fijas tre”, La Nouvelle Revue Française, t. 96, Pompidou, París.
del cubismo (id. “Exposition Braque”, 1 septiembre 1921, pp. 274-292; id.
Jean Metzinger in retrospect. 1985. Ed. Daniel Moyssen, Xavier. 1983. “El período formativo de
Belén Atencia Conde-Pumpido
Robbins et al. Iwoa: The University of Iwoa. David Alfaro Sequeiros, Roberto Montenegro,
Johnson, Robert Stantley. 1991. Cubism & La Diego Rivera y José Clemente Orozco.” His-
toria del Arte mejicano 91-92 (Septiembre-
Section d’Or, Reflections on the development
Noviembre): 21-25.
of the cubist epoch: 1907-1922. Chicago-
Düsseldorf: Klees-Gustorf Publishers. Murray, Albert. 1986. “Le Fauconnier’s “Das
Kunstwerk”: An Early Statement of Cubist
Kahnweiler, Daniel Henry. 1920. Der weg zum
Aesthetic Theory and Its Understanding in
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Germany.” Arts 56 (12): 125-133.
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d’Arte 2, no. 12 (Gennaio-Febbraio): 64.
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